Sara, la novia insatisfecha de mi mejor amigo

Historia de como me follé a la novia de mi mejor amigo en un fin de semana de locura.

SARA, LA NOVIA INSATISFECHA DE MI MEJOR AMIGO

Ese fin de semana me fui a la casa de campo de Ismael, mi íntimo amigo, acompañado de éste y de su novia Sara, también gran amiga mía. Yo hacía un par de meses que lo había dejado con mi novia y desde entonces no m separaba de ellos. Habíamos decidido pasar un buen fin de semana los tres, con mucha comida, mas bebida y algunos canutos.

Llegamos pasadas las nueve de la noche del viernes y después de hacer el reparto de habitaciones, nos dispusimos a hacer una barbacoa y empezar rápidamente un gran fin de semana de fiesta, pero no íbamos por la segunda copa cuando a Ismael lo llamaron por teléfono y tuvo que salir urgentemente de viaje por un problema que había surgido en el trabajo y que solo él podía solucionar. La verdad es que fue un palo, porque acababan de jodernos el fin de semana... o al menos eso creía yo.

Isma, se marchó y allí nos quedamos, después de insistirnos mucho, Sara y yo. La verdad es que aunque me llevaba muy bien con Sara, no me hacía a la idea de pasar los dos solos un fin de semana, pero bueno, intentaría pasarlo lo mejor posible.

Me puse a encender la barbacoa, para comer algo, y mientras Sara decidió darse un bañito en la piscina. Al cabo del rato, cuando ya tenía preparada la comida, me acerqué al borde de la piscina y avisé a Sara; ella salió rápidamente, sin darse cuenta de que al salir la parte de arriba del bikini se bajo un poco y dejo al aire una de sus pequeñas, pero magnificas tetitas. La imagen me dejo frío, pero no hice ningún comentario.

Después de comer, empezamos a beber y a fumar canutos y poco a poco empezamos a divertirnos de lo lindo. Hablábamos sin parar y no dejábamos de reír. No sé si por el efecto de la bebida o por el calentón que seguía teniendo con la imagen del pecho de Sara al salir de la piscina, le dije entre risas lo que había visto. Sara empezó a reír sin parar y me preguntó que si le había gustado la imagen. Yo le dije que me había encantado.

Seguimos bebiendo, fumando y riendo, y al cabo de un rato Sara propuso que nos diéramos un bañito para bajar un poco el morado; yo acepté encantado.

Nos tiramos los dos a la piscina y de nuevo puede comprobar como se le volvieron a salir las tetas, esta vez las dos, y al darse ella cuenta, me dijo:

Vaya, otra vez.

Si, pero ahora he visto las dos – y rompimos de nuevo a reír.

Es que, el bikini es de mi hermana y me queda muy grande, y la verdad es que es un coñazo – me explicó Sara.

Yo volví a reír y ella dijo:

Pues ya que las has visto las dos, paso de chorradas y me lo quito.

Por mi encantado – le respondí yo.

Dicho y echo, Sara se echó mano a la espalda y de un rápido movimiento se quedó sin la parte de arriba del bikini.

La verdad es que la vista era espectacular, allí estaba yo mirando embelesado las tetas de Sara... eran pequeñas, pero muy firmes, y con unos pezones duros y oscuros que resaltaban de maravilla en su blanca piel. Sara es una chica guapísima, rubia, con ojos azules, muy delgadita y con un culazo respingón que me volvía loco.

Dentro del agua, seguimos con nuestros juegos, que si te pillo, que si te ahogo, y entre tanto toqueteo yo pillé un empalme impresionante. Sara propuso salir del agua, a lo que yo le contesté entre risas que saliera ella, que yo debía hacer unos largos en la piscina debido a un problemilla que me había surgido... a lo que ella respondió sin para de reír que no me cortara, que no se iba a asustar.

A lo que yo respondí:

Estas segura?

Por supuesto que sí...

Pues allá voy!

Y salí rápidamente dejando ver bajo el bañador un bulto que a punto estaba de estallar...

Has visto como me has puesto?

Jajaja!!! Es impresionante. Te va a estallar el bañador!!!

Si, es que es de mi hermano y me está un poco pequeño... – dije mientras los dos rompíamos a reír.

Pues ya sabes – dijo Sara.

Ya sé? Que sé?

Que hagas como hice yo con el bikini de mi hermana, que te lo quites...

Que me lo quite? – le dije yo – tu solo enseñas las tetas, y quieres que yo me quede en pelotas?

Eso tiene fácil arreglo – y dando un salto de la silla se levantó y rápidamente se quedó como dios la trajo al mundo.

La imagen me dejó perplejo, ese culo con el que tantas veces me había pajeado y ese coñito, prácticamente rasurado, a excepción de una fina tira de vello rubio, estaba ante mis ojos. No lo pensé dos veces y a la velocidad del rayo me quité yo también mi bañador y me quedé en pelotas, con mi polla apuntando al cielo...

Guau!! Eso es una polla – exclamó Sara – y no lo que tiene mi novio... además, hace tiempo que no se le pone así de dura, hasta he llegado a pensar que no le gusto a los hombres.

Pues ya ves que a mi si – le respondí yo – y ahora vas a comprobar lo que es un buen polvo y no los que te echa Ismael.

Sin dudarlo dos veces, me fui hacia ella y le comí la boca, a lo que ella respondió sin dudarlo un instante:

Ven, subamos a la habitación.

Al llegar a la habitación, con mucha delicadeza la tumbé en la cama y le dije:

Sabes que me encanta comer coños?

Si??? Pues cómetelo enterito... Isma nunca me lo come porque dice que le da asco y hace años que no m dan un buen lengüetazo...

No lo tuvo que repetir dos veces, rápidamente me abalancé sobre su rajita y empecé a lamer sin descanso... tenía un clítoris espectacular, el más grande que yo había visto en mi vida y le colgaban dos aletas a los lados que lo hacían muy apetitoso.

No tardó en correrse en mi boca con grandes alaridos que estoy seguro se pudieron escuchar en todas las casas de alrededor...

Acto seguido se levantó y me dijo que me sentara en el borde de la cama y ella se arrodilló en el suelo... empezó chapándome cada uno de los dedos de los pies. Esto me produjo un placer que nunca antes habría imaginado, siguió por todo el largo de mis piernas lamiendo cada milímetro, llegó a las ingles, subió hasta mi ombligo, y a mis pezones, que lamió y mordió produciéndome una extraña sensación de mezcla entre el dolor y el placer... me temblaba todo el cuerpo... la quise coger y follarla, pero no me dejó. Estaba claro que ella quería mandar, y a mí me encantaba. Me giró y me mordió en el cuello, repito, me mordió al mas puro estilo del conde drácula, y mi polla quiso estallar, pero no, aun era pronto, arañó mi espalda mientras lamía mi lomo... me volvió de nuevo y entonces si, de un solo movimiento se introdujo mis dos huevos en la boca y los amasó con la lengua. Me quería morir. Sacó los huevos de su boca y se abalanzó a mi polla, como la leona que lleva semanas sin probar bocado, la chupó desde la base hasta la punta como una niña chupa su helado y se la introdujo en la boca, morreando mi capullo.

esto se pierde mi novio por no querer comerme el coño – me comentó con ojos de hembra en celo –

Yo quería correrme, llenar esa boca que tanto había deseado de mi leche... pero no m dejó. Sacó la polla de su boca y me dijo:

Fóllame como el impotente de tu amigo no sabe hacer, llename de macho!!!

Me tumbó en la cama y se subió encima. Abrió las piernas y esos labios inmensos de su sexo engulleron mi polla como antes lo habían hecho los de su boca y empezó a cabalgar... los dos gritábamos de placer y me encantaba sentir mis pelotas golpeando contra su cuerpo desnudo, ese cuerpo que tanto había deseado y que al fin lo tenía rendido ante mi pidiendo mas:

Dame mas polla!! Dame mas! Rómpeme el coño!!

Toma! Goza como Ismael no sabe hacerte gozar...

No tardé en darme cuenta de que me iba a correr y cuando se lo dije aumentó sus embestidas...

Lléname! Dame toda tu leche. Lléname el cuerpo de la leche de un hombre de verdad... no te voy a dejar escapar. Voy a ser tu puta el resto de mi vida!!

Oyendo esto no puede aguantar mas y me corrí dentro de su coño, de ese coño de pelo rubio y labios grandes que no era bien llenado por mi amigo y que yo estaba dispuesto a regar durante mucho tiempo...

Los dos quedamos rendidos en la cama, llevábamos mas de una hora con el corazón palpitando a mil por hora y apenas podíamos respirar y nos quedamos dormidos rápidamente.

Al día siguiente la historia continuó... pero eso ya os lo contaré otro día.

Saludos.

BÚFALO_BILL