SANGRE DE MI SANGRE 18 final alternativo

Como la vida nos enseña a vivir y cada cambio en ella nos trae algo bueno si dejamos que las cosas fluyan nuestra vida será mejor en ocasiones de donde menos esperamos que se den las cosas es donde mejor se dan

SANGRE DE MI SANGRE 18

Final alternativo

Luis.

Cuando les conté a mis hijos sobre lo ocurrido entre mi padre y hermanos se empezaron a reír de todo lo ocurrido, al día siguiente al llegar a casa, entre a mi habitación y vi al gordo desnudo sobre la cama, mientras Fernando le mamaba el culo, pero Fernando aún estaba vestido, me sorprendí al verlos así en esa faceta, les sonreí y les pregunte que estaba pasando, Fernando me dijo que solo lo estaba preparando para mí, que era un regalo, el gordo llevaba varias semanas saliendo con un chico y habíamos dejado de tener sexo con él, Fernando y yo lo hacíamos de vez en cuando pero era poco, Fernando sonrió, y bajo de la cama, me desvistió y embarro mi verga de lubricante.

Me coloque atrás del gordo y le empecé a meter la verga lentamente, poco apoco hasta que se fue por completo, empecé a moverme lentamente, el gordo gemía y suspiraba, tome al gordo y lo empecé a besar y morder las orejas y cuello, luego le di la vuelta quedando de frente lo volví a ensartar, le di un poco más rápido entrando y saliendo de él, Fernando nos observaba atento, después de un rato levante al gordo dejándolo apoyado solo con su espalda, me puse de pie y le empecé a meter la verga desde arriba, le estuve dando por un buen rato y vi que Fernando ya estaba desnudo y metiéndose los dedos en el culo.

Me excitaba ver eso y tener al gordo así, el gordo gemía de placer pero parecía que gritaba de dolor, le estuve dando un buen rato y de repente el gordo sin tocase se empezó a correr sobre su abdomen, le saque la verga al gordo y me la empezó a mamar, luego Fernando me ofreció su culo que ya estaba dilatado, tome más lubricante y me acerque hasta Fernando que estaba sobre una silla con su culo expuesto, le metí mi verga despacio y luego que la tuvo adentro, me moví lento poco a poco hasta que Fernando se movía ensartándose el solo, después de un rato Fernando se montó sobre mí y se empezó a mover como si quisiera meterse hasta los huevos, lo puse de pie lo lleve hasta la pared y le levante una de sus piernas y se la volví a meter, lo envestía con más rapidez y Fernando gemía al igual que yo, el gordo se estaba masturbando en la cama.

Luego lleve a Fernando a la cama poniéndolo boca arriba y le metí una vez más la verga el gordo se colocó a gatas sobre Fernando y le empezó a mamar la verga y Fernando le mamaba la verga al gordo después de varios minutos el gordo eyaculo una vez más, pero esta vez en la boca de Fernando, en eso empecé a sentir la presión del culo de Fernando que estaba eyaculando en la boca del gordo, le saque la verga a Fernando y me empecé a masturbar frente a mis dos hijos que esperaban mi semen con sus bocas abiertas, después de varios segundos eyacule sobre las caras y bocas de mis hijos, estos se limpiaron sus caras de mi leche, Miguel limpio a Fernando con su lengua y Fernando limpio a miguel con la suya, se empezaron a besar y después de eso le di un beso a cada uno de mis hijos y me fui a dormir con ellos, cansado y deslechado.

Al día siguiente al estar solos Fernando y yo, le pregunte que es lo que estaba pasando, por qué el gordo acepto hacer el amor de nuevo con nosotros, ya que estábamos en mi oficina podíamos hablar con tranquilidad.

  • Fernando. fue regalo de despedida. – no sabía cómo contarle a mi padre que sus dos hijos ya habían encontrado el amor y queríamos formar nuestras propias familias.

  • Luis. Valla eso si me pone algo triste y feliz a la vez, tu convenciste al gordo de hacer esto. – me sentía triste, pero sabía que en algún momento pasaría, solo me queda darles mi apoyo y estar a su lado en esas decisiones.

  • Fernando. de hecho, fue el quien lo propuso, para despedirnos de ti, el gordo se juntará con el chico con el que anda, pero le da tristeza igual a mi dejarte solo. – mi hermano y yo lo pensamos mucho antes de tomar la decisión de irnos de casa.

  • Luis. Tenía que pasar en algún momento y pues no me dejaran solo, ni que fueran a desaparecer de la tierra. – sentía tristeza de saber que mis hijos por fin iniciarían sus vidas, pero es el ciclo de la vida ellos tienen que hacer sus vidas y volar fuera del nido.

  • Fernando. quería decirte eso y que mi suegro quiere que vallas a hablar con el antes de que me case con mi novia, él quiere que tú te comprometas. – mi suegro un tipo alto, musculoso, algo de panza, bigotes, barba y muy varonil mucho vello en su cuerpo por lo que muestra en su pecho, pero cuando me dijo que quería hablar con mi padre, fue algo raro al pedírmelo.

  • Luis, ¿quién es el padre de tu novia? ¿Lo conozco? Cuando quieras que valla me dices el día que tú quieras vamos. – mi hijo ya había tomado su decisión así que solo me quedaba apoyarle y estar a su lado tanto de Fernando como de Miguel.

  • Fernando. se llama Albaro García, él quiere hablar antes contigo no se si lo conozcas. – al mencionar el nombre mi padre se quedó viéndome se empezó a reír fuerte.

  • Luis. A vale habiendo tantas mujeres tenía que elegir a la hija de ese cabron, él y yo no somos nada amigos, somos todo lo contrarios a amigos. – cuando estaba en el pueblo de jóvenes en la secundaria nos peleamos y cuando regrese al pueblo nos volvimos a pelear causa a los comentarios de un primo mío.

  • Fernando. ¿entonces no iras a hablar con él? – sabía que mi padre tenía algunas enemistades, pero no sabía que fuera mi suegro.

  • Luis. Claro que iré solo bromeo la última vez que nos vimos solo se me quedo viendo muy feo, pero ya ustedes son harina de otro costal, lo que paso entre nosotros es pasado, ahora es tiempo de ustedes.

Fernando. el día que mi padre y yo íbamos a hablar con mi futuro suegro, mi padre hacia varias bromas sobre lo que sucedería al llegar a la casa de mi novia, también hablamos de mi hermano que ya tenía fecha para irse a vivir con su novio, cuando llegamos a la casa de mi novia tocamos a la puerta y salió mi suegra, nos saludó muy amablemente, pero cuando vio a mi padre se le iluminaron los ojos y se tornó más amable, nos invitó a entrar cuando entramos solo estaba mi novia y su madre que se portaba muy bien con mi padre.

En eso llego mi suegro e hizo un comentario a su esposa referente a su amabilidad con mi padre, tanto mi padre como yo nos sentimos incomodos, en eso mi novia trato de calmar a su padre, pero las cosas se fueron tornando más incomodas, en ese momento no sabía que hacer o decir, mi novia se agacho al ver que su padre seguía con sus comentarios de mal gusto, en eso hablo mi padre muy calmado.

  • Luis. Gracias por recibirnos en su casa, hoy estamos aquí por los muchachos, Albaro Eugenia, un placer volver a verlos. – trate de calmarme y quitarle tención al momento.

  • Albaro. De nada Luis hacía tiempo que no nos veíamos, tenemos pendientes tú y yo. – había unas razones por la que tenía coraje a ese hombre, una por mi esposa que me comparaba con él en la cama, otra nunca le gane en las peleas ni de joven ni de viejo, la otra el deseo que tenía a él, pero Luis siempre trato a los homosexuales muy mal cuando se le declaraban, sin embargo, ahora se veía diferente, había algo que era diferente en su voz su mirada, eso me tranquilizo un poco.

  • Luis. Albaro Eugenia, esta vez estamos aquí por nuestros hijos, cuando gustes hablar Albaro eres bienvenido al bar y a mi casa, pero hoy es por nuestros hijos. – hable con ambos sobre mi hijo, Albaro y su esposa hablaron a detalle lo que querían de mi hijo y esperaban de ellos, llegamos al acuerdo de dejarlos hacer sus vidas nos despedimos, Albaro al despedirse me dijo que luego me veía.

Luis. A los 15 días mis dos hijos me dejaron para hacer sus vidas, aun así, Miguel me ayuda mucho con mis hijos, él y su novio están en el proyecto de su restaurant, yo les he apoyado bastante, mi hijo Fernando también está al pendiente de sus hermanos y de mí, Albaro fue un par de veces al bar antes de que Fernando se juntara con su hija, pero en ninguna vez me busco, hasta como la cuarta visita que dio al bar, Albaro estaba en una mesa solo tomando una cerveza, cuando me llamo.

  • Albaro. Luis. – en mis visitas pasadas al bar no me atrevía a hablarle a Luis tenía temor a contarle mis cosas, pero después de tanto pensarlo tenía planeado contarle las cosas y no soltarle directo mis sentimientos a él.

  • Luis. Albaro ¿cómo estás? ¿te atienden bien? – no tenía tema de conversación así que solo fui amable con él.

  • Albaro. Si todo bien gracias, me gustaría que nos tomemos una cerveza. – así es como quería empezar a decirle lo que siento y quiero.

  • Luis. Claro que no la tomamos Albaro, pero un rato más que este más desahogado el bar ¿Qué dices? – me sorprendía el interés de Albaro y al estar en familia es mejor llevarla bien por nuestros hijos.

  • Albaro. Claro que si Luis aquí te espero. – cómo me pare para saludarle cuando Luis se fue le di una palmada en el hombro.

Luis. Albaro se comportaba diferente al darme la palmada tuve una sensación algo rara, paso el rato el bar se empezó a quedar con poca gente, así que fui a tomarme una cerveza con Albaro, llegue a la mesa con dos cervezas una para Albaro y otra para mí, me senté frente a Albaro y le invite la cerveza, él me agradeció y se quedó viéndome a los ojos, su mirada era acosadora me sentía algo incómodo, pues no sabía que contarle o decirle al ser más enemigos que cualquier otra cosa.

  • Luis. Como te va Albaro que cuentas, han sido días tristes desde la partida de nuestros hijos. – el tiempo pasaba lento no sabía que decir o contarle a Albaro y fue lo primero que se me ocurrió decir.

  • Albaro. Deja de eso he pasado unos días terribles, después de que mi hija se fue, mi esposa me dejo, sabes lo que más me molestaba de mi esposa, es que en la cama me comparaba contigo, así que no la he pasado bien solo me queda tirarme a la perdición ya que no tengo el valor para pedirte una cosa, me falta el valor y tengo miedo decírtelo miedo a tu reacción. – pensé contarle una de mis aventuras para no decirle directo lo que tanto deseaba de él.

  • Luis. Lamento que estes pasando por esos momentos es duro cuando uno se queda solo, no te pongas triste tu hija aún está ahí, para apoyarte. – no sabía que decir si darle el pésame o decirle lo bueno que es a veces estar sin mujer.

  • Albaro. te contare lo que lo que tengo y espero que no te moleste lo que te diré, no ando ebrio, el día que volviste al pueblo y nos peleamos, fue a causa de tu primo, ese día tu primo me mandó un mensaje, para vernos, me negué a verlo le pedí que me dejara en paz, justo cuando fui al baño, tu primo llego ahí y me quiso obligar yo me defendí, dándole un aventón y fue cuando llegaste tú, de ahí ya sabes que paso. – Luis se quedó viéndome atentamente pues cuando el llego vio que le di un aventón a su primo, Luis pregunto qué pasaba y su primo le dijo que yo lo había retado a los golpes e insultado a su familia, entonces Luis me dio un aventón y así se dieron las cosas.

  • Luis. No me quedan claras algunas cosas, pero ¿por qué recordar ese día? y porque había de molestarme por eso que me acabas de decir. – no entendía el por qué me contaba lo de mi primo pues no entendía a donde quería llegar Albaro.

  • Albaro. tu primo andaba mal y cuando lo rechace este se puso agresivo trato de agarrarme a la fuerza, yo me defendí de él y fue cuando me empezó a amenazar con contarle a los demás yo me asuste y fue cuando llegaste tú, fuiste mi puerta de salida a las acusaciones de tu primo. – tenía miedo ser claro con Luis y que me diera de madrazos en ese lugar.

  • Luis. Se más claro, a lo que estoy entendiendo mi primo y tu han tenido sexo o ¿estoy mal? No entiendo pues me confunde a donde quieres llegar con todo esto. – no entendía si se estaba disculpando, estaba exponiendo a mi primo o que pasaba, Albaro entre más hablaba más nervioso se ponía.

  • Albaro. estas en lo correcto, pero me falta valor para ser directo con lo que quiero por miedo a que me partas la cara y trato de ser cauteloso por nuestro pasado. – cada vez tenía más miedo de soltárselo, pero tenía que hacerlo pues desde hacía años que deseaba tenerlo por lo que las chicas me contaban de él y había algo en él que me atraía.

  • Luis. Te doy mi palabra de que lo que sea que me digas lo tomare con clama y no seré agresivo, ni te golpeare, solo di lo que quieres. – ya no soy el hombre impulsivo que era y mi mente no esta tan cerrada.

  • Albaro. la primera vez que me metí con tu primo fue en una borrachera, fue mi primera vez, él es muy arrebatado y me fue algo mal, pero yo seguía con el solo por el parecido que tenía contigo, desde chicos te deseaba, pero de ver como tratabas a los hombres que se te declaraban me detuve y un odio irracional nació por ti, cuando lo que siempre quise fue que me metieras la verga, no te molestes por favor. – Luis me vio a los ojos y sonrió algo coqueto y sorprendido.

  • Luis ¿estás seguro de eso? – vi a Albaro a los ojos y fui directo pues si él quería yo estaba dispuesto a darle, Albaro suspiro.

  • Albaro. estoy seguro. – no podía creer lo que escuchaba podría ser posible o solo era una trampa, tenía que averiguar y arriesgarme.

  • Luis. Si lo deseas espera que cierre el bar y nos quedemos solos, deja voy a ver cómo están los muchachos y si estás aquí al cerrar el bar, la pasaremos bien. – me retire y poco apoco el bar se quedó solo, los muchachos cerraron y se fueron a sus casas dejándonos solos a Albaro y a mí, le pedí a Albaro que fuéramos a mi casa ya que. No sabía si los niños estaban solos o aún estaba ahí Miguel y su pareja.

Luis. Nos fuimos juntos a casa y al llegar le pedí que me esperara, quería asegurarme de que estaríamos solo nosotros dos y los niños, entre a la casa y ya estaba sola, Miguel se había marchado, Sali y le pedí a Albaro que entrara, cuando Albaro entro le ofrecí algo de tomar, Albaro se veía algo nervioso, así que le serví una copa de vino y yo otra, me senté a su lado en el sofá, le di unas palmaditas en la espalda y le sonreí.

  • Luis. ¿Estas nervioso Albaro? si no estás seguro de esto no lo hacemos. – se le notaba lo nervioso que estaba pues aquel hombre fuerte, bravío macho pecho peludo, parecía un pequeño conejo temblando y eso me hacía sentir algo mal.

  • Albaro. solo estoy nervioso y estoy 100% seguro de continuar. – me asustaba que Luis fuera igual a su primo de agresivo en el sexo, más porque dicen que su verga es grande, eso me daba algo de temor, si es como su primo al tener sexo terminaría con el culo destrozado.

  • Luis. Cálmate, Albaro, seré cuidadoso, no tengas miedo a el sexo solo te pido que disfrutes y te relajes. – lo invite a que fuéramos a mi habitación.

Albaro. cuando llegamos a la habitación de Luis yo estaba nervioso y tenso pues mis experiencias sexuales con el primo de Luis no han sido tiernas, más bien todo lo contrario, Luis me abrazo por detrás y empezó a besar mi cuello, mis pelos se pusieron de puntas al sentir el aliento y los besos de Luis en mi cuello, quise darme la vuelta y empezar a mamarle la verga a Luis, Pero Luis me pidió que me tranquilizara.

  • Luis. Deja que sea yo quien lleve las riendas, no sé cómo ha sido tus relaciones pasadas, pero quiero que hoy lo pases bien. – Albaro quería ir a prisa al parecer solo ese tipo de relación sexual a vivido.

Albaro. me dejé llevar por las caricias de Luis, que seguía abrazándome por detrás besando mi nuca, serré mis ojos y empecé a sentir las manos de Luis desliándose por mi cuerpo empezando a desabotonar mi camisa, mientras desabotonaba mi camisa no dejo de besar mi cuello y orejas, quito mi camisa recorriendo mi pecho peludo, acariciando mis pezones me empecé a estremecer al sentir las manos de Luis en mi pecho desnudo cubierto de bellos, fue bajando y acaricio mis nalgas.

Luego desabotono mi pantalón bajándolo porco a poco mientas con su boca recorría mi espalda hasta llegar a mis nalgas, que las empezó a morder suavemente mi cuerpo se estremecía mi piel se erizaba al sentir sus labios en mis nalgas, me las besaba y daba suaves mordidas que me hacían estremecer mi cuerpo, caricias nuevas y experiencias sexuales nuevas, luego el seguía acariciando mi cuerpo mientras se desvestía, cuando me dio la vuelta quedamos de frente, me quede sorprendido a le verle la verga que se carga una verga enorme y gruesa, pero hermosa, tanto que deseaba llevarla a mi boca.

No espere mucho pues Luis se acomodó frente a mi dejándome su verga a mi disposición se la empecé a mamar lento disfrutando de su glande, con mi lengua recorría todo su glande queriendo abrasar esa gruesa cabeza con mi lengua, después me metí solo el glande a mi boca chupándolo despacio, Luis se recostó sobre la cama y nos colocamos en un 69, mientras yo me deleitaba con esa hermosa verga metiéndola a mi boca y saboreando el líquido que emana de ella, Luis lleno sus dedos de lubricante y le me los estaba metiendo por el culo, pero la penetración de sus dedos era suave despacio me hacía, sentir rico la entrada de sus dedos podía sentir como se deslizaban dentro de mi culo.

Cuando me empezaban a doler un poco las quijadas le pedí a Luis que me penetrara, Luis me coloco en cuatro patas sobre la cama, se colocó atrás de mí y yo pensando que Luis me penetraría duro sin compasión aprete mi culo, pero empecé a sentir como la verga de Luis se deslizaba suavemente entre mis nalgas sin ninguna prisa despacio movía su verga de abajo arriba, tallándola entre mis nalgas, se inclinaba y besaba mi cuello y orejas, me tomaba de mis caderas y volvía a tallar su verga entre mis nalgas, después de un rato apuntaba su verga en mi culo y presionaba un poco y luego volvía a tallar su verga entre mis nalgas llenándolas de lubricante.

Yo estaba deseando que ya me la metiera aun que me doliera, pero este fue despacio, fue metiéndomela poco a poco, no sentía dolor solo placer y gusto que su verga fuera entrando en mí, podía sentir como su verga se abría paso para estar dentro de mí, hash... oh, Luis, métemela toda, que rico lo haces ah... oh… que delicioso me encanta, que bien lo haces, sigue Luis hazme tuyo como siempre lo desee, oh... que rico ah...

Me metió toda su verga y me la dejo adentro mientras yo disfrutaba de tener esa enorme verga dentro de mí, Luis me besaba y mordía mi cuello y orejas, sin dejar de acariciar mi pecho, mis pezones los tenía erectos, Luis jugaba con ellos de una forma tan rica que me hacía sentirme en el cielo, con mis ojos cerrados disfrutaba más de todo aquello, sus manos en mis pezones, su boca en mi nuca, cuello y orejas, toda su verga dentro de mi culo.

Me empecé a mover sacando y volviéndome a meter la verga de Luis durante un rato hasta que mi culo estaba adaptado a su enorme verga, Luis me tomo de las caderas y empezó a mover las suyas adentro, afuera, un vaivén suave, despacio haciéndome sentir como cada cm de su verga entraban y salían de mi culo, recosté mi cabeza en la cama dejando a Luis que dispusiera de mi culo, Luis me tenía de las caderas y no dejaba de envestirme, después de un buen rato de taladrar mi culo y dejarlo bien dilatado, me dio la vuelta.

Quede boca arriba y ahí coloco una almohada bajo mi cadera para levantar mi culo y quedara a la altura de su verga, me la metió despacio mientras acariciaba mi pecho, sentía el rose de sus suaves manos en mi cuerpo, luego recorrió a mis costados con sus dedos raspando suavemente con sus uñas, desde mis axilas hasta mis caderas, regresaba a mi pecho repetía la acción, así estuvo dándome suavemente, fue acelerando sus envestidas y de repente sus labios se posaron sobre los míos, le empecé a besar sus labios y Luis no dejo de besarme y envestirme más fuerte, mi excitación estaba a tope, mi verga no dejaba de tirar liquido preseminal, mi verga estaba a punto de explotar pero quería continuar disfrutando de ese hombre que me estaba dando verga tan rico, le pedí a Luis que cambiáramos de posición, Luis me saco la verga y se paró frente a mí, me metí la verga de Luis en la boca se la mame por un buen rato, hasta que me empezaron a doler las quijadas.

Después me puso de lado y me volvió a clavar la verga, seguía siendo clamado despacio me penetraba hasta que poco a poco aceleraba sus movimientos, después de un rato me monte sobre la verga de Luis me empecé a mover, cada vez más rápido, Luis me empezó a besar y acariciar mi espalda arañando mi espalda sin dejar de taladrarme y besarme con un buen ritmo, sin siquiera tocarme empecé a eyacular sobre el abdomen de Luis y el mío, me arque y gemí fuerte cuando se vino mi orgasmo, ya teníamos un buen rato teniendo sexo, Luis acelero sus envestida y en poco rato eyaculo dentro de mí, nos quedamos rendidos tirados en la cama.

  • Luis. ¿si fue lo que esperabas que fuera? – estaba acostado de lado abrazando mi enemigo Albaro y le hablaba al oído, Albaro tenía un buen aguante el en sexo.

  • Albaro. no fue lo que esperaba, fue mucho mejor, sabes Luis me gustaría que me dieras estas metidas de verga más seguido, en lugar de agarrarnos a golpes, mejor agárrame a vergazos, méteme la verga cada que te provoque. – Luis se empezó a reír y luego beso mi cuello, no podía creer que ese hombre que es rudo, agresivo y frio, sea tan bueno en el sexo.

  • Luis. Jaja, que bueno que te ha gustado, esa es la idea vato, que se disfrute de ambos lados, no solo de uno, el placer debe ser mutuo, no sé si tus experiencias pasadas fueron diferentes pero cada hombre tiene su forma de hacerlo y hacer sentir a su acompañante. – por lo visto Albaro no ha tenido experiencias agradables.

  • Albaro. pues te diré solo tenía sexo con tu primo por su parecido, más no por su forma de hacerlo, cuando me veía con él, me ponía a que se la mamara y después me penetraba satisfaciéndose de sus deseos y ya, me lastimo varias veces, no te llega ni a los talones, pero ya parare de hablar cabron, que si continuó comparándote me enamoro más de ti, siempre había deseado que esto pasara, cabron, me has hecho muy feliz. – en ese momento Luis me empezó a besar y acariciar, estaba enamorado de ese hombre, lo abrase fuerte y él me respondió el abrazo, me apretó fuerte.

Luis. Esa noche Albaro se fue a su casa y antes de que saliera de casa le di un beso, en sus ojos tenía un brillo de felicidad, podía notar como deseaba estar así conmigo, me sentí alagado de las caricias y palabras que me decía Albaro, al día siguiente cuando Sali del bar y llegar a mi casa, ahí estaba Albaro en su camioneta, lo invite a entrar a mi casa y cuando entramos ahí estaba mi Hijo Fernando y su esposa, cuando nos vieron entrar, la hija de Albaro se quedó sorprendida, antes de que empezaran cuestionarnos, empecé a hablar.

  • Luis. Hola, hijos, buenas noches, pasa Albaro ahorita te traigo los papeles, Fernando ¿cómo les fue con los niños? – Albaro solo asintió con su cabeza pues no sabía que hacer, Fernando se me quedo viendo, pues no me creyó nada de lo que le dije, sin embargo, Emma la esposa de Fer se la creyó.

  • Emma. ¿papeles? ¿De qué papeles hablan papi?

  • Luis. Para la renovación del permiso de una de las licorerías, pero como se me paso mandárselos hoy ha venido tu padre por ellos. – quizás era la escusa más pendeja, pero fue lo primero que se me ocurrió, pues como dos personas que han tenido enemistad podrían estar juntos.

  • Albaro. lo que pasa que tenía hasta el día de hoy, pero le he pedido a mi compañero que los reciba mañana a primera hora y accedió así que vine hoy para que no se me vallan a pasar. – me sentía nervioso, pero Luis parecía tan seguro tan tranquilo, sonriendo de forma muy amable y tranquila

  • Fernando. tranquilo Luis, nosotros nos vemos ya es algo tarde, los niños están dormidos. - La expresión de mi padre decía lo contrario a lo que decían sus palabras y me alegraba que no estuviera solo, pero tenía que comprobarlo así que cuando me despedí de mi padre lo felicite por su relación, mi padre sonrió me di cuenta de que tenía algo romántico o sexual con mi suegro, me despedí de Luis y mi suegro, a los días mi padre me conto lo sucedido con Albaro.

Luis. Albaro me esperaba todos los días a que saliera del bar y se venía a dormir a mi casa. Las sesiones de sexo se fueron haciendo constantes, Albaro no volvió a buscar a mi primo, conmigo tenía todo y yo tenía todo con él, con el paso de los días le conté a mis hijos lo que teníamos Albaro y yo, aunque era un secreto Albaro se fue acostumbrando a vivir en mi casa el sexo ocasional se volvió amor, nos enamoramos el uno del otro, Mis hijos estaban enterados de nuestra relación y Albaro sabía que mis hijos lo sabían, pero el aun no estaba listo para contárselo a su hija, por mi parte no había presión para que él se expusiera a su hija, delante de la sociedad solo somos un par de amigos que a partir de la unión de nuestros hijos, inicio nuestra amistad.

que soledad de los dos, encontramos la amistad, pero lo que la sociedad no sabe es que encontramos el amor el uno con el otro, todos los miércoles comemos en familia, sé que la hija de Albaro sabe lo que hay entre nosotros, se ha mostrado contenta al ver cómo nos llevamos su padre y yo, ella me ha empezado a decir papá y no suegro, suele abrasarnos a los dos, de mi familia mi padre y hermanos, la relación es muy buena solemos tomar de vez en cuando todos, mi padre y Camilo, Ernesto y Julián, Albaro y yo, nos llevamos bien y entre nosotros, sabemos que somos parejas y Albaro se ha adaptado a mi padre y hermanos, nos llevamos muy bien y tenemos una relación muy buena, bien dicen del odio al amor solo hay in pequeño paso, fue lo que me paso con mi hijo Fernando y con Albaro.

gracias por leer este relato es uno de mis favoritos me ha gustado mucho el redactarlo y en lo personal me enamore de Luis y Fernando, son mis personajes favoritos, en esta ultima que agregue a Albaro me ha encantado este personaje también.