Sagitarius - 12

Cuatro días perdidos, y problemas en el centro...

Sagitarius - 12

Tras la sorpresa, nos dirigimos rápidamente al pueblo. Nada más entrar nos dimos cuenta de que no se trataba de ninguna broma, desde luego, Domingo no era. Amy aprovecho que tenía que pedir sus turnos para verificar de primera mano que, en realidad, era jueves, su cara lo decía todo cuando regreso a la camioneta…

-        Vámonos a tu casa, allí hablamos… es jueves… hemos perdido 4 días… -dijo Amy muy seria-.

-        Vale, estoy de acuerdo, pero primero voy a pasar a por el correo… luego vamos a casa, nos duchamos, que nos relaje un poco, y nos vamos a llevarlo a la ciudad…

-        ¿En qué piensas?

-        En el tatuaje de tu tobillo, y en que no me duele la cabeza ni me han molestado las pesadillas… Vamos a llevar el correo, vemos al doc aprovechando mis dolores de cabeza y tu rodilla, que nos haga un chequeo a ambos… Vamos a ver que sale de eso…

Hablábamos mientras llegábamos a mi casa, una vez allí nos dimos una ducha los dos juntos, lo que no fue una buena idea precisamente, porque a mí el ver a Amy desnuda siempre me ponía palote. Fue ver mi polla en pleno esplendor y agacharse ella para lamérmela, sentí que no aguantaría ni diez segundos, por lo que la hice levantarse, ponerse de espaldas a mí, inclinarse un poco y la penetre…  La comencé a bombear con fuerza mientras ambos gemíamos como si nos fuese la vida en ello, tardamos apenas dos o tres minutos en corrernos ambos, quedando la mar de relajaditos… Después de eso entre risas nos enjabonamos, nos aclaramos, volvimos a follar otra vez bajo el agua y finalmente salimos para vestirnos. Nos marchamos con el tiempo justo de llegar a la ciudad, coger el correo, comer algo y ver al doctor. Volvimos por la tarde a última hora, con el tiempo justo también para entregar el correo, Los resultados de las pruebas según nos dijeron lo tendríamos para la semana siguiente. Cenando en casa Amy pareció darse cuenta de que no habíamos hablando de lo que hubiese podido recordar en ese periodo que perdimos… y me preguntó.

-        Pues no se Amy, cuando tenga algo claro te lo diré… -me encogí de hombros-.

-        No Eddy -se puso muy seria-, dime lo que recuerdes, lo que sea, no lo que quieras…

-        No me refería a eso, digo que te diré lo que sepa, lo que entienda… que sinceramente, no es que sea mucho… Lo siento Amy… -mi voz sonó compungida-.

-        Tu cuéntame lo que recuerdes, tenga o no sentido, igual entre ambos sacamos algo en claro… -me miro suspirando-. Está bien Eddy, ¿qué te pasa?

-        Lo siento Amy, te he metido en todo este lio, no debí dejar que volviésemos… debí mantenerme alejado de ti… Lo siento… cielo…

-        Te importa por favor dejar de decir tonterías de una vez, se dónde me metía, tenía claro que si seguíamos tendría que lidiar con tus sueños, tus pesadillas, y que fueses el primer marido de mi abuela, no te olvides de eso, que en realidad es lo que más cruzada me tenía…

-        Por cierto, de donde sacaste el diario, porque cuando estuve en el desván de la casa de tus tíos con el problema aquel que tuvieron, vi muchas cosas de tu abuela, álbumes, fotos, pero no algún libro o diario de ella…

-        Me lo entrego un poco antes de morir, en esa época… bueno, otra de las épocas de mis problemas con el cafre de Nick, me lo dio para ayudarme a tomar una decisión. Luego falleció y no tuve valor para leerlo, cuando me paso lo de la rodilla, me puse a limpiar sobre limpiado, y entre unos libros apareció el diario…

-        Y decidiste que era buen momento… -asentí para mí-.

-        No, lo cierto es que no, lo volví a dejar, pero como no tenía nada que hacer, al final me decidí a darle una ojeada… Cuando lo abrí fue justo por tu foto y luego vi el certificado de boda, casi me da un infarto… Fue cuando comencé a leerlo, especialmente al darme cuenta que las primeras páginas hablaban de esa foto y ese documento…

-        Entiendo… no me extraña que te asustases…

-        Que no Eddy, leches, que no me asuste por eso, no me dio miedo, ese no fue el problema, de hecho, es que ni me lo creía. Puede que suene estúpido, pero lo que más me preocupaba es que fueses el primer marido de mi abuela… eso sí que me acojono y me descuadro a partes iguales… no sabía cómo reaccionar… Y dejemos esto… vamos a tus sueños, comienza a contar, pero ya… no desvíes el tema… -cruzo los brazos mirándome muy seria-.

-        Está bien. Lo primero que noto tras estos cuatro días es como si tuviese la cabeza mucho más despejada, sin tanta presión… no sé cómo definirlo mejor. Recuerdo con nitidez lo que te conté de ver mi muerte cuando mi caza explotó… -alce la mano para evitar que hablase-. Y no Amy, te aseguro que no fue ningún sueño, no sé por qué ya que no lo entiendo, pero ahora tengo muy claro que eso fue completamente real…

-        Bien, sigue… que más…

-        Volar en la noche… bajo el cielo, mientras veía las estrellas, eso también sé que fue real… Igual que he recordado volar entre dos estrellas binarias, además estoy seguro que eran de la Constelación de Sagitarius… y de algún modo sé que es verdad… no sé cómo, pero estoy seguro de eso -suspire, esperando su comentario-.

-        Vale… -asintió-, y recuerdas algo más… no sé... cualquier cosa… Por ejemplo, no se… ¿en qué volabas? ¿cómo era esa cosa?

-        Si, lo recuerdo más o menos, pero no volaba en ninguna nave. los recuerdos son como si fuese yo quien lo hiciese solo con mi cuerpo… pero tampoco sentía que llevase traje alguno… y lo que si se, estoy seguro de ello, es que me estaban persiguiendo para matarme… Eso lo sentí muy vivido… A quien fuese que iba tras de mí, también sé que lo llevaba hacia una trampa para que fuese destruido…

-        Puede ser que quizá..., no sé, ¿que hayas extrapolado tus recuerdos de los combates aéreos en tu caza durante la guerra al espacio? Que tus enemigos fuesen los Nazis…

-        No, veras, cuando tú viras en un caza -hice con la mano el gesto de un giro cerrado-, sientes la fuerza de la gravedad sobre ti como si te aplastase… y aquí no había fuerza G ninguna, y los giros serian imposibles para cualquier aparato antiguo, o incluso actual. Además, creo que podía sentir el calor de las dos estrellas entre las que pasaba… Bueno, no calor exactamente… quizá decir radiación sea más correcto, sentía el impacto de la radiación de las dos estrellas sobre mi… ¿Recuerdas que te dije que cuando veía las estrellas me sentía que era yo el avión? -asintió-. Pues bien, aquí sentía que yo era la propia nave espacial en la que iba… pero no me preguntes que, porque no tengo ni idea de nada de nada de lo que va esto…

-        ¿Algo más?

-        Conversaciones… miles a la vez… todas ellas resonando en mi cabeza… Como si fuesen mente a mente, pero no como las conocemos nosotros, más conceptos que otra cosa… y no las distingo unas de otras, ni entiendo nada de lo que pretenden, dicen o… -alce las manos con desesperación-, nada de nada… no entiendo nada… me saturo… y lo pierdo…

-        Muy bien, tranquilo, supongo que antes o después sacaremos algo en claro… ¿algo más?, ¿la voz que oyes?

-        Bueno, la voz también ha cambiado… ahora me decía que tenía que reintegrarme… -dudé de seguir, y por la cara que puso, Amy lo notó y no le hizo la menor gracia-.

-        Eddy, como te guardes algo me voy a enfadar, y mucho, de modo que venga… lo que sea… cuéntalo… -me apremio enfadada-.

-        Bueno, en realidad eran dos cosas las que me decía, una esa, que debía reintegrarme, ni idea de en qué o como, o donde, y otra… -suspiré-, que debía de recordar que este cuerpo -me señalé-, tenía el tiempo contado…

-        ¿Cómo que el tiempo contado? -se reincorporo sobresaltada-.

-        No lo sé Amy, solo se lo que escuche, que este cuerpo tenía el tiempo contado, pero no sé si eso se refiere a muy largo o muy corto… Si es cierto, igual podría ser dos semanas que cien años…

-        Explícate porque me estoy empezando a poner muy nerviosa… -sonreí comenzando a soltar una carcajada al verla así-. Oye Eddy, esto no tiene ni puta gracia, como se te ocurra reírte te pego dos hostias que te las quito de raíz… sigue… explícate y mantente serio por la cuenta que te tiene… -me espetó muy enfadada-.

-        Vale, vale… -me puse serio porque veía que de verdad me sacudía-. A ver Amy, no sé a qué se refería, pero tengo la sensación de que el tiempo para… eso… no es igual que como lo medimos nosotros…

-        Eddy si quieres, le ponemos ya nombre a "eso" como tú dices… estoy segura de que ambos pensamos lo mismo…

-        ¿Extraterrestres quizá?...

-        Quizá sí, o quizá no… Pero… ¿Cuántas estrellas tiene nuestra galaxia?

-        Mas de cien mil millones… -suspire-, y hay miles de millones de galaxias… Mas de dos billones de hecho… Si, estadísticamente… bueno… debería de haber vida ahí afuera por narices…

-        Bien, pues hasta que algo demuestre lo contrario, vamos a verlo como una posibilidad… y esto… no lo volveremos a mencionar… al menos en voz alta fuera de nuestras casas… -me dijo muy seria-.

-        Pero…

-        Eddy… piensa… ¿crees en coincidencias tan obvias como lo que está pasando en el condado justo cuando tus "particularidades" se han acentuado? -me miro muy seria-.

-        ¿Los militares? -pregunté entendiendo lo que quería decirme-.

-        Bueno, sueñas que navegas por la constelación de Sagitario, que combates en una batalla espacial -alzo la mano para que no la interrumpiese-, y, lo de los satélites sobre nosotros a parte, los observatorios o radiotelescopios de medio mundo detectan señales procedentes de allí… menos el que tenemos a unos pocos kilómetros de aquí, que gracias a ti y tus "conocimientos inexplicables" precisamente apunta en esa dirección… ¿Tú que crees? -hizo con los dedos el gesto de las comillas recalcando la pregunta-.

-        Vale… cuestión estúpida por mi parte, está claro que muy posiblemente no sea una coincidencia… ¿Y ahora qué hacemos? -le pregunté, porque yo ya no sabía ni que hacer-.

-        De momento cerrar la boca, mantener un perfil lo más bajo posible, y seguir con nuestra vida, por lo menos hasta que sepamos que dicen las pruebas que nos hicieron en el hospital. Continuamos tratando de sacar algo en claro de tus sueños, y vemos sobre la marcha como lo manejamos… Pero sobretodo… calladitos…

-        Si, creo que es lo mejor… tienes razón… Mañana trabajamos los dos, el lunes recojo los resultados cuando lleve el correo y entonces vemos…

-        Eso es… este sábado y domingo estoy de tarde… como no tendremos que madrugar podemos tratar de indagar en tus sueños… -propuso Amy-.

-        ¿Y si nos vuelve a pasar otra vez? -pregunté preocupado por lo ocurrido con esos cuatro días-.

-        Eso es algo que no podemos controlar. Si es como sospechamos, eso nos puede pasar por tratar de indagar en tus sueños o simplemente por dormir… De todos modos, piénsalo un momento, ha ocurrido cuando estábamos solos en un lugar aislado… quizá eso también tenga algo que ver con la oportunidad…

-        Joder -me pase las manos por la cabaza-, no me puedo creer que de verdad estemos pensando en extraterrestres… Es… insensato… -exclamé-.

-        Y dime Eddy… ¿es más sensato avanzar más de 70 años en el futuro en un chasquido de dedos? ¿o no tener huellas? ¿o conocer cosas que aún no se han descubierto? ¿o no sudar en pleno desierto? -vi como Amy abría los ojos como platos-.

-        ¿Qué pasa? -le pregunté sobresaltándome-, que has recordado…

-        Que no he sudado… -me miró con los ojos muy abiertos-, no he sudado Eddy…

-        Pues muy bien… no has sudado… -repetí sin entenderla-.

-        Que no he sudado… desde que nos despertamos no he sudado, ni al venir, ni en el viaje a la ciudad, ni al moverme por el pueblo, ni en tu camioneta… Eddy "no he sudado tampoco"…

-        Ostias… -entendí-, ahora tu tampoco…

-        Exacto… por lo visto en mi caso no es solo el tobillo o la rodilla… además… -se levantó corriendo en dirección al servicio, donde la seguí preocupado-.

-        ¿Qué pasa Amy? -la vi frente al espejo, moviendo el pelo de un lado a otro, como buscando algo en su cabeza-.

-        No esta… tenía una cicatriz aquí de cuando era pequeña, me dieron seis puntos al caerme de un árbol con doce años y hacerme una brecha… y no esta Eddy… no tengo la cicatriz…

-        ¿Estas segura?

-        Del todo… no lo vi antes porque el pelo la tapa, y cuando nos hemos duchado no es que estuviésemos muy atentos a los detalles precisamente… pero no está… no tengo tampoco esa cicatriz… -se volvió para mirarme, luego se miró las manos con gesto de susto-.

-        Ni lo pienses… -recordé como miraba yo las mías pensando en mi cuerpo-.

-        ¿Y porque no? Piénsalo, el tatuaje desaparecido, la cicatriz desaparecida, la rodilla está completamente curada y de repente no sudo tampoco… ¿Crees de verdad que es algo imposible?

-        No… es posible que no… Amy lo siento… siento muchísimo haberte arrastrado a esto… nunca debí dejar que te acercases tanto a mi… -me desplome en el sofá abrumado por todo esto-.

-        Si vuelves a soltar otra vez una de estas te doy dos leches que te quito hasta la última idea estúpida que te quede… -replicó sentándose sobre mí a horcajadas, abrazándome y besándome después de hablar-.

-        Te quiero… -le dije-.

-        Mas te vale, si ahora me dices que no después de estar juntos en todo este lio te pego un tiro… -se río con ganas-.

-        ¿Qué hacemos ahora entonces? -le pregunté besándola-.

-        Lo hacemos por partes. Ahora cenamos, luego follamos, después… a dormir para que tu sueñes, y mañana… ya veremos cómo seguimos… Vamos a ir poco a poco… pero sobre esto con la boquita cerrada con todo el mundo… a nadie, nada de nada…

-        Si, será lo mejor… especialmente con los militares rondando por el condado…

-        Especialmente por eso… -asintió Amy-.

Lo cierto es que el fin de semana fue de lo más tranquilo, no sé si por la pastilla para dormir, o por la falta de pesadillas, sueños, etc… pero descanse como hacía meses que no lo lograba. Por otro lado, no negare que me dio la impresión de que Amy incluso parecía estar disfrutando con todo esto, pese a la preocupación obvia… no se si es que ya veía visiones, o tenía una empanada mental de narices. Sin embargo, el lunes fue casi un zasca en toda la boca, comenzando por el centro cuando fui a recoger el correo. Me rescindieron el contrato pagándome tan solo hasta ese día basándose en algo tan peregrino como el hecho de que yo no tenía acreditación de seguridad para el centro. Si al principio es cierto que me mosqueé, al final no pude evitar irme de allí riéndome a carcajadas, ya que por lo que me comento Miriam en voz baja, quien se iba a hacer cargo del "marrón" era el doctorcito… El hecho de irme riendo, aparte de esto y más teniendo claro de donde probablemente procedía esta nueva arremetida contra mí, es que cuando me dieron a firmar los documentos del fin de mi contrato cometieron un error de bulto bastante importante… Obviamente, primero lo pensaba consultar con el abogado de la vez anterior, no quería pillarme tampoco las manos en esta ocasión… Pero tenia buenas posibilidades de andar jodiendo la marrana también yo…

Al llegar a la ciudad primero entregué el correo, luego fui a por los resultados de las pruebas y finalmente a ver al abogado para hacerle un par de consultas. Resulto que tenía razón con la primera de mis presunciones, de modo que me fui a correos a recoger el del pueblo. La segunda consulta resulto no ser tan clara, si quería podíamos denunciar mi despido porque era cuanto menos cuestionable, pero según me dijo el abogado existían cuestiones al respecto que desconocía y que debería de mirar también, vamos que no estaba claro y era un riesgo. Después de salir de la ciudad, repartí todo el correo, dejando para el último lugar el centro, donde llegué sonriendo con malicia, entregando el correo personal de los empleados en recepción. Miriam cuando reviso el correo me miro sonriéndome también, luego descolgó el teléfono para decir que ya había llegado y que fuesen a buscarlo. Me marchaba ya en mi camioneta cuando del centro salió el mayor llamándome… paré y me baje a ver que quería, siendo más que consciente de lo que ocurría… Procure poner mi mejor cara de tonto y no echarme a reír, solo rezando para que cuando Amy se enterase de esto no me matase por lo del "perfil bajo", pero es que era demasiado tentador como para dejarlo pasar… Cuando el Mayor llegó hasta mi le pregunte lo obvio, que es lo que quería…

-        No ha traído el correo oficial del centro…

-        No, claro… me despidieron…

-        Pero tenía que haber traído hoy también el correo…

-        No, se equivoca… -saque el documento que me hizo firmar-. Según esto, desde el momento de mi firma, de acuerdo con las leyes federales antes las que soy responsable de violarlo, quedan canceladas todas mis autorizaciones para el correo del centro. Obviamente entenderá que no puedo recoger el correo "oficial" del centro…

-        Pero ha traído el del personal…

-        Claro, porque es particular y son residentes en el condado… a ellos si les puedo recoger el correo, para eso si estoy autorizado. El oficial no… me lo prohíben ustedes mismos en el escrito de cancelación de mi contrato, quien debe de ir es mi sustituto…

-        Lo pudo usted decir antes… ¿no? -dijo el Mayor enfadado-.

-        Perdone Mayor… pero… ¿usted me ha visto a mi cada de imbécil o algo por el estilo?

-        No entiendo… -me miró sorprendido-.

-        Mire, vamos a ser claros. Usted y yo sabemos de quien ha salido todo este tecnicismo de cancelarme el contrato por no tener "nivel de seguridad", cuando nunca me ha hecho falta… Como ya le dije, con esa persona no voy a tener la menor consideración, si mi sustituto hubiese sido otro, quizá, y solo quizá, me hubiese planteado el hacerme el tonto y traer hoy el correo del centro… Pero como ya le dije, a ese tipo, favores cero… el correo que lo recoja el…

-        Entiendo… el problema es que teníamos que recibir documentación importante, y ahora no hay tiempo de ir a recogerla, porque además usted ha venido muy tarde. Y los dos sabemos que lo ha hecho a proposito para que no haya tiempo para recogerlo…

-        Por supuesto que sí, y le reconozco a usted entre nosotros, que por eso mismo he venido tan tarde, aunque si me lo pregunta delante de alguien lo negare. Pero no se equivoque, he venido a traer el personal solo por hacer un favor a los empleados y no obligarles a pasar por el pueblo a recoger su correo, no porque tuviese obligación de venir hasta aquí.

-        Está bien, su relación con el centro ha terminado, espero no volver a verle más por aquí… Desde ahora es persona non grata… -me dijo muy serio, tocándome las narices a base de bien con esto-.

-        Oh, por eso no se preocupe usted Mayor, hasta el jueves no me vera de nuevo por aquí, que será cuando pase a recoger el correo personal de los empleados…

-        No entrara… así que, ahórrese el viaje y los problemas… ¿Me ha entendido bien? -me replico muy serio-.

-        Mayor, le repito otra vez, que no sé si es que me toma por idiota, o se piensa que no se el terreno que piso, pero usted no es nadie para prohibirme llegar hasta la recepción del centro siempre y cuando lo haga por la carretera de acceso abierto… -señale en esa dirección-. Si me lo niega o me bloquea el paso, vendré, pero esta vez lo hare con el Sheriff y un notario para que levante acta de la violación de mi derecho federal y constitucional a la libertad de movimientos. ¿Me he expresado también yo con la suficiente claridad o le hago un plano?

-        Me parece que no sabe usted bien donde se está metiendo…

-        Se lo dije en su momento, si querían que dejase de ir solo tenían que decírmelo, yo mismo hubiese cancelado el contrato, pero no lo han hecho, han optado por darme la patada aprovechando un mero tecnicismo que es incluso discutible ya que esto es una instalación privada y no militar, federal o tan solo estatal… Como no tengo nada contra usted, o el centro, me estaré quietecito. Pero una cosa es que no quiera causar problemas, y me quede calladito, y otra muy distinta que deje que me vayan a tocar las narices sin hacer nada…

-        Oiga, escuché, no pued… -le interrumpí-.

-        No, escuche usted, si no quiere que regrese por aquí lo tiene muy fácil, que ese "iluminado" que me va a sustituir, deje el correo personal de todos los trabajadores en el buzón de la Sra. Tollison antes de que yo salga para entregarlo, o me vera por aquí como hasta ahora. Y le recuerdo que excepto con ese… "sujeto", con el resto del personal me llevo muy bien, y me voy a enterar si alguien se ha quedado sin poder mandar su correo, de modo Mayor, que ya sabe lo que hay. Y si, antes de que me lo diga o me lo pregunte, todo esto es solo por joder a esa persona… porque aquí… dar por el culo y tocar las pelotas, sabemos todos…

Me fui del centro partiéndome de la risa al ver por el retrovisor la cara que se le quedo al Mayor. Obviamente no pensaba haber hecho nada de nada, ya me dejo claro el abogado que era un asunto muy complejo y nada seguro como para meterse. Pero eso por lo que había visto el Mayor no lo tenía tan claro. En realidad, me lo puso en bandeja de plata cuando salió a por mí, mi intención con toda esta discusión no había sido otra que joder un poquito más al mequetrefe del doctorcito. Quería que tuviese que ir también hasta la ciudad con el correo del personal para que yo me lo llevase y luego a recogerlo sino quería tener muchos problemas con sus compañeros. Otra de las cosas que me aseguré con el abogado, es que el no pudiese recoger directamente el correo de sus compañeros. Este me indicó que sin un permiso especifico de cada uno de ellos a su nombre no podría hacerlo, algo que sabía que la mayoría no le iban a dar porque no le tragaban. Podía negarse a hacerlo, y pasar del correo personal de sus compañeros, pero eso le traería muchos más problemas e inconvenientes, porque si les puteaba le iban a estar esperando a que hiciese cualquier cosa para presentar quejas en su contra… o eso esperaba… y no creía equivocarme en mucho. De modo que también estaba obligándolo a ir al Pueblo y después de que yo llegase recogerlo para entregarlo luego en el centro… más de su precioso tiempo perdido… Todo era un suma y sigue… aunque cuando se lo contase todo a Amy lo mismo me mataba por no callarme la boca…

Realmente yo en ningún momento tras la cancelación de mi contrato tuve la menor intención de ir de nuevo hasta el centro para recoger o entregar nada cuando no tenía la obligación de ello, aun sintiéndolo por la gente que trabajaba allí, pero era un tiempo muy majo que me iba a ahorrar. Pero el poder joder todo lo posible al doctorcito era casi como una obligación religiosa para mi… Incluso ya había pensado tambien un par de putadas más que ya vería si me decidía a hacerle o no… Pero primero de todo esto, tenía que hablar con Amy sobre los resultados de las pruebas… y no eran buenas noticias precisamente…

CONTINURA