Salí a correr y un abuelo jubilado me corrió bien
Mi mano buscaba su enorme tranca que agarre para hacerla mía tras ponerse el, en la posición del 69, cayendo sus enormes peludas pelota ahora sobre mi cara que rápidamente agarre y chupe haciendo gemir y que comiera más aun mi coñito con pasión.
Necesitaba tomarme un respiro pues haber tomado tanta “nata” últimamente me estaba haciendo perder mi figura y necesitaba salir a correr un poco y luchar contra la lacra de la celulitis en ciertas partes del cuerpo que la mayoría de las mujeres luchamos por lo que me atavié con mi ceñida ropa deportiva para estilizar un poco más y me fui temprano a un parque donde hay un circuito para correr y practicar deporte.
Al ser tan madrugadora solo me encontré con algunas personas mayores que solo paseaban o caminaban fijándome rápidamente en un abuelete cañón que nos cruzábamos en el circuito al ir en sentido opuesto, fijándome al paso con la complicidad de mis gafas oscuras del péndulo que se movía entre sus piernas marcando aquel pantalón de tela blanda cuando pasaba medio trotando.
Debía tener unos sesenta y largos años pues la barba blanca bien arreglada y su pelo blanco lo delataba aunque parecía haber hecho mucho deporte pues se mantenía bastante bien por la corpulencia de su cuerpo sin estar obeso, además se veía bastante velludo fortaleciendo su imagen de masculinidad que tanto me atraía.
Note se fijaba en mi pues a la siguiente vuelta paro justo unos veinte metros antes de cruzarnos y se puso hacer algún estiramiento en un banco y alguna flexiones mirándome de reojo cuando yo pasaba, fijándome ahora en su bien proporcionado trasero así como su abultada entrepierna al hacer algunos ejercicios.
Me sentí mojada al instante pero no quise delatarme tan rápidamente y continúe el trote volviendo tras otra vuelta al mismo sitio sin verle por lo que disimuladamente me pare en la zona e imitando hacer estiramientos lo busque por los alrededores, oyendo un ruido entre unos árboles y setos que había separados del circuito, sorprendiéndome pues estaba pegado a un tronco de un árbol orinando con su miembro en la mano.
Miraba para otro lado como haciéndose el disimulado mientras por aquella enorme manguera que su mano sujetaba salía un chorro a presión de orina que me dejo anonadada, pues el grosor de aquel miembro resaltaba entre su mano y eso que se veía en estado morcillón, pues al acabar lo zarandeo para que cayeran las ultimas gotas y aquel movimiento casi me hace desmayar.
Segui haciéndome la disimulada como que no lo había visto nada, siguiendo con los estiramientos….., pero el, cuándo llego a mi lado tras un hola, me dijo, ufff tuve que desaguar al canario y aunque me parece algo grotesco hacerlo entre los árboles y poco higiénico no pude aguantar y perdona por si te sentiste violentada al verme orinar en el parque.
Me quede algo perpleja pues se había dado cuenta que yo lo había mirado y le dije nada no se preocupe las necesidades son las necesidades y si era una emergencia no se puede evitar.
Por cierto me dijo, soy Manuel, que veo nos cruzamos esta mañana siempre en la misma zona haciendo deporte y veo que no haces bien los estiramientos y te puedes hacer daño pues tienen que hacerse bien hechos, si me permites te explico un poco como ponerte, siempre que no te importe.
Le dije que yo me llamaba Rosa y acepte encantada, comenzando a mostrarme como hacer unos correcto estiramientos, poniéndome si cabe más cardiaca y más húmeda, cuando en algunas posturas se le marcaba aún más el paquetón enorme que aquel abuelete tenía entre las piernas, y sobre todo me costó aguantar la compostura cuando con sus manos me cogió para ayudarme a algunas posturas para ganar flexibilidad y mejorar los estiramientos.
Estuvimos un buen rato temiéndome las supuraciones de mi mojado conejito se notara a través de mi ropa pues me había puesto ardiendo aquel viejo macho que incluso con su tono de voz varonil me cautivaba, cuando dijo ahora vamos a dar un paseo para relajar los músculos sin correr y así se algo más de ti, me dijo con una sonrisa que casi me hace doblar las rodillas.
Le conté un poco de mi vida y él me dijo que estaba de rodríguez como vulgarmente se conocen a los hombres que se quedan temporalmente sin mujer al irse estas unos días por otros motivos, explicándome que la suya se había ido a Noruegam pues su hija estaba casada con uno de ese país y habían tenido un nieto recientemente y fue a echarles una mano y él se había quedado pues tenemos en casa dos grandes perros y tenía que cuidarlos aunque ya estaba jubilado pues su vida de militar le permitió prejubilarse dos años atrás.
A la segunda vuelta me dijo, me vas a tener que perdonar pero el canario me vuelve a pedir desaguar, pues esta mañana me tome un complemento vitamínico y mucha agua y parece que hoy la vejiga la tengo suelta y necesito otra vez.
Le dije que no pasaba nada que era algo normal y tras ponerse tras un seto volvió a sacar el arsenal y comenzó a orinar nuevamente.
No se dio cuenta el seto se trasparentaba bastante y pude ver ahora en perfecto directo las dimensiones de aquel apéndice como entre su mano, esta parecía hasta pequeña con un grosor que asustaba y un cabezón delicioso que volvió a sacudir para eliminar las ultimas gotas, sin darme cuenta cuando acababa que mi mirada esta fija en aquel miembro, notando el mi delatadora mirada cuando guardaba su miembro en el pantalón.
Discúlpame volvió a decir espero el canario me deje tranquilo ya esta mañana, respondiéndole sin darme cuenta de que me delataba por completo, le dije: el canario… más bien es un halcón o un aguilucho eso de pajarillo tiene poco, riendo el a la vez que agradecía el cumplido.
Bueno dicen muchas mujeres que el tamaño no importa si no que, el pájaro sepa cantar bien…. Yo le respondí que eso lo dicen las mujeres que el marido la tiene pequeña yo ante la duda la prefiero grande que ya me encargaré de que cante bien.
Volvió a reír y dijo que era una mujer que sabía lo que quería y por cierto bastante liberal pues pocas hablan con la naturalidad que yo hablaba.
Le dije que la vida es corta y hay que disfrutar y una no puede estar perdiendo el tiempo si algo le gusta.
Me miro tras mis palabras con descaro y me dijo: y yo Rosa te gusto?.... ya metida en aquel embrollo que por cierto me encantaba, le dije mirándole a los ojos…. para ser sincera no solo me gustas sino que me encantas y te voy a decir algo que no suelo decir pues pensara soy una fulanilla, pero ya perdidas al rio , te digo que me gustaría meterme contigo en la cama y ver como canta este canario tan precioso que tienes.
Vivo a dos manzanas pero los vecinos se van a mosquear si me ven entrar contigo así que vamos a tu casa que yo y mi canario te vamos a cantar una sinfonía que no vas a olvidar.
Media hora más tarde estaba tras cerrar la puerta de la entrada de mi casa arrodillada con el canario en la mano dispuesta a llevármelo en la boca y Manuel apoyado en la pared con los pantalones de deporte por las rodillas pues no le di tiempo a quitárselos del todo, descapullando aquella enorme cabeza a medio cubrir y que rápidamente entro en mi boca comiéndola con pasión y desespero.
El me agarro por el pelo sujetándome para que no parara mientras me decía que veía tenía hambre de pájaro y que comiera todo lo que quisiera.
Aquella gruesa polla se puso rápidamente dura como una barra de acero quedando perpleja del tamaño y grosor de la misma pues ya se me hacía difícil al ponerse rígida del todo mantenerla en mi boca, dilatando mis labios al máximo para poder disfrutar de ella.
Que buenas eres mamando me dijo, me encanta como juegas con mis huevos con tu mano, eres una mujer ardiente además de estar cañón de buena.
Me levanto y tomándome en peso metiendo mi mano entre mis muslos para alzarme , me pregunto dónde estaba la cama mas cerca.
Entramos y me dejo caer con cuidado sobre mi cama quitándome la ropa y lanzándose a comer mi conejo con pasión haciendo mi cadera saltara y se levantar al sentir su boca y su lengua en mi chochito.
Mi mano buscaba su enorme tranca que agarre para hacerla mía tras ponerse el, en la posición del 69, cayendo sus enormes peludas pelota ahora sobre mi cara que rápidamente agarre y chupe haciendo gemir y que comiera más aun mi coñito con pasión.
Tarde un minuto en correrme disfrutando su boca de mis jugos sin cesar de comer y jugar su lengua con mi punto mágico haciéndome gemir como una posesa endemoniada.
Que falta macho tenías, me dijo, este chochito necesita ya mi canario le muestre como canta, girándose acto seguido para ponerse en posición y ensartarme con aquel grueso pollon de una certera y fuerte estocada.
Mis ojos se debieron poner en blanco pues de golpe mi visión se nublo aunque rápidamente la recupere cuando el placer manaba a raudales con las acometidas a buen ritmo de aquel viejo jubilado que sabía follar divinamente, eso sí, disponía de una buena herramienta para ello y sabia usarla como un experto.
Me giro y cambio de postura varias veces hasta ponerme en una que hacía tiempo no practicaba pues me hizo la de la carretilla, y aunque estaba algo incomoda, sus gozosas penetraciones en esta posición hicieron tuviera un orgasmo descomunal, cayendo rendida tras correrme por lo que volvió a ponerme en un posición más tradicional.
Aflojo un poco en su ímpetu inicial y se lo agradecí, pues estaba sintiendo ya escozor por su tremendo grosor y la virulencia con la que metía, sentándome ahora sobre el para cabalgarlo mientras lo besaba y jugueteaba con su matorral blanco que afloraba en su masculino pectoral, notando el gozaba en esta postura mucho pues de golpe su cabeza se hecho hacia atrás y su bramidos acompañaron al riego de jugosa leche que estaba recibiendo mi chochito que a fuertes ráfagas era regado hasta saciarlo.
Quedo aturdido unos segundos que aprovece para besarlo y desclavarme para refrigerar mi conejito un poco y liberarse de aquel enorme aguilucho que tan sabiamente lo había trabajado.
Me miro a la vez me dijo que había disfrutado mucho, que le recordaba aunque fuese una comparación a su mujer en los tiempos de recién casados, pues ahora casi siempre le ponía escusas diciendo que con lo gorda la tenía le hacía ahora con la edad daño y sentía molestias cuando la follaba, usando cuando lo hacían mucha crema y vaselina para aliviarla.
Le dije que allí tenía una casa cuando el canario le pidiera cantar y que era bien recibido aunque no se pensara ya se iba a ir, pues nos vamos a bañar y después quiero degustar con tranquilidad ese pajarillo y volver a sacarle otro canto….
Me acompaño a la ducha y con unos masajes mutuos mientras él me aseaba y una hacia lo mismo con él, note se recuperaba algo y aunque en bajo el agua intente degustarla esta aun no cogía el estado óptimo por lo que nos secamos y tomamos un café y unas pastas tranquilamente hasta que calcule y debía estar bien recuperado, acercándome al taburete donde andaba sentado desnudo y metiéndome entre sus piernas agache mi boca y comencé a comer pájaro como una loba hambrienta.
Se apoyó en la espada en la barra de la cocina para esta mas cómodo y así ver mejor como daba cuenta de su grueso miembro que rápidamente ahora si fue adquiriendo la dureza optima, pues mi mano sabiamente bajaba y subía por su largo tronco golpeando en sus huevos al bajar y activando estos mientras mi boca succionaba su rosado y grueso cabezón que devoraba como si de una piruleta se tratase.
Le encantaba por los gemidos roncos que manaban por su boca acompañando a veces sus manos a mi cabeza como guiando la colosal mamada que le estaba dando y que tras unos largos y jugosos minutos ya parecía estar a punto de descargar pues un liquidillo blanco y fino por su punta ya denotaba estaba la producción de leche a punto de explotar.
Le dije parando un segundo, que la quería toda para mí y esto le encendió mas pues me dijo no pares que estoy a punto y volviendo a meterme su cabezón en la boca casi no me dio tiempo a comenzar a tragar las fuertes ráfagas de pastosa y jugosa crema que salía a raudales por aquel enorme nabo, pajeando ahora con energía su tronco y golpeando sus pelotas para exprimir estas hasta la última gota.
Relamí, estruje y saque todo lo que daba aquel enorme rabo hasta dejarlo en estado catatónico pues su cabeza cayo desplomada mirando al suelo cuando lo solté de mis manos, balanceándose por su peso y grosor y enrojecida por la presión y roces.
Me dijo que no sabría si se podría levantar, pues se había quedado sin fuerzas, abrazándome a el ahora y besándolo cariñosamente mientras el también me abrazo con sus fuertes brazos aunque sus manos fueron a mis nalgas que las acaricio suavemente, quedándome sumergida entre sus brazos y su frondoso y fornido pectoral sintiendo como recuperaba su respiración y oyendo el latido de su corazón que poco a poco se iba recomponiendo.
La mañana en la que iba a tomar un respiro y descansar de los lácteos, resulto acabe saciada dándome un atracón que ni en mis mejores sueños me lo imaginaria.
Se volvió a vestir con su ropa deportiva para irse pues decía tenía que sacar a los perros a pasear pues eran como relojes a la hora de salir la calle a hacer sus necesidades, diciéndole que ya nos volveríamos a ver aunque le adelantaba mañana a la misma hora estaría en el parque buscando el canto del canario.
Se echó a reír y dijo que iba a procurar tener el canario fino para mañana y volver a darme una serenata como la de esta mañana…