Sara cd mi vecina
Mi nueva vecina me sorprende y es el comienzo de una relación.
Este relato es de Sara Cd fue un regalo via mail y quiero compartirlo con vosotros, Sara si lo lees aún te recuerdo.
Esta contado en primera persona de por Sara.
Llegaba a mi nueva casa sobre la una de la madrugada, confieso que un poco pasada de vino después de una cena y una sobremesa de mas de tres horas, abrí el portal y entré a oscuras, la luz no funcionaba, mis tacones resonaban por toda la entrada del edificio hasta que llegué a la puerta del ascensor.
-Hola.
Una voz salió de la oscuridad y, asustada, pegué un grito enorme.
-Joder tio qué susto!
-Jajaja, lo siento no pretendía asustarte, soy Santi tu vecino de al lado.
Se escuchó el ascensor y se abrió la puerta iluminando la estáncia al abrirse la puerta. Comentando el susto entramos los dos al ascensor. Por lo que me explicó Santi era mi vecino de puerta, vivía pared con pared conmigo. Hacía poco que por una casualidad de la vida una heréncia me había hecho ser propietaria de un piso en el mismo barrio en el que estaba mi trabajo, dejé mi antiugo apartamento alquilado y, tras tiar todos los muebles viejos, limpiar, pintar y desempolillar el piso había logrado que se pareciera a algo así como un hogar para mi desde hacía apenas tres semanas.
Llegamos al último piso en el ascensor y Santi seguía disculpándose por el susto que me había dado.
-Es la una, no es tarde, si me la aceptas te invito a una copa, venga, para ver que me has perdonado.
Así que acepté su copa y entré con el en su casa.
-Pasa, siéntate en el sofá, estas en tu casa, de hecho esta casa es igual a la tuya, idéntica, si sales a la terraza pega pared con pared con la tuya.
-Vaya así que si hago topless en verano me puedes ver las tetas?
-Bueno si haces topless en verano ten por seguro que te las voy a intentar ver.
-Jajaja.
-Oye solo tengo licores de estos chungos de sabores, rollo sobremesa, no suelo tener nada bebible a parte de cerveza en casa.
-Me da lo mismo lo que tu bebas esta bien.
Santi se sentó a mi lado ofreciéndome una copa helada de licor de sabores.
-Bueno tampoco esta mal no?
Estuvimos charlando de dónde habíamos estado esa noche, del barrio, de que antes todo era mejor, de que si los turistas, los precios de los alquileres y banalidades varias, yo me fijé en el, era guapo, alto, un poco escuchimizado pero en general era mono, follable, muy follable, a el se le escapaban miradas a mis piernas, a mis taconazos y me había escrutado perfectamente todos los detalles del cuerpo, mis uñas pintadas, mi maquillaje, mis pequeños pechos, se habría dado cuenta de todo?
-Te importa que me quite los zapatos? Los tacones me están matando.
-No por favor ponte cómoda, estas en tu casa.
Así que me quité los zapatos con todo el erotismo posible ante la atenta mirada de Santi y empecé a automasajearme un pie a lo que Santi gentil reaccionó,
-Permíteme.
Y acercando sus manos cojió uno de mis pies y empezó a masajearlo. La verdad fué un punto para Santi ya que me erotiza muchísimo el que me toquen los pies.
La conversación siguió fluyendo, Santi masajeaba mis pies por encima de las medias, de los pies pasamos a hablar de medias, de lencería, de tangas, de ligueros, la conversación subía de tono y Santi confesó su debilidad por un “buen culo con un tanga minúsculo” así que sin mas le confesé que yo no usaba tangas normalmente,
-Es que se me sale la pollita.- Le dije.
-Cómo?
-La pollita, que se me sale.
Con ojos como platos el preguntó,
-A ver, explícame eso.
Así que me levanté, me puse delante de Santi y subiéndome lo justo la falda, si que se viera nada cojí su mano y la llevé a mi entrepierna donde pudo palpar lo que le había anunciado.
La verdad fué algo impulsivo y que podía haber acabado mal, muy mal para mi como otras veces había acabado mal y me habían rechazdo incluso violentamente pero Santi cambió la cara al tener mi polla en sus manos, quise apartar su mano pero el siguió tocándome con cara de vicio.
Subió mi falda por encima de mis bragas, no tenía prevista una noche de sexo así que mis medias eran unos tristes pantys que subían por encima de mi cintura, su mano empezó a sobar mi paquete por encima de toda aquella ropa y mi polla, que ya hacía rato que me estaba diciendo que Santi le ponía empezó a reaccionar tímidamente.
Santi se concentraba en recorrer con sus manos el perfil de mi polla por encima de la ropa a cada pasada notaba que esta crecía que se estaba poniendo a tono, el vestido molestaba, caía sobre sus manos una y otra vez y el quería ver lo que pasaba bajo la ropa así que optó por pedirme, pedirme no ordenarme, ciertamente otro punto a su favor, que por favor me lo quitara, sin moverme del sitio desabroché la cremallera y dejé caer el vestido al suelo quedándome completamente en ropa interior, Santi me miró sonriente.
Mi polla estaba bastante excitada, atrapada bajo unas bragas y unos pantys trataba de hacerse un hueco acompañada por las caricias de la mano de Santi, este acercó su boca y empezó una espécie de mamada por encima de toda la ropa, supongo que era un punto excitante para el pero yo la verdad no gozaba mas allá de saber que un tio bueno se estaba ocupando de mi entrepierna.
La verdad siento los pantys com una prenda antisexual, quizá a alguien le excite un panty, si, lo se es prácticamente una media pero el hecho de que cubra hasta la cintura me hace verla en mi mente como una prenda anti sexual y me siento incómoda cuando alguien me ve de una manera íntima vistiendo esa prenda así que aparté la mano de Santi y me deshice de mis odiosos pantys quedándome en bragas y sujetador. Mi polla sobresalía ahora si de mis bragas queriendo escapar. Santi la liberó, bajo mis bragas hasta media pierna dejando mi polla al aire.
Mi polla es pequeña, apenas 12, 14 centímetros y bastante fina, operada de fimosis lleva su glande al aire, por supuesto mi higiene íntima es la de una señorita y no hay ni rastro de bello en toda la zona genital. Confieso que pese a tomar hormonas desde una temprana edad y desear tener otra clase de cuerpo uso mi polla con normalidad, es mas me encanta usarla, tengo erecciones, eyaculo y gozo de ella siempre que puedo, sola o en compañía.
-Joder vecina.
Decía Santi mientras agarraba mi polla ya tiesa del todo y empezaba a masturbarla. Su mano acariciaba mi polla de arriba abajo y sus ojos se clavaban en los mios, no era la primera vez que se encontraba en esa situación por la soltura con la que se desenvolvía, su mano sabía perfectamente lo que le estaba haciendo a mi polla y sus ojos proyectaban vicio sobre mis ojos.
Sentado en el sofá, delante de mi acercó su cuerpo hacia el borde y su boca hacia mi polla, la recibió entre sus labios y la lamió con la léngua, solo el glande, la punta, la mojó en saliva y la rodeó con sus labios. Yo le miraba hacerlo y el buscaba mis ojos con sus ojos mientras lo hacía. Volvió a la carga y esta vez lamió mi polla de abajo arriba, desde la base por la parte de abajo para centrarse luego en mi glande, la agarró con una mano y finalmente se la metió entera en la boca, despacio pero hasta el fondo.
Un gemido se escapó de mi boca.
Noté su boca caliente y mojada, su lengua recorriendo mi glande y sus labios aprentando las paredes de mi polla y provocando un placer exquisito.
Con mi polla dentro de su boca empezó a moverla de arriba abajo, sin sacarla, se agarró a mis nalgas, una mano en cada cadera y empezó a darme placer con su boca a ritmo suave pero constante. Yo me mordía el labio intentando apaciguar pequeños gemidos de placer pero se escapaban entre mis labios y eso ponía mas cachondo a Santi que le ponía mas ímpetu a su mamada. Le acariciaba el cabello mientras lo hacía, de vez en cuando nuestras miradas se cruzaban, mi cara rota de plavcer y la suya llena de vicio, le miraba con la boca llena con mi polla y eso me excitaba aun mas.
El mete saca duró un buen tiempo, Santi se tomó su buen rato en darme placer, yo gozaba, el mamaba polla, glande, huevos, todo mi sexo lo había recorrido su boca varias veces hasta que le tuve que decir que parara, mi polla tiene un límite y mi aguante también y su preciosa boca esta llevando mi resisténcia a ese límite y no quería descargar, al menos no si haber probado lo que me tenía que ofrecer el.
Le hice parar, sacó mi polla de su boca y la restregó por su cara, se levantó del sofá y me besó, me beso con el vicio de saber que su boca sabía a mi polla y yo le besé sabiendo que su boca sabía a mi polla, noté su pantalón, su polla hinchada apresada dentro, había crecido estando sentado y quería, debía liberase así que mientras me besaba, me comía la boca desabroché su bragueta y saqué de su interior su polla, humm, estaba caliente y mojada, Santi se desnudó en un momento y siguió besándome, su polla, bastante mas grande, chocaba con la mia mientras me besaba, me quité el sujetador y nos quedamos los dos desnudos por completo.
-Sientate, ahora me toca probarte a mi no?
Le dije mientras le empujaba de nuevo al sofá, acomodé unos cojines en el suelo delante de el y me arrodillé entre sus piernas. Su polla era mas grande que la mia, no era una polla enorme como las de las películas porno pero era una buena polla, la piel le cubría el glande y este, hinchado trataba de sobresalir, así que yo con mi mano ayudé a su liberación bajando la piel y liberando el glande y parte de su polla.
He de confesar que me gustan ese tipo de pollas, me erotiza mas ver cómo se abren y sale el glande, como sube y baja la piel y saber cuándo y dónde estoy dando el placer.
No me hice esperar y engullí la polla de Santi al momento, hasta el fondo, su boca exhaló un gemido intenso y mi boca empezó con la mamada. La polla estaba mojada, muy mojada, el presemen había salido mucho antes de que la polla se liberara de su prisión y los jugos le daban un sabor a la polla especial. Seguí mamando sin piedad, sin descanso, mi boca apretaba aquella polla con fuerza, mis labios recorrían la anatomía, se detenáin por un momento al pasar el final del glande y se amoldaban al tronco de la polla mientras iban engullendo en su movimiento al bajar y hacían lo mismo pero al revés cuando la polla salía de la boca, era en ese momento cuando Santi emitía un gemido acompañado de frases en penumbra, de esas que se dicen cuando la mente está en otro sitio.
Al rato Santi me dijo,
-Para joder que me corro tia.
Mientras su mano intetaba apartar mi cabeza de su polla, así que la saqué de mi boca y le miré, su cara reflejaba placer, estaba a punto de correrse y una medio sonrisa asomaba por su cara.
-Joder que me corro, en serio.
Su voz estaba entrecortada.
No me importó lo mas mínimo así que engullí de nuevo su polla en mi boca, sin mirarle, concentrada en darle el máximo placer, acompañana las embestidas de mi boca con una paja manual, mano y boca al unísono subiendo y bajando, Santi cerró los ojos y empezó a jadear, el jadeo de cuando te da igual controlar la corrida, de cuando ya va a pasar todo, de cuando esperas el orgasmo, cuando has perdido las formas en el sexo y te dejas ir porque sabes que el orgasmo ya llega, que te vas a correr si o si y piensas disfrutarlo.
Sus piernas se abrieron aún mas delo que estaban y noté cómo se relajaba, sus manos acompañaban a mi cabeza y su pelvis acompañaba a su polla, dentro y fuera, dentro y fuera como si me estuviera el follando la boca cuando nada mas lejos de la realidad quien tenía el control y estaba follando al otro era yo y mi boca.
Noté el semen recorriendo su polla de abajo a arriba, acaricié sus huevos en ese momento mientras en encogían y se intentaban esconder y su polla explotó dentro de mi boca, noté el semen saliendo por la punta llenándome la boca, la lengua, semen caliente que salía a chorros de su polla atrapada entre mis labios mientras el gemía y gemía.
Intenté que no saliera nada de mi boca pero había explotado con tata virulencia que mis labios no pudieron controlar todas las embestidas de su líquido y algo se derramaba polla abajo, tragué lo que pude y recogí el resto con la lengua lamiendo la polla y mas tarde los huevos hasta dejarlo todo limpio, lo saboreé y acabé tragándolo todo.
Santi no se lo creía, deduzco que esta era una de las mejores mamadas que le había hecho en su vida y no asimilaba aún su orgasmo, se incorporó y me beso, lamió mi cara con restos de su semen y lo tragó, mi lengua impregnada en su leche lamió la suya y nos pasamos el sabor la una al otro.
Santi quiso levantarme y proporcionarme un orgasmo del mismo modo que le había proporcionado yo a el uno pero mi polla ya había hecho su trabajo y mientra el se vaciaba en mi boca yo me había vaciado sin tocarme.
-Yo tambien estoy lista Santi.
-Siento oir eso huebiera querido saborearte.
Me contestó mientras agarraba mi polla flácida y lamía lo que eran restos de mi corrida.
-Tenemos toda la noche.
Espero que os guste, cualquier sujerencia o agradecimiento será bien recibido.
Gracias Sara CD