Sangre de mi sangre (01: Renacer)

Ocatvio revive sus deseos por los ombres varoniles y atleticosm despues de mas de 20 años de mantenerlos latentes, su atractivo y musculoso hijo, saul, hace renacer en el un intenso deseo.

FROM: MINDMASTER (CAPRICORNIO VIERNES)

MATERIAL: "SANGRE DE MI SANGRE" MM/t True Rape NC Humil B/D Anal, Oral. MC. INCEST

DATE: 4 DE JUNIO 2004

CAPITULO I "RENACER"

*Esta historia contiene situaciones que podrían resultar ofensivas para menores de edad o personas que les disgusta leer acerca de violaciones, sadomasoquismo, bondagge, sexo no consentido e incesto. Si eres menor de 18 años o te incomodan las situaciones antes descritas. NO sigas leyendo esta historia. *

CAPITULO I "RENACER"

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Mi nombre es Octavio Salazar, tengo 44 años, soy mexicano, toda mi vida he vivido en este país en crisis económica, pero no es esa crisis la que hoy me obliga a escribir mi historia, de hecho creo ser de un selecto grupo de mexicanos que viven casi ajenos a la crisis económica perenne que se acentúa en mi país a cada momento, aunque quizá en el extranjero lo vean de distinta forma la realidad es otra. Pero dejemos ese problema a los políticos y economistas, especialistas en resolverlos o al menos es lo que dicen.

Yo nací en monterrey Nuevo León, en el año de 1960 en el hospital de zona de la cuidad, el piso del hospital no lo recuerdo. Pero desde mi adolescencia he tenido el deseo oculto de tener sexo con hombres, digo oculto, porque en mi apariencia, movimientos, voz y actitud soy extremadamente varonil, cuerpo atlético, fuerte alto, moreno bigote recortado cabello oscuro, ojos cafés, facciones características de los mexicanos. Cuando tenia 13 años recuerdo mi sorpresa al experimentar mi primer "sueño húmedo"; eran otros tiempos y otras costumbres, muy distintas a la comunicaron que hay hoy en día, no supe lo que ocurría n mi cuerpo, hasta tiempo después, así como también aprendí a perder el miedo religioso y cultural a la masturbación. Así que libremente lo hacia varias veces al día, peor en algunas ocasiones lo hacia pensando en chicas, piernas culos, tetas y en algunas ocasiones, lo hacia pensando en hombres, atractivos varoniles musculosos.

Siempre después de una masturbación en la que pensaba en hombres, al terminar, después de eyacular me entraba el sentimiento de culpa, de sentirme distinto a los demás, no sabia como canalizar todo esto, ni siquiera tenia a nadie con quien hablarlo, ¿ que iban a pensar? "pinche puto", "maricon" etc., así que decidí poner mis deseos tras una prisión voluntaria, para no ser distinto a los demás chicos de mi edad, estar dentro de lo "normal" que es los chicos salir con chicas y viceversa. Pero o por tener mis deseos aprisionados muy en el fondo de mi, dejaba de experimentar placer al ver en algunas ocasiones a mis compañeros en los vestidores o en la alberca, cuado veía algún cuerpo musculoso bien formado, un buen culo, todos eso era para mi como una llave emocional que dejaba salir mis pensamientos prisioneros de mis temores. Pero aun así no pasaban de sueño, masturbaciones, fantasías, nunca nada real.

Antes de cumplir los 14 años, y como mi temperamento era bastante caliente desde entonces, empecé a tener sexo con chicas, primero como se acostumbraba antes, con una "profesional" para que me estrenara. Cuando lo único que podía ofrecerme ese congal de mala muerte era una "vieja" de mas de 30, bastante aguada y que me presionaba para que eyaculara lo mas pronto posible, cosa que me dejaba insatisfecho, así que decidí como tenia buen físico y mi "pegue" entre mis compañeras pues me las ingenie para tener sexo con chicas de mi edad, claro esta sin que mis padres se enteraran, muchos menos los de ellas. Siempre que sentía que mis pensamientos y mis deseos sexuales por hombres iban a dominarme, acostumbraba coger con alguna de las chicas imaginándome que en lugar de meter mi miembro en su vagina, lo hacia en el culo de algún hombre atlético al que poseía. Mi realidad y mi ficción se unían para poder satisfacer mis mas íntimos deseos, pero al final quedaba ese vacío de no satisfacerme realmente, aunque si me tranquilizaba sexualmente, por lo que yo deduje que mientras pudiera estar cogiendo con chicas, aunque pensara en hombre, estaría protegido de mi secreta sexualidad. Así que acostumbraba frecuentemente coger para así poder mantener mis deseos por hombres solo de una manera latente sin llegar a cristalizarlos.

No faltaban chicas fáciles que deseaban estar conmigo y yo con ellas auque en mi sexualidad ellas representaban para mi un doble propósito, coger y olvidarme al menos momentáneamente los chicos. Jamás paso por mi mente levar esa parte de mi sexualidad a la realidad, el temor, la vergüenza el miedo, no sabría explicarlo, pero me mantuve con una vida heterosexual activa. Así pase toda mi adolescencia alguna chica fueron importantes en mi vida, incluso llegue a enamorarme de ellas, sin poder inhibir al 100% mi deseo por algunos de mis compañeros que jamás se dieron cuenta. Cuando cumplí 22 años estaba por graduarme de medico, cuando claudia mi novia con la que mantenía una vida sexual activa, salio embrazada ella era 3 años menor que yo. Para mi el mundo se vino abajo, en ese tiempo un embarazo representaba matrimonio, así que en unas cuantas semanas me vi. En mi vida de pareja junto a claudia, no niego que el sexo con ella fuera fantástico, y que estaba enamorado, pero no estaba entre mis planes casarme tan pronto.

Contrario a lo que pensé el matrimonio represento para mi el meter mis deseos en una caja y cerrarlo con una llave imaginaria, mi vida sexual con claudia aunque ella estaba embarazada era magnifica, así que mis fantasías pasaron a segundo termino, pensé que quizá se había debido a una etapa de la adolescencia, que terminaba cuando me convertía en adulto, de hecho esos deseos disminuyeron notablemente, esa fue la etapa mas feliz de mi vida en donde encontré en mi matrimonio una estabilidad sexual y emocional que nunca antes había tenido, al sentir que la presencia de claudia me ayudaba creo que me aferre a ella con mayor fuerza, por lo que el amor que sentía por ella aumento notablemente, incluso deje de tener sexo con otras mujeres después de mi matrimonio, solo ella represento para mi la actividad sexual, la que hacia que mis deseos de homosexualidad disminuyeran, como lo mencione anteriormente siempre que tenia sexo, esos deseos disminuyan, pero cuando estábamos separados o molestos que fueron en pocas ocasiones, la abstinencia sexual me hacia volver a sentir ese deseo, así que yo asocie de nuevo el sexo con Claudia con mantener mi heterosexualidad por encima de mis deseos homosexuales.

Nuestro hijo nació exactamente 6 meses después de nuestro matrimonio, de nombre Saúl, muy bello desde que nació, blanco, ojos azules como su mama, cabello castaño, claro liso, creo que todos los padres piensan que sus hijos son los mas bellos, pero en este caso yo tenia muchos motivos para creerlo así.

Algo desagradable en el nacimiento de Saúl fue que descubrieron en la matriz de claudia fibrosis, y que un segundo embarazo iba a ser muy difícil, pero la presencia de Saúl lleno todo nuestro mundo, el verlo crecer, cuando comenzó a reconocernos, a sonreír, a caminar a decir las ansiadas palabras "papá" y mamá", no nos hizo falta otro hijo, aunque Claudia seguía en tratamiento siempre con la esperanza de darle un hermanito a Saúl, pero mientras tanto, tanto claudia como yo éramos sus compañeros de juegos y suplíamos la falta de hermanos para poder jugar, me acostumbre a llevar a Saúl conmigo a todos los juegos de fútbol o béisbol, claudia lo llevaba a natación o al parque, nos turnábamos para darle la distracción necesaria para que mantuviera su actividad infantil, formamos durante mucho tiempo la familia perfecta.

Los años pasaron rápidamente, Saúl creció tan aprisa que no me di cuenta de que durante todo ese tiempo mis deseos se apagaron por completo. Mi hijo y mi mujer llenaban toda mi vida haciendo que mi sexualidad se estabilizara. Después de la secundaria Saúl quiso irse a estudiar al extranjero, así que todo el bachillerato y la universidad, lo hizo en el extranjero, así que solo nos veíamos en vacaciones de semana santa, navidad y en verano. Ver como Saúl se iba transformando en un hombre atractivo debo reconocerlo, alto, atlético, muy varonil, tenia ciertos rasgos míos y de su madre.

Todo mi mundo empezó a cambiar cuando después de la graduación de Saúl, el decidió regresar a vivir con nosotros, solo esperaba hacer algunos tramites presentar su examen, etc. , eso fue por una parte y por otra, claudia, mi mujer después de mas de 20 años de tratamientos de fertilidad, en su dañada matriz, quedo de nuevo embarazada, pero el ginecólogo nos advirtió que era un embarazo de alto riesgo, por la matriz de claudia y por su edad, ella cumplió 41 años, aunque claudia era una mujer sana fuerte, muy guapa aun delgada buen cuerpo, seguíamos haciendo una buena pareja físicamente, yo por mi parte era atlético aun de músculos definidos, firmes, la vanidad creo que estaba en ambos por mantenernos en buenas condiciones para ser atractivo el uno al otro.

Durante todo los años de matrimonio, siempre habíamos tenido vida sexual intensa, y eso me había mantenido muy tranquilo, pero después de que claudia salio embarazada el ginecólogo nos prohibió terminantemente la vida sexual. Los primeros días no hubo problema pero, al pasar de las semanas mi deseo sexual se elevo a tope, la masturbación no me satisfizo y renacieron en mi mis deseos de estar con un hombre, intente estar con otra mujer, una ocasional, pero no resulto, estaba tan acostumbrado a claudia, su cuerpo, su forma de hacer el amor que me resulto contraproducente estar con otra.

Empecé a sentir de nuevo atracción por los traseros de hombres, las piernas los pezones masculinos, esos deseos que yo mantuve escondidos de pronto salieron a flote, algunos de mis compañeros en el trabajo eran jóvenes atractivos de buen trasero y buen miembro disimuladamente puede verlos y masturbarme pensando en esas perfectas nalgas varoniles. Pero así como esos deseos volvieron también volvió mi sentimiento de culpa el sentir que, estaba fallándole a mi mujer a claudia, a mi hijo, esos deseos debían de permanecer ocultos, no tenían permiso de salir

A mediada que avanzaba el embarazo de claudia su actividad física debía ser menor, tenia que guardar mucho reposo, Saúl nuestro hijo aviso su regreso. Mi deseo sexual estaba casi a tope, me sentía estresado agotado de la abstinencia de sexo real, del deseo de meter mi miembro en un culo varonil ¿qué se sentiría, hacerlo? ¿Qué pasaría si lo hiciera una sola vez?, no, no, no debo hacer eso. Siempre mi sentido del deber se imponía a mi sentido del placer, regreso mi baja autoestima de sentirme anormal, distinto, inferior a los demás hombres de sexualidad establecida que disfrutaban completamente, yo por mi abstinencia no podía controlar ahora mis deseos aunque si disimularlos. Empecé hasta sentir algo de recelo por mi segundo hijo que aun no nacía, apenas iban 20 semanas de embarazo, y para mi eran como 20 años de abstinencia, de no poder tocar a claudia, como 20 años de tortura sexual.

Todo empeoro con la llegada de mi hijo Saúl, quien regresaba a vivir definitivamente en casa, también para estar con nosotros, después de casi 7 años de estudios fuera, fui al aeropuerto a recogerlo, y cuando lo vi. Avanzar hacia mi, no puede evitar ver a mi propio hijo de una manera distinta, me pareció el hombre mas atractivo y sensual que hubiera visto jamás, a pesar de haberlo visto unas semanas antes, ahora era distinto descubrí de improviso que mi hijo se había convertido en un hombre extremadamente atractivo sus grandes ojos azules, su nariz recta, sus pómulos altos y salientes, labios medianos, y fuerte mentón que le daban a su cara un aspecto muy varonil. Un cuello largo y fuerte, y un cuerpo musculoso por los deportes, Saúl vestía una camiseta ajustado que permitía ver su atlético cuerpo, sus pezones sobresalían por la delgada tela, sus bíceps se agrandaba cada vez que el flexionaba los brazos, su espalda perfecta musculosa y estrecha en la cintura, sus abdomen de perfecta definición muscular, su pantalón ajustado mostraba las nalgas grandes redondas fuertes apetecibles, su paquete abultado y sus musculosas y tonificadas piernas, el jeans marcaba a la perfección los muslos de Saúl que eran largos y marcados. Jamás había visto el cuerpo de mi hijo de una forma tan detallado, para mi el jamás había sido considerado como un hombre, sino solo como i hijo y lo amaba por eso, pero ahora, mi miembro me aviso que de ser mi hijo había pasado a ser un hombre atractivo y deseado. Mi holgado pantalón me ayudo a disimular la erección que tenia de ver ese perfecto adonis, de mi carne que avanzaba con una sonrisa para darme un abrazo.

-¡papá!- dijo emocionado cuando se arrojo a mis brazos, en un fuerte abrazo que yo casi no puede responder, por temor a que si lo tocaba el pudiera darse cuenta de los deseos que despertó en mi, tratando de que no se diera cuanta de mi erección, solo acepte que me abrazara, pero la sorpresa del renacer de mis deseos me tenia desconcertado, mas aun por tratarse de mi adorado hijo.

Sentí en ese abrazo la dureza de su pecho contra el mío, ese contacto que había tenido en muchas ocasiones ahora tenia un significado distinto para mi sexualidad, otra connotación ¿qué me estaba pasando? Sus fuerte brazos me atraparon y puede experimentar el placer de sentirme abrazado por un hombre que deseaba y la vez la culpa de que ese atractivo hombre fuera mi inocente hijo que no lo hacia con la misma intención, por supuesto. Cuando sentí su cariñoso beso en mi mejilla, como acostumbraba a saludarme cuando llegaba o cuando se despedía, el roce de sus varoniles labios en mi cara, en mi mejilla, me hizo excitarme un poco mas, me hizo sentir algo incomodo por la reacción que provocaba en mi, sus suaves pero varoniles labios tocaban una vez mas mis mejillas pero para mi ese beso fraterno había adquirido otro valor sexual distinto, el ver el formidable cuerpo de mi hijo me había hecho descubrirlo como un atractivo macho joven, me hizo preguntarme que se sentiría hacerle el amor, penetrarlo, el saberlo mi hijo, creo que le dio un erotismo y sensualidad extra a la que cualquier otro hombre hubiera representado para mi.

Saúl, mi hijo mantuvo su apretado abrazo por varios minutos, siempre habíamos sido una familia expresiva con nuestros afectos y eso no había cambiado, Saúl estaba contento con la noticia de un nuevo hermano aunque fuera más de 20 años después, aunque igual que yo le preocupaba que el embarazo transcurriera en buenas condiciones.

Aun después del abrazo Saúl dejo su brazo sobre mi hombro para empezar a caminar, el cargaba ya el equipaje que no era demasiado, había ya mandado una parte de el en otro vuelo, así que caminamos rumbo al auto, yo sentía en mi hombro su musculoso brazo que descansaba en mi, demostrándome el amor que sentía mi hijo por mi, me hizo sentir culpable de experimentar ese tipo de deseo, sentí que ensuciaba nuestro cariño fraterno con esos pensamientos, mas aun, mi hijo no era homosexual ni bisexual. Al menos no que yo lo supiera. Era un joven deportista sano.

Saúl se sentó mi lado mientras yo manejaba la camioneta antes le había ayudado a subir el equipaje, pude ver el rostro varonil de mi hijo agotado, por el viaje y la tensión de los últimos días antes de su examen profesional, que después de estar manejando un rato al voltear a verlo estaba ya dormido, así se me imaginaba tan indefenso, era mi hijo y desde pequeño siempre que estaba cansado, el viajar en auto lo arrullaba y llegaba dormido a casa, tenia yo que cargarlo ene se entonces para llevarlo a su cama. Siempre se había sentido protegido por mi, seguro cuando estaba a mi lado, y esa impresión me dio en esa ocasión a pesar de que ya era todo un hombre, un hombre atractivo que ignoraba los pensamientos de deseo sexual que despertaba en su padre, al que seguía viendo de la misma forma que siempre y en el que confiaba totalmente.

En cada semáforo aprovechaba para voltear a verlo, sus piernas eran tan perfectas el tono muscular de sus músculos casi se podía adivinar bajo su jeans, su paquete era un bulto entre sus piernas que se me antojaba tocarlo, pero por supuesto que no me atreví, solo las miradas que se posaban sobre su entrepierna. Su pecho y sus brazos también eran perfectos, no se por que no me había dado cuanta antes de que mi hijo era un hombre tan atractivo, quizá la abstinencia sexual a la que la misma naturaleza me había sometido en las ultimas s semanas me hacia estar mas hipersensible a la estimulación visual de mi lado bisexual.

Mi mirada se fijaba en su cuerpo o en su cara, era como tratar de redescubrirlo, de verlo por primera vez como el hombre que era, no tanto como el niño que siempre había sido para mi a pesar de su edad, creo que todos los padres siempre los vemos así. Sus labios esos labios definidos y varoniles que al verlos aun podía sentir la tibieza de ellos cuando se posaron en mi mejilla, su duro pecho que se apretó contra el mío en el fuerte abrazo que nos dimos al llegar. ¿Cómo podía estar deseando a mi hijo? ¿En que ser me estaba convirtiendo?

Por un momento me desconocí, jamás, había sentido algo así por mi hijo no tengo necesidad de mentirme a mi mismo, pero tampoco ningún hombre me había logrado excitar tanto como el lo había hecho desde que lo vi. En el aeropuerto. Un deseo creciente que desbordo en erotismo hacia Saúl. Tuve que forzarme a mi mismo a mantener la atención en el volante para no tener algún accidente a manejar cuidadosamente, para evitar que mi hijo despertara y poder ir admirando su físico perfecto, con toda la libertad mientras el dormía, sintiéndose seguro de viajar conmigo.

Disminuí la velocidad, para prolongar mas ese momentos que me tenia el miembro escurriendo, mi ropa interior la sentía húmeda y de no ser por que mis pantalones eran holgados y de color oscuro creo que se notaria una mancha húmeda en mi entrepierna, resultado de mi abundante lubricación. Cada vez que volteaba a verlo, lo recorría totalmente de pies a cabeza, sintiendo una magia especial mezcla de un deseo desconocido hasta entonces, o ver su rostro varonil por el espejo retrovisor, me hacia preguntarme que se sentiría besar esos labios sentir esa tibieza de sus perfectos labios sobre los míos, no en mi mejilla sino en mi boca, mientras mis manos podían acariciarlo.

Me retrase mas de 25 minutos mas de lo habitual una por el trafico, otra por el placer de prolongar el tener a mi hijo así profundamente dormido a mi lado, poder verlo a mi antojo y al menos así poder disfrutar de ese deseo pecaminoso que había sido fecundado en mi interior y que empezaba a gestarse rápidamente.

Cuando llegamos a casa, detuve la camioneta, Saúl seguía dormido con la cabeza de lado, recargada en el asiento. Antes de despertarlo para decirle que habíamos llegado volví a satisfacer mi vista con cada palmo de su cuerpo, dándole u recorrido lento paulatino, para grabar en mi memoria ese cuerpo prohibido que se convertía en objeto de excitación y deseo. Después de eso, extendí mi brazo para tocarle el hombro, primero fue suavemente, para sentir ese hombro muscularmente redondeado, desarrollado y firme con un tono envidiable, odie la camiseta que usaba Saúl, porque separaba su piel de la palma de mi mano, aun así sentía el calor de su cuerpo sobre la delgada tela. Deje que mi mano sintiera la dureza de su hombro, él permaneció dormido, sin darse cuanta que ya estábamos en la casa, mis dedos comenzaron a moverse lentamente sobre su redondo hombro, para después descender un poco hasta la parte alta de su pecho del lado izquierdo. Sentí el inicio de sus grandes pectorales bajo la delgada camisa, que me impedía el contacto directo con su piel, con su musculoso cuerpo, por un momento me olvide de que esta tocando a mi hijo y lo vi. Como el hombre que me gustaba, el saberlo dormido quizá me permitió que por unos instantes mi menta divagara en la vorágine sexual de mis ocultos deseos, mi miembro endureció mas al sentir bajo mi mano parte de su cuerpo. Mis dedos se movían suavemente tratando de no despertarlo para prolongar aun más la prohibida caricia que me haría sentir después el más sucio de los hombres, pero que en ese momento se posesionaba de mí nublando mi razón de una manera total.

-mhhm-Saúl gimió, como tratando de volver en si, quizá el ruido del motor que se dejo de escuchar y que lo había arrullado, lo hacia ahora recuperar la conciencia, antes de que estuviera realmente conciente, baje mi mano a su brazo, quería sentir su bíceps, el contacto de su piel sin que estuviera de por medio la camiseta, así que rápidamente al oírlo que podía despertar con mi mano rodee su brazo, su fuerte brazo, sentí un bíceps duro, bien formado, cubierto de una piel suave todo esto hizo que mi miembro endureciera al máximo, pensé que podía reventar, apretando su fuerte brazo para satisfacer mejor mi deseo, comencé a moverlo lentamente para hacerlo despertar,

-Saúl, hijo, despierta, ya llegamos, Saúl, Saúl- me hubiera gustado que mi hijo tardara mucho tiempo en despertar para mantener entre mi mano su fuerte brazo, para sentir el contacto directo de sus músculos en mi mano, empecé a ver mi mano a todo lo largo de su musculoso brazo, para fingir que hacia todo lo posible por despertarlo, desgraciadamente para mis deseos, en unos pocos segundos los parpados de Saúl se abrieron y sus ojos azules se fijaron en mi cara.

-ah- un gemido estiro los brazos,-me quede dormido- solo dijo eso.

Inmediatamente retire mi mano de su brazo como si me hubiera sentido sorprendido mientras cometía una falta grave, se que mi hijo no lo pensaba así, pero el saber las intenciones que yo tenia al tocar a mi hijo, eran suficientes para sentir me avergonzado, esquive su mirada volteando al frente, mientras abría la puerta de la camioneta para descender, mientras Saúl bajaba por la otra puerta, no puede evitar voltear a ver la perfecta espalda de mi hijo y su gran trasero, mientras bajaba, fueron solo una fracción de segundo pero para mi placer visual fue suficiente.

Cerré la camioneta mientras Saúl bajaba su equipaje, ambos entramos a la casa, puede ver en el rostro de mi hijo que su fatiga aun estaba presente.

-yo llevo tu maleta a la recamara- le dije- ve a ver a tu mamá, te esta esperando- inconscientemente lo hacia para poder ver como el avanzaba de espaldas hacia la recamara que claudia y yo compartíamos, mi vista se había vuelto adicta en unos cuantos minutos al cuerpo de Saúl, y tenia que aprovechar cualquier oportunidad para disfrutarlo, para experimentar al menos ese pequeño placer. Sentía mi miembro durísimo; así que me apresure a dejar el equipaje de Saúl en su recamara y mientras Saúl y claudia se reencontraban, yo aproveche para irme apresuradamente al baño, no podía aguantar mas sin masturbarme, mi ropa interior ya estaba húmeda de tanta excitación, así que en unos cuantos minutos estaba ya en el cuarto de baño, sacándome mi duro y grueso miembro, enrollando mi mano alrededor de su diámetro, para empezar a deslizarla de atrás hacia delante, mientras en mi mente la imagen del cuerpo de mi hijo, Saúl estaba presente, sentía aun en mi mejilla el roce de sus labios, y en mi mano la textura de su piel, el calor de su cuerpo, la dureza de su brazo, mi boca se lleno de saliva por el deseo mientras mi mano apretaba fuertemente mi larga miembro, y en mi mente, desarrollaba la deseada escena de tocar a mi hijo, a mi propio hijo, poseerlo, de imaginar como se sentiría tocar su redondo trasero, de besarlo, de pensar que mi miembro estaba siendo apretado por ese par de duras nalgas mientras mis manos recorrían cada parte de su cuerpo, sobre todo su pecho sus pezones que se adivinaban debajo de la ropa.

Yo trataba de no gemir tan fuerte, pero el frenesí del incestuoso deseo se apoderaba de mi, por fortuna Saúl y Claudia se encontraban lejos y era imposible que escucharan , así que mi masturbación no puedo durar mas de 5 minutos, dirigí la cabeza de mi miembro hacia el sanitario y puede sentir el mejor orgasmo que había tenido en muchos años, la imagen del cuerpo de Saúl me acompaño en el, una y otra vez abundantes disparos de semen eran arrojados al sanitario mezclándose con el agua, liquido, menos espeso que en otras ocasiones, casi de la densidad del agua por lo excitado que estaba.

-AHHHHHHHHHH- el gemido mas intenso que hubiera escapado de mi boca en orgasmo alguno salio sin siquiera pensar que alguien pudiera oírlo. Mi miembro aventó su último disparo, para dejarme con una tensión sexual menor. Después de que mi excitación volvió a la normalidad, mi deseo se vio opacado por el hecho de sentirme doblemente culpable, primero por el hecho de que me masturbe pensando en un hombre, y segundo y el mas significativo, que lo hice PENSADO EM MI HIJO.

Como ya había mencionado había tenido la fantasía de penetrar a un hombre, pero ese deseo pensé que había muerto, volvió hace unas semanas y ahora tomo como blanco el cuerpo de mi único hijo Saúl. Eso me provoco un shock casi, por decirlo de alguna forma, jamás había tenido el valor de hacer algo de índole sexual con otro hombre, menos aun desde que claudia estaba conmigo y ese día después de ver nuevamente a mi hijo regresar a vivir definitivamente con nosotros por primera vez convertí en realidad el tocar a un hombre que deseaba, un hombre que me atraía enormemente, que aunque era mas que prohibido, no pude evitar hacerlo.

La razón volvía a mi, tenia que desechar esos pensamientos pecaminosos, jale la palanca del sanitario, mientras arreglaba mis ropas para reunirme con claudia y mi hijo. Cuando vi. Como mi semen se iba por el caño, así desee que mis deseos se fueran con el, que jamás regresaran. Mi vista se fijo en eso hasta que el agua estuvo limpia de nuevo, así debía estar mi mente y mis pensamientos, debía olvidarme del deseo que despertó en mi Saúl y tenía que lograrlo.

En unos minutos estaba ya reunido con Saúl y claudia, ella estaba algo mejor mas alegre de volver a tener a Saúl a nuestro lado, y para mi también era una alegría tenerlo ahí, siempre habíamos sido una familia unida, no puede evitar darle al cuerpo de Saúl una miradas mas, pero el hecho de haberme masturbado unos minutos antes había calmado mi deseo. Estuvimos los tres ahí en la cama, conversando como la familia que éramos.

Antes de las 10 PM. Saúl y yo decidimos dejar descansar a claudia así que la dejamos sola ya habían sido varias horas de una conversación de bienvenida, pero claudia tenia mucho sueño, ese embarazo le provoco que casi todo el día estuviera somnolienta, así que Saúl y yo la dejamos para que pudiera dormir y descansara.

-iré a mi habitación, quiero darme un baño- dijo Saúl- después bajare cenar algo contigo, papá.

-esta bien hijo, yo iré a la biblioteca a terminar unos pendientes, buscame ahí- le dije mientras lo observe caminar hacia su recamara, yo baje las escaleras, no pode dejar de pensar en mi hijo nuevamente, en recordar cuando había tenido entre mi mano su fuerte brazo. Trate de concentrarme de nuevo en mi trabajo, olvidándome de Saúl, o más bien del perfecto cuerpo de Saúl.

Continué trabajando casi dos horas mas, esperando que Saúl fuera a buscarme para cenar, la cena estaba ya hecha solo había que calentarla en el microondas, la espera por mi hijo se empezó a volver larga, de nuevo los pensamientos de deseo empezaron a parecer mas frecuentemente, el sentir que necesitaba verlo, experimentar el placer de ver ese perfecto cuerpo varonil.

Creo que ya casi estaba a punto de ir a buscarlo por que quería verlo una vez mas cuando escuche que la perilla de la puerta giraba,-es Saúl- me dije a mi mismo, ¿quien mas podría ser? Claudia estaba recostada y no podía bajar las escaleras así que tenia que ser Saúl, la puerta se abre lentamente y reconocí inmediatamente su mano que tomaba el borde de la puerta, me recargue en el sillón para relajar un poco mi espalda, y entro Saúl, recién bañado oliendo con un aroma masculino, de una de mis lociones preferidas. Usaba una camiseta sin mangas, que dejaba ver todos sus hombros y brazos y se ajustaba a su pecho y espalda, dejando ver su definido y muscular cuerpo, y unos shorts algo holgados, pero no lo suficiente para poder ocultar ese gran y abultado trasero, los shorts eran cortos unos centímetros abajo de la entrepierna, sus musculosas piernas semivelludas estaban ante mis ojos, así como sus hombros y brazos mi vista no pudo apartarse de su cuerpo, percibí el aroma de su loción y me hizo excitarme de nuevo.

-estas listo, papá- me dijo mientras se acercaba a mi, ignorando los deseos que empezó a despertar en mi desde su llegada, para el las cosas entre nosotros seguían siendo igual, pero no para mi, no para mi sexualidad, ni para mi miembro que ya reconocía el objeto de deseo que mi hijo representaba.

-si, hijo, permíteme- le dije mientras percibía su olor de hombre, entrecerré los ojos un segundo para aspirar el aroma de macho que mi hijo transpiraba, ese aroma que me envolvió en cuestión de segundos para transportarme a una éxtasis involuntario de erotismo en el que me vi. De nuevo envuelto, deseando tocar nuevamente su cuerpo, sentirlo, sabiendo que no había motivos para hacerlo, solo tuve que conformarme con verle y tenerle ahí, sentir su masculina presencia junto a mí.

Me puse de pie, yo también estaba cansado y en tensión sexual por sentirme por primera vez atraído por mi varonil hijo, por desear ver su musculoso cuerpo, tocarlo, mientras mi mujer estaba en reposo obligatorio, así que cerré los folders que tenia ahí, y me quite los lentes que usaba para leer únicamente, yo aun no me había cambiado de ropa. Con mi mano toque mi nariz como una acción refleja que siempre hacia cuando me quitaba los lentes. Saúl siempre me había visto hacerlo, solo que quizá en esa ocasión por la circunstancias por las que pasábamos él interpreto que era por cansancio.

-¿estas cansado, papá? No te preocupes,- me dijo-se que estas pensando en mamá-

En "mamá" si supiera mi hijo lo que realmente me tenia así, quizá se hubiera ido de la casa inmediatamente, pero como les he dicho que nadie sabia de mi lado homosexual oculto. Un lado que hasta yo había olvidado por muchos años.

-no puedo dejar de pensar en eso- le dije- quizá buscando su apoyo, como siempre lo había hecho.

Saúl se acerco a mi y me abrazo fuertemente tratando de reconfortarme.- todo va a salir bien- me dijo al oído.

-gracias, hijo- le conteste, feliz de tener la oportunidad de sentir cerca de mi nuevamente su perfecto cuerpo. De sentir esos fuertes brazos dándome un apretado abrazo para que sintiera su apoyo, haciéndome saber que no estaba solo, que él estaba ahí conmigo para todo. Sentí su mejilla en contacto con la mía, su mejilla fresca por el reciente baño, su aroma me embargo totalmente. Y mi deseo por el aumento, así que respondí al fuerte abrazo apretando con mis fuertes brazos su cuerpo, estrechándolo contra el mío, para que nuestros fuertes pechos se estrellaran uno con el otro, así podría sentir una vez mas su fuerte pecho casi en contacto directo con el mío, mis brazos sentían su dura espalda, y sin dejar de abrazarlo, empecé a desliar mi mano a todo lo largo de su fuerte espalda, desde la altura de sus hombros hasta su estrecha cintura, bajando alternadamente cada una de mis manos, algo que yo siempre hacia cuando nos abrazábamos, pero que hoy tenia implícito el deseo, mas que el cariño fraterno de otras ocasiones. Sentía con mis manos el elástico de su diminuto short, y eso exacerbo mi deseo por el, casi estuve tentado a deslizar mis manos mas abajo para sentir la dureza de sus nalgas, pero la cordura me detuvo. Así que por espacio de unos 2 ó 3 minutos seguí acariciando su fuerte espalda, Saúl me dio un beso en la mejilla, de hecho esa muestra de afecto era muy común con su madre o conmigo, pero para mi ese beso era la gloria que satisfacía al menos por ahora mi deseo. Y alimentaba un mas mi naciente obsesión sexual por mi hijo.

La tibieza de sus varoniles labios en mi mejilla, su espalda en mis manos su pecho contra el mío, ¿que mas podía pedir? Al menos por ahora ese contacto bastaba, y yo desee que a partir de ese momento fuera disminuyendo. Como me gustaría que el ginecólogo autorizara que claudia tuviera relaciones sexuales, así podría volver a mantener mi sexualidad ocupada. Pero se que eso era imposible por el riego tan alto que había en el embarazo de claudia, al menos desee que esas semanas que faltaban para el parto trascurrieran rápidamente para que todo volviera ala normalidad, para que la calma volviera a mi hogar.

Si por mi hubiera sido, me quedaría abrazando el cuerpo de Saúl por mas tiempo, quizá indefinidamente, pero en fin ese "fraternal" abrazo, que fue bastante reconfortante termino. Y ambos salimos hacia la cocina para poder cenar, claudia ya estaba dormida así que solo estaríamos los dos solos.

Saúl caminaba delante de mí así que me permitía ver sus torneados muslos en la parte posterior, bien definidos y su abultado trasero la corta distancia que nos separaba del comedor y la cocina me permitió disfrutar de ese varonil paisaje por unos segundos.

La cena trascurrió con la conversación cotidiana de siempre cuando alguien regresa de viaje. La alegría de estar de nuevo en casa de lo que tenia pensado hacer, de su empleo que le habían ofrecido, de todo lo trivial. Antes de la media noche ya estábamos listos para ir a la cama, mi deseo por Saúl aun estaba ahí aunque debo admitir que después de la masturbación había disminuido. Ambos nos fuimos a acostar, nos dimos las buenas noches, y yo me fui a mi recamara, me recosté al lado de claudia, ella estaba profundamente dormida, tuve deseos de poder hacer el amor con ella, de tener una noche de intensa actividad sexual, quizá para que mi atormentada mente echara de ahí, el creciente deseo de coger a Saúl, de penetrarlo, de poseer a mi propio hijo.

Aunque trate de dormir, durante la noche me desperté en varias ocasiones, pensando siempre en mi hijo, en sus nalgas sobre todo, en imaginar lo que había debajo del short, hacia tiempo que no había visto desnudo a mi hijo, varios años, quizá desde que se convirtió en adolescente, aunque se adivinaba su gran miembro y sus perfectas nalgas. Mi boca producía grandes cantidades de saliva y mi cuerpo sudaba a pesar del clima en la recamara. Pero era el resultado de mi deseo de mis ganas de estar sexualmente con mi hijo, eran ya casi las 5 AM, cuando decidí bajara a la cocina por un vaso de agua o de leche, no había podido conciliar el sueño, así que quizá eso me ayudaría a dormir al menos unas horas.

Me serví la leche y empecé a beberla sentado en la silla, recargando mis codos en la mesa aun sin poder dejar de meditar en el cambio que mi vida sexual estaba experimentando, en que no podía apartar de mi mente cada parte del cuerpo de Saúl, ¿cómo podía desear a alguien que era sangre de mi sangre, carne de mi carne? Debía de estarme convirtiendo en un pervertido sexual, un depravado. Pedía a dios que no permitiera que eso sucediera, pero creo que mi destino ya estaba escrito, y mi deseo quería que en ese destino estuviera incluido Saúl.

Antes de terminar el vaso de leche y aun absorto en mis pensamientos, la puerta de la cocina se abre y entra Saúl, debo de admitir que me sorprendió, y mas aun cuando me doy cuenta de que estaba desnudo de la cintura hacia arriba, solo usaba el short.

-¡papá! ¿Que haces aquí? ¿Tampoco podías dormir?- me dijo sorprendido también de encontrarme ahí.

Me pareció afortunado estar ahí, para poder ver casi desnudo a mi hijo, su amplio tórax, sus oscuros pezones su definición muscular en paquetes abdominales le daban el toque perfecto de un Hércules juvenil aun puede percibir el agradable aroma de su loción y bajo mi pijama, mi miembro despertó súbitamente, empezó a levantar su "cabeza" reconociendo la presa.

  • no podía conciliar el sueño- le conteste- baje por un vaso de leche, creo que pensamos lo mismo.

-así es- dijo mientras se servia el también un vaso de leche y se sentaba a la mesa para hacerme compañía.- hay muchas cosas que me tienen así, el nuevo trabajo, el embarazo de mamá. El volver a casa.

-todo saldrá bien, ya lo veras, ahora estas en casa, nos tiene a tu madre y a mi para ayudarte en todo, no te preocupes por eso.- siempre he respaldado a mi hijo así que esa respuesta ella conocía desde antes de que yo e la confirmara.

-lo se papá. Pero nunca antes había visto a mamá en cama, creo que me deprimió mucho eso, ella siempre tan activa, que…- interrumpí su frase

-hijo, Saúl, solo serán unas semanas mas- creo que esa frase también me la decía a mi mismo tratando de que cuando claudia estuviera bien reanudáramos nuestra vida sexual.- todo saldrá bien, ya veras, tu mismo me lo dijiste hace un rato en la biblioteca.

Aproveche para pasar mi brazo por su espalda sentir su piel otra vez junte mi silla al lado de la de el, para poder pasar mejor mi manos por su espalda, dejando caer mi mano del lado opuesto, reconfortándolo, dándole apoyo, fingiendo que lo hacia de manera involuntaria, mi mano descansaba en a unos milímetros de su pecho, desnudo, así que solo tuve que fingir que retrocedía mi mano para tocar con la punta de uno de mis dedos, su pezón, tratando de que el no se diera cuanta mientras hacia esto le hablaba al dándole mas frases de aliento, la yema de mi dedo estaba en contacto con el botón de su pezón que estaba duro, pero no por la excitación, creo que el ni siquiera se dio cuenta que mi dedo y su pezón estaban juntos, pero para mi, tuve que sentarme mejor para que no se notara que mi miembro se endurecía a su máximo, movía mi brazo para que mi mano de balanceara lentamente, tocando una y otra vez ese pezón que tenia la textura que yo había imaginado.

-hay algo que no les he dicho,-me dijo, mientras yo continuaba con mi juego erótico.

-¿de que se trata?- le pregunte, esperaba que me dijera cualquier cosa, estaba yo distraído casi ni lo escuchaba solo sentía, solo disfrutaba que m mano tocara aunque fuera por unos segundos y de forma leve y superficial ese deseado pezón.

-es que por el estado de mamá, no lo creí prudente, decirlo frente a ella, pero si puedo confiar en ti.- me dijo

-claro- le dije seguro de mi mismo, sin dejar de usar mi mano para tocarle el tórax.

-papá, tengo novia- me lo dijo de golpe

-¡¿cómo?!- mi cara de asombro debió extrañarle. Creí que había oído mal, pero no era así Saúl siguió contándome

-si, papá, tengo novia- me vio directamente a mi sorprendida cara- y hasta hemos pensado en casarnos, ella vendrá a vivir aquí en monterrey, en unas semanas

Me olvide por completo de mi contacto con Saúl, deje de escucharlo solo podía pensar en lo que el me había dicho "hemos pensado en casarnos" experimente algo que jamás había sentido. Y que jamás pensé que pudiera sentir por un hombre, menos por mí hijo. Sentí CELOS.

En mi mente el macho ideal había aparecido, alguien de mi misma sangre, pero ahora ese macho estaba diciéndome que quería casarse, dejarnos a su madre y a mí, pero sobre todo a mí, ahora que lo deseaba. Mi deseo se avivó y se fijo una idea ese cuerpo tenia que ser mío, costara lo que costara, dejó de importarme que fuera mi hijo, era un hombre al que había deseado por encima de todo y no iba a perder una oportunidad.

Saúl continuaba contándome los detalles, mientras en mi mente se empezaban a gestar los más encontrados sentimientos de deseo por alguien que estaba prohibido para mí "mi hijo".

CONTINUARA

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