Sangre de mi sangre 3

Luis deja que Ernesto se de gusto y por fin tenga lo que tanto anhelaba

SANGRE DE MI SAMGRE 3

Luis se deja que se la mamen

Luis.

cuando regrese a mi tierra ya tenía todo listo, mi sueño de volver y tener de que vivir, era realidad, tenía el bar familias dos licorerías y los departamentos de renta, mi casa aun no estaba lista para vivir en ella, así que esos días me quede en la casa de mi padre y obviamente durmiendo en la misma habitación que Ernesto, después de que Camilo le metió la verga a Ernesto delante de mí, en la vez anterior que estuve en casa de mis padres, continuamente Ernesto me pedía que le mostrara mi verga, ese día que vi a mis hermanos juntos, Ernesto se dio cuenta de mi erección y Ernesto insistía continuamente en verme la verga, pero siempre me negaba a mostrársela.

A los días de haber llegado mi madre Dolores, organizo una cena en familia, e invito a toda la familia como era normal, incluyendo a mis dos hijos Fernando y Miguel, mi relación con Fernando era mejor, ya que cuando visitaba el bar e iba solo, platicábamos como amigos me contaba de su vida y yo de la mía, un día me confeso mi hijo que para él siempre fui su héroe y me admiraba, así también me fui relacionando con miguel, mi hijo miguel tiene algo de sobre peso y es objecto de burla entre sus amigos, eso me da lástima ver como lo tratan, volviendo a lo de la comida, después de comer mis hermanos y yo empezamos a tomar, después nos fuimos al bar, yo a trabajar y mis tres hermanos a seguir tomando.

Cuando cerré el bar, como era de esperarse mis dos hermanos Julián y Camilo se fueron a sus casas, mientras Ernesto y yo nos fuimos a la de mis padres, esa madrugada llegamos a casa y nuestros padres dormían, me tire en la cama pues andaba algo borracho y caliente, ya tenía varios días sin tener sexo, mi verga estaba erecta y se podía notar aun sobre mí ropa, Ernesto se acercó y me toco por encima de la ropa, yo me di el levantón al sentir la mano de mi hermano en mi verga.

  • Luis. ¿Qué te pasa Ernesto? No vuelvas a hacer eso. – me sorprendí y asusté al sentir la mano de mi hermano.

  • Ernesto. Vamos Luis se nota que estas caliente, yo te puedo ayudar a bajar la calentura. – desde aquel día deseaba tener algo con Luis, pero por más que se lo pedía el no aceptaba.

  • Luis. Ya duérmete y déjame dormir, Que nos escuchara mi padre. – me tumbe en la cama con las manos detrás de la cabeza boca arriba, deje a Ernesto aun lado de mi cama, cerré los ojos cuando sentí de nuevo las manos de mi hermano en mi verga, lo deje que me la agarrara por encima de la ropa.

  • Ernesto, ándale, Luis nada más poquito. - le seguía agarrando la verga a mi hermano, el no hacía nada por frenarme o quitar mis manos de su miembro, solo permaneció acostado con los ojos cerrados y con su verga parada.

  • Luis. Ya vato vete a dormir te van a escuchar nuestros padres. – sentí como Ernesto desabrocho mi pantalón y lo deje que continuara, en esos subió mi camisa descubriendo mi abdomen.

  • Ernesto. Luis una mamada y ya. – cuando subí la playera de mi hermano, su abdomen marcado, lampiño y delgado, estaba babeando de ver su cuerpo y el bulto que se mandaba.

  • Luis. Cállate y apaga la luz te va a escuchar mi padre y no quiero broncas, ya duérmete. – me sentía más caliente y deje que Ernesto hiciera lo que quisiera.

  • Ernesto. ¿Entonces que Luis me dejas que te la mame? – sabía que Luis no quería ceder, pero me dejaba que le tocara y no hizo nada cuando le desabroche el pantalón.

  • Luis. Te van a oír vato, cállate y sin tocar nada, solo a lo que vas. – no le dije que continuará, pero tampoco que parará, ya me tenía más caliente de lo que estaba, así lo dejé que el hiciera lo que tenía que hacer.

Ernesto.

Apague la luz y fu hasta donde estaba mi hermano y empecé a bajar su pantalón, Luis no metió las manos, solo me dio acceso a su verga y dejo que bajara un poco su ropa para dejar su verga libre, una verga enorme más grande que la de mi hermano Camilo. gruesa, con venas marcadas y su glande de buen tamaño, le lamí el glande y poco a poco la metí a mi boca le devoraba cm a cm, bajé

a sus dos testículos, pero antes de que los metiera a mi boca me dijo; solo la verga wey. así que me metí su verga a la boca la mame lento despacio la trague por completo, babeaba y lagrimeaba, tocia y tragaba mis babas revueltas con el líquido preseminal de Luis.

Después de un buen rato de estar mamando la verga de Luis aun no daba señas de venirse así que me ayude con la mano, lo masturbaba y se la mamaba de nuevo, pero mis quijadas estaban cansadas de mamar y yo quería su leche, estuve un rato más comiéndome la verga de mi hermano descansaba unos segundos y la volvía a meter a mi boca, de repente escuche a Luis.

  • Luis. ¿Ya te cansaste verdad? – duro un buen rato para venirme así que es obvio que se cansaría de mamármela.

  • Ernesto. Si un poco ¿Y si me la metes y te vienes dentro de mí? – quizás después de la mamada mi hermano me la quiera meter, pensé para mí, pero no resulto.

  • Luis. No chingues cabron, deja me la jalo si no me van a doler los huevos. – no desperdicia oportunidad, Ernesto, pero no le quería meter la verga por el culo, así que me negué.

  • Ernesto. Si me los hechas en la boca. – Luis estaba sentado en el borde de la cama masturbándose.

  • Luis. Pero sin tocar nada, ponte enfrente yo te digo cuando ya estén por salir. Ernesto se agacho frente a mi verga esperando mi leche.

Ernesto

Después de varios minutos de estarse masturbando por fin me dijo Luis que ya estaba a punto de venirse, pegue mi boca a su verga y me lleno la boca de su leche que fui tragando chorro a chorro, y después del último chorro le pregunte a Luis, que si quería se la mamaba para limpiársela, solo me respondió; ya vale ve a dormir, mañana nos vemos, tengo un chingo de sueño, me fui a dormir pero aun con el sabor de la leche de Luis y con una calentura tremenda, en la mañana mi madre nos dijo que fuéramos a desayunar, cuando Luis se despertó me le quede viendo y le pregunte.

  • Ernesto. Luis lo de anoche que… - antes de terminar mi pregunta, mi hermano me interrumpió.

  • Luis. Después vemos eso, vamos a desayunar al rato pasas por el bar, ahorita voy a recibir los muebles de mí casa que ya llegaron, te veo en el bar a las 5 pm. – no tenia deseos de hablar, no en ese momento y lugar, le di una palmada en el hombro a neto y le sonreí.

Luis

Después de acomodar todos los muebles en la nueva casa, me di un baño fui a casa de mis padres, preparé mis cosas pues planeaba mudarle al día siguiente y luego me fui a el bar, a las 5 pm llego mi hermano Ernesto, entro, pero al verlo tenía una cara reconocible me empecé a reír de mi hermano que se acercó a mí.

  • Luis. Traes cara de mujer insatisfecha, que paso por que esa cara. – me seguía burlando de mi hermano.

  • Ernesto. Pues así me dejaste anoche, solo dejaste que te la mamara y caliente. – tenia deseos de que me metieran la verga y la de mi hermano es grande y sabrosa, pero no quiso hacerlo, además le pedí a camilo que me la metiera, pero me mando a la verga, andaba desesperado por una verga.

Esa tarde tenía un cliente para rentarle un departamento, es el cuñado de mi hermano Julián pero ni mi madre, ni Julián o yo podríamos mostrárselo, así que le pedí a Ernesto que se lo mostrara, también le comente de lo que paso esa noche solo fue porque ambos andábamos calientes y le pedí que no lo anduviera comentando en público o recordándomelo, le heche mi mano al hombro y le di las gracias por ayudarme con lo del departamento, Ernesto espero al cliente en la oficina y de ahí lo llevaría a ver el departamento.

Esa tarde llego mi hijo Fernando se veía triste, nuestra relación estaba mejor que antes, me ha contado que en su casa vive un infierno a lado de su padrastro y su hermanastro mayor, me conto que en varias ocasiones ha comparado comida y no le dejan nada, también que le han quitado ropa y calzado nuevo, que él compra con lo que gana y aun así no le respetan, además, que su padre y madre lo tratan con mal carácter y ese día era uno de ellos, Fernando desde que empezamos a hablar, no me dice padre o nada de eso, siempre me ha llamado Luis o compa, yo a él igual, le hablo de Fernando o compa. A diferencia de mi hijo miguel él me dice papá y yo le digo gordo, pues así le dice Fernando, mi hijo Miguel tiene algo de sobre peso y por esa razón constante mente le hacen burla, mientras estábamos hablando Fernando y yo llego Tomas el cuñado de Julián, llamé a Ernesto que estaba esperándolo en mi oficina, después que Ernesto y Tomas se fueron yo seguí platicando con Fernando.