Sagitarius - 3

Nuevo error con Sheila...

Sagitarius - 3

Tal y como me imagine, fue salir Amy por la puerta y preguntarme el Sr. Moore que pasaba, porque le habían dicho que Nick había estado buscándome, y ahora quien aparecía era Amy…

  • Pues que la otra noche, me encontré con Amy en el bar de Jhonny y nos estuvimos tomando una cerveza. Nick se metió en un lio en la ciudad y llamo a Amy, como ella había bebido, la llevé hasta allí… Luego nos volvimos los tres…
  • Entiendo, supongo que Amy ha debido de llegar a su límite con Nick -el Sr. Moore meneo la cabeza-. Ese chico es idiota, desde luego lo que le pase se lo habrá buscado a pulso él solito. Una pena…
  • Mas o menos eso es lo que ha pasado -respondí-.
  • Lo que no entiendo es que te estén buscando los dos… -me miro con sospecha-.
  • Bueno, cuando volvimos dejamos a Nick en casa, iba contento, por decirlo suavemente. Luego estuve casi toda la noche con Amy, sentados en su porche escuchándola… y por lo visto alguien se lo ha contado a Nick…
  • Y quería saber qué es lo que dijo Amy sobre él, ¿verdad?
  • Si, pero con lo enfadada que estaba con Nick, fue justo de lo que menos hablamos. Y sinceramente, creo que lo peor que puede hacer nadie es meterse por medio en un asunto de esos, lo único que puede pasar es que pagues el pato… Ella no lo tocó, y por mi parte desde luego ni se me ocurrió sacarlo a colación en ningún momento.
  • Bueno, por lo menos no eres tonto… -sonrió el Sr. Moore-.
  • Ahora a ver que quiere Amy, porque supongo que su tío le diría que Nick me acompañaba cuando le lleve la camioneta… -bufé-.
  • Pues nada, que tengas mucha suerte -se rio-. Mejor que te vayas marchando, yo cierro…
  • Gracias… si mañana no vengo es que estoy muerto… -sonreí-.
  • Si, tu ríete, ríete… que como la cabrees te mata de verdad… -me dijo sonriendo sarcástico-.

Deje lo que estaba haciendo, me quite el mono de trabajo, me duche, me puse mi ropa y salí tranquilamente en dirección al bar, sabiendo que Amy aun no habría llegado. Error, cuando llegué me encontré con ella esperándome, sentada en una mesa, en un rincón… Cuando entré, Johnny me hizo un gesto con la cabeza señalándola mientras me ponía sobre el mostrador una cerveza. La tomé y con ella en la mano me dirigí hacia donde estaba Amy. Cuando me senté, no me dio ni tiempo de llevarme la cerveza a la boca, disparo a bocajarro…

  • Me ha dicho mi tío que Nick te acompañaba cuando le llevaste la camioneta. ¿Qué quería ese gilipollas? -fue directa a la yugular, sin rodeos-.
  • Pues parece que alguien le dijo que estuvimos de madrugada sentados en tu porche hablando mientras bebíamos algo, y quería saber si lo habíamos hecho sobre él… nada más…
  • ¿Y qué le dijiste? -inquirió-.
  • Pues que estabas muy cabreada, cosa que le deje específicamente claro añadiendo un muy, muy, y que prácticamente no hablamos sobre ello. También le expliqué que, en ese estado, tampoco me pareció oportuno sacar el tema a colación por si yo pagaba los platos rotos…
  • Vale, de lo otro entonces nada…
  • No claro, de eso nada de nada a nadie… No creo que pienses que soy de los que van presumiendo de esas cosas, ¿no?
  • Para nada, pero lleva todo el día molestándome con que hable con él, y quería saber que habías contado tu para no contradecirnos…
  • Pues básicamente que lo tiene muy mal porque estas muy, pero que muy cabreada, y que es un tema de pareja en el que no me meto por si me toca recibir a mí, que no pinto nada en ello…
  • Muy sabio por tu parte… -se rio-.
  • Lo se… -me reí también-.

En ese momento entró Nick, quien no puso muy buena cara al verme allí sentado con Amy… Cuando llego hasta nosotros, me apresure a levantarme para dejarles solos, indicándome Amy que no hacía falta, y luego Nick lo mismo. No pude evitar responderles…

  • Me siento muy honrado que me mostréis tanta confianza, pero aquí ahora mismo tres son multitud y el tercero, yo en este caso, tiene todas las papeletas de terminar trasquilado sin venirle a cuento… -hice un gesto de despedida mientras me iba-.

Ambos sonrieron, momento que yo aproveche para quitarme de en medio y acercarme a la barra con Johnny, que parecía mirarlos a los dos preocupado… Si alguien piensa que su preocupación era Amy, que se olvide, de todos los alguaciles del Sheriff, si tenías que enfrentarte a alguno, sin duda hacerlo con Amy era la peor idea que se podía tener. Si Nick se ponía tonto o se pasaba, podía terminar bastante mal, a parte claro, de detenido… Deliberadamente les di la espalda a ambos, y por si alguno lo piensa, si, había un espejo tras la barra, pero en un sitio donde ellos quedaban fuera de su reflejo. Amy no era nada estúpida y se hubiese dado cuenta enseguida de haberlo intentado, situación que prefería evitar. Pero la verdad es que tampoco me hacia ninguna falta el espejo, solo con ver la cara de Johnny me podía hacer una idea bastante exacta de cómo se estaban desarrollando las cosas, y no parecían ir nada bien. Diez minutos después, Nick salía del bar, mezcla de abatido, mezcla de hecho una furia y mezcla de cuerno quemado. Si tuviese que haber apostado, lo habría hecho porque le acababan de pegar la patada en el culo, con una seria amenaza de que la siguiente iría a sus pelotas, y seguro de que no me habría equivocado en absoluto. Me di la vuelta sobre el asiento para mirar hacia Amy, que me hizo señas de que me acercase…

  • Bueno, ya es oficial, hemos roto definitivamente. Vuelvo a estar libre como un pájaro… -sonrió Amy-.
  • Pues chica, la verdad es que no sabría si darte el pésame por la ruptura o la enhorabuena por haberlo hecho… -dije mientras le pasaba una jarra de espumeante cerveza-.
  • Por la ruptura de una relación toxica con un gilipollas integral -levantó la jarra para que se la chocara, cosa que hice. Desde luego no podía haber sido más dura con su declaración-.
  • Pues nada, felicidades entonces…
  • ¿Te puedo decir una cosa sin que te ofendas…? -me preguntó, mirándome por encima de la jarra mientras le pegaba un trago corto-.
  • Supongo… aunque miedo me estás dando… -sonreí, aunque un poco preocupado por su cara al preguntarme eso-.
  • ¿Sabes que al principio pensaba que no te gustaban las mujeres?
  • ¡¡Perdona…!! -casi escupí la cerveza, sinceramente no me lo esperaba para nada, me sorprendí con eso, y mucho-.
  • Bueno, llevabas bastante tiempo por aquí y no se te conocía "relación" de ningún tipo con nadie… -hizo un gesto con la cabeza, indicándome con ello el tipo de "relación" al que se refería-.
  • Joder, una cosa es que no esté obsesionado con el sexo, y otra que no me gusten las mujeres… Amy, que tú precisamente me digas eso… -le hice un gesto con los ojos-.
  • No, si esto último ya me quedó claro, que tienes experiencia y no eres Gay, también. Me refería a "antes de", te he visto multitud de veces tontear con unas y con otras, pero llegado a un punto, siempre volvías a retroceder a un lugar seguro y no comprometido… Era como si fuese más para que la gente lo viese que porque realmente quisieses ligar -se rio-. Pero el problema es que tampoco se te veía que te atrajesen los chicos. ¿Sabes?, me tenías muy despistada, no era capaz de discernir de que palo ibas, y eso es algo para lo que siempre he tenido buena vista… La otra noche me alegre mucho de estar equivocada contigo y que te gustasen las mujeres… -se rio-.
  • Vaya, no sabía que me observaras… -me sorprendí-.
  • Bueno, la culpa de ello es tuya, empecé cuando me di cuenta del modo en que miras a mi prima…
  • No te entiendo… -me puse en guardia, el tema Sheila para mí, como podréis suponer, era como un campo de minas-.
  • Cuando llegaste al pueblo, me di cuenta de que la mirabas de un modo muy raro, como si ya la conocieses de antes, no pude evitar fijarme en ello. Cuando te investigamos por lo del correo y vi el informe con tu historial más lo que te ocurrió en Inglaterra… bueno, me tranquilicé… Supongo que después de algo así, todos terminaríamos por parecer raros. Además, sigues mirándola del mismo modo, y sigues sin tratar de mover ficha con ella. Eso no ha cambiado ni un ápice en el tiempo que llevas aquí…
  • ¿Y eso es bueno, o malo? -pregunté socarrón, más tranquilo, faltándome solo suspirar de alivio-.
  • Ni lo uno, ni lo otro, simplemente, es raro… o que directamente eres raro, no sabría decirte con cuál de las dos opciones quedarme -me replico riéndose-.
  • Pues nada, por ser raro en un mundo de "normales" -alce mi jarra chocándola con la de Amy, que se empezó a reír-.

Cada uno nos fuimos para nuestra casa como un par de horas después. Dado que en un pueblo todos se conocen, las noticias vuelan, y los rumores aún más, no se tardó mucho en conocer la ruptura de Amy con Nick, así como los mas que probables motivos de ello. Supongo que ese es el problema de tener amigos que son unos bocazas, y alguno o algunos, de los de Nick, demostraron serlo a lo grande, no se guardaron para si lo más mínimo de lo que ocurrió. No sé quién de ellos lo contó, ni en qué situación o porque, pero se corrió la voz de que habían estado buscando putas y les habían detenido cuando ofrecieron dinero a quien no debían, también que tuvo que se Amy quien le sacase a Nick las castañas del fuego porque este la llamo para ello. Obvio que después de esto, la gente se posiciono al lado de Amy, después de todo, además de ser Nick el culpable, demostró con llamarla para que le sacase ser un poco capullo y un idiota integral, porque como todo el mundo pareció opinar, eso de llamar a tu novia para que te saque de una situación así, no se le hubiese ocurrido ni al más tonto. Además, mientras que Amy le caía bien a todo el mundo, Nick no, había bastante gente que le tenía atravesado, y mucha de la tolerancia de la gente con respecto a él, venia por Amy. No pude evitar pensar que a Nick le esperaba una temporada bastante, pero que bastante mala en el pueblo…

Al día siguiente tuve nuevo reparto de correo, fui a la ciudad a buscarlo, me organicé como hacer las entregas antes de regresar, lo último fue el centro de investigación, ya que allí siempre había alguien. Llegué al centro a primera hora de la tarde, para mi sorpresa, estaba Sheila junto con otro compañero. Como era costumbre cuando iba tarde y la gente ya no estaba, les fui dejando a cada uno su correspondencia sobre sus mesas. Justo le llevé un par de cartas a Sheila, cuando su compañero se marchaba… Curioso le pregunté…

  • ¿Te vas a quedar aquí sola?
  • O no, Patrick solo va a las antenas… volverá en un par de horas…
  • Ahhh, ya. Bueno, con esto termino… -le tendí sus dos cartas-.
  • Gracias Eddy… Oye, por cierto…
  • Si…
  • Ya me contó mi prima, gracias por acompañarla a por Nick cuando le detuvieron
  • No hay porque, solo hice lo que cualquier otro habría hecho…
  • Bueno eso de que cualquier otro…, seguro que nadie se habría quedado hasta las tantas hablando con ella sin tratar de sacar provecho de la situación…
  • No creo que nadie en su sano juicio pretendiese aprovecharse de Amy, por la cuenta que le tiene… -decidí cambiar de tema, señale a la pantalla del ordenador-, por cierto, una imagen muy bonita, está centrada en Sagitario, ¿no?
  • Si, justo, la Constelación de Sagitario, concretamente centrada en la estrella *HD 172051, la más próxima a nosotros con una composición similar al Sol… y donde se está tratando de encontrar algún planeta parecido al nuestro -sonrió-.

Lo cierto, es que no se bien el porqué, pero recordé ciertos detalles de la constelación de Sagitario y de ese sistema en concreto, que, sin pensar dos veces, le dije a Sheila. Como siempre me pasaba con ella, me había quedado mirándola fijamente recordando a su abuela. Cuando me di cuenta que nuevamente me quedé obnubilado mirándola, solté lo primero que se me paso por la cabeza para disimular… concretamente uno de esos "pequeños" detalles que nadie debería de conocer… "aún". Sheila se rio cuando lo dije, me dio un golpecito en el brazo y me mando de regreso al pueblo, porque si seguía haciendo gracias no podría centrarse en trabajar. No me di cuenta real de lo que le había dicho hasta que no estuve en el coche rumbo al pueblo… Nuevamente, fui consciente de que sabía cosas que no debería de haber sabido de ninguna de las maneras, más que nada, porque posiblemente nadie aun lo hubiese descubierto, y de hacerlo hubiese tenido que ser con equipo de ultimísima generación… Me quedé tranquilo por el hecho de que una vez más, Sheila se había tomado mi comentario como una broma… Pero que equivocado que estaba con eso…

El viernes por la noche, pareció repetirse casi paso por paso la misma situación que la noche de la movida de Amy con Nick. Estaba en el Bar de Johnny mirando como Jennifer y Edith se dedicaban a calentar al personal bailando, cuando Amy se acercó a mi pidiendo una cerveza… La diferencia es que en esta ocasión no había "forasteros" y que Sheila se encontraba sentada con Peter Schort, quien, por cierto, por la cara que tenía no es que pareciese estar especialmente contenta con ello, porque miraba al doctor que solo le faltaba matarlo. Como siempre, estaba con la vista perdida en Sheila cuando Amy me interpelo pidiéndome entre risas que por favor pestañease de vez en cuando… Después me dijo que otra vez tenía esa mirada rara mía de cuando clavaba mis ojos en su prima…  Luego se puso seria, y me soltó la preguntita…

  • Sheila te gusta, ¿verdad?
  • Bueno, eso depende de a que te refieras con ello -le mire a los ojos-. Si me preguntas si me gusta físicamente, te diré que sí, que indudablemente. Pero si me lo preguntas por si quiero o me gustaría tener algo más allá de una amistad con ella, te digo que no.
  • Pues chico, cualquiera lo diría por como la miras… -dio un trago a su cerveza-.
  • Pues creo que como podría mirar a Jennifer, Edith o a ti misma. Sois unas chicas preciosas a las que merecer la pena quedarse mirando… -le sonreí-.
  • Lo que tu digas, pero a nosotras no nos miras como a ella…
  • Pues te aseguro que cuando la miro no tengo ideas románticas o de otro tipo con tu prima… -me mordí la lengua a tiempo para no soltarla que con ella últimamente no me pasaba precisamente eso-.
  • Lo sé -suspiró-, y por eso mismo digo que la miras "raro"…
  • Define raro…
  • Pues como si cuando la mirases no la estuvieses viendo a ella, sino a otra persona y te perdieses en otro sitio… no sé, es difícil explicarlo… -me miraba fijamente mientras le daba un sorbo a su vaso, espiando cada una de mis reacciones-.
  • Pues no lo sé… tratare de dejar de mirarla… "raro" -le sonreí-.
  • Si, mejor inténtalo, que parece que quieras otra cosa -se rio dándome un golpe en el brazo-.
  • Lo intentare. Bueno, me voy a marchar que estoy molido…
  • Vale, te acerco… que llevas cuatro cervezas -me replicó levantándose-.
  • No hace falta… el coche está en casa… volveré caminando…
  • Si que hace, así no vas a irte solo y menos por la carretera. El otro día me hiciste el favor a mí, y ahora te lo devuelvo, no te voy a dejar ir tu solo, no te dejare que lo hagas y se terminó… -decidí no insistir y aceptar la oferta, más que nada porque vi no que iba a conseguir nada, discutir con Amy cuando se ponía en ese plan era perder el tiempo-.
  • Está bien, tu ganas -me encogí de hombros-.

La casa donde vivía, que compré, y que había arreglado de arriba a abajo a lo largo de este tiempo, estaba en las afueras del pueblo, como a unos ochocientos metros de la más cercana. Me gusto precisamente por esa "soledad" que te daba el tener tanto terreno libre a tu alrededor, pero sin que estuviese en el quinto pino. De hecho, cuando salía del taller los viernes por la noche y si no me marchaba a la ciudad, solía irme a casa a darme una ducha, para después regresar andando tranquilamente una vez anochecido al bar de Johnny. Podía ir al pueblo andando por dos sitios, por la carretera, o por donde siempre iba usando una pequeña linterna Led, un camino de tierra que pasaba por detrás de la propiedad y que era muy poco transitado. Obviamente, Amy al ir con el coche, me llevó por la carretera, dejándolo luego aparcado junto a mi camioneta, en el cobertizo cerrado que levante a modo de cochera en la trasera de la propiedad... Sus intenciones me quedaron claras cuando tras invitarla a pasar para tomarse algo frio, no me dio ni tiempo de llegar al frigorífico, a medio camino me tomo del hombro haciendo que me diese la vuelta para luego abrazarme, dándome un morreo de padre y muy señor mío. Obvio decir que de allí fuimos directamente a mi cama, dejando un rastro de ropa desde el centro del salón hasta los pies de la misma.

Amy estaba muy caliente, según sus propias palabras, y no quería prolegómenos, tan solo que me pusiese el preservativo y se la clavase con ganas, que fue justo lo que hice. Tras ponerme la goma, se la metí de un solo empujón, estaba muy mojada, entro como un cuchillo en mantequilla. Comencé a bombearle con fuerza durante quizá unos diez minutos o poco menos, hasta que ambos alcanzamos nuestro primer orgasmo, primero ella y poco después yo. Después de eso se me bajo un poco, se puso morcillona, pero un par de caricias de las manos de Amy tardaron menos de un minuto en volver a ponérmela en forma. Por mi parte mientras estuve lamiendo sus pechos con ganas, pasando de ellos al cuello, bajando hasta su vientre… Logré que alcanzase un nuevo orgasmo únicamente usando mi lengua sobre su coño, cuando se recuperó, me hizo tumbarme, ya que quería cabalgarme. Fue impresionante ver su magnífico par de pechos moviéndose mientras me cabalgaba, a mitad de ello, mientras con una mano la sujetaba por la cadera, con la otra busque su culito, introduciéndole un dedo dentro. Apenas un par de minutos después le introduje un segundo, cuando por fin el tercero estuvo dentro se derrumbó sobre mí, corriéndose como una fuente. Afortunadamente, y aunque estuve muy cerca de ello, yo no me corrí, con lo que aguante un buen rato más.

Estuvimos follando los dos hasta bien entrada la madrugada, marchándose después Amy para su casa, cuando le dije de quedarse, su respuesta fue que no quería chismes, y para eso lo mejor era dormir cada uno en su casa… Cuando se marchó me quede pensando en todo lo que llevaba vivido en las últimas semanas, en las que había follado casi más que en los tres años que llevaba desde que me encontraron en Inglaterra… y cosa curiosa, no parecía necesitar el sexo para nada… Desde que me encontraron en Dover, me había acostado con tres mujeres, un polvo por cada una, antes de lo de Amy del otro día. Y con Amy había follado en las dos ocasiones simplemente porque me había dejado llevar, no porque realmente estuviese tan excitado como para perder el norte por follármela, y eso que su físico es realmente espectacular. Esta falta de deseo sexual por el género femenino, cualquier género de hecho, era algo que si bien no me preocupaba en absoluto y no le daba más importancia que la que tenía, aunque no dejaba de ser otra "particularidad" más desde que "reaparecí" en Inglaterra…

El lunes estuve todo el día trabajando en el taller, ocupado con tres coches que al Sr. Moore le estaban volviendo loco. Con dos de ellos me llevo tres horas encontrar el problema, el ordenador del coche no lo identifico exactamente, pero si dio las suficientes pistas como para resolverlo. El miércoles se entregaron ambos a sus respectivos dueños. Sin embargo, el tercero si que fue un auténtico dolor de cabeza, no había forma de dar con lo que le pasaba, el ordenador señalaba en una dirección y el problema parecía ir justo en la contraria. Confieso que a mí también me estaba poniendo de los nervios. Al final, el jueves localice el problema, pero con esto llego otro porque la avería se las traía, se trataba de una de las centralitas principales que fallaba y su cambio seria caro de narices. El problema es que sabía, pero como siempre sin saber de qué modo, que podía hacerle un pequeño apaño, seis horas de trabajo con su placa madre, para que dejase de dar el problema y funcionase nuevamente a la perfección. Pero lo que tendría que hacer, se suponía que era imposible y teóricamente no sé podía. Estuve el resto de la semana pensando cómo hacerlo sin que fuese descubierto, finalmente el sábado por la noche di con la solución perfecta para camuflar mis manejos, y el domingo me pase todo el día liado con el dichoso coche para poder entregarlo reparado el lunes.

En esa semana entre pitos y flautas ni para ir siquiera a tomar una cerveza, solo salí del taller para realizar mi trabajo con el correo y poco más. Por fortuna estuvo de lo más tranquila, por un lado, cuando fui al centro con el correo Sheila no estaba presente, porque según comentaron estaba fuera, en una reunión muy importante junto con el Dr. Peter Scholt. ¿Con quién la tenían?, no lo supe porque no me moleste en preguntar, error mío, y lo digo por lo que ocurrió al lunes siguiente. Con Amy paso lo mismo, no coincidí tampoco, tan solo nos vimos de pasada, limitándonos a un saludo con la mano y una sonrisa. El lunes cuando regresé al taller a media mañana de entregar el dichoso coche a su más que contento propietario, me fui a encontrar esperándome allí hablando con el Sr. Moore, a Sheila, que al verme entrar perdió la sonrisa de cuando hablaba con mi jefe, para ponerse muy seria…

CONTINUARA

HD 172051 - Enana amarilla análoga al Sol; es un objetivo prioritario en la búsqueda de planetas terrestres que puedan albergar vida.