Sagitarius - 8
La vida con Amy puede ser un lío tras otro... y Eddy sigue con sus pesadillas... complicándose todo cada vez mas...
Sagitarius - 8
Quince días después de comenzar a salir oficialmente y que prácticamente se mudase a mi casa con la peregrina excusa de que en la suya habían aparecido termitas y tenían que tratarla, por lo que no podía seguir allí mientras lo hacían. Ni que decir tiene que lo de venirse a mi casa, desato de inmediato los más que evidentes comentarios en el pueblo sobre ambos. Yo de por sí, nunca hacia el menor caso, me daban prácticamente igual. En este caso, quizá si que me hubiese venido bien habérmelo tomado con un poco más de curiosidad al respecto, de ese modo no me hubiese llevado alguna que otra sorpresa… Tan solo dos personas me preguntaron directamente por el hecho de que Amy se quedase en mi casa, el Sr. Moore y la Sra. Tollison. Evidentemente les respondí con la verdad, que estábamos saliendo los dos, realmente no tenia porque mentir. El hecho de que ambos me mirasen de una forma un poco extraña, debió de haberme puesto sobre aviso, pero pensé que era por el hecho de estar juntos Amy y yo, que lo veían quizá, cuanto menos, raro…
Sobre Nick, tuve que hablar seriamente con Amy, porque lo de acompañarme a todos lados estaba comenzando a molestarme un poquito. No es que no se lo agradeciese, pero comenzaba a resultar algo agobiante aparte de que tampoco le hacia a ella centrarse correctamente en su trabajo, y eso sí que era peligroso. Lo malo es que cada vez que trataba de sacar el tema, o se marchaba con cualquier excusa, o directamente lo cambiaba… Aproveche que estábamos desayunando los dos para pode decima vez tratar de hablar con ella…
- Amy, por favor… podemos hablar seriamente sobre esto… -cuando vi que se levantaba-. Mira, antes o después vamos a tener que tratarlo…
- Está bien, ¿qué quieres? -se volvió para mirarme con los brazos cruzados apretando los dientes-.
- Que te relajes un poquito, te agradezco la preocupación, pero antes o después voy a tener que enfrentarme yo solo a tu ex… -estaba siendo muy cuidadoso con lo que decía, sabía que ciertos argumentos del tipo dirigirme a ella como mujer, no podía ni rozarlos-.
- No tienes porque… -la interrumpí suavizando mi voz-.
- No, no tengo porque… pero está claro que tú si tienes que hacer tu trabajo y yo el mío. Y ahora mismo por mucho que no quieras reconocerlo, tu no lo estás haciéndolo al acompañarme a todos lados. Nick esta simplemente rabioso porque te perdió, pero no creo que intente nada, te recuerdo que según todo lo que se comenta sobre él, ahora está saliendo con esa tetona pelirroja de la ciudad…
- Esta bien… de acuerdo… Te dejare hacer tu trabajo solo…
- Muy bien, te lo agradezco mucho cielo… Se que no debería de decírtelo, pero sabes que te quiero, ¿verdad? -le sonreí-.
- Si, lo se… y no, es algo que ninguno de los dos deberíamos de decirnos de momento… Por cierto, hay algo que llevo queriendo preguntarte desde hace unos días, pero nunca me acuerdo… ¿qué pasa con tu camioneta?
- Mi camioneta… que yo sepa no le pasa nada, esta todo bien… ¿a qué te refieres? -devolví la pregunta desconcertado al no saber a qué se refería-.
- Pues precisamente a eso, que no le pasa nada… llevo dos semanas contigo moviéndonos con ella constantemente…
- Bien, si… ¿y?... -pregunté sin entender-.
- Que no le has echado gasolina ni una sola vez en todo este tiempo, lo que es algo imposible del todo… Ningún vehículo tiene suficiente autonomía para hacer tantos kilómetros sin repostar, y las garrafas que tienes ni las has mirado… ¿Luego o me explicas como lo haces, o cuando me has dado esquinazo para ir a repostar a la "ciudad"? -se cruzó de brazos mirándome atentamente-.
Aunque no lo creáis el problema era peliagudo, porque tenía razón, llevábamos quince días los dos con mi camioneta, haciendo kilometro tras kilometro y no había repostado ni una sola vez... Todo el mundo en el pueblo tenía o bien un pequeño deposito, o garrafas con algo de gasolina en previsión de quedarse sin ella por cualquier despiste, pero en mi caso las garrafas estaban en un pequeño chaflan junto al cobertizo, y tenían una bonita cantidad de polvo encima que atestiguaban perfectamente que hacía bastante que nadie las tocaba. Lo cierto es que como ya expliqué el gasto en combustible de mi coche era ridículo, podía hacer miles de kilómetros sin el menor problema con un solo deposito, y estaba tan acostumbrado a ello que ni lo pensé. Estaba tan acostumbrado a ello que no me di cuenta de que Amy además de inteligente era muy observadora, y sin duda en algún momento algo semejante le llamaría la atención. Ahora tenia un problema bastante serio entre manos, si le decía que me había escapado sería muy malo, entre otras cosas porque aparte de cabrearla bastante posiblemente tratase de averiguar cómo lo hice, y si me pillaba en una mentira seria aun peor. Pero si le contaba la verdad, no tenia porque ser necesariamente mejor, era un bonito lio…
Pese a ser de otra época, no era tonto, sabía de sobra que algo semejante a lo que había bajo el capo de mi camioneta podría valer una autentica fortuna, y el explicarle a Amy porque no estaba tratando de sacarle rendimiento a mi "invento", podía ser aún más peliagudo… Sin embargo, analizando la situación en el poco tiempo que tenía para contestar, entendí que solo tenía una opción, que, si no era buena, al menos pensaba que sería la menos mala de las dos…
- Muy bien, te lo explicaré… pero tienes que dejar que termine sin interrumpirme… y respetar mis motivos -le pedí-.
- Esta bien, no te interrumpiré, y sobre tus motivos para tratar de ocultármelo… Primero veamos cuales son estos… porque como sea que te escapaste por alguna mujer… te capo… -me advirtió muy seria y con cara de pocos amigos-.
- No, no hay mas mujer que tú… eso te lo aseguro… -replique alzando las manos en gesto de paz, sabiendo que eso venia por Susan-.
- Sera que me lo aseguras con permiso de esa zorra de Susan Neubauer, ¿no? -replicó aún más seria-.
- No pienso entrar en eso, ya te dije que no estaba interesado en ella por mucho que se me ponga a tiro, y es una discusión finalizada -impedí que hablase-. No, suficiente con ello, estoy harto de ese tema. El motivo por el que no me has visto repostar la camioneta es porque no lo he hecho… lo cier...
- Con la cantidad de kilómetros que hemos hecho eso es imposible… -me interrumpió-, tienes que haberla repostado en algún momento, y las garrafas de gasolina de tu garaje no las has tocado.
- El motor que lleva mi camioneta es diseño mío, cuando la compre lo modifique, ahora gasta una cantidad ridícula de gasolina. Si no me crees, solo tienes que darle un vistazo a la aguja del combustible, que, por cierto, funciona perfectamente…
- Pero cuando te he preguntado por ella… o Sheila, ella también me dijo que no funciona, tú se lo contaste cuand… -la interrumpí-.
- No es cierto que este averiada, eso lo digo siempre para que nadie se extrañe si no la ve bajar… -admití-. Y antes de que me lo preguntes, no quiero que nadie sepa nada de esto, porque no se que es lo que hice con ese motor. Cuando compre la camioneta, necesitaba repararlo porque estaba francamente mal, mientras lo hacia tuve como flashes de información que me revelaban como lo podía mejorar… pero no se porque, y no quiero que nadie se entere de ello.
- ¿Es en serio…? -se volvió a sentar con cara de estar alucinando-.
- Completamente… y si mirases bajo el capo no verías nada anormal, todo lo que le hice procure que se viese como si fuesen cosas habituales en un motor, podrías ver alguna configuración rara, pero todo con piezas aparentemente "normales"… Tendrías que desmontarlo por completo y mirar pieza por pieza para darte cuenta de que algo raro ocurre con él.
- Pero como…
- No lo sé Amy, no lo se, como tampoco se otro montón de cosas que me pasan…
- Como tu conocimiento de las estrellas que me contó Sheila, ¿no? -respingue al escucharla-. Si, no te asustes, mi prima me lo contó cuando hable con ella al ver el interés que tenia por ti… Solo quería saber que pasaba… y entonces me lo explicó… -añadió Amy-.
- Si, es igual… -me reí-, claro, por eso me has creído a la primera…
- Bueno, te confieso que me costo bastante creer lo que Sheila me contaba, pero después de eso, esto otro tampoco es que me sorprenda en exceso… Bueno… si me ha sorprendido, eso sí, pero vamos, que no como para no creerte…
- Pues esto es lo que ocurre conmigo, y no, antes de que me lo preguntes, te digo como a Sheila, por mucho que me machaques con que te explique cómo puedo tener estos conocimientos, no puedo porque no lo sé…
- Bueno, lo que si te digo es que como te pregunte en algún momento algo sobre esto o cualquier cosa de este tipo, y me trates de colar como a ella el argumento de una película, te parto la cabeza… ¿estamos? -me sonrió, pero de un modo que confieso que me dio grima, porque parecía que lo decía completamente en serio-.
- No tranquila, que no lo hare… Pero también seria un detalle que no preguntes lo que ya sabes que no te puedo contestar…
- Bueno, ya veremos… Y ahora -se levantó-, voy a acercarme a la oficina para ver que turnos me tocan…
Lo único bueno es que no trato de entrar en el asunto de mis pesadillas, pese a ser plenamente consciente de ellas, y consté que cuando me di cuenta casi meto la pata, porque me falto el canto de una pestaña para suspirar con alivio. Ya habíamos tenido algún que otro encontronazo por mi negativa a ir a algún profesional para que me tratase. Lo cierto, es que hacía como una semana que estas habían cambiado y para peor… La voz paso del "voy de camino", a un mas preocupante "ya estoy llegando a por ti"… Para complicarlo aún más, tras este mensaje la voz cambiaba a otro que me decía "recuerda", y tras ello veía ciertas imágenes muy confusas que no podía recordar del todo. Era como si estuviese nuevamente en combate desde mi Spitfire, pero no era yo, lo veía como si yo fuese el avión, pero únicamente veía el cielo estrellado, no a ningún enemigo… o al menos esa parte no la recordaba…
Estaba en el taller pensando en lo que habíamos hablando Amy y yo, cuando mi pensamiento derivó hacia estos últimos quince días. Susan había aparecido por el taller, o por donde Johnny al menos cuatro veces, y todas ellas coqueteando conmigo, aunque de forma bastante comedida en comparación con la primera vez que nos vimos. Pero no por ello dejaba de estar claro lo que perseguía, que era meterse conmigo en la cama. Y Sheila por su parte me pillo un par de veces también "a solas" para tratar de conseguir que le explicase algo que desconocía por completo. Lo malo, es que como Amy estaba muy pendiente de mi se dio cuenta cada vez que esto pasaba, lo de su prima por lo que había dicho cuando hablamos, ya lo había arreglado hablando con ella, y sinceramente, cuando me di cuenta me preocupé por la conversación que pudiese querer mantener con Susan… Amy no era famosa precisamente por su paciencia… Pensé en hablar con ella sobre Susan cuando nos viésemos por la noche antes de que se cruzasen las dos y se liase…
Al final con quien hable fue con la propia Susan cuando nuevamente apareció por el taller casi a los dos minutos de marcharse el Sr. Moore a una llamada para la grúa. Lo raro, entre comillas, es que a esa hora ella debería de haber estado trabajando en el centro… Nuevamente vino con una excusa un tanto tonta sobre el coche, vestía de un modo que resaltaba extraordinariamente todos y cada uno de sus atributos. Sali para ver el coche, y como sospechaba, lo que le ocurría era algo "provocado"… Decidí hablar con ella…
- Susan, podemos hablar un momento… -señale el despacho-, por favor…
- Si claro… -vi como su cara se alegró, y por como movía sus caderas caminando hacia allí estaba claro que se esperaba algo que no ocurriría-.
- Siéntate por favor… -le pedí mientras yo me sentaba tras la mesa, en el sitio del Sr. Moore-.
- Y no prefieres que me siente contigo -se inclino sobre mi mostrándome perfectamente sus encantos "frontales"-.
- Susan, por favor… siéntate… -le repetí-.
- Claro, lo que tu digas -se sentó sonriendo coquetamente, situando la silla de forma que pudiese ver bien sus piernas, apenas cubiertas por una minifalda-.
- Susan, perdona si soy directo o te parezco un cretino por lo que te voy a decir, pero creo que te estas equivocando conmigo del todo…
- ¿Tú crees…? -sonrió de una forma que me pareció un tanto lasciva mientras hacia un lento cruce de piernas a lo Sharon Stone, mostrando con claridad que no llevaba ropa interior-.
- Si, lo creo. Susan, por favor, no te lo tomes a mal, sabes que eres una mujer preciosa, y no creo que haga falta que nadie te lo diga, tampoco que me gustas, como a cualquiera con ojos en la cara. Pero yo estoy saliendo con Amy, y no soy alguien que engañe a su pareja…
- Ves, eso me gusta… y te entiendo perfectamente, porque soy igual… no te preocupes… -me sonrió, pero de un modo que me resulto extraño-.
- Bueno, entonces todo aclarado… ¿amigos nada más entonces? -le devolví la sonrisa-.
- Por supuesto, aunque ya te aclaro que yo quiero algo mas contigo, no solo eso… y ya te advierto, que no me rindo fácilmente…
- Susan… te repito, estoy con Amy, y no va a ocurrir nada entre nosotros…
- Y yo te vuelvo a decir que entiendo lo que me dices, y que me alegro de que seas así, pero quizá debas de hablar primero con Amy, porque ella no parece opinar igual que tu sobre lo que tenéis… Eddy, te quiero dejar claras dos cosas, porque tampoco soy de perder el tiempo. Primero que no busco una relación, porque no sé el tiempo que estaré por aquí, y segundo que me has gustado desde que te vi, y no pienso cejar hasta terminar follando contigo… -tras esto salido del despacho moviendo las caderas de forma hipnótica-.
Si dijera que no me quede allí sentado sin saber que decir, mentiría, eso último sobre Amy o que fuese así de clara desde luego era algo que sí que no me esperaba. Sobre lo que me dijo me dejo prácticamente en Jaque Mate, desde luego ya no quedaba la menor duda de lo que quería exactamente de mí, y miedo me estaba dando Amy, porque era algo que no pensaba ocultarle, aunque tendría que ver cómo evitar que fuese a estrangularla… Con lo de Amy y sus declaraciones en el pueblo, decidí poner de momento lo dicho por Susan en cuarentena, hasta que pudiese verificar si lo que dijo era o no verdad… Recordé entonces las caras que pusieron tanto el Sr. Moore como la Sra. Tollison cuando se lo dije, por lo que mi siguiente paso estaba muy claro…
Cuando el Sr. Moore regresó no dude en preguntarle si sabía si Amy había dicho algo sobre nosotros dos, y efectivamente, aunque algo reticente a ello, me confirmo lo ducho por Susan. Por lo que parece Amy cuando le preguntaron se limitó a decir sin darle mayor importancia, que éramos amigos y que solo se estaba quedando conmigo porque estaban fumigando su casa. Entendía perfectamente conociéndola como iba conociéndola, el porque de negarlo, puesto que detestaba tener que estar dando explicaciones a nadie sobre su vida privada, posiblemente sobre nuestra reciente relación solo Sheila y sus padres lo supiesen por ella. Pero eso era un problema, porque cada uno estábamos diciendo una cosa cuando nos preguntaban, y empecé a sospechar que el interés de Nick por verme podría venir por ahí… Como ya dije, yo solo se lo había dicho al Sr. Moore, en el garaje cuando me preguntó, y a la Sra. Tollison, pero en esta ocasión estábamos en su tienda cuando yo recogía el correo, y había más personas allí que seguramente me escucharon perfectamente.
No es que lo que hizo Amy me hiciese gracia, pero tampoco le hubiese dado mayor importancia, de no ser por como se mostraba con el asunto de Susan. Ahora mismo, y gracias a ella misma, tenia un problema con esta, porque ya me había dejado muy claro que ni pensaba cejar de tratar de llevarme a su cama. La situación estaba bastante clara, tendría que hablar seriamente con Amy sobre ello, sobre todo ello… Pero como siempre, cuando pensaba que las cosas podían ir a peor, en la siguiente salida que hizo el Sr. Moore, quien entró en el garaje fue Nick con uno de sus amigotes… Ni que decir tiene que me puse en guardia con ellos… Se acerco a mí, diciendo a su amigo que le esperase fuera… lo que podían significar muchas cosas…
- Eddy, ¿podemos hablar un momento a solas? -me pregunto, mirando a su amigo que ya salía-.
- Si claro, vamos al despacho… -como con Susan, le invite a sentarse-.
- No me voy a andar con rodeos, quiero saber que hay entre Amy y tú… Porque he escuchado cosas que no me han gustado…
- Sabes que Amy ya no es tu novia, ¿verdad?
- Lo sé, también sé que ha sido por mi culpa, igual que supongo que sabes que no me pienso dar por vencido con ella -me replicó-.
- Si, lo se… -admití-.
- Bien, porque he escuchado que vas diciendo que estáis saliendo, pero ella lo ha negando… Me caes bien, pero te advierto, si sigues por ese camino, me voy a enfadar mucho contigo, no me gusta lo que estas haciendo… -dijo muy serio-.
- Me acabo de enterar de lo que ha dicho Amy en el pueblo y tengo que hablar con ella sobre esto. De todos modos, has estado saliendo unos años con ella, sabes de sobra que no hace falta que nadie la defienda Conociéndola como deberías de conocerla, sabrás que si lo que he dicho fuese algo que la ofendiese, ya habría tenido noticias suyas, sobre todo cuando duerme en mi casa… -recalqué él duerme-.
- Duerma en tu casa o no, aun la quiero, y voy a tratar de llevármela otra vez… -replico sonriendo-. Le voy a ofrecer quedarse en mi casa, tampoco sería la primera vez que se queda en ella "a dormir"…
- Pues perdona que te lo diga, pero lo de esa pelirroja con la que te has estado paseando, no creo que te vaya a ayudar mucho con ella… -le dije también sonriendo-.
- Eso es asunto mío, se cómo tratar con Amy. Tu recuerda lo que te he dicho… -después de eso se levantó marchándose-.
¿Preocuparme lo de Nick?, realmente no, creía a Amy cuando decía que me quería, pero estaba claro que repentinamente tenía un buen número de frentes abiertos. Cuando cerré el taller por la tarde para irme a casa, me llevé una nueva sorpresa, iba a entrar donde Johnny para llevarme de allí algo de cena para los dos, cuando vi a Amy sentada en una mesa con Nick, cenando los dos tranquilamente… Por cierto, que Nick me vio, y enseguida extendió la mano para coger la de Amy, quien se soltó de inmediato con un gesto brusco, algo que vi perfectamente y me hizo sonreír irónico, porque le pobre intento de Nick no podía haberle salido peor. Como entenderéis tras esto, no es que me preocupase mucho, además estaban uno frete a otro, pero confieso que no me gustó nada de nada… Decidí irme a casa y hacerme allí cualquier cosa de cena. Lo cierto es que este tiempo a solas me vino muy bien para poder prepararme mentalmente para hablar con Amy cuando llegase.
Cuando Amy por fin llego, le dije si quería algo de cena, sonriendo me respondió que no, que había cenado con Nick donde Jhonny, que ya había hablado con él y todo estaba arreglado… Le cambio la cara cuando vio mi gesto serio…
- Que pasa… solo he cenado con él… me crees, ¿verdad? -preguntó preocupada-.
- Si, por supuesto, mas que nada porque os he visto. Iba con la intención de comprar algo para cenar los dos, y os vi sentados, ¿no te lo dijo Nick?, porque el me vio perfectamente… -expliqué con gesto serio-.
- Pero que cabrón -se sulfuro-, seguro que fue cuando me trato de coger la mano el muy desgraciado…
- Si, fue justo unos segundos antes de cogerte la mano, y no -alce una mano para que no dijese nada-, no te preocupes, vi que lo que hiciste. Créeme que no tengo la menor duda sobre si ha pasado algo o no… sé que no… -terminé-.
- ¿Entonces a que viene esa cara de disgusto, hice algo que te molestó? -se levantó, sentándose a horcajadas sobre mí y dándome un beso en los labios nada más terminar la pregunta-.
- Pues no lo sé, dímelo tu… ¿estamos saliendo juntos, o solo te has mudado aquí con tu "amigo" por el asunto de las termitas? -pregunte sin cambiar la cara de seriedad-.
- No es lo que piensas -pego su frente a la mía-, sabes que no me gusta dar explicaciones que no le importan a nadie. Te quiero, y quiero que esto salga bien. Quizá haya sido un error, perdóname, te prometo que no volverá a pasar, si alguien me pregunta le contestare la verdad, que estamos juntos… -suspiro-.
- Esta bien, pero esta tarde he tenido dos visitas, y a cuenta de eso, la situación no ha sido nada divertida… -le dije, cambiándole la cara al instante-.
- ¿Quiénes?, no habrá sido una esa zorra de Susan… ¿verdad? -pregunto alterándose-.
- Si, una a sido ella, el otro ha sido Nick… En ambos casos me han dejado muy claras sus intenciones, ya que según parece, tu has ido diciendo que no somos nada de nada… -repliqué-.
- ¿Qué te han dicho?
- Pues muy simple, tu amigo y ex, Nick, que sigue enamorado de ti, y que como tú eres muy clara sobre lo que somos, o mejor dicho, lo que no somos, quiere que no me meta entre ambos porque te va a recuperar.
- ¿Y quién más? -respiro profundamente, estaba cabreándose a pasos agigantados-.
- Pues la otra, que vino antes que Nick, fue Susan, que del mismo modo que tu ex, dado que tu has sido muy explicita con lo que "no somos", me ha dejado muy claro que lo que persigue es simplemente follar conmigo, y no una relación de novios… -su cara cambio de color, se puso roja de furia-.
- ¡¡¡Esa puta!!! La voy a arrancar la cabeza -replicó enfurecida, haciendo intención de levantarse…
- De eso nada, de aquí no te mueves… -la retuve, forcejeando ella para soltarse pero procurando no hacerme daño, lo que hacía que se restregase contra mí-. Te guste o no esto no es culpa de ellos, es tuya, por no ser clara. Cuando les he dicho que salíamos juntos, y a Susan concretamente que no te engañaría bajo ningún concepto, los dos me han callado la boca con lo que tú piensas de lo que "no" somos… Ambos están convencidos de que aun tienen una oportunidad de meterse entre medias. ¿Qué pasa? -le pregunte al ver como su gesto cambiaba-.
- Vaya… ¿y esto…? -metió su mano bajo ella directamente a mi polla, que con tanto "meneo" se había levantado en todo su esplendor-.
- Eso es que con tanto movimiento me has puesto cachondo… -la bese en los labios, buscando su lengua con la mía-.
Lo cierto, es que de una conversación tras la que esperaba que terminásemos discutiendo, al final donde acabamos los dos fue en la cama follando como animales, especialmente tras el primer polvo sobre la silla. Si Amy al principio estaba muy excitada, tras el primer polvo, al acostarnos, le tuve que contar todo lo que hable con Nick y Susan, si con lo de su ex se estuvo riendo, con lo de la otra para nada, ni lo más mínimo. De hecho, tras explicarle detenidamente todo sobre lo ocurrido con Susan, y cuando digo todo es todo, se podría decir que le creció una segunda cabeza. Luego, aunque me costó conseguir calmarla, nos reconciliamos, aunque en el proceso prácticamente me violo, parecía una caldera en ebullición… Fueron dos polvos auténticamente salvajes los que echamos después, Amy estuvo completamente desatada… Acabe medio muerto de cansancio…
De nuevo y pese a mi cansancio, las pesadillas continuaron haciendo estragos en mi sueño. Nuevamente la voz me decía que estaba llegando a por mí, para después parecer incitarme a recordar algo durante el sueño y que se me escapaba cuando me despertaba… Nuevamente solo parecía recordar, estar volando y combatiendo con mi Spitfire en o bajo el cielo estrellado, no sabría definirlo con exactitud… pero con la sensación de estar viéndolo como si fuese el avión y no el piloto… Todo era muy raro…
CONTINUARA