Sara conoce a la dulce Daniella

Sometida, sé que le encanta follarme el culo, a Ángel le encanta sodomizar y a mi poco a poco me ha entrenado en ello, ahora ya no me duele como al principio, ahora disfruto sintiendo su gruesa polla dentro de mi ano cerradito.

Ángel lleva días sin dar señales de vida, desde aquella noche que pasamos juntos no he vuelto a saber nada de él, ni un mensaje, nada. Cuando volvimos a vernos después de dos años me importaba poco lo que hacía, dejé de quererlo mucho antes, buscaba en él sexo, solo eso. Han pasado los meses y me he enganchado de nuevo, nadie me ha tratado mejor y peor que él a la vez, cuando se enfada me asusta aunque me excita muchísimo, sentirme expuesta a su voluntad me encanta y me aterra a la vez.

He decidido ir a su casa, quizás al verme me invite a entrar, o quizás no le haga gracia. Pero bueno ya me conocéis, me encanta provocar, me encanta enfadarle, me encanta que me cele y sentirme deseada por él. Quiero ir sexy así que me he puesto unos short y taconazos, y una blusita semitransparente que enseña más que tapa.

Sin más he llegado a su portal, salia un vecino y he aprovechado para entrar. He subido en ascensor y he llegado a su rellano. He llamado a la puerta con la mano pero parece ser que no me ha odio, aunque dentro si se escuchaba la tele, he llamado al timbre y pasados unos segundos ha abierto la puerta. Pero para mi sorpresa no era Ángel sino su amigo Sergio, que me recordaba de aquella famosa cena de despedida antes de su viaje erasmus a Italia.

He pasado dentro y le he preguntado por Ángel, parece ser que ha salido a comprar. Acto seguido ha aparecido una chica a la que no conocía y Sergio nos ha presentado, por lo visto se llama Paola y es su novia Italiana. A los pocos minutos de la puerta de la habitación de Ángel ha salido otra, se llama Daniella y es amiga de Paola y Sergio, las dos son muy guapas, Daniella más si cabe, al verla salir de su habitación he caído en la cuenta de la falta de noticias suyas durante estos últimos días, y algo en mi se ha revuelto. Me he empezado a envenenar, pensando que Ángel se la ha follado, he sentido rabia y mi cara me ha delatado, Sergio ha cortado el hielo preguntándome si quería beber algo.

Insolente e impertinente como soy le he dicho que se lo ahorrara, que sabía perfectamente donde estaba todo en esta casa, que practicamente vivía aquí. Algo que no es del todo cierto. Daniella ha palidecido, se ve que se le han roto los esquemas, me ha preguntado directamente si salia con Ángel a lo que le he contestado un rotundo sí. Su cara se ha torcido y le ha dicho a Paola que tenía que salir a comprar unas cosas, ellos han querido acompañarla ya que no conoce nada la zona, aunque creo que también era una excusa para salir del ambiente que se estaba generando.

Yo he decidido esperar dentro a Ángel, me he sentado en su sofá comida por los celos, pensando en que decirle y cómo pedirle explicaciones. No me ha dado tiempo a mucho, porque pronto ha llegado. Cuando ha entrado he visto su expresión, estaba muy enfadado, se ha debido cruzar con Sergio abajo. Al verme sentada ha venido hacia mi.- "Que cojones haces Sara?" - me ha gritado mientras me agarraba fuerte el brazo y me levantaba de un tirón.-" Niñata estupida me tienes cansado ya de tanto juego"-, estaba lleno de ira, sus ojos eran fuego, me asusta y me excita a partes iguales verle asi, tan enfadado. Me he reído, no sé porque lo he hecho, me ha salido sin querer y eso le ha enfurecido, me ha cruzado la cara de un bofetón, he vuelto a reírme esta vez consciente de lo que hacía, le estaba provocando aun más, a medida que sube su ira ardo yo de deseos por él. -" A qué estás jugando Sara, no me conoces, todavía no sabes que no soporto estas tonterías?"-

-"Que tiene tu putita Italiana que no tenga yo...me lo explicas Ángel?"- ahora ha reído él,- "Aquí la única putita que hay eres tú Sarita". Que rabia me ha dado escucharle, ahora el bofetón se lo he dado yo, me ha agarrado del cuello y me ha pegado a la pared. Verme asi sometida a su ira me ha vuelto loca, mi excitación crecía por segundos, he empezado a respirar fuerte, él me conoce sabe cuando estoy muerta de deseo. Me ha empujado más fuerte contra la pared y me ha devorado la boca, con una mano me agarraba el cuello, la otra buscaba violento mis pechos. Es un animal y me encanta, me ha roto la blusa dejando mis pezones para él, los ha lamido sin dejar un rincón, ha bajado mi short y mi tanga a la vez y se ha bajado el pantalón. Me ha levantado y le he rodeado con las piernas. Me ha metido su polla de un rápido movimiento, empotrandome contra la pared con cada embestida, mis glúteos sonaban con su vaivén, salvaje me ha follado sin parar un segundo haciéndome gemir y gritar de placer mientras me miraba con ira aun. Me ha regalado dos orgasmos brutales que me han hecho mojarme como una perra, y asi como una perra me ha puesto a cuatro patas en el suelo.

Ha separado mis glúteos y ha humedecido su glande con mis fluidos, y me ha metido la polla hasta el fondo de mi ano de una sola embestida, he gritado y me ha agarrado del pelo tirando hacia él. Sometida, sé que le encanta follarme el culo, a Ángel le encanta sodomizar y a mi poco a poco me ha entrenado en ello, ahora ya no me duele como al principio, ahora disfruto sintiendo su gruesa polla dentro de mi ano cerradito, la saca entera y me la vuelve a meter haciéndome sentir de nuevo la dureza de su polla. Mis gemidos han subido de volumen, me manda callar y no obedezco, me da dos azotes fuertes mientras sigue follándome el culo, es su manera de parar mis caprichos y hacer de mi lo que quiera. Vuelvo a correrme como una perra y el cada vez empuja más fuerte, tirándome del pelo y abriéndome con cada embestida. Se corre dentro de mi ano apretando mis glúteos en sus manos, yo noto como descarga su semen y como tiembla su polla cuando se vacía en mi.

Se levanta y se mete en la ducha, yo me visto y me voy. Sobran las palabras, está enfadado. Mientras bajo en el ascensor noto como me corre algo entre las piernas, es su semen que me sale del culito que ha dejado bien abierto. Sonrío para dentro, al final he tenido lo que he venido a buscar.

Sara