Sandra (mis experiencias sexuales)

Cuando aquel chico me sacó de la discoteca no podía imaginar lo que me iba a pasar, aun hoy me estremezco.

Hola me llamo Sandra y voy a contarles algo que me pasó hace 2 años.

Actualmente tengo 28 años, lo que les voy a contar me pasó con 26. Bueno para empezar creo que debería describirme un poco, aunque esto siempre es complicado por lo subjetivo del asunto. Soy castaña, con el pelo por los hombros, ojos negros, piel blanca, 1.65, 54 kilos. Una chica bastante normalita, aunque eso sí, soy bastante guapa y mi cuerpo sin ser el de una modelo está bastante bien, con curvas, todo en su sitio, etc.

Me gusta utilizar ropa bastante sexy, soy muy coqueta, utilizo lencería, tanga a juego con el sujetador, minifaldas, camisetas de tirantas, tops, medias, sandalias de tacón... Bueno y todos los complementos que hacen que una chica se vea mucho mejor en el espejo. Y que consiguen atraer más miradas por la calle( para que nos vamos a engañar, me gusta gustarme...y gustar a los demás).

En el sexo he sido siempre una chica bastante abierta, no tengo prejuicios, y en principio nada me asusta, siempre y cuando confíe en la persona con la que mantengo relaciones. Hasta la fecha se puede decir que he hecho casi de todo, mi vida sexual comenzó bastante pronto, con 16 años más o menos, y he tenido muchas relaciones desde entonces más o menos serias.

Cuento todo esto porque a la experiencia a la que me sometí hace 2 años aun todavía me sigue poniendo nerviosa sólo de recordarla. Siento una mezcla de nerviosismo, vergüenza ..pero también una gran satisfacción...a mi pesar.

Hace 2 años yo estaba pasando una mala época, acabé la universidad y tuve la crisis de "¿qué coño hago ahora?", además el trabajo me tenía agotada (de gogó en una discoteca de mi ciudad, para pagarme los estudios y el piso compartido), y además acababa de salir de una relación de 4 años que me dejo muy marcada, y muy molida.

El caso es que estaba pasando por la típica época de beber mucho, salir demasiado, pasarme un poquillo con las juergas, conocer muchos tíos ( gilipollez para recuperar autoestima...), etc.

En esto que una noche que estaba bailando algo frenética en la disco, deseando que acabara mi turno, y bastante pasadilla( ya me entendéis, había bebido como una cuba y me había metido algún estupefaciente), de repente alguien entre la multitud de borrachos, tíos salidos, y pastilleros bailando, me llamó mucho la atención.

Era un tipo no especialmente guapo, pero había algo en el muy atrayente ( las chicas seguro que me vais a entender), era del tipo muy seguro de sí mismo. Eso es algo muy atrayente sobre todo en este mundillo de colgados discotequeros. Era un hombre alto, moreno, bastante fuerte, con una mirada de esas de "te acabo de elegir entre todas", vestía de un modo sobrio... y bueno mantenía la mirada sin acobardarse ni cambiar el gesto.

Cuando bailas de gogó en una discoteca conoces a muchos tíos, de los de "perro ladrador poco mordedor", o sea que dicen mucho pero hacen muy poco, y se acojonan con una chica guapa y vestida en plan sexy.

Esa noche era fiesta de carnaval en la disco y yo iba de catwoman ( en plan más sexy, sólo con unas botas altas negras, medias de rejillas rotas, tanga negro, top negro, y un antifaz y orejas postizas de gatita).

Me llevé todo mi turno bailando y mirándolo, de hecho cuando desaparecía entre la multitud lo buscaba con la mirada, él sin embargo no cambiaba el gesto, me mantenía la mirada, pero no sonreía ni nada.

A las 3 terminé mi turno y me fui a refrescar un poco, y a ....bueno animarme con alguna droguilla( la mayoría de mis colegas del trabajo: jefes, camareros, compañeras, etc consumían, por lo tanto me costó poco que alguien me invitara).

Me cambié en el vestuario pero lo único que hice fue quitarme las orejas y el antifaz y ponerme una minifalda sobre el tanga. Salí a la pista a buscar al hombre misterioso, algo animada ya con la pastilla que me dio mi compañera de baile.

Salí a la pista y me puse a bailar mirando a todas partes pero no lo veía por ningún lado, así que me relajé y me puse a bailar sola. Cuando estaba empezando a desconectar note que alguien me agarraba por detrás y me decía al oído: " Me encantan las gatitas, son dóciles, cariñosas y saben como complacer a su amo..." . No sé si fue el tono de la voz, el susurro en el oído, el modo de apretarme los hombros al sostenerme ( o que simplemente estaba ya bastante borracha del alcohol que tomé antes de subir a la tarima a bailar, o de la última pastilla) pero me sentí completamente relajada, y no sólo relajada sino que el sentirlo detrás y al hablar de ese modo me humedecí completamente el tanga. Me di la vuelta sabiendo de antemano que era él, el chico de la mirada. Al tenerlo más cerca me di cuenta de que era más joven de lo que había pensado ( tendría unos 20 años máximo) cosa que me sorprendió muchísimo por ese modo de actuar y mirar tan seguro y adulto que tenía. El caso es que no era especialmente guapo, pero estaba super cachonda por las droguillas y el alcohol, y bueno el tío había conseguido remover algo en mí esa noche, por todo eso decidí en ese momento darle un beso de esos muy humedos y profundos, y le dije al oído:"oye nos largamos de aquí". Él simplemente me miro a los ojos me cogió de la mano y tiró de mí entre la multitud.

Cuando salimos de la disco un viento algo más frío me devolvió a la realidad pero la verdad estaba muy morada y muy caliente ...y no me apetecía nada salir de ese estado...me dejé llevar. Nos subimos a un coche y se puso en marcha, hasta pasados unos minutos no me di cuenta de que ninguno de los 2 estábamos conduciendo, (yo obviamente no...no tengo ni carnet de conducir,... pero es que él tampoco lo hacía!!!), nos estaba llevando un chofer. ( No es que sea tonta...es que de verdad estaba muy borracha).

Ahí lo empecé a comprender todo: de ahí la seguridad, el modo de actuar...etc, aun siendo tan joven de edad( me confirmó que tenía 19 pero iba a cumplir los 20). Este era un típico niñato rico...y no hay nada por desgracia que de más seguridad que el dinero...

Llegamos a la casa, era del tipo chalet con pinta de victoriano a las afueras: piscina con forma octogonal , arbolitos exóticos, estatuas...todas esas chorradillas de nuevos ricos. Pero bueno no estaba yo como para ponerme sarcástica, la verdad estaba borracha y cachonda quería un polvazo que me iba a venir muy bien, y dormir...

Entramos en la casa y me dijo que estábamos solos, cosa que me imagine al entrar ( con los papis seguro que no hace estas cositas), y me ofreció una copa, yo la verdad no estaba para copas y le dije que no. Entonces se sacó una bolsita de la cartera y me dijo: "a esto no me puedes decir que no". Eran una pastillas de color azul...yo ya había tenido bastante pero bueno la verdad ¿porqué no más animación? Y me tomé una con un poco de agua. Él no tomó ninguna y le pregunté: "¿tú no tomas?", el sonrió y me dijo, otra vez susurrándome en el oído: "es sólo para chicas". Me noté casi de inmediato algo cansada y me senté en el sofá del salón, él se sentó a mi lado y comenzó a quitarme el top, después la falda, las medias, el tanga y las botas ( estaba tan cansada que hasta le agradecí que lo hiciera) . Me encontré de repente completamente desnuda en el sofá de la casa de un extraño. Y lo peor de todo es que estaba empezando a sentirme muy extraña, se me estaba como acelerando las pulsaciones. Él lo notó y me puso el brazo por los hombros y me dijo: "relájate ya empieza surtir efecto, ya verás no lo podrás olvidar.." poco a poco toda esa aceleración se convirtió en un subidón de calentura extrañísimo, notaba como tenía toda la vagina ardiendo, y estaba super cachonda...necesitaba de verdad que follaramos, ya!. Él vió mis ojos de deseo y se dió cuenta de que ya estaba preparada, entonces se levantó del sofá y me dijo: " lo que te he dado es una droga que compré en Londres, ahora vas a ponerte muy caliente y vas a necesitar meterte algo en el coño para saciarte y quedarte tranquila" ( "putas mierdas de drogas de diseño"- pensé yo, pero el caso es que ya la había tomado y la verdad es que estaba empezando a sentir unas ganas imperiosas de sentirme penetrada como antes nunca lo había sentido). Él siguió hablando: "si quieres tener una noche entera de sexo has de hacer todo lo que yo te diga ¿vale? te aseguro que no te vas a arrepentir". Yo contesté que sí repetidas veces, me daba igual todo sólo lo quería dentro de mí.

Me levantó del sofá y me dijo que me pusiera a cuatro patas en el suelo del salón frente al sofá, yo lo hice de inmediato, entonces él se sentó y me dijo: " vamos ahora acércate a mí gateando, y bájame los pantalones". Yo lo hice de inmediato ( que cabrón quería que se la chupara, y yo lo que quería era tenerlo dentro de mí, bueno ya llegará), avancé a cuatro patas gateando y me coloque entre sus rodillas, entonces le bajé los pantalones y los slips, y comencé a pajearlo. Saqué la lengua lentamente y le chupé la punta varias veces, bajando después por el tronco y llegando a sus huevos, (ummmmmmmm tenía una polla bastante grande), el me agarró la cabeza y me dijo: " vamos gatita a tragar" y me la metió entera en la boca, yo casi me atragantaba, pero él no paraba de bombearme la boca, llegando a tenerla entera dentro de mi garganta y sus huevos golpeando mi barbilla, me hacía mirarle a la cara mientras se la chupaba, eso debía de excitarle, mientras decía cosas como : " venga gatita chupa, a las gatitas les gusta la leche, etc".

Yo la verdad estaba que ya no podía más entre la calentura de la droga, más la situación, empecé a meterme varios dedos en la vagina mientras le chupaba, necesitaba sentir algo allí, penetrándome. Pero no era suficiente 2 o 3 dedos no eran suficientes...quería más. De repente él se levantó y me dijo: "gatita espérate allí a cuatro patas tengo una sorpresa preparada, te va gustar " y se fue, yo seguía a cuatro patas apoyada en el sofá, metiéndome los dedos y mojándome todas las piernas de mis efluvios sexuales. Él llegó pero no venía solo, cuando volví la cabeza al oir la puerta lo descubrí (aun hoy me estremezco al recordarlo), no venía solo, no, venía trayendo a un gran perro tirando de una correa. Cuando lo vi le mire a la cara esperando alguna reacción del tipo, es broma o algo así pero el solo sonreía( sonreía por 1º vez por cierto). Desde mi postura ( a cuatro patas) le dije estás loco, el soltó al perro que se quedó quieto junto a la puerta y volvió a sentarse delante mía. Me levantó la cabeza con la mano y me dijo: "gatita es un perro obediente, el no se va a mover de la puerta y no se va a acercar a ti a menos que tú lo desees", me relajé al escuchar eso aunque seguía preocupada, el me dijo: "anda sigue con tu caramelo", y me la volvió a meter en la boca. Tenía un pene bastante grande antes pero ahora parecía incluso mayor, probablemente el ver el perro allí le estaba excitando aun más. Yo estaba asustada y confundida pero también muy cachonda así que empecé a mamársela a conciencia tragándola entera, apretando con la lengua para darle más placer, acelerando el ritmo. Estaba cada vez más cachonda, y tenía ya las piernas pegajosas de tanto masturbarme. Entonces necesité de verdad que me penetrara, estaba fuera de mí, necesitaba su gran polla dentro, me la saqué de la boca y le dije por favor fóllame, te quiero dentro de mí, dámela. El me miro y me dijo: "quieres que te follen ¿verdad?,¿ lo necesitas?", yo le respondía "si si si".

Entonces me dijo " gatita relájate sigue chupando, vas a disfrutar" . ya no podía más así que me la metí dentro de la boca y se la empecé a chupar y me decidí masturbarme, cuando de repente sentí como silbaba, entonces me imaginé lo que iba a pasar, estaba asustada, tenía asco, pero por otro lado estaba fuera de mí, cachonda al máximo, necesitaba algo dentro. Sentí como el perro se acercaba y olía por mi rajita, mi acompañante me agarró los brazos, y me miró a la cara como diciéndome "déjate llevar" el perro se irguió y apoyó sus patotas enormes en mí y comenzó a apuntar su rabo hacia mi vagina , torpemente daba golpes sin acertar, aquello me puso más cachonda...realmente estaba deseando que aquel perro me la metiera ya de una vez, no aguantaba más. De repente sentí como su pene se introducía dentro de mí, era bastante grande y gordo, y sentí un escalofrio por todo el cuerpo. El perro empezó a bombear dentro, dándome un placer indescriptible... Daba fuertes embestidas metiéndomela hasta el fondo y dándome fuertes golpes. Yo empecé a acompasar su ritmo la quería más y más adentro de mí. Su dueño empezó también a embrutecerse, era evidente que aquella situación lo estaba poniendo realmente cachondo, me cogía la cara y me restregaba su polla, me la metía en la boca del tirón hasta el fondo, me follaba la boca mientras su perro me bombeaba la vagina...aquella situación era una locura!!!

Empezamos los 3 a dar gemidos de placer, me estaba sintiendo como un animal, rodeada de animales, pero estaba sintiendo un placer como nunca lo había sentido antes, comencé a tener orgasmos, lo que me hacía apretar todo lo que podía mi vagina contra el animal, lo que el agradecía con gemidos y rugidos, su amo me la teniá completamente metida en la garganta y practicaba una mamada violenta levantándose y empujando con fuerza la pelvis hacia mi cara, metiendo su polla hasta lo más profundo de la garaganta, me caían lagrimas de la impresión por la cara pero no quería parar. Entonces sentí como el perro se ponía más tenso y comenzaba a eyacular dentro de mi vagina, no era una eyaculación normal, era como un torrente dentro de mí que me llenaba entera. Sentí como un escalofrío al sentir tanto semen adentrándose en mí. Por otro lado su dueño comenzó a eyacular en mi garganta sin que tuviera posibilidad de hacer otra cosa que tragar el semen. Así que mientras a mí me daban espasmos de mi último orgasmo me estaba entrando semen por todas partes, humano y animal!!

Despues de un rato cuando el perro pudo separase y bajarse, se fue por donde vino, y mi acompañante se subió los pantalones rápidamente. A continuación me vistió con algo de prisa y me sacó de la casa, yo la verdad estaba tan confundida, cansada, y extraña que no le dije nada. Me llevó al coche y le pidió al chofer que me llevara a mi casa, me monté le di la dirección y el coche se puso en marcha sin que pudiera despedirme. Llegué a mi casa, como pude entré, me duché y me acosté estaba demasiado cansada para pensar en nada.

A la mañana siguiente, la despertar lo recordé todo, fue como una punzada, las drogas, el chico, la casa, el sexo, el PERRO!!! Dios mio.......aun todavía no sé como lo pude hacer. A veces me excuso pensando que fue una violación, o producto de las drogas....pero otras veces, por las noches, lo recuerdo y me caliento, me caliento y necesito tocarme recordándolo....por cierto ni siquiera supe el nombre nunca de aquel chico!!!. FIN