Sasha se desata 06

¡No lo puedo creer, hasta parece que amanecí en la dimensión desconocida! ¡Sasha y mi madre en la cama! (sexo lésbico y voyerismo).

Sasha se desata

VI

Después de la tremenda sesión de sexo que tuve con Sasha, habría quedado profundamente dormido en el suelo si no hubiese sido por el grito desgarrador que ella lanzó ante la inesperada llegada de mi mamá que nos veía desde el ventanal de la sala con el rostro desencajado en un rictus de furibunda indignación. ¿Qué es más vergonzoso que ser pescado en plena paja por tu propia madre? Pues ser pescado en plena cogedera por tu abuela… gracias a Dios en este caso fue mamá. ¡Dios mío, jamás había estado tan avergonzado en mi vida, jamás me había sentido tan confundido y nunca le había pedido al cielo con tanto ahínco ser tragado por la tierra (cosa que obviamente no ocurrió). Sin embargo, pese al susto y la vergüenza (y su intimidante cara) no pude evitar reparar en un pequeño detalle: mamá tenía una mano metida entre sus piernas y la otra apretándose fuerte los senos

Bueno, no los voy a aburrir con los bochornosos detalles, mejor se los voy a resumir: Sasha salió corriendo al baño tapándose como pudo, dejando un reguero de semen por todo el camino pues aun tenía la espalda llena. Yo, como rayo, me puse el calzoncillo antes que mamá entrara. No me dijo nada, no me dirigió la palabra en absoluto, tan solo se plantó frente a mi con la actitud más amenazante que le había visto en mi vida y me fulminó con una feroz mirada mientras esperaba una explicación.

  • ¡Mama, yo… bueno… es que… yo!
  • ¡¿Qué?!
  • Bueno… ¡mama, yo… bueno… es que… yo! – no podía hacer nada más que balbucear aterrado.
  • ¡¿No podés hacer nada más que balbucear aterrado?! – ya lo dije. Guardó silencio un momento para ver la sala, fijándose en cada detalle fuera de lugar (los charquitos de semen, obviamente). Luego respiró profundo y volteó a verme nuevamente – ¿Esa muchachita era Sasha? – asentí con la cabeza y gesto idiota – ¡Y supongo que no se te ocurrió nada mejor que cogértela en mi sala, ¿verdad?! – "es que aquí nos agarró la calentura" pensé para mi… obviamente no iba a decirle eso.
  • Es que… yo… aquí nos agarró la calentura… mama… – bueno, obviamente el ahuevamiento que tenía no me dejaba pensar claramente… y claro, si antes su mirada era feroz ahora parecía un tigre a punto de lanzarse sobre el atemorizado e indefenso cervatillo, jamás la había visto tan emputada.
  • DES-PUÉS-HA-BLA-MOS… ahora andá y vestite… – me dijo y terminó de entrar y se dirigió al segundo nivel. Por un momento temí que fuera a echar a Sasha a la calle en calzones, pero mamá no era así – "Toc, toc" – mamá tocó una puerta – señorita, por favor abra… necesito hablar con usted… – nuevamente sentí que el mundo se me caía encima, ¡mamá estaba tocando la puerta del baño en donde estaba Sasha desnuda!

  • ¡Mama, no! – eso fue lo único que atiné a decir antes de estrellarme de nuevo con el gesto feroz de mi progenitora, de pié frente al baño, con una toalla en una mano y una bata en la otra – ¡Sasha no tiene la culpa! – le dije, ella me hizo una mueca muy fea.

  • ¡Ricardo David, ustedes tienen que aprender a hacerse responsables de sus actos!… ¡y usted señorita, ábrame, vamos a tener una pequeña conversación! – sus palabras, cargadas de una abrumadora autoridad, fueron acatadas inmediatamente, Sasha apenas abrió la puerta lo suficiente para que mamá entrara, luego cerró.

Lo normal habría sido oír gritos y lamentos, pero no, por más que pegué la oreja a la puerta solo pude escuchar susurros y un llanto suave y ahogado que era de Sasha. Volví a la sala para ordenar un poco más, limpié el semen que mi amiga dejó tirado en su loca huída y saqué la ropa de la secadora ya lista. Corrí a mi habitación y me puse apresuradamente lo primero que encontré, un short y una camiseta, y esperé sentado a que mamá saliera. Tenía el culo en la mano, ahora si la había cagado y no tenía ni puta idea de cómo arreglarlo. Mamá salió del baño poco después, venía con una llorosa Sasha detrás

  • ¿Ricardo, ya viste la hora que es? – me espetó bruscamente – Tenés que ir por tu hermana
  • ¡Pero mama, ¿y ella?!
  • ¡Ni mierda Ricardo, ahorita… no vas a dejar a tu hermana esperando sola!
  • ¡Pero no va a esperar sola, también viene Adriana, la hermana del Ko!
  • ¡Con más razón entonces!
  • ¡Pero mama…!
  • ¡Ricardo David, no estoy jugando, andá por tu hermana ahorita y es la última vez que te lo digo, luego vas a dejar a la señorita a su casa! Mientras tanto, ella y yo vamos a seguir hablando… – entró con Sasha a su habitación y cerró la puerta.

El tono de mamá estaba cargado de gran autoridad e ira, no me atreví a contradecirla, sabía que solo sería empeorar las cosas, sencillamente me di la vuelta y me dirigí al carro. A medida que iba avanzando me sentía peor cada vez, ¿qué iba a decirle, qué le diría a Sasha… qué le estaría diciendo ella a Sasha? Ya cerca del hotel en donde se llevaba a cabo su fiesta, tomé mi celular y disqué el número de mi hermana, quería que estuviera lista, no estaba de humor para esperarla en la calle.

  • ¿Aló? – me contestó.
  • Majo, ¿ya estás lista?… ya casi estoy ahí
  • ¿Dónde?
  • ¡En el hotel, ¿dónde más tonta?!
  • Pero a nosotras ya nos vinieron a traer… ¿no te avisó mama? – obviamente no
  • Obviamente no
  • ¡No te pongás pesado conmigo, tonto! – reprimí un par de comentarios corrosivos solo para no terminar peleando con ella también.
  • ¿Quién las llegó a traer?
  • Carlos, – se refería al Ko – ahorita estamos en la casa de Adri y luego me van a ir a dejar… – y añadió en un susurro – Carlos trae una nueva novia y se ve reputa… ¡qué perro! – yo solo me reí… su supiera lo que acababa de hacer su hermano – ¿De verdad no te avisó nada mama?
  • No, no me dijo nada… – le dije con el hígado y los riñones en la boca.
  • Mmmm… sigue enojada contigo, ¿verdad? – ¡ja! – Yo la llamé y me dio permiso como si nada… – ¡momento, ¿cómo está eso de que le dio permiso como si nada?!
  • ¡Momento, ¿cómo está eso de que te dio permiso como si nada?!
  • Pues si, me dio permiso y ya… ¿qué te extraña?… ¡es contigo con el que está enojada, no conmigo!… – si, eso era obvio, pero ¿por qué no me llamó para avisarme?

En ese momento vino a mi mente un pensamiento loco, tan irreal como improbable, y el corazón me comenzó a latir a mil por hora. Me despedí de mi hermana abruptamente y di la vuelta en el primer retorno que encontré, manejé de regreso a mi casa aun sin estar seguro de lo que iba a encontrar. ¿Por qué mi mamá no me llamó para avisarme lo de mi hermana? Tenía que saberlo desde hacía ratos pues ella ya se encontraba en la casa de su amiga. ¿Acaso el disgusto hizo que se le olvidaran las cosas? Bueno, esa era la explicación más lógica, imagino que pescar a tu hijo cogiendo como loco en la sala de tu casa no es algo que uno espere ver… aunque seas su amante.

Pero no, yo iba de vuelta esperando encontrar algo… ¿qué cosa?, no sabía explicarlo en ese momento, solo sabía que debía volver pronto y que ningún semáforo hijo de puta iba a interponerse en mi camino. Je, je, la verdad fui bastante imprudente, un verdadero cafre, pero al final, la realidad demostraría que yo tenía razón.

Me estacioné frente a mi casa, decidí no meter el carro en el garaje para que no se dieran cuenta de mi llegada. Entré a la casa furtivamente, como si fuese un asaltante, subí en silencio las gradas y en puntillas, alcancé la habitación de mi madre y pegué el oído, la verdad ni siquiera sabía si aun estaban las 2 allí. No oí nada, absolutamente, hasta que, a lo lejos, me pareció escuchar una risita nerviosa.

Estoy seguro que ustedes saben por donde van los tiros, y aunque yo no tenía ninguna certeza ni fundamente para sospechar que algo podía estar pasando (más allá de conocer muy bien a mi madre), se me paró la verga, inmediatamente me puse a pensar cómo podía ver lo que estaba ocurriendo allí sin que ellas se dieran cuenta. Y la respuesta fue muy sencilla: el walk-in closet, ¿qué más? Entré a mi cuarto sin hacer ruido y luego al gran armario, avancé hasta llegar a la puerta del lado de mi madre y me asomé en el mismo sitio en donde la veía cogiendo con mi padre… y perdí el resuello por lo que vi.

Las 2 estaban en la cama, Sasha en el borde izquierdo, justo de mi lado y desnudas las 2… ¡desnudas las 2, mis sospechas eran ciertas, mamá se la iba acoger! Sasha tenía la bata abierta por el frente, mostrando su cuerpo moreno y delgado mientras mi progenitora le susurraba cosas al oído y le acariciaba el vientre con la mano. Mi amiga tenía los ojos cerrados y se dejaba hacer, respiraba hondo y a veces dejaba escapar profundos suspiros. No obstante se veía tensa, con las manos empuñadas y los brazos rígidos, estaba claro (y era lo previsible) que era su primera vez con una mujer.

Por otro lado estaba mi madre que, por la forma y la soltura en que la tocaba, parecía tener mucha más experiencia de la que yo pensaba. O dicho de otra forma, no parecía que fuera su primera vez con una mujer. La tocaba y rozaba con suavidad y jugaba con sus pezones con su lengua para tenerla completamente excitada y dejándose llevar. Sasha abrió los ojos y vio como le succionaba los pechos de una forma deliciosamente, sus labios dibujaron una sonrisa de gozo cuando sus dientes rodearon sus erectos pezones morenos y los mordieron con suavidad. Acto seguido mamá se incorporo y la besó, y Sasha, sin pensarlo, le correspondió.

¡Dios mío, qué vida tan extraña la mía! Hacía apenas menos de una hora mamá estaba que echaba chispas por haberme pescado cogiendo con una amiga… ¡ahora ella se estaba cogiendo a esa amiga!

Sus mano recorría cada rincón de su menudo y moreno cuerpo, siempre con suavidad, haciéndola estremecer de placer. Vi como le separaba las piernas dejando todo su sexo al descubierto, y vi como una intensa ola de placer irrumpía en la muchacha cuando sus dedos le acariciaron esa parte tan sensible del cuerpo femenino. Inició por los costados, luego fue introduciéndose en ella girando los dedos y formando círculos para penetrarla con más facilidad y encontrar el punto exacto de su placer.

Para entonces Sasha ya había perdido todo rastro de remilgos, incomodidad (aunque desde que empecé a ver no vi nada de esto) y timidez, también comenzó a tocar a mi madre sin parar de comerle los labios apasionadamente. Sin embargo sus besos eran suaves y muy húmedos, su lengua serpenteaba dentro de su boca y sus manos acariciaban por primera vez los pechos de otra mujer, mi mamá. Y esta, con un rápido movimiento hizo que Sasha se colocara boca abajo y empezó a besarle las nalgas, esas nalgas grandes, redondas, duras y bien paraditas que hacía poco estuve acariciando yo. La besaba y lamía, bajando cada vez mas hasta que alcanzó la entrada de ese culito con la punta de la lengua, deslizándola y bajando cada vez más hasta llegar a su intimidad y haciéndole ver estrellas. En ese momento si estuve seguro que aquello no era nuevo para mi madre, ese beso negro estaba lleno de experiencia.

Yo ya me encontraba ardiendo, tenía la verga rígida en el interior de mi short y me la restregaba por encima de la tela. ¡Dios mío, qué día, por la mañana me cogí a mi madre hasta la saciedad, luego me cogí a la novia de mi mejor amigo y ahora ya estaba listo para cogérmelas a las 2 juntas!… aunque solo quería ver en ese momento, la verdad… luego veríamos.

Cuando mamá pudo introducir su lengua en la húmeda vagina de la muchacha, esta no pudo aguantar y lanzó un gemido desde lo mas profundo de su ser. Separó más las piernas y elevó un poco las caderas, se entregó completamente a ella, su cuerpo estaba ahí para que María José Ovalle hiciese con él lo que se le diera la gana. Una y otra vez, esa lengua que por las noches me entregaba placer a mi, se lo daba a mi amiga, que gemía una y otra vez, sin poder de parar.

  • ¡¡¡AAAAHHHH, OOOOHHHH, MÁS MÁAAAASSSSGGGGHHH!!! – gemía Sasha..
  • ¿Te está… (chump, chump)… te está gustando… (chump, chump)… mi niña? – preguntó mamá con la boca repleta de su sexo y sus jugos.
  • ¡¡¡¡AAAAAHHHH, Nunca en mi vida me la habían lamido tAAAAnricOOo!!!! ¡¡¡MARÍA JOSÉ, USTED ES MAGNÍFICA, CARLOS Y RICKY ESTÁN A AÑOS LUUUUZZZGGGHHHH!!! – un fuerte estremecimiento atrapó a Sasha, era un violento orgasmo que mi madre se bebió entero – ¡¡¡¡OOOOAAAAAHHHH, MARIAAAJOOOOUUUUHHHH!!!! ¡¡¡¡AAAAHHH, AAAHHH, OOOOHHH!!!! – una y otra vez la lengua de mi madre introducía en su interior, causándole a mi amiga un placer tan exquisito como estremecedor.

Con agilidad felina Sasha se dio la vuelta, se puso boca arriba y con las piernas abiertas de par en par, mostrando su sexo chorreante de saliva y de sus jugos y con un marcado tono rojizo, probablemente irritado, en parte por nuestro encuentro y en parte por este. Mi madre tuvo la intención de inclinarse y meter de nuevo su rostro entre esos muslos rotundos, pero ella la detuvo, quería probar que se sentía tener el sexo de una mujer en mi boca. Mamá pareció comprenderlo al instante y se subió sobre ella, sin dejar de tocarla, situó sus piernas a cada lado de su cara y su vagina, jugosa y con un penetrante aroma, ante los fascinados y lujuriosos ojos de mi amiga, que no aguantó ni un segundo y se la llevó a la boca.

  • ¡¡¡AAAHHH, SASHA… despacio mi niña, con cuidado!!! – Sasha calmó su ímpetu, las ansias la estaban haciendo lamer y chupar con demasiada fuerza.

Cambió de estrategia y comenzó a lamer como una auténtica perra, localizó el clítoris de mi madre y se enfocó en succionarlo, tragándose los deliciosos jugos de hembra. Al mismo tiempo, con los brazos estirados hacia arriba, amasaba y restregaba sus grandes tetas, haciéndola gemir desesperadamente. Tras un momento, con más seguridad y soltura, comenzó a introducir sus dedos en ese encharcado sexo, no sin algo de torpeza, pero haciéndolo lo mejor que podía, frotando el interior con meneos ondulantes y de mete y saca. Y logró lo que buscaba, pues mamá se estaba volviendo loca y le pedía más y más.

  • ¡¡¡AAAHHHH, NENA, MI NENAAAHH… AAAHHHH!!! ¡¡¡MÁS, DAME MÁS SASHA, QUIERO MAAAAAASSSSGHHHHH!!! – sus gritos la alentaban más, la calentaban y alimentaban su ego de hembra. Sasha, con la boca completamente abierta, le pasaba la lengua de arriba abajo al lado de sus traviesos y hábiles dedos… mamá no duró mucho más – ¡¡¡¡AAAAHHHH, SASHA, SASHA… OOOOOOHHHHHH, MI NIIIIIIÑAAAAAAGGGGGHHHHHH!!!! – fue uno de esos violentos, ruidosos y mojadísimos orgasmos que mi madre solía tener.

Sasha se tragó toda la acabada de mi mamá, que se tambaleó por la intensidad del clímax y se dejó caer al lado de la joven. Inmediatamente se trabaron en un beso tan vehemente que más parecía una lucha entre lenguas. Rodaron en la cama una y otra vez, sus manos recorrían el cuerpo de la otra una y otra vez, se manoseaban sin pudor alguno, calentándose más y más cada vez. Entonces Sasha logró colocarse encima de mamá, pellizcándole los pezones con saña. Hizo algo que me sorprendió:

  • Señora… se me acaba de ocurrir algo… – se puso roja como un tomate.
  • Mi niña, no me digás señora ni me tratés de usted… soy Majo a secas para ti… – mamá la veía con una gran sonrisa en los labios – y decime, ¿qué se te ocurrió?
  • Bueno… Majo… – se le salió una risita tonta y azorada – es que… bueno, lo vi en una revista porno que mi mamá el encontró a mi hermano… eran 2 mujeres y estaban… entrelazadas… – una inmensa y enigmática sonrisa iluminó el rostro de mi madre al tiempo que formaba una figura con sus manos, eran 2 tijeras una frente a la otra… Sasha le devolvió la sonrisa.

¡¿Cómo era posible que mi madre conociera esa posición sexual, la de las tijeras?! ¡¿Es que acaso esta no era su primera vez con otra mujer?! A esas alturas ya estaba seguro, tenía demasiada experiencia como para que fuese su debut en el sexo lésbico… ¡mierda, habían muchas cosas que no conocía de ella!

Las 2 féminas se colocaron una frente a la otra sobre la cama con las piernas abiertas, rápidamente se acoplaron y pegaron sus sexos empapados y quedaron frente a frente, tomadas de la nuca de la otra con una mano y apoyadas en el colchón con la otra. Entonces iniciaron esa cadenciosa y lúbrica danza que solo 2 mujeres pueden interpretar. Comenzaron a mover las caderas en rítmicos movimientos circulares, frotándose sexo con sexo, rozándolos con fuerza, era casi como si quisieran iniciar una fogata. ¡Qué visión más hermosa, esos 2 cuerpos perfectos restregándose de esta forma una a la otra! Los gemidos se iban convirtiendo en gritos y rápidamente sus cuerpos se cubrieron de sudor, Sasha y María José iban a alcanza juntas el orgasmo y yo las vería en primera fila.

  • ¡¡¡SASHA, SAAASHHHAAAAAHHHH… NNNENAAAGGHHHH!!!
  • ¡¡¡MAS, MAS… QUIERO MAS MAJO… OOOHHHHHH!!!
  • ¡¡¡¡SSSAAAAAASSHHHHAAAAAGGGGGHHHHH, OOOOOOHHHH!!!!
  • ¡¡¡¡OOOOOUUUUUUUGGGGGHHHHH, AAAAAAHHHHHHHHH!!!!

Sasha perdió el equilibrio y cayó en la cama, donde se quedó revolviéndose víctima de los estertores más sabrosos que había sentido hasta entonces. Mamá continuó restregando su vulva contra la de mi amiga, sujetándola firmemente del muslo con una mano, orgasmeándose igual que su joven amante. Pero estaba completamente fuera de si, en un arranque de locura soltó a Sasha y empezó a restregar su sexo sobre la piel de la muchacha, desde las caderas hasta los senos hasta que su clímax terminó, embadurnándola entera de sus jugos. Luego quedó derrumbada a su lado abrazándola tiernamente.

  • Esto… esto… esto hay que… repetirlo… – dijo mamá entre jadeos.
  • Si… si… pero… no le vaya a… no le diga a
  • ¿A… a mi hijo? – Sasha asintió – pero… a él no… no pudo guardarle secretos

Se quedaron un rato en esa posición, besándose despacio, con tanta dulzura que más parecía que se acariciaban con los labios. Parecían cansadas, sobre todo mi amiga, que se veía completamente exhausta, con toda su cara y pelo mojado. En ese momento salí del armario con una gran erección bajo el pantalón y me les quedé viendo con ojos acusadores… aunque con una sonrisa socarrona enorme. Al principio se asustaron, sobre todo Sasha, pero en cuanto vio dibujarse en la cara de mamá un amplia sonrisa desvergonzada, ella también sonrió

Continuará

Ricardo David.

(Garganta de Cuero).

Pueden mandarme sus comentarios y sugerencias a mi correo electrónico, besos y abrazos.