Sara cd mi vecina V, cena romántica

5º Entrega , mucho sexo y vicio entre Santi y Sara tras una cena muy especial.

Llevaba varios días pensando en Sara y mi polla se ponía dura cada vez que me acordaba de ella, así que tenía que dar un paso, mirando en Internet mire una tienda sex-shop y compre algo para Sara.

Llego al día siguiente, ahora tenía que pensar como dárselo, me atreví a invitarla a cenar, fue por WhatsApp y evidentemente dijo que sí.

Quería mantener la tensión sexual durante la cena así que cuando fui a llamar a su puerta para recogerla le llevé un paquete y unas flores.

-Uff Santi, cada día me enamoras más muackkk muackkk sabes cómo conquistar a una dama. Pasa me falta poco.

Estaba deslumbrante, vestido entallado negro tipo secretaria, medias negras, tacones y pelo de peluquería, me senté en su salón y le di la caja.

-Esto me gustaría que lo llevaras esta noche.

Miro a caja y vi cómo le brillaban los ojos,.-Uff me huele que esta noche habrá más lio y del bueno jjajja además me pillas muy perra, así que espero que sea algo muy obsceno jajaj.

-Yo también tengo muchas ganas de ti y sí es algo muyyy obsceno.

-Jajjaj como me pones ummm

Abrió la caja y saco un plug de anal metálico con acabado en joya, lo miro y lo chupo mirándome.

  • jajja ummm para que te has molestado, tengo ya varios, jajja pero lo tomare como una joya de compromiso jajja mi culito será tuyo.

-Voy a ponerlo, pero ya que nos vamos de cena yo también quiero que te ponga algo para mi- me dice con cara de pícara.- El primer día me dijiste que te gustaban los tangas, cosa que yo odio pero la verdad que me gusta verlos, así que si quieres que me ponga esto esta noche para salir ,tú te pondrás esto.

Me tiro un tanga, pero este llevaba un bolsillo bajo el triángulo delantero para poner una bala vibradora que ella accionaba con una aplicación de móvil.

-Vaya yo que pensaba que era el original y el que tiene la mente caliente y al final voy a ser el corderito en vez el lobo.

-Jajajaj me gusta jugar contigo, pero me gusta más que no ganes siempre.

-Vale acepto cada uno llevara lo que el otro ha elegido.

Me fui al baño y me puse el tanga, con el culo todo depilado me quedaba muy bien la verdad luego puse la bala, se me quedo entre el ano y lo huevos, la presión al andar era no sé muy rara y excitante, me vestí y salí.

Sara y estaba preparada, los dos teníamos una cara de vicio total.

-Uff Santi vámonos antes de que me lo piense, es genial tu regalo

Es ese momento puso la bala vibradora en marcha,

-Joderrrrrrrr que chispazo –Ostiasssss- -Auuuuu siiiiiiii ummmm

Se me puso la polla dura y se me salió del tanga, joderr me la coloque y salimos de su casa al restaurante, los dos con un calentón total.

-Has hecho bien en quedar fuera de casa, si no ya estaríamos follando como locos, uffff

-Siii por favor no toques el botón… la polla no la aguanto dentro ni un segundo.

-Jajajja

-Ummm

Rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr (la bala vibradora)

-Joderrrrr

-Jajajjaj

-Siii

-Joderrrrr

-Jajajjaj

-Siii

-ajajaj

-Jajajjaj

-Siii

(continua Sara)

Bajamos en ascensor hasta el parquing de edificio, la verdad me molestaba llevar eso metido en el culo, no porque doliera, mi ano se había adaptado, o lo estaba haciendo bastante bien, pero esa sensación de estar sucia, de suciedad, de que mi cuerpo quería expulsar cualquier objeto que hubiera entrado, pensaba todo el rato en entrar en el restaurante y que acompañada por el camarero en medio de la sala el plug saliera disparado vestido abajo.

Nos metimos en el coche de Santi y jugué un par de veces con el aparatito, debía de estar en su sitio correcto porque era darle al botón y Santo cambiar de cara, muy cómico.

Seguí con la coña un par o tres de semáforos más, le daba al botón y Santo se deshacía en su asiento, era divertido verle así.

Llegamos en media hora al restaurante, era un pueblo a las afueras, una masía reconvertida en restaurante, todo muy de nivel, alabé el buen gusto de Santi.

Tan punto nos hubieron dado una mesa y acomodado me excusé y me fuí derecha al servicio, la verdad era incómodo llevar metido eso en el ano, que si me salgo, que si me quedo y no me proporcionaba ninguna satisfacción sexual aparente, me metí en un baño, me bajé las bragas y l saqué de mi culo con un cierto placer, tanto placer que repetí la operación un par de veces, lo sacaba y lo volvía a meter, mmm mi ano se abría y lo arropaba en su interior para luego abrirse y sacarlo de nuevo. Lo dejé estar.

Salí del baño y tras limpiarlo y secarlo en el secamanos exponiéndome que cualquier señora entrara y me pillara, lo metí en mi bolso y volví a la mesa.

La cena siguió por un buen rato, comimos de maravilla, bebimos un poco de mas y disfrutamos de unos postres dulces. De vez en cuando mi mano le daba al mando del placer de Santi, el cambiaba la cara y me pedía que parara.

Me preguntó varias veces por mi plug anal y al final confesé.

-Me lo he quitado. -

-¿Cómo? Eso es trampa. -

-Ya pero me estaba molestando. -

-Pero es trampa. -

La discusión acabó con un dedo, concretamente el dedo que accionaba el vibrador de su entrepierna, Santo en aquel momento comprendió que no estaba en posición de negociar nada conmigo.

Acabamos la cena y salimos al parquing, la verdad ninguno estaba en condiciones legales de conducir, nos fumamos un cigarrillo meditando las opciones y recordamos que en la carretera viniendo había un hotel así que nos metimos en el coche.

En ese momento mi cerebro había ya urdido un plan para el resto de la noche, accioné el mando de la entre pierna de Santi y dejé que vibrara. Su cara por supuesto cambió como lo había estado haciendo el resto de la noche.

-No lo voy a parar. -

-Joder páralo que me corro. -

-Es lo que quiero, que te corras. No tienes mas opciones. -

Así que Santi comprendió que lo mejor era relajarse y disfrutar, yo acerqué mi mano por encima de sus pantalones y noté su polla erecta, le acaricié, subí y bajé mi mano por encima a modo de paja y en muy poco tiempo Santi se corrió.

-Joder ahora si páralo. -

Me decía mientras notaba cómo se corría.

Santi se había corrido encima, sin tocarse, sin bajarse siquiera la bragueta del pantalón, se lo había hecho encima, conocía esa sensación y aunque un orgasmo siempre es agradable, la sensación de correrse encima no lo es tanto una vez pasado el orgasmo.

Condujimos hasta el hotel, nos bajamos del coche, nos registramos y en 10 minutos Santi ya estaba en la ducha limpiándose su propio semen.

Salió desnudo del baño y entonces entré yo, me quité el vestido y me quedé en lencería, me quité las bragas y volví a meter el plug en mi ano y salí de nuevo a la habitación, Santi me esperaba en la cama, no había nada más en aquella habitación, un baño y una cama.

Así que salí del baño y me presenté ante Santi con mis medias con liguero, mis taconazos y un sujetador a juego, mi culo ensartado por un plug anal y mi pollita al aire medio empalmada por la situación.

Siendo sincera estaba muy cachonda, la noche se había ido encaminando hacia el sexo, bueno, en realidad como todas las noches con Santi, pero esta era una invitación clara a follar, me acerqué a el y confesé.

-Veras mi plan de hacerte correr es que ahora estas descargado, mi culo está listo para ti, tu ya te has encargado con tu regalito de prepararlo, te voy a poner la polla a tono y luego me vas a follar hasta que me corra. -

Creo que lo entendió a la primera porque su polla reaccionó al instante, me acerqué a el que estaba tumbado en la cama, le besé y acaricié su polla que crecía por momentos, yo estaba al rojo vivo deseando que me follara en aquel mismo instante.

-No aguanto más, fóllame. - Le dije.

Se levantó con la polla más empalmada que le había visto nunca, me puso a cuatro patas al borde de la cama y me quitó el plug anal, mi agujero estaba abierto, lubricado, mi ano acomodado esperando recibir su polla, me agarró de la cadera y metió mi polla dentro de mi, la recibí con un gemido medio de dolor medio de placer y Santi empezó a follarme.

Notaba su polla como entraba y salía de mi culo, su piel contra mi piel, el sonido de los dos cuerpos chocando, notaba mi ano recorrido por su polla, sus huevos impactando contra los míos, sus manos se agarraban a mi cuerpo para hacer fuerza y en cada embestida su polla se metía todo lo hondo que podía dentro de mí.

Mi polla y mis huevos revotaban al ritmo de sus embestidas, yo estaba entrando en otra dimensión, se escapaban gemidos de placer y de dolor de mi boca, mi cuerpo se curvaba para sacar todo lo que podía mi culo y que Santi me follara, el dolor, el resquemor en mi ano se estaba tornando en un gusto notable, cada vez que su polla iba hacia fuera mi cuerpo deseaba que volviera a entrar, que martilleara mis entrañas y me provocara ese placer que me estaba dando.

Santi la sacó de mi coñito, me miraba desde detrás, me piropeaba la escena.

-Joder que buena estas. Qué culo tienes hija de puta. -

Me decía mientas me acariciaba las nalgas con sus uñas, una sensación que me encantaba y de repente Plas! Su mano explotó contra mi nalga en una palmada.

-Humm! - Grité.

Santi metía su polla de nuevo en mi coñito y la volvía a sacar y plas! Su mano repetía la palmada en mis nalgas, seguida de otra y otra y otra más. Notaba cómo la sangre debía de estar enrojeciendo mis nalgas. Cómo mi cuerpo saltaba cada vez que su mano explotaba contra mis nalgas, dolía, era evidente que dolía, pero era un dolor placentero y en aquel momento a cuatro patas, con el culo al aire y mi año abierto estaba en a posición más sumisa del universo, Santi me estaba follando como el quería y yo no podía hacer otra que disfrutar y gozar como lo estaba haciendo.

Sus uñas recorrieron mis nalgas enrojecidas, era una sensación placentera, era como echar pomada en la herida, como echar agua en el fuego, bajó su cara y me beso las nalgas, las lamió, me encantaba, me incorporó y me puso de cara a el, le miraba a los ojos, me acarició el cabello y acercó mi cara hasta su polla, instintivamente abrí mi boca y sin mediar palabra me la metió hasta el fondo, sin respiro.

Noté su polla entrando en mi boca, la metió hasta el final, quise escaparme, pero me agarraba con sus manos de la cabeza y apretó, la metió hasta el fondo, hasta llegarme a la garganta y empezó a follarme de esta manera, apretaba mi cabeza y metía su polla, movía sus nalgas follándome la boca sin darme respiro, noté cómo me faltaba el aire, cómo mi boca sin poder controlarlo babeaba, cómo me llenaba con su polla.

Embistió unas cuantas veces y la sacó de mi boca, respiré sonoramente, babeé, tosí, escupí una mezcla de lubricante, babas, presemen y no sé cuántas cosas más y antes de que pudiera decir nada volvió a la carga follándome de nuevo la boca igual de violentamente que la primera vez.

La sacó de nuevo y me restregó su polla por toda la cara dándome pequeños golpes. Se agachó y me besó, me comió la boca con su lengua, un beso húmedo, caliente y largo, un premio que me estaba dando por portarme bien aquella noche, no obstante, era lo que yo había querido y lo estaba disfrutando.

Me quitó el sujetador y acarició mis pequeños pechos, me pellizcó los pezones, me dio un empujón y me lanzo boca arriba sobre la cama aún con los pies en el suelo, mi polla tiesa sobresalía mirando al techo, el se arrodilló y cogiéndola con una mano la engulló por completo dentro de su boca.

Empezó a hacerme una de las mamadas más increíbles de mi vida sexual, la engullía por completo, se la tragaba hasta el fondo, cabeceaba arriba y abajo y succionaba como si fuera su propia polla, yo gemía, esta vez solo de placer levantaba la cabeza y veía a Santi engullendo mi polla arriba y abajo.

Creo que aguanté apenas un par de minutos y le tuve que decir que parara, estaba tan caliente que estaba a punto de correrme, Santi la sacó de su boca y se levantó.

Cogió uno de los cojines de la cama y lo acomodó bajo mi culo para levantarme un poco abrió mis piernas u encaró de nuevo su polla hacia mi culo abierto, la volví a notar entrándome hasta el fondo, golpeándome por dentro.

Cuando hubo acomodado su polla de nuevo dentro de mí y había cogido un ritmo Santi agarró mi polla y empezó a masturbarme, yo ahí ya no podía más, ya no quería poder más, estaba extasiada, su polla entrando por detrás y su mano acariciando mi polla al ritmo que marcaba su follada, decidí dejarme ir, decidí no evitar el orgasmo, no querer pararlo como a veces intentas hacer, decidí que era ese momento. Mis gemidos dejaron paso a una respiración profunda, a unos gemidos que ya no salían de mi garganta, salían de más adentro, noté cómo mi polla se cargaba de semen, cómo mis piernas flojeaban, mi ano se tensó atrapando más fuerte la polla de Santi que seguía bombeando en mi interior y mi orgasmo llegó, mi polla empezó a expulsar semen, me manchó las tetas, el vientre, la mano de Santi que me masturbaba hasta que le tuve que pedir que parara y lo hizo, lo hizo porque le llegó a él el turno de correrse, mi ano se había tensado al correrme y su polla lo había notado y descargó sus huevos dentro de mí, un orgasmo sonoro, unos gemidos guturales acompañaron la descarga de su polla, apenas lo noté en mi interior, mi ano estaba tan usado aquella noche que no podía notar cómo su semen me llenaba por dentro.

La sacó de mi coñito y la noté mojada, entonces si noté cómo salía su semen de mi interior y resbalaba por mis nalgas, él se abalanzó sobre mí y me besó en los labios, un beso escueto y tímido y cayó rendido a mi lado.

Supongo que lo lógico habría sido una ducha y a dormir, pero me desperté de madrugada, con las medias y el liguero puestos, los tacones dentro de la cama, Santi a mi lado, desnudo dormido, levanté y fui al baño, al sentarme me dolían las nalgas y sonreí. Volví a la cama y tapé a Santi y me metí bajo las sábanas a dormir.

Si quieres puedes leer la primera parte:

https://www.todorelatos.com/relato/145171/

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