Sam la hija de mi Sobrina - Parte 3

Después de un descanso, sigue la cena...la hora de comer...

Ya cansados, los tres nos acostamos. Sam entre mi esposa y yo. La abrazamos y le llenamos la cara y el cuerpo de besos. Bese a mi esposa también. Nos acariciamos entre si. Hicimos una ensalada de lenguas y manos mientras nos recuperábamos para mas tarde. Poco a poco caímos rendidos y dormimos por varias horas.

El sol ya había caído cuando me despertó un beso de mi mujer.

  • Anda flojo, ya es hora de levantarte. Si no lo haces, no vas a poder dormir toda la noche.

Conteste

-       Eso me suena bien. Espero no dormir toda la noche…

Mi esposa me informo que ella y Sam ya habían preparado la cena. Con flojera me levante y me dirigí al baño para darme un regaderazo. Al caminar hacia el, vi a mi esposa salir de la recamara hacia la cocina. Note que solo vestía un diminuto negligé transparente que apenas cubría su culo. Cuando de frente, sus tetas lucían bien, sus pezones bien erguidos, empujando la tela hacia delante. Solo me imagine lo que Sam vestiría ahora…

Me metí en la ducha y después de enjabonarme, me dedique a rasurar mis bolas. Siempre las lucia limpias porque a mi esposa le encantaba chupar y jugar con ellas con sus labios y su lengua. A mi me encantaba mas el sentir mis bolas en su boca.

Al rasurar, mi verga se endureció. Me dieron unas ganas locas de hacerme una paja ahí mismo pero me detuve. Quería guardar toda mi energía para lo que seguramente seguiría después de la cena.

Me atreví a secarme y dirigirme a la cocina en pelotas. Al llegar, Sam noto que mi verga estaba semi-erguida y comento

-       Ay tío, tu tan viril. Mira nadamas. Tu juguete esta listo para continuar.

Conteste yo

-       Si Sam, yo feliz de seguir complaciendo a estas dos lindas mujeres. Tu no te vez tan mal como estas vestida…

Sam estaba frente a la estufa. Lucia una tanguita rosa, transparente que dejaba ver su raja. También lucia un negligé rosa que dejaba que sus grandes pechos empujaran la tela transparente. Al voltear a la estufa para menear el sartén, vi sus nalgas duras, redondas, perfectas, partidas por un diminuto hilo.

Mientras ellas servían los platos con un rico coctel de camarones y ensalada, yo abrí dos botellas de vino chardonay para complementar. Nos sentamos los tres y nos dedicamos a comer. Nos acabamos las dos botellas de vino y Sam se puso algo contenta pes no acostumbraba tomar tanto.

-       Tío, perdona pero creo que me estoy mareando un poco… No acostumbro a tomar mas de una copa…

Conteste yo

-       No te preocupes Sam. Estas en confianza y aquí puedes tomar cuanto quieras. Sigue. Queremos que tu estancia aquí sea feliz!

Abrí una tercera botella de vino y seguimos tomando  al terminar la cena. Mi esposa fue la que hablo luego

-       Que dicen, quieren jugar un juego?

Sam contesto

-       Que juego tía?

Mi esposa dijo

-       Vamos a jugar a los dados. Estas son las reglas:

-       Si te toca uno, quiere decir te haces una paja frente a los otros.

-       Un dos quiere decir que las personas a tu lado te dan un rico masaje.

-       Si te toca un tres, cada persona le mama a la que este a su derecha, donde quieran…

-       Cuatro quiere decir que te pones de cuatro patitas y la persona a tu derecha te hace lo que quiera…

-       Un cinco y tu escoges a la persona a tu izquierda…para lo que quieras

-       Y un seis, tu puedes elegir el juego que quieras – no hay limites ni barreras

-       Cada jugada dura tres minutos y yo usare mi reloj para medir el tiempo.

Sam me miro y dijo

-       Tío, tu has jugado esto antes?

Conteste

-       No, en realidad no. Debo confesarte que antes de hoy, nunca habíamos compartido con nadie. Tu eres la primera que nos ha visto así.

Sam suspiro

-       Ay, que lindo. Estoy halagada. Por mi, jugamos!

Mi esposa siguió con las reglas

-       Bien, hay que tirar el dado. El que tenga el mayor numero empieza el juego…

Tiro mi esposa y saco un tres. Luego seguí yo y me toco un dos. Después, Sam tiro y saco un cinco. Era ella la que comenzaría el juego.

-       Listos tíos? Aquí les va…

Tiro el dado. CUATRO.

Sam se puso en cuatro patas, su culo en pompa y era mi mujer que estaba a su derecha. Ella se acomodo detrás de Sam y el reloj comenzó a marcar el tiempo. Mi esposa puso su cara cerca de la panochita de Sam y su lengua comenzó a recorrerla desde el clítoris hasta su culo. Despacio al principio y aumentando el ritmo al paso de los segundos. Sam apenas comenzaba a gemir cuando se llegaron los tres minutos.

-       Tiempo! Dije yo.

Sam se quejo

-       Ay tío. Apenas sentía rico. Así no se vale…

Dije

-       Sam, las reglas son las reglas…

Mi esposa seguía. El dado rodo y salió un UNO. Como buena jugadora, se coloco sobre la mesa y abrió sus piernas para darnos la mejor vista. Su mano derecha se dirigió a su panocha y empezó a jugar con ella. Apretaba su clítoris para seguir con su dedo deslizándose por su raja. Llego a meterse dos dedos en su agujero y estaba por llegar a un orgasmo cuando el tiempo se acabo. Que decepción. Ella quería seguir pero las reglas eran las reglas.

Toco mi turno. Tire el dado y este cayo en el numero TRES.

-       Antes de cobrar esta apuesta, sugiero que nos vayamos a la sala. Allí nos podremos tender sobre la alfombra y estaremos mas cómodos…

Todos de acuerdo nos trasladamos hacia la sala mientras tomábamos otra copa de vino.

El numero tres me permitió elegir. Yo chuparía a mi sobrina, ella chuparía a mi esposa y mi esposa me chuparía a mi. Nos acomodamos de costado y, manos a la obra. Mientras usábamos nuestros labios y lenguas, la calentura aumentaba cada vez mas, hasta que el reloj sonó. Tres Minutos! Que lastima. A regañadientes, paramos y era ahora el turno de Sam.

Tomo el dado y al pararse, cayo en el numero DOS. Tiempo de masaje.

Acostamos a Sam en su espalda y empezamos un rico masaje. Mi esposa en su costado izquierdo y yo en el derecho. Subíamos y bajábamos desde su cuello hasta sus pies, pasando los dedos por su panochita en cada viaje. Sam estaba bastante relajada. Mi mujer se concentraba en las tetas de Sam, dando masajes a estas para luego pellizcar sus pezones. Sam gemía al tiempo que yo le acariciaba su clítoris, su agujero y su culo. Al llegar a este, sus jugos facilitaban que le metiera la punta de mi dedo en su agujero trasero, mandando shocks eléctricos por su cuerpo. Este comenzaba a espasmar cuando sonó el reloj. Tres minutos habían llegado.

Sam se convulsionaba al tiempo que el reloj sonaba.

-       Ahhh. Me corro. Me corro. Ahhh!

Mi esposa hablo de nuevo

-       Bien Sam! Como has tenido un orgasmo, tu has ganado este round! Tu tiras de nuevo!

Sam se recupero un poco. Tomo un poco mas de vino y dijo

-       Wow Tíos! Que buen juego! Esto me llevo de recuerdo cuando regrese a casa!

Tomo el dado y lo tiro de nuevo. SEIS. Era ella la que erigiría el juego.

-       Pues, quiero ver que mi tío te la meta por atrás! Sin limite de tiempo!

Mi esposa se quejo

-       No Sam. Esto nunca!

Sam contesto

-       Tía, las reglas son las reglas…

Opine yo

-       Querida, tu hiciste las reglas así que hay que cumplir. Además. Lo hare con mucho cuidado…

Mi esposa se acomodo en su estomago, levanto su culo al aire y yo comencé por darle una mamada en su panocha para relajarla. Mi lengua entraba y salía de su raja para masajear su culo. Ya que había pasado un par de minutos, note que mi mujer gemía calladito y se relajaba. Tome mi dedo y le hice pequeños círculos en su culo. Su trasero ya se movía en sincronía con mis masajes. Introduje mi dedo en su culo despacito y mi esposa aumento su volumen.

-       Mmmm. Que rico. Yo creía que iba a doler. Sigue mi amor, sigue…

Al meter mi dedo en su culo, hacia movimientos s=circulares tratando de relajar su agujero aun mas. Ya que creí que estaba listo me coloque tras ella, tome mi verga en mi mano y apunte.

-       Aquí te va cariño. Disfruta como yo.

metí la cabeza de mi palo y espere. Sentí come ella movía su culo hacia atrás como diciendo “dame mas”. Empuje despacio y su agujero se fue comiendo mi verga hasta llegar al tope. Me detuve de nuevo.

-       Que tal? Sientes?

Contesto

-       Que si siento? Parece que me quemas con tu hierro. Estoy tan llena de ti! Sigue. Me esta gustando.

Comencé un mete y saca. Mis manos agarraban sus caderas y las jalaba hacia mi al tiempo que la embestía. Mi esposa ajusto su ritmo con el mío y el bombeo subió de velocidad.

-       Ahhh. Me matas cabrón. Me matas. Pero que rico es esto. Mas, dame mas!

Seguí bombeando. Mi esposa siguió gritando. Sam nos veía sorprendida mientras que se pajeaba frente a nosotros. Dos dedos entraban y salían de su panocha mientras su otra mano pellizcaba sus pezones y masajeaba sus tetas. Sonreía al vernos.

-       Me corro. Voy a llenarte el culo de mi leche! Tómala! Dije yo…

Mi esposa seguía gimiendo como nunca antes

-       Ahhh. Mmmm. Si papi, dame tu leche. Lléname. Aplaca mi fuego!

Me corrí. Sentí como mi leche brotaba en torrentes y llenaban el culo de mi esposa. Me detuve y deje que los últimos chorros salieran. Mi esposa estaba con su frente en sus manos, como dormida, disfrutando de las sensaciones nuevas que acababa de descubrir. Sam quebró el silencio.

-Tío, sácala despacio. Quiero ver…

Se acerco para tener un buen angulo. Saque mi verga poco a poco. Esta brillaba. Al salir toda por completo, un hilo de mi leche salía desde el culo de mi esposa llegando hasta su panocha. Al ver esto, Sam se acerco y por instinto dejo que su lengua lamiera el culo de mi esposa disfrutando del néctar que salía.

-       Mmmm. Delicioso tío. Delicioso. Mmmm.

Mi esposa decía

-       Ahhh. Que rico Sam. Sigue, no pares.

Sam obedeció. Siguió lamiendo y chupando hasta que mi esposa se corrió de nuevo.

-       Ahhh. Ahhh. Ahhh.

Mi esposa cayo rendida. Yo también a su lado. Sam se acerco a mi y me beso. Su lengua jugaba con la mía. Coloco su cabeza en mi hombro y sentí su mano sobre mi verga otra vez. Masajeaba lentamente deseando que esta se endureciera de nuevo.

-       Tío, quiero que me hagas lo mismo a mi…

Conteste

-       Lo hare, pero ahora estoy muy cansado. Dame unos minutos.

Sam no dijo nada, solo se acerco a mi verga y de nuevo la tomo en sus labios y comenzó a lamer y chupar de nuevo…