Sangre de mi sangre 5

Camilo está dispuesto a todo y se acepta dándole a Ernesto la mejor de las demostraciones para que este vuelva a estar con el es el inicio de una nueva aventura entre estos hermanos.

SANGRE DE MI SANGRE 5

El cambio de Camilo.

Ernesto

Esa noche al entrar al departamento, Tomas me abrazo por detrás y empezó a quitar mis prendas, mientras el seguía vestido, me di la vuelta para darle besos y empezar a desvestirlo, pero solo me dejo que lo besara y después de que me dejo desnudo, me tumbo en la cama boca abajo y empezó a mamarme el culo, morder mis nalgas y meterme los dedos, yo estaba extasiado muy excitado y le pedí que parara, pues de seguir así pronto me vendría.

  • Tomas. No te reprimas, déjate llevar ahora me toca darte placer a ti, solo disfruta de esto. – quería que su estancia en el departamento fuera inolvidable.

Ernesto. Me relaje y me deje llevar por las caricias, besos y mamadas de culo que me estaba dando Tomas, Tomas me mamaba el culo mordía mis nalgas, de repente saco su verga y la tallaba entre mis nalgas sin meterla, estuvo un rato así y de repente solo se dedicó a darme placer con su boca en mi culo, con una de sus manos jalo mi verga Asia tras, alternaba mamadas de culo y de verga, yo estaba que no cabía de placer y de repente dejo mí verga y solo se dedicó al culo, empecé a gemir de placer ayy ummm que rico oh ah haaa suspiraba y de repente solté chorros de leche sobre las sábanas.

Luego se empezó a masturbar dejando su leche en mi boca para después besarnos, un beso largo y con leche, se desnudó y nos quedamos dormidos, al día siguiente, una vez más me dio placer completo, una nueva experiencia que no había conocido antes, después de eso me llevo a casa.

Luis

Me cambie a vivir a mi nueva casa que ya tenía todo lo necesario para vivir en ella, a los pocos días Fernando se mudó a mi casa le deje una de las habitaciones con baño, pues la casa tenía tres habitaciones con baño y otras tres sin baño, los días pasaron, continuamente veía a mis hermanos en el bar, o de vez en cuando en la casa de mis padres, pero a Camilo ya días que no lo veía en la casa de mis padres, solo lo veía de vez en cuando en el bar, al igual que a mi hijo Miguel que seguido estaba en el bar con sus “amigos y amigas” el sábado temprano llego camilo al bar pero tenía días que lo notaba triste.

  • Luis. ¿Qué te pasa ya días que te veo medio raro, decaído? – de repente mi hermano tiene unos días medio raro.

  • Camilo. Pues ya vez vale problemas en casa mi esposa, una de ella y otra es Ernesto que no me contesta desde hace días y no he podido verlo, él era mi válvula de escape. – desde siempre he tenido broncas con mi mujer por sus celos, pero me desquitaba con Ernesto.

  • Luis. Es por lo que Ernesto se está alejando de ti, solo lo usas vato. – en esa relación no había cariño solo uno de ellos disfruta y ese no es Ernesto.

  • Camilo. Cuando venga dile que me gustaría hablar con él. Dile que me hace falta y que lo quiero ver. – sentía la necesidad de hablar con mi hermano pues lo sentía distante y ya tenía días sin verlo.

  • Luis. Está bien le daré tu recado, me dijo que vendría hoy, me llamo para reservar una mesa, hablo con él y te aviso después.

Luis. Mi hermano se marchó del bar, cuando empezaron a llegar los clientes, esa noche era noche de banda así que el lugar estaría lleno, ese día mi hijo miguel llego con un grupo de “amigos” se fue a la mesa del fondo como cada que viene al bar, así estuvieron llegando los clientes, también llego mi hermano Ernesto con un grupo de amigos, se acercó a saludarme y en ese momento le dije que cuando pudiera pasara a hablar conmigo, después que la banda termino poco a poco el bar se empezó a quedar más solo, vi que mi hermano venia para hablar conmigo, me encamine y lo lleve a la oficina, al entrar empezó a acariciar mi cuerpo como ya de costumbre lo hace, pero sin llegar a nada, ya lo hace como broma aunque a veces se pasa de bromista y me agarra la verga.

  • Ernesto. ¿Qué paso Luis, quieres que hablemos o estas caliente? Yo te puedo ayudar a bajarla. – al entrar a la oficina me fui a tocar a mi hermano que ya ni se resiste a que lo toqué, pero solo me deja hacerle eso.

  • Luis. Cabron no desperdicias una oportunidad, pero no hoy no ando caliente, pero si cansado, oye hoy vino Camilo y me dice que quiere hablar contigo. – al mencionar el nombre de Camilo mi hermano se quedó serio y dejo de tocarme.

  • Ernesto. Valla que sabes cómo amargar la noche. – me sentía cada vez más convencido de alejarme de Camilo, pues el solo me mete la verga, pero yo lo hacía por compromiso, más no por placer.

  • Luis. ¿Qué paso entre ustedes, porque te alejaste de Camilo? - Al ver mi hermano, sabía que el ya no deseaba tener nada con Camilo.

  • Ernesto. Veras Luis, Camilo me toma como un objeto no siento placer, he descubierto que el sexo se tiene que disfrutar de ambas partes, no solo de una, entre camilo y yo, solo me meta la verga en la boca y el culo hasta que se viene, pero yo no termino, no hay caricias, menos besos, no hay pasión, caricias algo de amor, es solo meter la verga en un costal de papas y yo no quiero seguir con ese juego, que me use como una funda en la cual desahogue sus ganas, no quiero verlo menos hablar con él. - No tenía ganas de ver a Camilo

  • Luis. Deja que hable con Camilo y después que él hable contigo, así le puedes decir que no quieres nada con él, para que te deje de buscar de una buena vez, si tu continúas evitándolo el seguirá insistiendo, así que más vale que le hables claro.

  • Ernesto. Está bien aceptare, pero tienes que estar tu con nosotros, no quiero que se ponga agresivo y me golpee, pero antes hablas tú con él para que se dé una idea de lo que le voy a decir, a y cuida al puerquito que está tomando mucho. – el puerquito así me refiero a mi sobrino Miki aun que nos llevamos bien siempre le digo así, pero a mi hermano no le gusta que le diga así.

Luis. Salimos de la oficina, pero antes de salir mi hermano me agarro la verga, que ya la tenía dura y me dijo; ¿cuándo te la vuelvo a mamar? La tienes dura que no decías que no te gustan los jotos, así que le conteste, que no me gustan, pero si disfruto de sus mamadas me empecé a reír y le di unas palmadas en el hombro, salimos riéndonos de la oficina, yo regrese a lo mío y Ernesto con sus amigos.

Después de un rato se empezaron a marchar los clientes y yo me encerré en la oficina, estaba sacando algunas cuentas y viendo lo de las ventas pagos etc. Cuando entro Ernesto a despedirse y de paso agasajarme, se colocó atrás de mí y empezó a sobar mi pecho y cabeza, deslizaba sus manos desde mi pecho hasta mi verga que se ponía dura, yo lo deje que continuara con sus caricias, en lo que terminaba de hacer unas cuentas y el desde atrás me apoyaba con las cuentas o algún error que tuviera, pero sin dejar de acariciarme, ya cuando termine esas cuentas le agarre las nalgas a Ernesto haciendo mis manos hacia atrás.

  • Ernesto. Luis el puerquito está tomando mucho yo me voy para que estes al pendiente de él. Seguí agasajando a mi hermano y el aun con sus manos en mis nalgas.

  • Luis. Si está bien estaré al pendiente de él, ya no le digas así, oye Ernesto porque no te casas con miguel quizás tiene la verga igual a la mía. – me empecé a reír y en eso mi hermano se sentó sobre mis piernas, como suele hacerlo.

  • Ernesto. Estás loco no es mi tipo además buscamos lo mismo, Luis, tienes la verga dura si quieres te la bajo a mamadas y sentones. – sé que no aceptaría, pero me sorprendió con su respuesta.

  • Luis. Si estoy excitado, pero sería la misma situación que vives con camilo, no habría caricias ni nada de eso, te dejo que me toques y todo eso, pero ya en algo sexual seria lo mismo, usarte y es lo que no quiero, mereces más que solo ser tratado de esa forma. – acaricie la cara de mi hermano y sus pechos pegándole mi verga a su trasero.

Después de eso mi hermano se despidió de mí, dándome un último agarrón a mi verga y se mordió los labios, yo solo moví mi cabeza de un lado a otro y me empecé a reír, mi hermano se fue y yo continue con mis asuntos, después de un rato entro uno de los trabajadores y me dijo que miguel estaba dormido en la mesa, que lo dejaron sus “amigos” ahí, tirado, también me dijo que posiblemente se había orinado en los pantalones, que trato de levantarlo, pero no quiso levantarse.

  • Luis. Gracias Joel, voy a ver qué le pasa. – Sali en dirección a la mesa donde estaba mi hijo y al llegar le hable, estaba llorando y solo me respondió.

  • Miguel. Me da vergüenza que me veas así, me vas a odiar y tampoco me quiero ir, si llego a casa así mi madre me mata.

  • Luis. Anda gordo, no tengas vergüenza ven vamos a la oficina, no te voy a odiar, ven cabron vamos a la oficina. – cuando levantó su cabeza vi su cara llena de maquillaje todo corrido por sus lágrimas me dio un poco de risa y coraje por la humillación que le hicieron sus “amigos” lo ayude a ponerse de pie lo lleve a la oficina

  • Miguel. ¿Ya vez como me han dejado? ¿me odias Papá?

  • Luis. No te odio, ya vi que te dejaron como payaso, mañana en la tarde vienes para ver esto que te ha pasado. – mi hijo agacho la cabeza y se puso a llorar, me reía, pero sentí coraje con esos cabrones, por como lo trataron.

Luis. le llame a Joel le pedí que me fuera a la farmacia a traerme lo necesario para limpiarle la cara y un café cargado para bajarle su peda que traía, le limpie la cara y cuando estuvo mejor lo lleve a su casa, al día siguiente, cite a Camilo en mi casa y también a Ernesto, pero le pedí a Ernesto que llegara un poco más tarde para hablar con Camilo antes, ya a las 10 de la mañana llego Camilo a mi casa, empezamos a hablar.

  • Luis. Vato hable con Ernesto y me ha contado que se quiere alejar de ti, ya que el no siente atracción por ti y se cansó de que lo trates como un objeto, cabron toma en cuenta a tu familia y trabajo, tratas a Ernesto como si fuera un objeto, él también quiere sentirse deseado y amado y si tú no puedes darle eso, pues será mejor que lo dejes en paz y busques en que desquitar tus enojos tus traumas, Ernesto quiere caricias, besos, abrazo, etc. Y si tu no se lo puedes dar deja que otro se los de. – mi hermano me escuchaba atento a lo que le decía.

  • Camilo. Vato la neta me hace falta Ernesto, no sé entiendo que me pasa, pero con estos días que me ha retirado lo empecé a apreciar más, cabron tengo miedo ser gay, extraño mucho estar con él, me da miedo por mi familia y trabajo, pero me hace falta. – estaba dispuesto a ceder a todo lo que me pidiera Ernesto, pero no era capaz de decírselo a Luis.

Camilo

después de hablar un rato Luis y yo, llego Ernesto y nos saludó, Luis se fue a la cocina nos dejó solos a mí y a Ernesto en la sala no sabía que decirle o como inicia la conversación solo le dije perdóname, Ernesto.

  • Ernesto. Que te voy a perdonar Camilo ¿eso es lo que me querías decir? – por primera vez veía a Camilo sin ningún sentimiento ni deseo sexual. Pero él se veía diferente, su temple de macho estaba apagado.

  • Camilo. Me da vergüenza hablar claro y lo que si es que te he extrañado mucho. – me daba vergüenza abrirme ya que Luis estaba ahí en la casa y no me sentía con la libertad de hablar claro.

  • Ernesto. ¿Por qué te da vergüenza? Solo extrañaste como sesear tus necesidades, pero a mí no, solo mi culo y boca extrañaste, pero no a mi persona ¿es a lo que te refieres? – estaba enojado y me sentía empoderado al ver lo sumiso que estaba Camilo.

  • Luis. Los dejare solos yo iré a casa de mi padre así podrán hablar tranquilos, Fernando tampoco esta así que pueden hablar con libertad y aclarar sus cosas. – me Sali para que ellos pudieran hablar.

  • Camilo, dame la oportunidad de demostrarte que te he extrañado y la falta que le has hecho. - Estaba dispuesto a todo por recuperarlo.

  • Ernesto. ¿Como me lo demostraras he? Me meterás la verga y listo ya todo arreglado. - me quede quieto sentado en el sofá con los brazos cruzados y viendo a Camilo.

Camilo. Me acerque a mi hermano acaricie su cara, Ernesto se puso rígido, continue acariciando su cara, luego acerque mi cara a la suya empecé a besarle el cuello, acariciarlo su pecho quite su camisa y baje besándolo por todo su pecho y abdomen, cuando llegue a su entre pierna desabroche su pantalón, fui besando su verga medio parada por encima del bóxer, Ernesto agarro mi cabeza queriendo separarme de su verga pero yo insistí en continuar, después volví a subir y lo bese en los labios que aún estaban cerrados, no desistí continúe besándolo hasta que el correspondió mis besos, con mi mano avaricie su verga sin dejar de besarlo.

Lo abrase y continue besándolo apasionadamente , después baje a su entre pierna y le saque la verga, se la empecé a mamar, Ernesto me agarro de la cabeza y estaba disfrutando de la mamada que le estaba haciendo, luego me tomo de la barbilla se agacho para besarme y empezó a quitarme mi ropa, nos desnudamos, seguíamos besándonos y acariciando nuestros cuerpos, volví a bajar para mamarle de nuevo la verga, estaba ahí de rodillas comiéndole la verga a Ernesto, después me paro y él me quiso mamar la verga pero no lo deje le di la vuelta le empecé a mamar el culo, entre mamada y mamada le fui metiendo un dedo después dos y luego tres dedos, poniéndolo a tope Ernesto gemía de placer y estaba feliz al igual que yo.

  • Camilo. ¿Te gusta lo que te estoy haciendo mi amor? Pídeme lo que quieras amor. – estaba lleno de placer lujuria y deseo.

  • Ernesto. Quiero meterte la verga. – solo lo dije para ver de lo que era capaz de hacer mi hermano, Camilo es un poco más bajito que Luis, de espalda ancha y con algo de vello corporal tiene una verga de 17 cm, casi igual a la mía, pero la de él es un poco más gruesa con varias venas, piel morena, enormes piernas brazos fuertes, labios delgados ojos grandes, pelo corto y de barba y bigote, pero recortados siempre alineados,

  • Camilo. Hazlo, méteme la verga, quiero que este día tu sientas una parte del placer que siempre me has dado y a ti te negué sentir placer, hoy te quiero recompensar, vamos hazme tuyo.

Camilo. Ernesto me dio la vuelta bajo y se posó entre mis nalgas comenzó a mamarme el culo, poco a poco lo fue dilatando y metiendo uno a uno sus dedos, cuando estaba bastante dilatado le pedí a Ernesto que me le metiera la verga, Ernesto apunto su verga en mi culo y empujo suavemente, el dolor que sentía era fuerte pero fue despacio, la metió hasta que mi culo se acostumbró a su verga, lentamente se empezó a mover entrando y saliendo de mi culo, después de un rato Ernesto me pidió que le metiera la verga, me puse frente a él lo empecé a besar, mi culo estaba abierto, podía sentir como me lo había dejado pero era una sensación placentera.

Nos acostamos en el piso le mame el culo mientras el me mamaba la verga deje su culo bien lubricado y listo para penetrarlo, después lo puse boca arriba y le fui metiendo la verga hasta que le entro toda, lo empecé a besar, ahogando sus gemidos con mis labios empecé a moverme entrando y saliendo despacio, disfrutando del momento poco a poco con el deseo los movimientos aumentaron de velocidad y estaba por correrme.

  • Camilo. Ya voy a terminar ¿quieres terminar tu primero?

  • Ernesto. Córrete también yo me masturbare para terminar al mismo tiempo.

Ernesto. Me empecé a masturbar arqueaba mi espalda el placer que sentía el morbo y el cambio de Camilo me tenía ebrio de placer, Camilo me sujetaba de las caderas sin dejar de bombearme el culo, después de un rato yo empecé a eyacular sobre mi abdomen y también camilo dentro de mí, ambos suspiramos y gemíamos cansados y agitados, Camilo me sonrió y me beso, luego con su lengua recogió el semen de mi pecho y abdomen luego me beso compartiendo mi leche, Camilo suspiro me saco su verga y me mamo la mía, me volvió a besar y se recostó a mi lado, respiraba agitado me sonreía y acariciaba mi cara, recuperó el aliento y me dio un beso, me dijo;

  • Camilo. No podía decírtelo con palabras, así que espero que me entiendas. – no tenía el valor para decir palabras, pero si para demostrárselo con acciones.

  • Ernesto. pues no estoy seguro de haber entendido, quizás tendrás que demostrármelo una vez más. – yo me sentía feliz de esa demostración quería más, me quede feliz de estar así y como me lo demostró Camilo.

  • Camilo. Estoy dispuesto a explicártelo una o varias veces más. – por fin me sentía completo nada me hacía falta.

  • Ernesto. ¿Aun que te quiera volver a meter la verga? - Me gusto a ver sido activo y sin duda lo repetiría.

  • Camilo. Es parte de la explicación y cuando quieras te lo vuelvo a demostrar, de la misma forma o como tú quieras que se haga, yo encantado de hacerlo. – estábamos en el piso acariciándonos y besándonos cuando se abrió la puerta y ahí estaba Fernando viéndonos, Ernesto y yo en el piso desnudos, Fernando se quedó paralizado, solo dijo; tíos, perdón.