Sara y Juan, la mejor experiencia

Como por suerte conocí a una pareja y esta me llevo a tener la mejor experiencia de mi vida

Yo soy de los piensan que ciertas cosas solo le ocurren a los demás, hasta que me paso a mí. Todo sucedió unos meses antes de la pandemia.

Me presento, soy hombre de 51 años casado, muy normal, para nada guapo, vivo en un pueblo muy turístico del centro de la Península. Siempre me ha gustado hacer ejercicio y dar largas caminatas, por lo que me conozco a la perfección todas las rutas de senderismo y en general todo el monte que rodea a mi localidad.

El fin de semana del que les voy a hablar era de tres días ya que coincidía con un viernes festivo, estaba solo en casa, mi mujer había ido a visitar a sus padres a la ciudad y pasaría allí los tres días con ellos. Sali a tomar unas cervezas el viernes por la tarde, había bastantes turistas que dan vida al pueblo, se puede decir que vivimos del turismo prácticamente. Me encontraba solo en la barra, pero con bastante gente alrededor, grupos y parejas, casi todas de fuera. Había una pareja de unos 40 años hablando con el camarero, por lo que supe después le estaban preguntando por posibles rutas o zonas bonitas para caminar. El camarero me llamo y dijo que si podía ir, que la pareja quería hacerme unas preguntas. Ella muy guapa de cara, con los kilos justos que le hacía tener unas curvas muy apetecibles, unas buenas tetas que lucía con una camiseta bastante ajustada, mediría aproximadamente 170 de altura. Él moreno, pelo cortito, más o menos como yo de alto 180, se le veía fibrado, bastante atractivo, aunque nunca me han llamado la atención los hombres. Se presentaron como Sara y Juan, yo por cierto me llamo Jose.

Estuvimos hablando una rato de cosas sin importancia de lo bonito del pueblo y la zona, parecía una pareja simpática, me invitaron a una cerveza, ellos se pidieron otra y me dijeron que si nos sentábamos en una mesa, que querían preguntarme de rutas , ya que le había dicho el camarero que yo me conocía la zona a la perfección y era quien mejor podía indicarle . Hablamos durante bastante rato de posibles lugares a los que ir, tiempo que se tardaba, dificultad… . Cayeron varias rondas de cervezas y ya se iba haciendo de noche. Viendo que era tarde fueron ellos los que dijeron de ir a cenar y seguíamos hablando. Habían alquilado un apartamento rural y allí podíamos hacer una cena informal, acepte ya que me sentía muy a gusto, eran muy agradables,  pero les dije que yo también quería aportar algo . Fui a mi casa a por embutido, queso y una botellita de vino y me dirigí hasta el apartamento que tenían alquilado. Seguimos hablando de naturaleza, de que salían con frecuencia al campo y que hacían bastante deporte. Cenamos, nos bebimos casi sin darnos cuenta la botella de vino, que unido a las cervezas de la tarde hizo que nuestros ojos fueran adquiriendo un brillo particular. Digamos que estábamos contentos sin llegar a estar borrachos.

Nos sentamos en el sofá para estar más cómodos, primero me senté yo después Juan y Sara fue la que haciéndose sitio se sentó en medio de los dos. La verdad que era una pareja encantadora y muy agradable. No quería hacerme ideas equivocadas, ni pensar lo que no debía, pero notaba el calor de la pierna de Sara y me estaba poniendo a mil ya que con mi mujer últimamente no teníamos sexo con frecuencia y era cada vez más por compromiso y por cumplir. No recuerdo cómo empezó, pero cada vez la conversación se iba volviendo más picante y atrevida. En un momento dado Sara puso sus manos sobre nuestras piernas, moviéndolas de arriba abajo preguntándose cual era más fuerte, me sobresalte un poco por lo inesperado. Me levanté para ir al baño, a vaciar todo el líquido ingerido durante la tarde. A la vuelta y sin llegar casi ni a sentarme Juan dijo que querían decirme algo, que éramos mayorcitos y que no les gustaba andar con rodeos. Me quede un poco asustado, sin más me dijo que le había caído muy bien y que ellos era una pareja liberal. Que les gustaría hacer un trio conmigo pero que sabían que estaba casado y entenderían que no quisiera, que para nada era algo que tenían pensado hacer pero que les apetecía. Mi cara de sorpresa era más que evidente y me quede en blanco. Ellos se echaron a reír y tras unos brevísimos segundos les dije que esa es la fantasía de todo hombre. No hizo falta decir nada más Sara se acercó y me planto un morreo de los de verdad, de los que te calientan nada mas empezar, metiendo su lengua casi hasta mi garganta. Yo como es lógico le correspondí y nuestras lenguas se enredaban jugando entre si. Pude notar en ese momento la presión de sus tetas en mi pecho, algo que me encanto porque mi polla empezó a despertar. Baje mis manos hasta su culo apretándolo y dando un pequeño azote. Seguíamos sobándonos cuando Juan carraspeo haciéndo notar de que estaba allí y sugirió que nos fuésemos al dormitorio, que allí había sitio para todos y estaríamos más cómodos. Por el pasillo Sara se quito la camiseta, al llegar al pie de la cama yo no sabía cómo actuar, en el fondo me sentía algo cortado. Ellos dos comenzaron a besarse, yo estaba mirando, se dieron cuenta y me invitaron a acercarme. Juan ya le había quitado el sujetador y cuando me acercaba por detrás me cogió las manos y las llevo hasta las tetas de Sara, era un verdadero placer tocar algo tan suave y a la vez tan firme, con unos pezones enormes y durísimos. No quise conformarme con eso y fui bajando hasta su cintura, desabrochando sus pantalones y metiendo mi mano hasta los labios de su coñito, pudiendo comprobar lo caliente y mojado que estaba. También pude notar como Juan apretaba su polla hacia su cintura, rozando mi mano. No le di importancia ya que supuse que lo hacía por el empalme  y las ganas de fiesta que tenía.

Sin pensarlo más me agache y como pude le baje los pantalones y el tanga, de cerca pude observar lo bien formado que estaba su culo, recreándome en sobarlo y acariciarlo, ahora ya si deslice una de mis manos entre sus muslos llegando hasta su tesoro, en cuanto notó mis dedos no dudo en separar sus piernas facilitando que la penetrara directamente con dos dedos. Ahí sus gemidos ya eras bastante mas evidentes y fuertes, yo metiéndole mano y Juan sobando y pellizcando sus pezones. Sara se inclino un poquito hacia adelante, con lo cual me invitaba a lamer y comer su jugoso coño. Se notaba que lo estaba disfrutando por sus movimientos y por como su respiración se hacia mas agitada, pero ni que decir tiene que yo también estaba encantado oliendo y degustando tan exquisito manjar. No me limite a su coño, sino que mi lengua recorría el corto espacio hasta su ano haciendo viajes de ida y vuelta que hacia que Sara gimiera ya de forma descarada.

Sara decidió ir al ataque y haciéndonos poner de pie, nos invitó a bajarnos los pantalones estando ella sentada en la cama sacamos nuestras pollas ya totalmente tiesas y duras. No voy a decir que tengo pollón, seria faltar a la verdad. Juan si que la tiene un más grande y la mia esta por los 16-17cm. Al principio comenzó con besitos, para seguir con unos buenos lametones en los capullos que parecía se estaba comiendo un helado. Solo era el principio, al momento se las metió en la boca alternativamente hasta que hacían tope en su garganta, todo un placer.

Yo seguí allí disfrutando de tan buena mamada mientras juan se separó, hizo que se levantara poniéndose detrás mientras Sara seguía comiéndomela y según estaba agachada se la metio de un solo golpe, el ritmo de mete y saca que llevaba Juan hacía que Sara más de una vez le dieran arcadas, pero todos estábamos encantados por el placer que nos estábamos dando. Estuvimos un buen rato así hasta que decidí sacar mi polla de tan húmeda y caliente boca, de seguir así no tardaría ni un minuto en correrme. Fue Juan el que sugirió que cambiásemos las posiciones ,yo encantado ,ni en sueños hubiera imaginado que hoy me follaría a una rica y caliente mujer.

Estuvimos un rato disfrutando cada cual a su manera. Yo les dije que no tardaría en correrme, Juan dijo lo mismo y en ese momento note como Sara llevaba su mano a su clítoris y comenzó a frotárselo con gran rapidez, corriéndose entre grandes espasmos.

Sara fue al baño a limpiarse y refrescarse un poco. Tanto Juan como yo nos tumbamos en la cama, cuando ella llego empezó a acariciar nuestras aun duras pollas diciendo que no fuésemos dormilones, que aún quedaba noche por delante. Se la veía que tenía ganas de marcha. Se fue a por la polla de Juan, metiéndosela en la boca, mientras a mi me hacia una ligera paja. Me incorpore un poco , apoyándome en los codos mirando como se tragaba aquella polla. Ella al verme sonrió y dijo si me apetecia. Nunca me han gustado los hombres, pero de un tiempo  para aca no se si debido a la monotonia o a que , sentía cierta atracción hacia las pollas, y como estaba siendo una noche nada normal e iba a ser una de mis pocas posibilidades de probar cosas distintas, me di la vuelta y fui a acompañar a Sara, he  de decir que siempre he sido de mente abierta . Me recibió con un beso en la boca, cuando metió su lengua ya pude percibir un sabor distinto, como acido o salado, no sabría decir bien. El morbo y el calenton me llevo a no perder mas tiempo y junto a ella nos acercamos de nuevo a su polla, ya dura y bien firme. Comenzamos por el capullo, cada uno por un lado, ensalivándolo bien y la verdad, me gustaba, era un sabor distinto a todo lo probado anteriormente, pronto me dedique por completo a ella, metiéndomela entera en la boca, Sara se ocupaba de los huevos. Nunca había chupado una polla, me limitaba a hacer lo que me hubiera gustado que me hicieran a mi. Por lo que pude apreciar, no lo hacia nada mal, ya que Juan respiraba profundamente diciendo, vaya chupona putita que hemos encontrado, tu esto lo has hecho ya muchas veces, has estado con más tios, ¿eres bisex y no lo habías dicho? Les dije que no, que era mi primera vez y que soy de los que dicen que hay que probar de todo y estaba encantado de iniciarme con ellos. Uff como lo estaba gozando, aquel trozo de carne en mi boca ,duro, rozándome la campanilla, me encantaba. Tenia mi polla que me explotaba. Sara se dio cuenta de ello y se fue a comérmela, era lo más, mi mejor experiencia hasta ese momento, pronto me di cuenta que aun quedaban nuevas sorpresas, note como un dedo acariciaba alrededor de mi ano. La sorpresa fue mayúscula, di un pequeño salto, ella me tranquilizo y me dijo que me dejara hacer. Ni que decir tiene que lo que estaba haciendo Sara me encantaba, le dije que me corría, ella lejos de separarse siguió chupando mas rápido , así que mi explosión fue la mayor que nunca he tenido. Me sentía en la gloria, pude ver como se trago toda mi leche y dejo bien limpia mi polla. Yo con tanto placer me olvide de Juan y me tumbe en la cama. Sara al darse cuenta y con lo caliente que estaba se sentó encima de Juan metiéndose de golpe toda la polla, era increíble el aguante de Juan, el como botaban sus tetas y como entraba y salia la polla llena de líquidos. El ver aquel espectáculo hizo que se me levantara de nuevo mi polla, cosa poco normal en mi, ya que tardo en recuperarme. Me puse frente a ella para que me la chupara de nuevo, pero para mi sorpresa dijo que la quería en su culo. Aquello para mi era mejor que acertar a la primitiva, poniendo un poco de saliva y poco a poco fui metiendo mi polla, nos costó un poco de tiempo acompasar el ritmo, no se como describirlo pero notar el roce de las dos pollas separadas por algo tan fino es de lo mejor que se puede sentir. Sara ya directamente gemía y aullaba de placer, nos llamaba de todo cabrones, maricones … me estáis destrozando pero me encanta, me estoy corriendo como una puta y eso me gustaaaa. Según dijo después perdió la cuenta de los orgasmos que tuvo.

Juan y yo seguíamos sin corrernos y ella con cara de malvada y picara a la vez dijo que ahora le tocaba mandar y que hiciéramos algo por ella. Quería ver como me follaba Juan, yo me asuste, le dije que nunca me habían metido algo por el culo, a lo que ella respondió que no era cierto, que hacia un rato me había metido un dedo y que pareció gustarme ,que me relajara y me deje llevar. La verdad sentía curiosidad pero a la vez algo de miedo. Me puse a cuatro patas como ella me dijo y se coloco debajo mio comenzó nuevamente a meter mi polla en su boca la vez que iba acariciando mi ano, humedecio sus dedos en saliva y como la vez anterior me lo fue introduciendo, note que no solo había una boca comiendo mi polla, eran dos, al igual que los dedos de ya entraban con normalidad sin ningún dolor en mi culo, aunque Sara tenia los dedos finitos llego a introducir tres. Dijo que ya estaba preparado, Juan se coloco detrás mío y note como su polla se apoyaba en la entrada de mi culo. El capullo iba apretando y note como entraba con un poco de dolor y aguante para no quedar mal, todo se compensaba con la extraordinaria mamada que me estaba haciendo, yo también quería tener la boca ocupada , así que como puede le dije que se colocara para hacer un  sesenta y nueve, ella obediente y gustosa acercó su coñito a mi boca y ahí nuevamente empezamos a gozar los tres. Debo decir que no creo que haya nada en el mundo mas placentero que alguien haciéndote la mejor mamada de la vida, una polla en tu culo que entra y sale rítmicamente dándote el máximo placer y un coño jugoso en la boca. Note como Juan acelero el ritmo y gemía bastante diciendo que ya le llegaba, que se corría, no me importo que lo hiciera dentro, yo al notar aquello tan caliente en mi interior junto con la mamada y el masaje que me estaba dando Sara empecé a respirar fuerte, esta vez ella saco mi polla de su boca vertiendo mi leche por la cara y por sus tetas, yo al notarlo chupe y metí mi lengua mas rápidamente en el coño momento en que ella también alcanzo otro gran orgasmo.

Caimos rendidos los tres en la cama, comentamos lo bien que lo habíamos pasado, dijeron entre risas que al dia siguiente saldrían de ruta, pero que harian la mas fácil y cortita. Juan comento que aquello había que repetirlo y Sara dijo que por supuesto que había estado genial y que le había gustado por la complicidad y la compenetración de todos. Yo por supuesto encantado y por ellos me dejaría llevar hasta donde quisieran, que había sido la mejor experiencia de mi vida.

Nos despedimos intercambiando nuestros teléfonos y diciendo que lo repetiríamos pronto y traerían a otra pareja amiga, yo encantado, jejeje.

Por desgracia ocurrió todo esto de la pandemia, además de que la empresa de Sara le ofreció ascenso y una muy buena oferta de trabajo en Estocolmo, se marcharon a vivir allí. Supongo que han encontrado allí nuevos amigos , las visitas que hacen a España son para estar con sus familias, mantenemos un cierto contacto por wasap. Siempre les recuerdo que aquello me gustaría repetirlo ,y dicen que si, pero por ahora es imposible, saben que les estoy muy agradecido por aquella extraordinaria experiencia.

Pido perdón por mis faltas y errores gramaticales, acepto todo tipo de criticas y por supuesto si alguien quiere proponer alguna experiencia ,yo estaré encantado.