Santi 3
El final de la historia
Santi 3
Llego el día de la cena y estaba muy nervioso, no quise complicarme la vida, compre un buen jamón, ice unos pimientos rellenos y prepare merluza en sala verde.
Tamara fue puntual, se sorprendió gratamente de la cena y me dijo que hacerte en todo lo que había preparado, la verdad que la cocina es algo que me fascina y más cuando me di cuenta de que cuando había pasado toda la tarde haciendo el payaso para contentar a unos supuestos amigos que nunca lo fueron, conseguía que esa frustración con la que llegaba a casa desaparecía y me devolvía una sonrisa.
Y en la cena paso eso, el nerviosismo del principio desapareció y pude ser yo mismo, por primera vez me encontraba delante de una persona que le interesaba lo que contaba, que me tenía en cuenta como persona y que de verdad le gustaba.
Tamara me contó que todo el mundo la miraba como si fuera un bicho raro, había pasado de ser un cisne a convertirse en el patito feo, ese era su error seguía siendo ese cisne y brillaba como brillaba.
Si Tamara pudiera verse como la veo yo su actitud y su autoestima serian otros, era una mujer de bandera, en todos los sentidos, me gustaba y me gustaba mucho más de lo que me podía permitir.
Susana me había hecho mucho daño, pero Tamara también traía su lastre y los dos pisábamos en terreno pantanoso, llevaba toda la noche queriendo preguntar algo, pero no me atrevía, entonces ella rompió el hielo.
Tamara- Llevas toda la noche queriendo preguntarme algo, pregunta.
Yo- ¿Cómo sabías que el del video era tu fotógrafo?
Tamara- No lo sabía, pero por cosas que contaste había algo dentro de mí que me decía que podía ser él, pero te juro que espere que fuera otro.
Tamara- Tu amiga ya puede andar con cuidado porque en cuanto pueda le empezara a llevar a esas fiestas y te puedo asegurar que no son para sacar fotos de moda.
Yo- ¿Qué quieres decir?
Tamara- Ricardo me vendió a aquel hombre sin yo saberlo, si luego obtendría mis fotos y tal vez habría conseguido ser modelo pero no a ese costo.
Yo- ¿Piensas que es prostitución de alto standing encubierto o algo así?
Tamara- No lo se aseguró, pero yo perdí mucho esa noche, y no sé si volveré a ser la misma.
Yo- A mí me gusta lo que veo.
Tamara me sonrió y me pregunto por mi trabajo.
Yo- Soy informático, llevo la seguridad informática de una gran empresa.
Tamara- Joder pues sí que tienes que ser bueno.
Yo- Nací con ese don que tienen algunas personas para la informática y además mi padre me pago unos buenos estudios.
Yo- ¿y tú?
Tamara- En estos días me he dado cuenta de que lo que en realidad quería era estar detrás de las cámaras no delante, siempre me ha gustado la fotografía y se me da muy bien.
Yo- ¿Podrías encauzar por ahí tu nueva vida no crees?
Tamara- ¿Tal vez?
Le dije a Tamara si quería un café y me dijo que si, me levante y mientras estaba preparándolo sentí unas manos que me abrazaban desde atrás y unos labios que me besaban el cuello, me di la vuelta y la bese, la bese con toda la intensidad que llevaba guardándome desde la primera vez que la vi.
Poco a poco fuimos quitándonos la ropa según caminábamos por el pasillo hacia mi habitación, cuando la vi desnuda me quede sin palabras, las cicatrices de las operaciones no afeaban en absoluto ese cuerpo cincelado por Efecto, me acerque a ella y empecé a pasar mi mano por ellas, Tamara puso su mano sobre la mía con la intención de quitarla, pero no lo hizo, me fue guiando por las cicatrices de su muslo hasta colocar mi mano sobre su caliente y mojadísimo coño.
Yo introduje uno de mis dedos en él y al sacarlo lo lleve a mi boca, lo saboree como si fuera el mejor de los majares.
Tamara casi se corre al verlo, se agachó y me agarro la polla, no tenía una gran polla ni tampoco era gorda, era una polla normal, pero eso a ella no le importo porque la saboreo como si fuera el mejor de los helados, tuve que hacer esfuerzos sobre humanos para no correrme.
Tamara se tumbó boca arriba, con su pierna no podíamos hacer malabares, pero me dispuse a darle el mayor placer que pudiera darla y de paso a mí también, fui introduciendo mi polla en su interior poco a poco, tenía un coño muy estrecho y fue un placer sentir como sus paredes vaginales me estrujaban la polla, dándome un placer indescriptible.
Empece a bombear, con ráfagas pausadas pasando a otras más frenéticas, cuando veía que estaba a punto de correrse, disminuya la carencia de las penetraciones haciéndola quedarse en las puertas, ella me miraba suplicante y al final después de unas cuantas penetraciones más nos corrimos a la vez.
Fue una noche memorable para los dos, mientras nos recuperábamos Tamara me dijo.
Tamara- ¿Esa tal Susana no llego a follar contigo verdad?
Yo- No, ¿Por qué?
Tamara- Porque si no su decepción hubiera sido de tamaño planetario, Ricardo tendrá músculos y será guapo, pero en la cama no te llega ni a la suela del zapato.
Eso me subió la moral hasta las nubes, la infidelidad de Susana me había acomplejado y que una mujer del calibre de Tamara te dijera eso, sentaba pero que muy bien la verdad.
Después de esa noche formalizamos nuestra relación, yo me apunte a las clases de hapkido y reanude la escalada y Tamara empezó hacer cursos de fotografía para afilar al máximo sus habilidades mirando al futuro, poder convertirse en una gran fotógrafa de moda, también me dijo que le encantaban esos reportajes de National Geografic, pero que eso sí que era un sueño imposible.
Mi contestación fue que no se cerrara ninguna puerta y que el tiempo lo diría, empezó haciendo sus pinitos como fotógrafa de moda con conocidas y poco a poco se fue haciendo un hueco en ese mundo y también un nombre, yo poco a poco mejore físicamente entre los entrenamientos en hapkido la escalera y las carreras que me pegaba los fines de semana se me estaba quedando un cuerpo tonificado y según Tamara muy bonito de ver y más de catar.
Cuando me miraba con esos ojos de loba hambrienta abecés me daba miedo, pero como se suele decir sarna con gusto no pica, cada vez nos compenetrábamos mejor en la cama y eso reforzaba aún más nuestra relación.
Llevábamos un año de relación, todo era de color de rosa, Tamara había hecho un trabajo fotográfico para una agencia de moda muy conocida y la habían invitado a una fiesta donde estarían todo los que habían participado, en la invitación ponía Tamara más uno, joder que mal sonaba lo de más uno.
No sé que cara debí de poner que a Tamara le dio tal ataque de risa que tuvo que sentarse.
Nos preparamos a conciencia, Tamara llevaba un vestido de noche con un generoso escote y una de las piernas al aire y yo me puse un traje bueno que usaba cuando tenía reuniones con los jefes de las altas esferas, una vez estuvimos preparados, nos dirigimos a la fiesta.
Yo según entre me di cuenta de que me iba a aburrir como una ostra, había gente guapísima por todas partes, pero también me di cuenta de que a más de uno se le había perdido el cerebro en algún sitio porque las conversaciones eran de tela.
Tamara andaba de aquí para allí, no solo saludaba a la gente con la que había trabajado, sino que también hacia de relaciones públicas de ella misma, vendiéndose lo mejor posible para conseguir futuros trabajos, de vez en cuando venía donde yo estaba y se pasaba un rato a mi lado, era lo mejor de la noche.
La noche se torció cuando vi entrar por la puerta a Susana y a Ricardo, con la gran mala suerte que me los cruce de frente, Susana se quedó seria, pero Ricardo me miro con esa cara de chulería y le dijo algo a Susana que le hizo sonreír, yo les salude por educación y decidí moverme a otro sitio de la estancia.
En ese momento se me acerco Tamara para comentarme que había visto a Ricardo y empezó a echar pestes de él, me di cuenta de que no se encontraba bien se le trababa la lengua y era incapaz de andar correctamente, algo no iba bien, desde la última operación Tamara era muy estricta con el alcohol se tomaba alguna copa a lo sumo dos, pero no pasaba de ahí.
Tenía miedo que por emborracharse volviera a hacerse daño en la pierna y por eso no pasaba de esas dos copas, me dijo que tenía que hablar con un par de posibles clientes, yo le fui a decir que no estaba en condiciones, pero para cuando fui a decírselo Tamara ya había dado un par de pasos y con la música alta no me oyó, fui a seguirla y alguien me agarro del brazo, era Susana.
Susana- Santi tenemos que hablar.
Yo- No tenemos nada de que hablar Susana, lo que paso, paso hace mucho tiempo y por mi parte ya está enterrado.
Susana- Nunca me disculpe contigo.
Yo- No era ni es necesario, ¡si me perdonas!
Salí de aquel chalet donde se celebraba la fiesta y me fui hacia el jardín, necesitaba tomar el aire y de paso buscar a Tamara porque ese estado en la que la vi me tenía muy preocupado, estuve buscándola por fuera y por dentro, no subí a las estancias de arriba porque sabía que ahí estaban las habitaciones y no se me paso por la cabeza que Tamara podría estar allí.
Cuando fui a entrar en la casa otra vez me volví a encontrar con Susana, estaba seria y me dijo.
Susana- Sé donde esta Tu novia, te lo enseñaré.
Yo- ¡No hace falta Susana, ya la encontraré yo!
Susana- ¡Insisto!
Viendo la seriedad en el rostro de Susana, comencé a tener una sensación que no me gustaba nada.
Seguí a Susana hasta una habitación y cuando se abrió la puerta allí estaba Ricardo con su chulería de siempre y riéndose de mí.
Yo- ¡Que es lo que quieres ahora, no tengo tiempo para tus tonterías!
Ricardo- Seguro que estas tonterías te interesan cornudo de mierda.
Entonces encendió una pantalla donde se veía una de las habitaciones en ella había tres personas, una de ellas era Tamara.
Ricardo- Mira lo bien que se lo pasa tu novia (riéndose)
Yo mire a Susana con cara de odio y le espete lleno de rabia.
Yo- Que te habré hecho yo a ti Susana para que me odies con tanta saña, no te valió con serme infiel que ahora participas en otra humillación contra mí.
Susana- Yo no tengo nada que ver con esto créeme.
Ricardo- No le creas, lo que le pasa a Susana es que le gustan los hombres de verdad, pero le gusta más aplastar a las lombrices como tú.
Yo- ¡Veo Susana que estáis hechos el uno paras el otro, disfrutáis provocando dolor a las personas, algún día os tocara a vosotros espero que os lo toméis con la misma actitud!
Ricardo- ¿Es una amenaza?
Yo- Tómatelo como te dé la gana, a mí ya todo me da igual.
Ricardo- Ves Susana, como te he dicho muchas veces es más placentero machacar al carnudo y pisarlo como una cucaracha (riéndose).
Susana no lo estaba pasando bien, se le notaba muy incómoda, lo que no entendía era como podía estar con semejante cabrón, que no me quisiera a mi vale, pero que siguiera con una persona sin escrúpulos que disfrutaba pisoteando y riéndose de las desgracias de los demás.
Yo- ¿Susana, estas de acuerdo con lo que ha dicho este tipejo?
Susana no contestaba, bajo la cabeza parecía estar profundamente avergonzada por el espectáculo de la que estaba siendo partícipe, entonces hablo.
Susana- Claro que no estoy de acuerdo de esto que estás pasando, yo antes era una niñita entupida, pero esto de ahora me parece una atrocidad.
Ricardo- ¡Pero que dices Susana!
Ricardo agarró fuerte del brazo a Susana y la zarandeo, esta empujo a Ricardo y salió llorando de la habitación, yo me quede mirando a Ricardo y le dije.
Yo- Eres una cucaracha despreciable.
Ricardo- Soy eso y mucho más, mira como disfruta tu novia con mi amigo y su mujer.
Entonces paso algo que lo cambio todo, mire a la pantalla y me di cuenta de que Tamara estaba desnuda tumbada en la cama con un hombre fallándole el coño y una mujer con su coño encima de la cara de Tamara.
Pero lo más importante es que mi novia estaba inmóvil, no participaba parecía ida como si la habrían drogado, sabía que Ricardo estaba detrás de todo esto, también tenía claro que Tamara jamás me sería infiel por propia voluntad, me había demostrado lo mucho que me amaba durante un año.
Ricardo estaba disfrutando y se quiso regodear.
Ricardo- Esto es lo que pasa cuando no follas bien a tu mujercita carnudo.
Yo- ¡Pues tengo entendido que al que no le funciona bien el fusil es a ti, que dispara demasiado rápido!
No me pude contener y toda la tensión que llevaba acumulada me salió en forma de carcajada en plan loco total, me tuvo que oír toda la gente, encima cada vez que miraba a Ricardo mi risa era más fuerte, el maromo no se lo tomo bien y me soltó un puñetazo.
Se lo pare como mi maestro me había enseñado y le empuje hacia atrás, eso envalentono a Ricardo que se me abalanzo como un miura, yo lo único que ice fue esquivarlo con un rápido movimiento y fue entonces cuando Ricardo se tropezó con los cables que había en el suelo estampándose contra una mesa que había al otro lado de la habitación.
El tipejo quedo inconsciente, yo salí de esa habitación con una sola idea ir a rescatar a mi novia, cuando llegue a la habitación abrí la puerta de una patada, el hombre que se estaba follando a mi novia se asustó y reacciono saliéndose del coño de Tamara y atacándome, pare su puñetazo y golpee su boca del estómago dejándole sin respiración, la mujer salió corriendo, mientras el hombre estaba de rodillas sin poder respirar bien saque una foto de su cara.
Me acerqué a Tamara, estaba tan drogada que no se había enterado de nada, el hombre salió de la habitación cuando pudo respirar mejor, yo llame a una ambulancia y a la policía, habían violado a mi novia y lo iban a pagar, necesitaba pruebas, me quede al lado de Tamara hasta que llego la ambulancia, antes de que eso sucediera Susana apareció y se quedó horrorizada.
Susana- ¡Yo no he tenido nada que ver con esto tienes que creerme!
Yo- Si quieres que te crea necesito que hagas algo por mí.
Susana- ¿El que?
Yo- Necesito las grabaciones de todas las cámaras de esta estancia, Ricardo y su amiguito intentarán deshacerse de ellas y sé perfectamente que han drogado a Tamara.
Susana- Ya me he adelantado, aquí las tienes, yo ya las he visto y te digo que tu novia es inocente.
Yo- Eso ya lo sé yo Susana, aléjate de esta gente o acabarás mal.
Susana asintió con la cabeza y se alejó de la habitación, la ambulancia llego y trasladaron a Tamara al hospital, después de hacerle las pruebas pertinentes dio positivo en drogas y tenía desgarros en la vagina, puse una denuncia a la policía.
Estos no pudieron conseguir ninguna imagen porque los ordenadores donde se guardaban las copias estaban estropeados, por lo que dijeron pasaron unos imanes que borraron los discos duros.
Yo llame a mis jefes y les dije lo que paso, me dijeron que los abogados de la empresa estaban a mi disposición, entregue los videos a la abogada y no sé cómo consiguió que los admitieran, pero en ellos se veía claramente como drogaban a Tamara.
Con una orden de registro confiscaron el ordenador y el portátil de Ricardo, encontraron pruebas de muchos delitos que había cometido durante años, la abogada de mi jefe lo destrozo en el tribunal, y no solo a él también al matrimonio que violo a Tamara.
Tuvieron una condena ejemplar y por lo que más tarde supe se filtró en la cárcel donde entraron que eran unos violadores, creo que iban a tener años muy interesantes de aquí en adelante.
Yo me encontraba al lado de la cama de Tamara cuando esta despertó, no se acordaba de nada, pero fue un golpe muy duro para ella cuando la policía hablo con ella y le dijeron que había sido una víctima de violación, sujeta su mano con fuerza y no la volví a soltar jamás.
Tamara- Lo siento yo no quería yo (llorando).
Yo- Tamara no eres culpable de nada, no voy a dejarte y estaré contigo cociéndote la mano durante todo el camino, mi novia se incorporó y nos abrazamos, creo que en ese abrazo nos dijimos todo lo que sentíamos y lo mucho que nos queríamos.
Tamara necesitó ayuda sicológica y mi empresa le proporciono los mejores especialistas, fue una terapia dura, pero Tamara era una mujer muy dura y con mi ayuda fue superándolo poco a poco, moví algunos hilos con la ayuda de Javi y Maite y algunas de las fotografías que había sacado Tamara cayeron en las manos correctas.
Una mañana recibió una llamada para una entrevista de trabajo en la revista Nacional Geografic, Javi, Maite y yo lo conseguimos gracias a que mis jefes tenían contactos en todos lados y consiguieron esa entrevista para Tamara.
Paso la entrevista y fue contratada, pero no solo la querían a ella, sino a mí también, habían visto mi destreza con la informática y con programas de diseño y demás y nos querían a los dos, mis jefes aceptaron con una condición, que pudieran seguir contando con mi pericia cuando lo necesitaran.
La revista no puso pegas y ahí empezó una de las etapas más felices de nuestra vida, la Sabana, los Alpes, los volcanes de Hawái, y un reportaje increíble con tiburones blancos, dimos la vuelta a todo el mundo, fue increíble.
Y aquí me encontraba yo en la última aventura en la que nos habíamos metido Tamara y yo, yo asistiendo al parto de mi hija, sujetando la mano a su madre y mirándola lleno de orgullo, tuvimos una niña sana con el mismo color de cabello que su madre, la estaba cogiendo en brazos y Tamara aprovecho para inmortalizar ese momento co unas fotografía.
Fui un pagafantas al que le rompieron la cara y la rodilla y ese hecho en vez de hundirme me dio la oportunidad de conocer al amor de mi vida y al ser humano más excepcional del mundo.
EPILOGO
A Susana lo que le hicieron a Tamara le cambio para siempre, se esforzó mucho y se convirtió en una gran persona, nos la encontramos en uno de nuestros viajes de trabajo, trabajaba para una ONG en Kenia y era sumamente feliz, hoy en día es muy amiga de los dos y quiere mucho a nuestra hija.
Javi y Maite se casaron, yo fui a su boda con el pie escayolado por un percance con serpientes y terraplenes, Tamara hoy en día se ríe, pero se llevó un buen susto, Javi y Maite nos vas a hacer tíos, serán padres en unos meses, me alegro mucho por los dos jamás podré pagarles lo que hicieron por mí.
Mi padre, feliz de ser abuelo, cada vez que vamos a verle monopoliza a la niña y no la recuperamos hasta que nos volvemos a nuestra casa, a Tamara le hace mucha gracia y es feliz de ver lo que mi padre quiere a su nieta.
Ricardo y su amigo son la atracción de la cárcel donde están tienen visitas todas las noches están muy solicitados, lo mismo pasa con la mujer del amigo de Ricardo, esta se dedica a limpiar los bajos a las presas, están tomando de su misma medicina y tendrán años para recapacitar por todo el daño que hicieron.
Nosotros nos encontramos en los glaciales de Islandia haciendo un reportaje, me he agachado he hincado la rodilla en el hielo milenario y le he pedido matrimonio.
Yo- ¿Tamara quieres casarte conmigo?
Tamara- Si, Claro que quiero tontorrón.
Bueno con esta última aventura termina mi historia, nos casaremos a la vuelta del viaje si sobrevivimos.
Fin.