Sandra mi mujer perfecta
Hemos descubierto, nuevas fronteras de placer, sin hombres.
Hola gracias a las personas que escribieron por el relato anterior.
Después de aquella noche con Juan Carlos, mi amiga Sandra, y yo seguimos en el gym aunque no hemos vuelto a salir con Juan Carlos.
Pero la vida continua, mi amiga Sandra, me hablo, de su fantasía conmigo, me dijo que ella no se sentía lesbiana, que no podía pensar que seria la vida sin hombres, a lo que le conteste casi igual, yo tampoco me sentía les, y me gustan los hombres, aunque me derretía por volver a besar a mi amiga.
Estábamos en el apartamento escuchando música, y pensando en aquella excitante noche con Juan Carlos, hablamos de lo ocurrido, pero como les decía llegue al momento en que no escuchaba, nada solo veía la imponente figura de mi amiga Sandra, podía observar, su cuerpo, sus manos, sus brazos largos y delicados moverse, veía sus piernas, su hermoso cabello, mientras ella hablaba, no podía dejar de ver sus hermosos y juguetones ojos, al tiempo que recordaba, las expresiones de lujuria que había visto en esos azules ojitos, igual veía sus delicadas facciones, y me quedaba enredada en su boca, sabia que me hablaba por que su boca gesticulaba, provocativas formas, al tiempo que a mi venían recuerdos, del placer que es capaz de salir de aquella boca, de sus besos apasionados, de la forma como beso todo mi cuerpo.
En un momento, sus palabras me sacaron de ese cúmulo imaginativo por el cual estaba pasando, cuando ella me dijo, me estas escuchando... Olga, a lo que respondí que si, sin saber de que me hablaba, sin esperarlo pero deseándolo mucho, ella me dijo aproximando peligrosamente su cara a la mía, no me has escuchado, dejando rozar sus labios con los míos, sentía ese calor, de la primera vez sentía su respiración, ella empezaba a juguetear con la puntita de su lengua, describiendo mis labios, yo atónita, por tal expresión solo abrí un poco mi boca, ella tomo mi labio superior entre su boca, succionó un poco y lo soltó, luego tomo mi labio inferior de igual forma, empezó el juego con ambos labios.
Aquel beso que empezaba a transportarme por los aires, me hacían olvidarme y definitivamente borrar los tapujos con mi amiga, ella era la amante perfecta, la deseaba con todo mi cuerpo, y no quería defraudarla, ya por todo mi cuerpo empezaba a hervir de alguna forma eléctrica esas sensaciones.
Mis manos buscaban su cuerpo, recorriendo su espalda, mi cuerpo fue reduciendo las distancias con ella hasta que mi pecho toco su cuerpo, sentía ese calor emocional que encendía una pasión.
Solo quería disfrutar de aquel hermoso beso, recorrer su cuerpo, sentía la tibia lengua, introducirse peligrosamente en mi cavidad bucal, lo que me recordaba inmediatamente como esa misma lengua tibia y húmeda, jugueteó con mi clítoris, llevándome a lugares indescriptibles.
Ella cubría mi cara con su cabello, era tal la pasión de aquel beso que parecía que me fuera succionar completa, sus brazos rodeaban mi cuerpo, acariaban mi culo, por encima de la ropa, cada vez que sentía las yemas de sus dedos encima de mi ropa, paseándose por mi cuerpo, me llenaba de electricidad, Sandra retiro mi camisilla dejando mi torso a solamente cubierto por mi brasier, de color blanco, lleno de encaje, encaje que dibujaba mis redondas formas culminadas por un color rosa duro como una piedra y que pedía ser liberado para recibir placer sin limites.
Con una habilidad inimaginable y solo con tres dedos tomo el broche de mi sostén, liberando mis senos, y con esa misma habilidad los tomo con sus manos acariciando con un leve roce sobre toda la redondez, ella los observaba, como una sed, sus ojos hermosos contemplaban el espectáculo que tenían en frente, luego poso sus delicados y tibios labios sobre uno de mis senos, solo con el calor de su respiración acercándose sentí como mi chochito liberaba líquidos, mi cuerpo se contraía, y dejaba salir algunos suspiros, causados por mi respiración descontrolada ante tantas sensaciones.
Besaba delicadamente una y otra vez cada uno de mis senos, rozando en algunas ocasiones la punta de su lengua con mis pezones duros y apunto de explotar, yo dejaba pasear impunemente mis manos por toda su anatomía, tocaba con mis manos todas sus formas, ella besaba mi abdomen, besaba debajo de mi ombligo, me tomo por la cintura y como en un baile yo le permití bajar mi pantalón, porque mis piernas temblaban, también querían sentir esos cálidos y húmedos besos, que me tenían tan húmeda, cada músculo de mis piernas se tensionaba al pasar esos indescriptibles besos, mi chochito se contraía y se dilataba de tal forma que no tuve mas remedio que llevar con mis dos manos la cabeza de mi amiga Sandra, a mi entre pierna donde la esperaba un pantie, también blanco de encaje, que por estar tan húmedo por los jugos emanados de mi vulva, era muy trasparente, ella con gran habilidad me sometió a una descarga de emocionantes besos y pequeños mordisquitos únicamente con la dureza de sus labios llevándome a sentir una cascada de orgasmos, era la primera vez que sentía tantos orgasmos seguidos y con mi pantie puesto.
Ella se incorporo, dio un par de pasos hacia atrás, y retiro la blusa, dejando ver su soten negro en seda, paso sus manos hacia atrás, resaltando aun mejor sus atributos y con una sonrisa, soltó y con un ligero movimiento de sus hombros, dejo caer la prenda, sus manos recorrieron su cuerpo por los costados hasta llegar a su cintura, por Dios ella estaba haciendo un show, para mi sola ella deseaba que yo la observara, pues trate de tomar con mis manos su cintura pero retrocedió, diciéndome déjame verte, por que me excitas mucho, claro yo estaba completamente desnuda y estaba tan concentrada en ver ese espectacular cuerpo que no era conciente que ella también disfrutaba con la vista que le daba mi cuerpo, volviendo nuevamente a mi lugar retire mi pantie que era la única prenda que aun me cubría, ella por su puesto ya había bajado por completo su pantalón dejando de nuevo un pantie color negro en seda, que marcaba muy bien sus formas, que eran rematadas por unas hermosas y torneadas piernas.
Me aproxime llevando mis manos a su culo que estaba libre, pose mis pechos sobre sus pechos, mis pezones rozaban con sus pezones, su calor era muy espacial, sentía su delicadas formas contra mi cuerpo, que también liberaba calor, Sandra, me tomo con una sola mano por la parte posterior de mi cabeza, y empezó a mover sus dedos, tratando de tomar quizás la mayor cantidad de cabello, lo que hizo que mi excitación se duplicara, al tiempo que hacia ese movimiento dirigió mi cara hacia sus hermosos pechos, apretaba mi cara contra sus firmes senos, lo que dejaba como alternativa solamente abrir mi boca, llevo mi cara por todo su cuerpo hasta depositarme en su entre pierna allí yo de rodillas ella soltó mi cabeza tomo por los costados con los pulgares su pantie que dejaba ver la humedad de su página, deslizando la prenda a lo largo de sus piernas, dejando libre su chochito, rosadido, con labios muy mojaditos, emanaba un olor a mujer muy enloquecedor, solamente atine a retirar sus jugos cálidos con la puntita de mi lengua, no quería dejar una sola gota en su vulva, tuve especial cuidado con sus vellos pubicos, ya que se veía que al igual que yo depilaba su chochita, dejando únicamente un pequeño caminito que terminaba o empezaba en la comisura de sus labios vaginales.
Después de algunos gemidos de ambas, y de retorcer Sandra su cuerpo sobre mi cara, ella me tomo por los hombros, levantándome cuidadosamente, nos abrazamos nuevamente, nuestras caras olían y sabían a nostras, nuestras manos recorrían nuestros culos que hacían fuerza por aproximar nuestras cuquitas húmedas, solo sentía su calor, parecía un caldero que quemaba todo lo que se le aproximara, claro me imagino que ella debía sentir mi cuevita igual de caliente, nos dejamos caer en el sofa, ella llevando una de sus piernas por entre mis piernas aproximo su chochito a el mío, ese fue el momento mas sublime que jamás haya sentido, al juntarse en un espectacular beso nuestras vajinas empezamos a movernos rítmicamente, sentía como mi clítoris era estimulado por los pliegues de Sandra y como el clítoris de Sandra rozaba con mis labios vaginales, mientras ella ponía una de sus manos sobre el costado mis nalgas que bailaban libremente, al tiempo que yo tomaba a Sandra por sus piernas para no dejarla escapar un solo instante hasta que sentí como explotaba el volcán que dejaba deslizar unas gotas de liquido vaginal por la raíz de mis piernas en ese instante sentí como tenia nuevamente mi cabeza perdida en emociones, la electricidad en mi cuerpo me invadía, haciéndome temblar, perdía fuerzas en mi cuerpo, mi respiración se ausentaba por cortos espasmos, nos quedamos quietas por unos momentos, luego la abrace con todas mis fuerzas, quedándonos dormidas.