Sangre de mi sangre 11

Este relato me ha encantado escribirlo, es lo que a veces esperamos muchos que nuestra primera vez sea algo similar a esto que le paso a Miguel y poder recordarlo como una experiencia grata.

SANGRE DE MI SANGRE 11

Mi primera vez

la prueba del beso se convirtió en algo normal entre Fernando y yo pues cada que nos despedíamos o veíamos, nos saludábamos con un beso en la boca, abecés simple abecés apasionados a los pocos días que estuve de regreso, mi hijo miguel le conto a su madre de sus preferencias y esta lo corrió de su casa y no conforme con eso, pidió que fuera despedido de su trabajo, Fernando me llamo al bar para decirme que Miguel estaba llorando desesperado por lo ocurrido, fui a ver a mis hijos y le pedí a miguel que se tranquilizara y como es ovio le ofrecí que se quedara en casa, le di un abrazo le pedí que no se pusiera triste y le dije que durmiera en mi habitación, me regrese al bar, después de cerrar el bar regrese a casa encontré a miguel aun despierto y llorando.

Me acosté a un lado de él y le empecé a consolar y a decirle que esta casa seria su nuevo hogar y que no se preocupara por nada, me recargue sobre la cabecera de la cama abrace a miguel y le empecé a platicar cosas aburridas para que este se olvidara de los sucedido, hasta que logre que se durmiera, miguel se quedó dormido recargado en mi pecho y yo me recargue sobre la cabecera de la cama, al despertar al día siguiente, continuamos con nuestra rutina de ejercicios y besos de buenos días entre Fernando y yo.

A los pocos días llego mi esposa sin avisarme que venía a visitarme, yo estaba feliz de mir a mis hijos, pero mi esposa estaba cambiada no quería nada conmigo, a los tres días que ella llego por la tarde me fui a trabajar y ya como alas 9pm de la noche me llamo miguel, se escuchaba desesperado y preocupado, de fondo el llanto del pequeño Emanuel y los gritos de Cristian.

  • miguel. Papá Emanuel está llorando tiene hambre y tu esposa se fue hace ya un rato no ha regresado, no sé qué hacer, te pido que me ayudes, le marque a tu esposa, pero no me ha respondido, - minutos después de que mi padre se marchó su esposa salió y dejo a los niños aquí el pequeño Emanuel esta con hambre y me sentía desesperado al no poder hacer nada.

  • Luis. Haber, miguel cálmate, vamos a ver dónde está mi esposa, dile a Fernando que compre formula y un biberón para que le des de comer a Emanuel por favor. – le pedí que se tranquilizara y poder buscar a mi esposa, le llame varias veces, pero no me respondió nunca, llame a mi suegra para preguntarle si sabía algo, pero solo me dio reclamos e insultos, luego llame a mi suegro pero este me dijo que no sabía nada de su hija, minutos después mi suegro me llamo y me dijo que mi esposa me había dejado por otro hombre y su madre la estaba apoyando, me dijo que desde antes lo tenía planeado, dejarme con los niños aquí, me sentí terrible y molesto, llame a Miguel para ver cómo estaba y Emanuel ya estaba mejor, Cristian ya estaba dormido y solo me quede callado sin saber que más decir o hacer.

Luis. Los días siguientes fueron terribles pues para mi hijo Cristian se adaptará a la ausencia de su madre, miguel se encargaba de la casa y de los niños, aunque Fernando y yo lo apoyábamos, él es quien más labores tenía en la casa, desde limpiar la casa, lavar la ropa, ordenar todo y cuidar a los niños por la tarde, el miércoles yo me hacía cargo de todo en casa, el miércoles como cada miércoles de familia por la tarde nos juntábamos mis hijos y yo ya con miguel en casa pues no había límite de tiempo, esa noche lleve a Cristian a dormir y después, miguel llevo a Emanuel a su cuna que está en mi habitación, los tres continuamos hablando en la sala, mis hijos supieron de la separación con mi esposa y con ello Fernando hacia bromas.

  • Fernando. Oye Luis, porque no te casa con miguel ya que él se hace cargo de la casa y de los niños, pues también se puede hacer cargo de ti. – mi padre me dio un zape ya que estaba con mi cabeza en sus piernas, yo me empecé a reír y miguel se quedó serio, pues mi hermano me ha contado que está enamorado de mi padre, cualquier comentario relacionado con ello él se queda serio.

  • Luis. Tu solo avergonzando a las personas ve como se apuesto el gordo. – miguel estaba rojo de vergüenza cuando le escucho a Fernando decir eso.

  • Fernando. Que tiene de malo, gordo apoco no te gustaría ¿qué Luis te lleve a la cama como su mujer? – miguel estaba rojo como tomate cuando le comenté y mi padre se le quedo viendo mientras miguel se quedó agachado sin vernos a la cara.

  • Luis. Ya has visto como has puesto a Fernando se ha avergonzado. – aquí pasaba algo pues siempre miguel le hace caso a su hermano en otras bromas, pero desde hace tiempo el que lo relacionen conmigo se pone rojo de vergüenza.

  • Fernando. Vamos gordo no te avergüences de eso es normal, mi padre te tendría en su cama y así ambos estarían felices ¿no lo crees Luis? – miguel se ponía cada vez más rojo hasta parecía que iba a explotar.

  • Miguel. Por favor, Fernando no continúes con esto ya es suficiente, estas incomodando a mi papá, no quiero se sienta incomodo con mi presencia. – no quería que mi padre supiera que desde el primer día que lo vi me enamore de él.

  • Luis. No me avergüenzo ni me avergonzare de ti nunca hijo, pero yo creo que ya es momento de ir a dormir. – me fui a dormir dejando a mis dos hijos en la sala, pues miguel se veía que quería decirle algo a Fernando, pero en privado.

  • Fernando. Ya gordo sé que me estoy pasando con eso, pero ya es momento que mi padre lo sepa, te has aguantado mucho en contárselo, hazle saber lo que sientes, no pierdes nada, él te quiere y estoy seguro de que va a entenderlo. – desde el primer día que mi hermano vio a mi padre me dijo que se le hacía muy guapo nuestro padre y con el tiempo se enamoró de él, más aún con el trato que mi padre le ha dado pues es muy cariñoso con nosotros ya en varias veces ha besado a Miguel cuando se despide o llega de algún lugar, como lo hacemos él y yo.

  • Miguel. No me siento seguro de confesarle mi amor, me da mido que me rechace y no me quiera ver jamás, no vuelvas a tocar temas como el de hace rato, me siento mal. - mi padre se me quedaba viendo podía sentir su mirada y no tenía el valor de verlo a los ojos, le pedí a Fernando que no le contara nada a mi padre de mis sentimientos a él.

  • Fernando. Mira si tu no le dices lo que sientes por él, él va aparentar que no se da cuenta delo q quieres, pero Luis no es tonto y sé que se da cuenta de lo que sientes, eres muy obvio, no con lo de hoy, pero cuando te da un beso , te abraza o te dice algún alago, no disimulas nada lo que sientes por él, pero si no te animas a decírselo, se coqueto con él, demuéstrale que quieres algo más que su amor de padre, háblale al oído, sírvele el café, pregúntale si le gusto lo que cocinaste, mueve el culo delante de él, provócalo. – mi hermano es medio pendejo, pero Luis no lo es y sé que se da cuenta de lo que Miguel siente por él.

  • Miguel. Si, pero supongamos que el acepta hacer algo conmigo, el querrá hacerlo como si yo ya supiera lo que es una verga en el culo, pero no es así y eso me da miedo, si llega a aceptarme, se lleve una decepción, no se me da miedo. – mi temor es que, si se llegue a dar, me valla a hacer daño pensando que yo tengo experiencia en el sexo.

  • Fernando. Eso déjamelo a mi yo le hare saber a Luis que nadie te ha metido la verga y que es tu primera vez. – mi hermano quería que mi padre sea su primer hombre en metérsela por el culo, a mi varias veces me ha masturbado y besado, pero nunca me ha dejado que le meta la verga ni me la ha mamado, pues de vez en cuando que estamos solo, me masturba y nos besamos.

  • Miguel. Está bien y de paso averigua si siente algo por mi o sabe que yo siento algo por él, vamos a dormir ya me llego el sueño. – me empecé a estirar pues ya me estaba dando mucho sueño.

Fernando. Al día siguiente por la mañana le comenté a Luis que mi hermano me había contado anoche que aún es señorito del culo y que ningún hombre le ha metido la verga, ya por la tarde fui un rato al bar y al estar con poca gente pude platicar con Luis y le pregunté sobre Miguel.

  • Fernando. ¿Cómo vez al gordo? – mi pregunta a como reacciono el día de ayer y otros días que sé que Luis se ha dado cuenta de la reacción de Miguel.

  • Luis. Pues con los ojos cabron ¿o tu con que lo ves? como quieres que lo vea o ¿qué? – sabia por dónde iba Fernando, pero me hacia el tonto.

  • Fernando. No te seas mamón Luis, sabes a lo que me refiero, se ve que el siente algo por ti, no me digas que no lo has notado. – me quede viendo a mi padre y este sonrió, pero esa risa yo la conozco no me podía engañar.

  • Luis. ¿en serio? no me he dado cuenta. – siempre me delata mi risa, más con alguien que sabe cómo soy, en este caso mi hijo Fernando que sabe de mis muecas y risas, sabe si es nervios, coraje, enojo, sarcasmo, etc.

  • Fernando. Ha Luis, tu risita pendeja lo dice todo, nomás cuando le metas la verga toma en cuenta que serás el primero. – mi padre sabe que Miguel quiere algo con él su risa me lo decía todo.

  • Luis. Haber cabron ya hablaste ahora lo dices todo, ya abriste la boca ahora canta. – sé que a miguel le atraigo como hombre eso no hay duda, pero este cabron de Fernando tenía algo más.

  • Fernando. Ya pues, el gordo quiere que seas tú el primer hombre que le meta la verga, ya varias veces se he propuesto que me la mame y meterle la verga, pero él me ha dejado claro que quiere que seas tu y no yo, pero no se atreve a pedírtelo y no le digas que te lo dije, ya tú sabes que hacer, no tengo por qué ocultar algo tan obvio, si se la metes o no es tu pedo. – lo dije aparentando no estar interesado en su respuesta la reacción de mi padre. Pero mi risa me delato.

  • Luis. No se cabron, no sé si yo soy el indicado para hacerlo, una es mi hijo y dos mi experiencia es poca y tres mi verga no es muy chica. – me empecé a reír y Fernando me siguió la corriente, esa noche hablamos de varias cosas y nos regresamos juntos a casa.

Luis. cuando llegué Miguel estaba en mi cama al pendiente del pequeño Emanuel, me prepare para dormir con un short deportivo y me metí a la cama, me acerque al oído de miguel y le hable despacio, para no asustarlo, y que despertara bruscamente, por lo regular siempre lo despierto antes de desvestirme y le pido que se valla a dormir a su habitación, pero esa noche no pensaba mandarlo a su habitación, al contrario, lo invitaría que se quedara a dormir, en mi cama.

  • Luis. gordo ya estoy aquí. – miguel despertó medio aflojerado yo estaba a un lado de él.

  • Miguel. Este bien papá, ahorita me despierte bien me voy a mi habitación, - estaba aún medio dormido cuando llego mi papa y algo cansado por lo de la casa y los niños, Cristian no para en todo el día y me deja cansado.

  • Luis. No te molestes gordo, quédate aquí en mi cama, para que no se te valla el sueño, vuelve a dormir. – Miguel se veía cansado de andar todo el día detrás de los niños y las cosas de la casa, aun que le apoyo en la mañana toda la tarde le había tocado a él solo lidiar con los niños.

  • Miguel. ¿No te molesta que me quede aquí papá? La verdad ando muy cansado hoy, no me quiero ni mover. – estaba bastante cansado y no pensaba en nada que no fuera dormir.

  • Luis. No pasa nada quédate aquí buenas noches. – le di un beso cerca de la boca a Miguel, pero de inmediato se quedó dormido realmente andaba muy cansado.

Luis. El gordo es muy amble conmigo, me endulza el café, besa mi cara, cuando estoy desayunando acaricia mis hombros y espalda, se porta muy bien conmigo y es cariñoso, todos los días, uno de nosotros ya sea el gordo o yo acompañamos a correr y al gimnasio a Fernando mientras uno de nosotros dos nos quedamos con los niños, después el que se queda con los niños sale a correr, el domingo llegue algo tarde y el gordo estaba en mi cama ya dormido, así que ahí dormimos los dos como es ya casi una costumbre, en la mañana del lunes, desperté al gordo para que se fuera a correr con Fernando.

  • Luis. Anda gordo ya levántate para que no se entretengan en ir a correr. – el gordo estaba despertando y se dio la vuelta poniendo su pierna y mano derecha sobre mí,

  • Miguel. A que flojera levantarme, anda tu papá. – mi pierna quedo sobre la entrepierna de papá.

  • Luis. Anda ya levántate que me estas aplastando los huevos. – Miguel se hincó quedando sobre mí, en ese momento le di un pequeño empujón dejándolo sentado sobre mis huevos y verga, Miguel sonrió nervioso y se me quedo viendo, algo ruborizado.

  • Miguel. ¿Y así no te los estoy aplastando? – mi padre me apretó contra sus genitales y entre cerro los ojos y mordió su labio, yo me ruborice al sentir la verga de mi padre en culo.

  • Luis. Vamos ahí no se aplastan, tienen espacio para acomodarse bien, vamos prepárate antes de que te grite Fernando. – Miguel se bajó de mí y de la cama, se vistió para hacer ejercicio y luego me dio un beso de para despedirse, Fernando me dijo que me veía más tarde y se fueron a hacer ejercicio.

Luis. Cuando regresaron me fui a hacer ejercicio y luego regresé a casa, desayune y me puse a limpiar y cuidar los niños, mientras Miguel hacia la comida, me acerque a Miguel y lo abrace por detrás y le dije al oído que rico huele esto, Miguel se puso rojo de vergüenza y lo bese en el cuello, mientras lo estaba abrasando por detrás le pegaba mi verga en su culo, él se movía un poco excitado. Más tarde al llegar a la casa después de cerrar el bar miguel estaba en mi cama me acosté y lo abrace por detrás y así me quede dormido, en la mañana desperté, me acerque a su oído.

  • Luis. ¿gordo te gustaría que te hiciera el amor? Piénsalo y me respondes más tarde, sé que te gusto, pero ahora ¿te gustaría que fuera yo el primer hombre en tu vida? Me respondes al ratito. – Miguel se quedó callado y solo me respondió que si moviendo su cabeza, afirmativamente.

Luis. Cuando miguel y Fernando llegaron a casa y desayunaron, Fernando se despidió de mí y yo me fui a correr, regrese a casa y Miguel aún seguía serio, pensé que la había cagado al ser tan directo con él, pero decidí darle su espacio y esperar su respuesta, a la hora de la comida, le ayude a preparar la comida y miguel estaba serio, después de comer los niños se quedaron dormidos y yo fui a ver un rato tv antes de bañarme e ir al bar, en eso Miguel se acercó a mí y tímidamente hablo.

  • Miguel. ¿papá? – yo estaba feliz por la propuesta de mi padre, pero tenía mucho miedo, no pensaba claro y quería dejar todo bien y que mi padre me entendiera porque mi miedo.

  • Luis. ¿Qué pasa gordo? Ven toma asiento y cuéntame que pasa. - Mi hijo se veía algo distraído y con su mirada perdida.

  • Miguel. Veras papá, si quiero que hagamos el amor, pero tengo miedo, de decepcionarte y miedo a que me duela, no se tengo miedo, pero si quiero hacerlo. – no sabía cómo expresarme, pero lo que si quería que mi padre fuera el primer hombre en mi vida.

  • Luis. Gordo si no estas listo lo entiendo y no tengas miedo a decepcionarme, estoy seguro de que no será así, si no estás seguro lo dejamos para cuando lo estes, yo cuidare de ti siempre de eso no tengas miedo, en el momento que tú quieras podremos parar y dejarlo así. – la idea de tener a mi hijo me emocionaba, pero no lo forzaría para que se entregara a mí y respetaría cualquier decisión que él tome.

  • Miguel. Quiero hacerlo de verdad y estoy seguro de ello, cuando tu digas lo hacemos, pero ten en cuenta, que si no podemos lo dejaremos, solo no te molestes conmigo por favor. – tenía miedo a que todo fuera diferente a como lo he pensado y por fin tenía a mi padre, al hombre que tanto me gusta no lo dejaría que pasara.

  • Luis. No te preocupes por eso yo me hare cargo de todo, mañana por la tarde vamos a irnos a un lugar donde podremos hacerlo, no te preocupes por nada. - ya tenía todo planeado, al día siguiente le conté a Fernando y le pedí que me ayudara con mis hijos, él se puso feliz y acepto, dándome unas palmadas en el hombro y sonriéndome feliz, me deseo suerte y luego se despidió de mí.

Luis. En la tarde cuando Fernando regreso de su trabajo, Miguel y yo ya estábamos casi listos, miguel aun no salía de bañarse, minutos después llego la novia de Fernando a casa, nos saludó y estuvo platicando un rato con Fernando y conmigo hasta que salió Miguel, la novia de Fernando saludo a Miguel, este se quedó sorprendido pensando no sé cuántas cosas, cuando estábamos en camino miguel me pregunto sobre la novia de Fernando, si ella sabía a lo que salíamos, en ese momento le hable a Fernando.

  • Luis. Fernando, una duda que le has dicho a tu novia de que solo saldríamos el gordo y yo, el gordo está preocupado. - Mi hijo estaba nervioso ahora por la novia de Fernando.

  • Fernando. Dile que no se preocupe, ya luego me reporto, disfruten del concierto, aquí cuidamos los niños. – yo no quería que mi novia se diera cuenta de la relación que existe entre nosotros, ya que no quiero que todo esto se destruya.

Miguel. Llegamos a uno de los departamentos más alejados que tiene mi padre en renta, un departamento solo, mi padre me pidió que esperara en el auto, me dijo que el me llamaba cuando estuviera listo, mi padre iba vestido de tenis y pantalón de mezclilla negro y camisa azul, mi padre me llamo y entre al departamento, me quede con paralizado, al ver lo que mi padre hizo, había un camino formado por rosas blancas, rosas e incienso con aroma a flores y canela, intercalando rosas e incienso, el camino llegaba hasta la habitación, había un tapete de pétalos de rosas blancas y en la cama con una sábana azul y en medio de la cama un corazón con pétalos de rosas rosas, condones con aroma a fresa y plátano, en medio del corazón un dilatador anal y alrededor del corazón frascos de lubricante.

Mi padre aparecía detrás de mí en la habitación, pero llevaba una chaqueta negra, no vi a mi padre, me quede emocionado con los detalles de mi padre en la habitación, me sentía soñado feliz, mis miedos desaparecieron y más cuando vi a mi padre me enamore aún más, se veía guapísimo y los detalles que tenía conmigo me dejo cegado de amor, mi padre me abrazo por detrás y me beso en el cuello acaricio mi cuerpo, me besaba y acariciaba suavemente.

  • Luis. Quiero que esta noche seas mío, pero quiero que te lleves una buena impresión y cuando recuerdes tu primera vez sea bonito el recuerdo. – acaricie y bese a Miguel mientras él estaba fascinado con mis detalles.

  • Miguel. Me encanta los detalles es muy hermoso todo esto que tienes para mí, pero no quiero que lo primero que entre en mí, no sea un plástico, quiero que tú lo hagas al natural, te quiero regalar mi primera vez y no me gustaría que fuera algo plástico, si me duele quiero que sea tu carne y tu piel la que me cause ese dolor. – quería que lo primero que entre em mi sea el pene de mi padre no quise usar el dilatador.

Luis. Empecé a besar tiernamente el cuello de Miguel, fui quitando su ropa lentamente sin dejar de besarlo y acariciarlo, le di la vuelta lo bese tiernamente en sus labios, que rápido me correspondió el beso y le quite poco a poco sus pantalones lo senté al borde de la cama solo con su ropa interior puesta, me fui desabotonando la camisa despacio y lo besaba y el me acariciaba mi pelo despacio con cariño, cuando me quite mi camisa, Miguel fue besando mi pecho, recorría con su lengua mis pezones acariciándolos y besándolos lento.

Lo tomo de sus cara y lo empecé a besar mientras el coloco sus manos en mi espalda que fue recorriéndola de arriba abajo y luego fue quitando mi pantalón primero desabotonando el cinturón lento, algo nervioso y después con mi ropa hasta que logro bajar mi pantalón, solo me dejo en ropa interior, luego empezó a masajear mi verga por encima de la tela de los calzoncillos, mi verga ya estaba poniéndose dura, en eso lo levanto y empiezo a besarlo y a pegarle mi verga a la suya, le di la vuelta y lo bese del cuello, luego baje su ropa interior y pegue mi verga a su trasero firme y redondo blanco, lampiño.

Mi ropa interior se empieza a manchar de líquido preseminal, al estarlo tallando en medio de esas dos hermosas nalgas firmes redondas, Miguel me toma de la cabeza y arquea su cuerpo, en busca de mi boca lo beso dulcemente y sigo tallando mi verga entre sus nalgas, bajo mi ropa interior liberando mis 19 centímetros de verga, sigo soltando presemen y se lo empiezo a tallar en sus nalgas, dejándole todo mi liquido entre medio de ellas, con su raja bien llena de líquido preseminal, lubrico mi dedo y lo levo hasta su culo y cuando intento meterle el dedo, Miguel me detiene.

  • Miguel. Oh espera papá quiero que lo primero que entre en mi culo sea tu verga, aunque me duela, pero no quiero que nada entre antes que tu verga. – no quería que me metiera nada solo quería que su verga me rompiera el culo.

  • Luis. Está bien gordo será mi verga la primera que te entre en el culo y quiero que lo disfrutes. – miguel se retorcía con mis caricias y besos, acariciaba su pechos y nalgas sin dejar de besarle y tallar mi verga entre sus nalgas.

Miguel. Me di la vuelta y bese a mi padre y poco a poco fui bajando hasta encontrarme con su enorme verga y se la mame poco a poco despacio, primero su glande lo lamí todo luego me metí su glande a la boca, mi padre acariciaba mi cabeza tiernamente sin empujarme a él, metí un poco más a mi boca y se la mamaba despacio cuando la sacaba de mi boca la chupaba para tragarme el líquido preseminal que le salía de ella, la volvía a meter en mi boca la metí un poco más a mi boca hasta donde la aguante se la mame unos minutos hasta donde podía a mi propio ritmo.

Mi padre me acostó sobre la cama y se montó sobre mi pecho y metió su verga en mi boca, fallaba suavemente mi boca, su verga entraba y salía de mi boca provocando una excesiva salivación y algunas lágrimas, fue aumentando hasta que me hacía toser y dejarme sin respiración, salía su verga llena de babas y liquido preseminal, luego subimos a la cama y me dejó boca abajo y se colocó a tras de mí.

Coloco la punta de su verga en mi culo, pensé que me la metería, pero permanecí quieto, esperando que me la empezará a meter, pero tomo un frasco de lubricante y lo dejo caer entres mis nalgas, fue demasiado lubricante, me prepeare para la penetración, aprete todo mi cuerpo, pero en lugar de metérmela, la empezó a tallar entre mis nalgas despacio, presiono mis nalgas y su verga se deslizaba en mi raja desde mi culo hasta la parte más alta de mis nalgas, perdí la noción del tiempo ya llevábamos mucho con ese juego de toqueteo besos.

Me coloco de lado y volvió a tallarme su verga ente mis nalgas, yo estaba relajado pidiendo que ya me la metiera, pero el siguió con su juego y cada que tallaba su verga entre mis nalgas me llenaba de lubricante, después me volvió a poner boca abajo y con mis piernas abierta coloco la punta de su verga en mi culo puso más lubricante y fue deslizando su verga suavemente, despacio de abajo arriba y de repente sin esperarlo presiono un poco y su glande empezó a entrarme, gemí ah, ah, ah.

  • Luis. Listo, ¿quieres que continue? – después de tanto estar tallando mi verga en el culo de Miguel, ya estaba bastante dilatado y ayudado con el lubricante mi verga entro un poco.

  • Miguel. Oh si, hazlo, pero despacio. - La verga de mi padre logro entrar un poco causando placer y algo de dolor.

Miguel. Mi padre levanto un poco mi cuerpo dejándome a cuatro patas sobre la cama y mis piernas abierta, coloco su glande en la entrada de mi culo y puso más lubricante, presiono un poco y entro su verga causando algo de dolor, grite un poco y se detuvo, presionó un poco más y entro su glande, hash.

  • Luis. ¿Te duele mucho? – Miguel arqueo su espalda y un gemido de dolor cuando le entro un poco de mi verga.

  • Miguel. Un poco, pero se me pasara. – me dolió al momento de entrar su verga, pero quería que continuará pues el dolor era agudo, pero se estaba pasando cuando mi padre dejo de empujar.

  • Luis. Relájate se te pasara el dolor, iremos despacio. - Presione la espalda de Miguel para que no estuviera arqueado, así le doliera menos y facilitara la penetración, espere un poco y volví a empujar despacio.

  • Miguel. Ah, ah, ah. - Sentí como la verga de mi padre entró un poco más y sentía rico pero el dolor persistía.

Luis. Bese la espalda de Miguel y su cuello sin sacarle mi verga y cuando sentí que relajo su culo empuje un poco más, miguel se quejó un poco y deje de empujar, pero sin dejar de besarle su cuello y acariciar sus pezones, así estuve hasta que logre meterle más de la mitad de mi verga, se la saque un poco y la volví a meter, repetí varias veces la misma acción y en cada ves que lo hacia mi verga entraba un poco más.

Le saqué por completo la verga, le puse más lubricante y se la volvía a meter Miguel solo gemía, el dolor ya no estaba solo gemía de placer le sacaba la verga y el solo se la volvía a meter, en una de esas él solo se acabó de clavar lo que le faltaba de mi verga, chocaron mis testículos contra los suyos y dejo salir un suspiro al igual que yo, le dije al oído; ya la tienes toda dentro de ti, oficialmente has dejado se ser señorito. Busqué sus labios le di un beso y empecé a mover mis caderas entrando y saliendo de el culo del gordo, que gemía en cada envestida que le daba y él se empezó a mover también clavándose mi verga por completo.

Miguel. Mi padre me estaba penetrando, metió su verga hasta el fondo y yo solo sentía placer de tener esa enorme verga dentro de mi culo, me estuvo dando por un buen rato hasta que cambiamos de posición, me coloco boca arriba mis piernas abiertas sobre su pecho, lleno de lubricante su verga y le la clavo una vez más, me besaba y movía sus caderas entrando y saliendo de mi por otro rato, mi culo estaba adolorido pero mi padre parecía que no terminaría jamás, luego me la saco se recostó boca arriba y me pidió que me montara sobre él, me metió la verga y levanto un poco mi cuerpo, me empezó a dar un poco más rápido que antes metiéndome su verga.

Después de un rato de estar taladrándome el culo, ya me dolía el culo y quería que el terminara, me quejaba un poco por el dolor y me pidió cambiáramos de posición me dejo boca arriba al borde de la cama y me metió la verga me pidió que me masturbara, me empecé a masturbar, mi padre acelero sus envestidas, gemía, y respiraba grueso su respiración agitada, y me agarro de los hombros y me beso sin bajar el ritmo de sus envestidas, empecé a eyacular presione y contaje músculos, mi padre dio unas envestidas fuertes, su verga se engroso y dispara dentro de mi varios chorros de semen, me dejo su verga clavada en mi culo paso una de mis piernas a un lado y sin sacarme su verga, nos recostamos en la cama, yo pegado aun a su verga con mi culo todo adolorido.

Duramos más de hora y media teniendo sexo, mi primera vez fue agotadora y de tanta verga me dejo el culo adolorido, de paso nos quedamos un rato acostados hasta que la verga de mi padre se salió con la presión de mi culo, mi padre se levantó de la cama y me dio un beso, luego se fue a dar un baño, cuando regreso, yo ya había acomodado la cama que la habíamos dejado hecha un desastre y toda llena de lubricante, me di un baño y nos quedamos un rato en la cama después de que mi padre quitara la sabana toda llena de líquido.

Nos quedamos dormidos por más de dos horas y cuando despertamos, fuimos a cenar y luego regresamos a casa, encontramos a Fernando dormido, mi padre me abrazo y me llevo a su habitación y ahí dormimos esa noche juntos, yo satisfecho y adolorido aun de la follada que me dio mi padre, mi primera follada le entregue mi inocencia a mi padre y estaba feliz y adolorido.