Salir de caza (1)
Una mujer de caceria sexual.
Era una noche cualquiera. La noche que sé convirtiera en la mujer mas deseada sé, burlaba sin cesar de todo hombre que se le pusiera por delante.
Maria se dispuso esa noche a que fuera su noche. Saldré de caza pensó Cual seria su táctica. Varias opciones barajan. Mujer Fatal, La niña atonta, la divorciada súper accesible, o tal vez la joven viuda sola y desasistida.
Solo cuando estuvo en la ducha, decidiría cual seria esa noche su personaje que deambularía por la noche en la ciudad.
Se oye por el patio de la casa una insinuante melodía. Una cerveza un cigarrillo y delante de la torre de compact disk, decidiendo que poner. Su mano se va directa al de Joe Coker esa canción que se hizo famosa por la película de nueve semanas y media.
Sin terminar aun la cerveza se dirige al baño con su bata de seda dejando entre ver sus piernas firmes y duras. Abre el agua esperando en el borde de la bañera a que estuviera a la temperatura idónea. Tras jugar con el bote de las sales de baño deja caer por su palma de la mano un puñado de las mismas termina de desnudar vaya solo quitándose la bata y sus pequeñas braguitas. Dejándose llevar por la temperatura del ambiente la que cada vez estaba mas caldeada, se introduce en la bañera. Esas bañeras antiguas que le dan un color tan especial a los cuarto de baño. Toda ella estaba húmeda solo pensando en lo que le esperaría por la noche, en ese momento empezó a sonar su balada la de la película ella jugaba con la esponja acariciándose por el cuello.Cuando noto como sus pezones empezaron a ponerse erectos, eran como dos flanes con sus respectivas guindas. Ella se acariciaba por las piernas por el pecho por el cuello se imaginaba que era acariciada por un amante loco por su cuerpo que la deseaba, la besaba con fuerza con mucha fuerza mientras tocaba su coño, acariciaba su clítoris y la ponía a cien. Cuando llego al clímax se corrió por primera vez esa noche y aun no había salido.
Terminado el primer paso, el de la ducha se seco y enrollada en una toalla se dirigió al vestidor, tenia que elegir bien la ropa. Esta noche debería estar impresionante no-solo impresionante deslumbrante nadie le podía hacer sombra. Era su noche su gran noche.
Para esa noche al final decidió ser su personaje de mujer fatal. Eligio para ello un vestido corto muy corto negro de cuero un tanga del mismo color y unas botas altas de tacón de aguja.
Tras decidirse empezó a secarse, luego derramo en sus manos un chorro de crema hidratante debería estar suave, para el gran afortunado que la pudiera acariciar. Ella terminando de acicalarse y perfumándose se deja caer por el cuello unas gotas de chanel nº5. Estaba impresionante solo tenia que empezar.
Las once de la noche empezaba la gran caza. Llamo un taxi para recogerla no quería ser vista por el barrio así, era lo de ser anónima la gracia del juego solo llevar varias vidas al unísono era lo importante para ella.
Llega el taxi se apresuro a bajar las escaleras de su casa para no encontrase con ningún vecino insolenté. Monto en el taxi y le dijo al taxista que le llevara aun pub de la zona de marcha de la capital.
La Luna se llamaba el pub era un sitio de gente selecta donde iban lo que se llama la gente guapa, afamada y adinerada de la ciudad.
Volvamos por donde íbamos en el taxi, el taxista se quedo perplejo de la belleza que monto en su coche. El taxista un chico joven de unos treinta años no podía dejar de mirar por el retrovisor de su coche, con gran destreza movió el espejo para enfocar directamente sus piernas, sorprendido quedo cuando vio que aun llevando las piernas juntas se le veía por el largo de su falda un pequeño triangulo de sus bragas. Dándole conversación. Para que Maria no se diera cuenta de donde dirigía su mirada
El taxista quiso llevarla por el sitio más largo de la ciudad ella estaba bien y accedió a que le diera una gran vuelta por la ciudad. Jorge que era el taxista intento intimar con ella no accedía, le dijo que salía a las tres de la madrugada y podía quedar en cualquier sitio para tomar una copa, la piropeaba le decía lo bonita que era y no apartaba la vista de su entrepierna. Ya al llegar al lugar de destino Maria pregunto que cuanto le debía él sin reparo le comento que eran 9.70 y la voluntad. Maria saco de su bolso el dinero y le paga luego ella sonriente le puso en atolladero sino estuvieras trabajando fuera recibida la mayor propina de tu vida. Pero una persona como yo no espero a nadie solo te digo que puede que esta noche nos encontremos.
Puerta de madera con dos ventanucos estilo ventana de barco con gran luminoso de neon con una gran luna riendo. Abre la puerta con una solemnidad pasmosa que se enjuaga con la gran cantidad de humo y olores que salen a la calle del garito en cuestión Maria se dirige con paso firme hasta la barra sin mirar para ningún lado, el poderío embarga el lugar, la sala al completo le dirige una mirada a ella como si se hubiese borrado a todas las mujeres de allí. Todos los hombres la miraron con un deseo especial, al igual que todas las mujeres la miraron con una indiferencia e incluso envidia del poderío que derrochaba Maria.
Ella, se dirigió al camarero por favor un whisky con cola. El camarero solo era capaz de mirarla a los ojos. Le puso su copa y se marcho ella saco de su bolso un cigarrillo y empezó su tremendo baile de seducción. Quien seria el afortunado que le echaría sus redes. Al final de la barra se encuentra dos chavales, amigos de la infancia. Juan rubio técnico informatico de veintidós años con cuerpo de deportista, bueno no es de extrañar unos de sus hobbys es la natación a la que le dedica mucho tiempo. Con él esta su amigo del alma. Luis un joven de la misma edad que estudia fuera de la ciudad cuando viene vive con su amigo en su apartamento. Tampoco esta mal y para Maria era un caramelo de su gusto.
Maria se acercan ellos cabizbajos le dieron sin mirarla la hora que ella con mucho gusto les pidió. Era una forma como otra de acercarse.Hola me llamo Maria se apresuro a decirles, ellos sin mirarla le contestaron con sus nombres. No se lo creían como una mujer como aquella se les acerca.
Luis mas adelantado que su amigo le dijo bueno Maria quiere una copa. Ella contesta si pero por favor no me llames de usted, vale sino me voy y no os la acepto. Es que me veis muy mayor para ustedes o es que no te gusto vamos que si es así me voy y busco otra compañía aunque la de ustedes me agrada mucho.
Riéndose los tres pasaron un buen rato. Venga copas, venga cigarros y muchas carcajadas se lo estaban pasando muy bien. Aunque ellos no se imaginaban lo que Maria era capaz de darles. La cosa se fue caldeando porque aunque no fueran unos chicos de los que tienen mucha vida corrida eran lo suficientes hombres para estar locos por pillar a una hembra como ella.
Maria una tras una larga conversación paso al ataque, puso su mano sobre la pierna de Luis aprovechando que estaba sentado en un taburete en la barra y se le marcaban los muslos tras su pantalón blanco. Ella sin percatarse de que se encontraba entre ellos dos noto como una mano se le deslizaba por la espalda hasta llegar a su cintura donde se paro. Los dos amigos, se dieron cuenta de que Maria era receptiva a sus tocamientos. Ya que los dos la tocaban una por la espalda y el otro le acariciaba la pierna, ya que ella tenia una pierna apoyada en el taburete de Luis. Juan ya se había encontrado con la parte mas baja de su espalda, parte que Maria tenia muy duro y Juan sin pensaserlo le besa con dulzura el cuello, Maria le recorrió un escalofrió desde la nuca hasta la conclusilla, ella noto que se estaba excitando, con las caricias de los dos jóvenes.
Terminándose cada uno su copa, llegaron al acuerdo de ir a tomar otra copa a un sitio mas intimo, donde pudieran seguir con su juego sin estar siendo mirados por todos los que están presentes en el pub. Era el momento de irse las caricias subían de tono y ellos creían que no eran el sitio mas adecuado.
Pagaron y se encaminaron a la puerta. Maria va delante de ellos, mientras ellos susurraban que no se lo podían creer lo que le estaban pasando. Ya en la calle se reúnen los tres y deciden ir a una taberna, donde en la parte alta tenia unas habitaciones donde solían ir parejas a intimar.
Mientras van para la taberna, pasean por las calles de la ciudad cogidos de la mano. Calle a calle plaza a plaza se introducían en la parte antigua de la ciudad. Al revolver una esquina justo de bajo de un arco, Maria se para en seco se vuelve y acorrala a Luis contra la pared y le da un beso en el cual sus lenguas se entrelazaron con tal fuerza que el pobre de Luis no podía ni gesticular, se quedo con una cara de asombro que le dejo congelado. Sin decir ni palabra se volvió con energía, se dirigió a Juan y lo dejo también pegado contra la pared mordiéndole el cuello hasta saltarle la sangre. En ese momento Luis se le acerco y la estrujo contra su amigo, parecían un bocadillo de María ella no se quejaba estaba a gusto le gustaba sentía manos por todo su cuerpo. Sentia como las manos de Juan apretaban fuerte sus pechos mientras ella bajaba las suyas hasta coger con fuerza el pene de Juan a su vez Luis frotaba su pene con el culo de María mientras recorría con sus manos los muslos de la chica hasta llegar por debajo de su falda al coño de ella apretaba con su mano fuertemente cuando a Maria se le escapo un fuerte gemido estaban los tres muy excitados. María creía que se iba a correr del gusto que le estaban proporcionando los dos chicos. Ella gemía de placer no podía aguantar las ganas de gritar y grito vaya que si grito, grito con tal fuerza que empezaron a encenderse las luces de la casa donde estaban apoyados el vecino se asomaba por la ventana, tuvieron que irse por que el vecino no paraba de insultarlos los tres chicos se fueron riéndose aunque en el fondo solo ella había llegado al clímax. Ellos iban como motos excitados total. María debería hacer algo para que esos chicos no se fueran así hasta la taberna donde iban. No os preocupéis que eso lo arreglo yo ahora mismo en los bancos esos que hay allí en el parque.
Cruzaron la calle y se sentaron en pequeño parque en el cual parte central del mismo había una estatua que entrelazaban unas manos. Un echo alegórico a lo que a ellos le estaban pasando. Lo de ellos no era lo que se podría decir amor pero en ese momento eran unos enamorados o simple enamorados del sexo el que necesitan rápidamente.
Los tres sentados en el banco, ella en medio de los dos. En ese mismo momento fue cuando Luis empieza a meter su mano entre las piernas de la chica. Ella a su vez se volvió para Juan besándolo apasionadamente y con su mano acariciaba el pecho del chico, el cual le devolvía las caricias introduciendo su mano por el escote del vestido de María. Ellos ya excitados de antes busca corredse rápidamente pero como la chica es como es. Tiene que ser ella la que lleve la batuta y ellos se correrían simplemente cuando ella quisiera. María llega con sus manos hasta el pene de Juan con un toque de destreza quita los botones de su bragueta mete su mano en su pantalón y acaricia con fuerza su pene y empieza a masturbarlo ella a su vez siente como debajo de su falda hurga con sus dedos Luis el esta buscando con mucha rapidez se clítoris el no se da cuenta con quien juega ella no solo lleva la pauta sino que se corre cuando ella quiere. María se enfada un poco con el, piensa que ella se ha corrido y ahora es ellos los que deben hacerlo Maria se encorva hacia Juan el estaba ya a punto y a el se le vuelven los ojos al sentir los labios de Maria alrededor de su pene.Maria no deja ni un momento de chupar todo el pene de Juan de arriba hasta abajo es increíble como puede introducir todo su pene en la boca de ella. Luis persiste con el coño de ella. Maria vuelve la mirada para Luis y con la otra mano desabrocha su pantalón dejando su miembro también al descubierto, lo masturba suavemente para que no se le corra muy rápido mientras acaba de succionar al pene de Juan ella estaba como loca de ver como tenia a los dos. Desea que Juan se le corriera en su boca a ella le encanta el dulzor del semen de Juan.