Samuel y Jeremy III y IV
Hola de nuevo, os dejo un par de capítulos, el tercero es muy cortito, así que os dejo también el cuarto. Espero que os guste
- 3.¡Yo no soy maricón!
Mierda, me he dormido, no me va a dar tiempo a ducharme. ¡Joder! Si es que ayer no me podía dormir pensando en Jeremy, en lo que hicimos, en lo que paso. ¡Corre! ¡Corre! Que a segunda es el examen y quiero pillar buen sitio a ver si Jeremy puede chivarme algo. Porque si no, lo llevo claro.
Llego al insti, mira Jeremy está en la puerta de los baños con Marcos. Voy a hablar con él. El muy cabrón no me ha cogido el teléfono en todo el finde.
- ¡Hola!
- ¡Hola Paula! No te había visto.
- No me extraña. Vaya cara de sueño que traes.
- Luego nos vemos, que tengo que hablar con Jeremy.
Bien. Marcos se va. No me apetece nada hablar de esto delante de Marcos.
- Jeremy. -Tira de mí y me mete en el baño, mira que no haya nadie-.
- ¿Qué quieres?
- Pues... no me has cogido el teléfono... y quería decirte que el viernes...
- ¡Cállate! ¡Yo no soy un maricón! -y sale del baño dando un portazo-.
Me quedo sentado en el suelo hecho un bola, apretándome las rodillas. Siento que me he roto, esto me ha dolido mucho más que lo que me hizo el viernes. No lo puedo soportar y comienzo a llorar. Se abre la puerta y entra Pau. La conozco desde siempre, hasta que llegó Jeremy era mi mejor amiga, seguimos llevándonos bien, pero ya no el lo mismo. No le gusta mucho Jeremy, creo que le tiene envidia, a ella le gustan las chicas aunque no me lo haya dicho nunca, todos lo sabemos y creo que está enamorada de Andrea. La verdad es que no sé qué le ven.
Me seco las lágrimas con la manga porque no quiero que me vea llorar. Se acerca a mí y me abraza. Se sienta junto a mí y me mira.
- ¿Qué ha pasado? Os he visto entrar y cuando ha salido Jeremy dando un portazo he pensado que algo malo ocurría.
- Nada.
- Por nada. No estarías así. -Y me abraza. La verdad es que me reconforta un montón. Es como si se juntaran un poquito todas las piezas en que Jeremy me acaba de romper.-
- Es que el viernes. -Entierro la cabeza entre las piernas y cierro los ojos- Después de la fiesta de Marcos. ¿Te acuerdas de que nos fuimos sin despedirnos?
- Ya, ya me di cuenta. Sois unos cabrones. -Y eso me hace sonreír un poco-.
Se lo cuento todo. Ella me abraza y me aconseja. Es una buena amiga. Piensa que debo dejar que las cosas se enfríen y luego intentar hablar con él para aclarar lo ocurrido.
Menos mal que Paula está ahí.
El examen me sale como el culo. Y encima no tengo a Jeremy cerca para que me chive algo. Joder. Jeremy. Como he podido cagarla así. Si hubiera ido un poco más despacio...
- 4.Te la follas a ella, pero sabes que me quieres
Ya estamos en semana santa. Como pasa el tiempo. Jeremy y yo hablamos poco. Vamos lo justo porque estamos en el mismo grupo de amigos. Todavía no me he atrevido a hablar con él. Parece que ha hecho las paces con Andrea y de vez en cuando quedan. Supongo que para follar. Ella está loquita por él, pero no tienen nada serio. No me gusta mucho como la trata. Me recuerda a aquel día. A lo malo de aquel día. Aunque la verdad, ahora la trata un poco mejor.
- Marcos, no te había visto.
- Si es que llevas una temporada que estás en las nubes.
- Te ha dicho Carlos que el jueves salimos a celebrar su cumple.
- Es verdad. Se me había olvidado.
- Va a ser la caña. Vamos a ir a Moncloa, donde salen los universitarios, que como es jueves seguro que hay mucha gente.
- Genial, como el viernes ya no tenemos clase no tenemos que madrugar y podemos quedarnos hasta tarde.
Se me había olvidado. Últimamente no se en que pienso. Bueno si se en quien pienso. No me lo puedo quitar de la cabeza. Y esta noche le voy a ver. Aun que seguro que viene Andrea. No me apetece nada verlos comerse el morro toda la noche.
- Samuel.
- ¡Qué mamá!
- Nada. ¿Qué si te pasa algo con Jeremy? Que ya nunca viene.
- No es que se ha comprado un ordenador y ya no tiene que hacer los trabajos aquí. -Le echo una mentirijilla, que no tiene porqué enterarse de todo- Aunque estas vacaciones vendrá algún día que tenemos que preparar un trabajo entre los dos.
- Avísame y os dejo algo rico de comer. Que el otro día le vi y está cada día más delgado. -Será de tanto follar con la rubia-.
- Me voy que he quedado con estos.
- No vengas muy tarde.
- ¡Mamá que mañana no hay clase!
- Ya pero todavía tienes 17 y no me gusta que andes por ahí a esas horas...
Me voy y la dejo hablando, sola, se cree que todavía soy un niño. La verdad es que aunque mi padre sea el abogado no me gustaría ser un testigo delante de ella en un juicio, espero que no sea así con sus pacientes. Voy para el parque y están todos. También la rubia. Pero que mal me cae la tía. Y la verdad es que no me ha hecho nada. Pero no la aguanto. Yo no sé cómo a Pau y a Jeremy les puede gustar. Pero si es tonta. Mira que risa tiene. ¿De qué se ríe?
- ¡Hola chicos!
- ¡Hola Samuel!
- ¡Felicidades Carlos!
- Gracias, tío. Venga ponte una copa. ¡Qué estamos de fiesta!
La verdad es que no tengo mucho ánimo. Así que me dedico a beber a ver si me emborracho y me alegro un poco. Me estoy meando. Voy a ver si entre los árboles no hay mucha gente. Aquí está bien. ¡Ahh! Que gusto. No me había dado cuenta de cuanto me meaba. Quien está allí, es Jeremy, lleva la chupa que le regalé. Y está con Andrea. ¿Qué hacen? Pero, si están follando. Andrea está contra un árbol con las piernas alrededor de la cintura de Jeremy. Por eso llevaba falda la cabrona. Para ponérselo más fácil. Joder. Por los gritos que da ella parece que lo está disfrutando. Mierda, me ha visto y con la polla en la mano. Joder, que van a pesar. Seguro que le dice a Jeremy que me estaba pajeando mirándolos... Yo me piro de aquí. Paso. Ya le mandaré mañana a Carlos un wathsapp diciéndole que me encontraba mal.
- Sube. - Estoy nervios, es raro, Jeremy de nuevo en casa, y después de lo que pasó el otro día en el parque-.
- ¿Qué pasa tío? ¿Tienes ya preparada la info para el trabajo?
- Si, algo he buscado. Pero nos queda mucho curro.
- Pues venga que cuanto antes empecemos antes acabamos, que yo luego tengo que ir a las 5 a buscar a la enana que está de campamento.
Todo parece normal, Jeremy se comporta como siempre, con sus bromas pero está centrado en el trabajo, no parece que Andrea le haya dicho nada. O al menos no ha mencionado ninguna cosa. Ni tan siquiera un comentario de esos que tan bien sabe soltar.
Todavía nos queda bastante trabajo pero ya son las 2 así que paramos para comer. Mi madre ha dejado hecha lasaña, la verdad es que le sale de puta madre. Y sabe que a Jeremy le encanta.
- ¡Joder tu vieja como se lo curra! Esto está buenísimo.
- La ha preparado porque sabía que venias.
- Si es que no te puedes quejar. Menuda madre que tienes. Ya se me había olvidado lo bien que cocinaba.
- Si, es que hace mucho que no venias. -No me atrevo a decirle más, no vaya a ser que la cague y hoy parece que está de buen humor-.
Nos ponemos la play, hemos decidido jugar un rato antes de ponernos de nuevo con el trabajo. Se sienta junto a mí. Y yo me pongo nervios. En este sillón... aquella noche... lo que daría si pudiera borrar aquella noche...
- Joder, ¡Internet va como el culo! Seguro que algún vecino me está robando el wiffi.
- Tranquilo tío, que ya cargará. -Y suelta el mando de una mano y la posa sobre mi rodilla y me da un apretón-
¡Oh! No mierda. Me da un escalofrío por todo el cuerpo. Está muy cerca muy cerca. No quita la mano de mi rodilla y ahora... La empieza a subir muy despacio. Joder, otra vez. No sé qué hacer, me quedo quieto. No sé dónde va a llegar esto pero ya estoy empalmado. Se va a dar cuenta. Se acerca a mí y me mira a los ojos. ¡Que mirada! Me derrito, está muy muy cerca, me besa. Nunca me ha besado. ¡Nunca me han besado! No sé qué hacer, sus labios están sobre los míos, yo abro un poco la boca y el mete su lengua. Me gusta. Tímidamente yo también le beso. Nos tumbamos en el sofá, él está sobre mí. Me acaricia el brazo, y juega con mi pelo con la otra mano. Noto en mi ingle como él también está empalmado. Me besa la boca y el cuello. Yo ya estoy a cien. Se acerca a mi oído me susurra:
- Ya me dijo Andrea que te gusta mirarnos. -Esto es demasiado, no puedo seguir-
- Para. -No puedo hacer esto sin haber aclarado lo de la otra vez-
- Estás bien. Te has puesto pálido. -Dice mientras se levanta apartándose de mi-
- No. Es que después de lo que pasó la otra vez. No sé qué pensar.
- Lo siento. Lo siento mucho. - Mueve las manos inquietas-.
- Solo me gustaría hablar un poco antes de hacer nada nuevo.
- No sé qué me pasó me volví loco. El alcohol. No sé. ¿Habrás visto que ya no bebo? -Pues la verdad es que no me había dado cuenta- No quería hacerte daño.
- Lo que pasó esa noche no fue lo peor. Lo peor fue lo que me dijiste el lunes siguiente...
- Lo siento, de verdad que lo siento. -Le miro y veo cómo una lagrima corre por su mejilla-
- Tío, me jodiste pero bien. Yo confiaba en ti.
- Lo sé, pero no podía tenerte cerca después de lo que había hecho. De lo que te había hecho. Casi no pude parar. Tenía que mantenerte lejos para no hacerte daño y para eso lo mejor es que pesaras que era un cabrón.
- Tío, pero me dejaste roto, podías haberte explicado. ¿Por qué no me dijiste lo que me cuentas ahora? Te necesitaba.
- Yo... -No puede ni hablar, está llorando a moco tendido, me acerco y le abrazó no sé porque-
- Tranquilo tío. ¡Qué te va a dar algo!
- No, te lo tengo que contar. Me comporté como el cerdo de mi padrastro. No quiero ser así, no quiero hacerte eso a ti. ¡Te quiero y no quiero hacerte daño!
- Tranquilo. Te escucho, pero ¡respira! Quieres agua o algo. -No sé qué le pasa, le va a dar algo, me está poniendo nervios a mí-.
- No, solo abrázame, -le acuno entre mis brazos y comienza a hablar sin parar, casi no puedo seguirlo- Ese cerdo me hacía lo que casi te hice a ti, empezó nada más meterle mi madre en casa, cuando ella se quedó embarazada de mi hermana. No sé si es que ella no le daba lo que necesitaba pero cuando nos quedábamos solos y venía borracho abusaba de mí. No quiero recordarlo, ¡no quiero hacerlo! ¡pero te lo tengo que contar para que entiendas cómo me sentí! Era horrible, asqueroso, recuerdo sus manos sobre mí. Recuerdo el dolor, y el miedo. ¡Fue horrible! Yo gritaba, lloraba. Hasta que un día me planté, me daba igual que me matara, pero me enfrenté a él, cuando se acercó le golpeé, y al final me soltó. No se ha vuelto a acercar a mí. Por eso no quiero que se quede solo con mi hermana. Ya sé que es su hija. Pero no me fio de él. Cuando te oí quejarte... ¡No pude soportarlo! ¡Me vi como él! ¡Soy igual que él! ¡Soy un cerdo! ¡Mira lo que te hice!... -No paraba de llorar, ya no podía ni hablar-
- Tranquilo, tú paraste, ¡tú no eres como él! ¡Te quiero! ¡Ya todo está bien! Tranquilo.
- Te quiero.
Estamos abrazados, sin decirnos nada. Jeremy ha dejado de llorar, creo que se ha quedado dormido. Yo no puedo dormirme. Tengo demasiadas cosas en que pensar. Le he perdonado. Ahora entiendo porque se comportó así. Pero... ¿qué va a pasar ahora? Voy a despertare tiene que ir a por Alicia, no quiero que llegue tarde después de lo que me ha contado. Se preocupa mucho por ella.
- ¡Despierta!
- ¿Qué hora es? Voy a llegar tarde.
- No, tranquilo, son las 4 y media. Te da tiempo.
Se levanta, algo acelerado, no me mira a los ojos. Le acompaño hasta la puerta y antes de salir, se gira y me da un beso en los labios y se va.