Sara da su primer oral a su primo

Vamos a narrar la historia de Sara y como comenzó en este mundo del sexo hasta ser una muy buena perra y sumisa.

Mi nombre es Sara, soy una chica un poco introvertida, mis padres me sobre protegen demasiado, así que casi no salía de mi casa si no era para ir a estudiar o algún lugar con ellos, en la escuela siempre estaba muy sola con excepción de algún par de amigas, pero no era muy comunicativa o cosas así, por eso mismo nunca tuve novio en ese tiempo, casi ni podía hablar con los chicos.

Les voy a describir un poco de como soy, mi color de piel es un tono canela suave, mi cabello es negro lacio y me cubre toda mi espalda, soy copa B así que mis pechos no son muy grandes, tengo bonita figura con cintura pequeña y caderas algo anchas y un trasero considerablemente grande, esto gracias a que pasaba horas con mi mamá haciendo ejercicio en casa, ya que ella decía que tenía que tener un cuerpo sano, mido 1.60. Bueno así ya me pueden imaginar.

Esta historia ocurrió antes de terminar el bachillerato, debo recalcar que aunque ya conocía mucho sobre anatomía era muy inocente en la realidad, como no hablaba con chicos y nunca tuve novio no sabía cómo se veía un pene en realidad y menos había tocado uno, ni siquiera por encima de un pantalón, siempre tenía algo de curiosidad pero la sobre protección de mis padres iba algo lejos, bloqueando canales de TV, monitoreando lo que hacía en internet, y con todo eso también algo de miedo a desobedecer.

No hablaba de temas sexuales con mis amigas ya que me daba mucha vergüenza, y cuando lo hacían solía escuchar por curiosidad, sentía cosas raras al pensar que un pene podía entrar por mi vagina tan fácilmente como decían ellas, bueno, en fin, ese fue un día largo en el colegio mis amigas se las pasaron hablando de sexo todo el día, hablaban de como escuchaban a sus padres tener sexo, pensé que mis padres no lo hacían ya que nunca escuche esos sonidos.

Se terminó la jornada y fui a mi casa, muy puntual como siempre, cuando entre note que había una maleta en la entrada de la sala, escuche a mis padres hablar con alguien, reían y charlaban muy a gustos, era mi primo, un chico de unos 19 años, cabello un poco largo y lacio color castaño, a penas entre me saludo con mucha emoción.

-SARITA… Qué guapa estas, hace mucho que no te veía.

~Ho… Hola primo. Dije con algo de pena, asombrada, no esperaba verlo, hace más de 3 años que no lo veía, su familia vivía en otra ciudad muy lejana, la última vez que lo vi fue para una navidad. Pero estaba contenta de verle de nuevo, siempre fue muy agradable y sabia como sacarme las palabras a pesar de ser tan tímida.

Mi padre explico que el logro un buen puesto en una buena empresa de nuestra ciudad por eso tuvo que venirse, que viviría con nosotros un tiempo mientras se acomodaba en un apartamento el solo. También debo aclarar que él me parecía muy guapo, y ahora estaba más musculoso y alto, con una sonrisa muy encantadora.

~Que bueno, me alegra que hayas obtenido ese empleo.

Le ayude a instalarse en nuestra habitación para invitados, me comenzó a hablar del viaje un poco largo, de lo bonita que esta ciudad cosas así, hasta que la conversación se hizo más personal.

-Y tienes novio?

~No, no tengo.

-Por qué? Si estás muy guapa, me imagino que tendrás un montón de pretendientes.

~Imaginas muy mal, a los chicos no les gustan las chicas como yo.

-Y cómo eres tú? Porque yo veo una muy hermosa señorita.

~Muy tímida, ni siquiera he besado a un chico, creo que huyen de mí, o yo de ellos. Jjajaja

-Jummm no puede ser, no lo creo.

~Es en serio, nunca he besado a uno.

-Y que vas a hacer cuando se te dé la oportunidad?

~Salir corriendo, con lo mal que lo haría.

-Vas a tener que buscar un maestro.

~Vas a tener que enseñarme tu, eres el único chico con el que hablo. No sé cómo dije esto, reí un poco de los nervios sonando a broma.

-JAJAJAJA si voy a tener que enseñarle a mi primita, me abrazo haciéndome cosquillas jugando conmigo como si ignorara mi comentario.

~Bueno voy a ayudarle a mi mamá con la cena.

Salí de ahí me sentía tan cálida en sus brazos, pensé que me besaría, pero no, o bueno eso quería, después de cenar mis padres ya se habían ido para su habitación la que quedaba en el primer piso, mi primo ya estaba en su habitación la cual quedaba al lado de la mía en el segundo piso, estaba haciendo una tarea por lo que me quede un poco tarde despierta, fui al baño pasando por la habitación donde estaba mi primo notando que aún tenía la luz encendida, decidí ir primero al baño y de regreso le pregunte si estaba bien. Me dijo que si, solo que no tenía mucho sueño, estaba leyendo algunas cosas en su laptop.

-Ya vas a dormir?

~Tampoco tengo sueño.

-Ven, cuéntame cómo es eso de que no has dado ni un beso.

~Es que no sé cómo hablar con los chicos, me da mucha vergüenza.

-Pero conmigo hablas muy bien, así debes ser siempre.

~Si pero es que te tengo más confianza.

-Y si practicas conmigo.

~Hablas en serio, mis papás me matarían si se enteran.

-Yo no diría nada y tu menos.

~Pero… no sé, somos primos.

-No pasa nada queda entre nosotros.

Me agarro de la mano y me llevo hasta sentarme con él al borde de la cama, me miraba fijamente a los ojos, su mirada era penetrante y seductora, no dejaba de ver sus labios.

-Entonces?

~Está bien.

Me puso una mano en mi cintura y la otra en mi rodilla, se acercó a mí, sus labios estaban ya haciendo contacto con los míos, sentí cuando su lengua invadió mi boca en busca de la mía, sentía un calor inexplicable en mi vagina, sentía como si algo caliente estuviera en la entrada de ella, sentía tan raro pero delicioso. Lo bese o bueno intente corresponder el beso lo mejor que podía.

-Está muy bien ¿te gusto?

~Si mucho.

-Falta algo de práctica, pero eso lo podemos solucionar.

Volvió y me beso, esta vez mas apasionadamente, su lengua hacia maravillas en mi boca, mordía con suavidad mis labios y yo intentaba copiar eso, su mano esta vez estaba más arriba de mi rodilla en mi muslo, yo para ese momento ya estaba en pijama, que era un vestido un poco ligero y algo trasparente, sin sostén y debajo solo llevaba cacheteros. Su otra mano bajo un poco rosando mis nalgas.

-La verdad es que besas muy bien.

~Gracias primo.

-Espera…

~Dime.

-Solo quieres practicar los besos.

~A que te refieres?

-Besas muy bien, vas a ocasionar esto en los hombres y ¿qué vas a hacer entonces?

Me tomo la mano y la puso en su entrepierna, sentía algo muy grande y largo, como un palo o un pepino, me asombre mucho, era la primera vez que tocaba uno de verdad, se sentía mucho más grande de los que se ven en los dibujos de los libros.

~Es... es tu… tu pene?

-Si claro.

~Esta así por besarme.

-Es porque eres muy guapa, te ves muy sexy así en pijama, además de besar delicioso.

No había quitado mi mano de su paquete, sentía como si latiera.

~Parece que late como un corazón.

-Es por la emoción.

~Tan emocionado esta?

-Claro primita, como se siente?

~Muy raro, cálido y duro.

-Te gustaría conocerlo?

~No sé primo, si mis papás se despiertan me van a…

Antes de terminar la frase se había bajado los pantalones en frente de mí, dejando salir catapultado un pene grande, se dio unos sacudones cuando el elástico del bóxer lo soltó.

~Se ve muy grande.

-Así te gusta primita?

~No sé, siento raro.

Llevé mi mano a su verga y con un dedo le di un par de toques en su cabeza, se sentía realmente duro y muy caliente, mi vagina en este momento se sentía húmeda y también ardiente.

-Vamos tócalo mejor.

~No sé cómo hacerlo.

Con su mano guio la mía para que lo empezara a pajear, después de un par de minutos ya estaba yo sola haciéndole una muy buena paja a mi primo, aunque él me guiaba con la velocidad y ponía el ritmo, me encantaba ver su cara de placer, para mí era mágico.

-Primita solo con la mano no vas a complacer a un hombre.

~Pero yo no quiero perder mi virginidad aún.

-No me refería a eso.

~Entonces cómo?

-No vas a tener sexo con todos los hombres que calientes, pero al menos puedes dar algo de gusto.

~Como haría eso?

-Usando tu boca.

~Mi boca? ¿Hablas de sexo oral?

-Dar una mamada, chuparla.

~Pero es un poco feo.

-Te gustara, solo pruébalo.

~Solo un poco.

-Está bien.

~Como lo hago?

Me explico que no usara los dientes y que era como chupar un bombón, primero me hizo pasarle mi lengua a la cabeza de su verga, tenía un sabor peculiar pero no era feo, así que decidí darle unos cuantos lametones más.

-Que rico lo haces primita, pero debes meterlo en tu boca también.

~Pero no me va a caber.

-No importa, solo mete hasta donde puedas y chúpalo.

Abrí mi boca lo más que puede, comencé a meter algunos centímetros de su verga en mi boca, solo había podido meter su cabeza y ya sentía que no cabía más, tenía la boca llena de su verga.

-Intenta apretarlo con tus labios suavemente.

~Aji. Intente responder con su poderosa verga dentro de mi boca.

-Ohhh si así.

Gimió con fuerza, agarraba mi cabello, podía sentir como intentaba mover un poco sus caderas, eso hacía que un poco más de ese gran miembro entrara un poco más en mi boca.

-Succiona como si quisieras sacar algo.

~Guehno. Así hice como buena sumisa.

Comencé a succionar y lamer su verga, inexpertamente hacia lo mejor que pude, intentaba verle la cara cada vez que lo estaba chupando, ponía una cara muy erótica, él me miró fijamente a los ojos cuando sin decirme nada me agarro la cabeza y me apretó con fuerza hacia su vientre. Gemía mientras yo daba horcadas, dejaba que yo retrocediera un poco, pero sin sacar su verga de mi boca, y volvía y me apretaba contra él.

~Enngoo ee espihar.

Saco su verga de mi boca dejando salir un hilo de saliva de su boca, me quede mirándola, llena de venas que rodeaban su poderosa herramienta que hace segundos tenía en mi boca, su verga la verga de mi primo y la que estaba chupando como buena puta.

-Que rico es meter mi verga en tu boca primita.

~A mí también me está gustando primito.

Creo que llamarlo así hacia que me calentara más, ese morbo de que era mi primo y que mis papás estaban en el primer piso, era algo muy caliente.

-Me voy a correr en tu boca.

Dijo mientras colocaba su verga en mi cara con la que me dio una ligera cachetada, yo abri mi boca un poco mientras le miraba y le dije.

~Usa mi boca como quieras primito.

-Que buena perrita eres. La verdad es que había escuchado esto de una compañera.

Yo misma tomé su verga y empecé a pajear con rapidez, lo miraba y sacaba mi lengua.

-Quieres mi lechita primita.

~Quiero la leche de mi primito, la quiero toda en mi boca.

Estaba echa una puta, comenzaba a sentir lo que era el placer y me encantaba. Me empujo contra su verga deje que entrara todo lo que quisiera, sentí como palpitaba y como si se hiciera más grande en mi boca, hasta que lo sentí.

-Ohhh si putita, si primita ahí tienes toda mi leche para ti.

~Uhmmmmm

Solo podía hacer ruidos mientras mi boca estaba llena de leche y se llenaba aún más. Su sabor era entre saldo y dulce, me sentí tan puta, pero era delicioso por una vez dejarme llevar por el placer.

-Ahhhh que rico me he vaciado en tu boca primita.

Trague la leche como pude, mientras de mis labios caían un par de gotas, mire su verga que perdía algo de tamaño, entonces me inclino un poco y comienzo a succionar lo que quedaba de su deliciosa leche.

~Estaba muy rica ¿lo hice bien?

-Muy bien primita.

~Gracias por enseñarme esto tan rico.

-Qué te parece si te devuelvo el favor?

~Sería muy rico.

Me senté en el borde de la cama abriendo mis piernas, dejaba ver mis calzones rosas, ya se le estaba poniendo duro de nuevo, y yo babeaba y no solo de mi boca.

Pero lamentablemente escuchamos que mi madre abrió la puerta de su habitación, quizás solo iba al baño del primer piso, pero no nos arriesgamos.

Apagamos la luz y dijimos que dejaríamos para otra ocasión, le bese y me fui.

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