Saque la perra que llevaba dentro 1

Desde que tengo uso de razón me he sentido atraído sexualmente por mi madre. Me gustaría compartir mis experiencias con todos vosotros...

Desde que tengo uso de razón, me he sentido atraído sexualmente por mi madre.

Después de analizarlo y darle muchas vueltas, creo que no es nada tan raro como la sociedad en la que vivimos nos ha hecho creer. Al fin y al cabo, en la actualidad existen varias tribus sin colonizar que todavía lo practican sin el menor problema.

Alguno me dirá que la sociedad avanza y que esos son malos hábitos del pasado, como tirar cabras desde el campanario de una iglesia. Bien yo no creo que sea lo mismo, pero en esto de las opiniones es como con los culos, a cada uno le gustan un tipo en concreto. En fin, no sigo divagando y continúo con el relato.

Mis padres se divorciaron, algo que es típico en los relatos de incesto, cuando yo tenía 12 años, iba a sexto de E.G.B., todavía lo recuerdo.

Así mi hermana Marta, tres años menor que yo, mi madre Laura y un servidor, nos quedamos juntos en la casa de toda la vida y mi padre se fue a vivir a un piso de alquiler que pronto compartiría con su novia.

En mi casa nunca hemos tenido problemas con el tema de los desnudos. Siempre nos han enseñado a verlo como algo normal de lo que uno no debe avergonzarse. Si he tenido que comentarle algo a mi madre mientras se estaba duchando o bañando, siempre lo he hecho sin el menor problema. Incluso con mi hermana.

Como supondréis todo ello me ha servido de inspiración para tremendas pajas.

No paraba de imaginarme follando a mi madre, me ponía como loco. Claro que lo consideraba una meta imposible, era sólo una mera fantasía adolescente.

Yo fui teniendo novietas, pero ninguna mujer se le podía comparar ni de lejos.

Mi madre siempre ha hecho ejercicio, vamos que está en forma, además es muy buena en su curro y está muy solicitada. Cuando mis padres se separaron, ella ya era una espectacular ejecutiva bien maciZorra (perdonad la licencia, no lo he podido resistir).

A los 18 entré en la facultad de económicas, los 2 primeros años fui bastante pardillo pero los 2 últimos me lo pasé genial: chicas, drogas, más chicas

Una de estas chicas me descubrió algo que yo no sabía, y es que dentro mío llevaba un dominante en potencia. Ella era una sumisa con experiencia y me abrió un mundo desconocido hasta entonces: azotes, lenguaje soez, bofetones, cogerla del pelo, empalarle la boca hasta el fondo

Desde ese momento, realicé un cambio de 180 grados en la relación con las chicas que salía, si no les atraía experimentar y ser dominadas, no me interesaban, no me ponían cachondo. Por eso es una parafilia. Pero os puedo asegurar que al 95% de las tías les pone que les de caña un macho alfa que sabe lo que se hace.

También descubrí el MDA, conocida como droga del amor o del abrazo. Realmente es increíble, te desinhibe, quieres a todo el mundo, sientes ganas de sacarte la ropa porque tienes mucho calor, vamos que es la bomba.

Comenzó todo cuando yo tenía 22 años y estaba en cuarto de carrera, mi madre tenía 42 y mi hermana 19.

Una noche mi madre me viene y me dice:

M- Carlos, a ver si le puedes echar un vistazo al portátil, últimamente me falla bastante, va muy lento. Para mí que es un virus.

Yo- Claro mami, después de cenar me lo miro.

M- Eres un sol.

Y me dio un beso en la mejilla.

Me llevé el ordenador a mi cuarto y le hice varios tests con distintos programas. Efectivamente se trataba de un troyano que eliminé y conseguí arreglar.

Como estaba algo aburrido me puse a cotillear un poco su ordenador por si veía algo que llamara mi atención. No había nada especial ni en el historial de internet, ni en el escritorio o en los distintos accesos directos. Cosa que no me sorprendió en absoluto, puesto que siempre pensé que lo utilizaba únicamente para currar, ya sabéis, presentaciones, excels y cosas similares, algo que no te sube la lívido demasiado a menos que seas contable o directivo de empresa.

Cuando ya iba a apagarlo, bingo!!! Vi que tenía instalado el IRC y me extraño bastante. Mami con un programa para chatear? Pero para chatear con quién? Con clientes y compañeros del curro supongo.

Decidí abrirlo. Es muy interesante porque el IRC memoriza las últimas partes de las conversaciones, además también puedes memorizar amigos y tal.

Empecé a explorar en amigos, había unos 15, todos ellos con unos nombres bastante explicativos: Dominator, Seras Mi Puta, Domador de perras y otras lindezas iguales. Miré en los canales a ver si tenía alguno en favoritos, y la respuesta me puso la gallina de piel que decía Johan. Sus nombres eran: mazmorra, sumisión, sumisas y sexo duro.

Aquello se ponía cada vez más interesante. Y el colmo, el paroxismo fue cuando vi el nick con que mi madre entraba a todos esos sitios, perrita por domesticar. El cielo se acababa de abrir ante mí enviándome una señal, mi madre que me volvía loco y me la ponía más dura que una viga de acero, era una perra sumisa en busca de dominante.

No sabía lo lejos que ella habría llegado en este mundillo, si tenía experiencia o sólo eran fantasías para liberar tensiones en sus noches solitarias.

Es cierto que algunas veces no dormía en casa, pero en todos esos años no le conocí amante, novio ni nada similar.

Desde ese momento decidí que tenía que ponerme manos a la obra, e idear un plan para convertir a mi madre en mi puta de lujo personal. Era matar dos pájaros de un tiro, por un lado follarme a mi mujer ideal, que llevaba calentándome 22 años y por la otra, domesticarla y emputecerla.

Estaba claro que no iba a ser tarea fácil, porque una cosa es una cosa, y la otra es aparecer en el cuarto de mi madre con el ordenador y decirle: Mami ya te he arreglado el ordenador. Ahora ponte de rodillas y demuéstrame lo puta que eres.

Aquello debía planificarse muy bien, no dejar ningún fleco que pudiera joder mis planes.

¿Pero cómo lo iba a hacer? ¿Era posible para un chico de 22 años, ciudadano del primer mundo, no sólo follarse a su madre sino que además sacar la puta que llevaba dentro?

Así que me pasé varios días dándole vueltas al asunto. Mi mente estaba totalmente concentrada en mi plan, pero no paraba de frustrarme, no había forma de llevarlo a cabo.

Sergi, mi compañero de farras y francachelas universitarias, me dijo que ese viernes nos íbamos a la fiesta de la facu de enfermería, que había unas tías que tiraban para atrás. Yo le dije que si para desestresarme y olvidarme un rato de mi madre, sólo un rato eh?

Cuando llevábamos un par de horas en la fiesta, Sergi apareció con MDA que le había pasado una amiga suya. Fue entonces cuando encima de mi cabeza apareció una luminosa bombilla acompañada de la palabra Eureka!!!

Ya tenía el inicio de mi plan, tenía que esperar a quedarnos solos mi madre y yo en casa, cosa que no era difícil porque mi hermana se quedaba muchas noches en casa de sus amigas, o eso decía ella.

El paso siguiente era espolvorear alguno de los platos de mi madre con MDA para ponerla muy caliente y cachonda. Si el tema funcionaba, cosa de la que no dudaba, y aunque la quiero con locura, debería tener una cámara de video a mano para poderlo grabar. Eso lo resolvería usando la que mi hermana tenía.

Como comprenderéis, una vez probado el manjar, no iba a olvidarme de ella como si no hubiera pasado nada. Así que tener un as en la manga para poder negociar en el futuro no venía nada mal.

Debo decir que no me molaba nada la presunta idea de chantajear a mi madre en un futuro cercano, pero qué coño, era por nuestro bien común, no? Ella deseaba ser una perra tanto como yo ser su adiestrador y educador, su chulo.

Sergi me paso un gramo de la mágica sustancia, y a mi hermana le dije que necesitaba su cámara unas semanas para un ejercicio de la universidad.

También tenía ideado el menú, una ensalada cojonuda de las que yo hago, ideal para espolvorear sustancias y que pasen desapercibidas entre el resto de especies, y de segundo mi especialidad, sushi, que volvía loca a mi madre.

Sólo me quedaba esperar a que llegara el día X para que todo el engranaje de mi diabólico plan se pusiera en marcha.

Al cabo de una semana, mientras estábamos cenando los tres, mi hermana nos dijo que mañana viernes se quedaba a dormir en casa de Gisela.

Si señor pensé para mis adentros.

Yo- Mami, que te parece si preparo una cena de las buenas para ti y para mí. Eso sí, te tendrás que poner muy guapa, como si fuera un restaurante de la guía Michelin.

Hermana- Jo Carlos, ya te vale, no? Esperas a que yo no esté para cocinar tus grandes cenas?

Madre- No te enfades, Marta. El próximo día lo hará cuando tu también estés. ¿Verdad, Carlos?

Yo- Claro, Marta. No te enfades. Es para que mama se relaje y desestrese, que curra muy duro para sacarnos adelante- dije mientras sonreía a mi madre.

Esto me valió para que mi madre me sobara los cabellos y me diera un beso en la mejilla.

M- Si es que tengo unos hijos que valen un imperio!!!

Mi plan acababa de ponerse en marcha

Al día siguiente fui a comprar todos los ingredientes necesarios para la gran cena. También compre un buen vio, velas aromáticas e incienso. Debía ser una noche perfecta.

A eso de las siete de la tarde me metí en la cocina y empecé a prepararlo todo. Mi madre llamó para decirme que llegaría sobre las nueve y media. Le dije que me llamara cuando saliera del trabajo.

Yo estaba bastante nervioso la verdad.

Cuando ella llegó yo estaba descorchando el vino para que se oxigenara.

M- Hola cariño, se puede entrar en la cocina?

Yo- No, mami, que es una cena sorpresa, ya salgo.

Me dio un beso y un abrazo. Mi polla empezaba a ponerse morcillona.

M- Hola mi amor. La verdad es que estoy rendida. Me iría a la cama ahora mismo

Yo- No te preocupes mamá. Cuando has salido de trabajar he empezado a prepararte una espumosa y relajante bañera. Ya verás como te recuperas totalmente.

M- Eres un cielo. Pues voy a bañarme y cenamos. ¿Te parece?

Yo- Si mami. Recuerda que tienes que ponerte muy guapa, como si estuviéramos en un restaurante de lujo.

M- Desde luego este niño, jajaja. Así lo haré cariño. ¿Y tú también te pondrás elegante para mí?

Yo- La duda ofende, mamá. Jajajaja.

Desde el baño mi madre gritó:

M- Como te lo has currado cariño, con pétalos de rosa en el agua e incienso. Eres un tesoro.

Yo- Es que me gusta hacerte feliz!!!

Repasé todo el plan.

Coloqué el MDA en el plato de ensalada de mi madre y lo mezclé con varias especies. Me faltaba repasar si la cámara escondida estratégicamente, respondía bien al mando a distancia. Todo estaba perfecto.

Siempre suelo vestir muy casual, pero aproveché la ocasión para alquilarme un smoking. Qué queréis, estaba muy ilusionado y un día así tenía que ser mágico para los dos.

Al cabo de una media hora mi madre me llamó.

Yo- Te espero en la entrada del "restaurante".

La puerta del comedor estaba cerrada y yo dentro, vestido con mi smoking.

De repente se abrió la puerta y apareció mi madre. Me quedé con la boca abierta como un tonto integral, casi se me cae la baba.

Llevaba puesto un traje verde botella espectacular, que le llegaba un poco por encima de las rodillas. Le acompañaban un generoso escote y unos tacones de aguja de infarto. Por poco no me da un pasmo. Vaya tía buena que está hecha mi madre, joder!!!

M- Qué guapo está el hombre de mi cita esta noche – dijo con una amplia sonrisa.- Creo que nunca te había visto con smoking. Estás guapísimo, Carlos. Pero cierra la boca hombre, parece que hayas visto un fantasma.

Yo- Perdona mamá, pero tú sí que estás preciosa!!!

M- Adulador. Ni que nunca me hubieras visto vestida de noche. A ver si vas a querer algo y por eso todo este montaje.

Ni te lo imaginas lo que espero de ti, pensé para mis adentros.

Yo- Te lo digo en serio, mami, Estás espectacular!!!

M- ¿Bueno, nos sentamos a cenar?

Yo- Claro.

Y así empezó la noche.

Serví el vino y comenzamos con la ensalada.

El MDA tarda en hacer efecto entre 30 y 60 minutos, más o menos. El caso es que nos íbamos entonando con el vino, mi madre estuvo toda la cena muy simpática. No paraba de hablar y explicarme cosas de su trabajo o de sus amigas. Llegaron los postres

M- Desde luego estás hecho todo un cocinero. Todo riquísimo, amor.

Yo- Gracias, mami.

M- Ahora no me llames mami, llámame Laura. ¿Te parece?

Yo- Claro, Laura.

M- Bien. ¿Por qué no bailamos? Me apetece mucho bailar.

Cogí mi iPhone y busque la carpeta con canciones románticas. También aproveché para poner la cámara a grabar.

Puse la primera canción, ella puso cara de contenta y se abrazó a mí.

Mi polla volvía a ponerse morcillona, sentir a mi madre tan cerca, su olor, su escote, sus labios

Cuando llevábamos un par de canciones

M- No tienes calor? Yo tengo mucho calor. ¿Será que se me ha subido el vino?

Parecía que la droga empezaba a funcionar. No me dejó ni responder.

M- Como te quiero Carlos- mientras lo acompañaba con un beso muy cerca de los labios.

Yo- Yo también te quiero… Laura.

M- Abrázame!!!

Seguimos bailando unas canciones más, mientras no parábamos de darle al vino.

Yo no podía más, y así abrazado le puse mis manos en su culo y empecé a sobarlo. Ella no parecía molestarse, más bien lo contrario.

M- Ummm. ¿Qué me haces, Carlos, que me gusta tanto?

Yo- Es un masaje relajante, Laura.

Ella se arrimaba cada vez más a mí, yo ya tenía la polla durísima.

Yo- Oye como hace tanto calor, ¿por qué no me haces un striptease?

M- ¿Qué dices Carlos? ¿De verdad que quieres ver a tu vieja madre hacer eso? Si estás acostumbrado a verme siempre desnuda por casa.

Yo- Pero hoy es diferente, la atmósfera, el baile, y quiero que lo hagas muy sensual y sexy para mí.

M- ¿En serio?- Me dijo con su cara inocente.

Yo- Claro. Puede ser divertido, ¿no?

Ella me empujó hasta el sofá.

M- Pues siéntate que la función va a comenzar. Creo que además esta música que has puesto es muy sensual e irá muy bien para hacerlo.

No me lo podría creer, mi madre se iba a desnudar para mí. Como si yo fuera su amante, su marido o el cliente de un club de alterne.

Empezó a contornearse, haciendo gestos morbosos y cargados de sensualidad y sexualidad. Primero se sacó la parte de los hombros, dejando caer el vestido hasta la cintura.

Vaya sujetador de lencería que llevaba. Era de color blanco, que resaltaba mucho con su piel morena y apetitosa.

Siguió bajando hasta dejarlo caer al suelo. Llevaba una braguita a juego y unas ligas que sujetaban unas medias también blancas de seda. Lo remataban unos tacones de aguja negros preciosos.

Le dio una patada al vestido que fue a parar al otro lado de la habitación.

M- ¿Te ha gustado, cariño? ¿Lo he hecho bien? ¿Me contratas? Jajajaja.

Yo- La verdad es que has estado cojonuda mam... digo Laura. Estás contratada. Jajaja.

M- Bueno ahora le toca a mi hombre hacerme un striptease a mí, ¿no?

Me corté un poco pero pensé, ahora o nunca.

Yo- Claro. Pero yo no tengo tanta gracia como tú, Laura. Eso que quede claro.

M- Fuera excusas. Venga.

Ella se sentó en el sofá y yo empecé mi parte del show.

Me fui quitando prendas lo más lentamente que pude. Laura no perdía detalle.

Me quité los zapatos, calcetines, la pajarita, la chaqueta, la camisa. En ese momento pensé, si me quito los pantalones, para quedarme en calzoncillos, me va a ver el pedazo de erección que tengo. ¿Qué hago?

Pues seguir con el tema y ya veremos.

Finalmente me saque el pantalón y también lo envié a tomar viento.

La expresión de mi madre cambió a ¿sorpresa, más morbo, deseo? ¿Todo junto y mezclado?

M- Bravo, bravo, muy bien Carlos!!!

Entonces se levantó, me abrazó y me dio un beso en los morros.

Me tocó la polla y me dijo:

M- ¿Es tu teléfono móvil o es que te alegras de verme? Jajajaja.

La miré fijamente a los ojos, la cogí del pelo y le respondí

Yo- Me alegro mucho de verte Laura.

Y entonces le di un tremendo morreo que ella correspondió.

M- Oh cariño, que labios tan sabrosos tienes.

Yo- Los tuyos me encantan- mientras empecé a sobarle con ganas el culo. Era duro y turgente.

M- Me encanta como me tocas.

Yo- ¿Te gusta cómo te toco, Laura?

M- Mucho, Carlos, no pares por favor.

La seguí sobando el culo un buen rato, mientras ella me tocaba el torso y seguía morreándome.

Entonces le separé la cabeza cogiéndola del pelo, la volví a mirar fijamente y le saque los pechos del sujetador.

Empecé a lamer y mordisquear sus pezones, que ya estaban duros como piedras.

M- Ummmm, mmmm, ahhh, ehhh, no pares, por favor, Carlos. No pares.

Yo ya estaba bastante lanzado, con la directa puesta.

Cogí sus dos pezones y comencé a estirarlos y retorcerlos.

M- Dios, como me gusta cómo me tocas. Tienes unas manos deliciosas.

Yo- ¿Te gusta zorrita?- la suerte estaba echada.

Mi madre me miro a los ojos, quizá un poco descolocada. Al cabo de unos segundos sonrió y me dijo:

M- Sí… a esta zorrita le encanta lo que le haces. No pares. Hazme lo que quieras, soy tuya.

Yo- Lo estabas deseando, ¿verdad?

M- Mmmmm, mmmm, sí, que gusto

La cogí del pelo, cosa que la hizo despertar un poco del trance, y apreté hacia abajo para que se pusiera de rodillas.

Yo- Ahora esta putita me va a demostrar lo buena que es lamiendo y chupando la polla de su Señor. Quiero que pongas tus 5 sentidos, perrita.

M- Sí, dame tu polla. La quiero sólo para mí. Dale polla a la perrita.

Yo estaba flipando y en el séptimo cielo.

De repente, mi zorra bajo mis calzoncillos y se relamió al ver mi mástil totalmente erecto que esperaba ser devorado por ella.

Yo- Así, zorra, empieza pasando tu lengua de arriba a abajo, lámelo todo muy bien. Ummm, mmm… no pares, joder!!! Dios!!! No te olvides de mis huevos, que necesitan mucho afecto.

Qué bien lo hacía la puta de mi madre, era toda una experta.

M- ¿Le gusta a mi Señor como su puta le come la polla?

Yo- Ostia puta!!! Sí, no pares.

Pasamos un buen rato en esa postura. Lo estaba disfrutando de verdad.

Viendo que ella estaba en su salsa decidí follarle la boca como a mí me gusta. Le cogí del pelo y empecé a metérsela hasta el fondo… Uno, dos, tres… En algún momento parecía que iba tener una arcada, yo paraba y volvía a empalarla.

La saliva le caía por toda la cara. Estaba deslumbrante.

De vez en cuando se la sacaba del todo y le daba un bofetón en la cara mientras le iba haciendo preguntas.

Yo- ¿Te gusta que te folle la boquita?

M- Ah, ah, mmm… me encanta!!! Nunca había disfrutado tanto.

Otro bofetón.

Yo- ¿Te gusta ser mi puta, mi perra, mi zorra?

M- Mmmm, ugggh, Dios, sí. Nadie me había puesto tan cachonda en toda mi vida. Sigue follándome la boca, por favor.

Antes de entrar en la cocina para hacer la cena me hice una buena paja, así que aún me quedaba un poco de cuerda hasta correrme. Pero necesitaba un break.

Yo- Para puta, que vas a hacer que me corra y

M- Sí, quiero que me des toda tu leche bien calentita. Córrete en mi boca.

Le día una buena bofetada.

Yo- Mi puta no me debe interrumpir cuando yo hablo.

Se puso muy seria.

M- Discúlpeme mi Señor, tiene toda la razón, no volverá a suceder.

Yo- Eso está mucho mejor. Quiero que te sientes en el sofá y te pajees para mí. Pero antes dame un buen morreo, con esa lengua que sabe a mi polla.

Me encantaba sentir su lengua en mi boca. Qué bien morreaba la muy puta.

Yo- Venga, al sofá, zorra.

Se puso en el sofá de piel, con las piernas bien abiertas. Se escupió bien en la mano y empezó a pajearse. No paraba de mirarme mientras lo hacía.

Yo también me la iba sobando, disfrutando con las preciosas vistas que mi mami me ofrecía.

Yo- ¿Disfrutas tocándote para mí?

M- Sí, me encanta que me veas así, mientras tú te tocas la polla. No sabes cómo estoy, ver que te pongo tan cachondo

Yo- ¿Estás contenta de ser mi puta?

M- Sí, hacía años que deseaba que alguien sacara la perra que llevo dentro. Estoy harta de hombres que te tratan como si fueras una princesa. Como si me fuera a romper. Necesitaba un hombre de verdad. Me has hecho muy feliz, Carlos, perdón, Señor.

Yo- Así me gusta. No pares de sobarte, cerdita.

M- Si, ahhh, mmmm….

Continuará… si vosotros queréis.