Sangre de mi sangre 4

Ernesto después de buscar una sección de sexo como las que acostumbraba tener tiene una experiencia que le cambia la perspectiva de tener sexo disfruta de un buen polvo con un tipo que no esperaba

SANGRE DE MI SANGRE 4

Ernesto descubre nuevas experiencias.

Ernesto

Me presente con Tomas un hombre de 37 años muy bien conservado abundante pelo barba y bigotes, los pelos de su pecho se asomaban por la abertura de su camisa, me quede un poco embobado viendo a ese hombre, aunque no es mi tipo, me llamo la atención, lo veía de pies a cabeza y me detenía en su entrepierna hasta que, la voz de Tomas me saco del trance de mí calentura.

  • Tomas. ¿usted es el dueño de los departamentos? te llamas Ernesto verdad? Soy malo para recordar los nombres. - Ese chico me veía atentamente pensé en divertirme un rato y quería saber sui solo era curiosidad o este tipo es gay.

  • Ernesto. No, yo solo le ayudo a Luis, él dueño del bar y de los departamentos. – me cacho cuando le veía la entrepierna y me quise distraer para no ser tan obvio, pero Tomas se empezó a agarrar su entre pierna cada vez con más descaro, no paraba de verle y ponerme más caliente.

  • Tomas. Está bien ¿morro no te quito tiempo, para que veas a tu novia? pues quiero tomarme mi tiempo para ver el departamento. -su voz, movimientos de manos y su mirada, delataban su homosexualidad. Si es así, yo saldría ganando y le daría mi verga por todos lados en ese departamento, andaba caliente y ese morro me lo quitaría, pensé que suerte la mía.

  • Ernesto. Ahí no como cree, no tengo novia ni nada, tengo bastante tiempo. – se le veía un buen bulto bajo sus pantalones, me destape con la esperanza de que me diera verga.

  • Tomas. Eso está bien, así podre robarte un poco tu tiempo y quizás pasarla bien. – mientras le respondía me masajee mi verga descaradamente, para que este viera como andaba de caliente y así fue.

  • Ernesto. me agrada eso de pasarla bien. aquí a la derecha están los departamentos. – andaba muy salido caliente y esa oportunidad no la dejaría pasar

Ernesto

Le di indicaciones por donde ir hasta que llegamos al departamento, el cuñado de mi hermano me hizo platica todo el camino, pero tenía una mirada algo rara, de esas miradas que te desnudan, llegamos al departamento entramos y le mostré cada una de las piezas del departamento, él veía detenidamente, pero cada que volteaba a verlo, Tomas se agarraba la entre pierna, me hacia el tonto, pues andaba caliente y podría estar imaginando algo que no es.

Cuando tomas se agarraba la entre pierna me observaba y sonreía amablemente, le enseñé la cocina, sala, el baño de la sala, la pequeña terraza, una habitación pequeña, después le dije que el departamento tenía su estufa, refrigerador y una cama en cada habitación.

  • Ernesto. Esta habitación es la más grande y tiene baño adentro. – abrí la puerta para que la pudiera ver, pero no dejaba de notar como Tomas se agarraba su entrepierna y sonreía

  • Tomas. Esta no está grande, pero si es cumplidora. – desde el primer momento note que a este chavo le van las vergas como a mí, los culos de hombre y aprovecharía esa oportunidad.

  • Ernesto. ¿Disculpa? – me hice el tonto, fingiendo no haber escuchado lo que me dijo

  • Tomas. A ti te gusta la verga, lo note desde que nos presentaron, lo que tengo aquí, no es grande, pero es cumplidora. – me agarre la verga por debajo de la ropa y el morro no despegaba la vista, se le notaba que quería verga.

  • Ernesto. La neta si y ando desesperado por una. – ver la oportunidad que tenía frente a mí no la desaprovecharía para nada.

  • Tomas. Pues arre cabron vamos a estrenar la habitación, también ando caliente ya días que no me hecho un culito de hombre y tengo mucha leche esperando salir. – baje mi ropa dejando mi verga al aire, así darle acceso total a mi verga.

Ernesto

Me acerqué a Tomas, lo primero que hice fue tocar su verga ya muy dura, una verga aproximadamente 14 cm o quizás un poco más, pero eso si una enorme cabeza y tronco grueso, me disponía a meterla a mi boca, pero Tomas me detuvo me tomo de la barbilla y me dijo; tranquilo morro quiero besar esa boca antes de meterle mi verga, nos besamos con lujuria, para ser honesto besa muy bien, además el sentir todos esos pelos de su barba y bigote eran un morbo enorme el besarle.

Nunca un hombre me había besado era mi primera vez besando a un hombre, así que me sentía feliz, después de un rato de estarnos besando me pidió que le mamara la verga, me puse frente a él, le empecé a mamar la verga, Tomas me decía cosas guarras pero bonitas, “que rico la mamas chiquillo, que boquita tan rica bebe, etc. Luego me puso en cuatro patas pensé que en ese momento me la metería, me sorprendí cuando sentí como su lengua empezó a jugar con mi culo, yo estaba loco disfrutando de las mamadas de culo que me daba, pero estaba a punto de venirme así que le pedí que parara.

  • Tomas. ¿Qué paso, no te gusta lo que te estoy haciendo? A mí me encanta mamar culos. – se notaba que este chavo no le han dado placer como es.

  • Ernesto. Si me gusta, pero harás que me venga y aun no quiero terminar. - Para mí era una nueva experiencia tanto los besos, como la mamada de culo, pues no estaba acostumbrado a ese tipo de caricias.

  • Tomas. Se nota que esto es nuevo para ti, que bueno que sea así, pues lo disfrutaras más, ¿traes condones? – ya estaba que me comía las ansias por meter mi verga en ese culo.

  • Ernesto. No. – quizás aquí terminaría mi suerte.

  • Tomas. Está bien espera un poco, voy por unos. -Sali a la camioneta y entre con mi maletín especial.

Ernesto. Tomas entro con un pequeño maletín negro lo abrió saco lubricante y varios condones, me pidió que le mamara la verga de nuevo, su glande es enorme y el tronco de su verga es grueso, la ventaja, que el tamaño no era muy grande así la podía meter toda a mi boca, después de un rato de mamársela me pidió que me agachara, me volvió a mamar el culo y me empezó a meter los dedos, primero fue uno después dos y al final tres dedos.

Se coloco el condón y espacio lubricante en su verga y en mi culo, metiendo de nuevo sus dedos, yo estaba en el cielo del sexo, pedía que me la metiera de una buena vez, abrió mis piernas y con una de sus manos separo mi nalga y con la otra apunto su glande en mi entrada, empujo un poco y sentí una punzada tremenda en mi entrada.

  • Ernesto. Au espera, está muy cabezona y me dolió un poco.

  • Tomas. Tranquilo deja pongo más lubricante, te dije, chiquita pero cumplidora, agáchate más vamos a intentarlo de nuevo.

Ernesto. Me agache lo más que pude y de nuevo repitió la acción esta ves sentí dolor, pero aguante un poco, cuando sentí como su glande se deslizaba a mi interior, suspire profundo y lo detuve con mi mano para que dejara de empujar, espere un poco y relaje mí culo, cuando Tomas volvió a empujar, aun había algo de ardor, su verga ya casi estaba por completo dentro de mí, después de unos segundo, volvió a empujar metiéndome por completo su verga, se agacho y empezó a besar mi espalda y cuello, poco a poco fue moviendo su cadera y en eso empecé a gemir entre dolor y placer.

Poco a poco sus movimientos fueron acelerando, hasta que la metía y sacaba casi por completo y el placer era inmenso, yo no dejaba de gemir, mis gemidos sonoros llenos de placer hacían que Tomas acelerara sus movimientos.

Me agarraba mi verga y me masturbaba mientras seguía moviéndose, dándome envestidas, no dejaba de decir; que rico culo tienes papi, te daré verga cuando quieras, la aprietas macizo, quiero romperte el culo, darte mi leche, etc. Luego me la saco me coloco boca arriba me la volvió a meter, una vez más empezó a darme duro y gracias a su altura me besaba y acariciaba mis pezones estirándolos y mordiéndolos, eso dejaría huella en mí, pero yo estaba entregado al placer de sentir esos besos caricia y esa verga dentro de mi cuerpo.

después de varios minutos así, tomas me saco su verga y levanto mis pies me dejo apoyado solo con mi espalda, como si estuviera parado de manos, el de pie atrás de mi con mis piernas en sus hombros, apunto su verga y me la metió, el de pie un poco inclinado metiéndome su verga desde arriba, me sujeto mis rodillas y me empezó a dar en esa posición, después de un rato mi semen broto sin tocarme, comencé a eyacular por el masaje que su verga estaba dando a mi próstata, Tomas acelero las envestidas y de repente su cuerpo se sacude y me clava su verga por completo sabía que estaba terminando.

me saco la verga y el condón quedo atorado en mi culo, me dio algo de vergüenza y fui al baño a retirármelo, me vestí y salí a ver a Tomas que también estaba vestido, cuando me vio lo primero que hizo fue acercarse a mí, me abrazo y me empezó a besar, luego me dijo al oído “ha sido fantástico que rico culo tienes” me dijo que fuéramos al bar para firmar el contrato, pues le agrado el departamento.

Luis.

Mientras mi hermano le mostraba el departamento a Tomas yo estuve al tanto del bar y hablando con mi hijo Fernando, ese día estaba el bar algo abarrotado y tenía que andar de un lado a otro, cada que podía platicaba con mi hijo Fernando.

  • Luis. Que paso por que esa cara, te ves triste. – veía como Fernando ponía su cara de tristeza.

  • Fernando. Pues que ya no aguanto más estar en la casa de mi madre, hoy llegue de trabajar y no me dejo nada de comida, solo había frijoles, ellos ya se habían comido todo, mi madre me dejo sin comer, mis dos hermanos y mi padrastro no trabajan, se la pasan comiendo todo el día y yo llego cansado, con hambre y nada de comida, me moleste mucho y mi padrastro me dijo, que, si no estaba a gusto que me fuera de la casa, nomás que pueda, me largo de ahí,

  • Luis. Compa yo ya me voy a mudar a la nueva casa y si gustas irte a vivir ahí eres bienvenido. – ya desde hace tiempo pensé en proponérselo ya que me ha contado que no la pasa bien con su familia.

  • Fernando. En serio compa, yo estaría feliz de independizarme. – si mi padre lo decía en serio le tomaría la palabra.

  • Luis. Es en serio Fernando, si gustas cambiarte ya sabes el día que gustes, la casa es grande tendrías privacidad, y tú sabes si te vienes o no. – se veía feliz cuando le conté a mi hijo lo de venirse a vivir a mi casa.

  • Fernando. Pues si me das chance en la semana me cambio a vivir a tu casa y compartimos gastos.

  • Luis. Solo lo de la comida, vemos como nos arreglamos y de lo demás yo me encargo. – estando Fernando no me sentiré solo en casa y de paso él está más tranquilo.

Estábamos platicando aun Fernando y yo cuando llego mi otro hijo Miguel y se puso a platicar con nosotros, empezamos a platicar en los ratos que podía con mis dos hijos, después de unos minutos llego mi hermano y Tomas al bar y pidieron una cerveza.

Ernesto

Llegamos al bar y fuimos a una mesa pedimos una cerveza cada uno, luego Tomas hablo con mi hermano y un rato después llego Luis le dio el contrato para que firmara, luego Luis nos invitó unas cervezas, que el mismo nos trajo, en las dos ocasiones que Luis se acercó a nosotros se colocó a mi lado pasando su mano por mi espalda y tallaba mi hombro con su mano.

  • Tomas. Nos tomamos otra cerveza y nos vamos, ya el departamento es “mío” ahora solo falta bajar mis cosas y el calor de dos cuerpos haciendo el amor esta noche, ¿Qué dices te animas a quedarte en a dormir conmigo? Así le podremos dar calor de hogar. – quería pasar la noche con ese chico tan rico y darle nuevamente por el culo una o dos veces más.

  • Ernesto. No lo sé, no estoy seguro si deba o no hacerlo, pero lo pensare y cuando lleguemos al departamento te digo. – me sentía atraído por las nuevas experiencias, aunque no por el señor pues solo me quito la comezón del culo y las ganas, pero no me atraía, lo pensaría bien mientras terminábamos la cerveza y regresábamos.

  • Tomas. Oye disculpa la indiscreción, pero vi como el dueño de los departamentos te tocaba el hombro ¿hay algo entre ustedes dos? – las dos ocasiones que se acercó lo tocaba con mucha confianza

  • Ernesto. No nada de eso, él es mi hermano Luis. – me dio riza y algo de nervio cuando me pregunto Tomas.

  • Tomas. Órale disculpa con razón te tocaba con tanta confianza, lo que pasa es que tu hermano Julián casi ni habla, no sabía que tenía más hermanos, pensé que solo conocía al dueño de los departamentos, ¿nos vamos? – llame al mesero pagué la cuenta y nos despedimos del dueño

Ernesto. Esa noche me quede en el departamento de Tomas y le avise a mi padre que no llegaría a casa y después bloque el número de mi hermano Camilo, ya que tenía un buen rato mandándome mensajes y un par de llamadas de él, perdidas, me sentía molesto con Camilo por cómo se había portado conmigo, en los últimos días me trataba como juguete sexual.