Sam y Tyrion por fin se conocen

Nos hemos dicho tantas cosas…hemos imaginado tantas situaciones juntos…que cuando nos vemos la excitación se palpa…nos abrazamos, y ya sientes mi erección, me dices al oído que quieres sentirla pero dentro de ti, y como contestación paso un dedo entre tus nalgas, por encima del pantalón y te contesto que espero ser el mejor amante que has tenido.

Mi lengua se hunde hasta tu garganta y te aprietas contra mí, en medio de gemidos, manoseos y roces varios. Tus pezones se han puesto como piedras y si no fuera porque estamos en medio de la calle, te los chuparía.

No sé cómo hemos llegado a la habitación, pero ya he conseguido saborear tus flujos y me has chupado la polla en el ascensor…llevas un tanga que me ha vuelto loco y estoy deseando hacerte de todo…

Te pido que me chupes hasta el final…me sonríes de esa manera pícara tuya y me tiras en la cama y comienzas a lamerme solo como tu sabes hacerlo, me agarras los huevos, me los acaricias y desde la base a hasta la punta me chupas y me vuelves loco…me la has puesto enorme, me palpita y sigues tragándotela entera mientras no dejas de masturbarte…voy a correrme, y te apoyas en mi vientre mientras tus labios succionan sin parar, mi leche sale despedida y la bebes con ansia, me limpias la verga mientras no dejo de temblar…

Cuando acabas me das un beso que me la pone dura de nuevo y te digo al oído que ha sido la mejor mamada de mi vida y que te prepares para ser correspondida.

Bajo buscando tu sexo, estas empapada, te abres completa y comienzas a pellizcarte los pezones, y casi ida de este mundo me pides que te haga sentir auténticamente poseída …eso me pone a mil por hora, separo tus labios y despacito comienzo a lamerte…pero pronto me dirijo a tu clítoris, te miro y estas en otro mundo, lo hago saltar cada vez más rápido con mi lengua mientras te clavo dos dedos en el coño…das un respingo y no dejas de decirme lo cabrón que soy mientras te retuerces de placer…

Te sorprendo sacando un vibrador que aplico a tu clítoris y tus espasmos son incontrolables, mis dedos te penetran no solo el coño sino también el culo, tienes dos orgasmos seguidos y el caudal de tu flujo es tremendo…

Cuando te recuperas te está esperando una erección monstruosa, te agarro del pelo y te digo al odio que espero ser cabalgado como me merezco, me metes la lengua hasta el fondo, te subes sobre mí, y comenzamos un polvo salvaje, mis dedos te rompen el culo, arqueas tu espalda y en cuestión de dos minutos te he llenado de leche a la vez que estás temblando de nuevo…