Sara, de empresaria a puta de una narcotraficante2

Segunda parte del relato, en el que Sara tiene la primera noche de pasión con Charo.

Esta es la segunda parte del relato sobre cómo Sara, una empresaria, joven, lesbiana y con bastante éxito, se convirtió en la puta de Charo, una narcotraficante de Marbella. Es un relato de dominación lésbica.

Sigue Sara narrando la historia de su cambio.

Salimos las tres (Charo, la chica de Colombia y yo) del despacho de Charo, no os he dicho que llevaba conmigo el abrigo largo de cuero, porque no se lo di a la

sissy

maid

de Charo para que me lo

guardara

, por lo que Charo, al verlo, me ordenó que me lo pusiera, porque quería ver cómo de bien me quedaba.

En el camino del despacho al salón, me fijé

que,

en el culo de la colombiana, había un consolador enorme, no me había fijado hasta ahora, porque siempre había ido yo dirigiendo, en el camino del salón al despacho de Charo.

Del despacho, pasamos, de nuevo, al mismo salón donde antes habíamos estado esperando a que Charo nos recibiera, una vez en el salón, Charo tocó un botón de un mando que llevaba y, a los pocos segundos, volvió a aparecer la

sissy

maid

que llevaba la máscara completa, le dijo que nos trajera una botella de vino blanco y 3 copas, y se volvió a ir, supongo que a cumplir el encargo.

Estuvo cerca la

sissy

maid

de resbalar en una ocasión, debido a las botas de ballet que llevaba, pero se salvó de milagro de lo que pudo haber sido un castigo épico.

Al sentarnos en el sofá, ya sí me quité el abrigo largo de cuero y lo dejé por ahí, y lo primero que le dije a Charo, es que no veía nada claro que yo pudiera ayudar en el tema de pilotar un avión, pues, por lo que tengo entendido, hay que pasar un examen médico muy exhaustivo, y yo, debido a todas las operaciones, y a las modificaciones corporales, que llevo, realizadas por mi padre y mis hermanas, pues no sé si lo podría pasar.

Sin embargo, le dije que tenía la candidata perfecta para ello, una mujer que no llevaba ninguna operación, y tenía muy buena salud.

Se trataba de Estrella, una amiga de mis hermanas y también mía, que era psiquiatra en la misma clínica de mi familia, los 5 (Mis padres, mis hermanas y yo), la habíamos compartido, es decir, toda la familia se la había follado, pues era bisexual y bastante guarra.

Conmigo era dominante, pero con las demás y con mi padre, era sumisa.

No tenía ninguna operación hecha, aunque sí llevaba algún tatuaje. Su visión era perfecta, algo muy importante a la hora de volar, y tenía un cuerpo de fitness, natural, aunque, claro, pocos cuerpos pueden superar al de Charo, al de mi madre, y al de mi hermana Isabel...

Charo me dijo que estaba de acuerdo, y me pidió que hablara con Estrella cuando pudiera, para que le explicara la situación y que, si aceptaba, le diera los datos para apuntar cuanto antes en la escuela de pilotos a Estrella.

Apenas 5 minutos después de irse, la

sissy

maid

, volvió, con la bandeja en la que llevaba las 3 copas, vacías, y una botella de vino blanco; iba con mucho cuidado, supongo que por el miedo a que alguna de las copas o la botella pudiera caerse y montar una buena.

La

sissy

maid

tuvo que servir el vino, a pesar de que iba esposada y no podía ver, le costó un poco arrancarse, pero lo logró, sin casi derramar nada.

Digo casi, porque sí derramó un poco, Charo en ese momento, no dijo nada ni se enfadó, pero, pulsó otro botón del mando, que iba conectado al vibrador que llevaba en el culo la

sissy

maid

, se oyó una vibración, un zumbido, y un gemido de dolor, casi imperceptible, por la mordaza que llevaba la

sissy

maid

debajo de la máscara de látex.

Mientras nos bebíamos el vino, Charo me dijo que, aparte del negocio del narcotráfico, que le reportaba múltiples beneficios a nivel económico, también tenía varios chalets, pisos y clubes en las que tenía varias putas trabajando, eso sí, según me dijo, todas con papeles y voluntariamente.

Si bien es cierto que eso fue algo que me puso muy cachonda, sin saber que, algún día, yo iba a ser una de esas putas, lo que me dijo a continuación, sí que humedeció mucho mi coño, y me dieron ganas de masturbarme ahí mismo, si no lo hice, fue por tratar de mantener las formas y causar buena impresión, de empresaria seria y formal, aunque, por dentro, me considere una puta.

Charo me dijo que era Ama a nivel BDSM, que desde que era una niña pequeña, sabía que era lesbiana, pero que le gustaba usar a los hombres, en general, como una fuente de ingresos, de placer sexual, y como

sissy

maid

, es decir, feminizarles, pero que su sueño siempre había sido encontrar una mujer, sumisa, a la que modificar todo el cuerpo, con las cosas más extremas posibles, y convertirla en una puta, que todo el mundo se fijara en ella y le tuvieran envidia.

En definitiva, buscaba a alguien a quien poder destruir, y esa siempre ha sido mi fantasía, ser destruida.

Yo le pregunté, con cierta curiosidad, los requisitos que pedía a esa sumisa, para que Charo pudiera aceptarla y poder proceder al cambio, así como que me explicara, brevemente, el cambio que pretendía hacer a la sumisa, a la candidata.

Charo me respondió que buscaba a alguien que estuviera dispuesta a renunciar a muchas cosas, no a nivel económico, pues eso lo aseguraba Charo, con sus negocios, pero sí a lo que es, sin duda, lo más importante, la libertad.

Me dio sólo unos pocos detalles, en cuanto al tema de las modificaciones, pero tampoco quiso abrirse mucho, me dijo que ya me enteraría según pasara el tiempo.

Por indicación de Charo, pasamos ya al salón, dónde había una mesa enorme, con unas sillas, también de cuero negro.

Había como 20 sillas, me senté a uno de los lados de Charo, y la chica de Colombia, al otro lado. Recuerdo en este punto, que la chica de Colombia, seguía desnuda, salvo por las botas, y que seguía también, sin poder ver.

De nuevo, Charo tocó un botón de un mando, que, esta vez, estaba pegado en la mesa, en el puesto que ocupaba Charo, y, pocos minutos después, aparecieron las dos

sissies

que ya antes había visto, la de la entrada y la de las bebidas, con dos bandejas en las que había diferentes platos de comida.

Ahí fue cuando empecé a entender por qué Charo tiene semejante cuerpazo, pues el menú era bastante sano, con poca grasa y sin frituras ni nada raro.

Durante la cena, estuvimos hablando de los posibles negocios que podríamos montar, como tapadera, para blanquear todo el dinero que daba el narcotráfico, que era ingente.

Yo le dije a Charo mis ideas, entre otras, restaurantes, VTC, Bitcoin, Bolsa, pero, la mejor de todas, fue la de montar un laboratorio

farmacéutico

.

Después de la cena, Charo me pidió que la acompañara, porque quería enseñarme algo, una sala de juegos que me impactó.

Fuimos las 3 hasta el ascensor, la chica de Colombia, se fue por las escaleras, pues Charo le dijo que el ascensor, era sólo para dos.

En el ascensor, Charo aprovechó para darme un beso en la boca, el primero de muchos, que me supo a gloria, e hizo que mi coño se volviera a humedecer, pues, durante la cena, y, al estar hablando de negocios, pues me intenté centrar en los negocios, aunque, no niego que fue algo difícil, teniendo a semejante hembra al lado, que, además, me miraba y me tocaba durante toda la cena...

Bajamos al sótano de la mansión de Charo, fuimos hasta una puerta negra, que se abría sólo con un código que Charo tiene que introducir cada vez que quiere acceder a ella.

Al abrirse la puerta, lo que vi, me dejó muy impresionada, hasta ese momento, no había visto nada igual.

Era una sala enorme, en torno a 400m2, dividida en 2 partes, una de ellas era una sala médica, con muchos aparatos médicos reales, algunos los conocía porque ya los había usado o los había visto en la clínica de mi familia, y, la otra parte de la sala, era negra, con diferentes aparatos de tortura, para atar, una cama

enorme,

pero de cuero...

Charo me estuvo haciendo un tour por las dos salas, yo iba alucinando por la mayoría de las cosas que veía.

Lo que más me impresionó fue una jaula, en la que, dentro, había alguien que se movía, no pude saber si era una mujer o un hombre, porque llevaba la cabeza tapada con una máscara, y varias capas de vendaje negro, simplemente se oía un leve sonido que emitía, como un gemido de placer.

Le pedí a Charo poder tocar a quien estaba debajo de semejante despliegue, y, al tocarlo, sólo se podía oír que los gemidos iban un poco a más, pero ya.

Estuvimos cerca de una hora en la sala de juegos, lo sé porque había un reloj y pude ver el tiempo transcurrido.

Después de ver la sala de juegos, Charo siguió con el tour, pero, esta vez, por el resto de la casa y ya sin la chica de Colombia, que se fue a dormir, vimos su piscina interior, había una zona de gimnasio, una sauna, jacuzzi, una enorme biblioteca, (sin duda una de las mejores que he visto, sin contar la de mis padres y la de la casa de los padres de Charo que, sin duda, es la mejor de todas, ya la describiré)

Finalmente, me llevó, para acabar el tour por su casa, a su habitación, tiene en torno a 200m2 de suite, de ellos, la mitad, es sólo vestidor, lleno de ropa de cuero, de látex, de

pvc

, e, incluso, algún abrigo de piel, a pesar de estar en Marbella.

Su cama, en realidad, son 2 camas de 2*2metros juntas, según me dijo Charo, cuando le pregunté, porque muchas veces dormía acompañada de algunas sumisas, y necesitaba espacio.

Al llegar a su habitación, que también me sorprendió bastante, Charo me propuso lo siguiente:

Me dijo que quería, simplemente, follarme y también, que le chupara el coño, para probarme, a ver qué tal era en la cama, si superaba la prueba, haríamos negocios y, quizás, puede que algo más; si no la superaba o me negaba a follar con ella, era libre de irme, sin ningún tipo de

represaría

, y no hacer ningún negocio.

Debido a lo excitada que estaba, no lo dudé ni un segundo, pues consideré que estaba, por un lado, ante la oportunidad de mi vida, de encontrar a alguien que, no sólo iba a ayudarme a dar el paso definitivo en mis negocios, sino que, además, me podría también cambiar la vida a nivel, digamos, sentimental y poderme destruir, que es lo que yo quería.

Además, por el otro lado, estaba la situación de que, al día siguiente, Charo e Isabel, mi hermana, habían quedado también, para que Charo le explicara su parte en el negocio, lo que tendría que hacer como cirujana plástica, y, algo parecido pasaba con mi hermana Silvia y la neurocirugía.

Si me negaba a seguir, podría hacer enfadar a mis hermanas, y también haría quedar mal a mi madre, pues fue gracias a ella, que me pasó el contacto, que pasó todo esto.

Así que le dije a Charo que sí, que aceptaba, así que Charo me pidió que me desnudara completamente y que, después, la desnudara a ella, también por completo.

Aunque ya os pude describir un poco a Charo, en la escena del despacho del primer capítulo de la serie, ahora que ya la estaba viendo desnuda, sólo el hecho de ver semejante cuerpo, todo cubierto de tatuajes y con varios piercings, cuidado al máximo, cuerpo machacado en el gimnasio, pues estuve a punto de correrme, sin haber empezado a follar.

No os he comentado que Chato tiene hasta los globos oculares tatuados, los tiene con tinta negra, es algo que me excita mucho, aunque puede ver perfectamente por ellos.

Me puse de rodillas, por orden de Charo, y empecé a lamer su coño, todo lleno de piercings, estuve un buen rato, pero logré que se corriera, y vi su cara de placer al hacerlo.

Después, Charo sacó un

strap-on

, con un pene de, en torno, a 25 cm de largo, y comenzó a metérmelo por mi culo operado.

Al principio, me dolió un poco, pero el placer iba aumentando, a medida que las sacudidas eran más fuertes.

Aguanté poco y me tuve que correr, porque ya no podía más, de toda la excitación que llevaba acumulada.

Al acabar, Charo me llevó a su baño, que también era muy grande, nos metimos en su ducha, y, bajo el chorro, fue cuando ella me hizo la primera comida de coño.

Charo es, sin duda, la mejor haciendo eso, por lo que disfruté mucho, sólo el hecho de recordarlo ya hace que mi coño se humedezca.

Tras la ducha, Charo me dio un vestido corto de cuero y un tanga, me dijo que me los pusiera, junto con las botas que ya llevaba, y me dijo que recogiera, a la salida, la bolsa con el vestido que llevaba de casa, pues, al haberme duchado, era mejor hacer un cambio de ropa.

Me dijo también que le avisara en cuanto que Estrella aceptara ponerse a estudiar para ser piloto, para poder inscribirla en la escuela cuanto antes.

Quedé con Charo en que nos veríamos el domingo, en su casa, pues el viernes iba a ir Isabel a hablar con ella, y, el sábado, era el turno de Silvia.

Charo me acompañó a la salida, antes, una de las

sissies

de Charo, la que no veía nada por la máscara completa, me dio la bolsa con mi vestido, y pasé por el salón, para recoger y ponerme el abrigo largo de cuero que llevaba, y que no sobraba, pues eran las 3 de la mañana, cuando acabó esta primera sesión de sexo, y hacía algo de frío.

Fui al coche, y me dirigí a mi casa, pensando en todo lo que había pasado, y, sin pensar, que ese era el principio de un gran cambio.

Al llegar, me desnudé por completo, salvo por las botas, y, cómo generalmente me levanto a las 5 para hacer deporte, pues decidí que era mejor tomarme un café y aguantar despierta las 2 horas que faltaban hasta que sonara el despertador.

Lo primero que hice, en esas dos horas, y ya con el café en la mano, fue escribir a Estrella, que me dijo que iba a estar en el hospital hasta las 10 de la mañana, pues le tocaba turno de noche, así que, si quería comentarme cualquier cosa, que ella estaba dispuesta a recibirme.

Así que, me volví a vestir, con el vestido de cuero que me dejó Charo, y con las botas, no me puse ropa interior, por si acaso a Estrella le apetecía follar, algo que no sería nada raro, de

nuevo

, agarré el coche, y me dirigí a la clínica de mi familia, a ver a Estrella.

Lo que pasó con Estrella en la clínica, lo veremos más adelante.

En el próximo capítulo, Isabel nos narrará, en primera persona, cómo vivió ella el primer encuentro con Charo, el viernes, al día siguiente del primer encuentro de Sara con Charo.

El autor acepta comentarios y sugerencias, así como emails y conversaciones por Skype con los lectores.