Sangre de mi sangre 8
Hernestoenfrenta una nueva experiencia con la ausencia de su madre, y se da cuenta que puede encontrar en casa lo que busco fuera de ella.
SANGRE DE MI SANGRE 8
Cuando mi madre no está alguien me vigila
Fernando. Al día siguiente mi Luis me pregunto qué fue lo que paso con mi tía Carmen, le conté lo sucedido y el me pidió que me alejara de los problemas, pero no me sentía bien sin decirle lo que paso antes de que llegara mi tía, así que le conté lo del trio, al principio Luis se quedó sorprendido pero no por mi o por Ernesto, fue por mi tío camilo después de eso nos reímos y me dio un par de bromas, haciendo preguntas como que cual culo estaba mejor, cual me había gustado más, si mi tío camilo se mueve bien, etc.
Pequeña historia de Ernesto
Después de que mi padre nos encontró a mi hermano camilo y a mí en plena faena de sexo, yo sentía que alguien me veía cuando dormía en los días que mi madre salía de casa, suelo dormir desnudo, esto a petición de Camilo que me decía que durmiera desnudo así cuando me visitara estuviera listo, así que me acostumbré a dormir desnudo ya que mis padres me dan completa privacidad, me di cuenta hasta que cumplí mis 19 años quien era que me vigilaba.
Para ese entonces mi padre tenía 55 años, un hombre te piel morena, alto, espalda ancha, nada de vello corporal, no es gordo ni delgado, ya no tiene pelo en su cabeza y lo poco que tiene se lo rapa, desde que recuerdo he sido muy cariñoso con mis padres, cuando llego los abrazo y beso y continuamente me duermo en las piernas de mi padre, pero del día que me encontró con Camilo mi padre fue más cariñoso conmigo, un día llegue a casa algo cansado y mi padre me dio un masaje, pero sus manos bajaban más de lo normal, no le di importancia, pero todo cambio.
El primer día que me di cuenta que me espiaban mientras dormía fue cuando mi madre se fue la casa de mi hermana a cuidarla de su recién nacido, mi madre Duero vario días con ella, y en casa nos quedamos solos mi padre y yo, ese día llegue a casa y me recosté a un lado de mi padre, puse mi cabeza en su pierna y mi padre empezó a acariciar mi pelo hasta que me quede dormido, pero ya cuando estas entrando en el sueño profundo sentí como mi padre acariciaba mi espalda, nada raro pues lo hacía desde siempre, lo que si fue raro que su mano en cada caricia bajaba más hasta llegar a mis nalgas, sus caricias frenaban un poco cuando era en mis nalgas, en fin me quede dormido pero cuando sentí que las caricias fueron un poco más fuertes desperté.
Fuertes me refiero a que sentía que me apretaban mi nalga con ganas, mi padre dejo su mano sobre mi cintura y me dio un beso en la frete, y continuo acariciando mi pelo yo me quede un rato recostado sobre su pierna, a partir de ese día salía de la ducha solo en ropa interior y me abrasaba a mi padre y lo acariciaba continuamente jugaba con mi padre, el me abrasa y yo intento zafarme de sus brazos pero siempre me abrasaba de frete, y en una de esas ocasiones me di la vuelta quedando de espaldas y tratando de zafarme, mi padre se reía pero bajo su ropa algo crecía y lo sentía duro, mi mente se disparó y logre zafarme.
Días después mientras dormía en mi habitación al, despertar vi a mi padre parado y me dio la escusa que me había escuchado gritar y entro para ver que estuviera bien, en otra ocasión también dormía y sentía que me estaban tocando mi cuerpo y sentía que algo se deslizaba en mi culo, decidí quedarme “dormido” y segur sintiendo ese placer, los días pasaron y con mi madre en casa, luego mi hermano Luis no volví a sentir nada de eso, fue hasta el día que hice trio con mi sobrino Fer y Camilo, llegue a casa y mi padre me estaba esperando en la sala.
Ernesto. Papá ¿qué haces despierto? – me sorprendí ver a mi padre despierto en la sala, pensé que estaría enfermo o mi mamá.
Evaristo. Fui a llevar a tu madre con tu hermana y voy llegando te vi que venias decidí esperarte, para ver si quieres cenar. – estaba por cerrar la puerta cuando vi que venía mi hijo y lo esperé.
Ernesto. No papá, pero si tú tienes abre te acompaño a cenar algún lugar. – a mi madre le gusta mucho estar con mi herma y seguido se va con ella sin motivo alguno, dejándonos solos a mi padre y a mí.
Esa noche me fui a dormir y una vez más sentía que alguien me observaba mientras dormía, pero no tenía el valor de voltear a ver ya que como he dicho soy algo miedoso y siempre pensé que aquello que me vigilaba era algo de otro mundo, pero no era así, lo o quien me vigilaba es de este mundo, me di cuenta pues al día siguiente después de ver un rato teve acosado en las piernas de mi padre, me despedí y me fui a “dormir” suelo tocar la cama y quedar dormido profundamente pero esta vez, no me dormí para nada estuve pensando en cosas para que no me ganara el sueño, después de un buen rato escuche la puerta abrirse y me quede inmóvil aparentando que dormía, una sombra que crecía se acercó hasta el borde de mi cama sentí algo de miedo, pero estaba decidido a averiguar que pasa cundo mi madre no está en casa.
Moví un poco la cabeza para ver que era, pero sin abrir los ojos, de repente medio abrí uno de mis ojos y vi a mi padre Evaristo que me observaba y se tocaba la verga por debajo de su ropa interior, seguí fingiendo y me quede sin moverme para nada, de repente sentí como mi pare acariciaba mis nalgas con sus gruesas manos, no lo podía creer, me puse nervioso tenso, una revolución mi papito me estaba tocando ¿qué podía hacer? Deje a mi padre que me acariciara mis nalgas y por suerte mi revolución de pensamientos no dejo que me pusiera cerdo de caliente, después de un rato me quede dormido y mi padre salió, pero de eso no me di cuenta a la hora que salió.
Al día siguiente no me concentraba en nada más que en mi padre tocándome y no sabía que hacer o a quien contarle para que me aconsejara. Pensé en varias personas, pero al final pensé en Luis, comentarle antes de hacer una estupidez, cuando fui a contarle a Luis, este se empezó a reír, pero mi hermano siempre se ríe de todo hasta de nervio o miedo es como mi madre, tienen un carácter duro infranqueable nunca los he visto llorar o ponerse tristes.
Luis. Valla, valla con mi padre, me has dejado sin palabras Ernesto, en este caso lo más importante es tu opinión, que piensas tú de esto, es normal o no en nuestro padre.
Ernesto. Es lo que no se Luis mi papá siempre me ha tratado con cariño pero de un tiempo para delante a cambiado sus cariños son diferentes.
Luis. Pues vato esto sí que esta cabron, yo te diría que hables con él o en el momento que mi padre te hace eso, exponlo, que sepa que te diste cuenta, así lo enfrentaras y sabrás que es lo que busca, al tratarte de esa forma.
Ernesto. Si esa fuera una buena forma y ¿si me le insinuó?
Luis. Pero si te le insinúas tendrás que hacer frente a lo que venga, no lo vas a dejar con la verga parada, por ello te preguntaba que opinabas de esto, pero tú sabes si lo enfrentas y siguen con este jueguito.
Ese día me marche a casa y decidí hacer caso a mis pensamientos, llegue a casa y salude a mi padre, y le dije papi quiero sentarme en tus piernas como cuando era niño, mi padre se acomodó y palmeo su pierna para que me sentarse recorrido más para delante y yo fui a sentarme en sus piernas, pero me acomode dejando mis nalgas cerca de su verga y me acurruque a mi padre, el empezó a mover sus piernas y yo sentía como su verga crecía bajo su ropa, me fui a dormir y espere a que mi padre me diera mi masaje nocturno fingiendo estar dormido, después de que salió de mi habitación me masturbe pensando en cómo es el pene de mi padre.
Después de eso el fin de semana me puse muy ebrio tanto que Luis me llevo a casa, cuando entre a mi habitación me desnude y quede con medio cuerpo en la cama medio cuerpo colgando de ella con mis nalgas apuntando al techo, quería que se me pasara pero me empecé a quedar dormido, de repente empecé a sentir cosquilleo en mi culo poco a poco fue recuperando mis sentidos pero aun sin moverme, cuando estaba consiente mi padre se estaba masturbando con mis nalgas, mi padre se dio cuenta se separó de mi avergonzado tome su verga con mi mano y la lleve a mi boca, se la mame un poco y mi padre me lleno de leche la boca la trague y me recosté en la cama mi padre salió toda prisa sin decir nada.
Al día siguiente cuando regresé a casa mi padre estaba esperándome y me pidió disculpas yo le dije que no recordaba mucho pero que fue efecto del alcohol, de repente parecíamos dos extraños cada uno a los extremos como si no nos quisiéramos o fuéramos desconocidos, tanto mi padre como yo no nos atrevíamos a hablar de lo ocurrido o cualquier tema, a ambos nos faltaba el valor de hacerlo, al ver como estaban las cosas me fui a dormir sin decirle nada a mi padre.
No me despedí de él, menos darle el beso de las buenas noches, entre a mi habitación y al pensar en lo del día anterior me empecé a empalmar así que chupe mis dedos y los metía en mi culo remontando las escenas del día anterior con mi padre, metí do dedos después tres y no me limite en gemir lo hacía sin temor a ser escuchado por mi padre, mis tres dedos entraban con facilidad, pero la calentura y la culpa no me dejaban, me vestí solo con mi ropa interior y fui a ver a mi padre a su habitación,
Ernesto. Papi ya te dormiste, puedo entrar, me siento mal por no haberte dado las buenas noches. – pensé que mi padre no me respondería ni me haría caso.
Evaristo. Aún estoy muy despierto pasa hijo quiero darte las buenas noches también. – el deseo de tener a mi hijo era grande y crecía más cuando dolores no estaba en casa es por ello por lo que lo vigilaba mientras dormía y me masturbaba, esa noche al escuchar a mi hijo que se masturbaba me empecé a masturbar yo también, tenía mi verga bien parada y con ganas de acción y no se lo ocultaría a mi hijo, le pedí que pasara,
Al entrar a la habitación de mi padre lo vi con esa verga erecta no menos de 18 cm quizás unos 19 gruesa llena de venas morena un glande brillante moreno, me acerque a mi padre y le agarre la verga él se quedó callado y no hizo nada para detenerme, la metí a mi boca la deleitaba y poco apoco la metía en mi boca la deje llena de saliva, me monte sobre mi padre apunte su verga a mi culo me la empecé a clavar, mi padre se mordía los labios y pujaba mientas empujaba su verga contra mi culo hasta que se me metió por completo, suspire y le dije a mi padre, buenas noches papi, el me respondió buenas noches mi hermoso bebe.
me tomo de la cabeza se acercó a mí y me dio un beso en los labios luego le respondí nos besábamos y yo con la verga de mi padre clavada en el culo, luego mi padre se empezó a mover despacio entrando y saliendo de mi culo, después de un rato me puso en cuatro patas sobre la cama, escupió su verga y me la vuelve a meter, me toma de las caderas y me empieza a dar fuertes envestidas yo gritaba de placer y me retorcía como loca gozando de la verga de mi padre, me retorcía y estremecía mientras mi padre me envestía, besando y mordiendo mi cuello y espalda con sus manos sobando mis pechos y pellizcando mis pezones.
Mi padre gemía y respiraba grueso, su verga entraba y salía de mi culo a una velocidad que hacía que me retorciera de placer al sentir como entraba y salía de mí de repente mi padre paro un poco y me paso su ropa interior me dijo que estaba a punto de venirse, me pidió que me viniera yo también, me empecé a masturbar mientras mi padre me envestía más rápido y no dejaba de retorcer mis pezones.
De repente empecé a tensionarme u gemir fuerte por todo lo que mi padre me hacía, mis músculos se tensionaron todos inclusive los del culo, segundos después de que yo empecé a eyacular mi padre también lo hizo llenándome el culo de leche, mi padre se abrazó a mi pegando todo su cuerpo al mío y nos tumbamos sobre la cama, mi padre me besaba y acariciaba sin sacarme su verga durante un rato estuvimos así hasta que me quedé dormido, pero más tarde me despertó mi padre.
trataba de meterme de nuevo su verga mientras dormía, levanto mi pierna y me penetro una vez más dándome de nuevo su leche inundando mi culo y llenándome de besos y caricias, después de ese día la confianza con mi padre aumento muchísimo cuando estamos solos me besa y abraza y hasta en oportunidades que tenemos me da una buena metida de verga, pero aun así nos llegan momentos en que nos sentimos mal por mi madre que la estamos engañando y es lo que más nos pesa y duele tanto a mi padre y a mí.