Sara y la fotografía
Un regalo también pude ser para el que lo da
Llevaba tiempo queriendo darle una sorpresa a Juan , el siempre me hacia fotos, algunas más subidas de tono y otras más sexys , pero su ojo era siempre el que estaba detrás de esas aventuras, por lo que quería que por una vez todo fuese una sorpresa para el.
Habíamos publicados algunas fotos, por lo que si quería un fotógrafo voluntario la cosa no seria muy difícil, pero no tenia claro que fuese lo que estaba buscando.
Tampoco puedo negar que el ser fotografiada por un desconocido no fuese algo que me rondaba la cabeza, mi parte exhibicionista le encantaba la idea pero tampoco me atrevía, sentía que de esa manera podría perder el control sin yo quererlo.
Pense quizás la mejor manera seria hacérmelas yo misma, pero quería hacer unas fotos muy especiales en todos los sentidos y para eso necesitaba ayuda. Ahora había mil cursos con descuentos increíbles y no me fue complicado encontrar uno que se ajustase a mi presupuesto y horarios.
Dos horas una vez por semana me enseñaron muchos trucos y formas de expresar mi sensualidad, luego en casa cuando no estaba Juan hacia mis pruebas, y poco a poco ia consiguiendo mi objetivo.
Con solo verlas luego en el ordenador y pensar cual seria su reacción me calentaba yo sola, era una sensación muy excitante, me sentía observada por mí misma, me exhibía de la forma más impúdica en el calor de mi dormitorio, de mi salón o de mi cocina, impúdica y desatada.
Me quedaban tan solo tres clases para terminar el curso y ya tenia más de 20 fotos que sabía que le sacarían los colores y algo más a Juan , un escalofrió recorría mi cuerpo con tan solo pensarlo, hasta tenia planeado como se las enseñaría.
En el curso había conocido a Ana, ella siempre insistía en tomar algo después de las clases pero por una cosa o por otra siempre le tenia que decir que no.
- Sara de hoy no pasa que nos tomemos algo. Me dijo
La verdad no me venia muy bien pero le dije que si, le mande un whatsapp a Juan diciéndole que me retrasaría.
Charlamos de tonterías, del curso, nos intercambiamos los números de teléfono, charlamos de más tonterías hasta que ella me dijo.
- Se que no nos conocemos mucho pero quizás por eso me gustaría pedirte algo.
La verdad que su petición me dejo helada, parecía un poco mojigata e incluso antigua.
- Quiero hacerme unas fotos sexys y me inscribí en este curso para eso, pero las que yo me hago sola, no me quedan como yo quiero.
El corazón se me quedo casi parado y su sonrisa de niña buena me anunciaba lo que me estaba a punto de pedirme.
- Me las harias tu?
La idea de hacerle fotos a una total desconocida destapo mis deseos más oscuros, mil y una vez había hablado con Juan de mis fantasías lésbicas, eso si solo fantasías.
Mientras ella seguía argumentando su petición, mi mente estaba en esa sesión y podía imaginármela desnuda y tentadora. Esta perfecta desconocida había despertado en mi algo que llevaba dormido mucho tiempo.
Mi cuerpo decía … a que esperas .. mi mente decía …estas loca. En medio de esa cafetería mi mente estba desnudando a esa mujer sin pudor ni reserva, mientras ella no paraba de hablar.
- Que me dices?
El tiempo pareció pararse, cada una de las fotos que yo me había tomado a mi misma volvían a mi cabeza, la veía a ella desnuda en mi cocina, en mi cama, en mi salón. Desnuda, expuesta y ofrecida, sin poder evitarlo mi cuerpo se revolucionaba desde dentro, notando como mis labios se humedecían descontroladamente.
- Ana estas segura? Solo se me ocurrió lanzar esa pregunta, para aunque no deseara que se lo pensase ni un segundo más y empezar la sesión de fotos inmediatamente, darme a mi misma una salida.
- Sara segurisisima. Me dijo sin parpadear
Las dos nos reímos, supongo que por lo mismo, es la protección que tiene la mente ante el nerviosismo y lo desconocido, y seguimos hablando de más tonterías durante un buen rato, eludiendo el tema.
No se por que extraña razón no le conté nada a Juan , pero no podía quitarme la idea de la cabeza, tanto fue que al día siguiente que cuando me quede sola decidí hacerme otras fotos.
Pero esa sesión no fue de fotos, desnuda en mitad de mi cocina podía ver Ana, desnuda y preparada, y esa imagen desato lo peor de mi.
Sin control mis manos recorrieron su cuerpo que en realidad era el mío, estaba teniendo mi primera relación lésbica conmigo misma, en mi cabeza tenía montada una película prono en primera persona y en mi cocina estaba yo disfrutando de mi misma sin control.
En realidad no quedamos en nada, lo mismo solo había sido una de esas cosas que se dicen y no se hacen, yo no iba ser la que volviese a sacar el tema, pero me estuve toda la semana fingiendo que hacia esa sesión, en la cocina, en la habitación, en el baño, hasta alguna foto de esas sesiones conseguí hacer a pesar de todo.
No nos volvimos a ver a ver o hablar hasta la clase siguiente, y Ana parecía que había olvidado o recapacitado sobre su petición, amable como siempre pero de la propuesta nada de nada.
En un primer momento me quede decepcionada, pero luego pensé, quita quita vaya lio, Juan como se lo digo, donde, cuando, muchas complicaciones.
Aunque no me lo podía sacar de la cabeza, pensé mejor que se quede dentro del universo de la fantasía.
El curso acababa la semana siguiente, yo tenia las fotos que quería para Juan , incluso mejores de lo que pensaba y lo otro quedaría como anécdota que compartiría más adelante con el.
- Sara necesito tu ayuda
Un whatsapp de Ana llego a mi móvil y mi cuerpo se encendió como un volcán
Pero yo seguía negando la mayor
- Dime en que puedo ayudarte
Ella fue directa y sin rodeos
- Quiero que me hagas esas fotos puedes hacerlas hoy?
Me sentí atravesada por un fuego abrasador, mis mejillas se incendiaron, todos mis resortes se pusieron en modo defensa. Mis manos temblaban mientras intentaba contestar, aparentando normalidad
- Si claro, a las 17 puedo, lo que no se es donde?
Mi última parcela de cordura, dejaba una puerta abierta a la negación.
- Si quieres en tu casa, así no te tienes que mover!
Me quede en blanco, en mi casa a las 17h, respire profundamente e intente pensar.
Veamos Juan no llega hasta las 19h 30, pero Sara que estas haciendo pensé, te estas metiendo en la boca del lobo.
Intente recuperar mi cordura, deja de pensar tonterías, haras las fotos a Ana y ya esta.
Te pondrás cachonda, seguro, se lo contras a Juan luego, sin duda, acabara con un polvo descomunal, pues claro. Pero ya esta, no habrá más.
Confirme casi cerrando los ojos.
Hasta esa hora fue una guerra a muerte entre mis fantasías más obscenas y mi última templanza, las unas se entregaban a la carne y las otras a la sensatez, era como una montaña rusa que me recorría sin compasión.
No se en que momento llame a Juan , quería contárselo pero termine diciéndole que hoy le prepararía una cena especial y que si terminaba antes no llegase hasta las 19h30.
De camino a casa no paraba de pensar, que me pongo, como si fuera una cita, me podía ver a mi misma vistiéndome, desnudándome e incluso tacándome, no conseguía céntrame ni un poco, estaba hecha un flan.
No se ni como consegui, ponerme un vestido verde que tengo, mi servi algo de beber e intente bajar las pulsaciones de mi corazón.
Sono la puerta y de nuevo se disparo mi corazón.
Abri la puerta casi sin mirarla y nos dimos dos castos besos, uno por mejilla.
- Sara estoy hecha un flan! Me dijo sin miramientos
- Pues anda que yo, conteste
- Pues no lo entiendo aquí la que se desnuda soy yo.
La risa nerviosa nos volvió a conquistar.
Ana se había traído varios conjuntos de ropa interior y accesorios, la verdad que me sorprendió mucho, yo la veía como una niña buena y recatada pero sus complementos no decían eso para nada, más bien joven viciosa busca amo.
Sin ningún aparente miramiento empezó a desnudarse, y su cuerpo era tal y como lo había disfrutado estas ultimas semanas.
- Quieres cambiarte en el baño?
- No seas tonta si en nada me vas a ver todo.
Mientras Ana se despojaba de lo poco que la separaba de la desnudez, yo me acorde de ese vestido que llevaba y como Juan una noche en el bar me hizo quitarme la tanga y mostrame mientras la cámara hacia de las suyas.
Sus pezones se endurecían mientras sus braguitas abandonaban su cuerpo, y asi desnuda se contoneaba nerviosamente.
No se como conseguí aguardar la compostura mientras Ana, como una gata se movia frente a mi dejándose querer por la cámara.
Llevabamos más de 15 fotos de su cuerpo desnudo y expuesto, aunque aún con cierto recato, hasta que se tumbo en el suelo y sin miramientos abrió su tesoro.
El brillo en sus labios no dejaba la más mínima duda de lo que ocurría con su cuerpo, sus ojos están inyectados en deseo y el deseo pasaba a través del objetivo.
Mi mente hacia rato que estaba invadiendo su cuerpo aunque aún conseguía controlarme.
- Aunque este desnuda estoy que ardo ¡ Me dijo
Preferí no contestar
- Estarás pensando que soy un poco puta ¡
Pero que hago, pensé….
- Quiero que captes el brillo de mis ojos ¡ me decía mientras como había imaginado muchas veces sus manos se abrían paso entre sus piernas jugando con sus labios.
- No te muevas! Le dije …como pudo salir semejante idiotez de mi boca.
Podria haberle dicho, ábrete más, enséñame esos ojos de puta, saca esa zorra que tienes dentro, mil frases con las que me había masturbando pensando en este momento.
- Sara no me digas que no te estas poniendo cachonda?
Vale, este era el punto de no retorno,
- Quiero que veas como disfruto! Dijo sin dejarme contestar
Sus manos jugaban entre sus dos agujeros, sus ojos se clavaban en los míos, sus suspiros inundaban la habitación mientras yo casi como un robot seguía haciendo foto tras foto, capturando todo ese placer enlatado.
Ana se abria a mi y al mundo de par en par , sus dedos sin piedad le daban y quitaban el placer, yo disparaba como queriendo guardar cada respiración en mi disco duro, cuando la puerta se abrió.
Ana miro a Juan , Juan disfruto de Ana, ana me miro a mi, Yo disfrute de Ana .. Yo mire a Juan y Juan vio que realmente era una cena especial.
El silencio era tan intenso que se podía escuchar el corazón de Ana y el mio, el de Juan se puso a nuestro ritmo sin previo aviso.
Ninguno de los tres hablo pero lo dijimos todo, Ana no cerro sus piernas más bien lo contrario, yo no deje la cámara y Juan tranquilamente se sento.
Ana seguía disfrutando y haciéndonos disfrutar, yo seguía inmortalizando el momento y Juan hizo lo que se le da tan bien, dejarme disfrutar.
Como ya hizo en aquel bar, con este mismo vestido, sin mediar palabra metió sus manos bajo el y me quito las bragas …
Rompiendo asi la ultima de las barreras con la fantasia para pasar a la realidad en primera persona.
Pero como era de esperar no paro, y a mis bragas le siguió mi vestido y mi sujetador, dejándome tan solo con mis tacones y mi cámara capturando ese momento.
- Vaya … vaya sorpresa Sara , me susurró Juan al oído
Absorta por mi obsesión casi compulsiva por Ana no dio la más minima pista sobre sus intenciones.
Antes de que me pudiese dar cuenta Juan me despejaba de mi cámara ante la atenta mirada de Ana, y me ponía esas esposas que tanto juego nos habían dado.
- No se cuando sabes de Sara , dijo Falnker mientras me llevaba hacia ella
- Pero yo si se lo que se muere por hacer, decia hundiendo mi boca entre sus piernas
Juan me dio el ultimo empujón hacia mis fantasias, dejándome mani atada a merced de mis deseos y mis lujurias.
Las imágenes que días atrás solo estaban en mi mente se convertían una a una en realidad.
Mi lengua recorría su cuerpo estremecido como el mio por un deseo contenido, exhibiendo nuestro placer.
Note como cada poro de su cuerpo me decía, no pares, y yo me entregue a dar sin recibir.
A pesar de mis limitaciones y desear que mis manos también la hicieran gozar, el notar como se fundía en mi boca me hacia disfrutar a mi misma.
Los latigazos de su cuerpo contagiaban mi ser y casi podía notar como yo misma me fundía.
Ana me miro llena de placer en sus ojos y se coloco a mis espaldas, note como se abrió paso desde atrás , separando mis labios y jugando con su lengua.
Sus manos separaban mis nalgas y las acariciaban mientras su lengua infinita se clavaba en mi alma.
Escuchaba el incesante ruido de la cámara inmortalizando este momento y casi poder notar el excitamiento de Juan al hacerlo.
Yo expuesta, en pompa, mis nalgas abiertas como mi alma eran devoradas por una insaciable lengua que llenaba de placer.
Sus dedos no tardaron en abrirse paso y entrar en mi, provocando olas de placer, mi cuerpo entero se rendía ante la lujuria, sin medida, sin control, sin tapujos.
Sus dedos mágicos entraban en cada agujero, sacando sensaciones impensables, cuando sin miramientos clavo un dedo en mi culo mientras otros jugabn en mi sexo y su lengua maltraba mi clítoris.
Me corri como una loca, temblo mi sexo desde lo más profundo de mi ser, el calmbre de clítoris recorrió todo mi cuerpo y mi culo fue invadido por un sensación de plenitud …
- Mi culo .. mi culo .. me corro por mi culo … Tan solo puede decir eso mientras todo mi cuerpo era fulminado una y otra vez.