Samuel y Jeremy II: La fiesta de Marcos

Bueno, pues aquí os dejo el segundo capítulo, a ver que os parece. En este tendréis un poquito de lo que andáis buscando, jeje.

Aquí os dejo un nuevo capítulo, espero que os guste. En este profundizo un poco más en los personajes principales.

Espero que os guste y por favor comentarme que os parece, la historia está escrita, pero capítulo a capítulo iré revisándola antes de subirla, por lo que todavía tenéis oportunidad de que incorpore cambios que la mejoren.

Venga, os dejo tranquilos, a leer…

  1. 2.La fiesta de Marcos

Pero como pasa el tiempo. Ya estamos en febrero y este finde... ¡La fiesta de Marcos! El primero que cumple 18... A ver si llega abril y los cumplo yo también ¡Esa sí que va a ser una superfiesta! Pero estaremos en el último trimestre y habrá que apretar que llega la Selectividad. Selectividad, que complicado está siendo este año. Menos mal que tengo a Jeremy, el tío es un crac. Lo mismo te explica un problema de matemáticas, cuida de su hermana, o es el alma de la fiesta. Y pensar que cuando le vi la primera vez me calló mal. ¡Ahora no sé qué haría sin él! La verdad es que me alegro de conocerle. Aunque últimamente está un poco raro. Está claro que le gustan las tías porque noche que salimos, noche que se lleva a alguna a un rincón, pero... no se le tengo todo el día encima. Que si te toco el pelo, que si te empujo, que si me arrimo cuando estamos viendo una peli en casa. La verdad no me importa, estoy muy a gusto con él. Mira ahí llega.

  • Vente para atrás que hoy el de bio nos va a poner un peñazo de vídeo y así estamos a lo nuestro.
  • Claro.
  • ¿Qué hacemos este finde? Mi madre no trabaja y no tengo que quedarme con la enana.
  • No te acuerdas, es la fiesta de Marcos. La vamos a liar, aunque tenemos que estudiar que el lunes hay examen.

Me encanta que me haga eso, yo tengo extendido el brazo y el me acaricia, me deja zombie, como estamos los últimos nadie nos ve. Pero la verdad es que es un poco raro. Con las tías no se comporta así, es un bruto, hay veces que me da vergüenza y le paro los pies. Les dice cada cosa... pero conmigo es suave, no sé cómo explicarlo, cuando tiene un día así puede pasarse una hora haciendo esto como si nada. Ni que uno fuera de piedra y ya que con las tías nada de nada... Pues oye que le mimen a uno de vez en cuando. No quiero ni pensarlo, este tío me hace sentir cosas que no de donde vienen y él parece que disfruta, sino no lo haría.

  • Sube. Ya está casi la cena.
  • No tenías que haber hecho nada. Ya sabes que no hace falta.
  • Si lo mismo me da hacer para uno que para dos.
  • ¿Pero qué va a decir tu madre?
  • A mi madre le da igual un paquete de salchichas, además mientras yo cene, ella tranquila, que ya sabes cómo es con la comida. Si cada vez que viene tu hermana le prepara un sandwich.
  • Si es verdad. Es muy amable.
  • Yo creo que le hubiera gustado tener una hija, pero como mi parto se le complicó ya no han podido tener más. Cada vez que la ve se le ilumina la cara. Está encantada cada vez que la traes.
  • Lo sé pero... me da apuro, una cosa es que yo venga aquí a gorronearte el ordenador pero es que me da pena que esté toda la tarde en la peluquería y con el gilipollas de mi padrastro no la quiero dejar. No me fio de él.
  • Ya, por lo que me has contado es un cabrón.
  • Bueno, vamos que ya tienen que estar todos en el parque. Tío, ¿por qué no te llevas esta chupa? Solo con la sudadera te vas a helar. ¡Qué estamos en febrero!
  • Gracias tío, es que la que tengo está hecha una mierda, y me da vergüenza sacarla de fiesta pero no quiero pedirle dinero a mi madre, ya sabes cómo andamos en casa. Ese cabrón se lo bebe todo. No sé cómo mi madre le aguanta.
  • No te preocupes tío, yo ya no me la pongo, te la puedes quedar.
  • Gracias.

¡Vamos! ¡Vamos! ¡Qué llegamos! Qué ganas tenía de salir, con esto de las fiestas me he pasado todo enero con marrones familiares. Esta noche la vamos a liar, y encima vamos al garito ese que descubrieron a principio de curso en el que no te piden el carnet. A ver si esta noche ligo que está lleno de universitarias y esas son unas cachondas. Mierda seguro que viene Andrea, Jeremy va a pasar de mi culo toda la noche. Yo no se el rollo que se traen pero no es normal. O se lían o no se lían, pero ese tonteo no es normal.

  • Ya estamos aquí.
  • ¡Ha llegado el alma de la fiesta! ¿Dónde está el cumpleañero?
  • Marcos esto es por ti. -Y Jeremy se bebe todo lo que le queda en el vaso-

A ver si nos vamos ya para el garito que hace un frio que pela, y aquí no hacen más que beber y a mí ya no me apetece más. Con este frio no sé cómo pueden. Ya está aquí la que faltaba. Joder y Jeremy ya va super borracho. Seguro que le dice cualquier burrada. A ver si nos vamos ya...

  • Marcos, ¿por qué no nos vamos para el garito?
  • Buena idea Samuel, que aquí hace un frio que pela.
  • Tíos, señoritas, ¡vamos que nos vamos!

Por lo menos se está calentito, pero aquí hay más tíos que tías y encima ellas están de uñas, creo que hoy no ligamos. El pobre Marcos me parece que se queda sin mojar el día de su cumple. Pero Jeremy hoy termina con Andrea. Como si lo viera, no se han separado desde que hemos entrado, llevan bailando un buen rato. Yo no sé qué la ve, porque no he visto piba más tonta. Si es que rubia tenía que ser. Por mí que se la folle, así se cansará y dejará ya este jueguecito. Yo estoy ya que me caigo. Y ahora, ¿dónde van? ¿Los dos juntos para el baño? Esto me huele a polvazo guarro. Y luego encima seguro que me lo cuenta.

  • Joder con Jeremy.
  • No te oigo Marcos.
  • ¡Qué Joder con Jeremy! Al final se lleva a la rubia.
  • Ya, ya.
  • Qué suerte tiene el cabrón.
  • Será el encanto latino. Porque con las burradas que las dice no sé cómo caen.
  • Ja,ja...

Algo pasa, sale solo Jeremy y con cara de enfadado. Voy a ver que dice.

  • Coge tu chaqueta, nos vamos.
  • Pero que pasa.
  • Luego te lo explico. Yo paso de seguir aquí con esa puta y encima estrecha.
  • Tranquilo. Que has bebido mucho.

Se acabó la fiesta. Me lo llevo para casa que hoy se queda conmigo, que mañana tenemos que estudiar para el examen. No me deja ni despedirme. Me coge del brazo y tira de mi. Nunca se había comportado así conmigo, la verdad es que me está tratando como trata a las tías. Cuando se pone borracho no hay quien le aguante.

Llegamos a casa, saco algo de picar para hacer unos sándwiches y la botella de agua. Tenemos la casa para nosotros solos. Mis padres se han ido a la sierra. Cuando llego al salón está sentado en el sofá con la tele puesta y nada más dejar en la mesa las cosas coge la botella y se bebe un buen trago.

  • ¿Qué ha pasado tío? ¿Por qué estás tan enfadado? -Está nervios, no deja de hacer zaping en la tele-.
  • Pues lo de siempre. Que la puta de Andrea es una calienta pollas, siempre hace lo mismo me magrea y luego a la hora de la verdad nada. Si no quería hacer nada, ¿para qué se ha venido conmigo al baño? Yo no sé si es tonta o se lo hace. ¡Y encima quedo yo como un acosador o algo!
  • Venga tranquilo. Deja la porno y luego te la cascas un rato en el baño.
  • Tío eres un guarro.

Pero pone la porno y comienza a sobarse el paquete. Creo que yo también me estoy poniendo cachondo, no sé si es la peli o verle ahí tocándose. Así que acerco la mano hasta mi bragueta y le imito. Miro para el frente pero de vez en cuando de reojo le echo un vistazo. Me está mirando.

  • ¿Te importa?
  • No, no como en tu casa. Que somos colegas. -Dios que pollón, nunca se la había visto. No me extraña que las pibas salgan corriendo.-
  • Gracias tío, me hace falta. Con lo cachondo que me ha dejado Andrea. Lo necesitaba.
  • Nada, nada. Tú desahógate.
  • Mira como la chupa la de la tele, lo está disfrutando. ¡Y tú también cabrón! Que no dejas de mirarme.
  • ¿Qué?
  • ¿Qué si quieres puedes tocarla? Que no muerde.

No sé qué me pasa. Será que todavía voy pedo, pero lo que más quiero en este momento es tocársela. Incluso chupársela. ¡Es tan grande! Acerco mi mano y la toco, él la coge y me ayuda, va marcando el ritmo. Yo no puedo quitar la mirada, está dura es más larga que la mía, pero sobretodo es mucho más ancha. Se ladea un poco a la izquierda, pero no mucho, además así puedo hacerlo mejor. Tiene una cabeza todavía más gorda y ahora está brillante por el liquidillo que va soltando. Me pone una mano en la cabeza y me acaricia la nuca como otras veces pero esta vez comienza a hacer presión hacia abajo. ¡Quiere qué le coma la polla! La verdad es que lo estoy deseando, no sé si me estaré volviendo loco pero quiero esa polla. Y creo que también quiero a su dueño. Pero ahora no quiero pensar en eso. Solo puedo ver ese pedazo de trozo de carne que no sé cómo voy a meter en mi boca.

Me agacho y le doy un beso en la punta. Él se estremece y suelta un suspiro. Parece que le gusta así que sigo. Voy soltando saliva por toda ella mientras le doy besos por toda su longitud. Ahora saco la lengua y la paso desde sus huevos hasta la punta como he visto hacer a la tía de la porno hace un rato. Suelta un gemido esta vez más fuerte, sí, creo que sí, le está gustando lo que hago. Intento meterla en la boca. Pero es imposible, solo me cabe el capullo, no sé cómo esas tías pueden hacerlo. Decido atacar a los huevos pero sigo masajeando su polla que esta resbaladiza por por mi saliva y por el liquido que está soltando. Primero beso uno, sus pelos me hacen cosquillas en la nariz, pero no paro. Lo chupo y lo lamo hasta que me lo meto en la boca. Le miro, tiene los ojos cerrados. Seguro que se está imaginando a Andrea. ¡Qué cabrón! Pero me da igual porque yo también lo estoy disfrutando, estoy más palote que cuando me estaba tocando. Sigo con el otro huevo y mientras le pajeo. ¿Qué hace?

  • Levanta tío.

Me empuja contra el sofá, tengo las rodillas apoyadas en la parte baja y las manos sobre los cojines. Me ha pillado desprevenido, pensé que le estaba gustando lo que le hacía. ¿O le está gustando demasiado? Se pone detrás de mí. De un tirón me baja los vaqueros. No es que me queden muy apretados pero me hace un poco de daño porque mi polla está tan tiesa que ejerce resistencia. Se pega a mí y me besa el cuello. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo. No sé si por la sensación o porque sé lo que viene ahora. Escucho como se escupe, creo que en la mano y con la otra me baja un poco los gayumbos. No sé qué hacer no estoy preparado. Me pasa la mano por el ojete y sin previo aviso noto como su polla intenta entrar. Me duele. Estoy en shock. Con el golpe me he caído contra los cojines, tengo la cara entre ellos. Casi no puedo moverme. Vuelve a empujar y me clava su polla dentro. No sé lo que ha entrado pero ¡DUELE! Duele mucho. Tiene que parar. Me va a reventar.

  • Para, por favor. Para, me haces daño. -Digo entre sollozos-

Se aparta. Se abrocha los pantalones y sale corriendo. No dice nada ni me da tiempo a mí a decirle nada. Me quedo en el sillón con el pantalón por los tobillos y los calzoncillos a medio bajar. Me toco un poco el culo con miedo, no tengo nada. Me ha dolido pero no me ha hecho nada. Seguro que no ha entrado mucha pero yo nunca lo he hecho. Le llamo y no me contesta. Y me quedo dormido en el sofá con el móvil en las manos esperando una respuesta.

A la mañana siguiente me despierto. Me llevo la mano al trasero inconscientemente, ya no me duele. El móvil está apagado. Voy a enchufarlo a ver si me ha llamado. ¿Qué pasó ayer? Se nos fue de las manos. Estábamos muy borrachos. La verdad es que yo lo estaba disfrutando, pero fue demasiado rápido. Ahora entiendo a las tías. Creo que le hubiera dejado si no hubiera sido tan bruto.

Se enciende el móvil. No hay ninguna llamada. Le llamo pero sigue sin contestar. Pasa el fin de semana, ya no sé cuántas veces le he llamado, le he escrito por el wathsapp varios mensajes pero tampoco contesta, ni tan siquiera los ha leído. Llegan mis padres de la sierra.

  • ¿Qué tal el fin de semana Samuel?
  • Bien, bien.
  • ¿Ya se ha ido Jeremy? ¿No habíais quedado para estudiar?
  • Ehmm. No ha podido venir. Se ha tenido que quedar con su hermana.
  • ¿Y por qué no se la ha traído?
  • Y yo qué sé, mamá.
  • Bueno, bueno, y vaya cara tienes. Ya sabes que no me gusta que salgas hasta tan tarde si tienes exámenes.
  • Que sí mamá. Me voy a estudiar. -Joder, con todo el jaleo se me había olvidado el examen de mañana.-

Tengo que estudiar, tengo que estudiar, si es que no lo entiendo. ¿Dónde estará Jeremy? No me lo coge otra vez. Si estuviera aquí me lo podría explicar. Si es que soy un gilipollas, si ayer me hubiera estado quietecito...


Hasta aquí por hoy…

¿Qué os parece el giro que ha dado la historia? Espero que os haya gustado, y lo dicho al principio, darme pistas de lo que os gusta y lo que no, e intentaré mejorar.

Saludos