Salomé -2-

Pablo separó las cachas de Salomé y le pasó la lengua por el ojete. Salomé empezó a gemir. Sus gemidos aún lo animaron más. Metió y sacó varias veces la punta de la lengua de su ojete.

Este es mi relato numero 100. Gracias por leerme y por los comentarios buenos y malos, muchas gracias a todas y a todos.

Pablo, acariciando el cabello de Salomé, que tenía la cabeza sobre su pecho, le dijo:

-Te quiero.

-Lo sé.

-¿Qué vamos a hacer cando vuelva mi padre?

-Seguir follando como locos.

-Dime que me quieres.

-Yo no digo te quiero. Lo demuestro.

-Lo dijiste cuando te corriste.

-¿De verdad que te lo dije?

-Sí. ¿Mentías?

-No. ¿Qué estaba haciendo contigo?

-El amor.

-Pues..

-¿Me lo demuestras otra vez.

Salomé cogio las pelotas de Pablo con una mano y  la verga en reposo, con la otra.  Le pasó la lengua con movimientos lentos y más rápídos... Le chupó y le lamió las pelotas, sin dejar de masajear la verga con la mano. La metió en la boca hasta que casi le toca la campanilla. La verga se iba poniendo dura. La masajeó ejerciendo una presión con la mano en el tronco y otra más fuerte en la cabeza. La sacudía lentamente y de repente aceleraba, para volver a los movimientos sutiles... Lamió y chupó el capullo unos minutos... Volvió a chupar y lamer las pelotas... Acarició los pezones con el capullo... la metió en medio de las tetas....  Lo masturbó con ellas. Volvió a chuparla... La verga ya estaba dura como una piedra.

Pablo, le dijo:

-¿Quieres qué te demuestre yo cuánto te quiero?

Salomé se echó al lado de Pablo y le respondió:

-Quiero.

Pablo la besó en los labios y acarició sus tetas. La besó en el cuello y en el hombro, y le dijo:

-Ponte de lado.

Salomé se puso de lado. Pablo fue recorriendo con un dedo su columna, detrás del dedo iban los besos y los lametones. Al llegar al final de la columna metió un dedo en la boca, lo humedeció y acarició su ojete.  Salomé abrió las piernas, dejando su ojete y su coño a disposición de Pablo. Salomé, le pregunto

-¿Me vas a querer mucho?

-Muchísimo.

Pablo separó las cachas de Salomé y pasó la lengua por su ojete. Salomé empezó a gemir. Sus gemidos aún lo animaron más. Metió y sacó la punta de la lengua varias veces de su ojete. El coño de Salomé estaba echando por fuera. Le folló el culo con un dedo... le volvió a lamer el culo y se lo folló con dos dedos... y después con tres... y volvió a lamer y a follarlo con los dedos, y así estuvo más de diez minutos... Salomé, ya no podía más

-¡Métemela, Pablo, por favor, métemela!

Pablo le pasó la polla por los labios del coño empapado. Salomé se olvidara de decirle que se la metiera en el culo. Le metio la cabeza de la verga en el coño. El dedo pulgar acariciaba su culo. Sintíó como le latía el ojete al metérselo dentro. Se la clavó hasta el fondo, con mucha suavidad y con la misma suavidad se la quitó.  La puso en el ojete, y al meterle el glande, Salomé, exclamó:

-¡Quiéreme, quiéreme mucho!

Pablo, besó a Salomé, le acarició las tetas, y le dijo:

-Cuando quieras correrte, la saco y te la meto en el otro lado.

Salomé ya estaba más que a punto.

-No saques nada que yo ya, ya, Me, co, me co, me cooooooorro.

Pablo vio como el coño de Salomé se abría y se cerraba, y expulsaba gran cantidad de jugo.

Se echaron boca arriba en la cama. Salomé le dijo a su hijastro:

-Pablo.

-Dime, cariño.

-¿Bailamos?

-Acabamos de bailar.

-Con música.

-¿Estás bien, Salomé?

-Si, es una fantasía que tengo.

-¿Y que quieres bailar

-Hot stuff.

-Eso es de Donna Summer

-Sí. La bailé un día con una compañera de cuarto en la universidad.

-¿Y?

-Y hasta ahí puedo leer.

Unos minutos más tarde, tenían un pc encima de la cama y escuchaban la canción. Pablo, le dijo a Salomé

-Va a estar todo el tiempo mi verga frotando tu chocho.

-De eso se trata. Quiero acabar de pie.

-¿Con acabar quieres decir correrte?

-Sí. ¿Me cumples la fantasía?

-¿Baila, señora?

Pusieron la canción en el principio. Verlos bailar y besarse. Empalmaba a un santo o a una santa.

Iba la canción por la mitad y le preguntó Pablo a Salomé:

-¿Tu amiga y tú bailasteis desnudas?

-Sí.

-Traviesa.

-Sí que lo fui, sí.

Al acabar la canción, volvió a empezar ella sola. Salomé cogió un pequeño taburete y se subió en él. Abrió las piernas. Pablo se la metió a tope. Salomé, con sus brazos alrededor del cuello de Pablo, lo comía a besos. Pablo la penetró con fuertes arreones hasta que sintió como por su verga bajaba el flujo calentito que salía del coño de Salomé. Sintió como el coño apretaba su polla. Salomé, sin decir una palabra, comenzó a temblar. Tuvo un orgasmo largo y intenso. Al acabar, Pablo, cogiéndola por las cachas la llevó hasta la cama, la echó sobre ella y la volvio a follar con fuertes arreones. Antes de tres minutos, Salomé se había corrido cuatro veces más. Cuando Pablo acabó de llenarle el coño de leche, Salomé le dijo:

-Acabo de descubrir que soy multiorgásmica.

-¡Como envidio a mi padre!

-¿Lo dejamos todo y nos vamos? Tengo unos ahorrillos.

-Lo dejamos.

Se marcharían a vivir su amor, pero antes,  Salomé se puso a cuatro patas y Pablo le echó un polvazo, que ríete tú de los cuatro orgasmos seguidos que había tenido.

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