Sangre primigenia confrontación
La historia llega a su final.
Sangre primigenia confrontación
El ejército enemigo se posicionó en frente del muro, la hechicera que Ilon había obligado, ni Sayfa ni ninguna de las guerreras la conocía. Eso quería decir que era una hechicera oscura igual que su amo Elmister. Esta hechicera consiguió destruir las barreras que Sayfa había creado con suma facilidad.
• Amor esta tía ha destruido tus barreras con suma facilidad, ¿es más fuerte que tú?
• No Shayera, todavía no he mostrado todo mi poder, veremos que es más fuerte su oscuridad o mi luz.
• Así me gusta amor, me gusta tu mirada.
La mirada de Sayfa era de suma concentración, era una mirada que infundía respeto y eso a la hechicera oscura no le paso inadvertido. Los ejércitos empezaron a moverse, entonces todas sentimos como una brisa que pasaba a nuestro lado, las hechiceras guerreras fueron a confrontarlos. Portaban dos armas, una forjada con acónito y la otra con verbena.
Sí que eran fuertes, su número era inferior, pero los vampiros y licántropos estaban cayendo como moscas. Esto no gusto a Ilon y Risk que decidieron intervenir, los infelices fueron interceptados por nosotras, yo me puse en frente de Ilon y Shayera en frente de su ex mejor amigo Risk.
Los dos generales dieron un paso para atrás, su poder había incrementado considerablemente, pero por alguna razón nos seguían teniendo miedo. Mientras las guerreras estaban haciendo un verdadero estrago entre el ejército enemigo, Elminster solo miraba fijamente a Silf. Si su intención era intimidarla, se estaba equivocando de principio a fin.
Elminster elevo su poder, la verdad que la presión que ejercía era impresionante. Silf no se quedó atrás y también elevo el suyo, el choque de estos poderes era tan brutal que nos costaba hasta respirar. Yo me quede mirando a Ilon, él empezó a reírse y me dijo.
• Tú no eres Vlad Tepes Dracul, ahora no eres rival para mí – riéndose
• ¿Eso crees?, te vas a llevar una sorpresa.
En todo mi cuerpo empezó a parecer un tatuaje, en realidad no era eso, eran los doce sellos malditos de contención de poder, esta fue la herencia de mi padre. Invocación y materialización de familiares (seres sobrenaturales a su servicio), eran las almas de todos los seres a los que había vencido. Antes no era capaz de usarlo, su poder era tal que gastaba toda mi energía enseguida, con el poder que me otorgo la Sabia Silf, podía invocar a todas esas almas y hacerlas luchar a mi lado.
La noche anterior mientras Casandra dormía invoque al alma más poderosa y le prometí algo. Esa promesa era que una vez esta confrontación terminara, los liberaría a todos. Ahora todas esas almas estaban más que motivadas y deseando salir a devorar a ese infeliz de Ilon.
Shayera se me quedo mirando, sabía lo que significaba ese tatuaje. Sonrió, una vez que libelara ese ejército Ilon estaba perdido, era el poder más aterrador de Vlad Tepes Dracul. Ilon desenvaino su espada y empezó a moverse a una velocidad asombrosa a mi alrededor, cada vez que pasaba por mi lado me infligía una herida. Él no podía entender como siendo una espada de plata bañada en verbena no me infligía más daño.
El infeliz no sabía que la sabia Silf había eliminado mis debilidades, que Ilon siguiera con esos ataques me venía muy bien, romper los doce sellos me llevaría un rato. Mientras tanto que pensara que me estaba venciendo. Llego el momento, de mi boca salieron estas palabras “apertura de los doce sellos malditos de poder, ¡restricción cero!”, todos mis familiares salieron a combatir. Los mejores guerreros de la antigüedad.
Ilon empezó a retroceder y a temblar, el más poderoso era Garm el perro del infierno, este miro a Ilon y se relamió.
• Gracias por este presente nuestra ama – dijo Garm
Mis familiares se abalanzaron sobre Ilon, este intento escapar usando su velocidad de vampiro, mis familiares tomaron forma de sombra y lo persiguieron. Le dieron caza al instante y fue devorado por todos, Ilon había sido vencido. Llego el momento de cumplir mi promesa, todos mis familiares me rodearon y fue Garm quien hablo.
• Llego el momento mi ama – dijo Garm.
• Así es, sois libres – dije yo.
Garm miro a todos los demás y estos le miraron como si hubieran tomado una decisión.
• Mi ama, ayer decidimos que si tú cumplías tu promesa, nosotros te seriamos fieles el resto de la eternidad, no por obligación, sino por decisión.
El gigantesco perro me acaricio con su cabeza y esta vez no solo me protegían a mí, protegían a todos. Llego el momento de la venganza de mi prima, observaría ese combate con mucha atención.
Ver pelear a Eve fue impresionante, sabia de los poderes de la familia Tepes, pero era la primera vez que los veía. Menudo poder, yo no me iba a quedar atrás, mire a Risk que se sonreía como si tuviera la llave de la victoria.
• ¿Qué te hace tanta gracia Risk?
• Estoy en frente de ojos de fuego Shayera, sabiendo que soy inmune a sus llamas, has perdido.
• Estás muy confiado, ¿no crees?
• Ríndete y conviértete en mi perra – dijo Risk riéndose.
Yo me moví con gran velocidad y habilidad y le propine un puñetazo en toda la cara que lo mande a volar varios metros, a Risk se le cortaron todas las risas de golpe. Decidí confirmar eso que me había dicho, encendí mis ojos y unas llamas envolvieron su cuerpo, percibía quemaduras graves, pero se curaba con la misma velocidad.
Le habían otorgado unos poderes muy convenientes, puse un rostro de preocupación, eso espoleo a Risk. Entonces empecé a reírme a mandíbula partida.
• ¡De que te ríes loca estúpida! – dijo Risk.
• ¿Crees que estas son mis llamas más poderosas? – dije mientras reía.
• ¿Cómo? – pregunto Risk.
• Estas llamas ni se acercan a mis llamas más poderosas, pronto lo comprobarás.
De repente mis ojos empezaron a brillar con un tono morado brillante, unas llamas negras emergieron de mí. Esas llamas me envolvieron como si fueran una armadura, Risk estaba tan seguro de sus nuevos poderes que intento cogerme del cuello a trabes de estas llamas. De repente vio como su brazo se hacía cenizas, cuando lo saco no quedaba nada de él.
Lo que antes se curaba con gran rapidez ahora ya no se curaba, mis llamas negras eran tan poderosas que hacían que el sol fuera una cerilla, quería jugar fuerte pues jugaríamos. Risk se agarró lo que quedaba de su brazo y miro a Elmister, este último lo miro como si fuera una cucaracha.
• Tú no solo me traicionaste a mí, sino a mi padre también.
• No me mates Shayera piedad, ¡por favor! – mientras me miraba arrodillado.
Lo conocía bien, sabía que era una treta, en cuanto me acercara me intentaría apuñalar o herirme de alguna manera. No me equivoque, saco un cuchillo que utilizo para apuñalarme, lo que no esperaba eran la velocidad en la que se movían mis llamas, atraparon su brazo hasta hacerlo cenizas, pero esta vez mis llamas tenían hambre y ardieron con gran fiereza.
Todos los que se encontraban cerca tuvieron que retroceder por el intenso calor que desprendían, Risk quedo atrapado en una espiral de mis llamas, estas se acercarían muy despacio a él. Lo devorarían poco a poco degustando el bocado, no sería incinerado al instante. Sufriría como sufrió mi madre.
En un momento dado ya no se le veía y solo se oían sus gritos agonizantes, lo que él no sabía es que si su perdón hubiera sido sincero, tal vez abría perdonado su vida, pero volvió a intentar traicionarme y está seria la última vez.
Los dos generales habían sido derrotados y las guerreras habían diezmado el ejército de Elmister, ellas también percibieron heridas y algunas grabes, la sabia Silf les dijo que retrocedieran, el último combate se acercaba. Eve, Casandra, Sayfa, las guerreras y yo nos dispusimos a acabar con lo que quedaba de ejército.
Los familiares de Eve fueron volviendo a su cuerpo y los sellos volvieron a formarse en su cuerpo, el número exacto fueron once. Garm fue el único familiar que se quedó al lado de mi prima, por eso el sello número doce quedo abierto. Pobres infelices, Garm hacia un tándem perfecto con Eve y eso era porque la respetaba. A diferencia de Vlad que los obligaba a luchar contra su voluntad, Eve les dio a elegir y estos eligieron servirla por propia voluntad.
Si mi prima era increíble, Casandra no se quedaba atrás. Era humana, pero luchaba como una diosa, la destreza que tenía con el látigo era el de un maestro y no solo eso. Usaba dos espadas cortas que Eve le regalo con tal maestría que haría mearse en los pantalones al guerrero más experimentado, vampiros y licántropos caían a sus pies por docenas.
Por último estaba mi amor, sus barreras no solo servían para detener ataques, podía utilizarlos para inmovilizar a los enemigos. Lo que más me sorprendió fue la destreza que demostró con una espada en la mano, era tan temible como las demás guerreras. Lágrimas empezaron a brotar por mis ojos al ver que mi familia podía proteger este mundo de un ser lleno de oscuridad que quería ver el mundo arder.
Yo no podría utilizar mis llamas negras por un tiempo, pero si mis otras llamas, mis ojos brillaban con la misma intensidad que el sol y eso era debido a la emoción que me embargaba. Había sido adiestrada para ser una guerrera, pero lo que nunca me habían enseñado era por lo que tenía que luchar. Mi padre me dijo que eso era algo que yo misma tenía que descubrir y ya lo había hecho.
Algunos licántropos rindieron sus armas, su general había muerto y ellos solo cumplían órdenes, entonces Elmister levanto su mano con la intención de ejecutarlos. Mis llamas los envolvieron conteniendo la magia de Elminster.
• Voy a proteger a esos licántropos que se han rendido, ¿os parece bien?
• Claro – dijo Sayfa.
• Si – dijo Casandra.
• Garm escóltalos hasta aquí – dijo Eve.
El gigantesco Garm se acercó a los licántropos y les señalo el camino, el propio Elmister retrocedió ante la majestuosidad que desprendía aquel gigantesco perro del infierno, los demás no movieron ni un dedo, tenían demasiado miedo a Elminster. Este último miró a Silf, sabía que era su último escoyo para apoderarse del poder del árbol de la sabiduría.
• ¿Hija, estás segura de que quieres enfrentarte sola a ese hombre?
• Claro mama, esa es mi razón de ser, proteger este poblado a su gente y a este árbol.
• A sido un honor que me consideraras tu madre – le dije.
• Todo el amor que me has dado me a hecho muy feliz, siempre te estaré agradecida - dijo Silf.
Esto parecía una despedida en toda regla, todo mi cuerpo me pedía llorar, pero no podía ser. Estábamos en medio del combate y no me podía distraer con esos sentimientos, ya tendría tiempo de llorar.
Un flanco del ejército de Elminster me rodeo por completo, yo encendí mis ojos y levante las manos hacia el cielo, una llamas poderosas salieron del suelo. Estas llamas calcinaron a todos los guerreros, estaba muy agotada. Mi límite estaba cerca y no pude evitar hincar la rodilla por agotamiento, unos cuantos vampiros viendo esto se abalanzaron para matarme.
Eve, Casandra y Sayfa estaban lejos y Silf no podía salvarme sin condenar a toda la humanidad, estaba condenada. Entonces los cuatro licántropos que perdone se pusieron a mi alrededor y me protegieron con una fiereza en sus ojos que no había visto, me salvaron la vida, yo los miraba asombrada.
• No nos mires así, nos has perdonado la vida y nosotros protegeremos la tuya con la nuestra.
Me sentí orgullosa de ellos, eran dos hombres y dos mujeres. Parecían parejas, lo que intento inculcar mi padre no cayó en saco roto. Si estuviera aquí estaría muy orgulloso, Eve y Casandra se montaron sobre el lomo de Garm, este corrió contra el grueso del ejército enemigo. Vampiros y licántropos volaban, su intención era llegar hasta Elminster para que Silf no tuviera que sacrificarse.
Seguro que mi prima lo había escuchado todo, la hechicera de Elmister creo una barrera que nos les permitiría pasar, entonces entro en acción mi gran amor. Sayfa utilizando sus poderes deshizo la barrera el tiempo suficiente para que pudieran pasar, Eve y Casandra blandieron sus armas con toda la fuerza que les confería su corazón, consiguieron traspasar esa aura oscura que cubría al hechicero. Lo hirieron y esto hizo entrar en cólera a este, invoco un hechizo que de no haberse interpuesto Garm, las habría matado seguro.
Los tres salieron volando chocando contra una gran roca, Casandra y Eve se levantaron rápido, pero Garm se quedó en el suelo.
• ¿Garm, te encuentras bien? – le pregunto Eve con lágrimas en los ojos.
• Si, me repondré, soy un perro del infierno.
Casandra también con lágrimas se abrazó a su cabeza, este le pasaba su gran lengua por el rostro.
• Chicas, no podré soportar otro ataque así, ese hombre es demasiado fuerte – dijo Garm.
Todas estábamos exhaustas, las guerreras ya no podían más, en varias ocasiones los licántropos que perdone les salvaron la vida. Lo único bueno era que el ejército estaba tan diezmado que atacaban sin convicción, movidos por el miedo que sentían por Elminster, entonces dije.
• ¡Os merece la pena morir por este hombre, para él no valéis nada, sois herramientas de las que se deshará cuando ya no le sean de utilidad!
Por primera vez vampiros y licántropos se miraron y miraron a Elminster, tomaron la decisión correcta y rindieron sus armas, Elminster viéndose traicionado se dispuso a acabar con ellos, yo no tenía poder suficiente para cubrirlos y Garm estaba malherido. Sin el Casandra y Eve no podrían acercarse lo suficiente a Elminster para detenerlo. Sayfa intento cubrirlos con unas barreras, pero la otra hechicera oscura se lo impidió
En el momento en que Elminster fue a ejecutar su ataque y aniquilar a todo su ejército, una luz cegadora se lo impidió, fue el poder de Silf. Mi pequeña le demostró que por lo menos era tan poderosa como él. Silf se nos acercó y nos dijo que protegiéramos el árbol con nuestra vida, ella se encargaría de Elminster y Sayfa de la otra hechicera. Yo intenté levantarme para ayudarla, pero ella me lo impidió.
• Has luchado muy bien amor mío, déjame a mí, yo me encargaré de ella – dijo Sayfa.
Tenía razón, estaba sin energía. Solo abría sido un estorbo, la Sabia Silf hizo aparecer una espada que le dio a Sayfa. Era la espada más majestuosa que había visto en mi vida, Elminster hizo lo propio con su hechicera. Sin embargo este le dio una guadaña, la batalla comenzó, la hechicera oscura confiada en su victoria lucho con soberbia. Sayfa empezó a moverse imitando los movimientos de Eve y Casandra, mi amor no solo era una gran hechicera, tenía un don para el combate, entonces Silf se acercó y me dijo.
• Sayfa es la capitana de mis guerreras, la mejor guerrera del poblado, pero le cogió miedo a ese gusto por el combate que estaba adquiriendo y decidió centrarse solo en la hechicería.
Yo la miraba asombrada, pero también orgullosa de que esa mujer se hubiera enamorado de mí, las últimas palabras de Silf fueron estas.
• Admira como lucha mi mejor guerrera.
La hechicera oscura le lanzo un ataque frontal, rápido y fuerte, pero muy predecible, Sayfa aunó dos movimientos que solían utilizar Eve y Casandra para esquivarlo. Se movió muy rápido, Sayfa le dio la estocada mortal, clavo la espada ensangrentada en el suelo y la miro a los ojos.
• ¡Como he podido perder, soy la mejor guerrera del ejército oscuro de Elminster!
• La diferencia entre tú y yo, es que tú te creías la mejor y yo he aprendido de las mejores.
La hechicera oscura cayó al suelo ya sin vida, la confrontación final estaba a punto de comenzar. Silf nos pidió que nos pusiéramos alrededor del árbol de la sabiduría y que Sayfa levantara unas barreras, el poder del árbol, las haría mucho más fuertes. Yo abracé a Silf, no quería soltarla. Todo mi ser me decía que iba a perderla, ella me sonrió y me dijo que estuviera tranquila que todo saldría bien.
Casandra y Eve se dedicaron a curar las heridas de las guerreras y yo cure las de Sayfa, esas mujeres se habían ganado nuestro respeto, vaya forma de luchar. Sayfa agarro mi mano para no soltarla más, sabía que lo que pasaría a continuación sería muy duro para mí. El combate de Elminster y Silf no seria como los que habíamos librado nosotros, ellos desatarían todo su poder y el que más poder tendría sería el vencedor.
Silf empezó a brillar con tal intensidad que la noche se iluminó como si el sol hubiera vuelto a salir, Elmisnter hizo lo propio oscureciéndolo todo a su alrededor. El suelo empezó a temblar como si de un terremoto se tratara, sentía mucho miedo, no por mí sino por mi querida Silf. Cuando los dos estuvieron preparados, hicieron colisionar sus poderes. Por un momento estaban empatados, vi como el cuerpo de Silf se estaba desquebrajando.
Estaba viendo como Silf moría, a Elminster le estaba pasando lo mismo. De repente Elminster empezó a ganar terreno sobre Silf, esta acuso el golpe y empezó a sangrar por la nariz, boca y oídos. Yo golpeaba la barrera con todas mis fuerzas, no me iba a quedar de brazos cruzados, entonces Silf le dio su última orden a Sayfa.
• ¡No dejes que salga de tu barrera, bajo ningún concepto!
Elminster empezó a reír viéndose ganador, entonces el árbol de la sabiduría se iluminó y Silf desato todo su poder, la luz que lanzo contra Elminster arrasó con su cuerpo, Silf al hacer esto pago un alto precio, no le quedaba mucho, saco una pequeña ánfora y sello en él, el poder oscuro de Elminster. Descendió hasta donde estaba yo y me acaricio la cara mientras su cuerpo desaparecía, lo último que hizo antes de desaparecer fue secar mis lágrimas con una gran sonrisa.
El cuerpo físico de Silf desapareció, pero su energía no se disipó. Esta nos envolvió a Eve, Casandra, Sayfa y a mí, entonces su voz se volvió a escuchar por última vez.
“Shayera a ti te he elegido para que seas mi madre, ambas cumpliremos nuestro anhelo, tu ser mi madre y yo tu hija, cuando nazca llevaré tus genes y los de Sayfa. No podía elegir mejores madres, seré un híbrido entre licántropo y hechicera.
Eve, Casandra, mis protectoras, vosotras traeréis una niña a este mundo. Esa niña será mi hermana y la protectora del ánfora donde está el poder de Elminster, será una dhampir, un híbrido entre vampiro y humano. Sé que las vampiresas al dar a luz mueren, por eso he hecho que sea Casandra la que de a luz.
Ya no me queda más tiempo, esto no es un adiós, sino un hasta pronto”
Todas lloramos cuando esa luz llena de calidez que nos envolvía se desvaneció, entonces Casandra y yo llevamos cuestas manos a nuestros estómagos. Vida crecía en ellos, yo besé a Sayfa y Casandra a Eve, un nuevo reto se nos presentaba educar a dos niñas que serán más poderosas que nosotras.
EPILOGO
Eve, Casandra y yo nos quedamos a vivir en el poblado, ya han pasado unos cuantos años, nuestras niñas nacieron y ya tienen cuatro años. Mi hija Silf ha heredado el precioso cabello de Sayfa y mis ojos rojos que hacen juego con su cabello, será más guapa que sus madres y tiene un carácter de mil demonios. La verdad que soy muy feliz al poder criar a Silf al lado del amor de mi vida Sayfa.
Eve y Casandra tuvieron una niña preciosa, le pusieron el nombre de Erika. Es increíblemente hermosa como sus madres, la conexión con Silf se dio desde el primer momento y se llevan como uña y carne.
Las dos niñas tienen al pobre Garm como mascota y lo dejan agotado todos los días, la verdad que él esta feliz jugando con las dos y para nosotras es un alivio, sabemos que en el futuro se podrán enfrentar a cualquier peligro, pero ahora teniendo a Garm y a nosotras sabemos que siempre están a salvo.
Con los vampiros y licántropos supervivientes hicimos una alianza, nos apoyaríamos y protegeríamos unos a otros, las dos parejas que protegí tuvieron sendos hijos y nos vienen a visitar a menudo, las niñas se llevan bien con sus hijos y toda la ayuda será bien recibida para custodiar esa ánfora llena de poder oscuro para que no vuelva a oscurecer el mundo nunca más.
Esta historia termina aquí, ya veremos que nos depara el futuro.
FIN.