(Saga RPB) SPRING BREAK: (3.1) Tríos y Regalos

La saga sigue las peripecias vitales y sexuales de una serie de universitarios. Este volumen se centra en las vacaciones de primavera. Este capítulo presenta a viejos y nuevos personajes. Tiene dos escenas sexuales, una un trío muy morboso. Contenido: Anal, Oral, Trio, Erotismo

(Saga RPB) SPRING BREAK. (3.1.) TRÍOS Y REGALOS DE CUMPLEAÑOS

1

Los días del año que llovía en Los Cabos, México, se podían contar con los dedos de una mano. Pero ese día era uno de ellos, en los que la vida de playa, vacaciones, lujo, de los americanos que iban a visitar ese lugar, tenía que dejarse atrás y buscar planes alternativos. Por ello, era un día muy tranquilo de trabajo. Al menos cuando eres Relaciones Públicas, del Hotel más Exclusivo de Los Cabos.

Pese a ello, tenía trabajo. Tenía que preparar la temporada de “Spring Break” o las vacaciones de primavera de los universitarios americanos. Así que el joven atractivo y sexy de dos nombres, preparó en su oficina, los planes para los universitarios, que incluía fiestas todos los días, bacanales de alcohol y sexo, juegos, alguna excursión, pero sobre todo planes de diversión y exceso. Llamaba a reservar unos veleros para una fiesta en ellos mientras la lluvia rebotaba en un techo metálico haciendo que el ruido fuese bastante grave.

Termino de hacer unas gestiones y procedió a darse una vuelta por el hotel por si algún cliente necesitaba algo. El hotel contaba con todas las comodidades y diversiones, desde discotecas dentro, piscinas, bolera, cine, jacuzzis, playa, y un largo etc. Era el Hotel mas grande y lujoso así que la diversión estaba garantizada.

Se cruzó con una pareja de recién casados que querían un restaurante en San Lucas. Rápidamente llamó y reservó. Disimuladamente miraba el bonito culo de la chica que se acaba de casar. Estaba bien formado y ella era bastante atractiva. Su marido estaba también de buen ver pero en eso no se iba a detener. Cuando los chicos tuvieron la reserva se fueron, y el joven se fijaba en los movimientos del culo de la joven al marcharse.

Hizo algunas gestiones y se fue pronto a su casa, ya no tenía mucho que hacer. Así que cogió su jeep y se dirigió a su casa, no sin antes despedirse de toda chica que se cruzaba.

  • Adiós Jhonny - le dijo una cliente, que se había tirado la noche anterior. Él le sonrió y no quiso averiguar si ella quería repetir en ese momento porque estaba cansado. Así que abandonó el Resort, y se fue.

Seguía lloviendo a mares, menos mal que duraría poco, y que cuando empezara el Spring Break, el tiempo sería el de siempre, muy bueno. Pensó eso cuando entraba a su casa compartida. Estaba en una urbanización segura y con vigilancia. Pero era un apartamento no muy grande, pero tenía piscina, o alberca como la llaman en México.

La escena que se encontró no era nueva, ni la primera vez. Es más había ocurrido al revés también. En esa ocasión, su compañero de piso y amigo estaba follandose a un ligue en el suelo del salón, reflejando sus cuerpos desnudos en la televisión de 50 pulgadas.

Los dos cuerpos desnudos, el de su amigo y su follamiga, estaban de lado apoyados en el suelo de costado, mientras Olí le agarraba una pierna y metía su miembro en el coño de la chica. Jhonny miró a la joven y la conoció. Era una americana de 18 años que había venido con sus padres de vacaciones, pero en ese momento estaba siendo embestida sin piedad en su suelo, con cara de placer.

  • Hola Olí - le dijo Jhonny a su compañero de piso entrando y poniendo rumbo a la cocina
  • Hola - le contestó mientras desnudo se incorporaba en el suelo, y tumbó boca arriba a la joven en el suelo, para ahora ponerse encima y follar a Daria, así se llamaba la Americana. Jhonny se fijó en las tetas, de la joven mientras Olí la embestía, eran redonditas y cabían en una mano. Perfectas para estrujar. También se fijo en su pelo ondulado castaño, su buen cuerpo, y su sonrisa de niña de 18. Estaba bien buena. Además la cara de placer que tenía en ese momento le daba más puntos.
  • ¿No compartís a las chicas? - dijo Daria, con ganas de trío y mirando de arriba a bajo a Jhonny.
  • Si te comparto serás follada por el culo y coñito - le dijo Olí - que no era la primera vez tampoco que eso ocurriese.
  • Me gustaría - dijo mirando a Jhonny desde abajo, pero Olí no paraba de follarla.
  • Hoy no tengo mucho humor - dijo el joven que tenía un día raro. No sabía muy bien porque. Así que el rubio de pelo corto, con barbita sexy se fue, mientras el otro rubio con pecas en todo el cuerpo, follaba a Daria.

La vida de Jhonny era normal, feliz. Disfrutaba de la vida, y estaba vivo. Eso era muy importante porque estuvo a punto de no estarlo. Pero algunos días, ese era uno de ellos, echaba de menos la vida de la que huyó.

Jhonny no era su verdadero nombre. Huyó de California porque él y su compañero de piso estaban en peligro. Su verdadero nombre era Jeremy Gonmart. Y Olí no se llamaba así, sino que su nombre real era Cody.

2

Parecía una película, de esas que tanto le gustaban, que empezaban así. La chica abandonada por el chico, huye y encuentra al amor de su vida. Pero no era ficción, sino realidad, y la situación era bastante mala. Allí estaba tirada en su cama enorme en su casa de California, vestida de novia y llorando a mares. Si, a Daphne Steel el día de su boda, no fue feliz ni un cuento de hadas. Al revés fue un horror. Su prometido le abandonó en el altar. El motivo aún no lo sabía. Pero había sido el peor momento de su vida, y la peor humillación posible. Ella se acercaba por la alfombra camino al altar, ante la atenta mirada de todos sus amigos, y de su prometido. Pero este, de repente abandonó el altar, dijo “un no puedo hacerlo”, y huyó.

Las consecuencias de ese duro plantón, las sufrieron sus familiares que tuvieron que anular toda la boda. Ella se fue a esconder a su habitación, y llorar amargamente. Pero seguía con el traje de boda ante una esperanza de un arrepentimiento de él. Aunque dudaba que sucediera, y menos que su familia, después de esto, la dejaran casarse. La humillación había sido brutal.

Cada uno tiene una forma de reaccionar ante las pruebas que la vida le pone. Puede ser que Daphne pasara a la historia por ser radical. Se levantó de la cama de repente, con la cara mojada, y todo el maquillaje corrido por las lágrimas derramadas. Se miró al espejo con el traje puesto, su pelo largo hasta la cintura rubio, y tomó una decisión extrema. Cogió unas tijeras y empezó a cortar.

Al suelo caían los trozos del vestido, que sin quitarse Daphne iba cortando. Se mezclaba el tul del vestido, con la tela, la parte interior, hasta su ropa interior para la noche de boda no escapó del corte. Una vez que la rubia, de larga melena, estaba completamente desnuda, rodeada en el sueño de trozos de tela blanca, que era lo único que ya quedaba, trozos. Se miró al espejo y vio su perfecta figura, delgada, con un vientre duro, unas piernas largas y sexys, un cuerpo depilado al 100%, y unas tetas grandes. Si tenía un buen par de tetas.

Mirándose al espejo, decidió seguir cortando. Ahora era el turno de su caballera que tanto le gustaba al hijo de puta, que tenía como prometido. Cogió su pelo, y como pudo, cortó, estaba poseída por el hecho de cambiar de imagen de repente. El resultado tendría que ser retocado por peluquero, pero su pelo estaba picado a la altura de los hombros.

El siguiente paso, fue coger su teléfono móvil y llamar a su mejor amiga.

  • ¿Cómo lo llevas? - le dijo Shania al otro lado del teléfono
  • Tu crees que estoy a tiempo de apuntarme a las vacaciones de primavera
  • No te preocupes yo lo arreglo - le dijo sin dudarlo - me parece perfecto

Al colgar el teléfono, se metió en la ducha y limpiarse la cara. No iba a derramar ni una gota más, iba a vivir. Ahora bien desde fuera su cambio se podría ver demasiado radical, como la joven de 20 años, responsable, de repente se desmelene, nunca mejor dicho, y cambie su trayectoria vital.

3

El cumplir 18 años debe ser un día especial. El suyo era imposible que lo fuera. Había sido un año completamente desastroso. No podían haber pasado más cosas. Así que soplar las velas no era su prioridad ese día.

El timbre sonó. Todos los alumnos se levantaron y abandonaron el aula. Él hizo lo mismo, cogió su mochila y abandonó la clase. Se unió a sus colegas en el pasillo que lo felicitaron y estuvieron hablando de varias cosas banales. Pero él quería irse pronto, no tenía muchas ganas de cumpleaños. Así que Jake, se despidió de sus colegas y salió de los pasillos del Instituto rumbo a su coche.

  • Jake, espera - dijo una voz femenina, a lo que el joven se giró - Felicidades - le dijo y le dio un beso en la boca, un pico.
  • Solo tengo un pico por mi cumpleaños, que triste - le sonrió
  • En el instituto no te voy a comer la lengua - le dijo la joven. Se llamaba Katie, y era una joven de 18 años recién cumplidos también, con una melena color miel, y unos ojos a juegos, una sonrisa sexy, y un culo prieto. Las tetas, eran pequeñas, aunque se vestía para sacarle partido. Él, tampoco se podía quejar, que con 18 años había probado bastante sexo, eso le ayudaba su buen físico, su encanto y su sonrisa. Además llevaba el típico uniforme de animadora que tanto le ponía al cumpleañero.
  • Gracias - le sonrió - Me tengo que ir - le dijo Jake y abandonó el Instituto.

Jake no se podía quejar de físico tampoco. A sus 18 años recién cumplidos era muy guapo, heredaba de su familia ser rubio y el culo, perfecto, que las volvía locas. Tenía una sonrisa encantadora, unos ojos penetrantes y una piel bronceada, tenia el pelo corto, y era muy atractivo, tenía un cuerpo a base de gimnasio, perfectamente marcado, el pecho, los abdominales y sin un pelo de tonto.

Jake llegó a su destino, se bajó del coche, y abrió una valla que llevaba mucho tiempo sin abrirse. Era una vaya que antaño fue mecánica pero que el mecanismo estaba oxidado. Abrió la verja, y acto seguido se subió en el coche, y después de cerrarla, recorrió en coche el trayecto hasta el final de una mansión espectacular y lujososa, pero abandonada.

Jake nunca había estado ahí hasta ese día. Se bajo del coche y subió las escaleras hasta llegar a la puerta principal. Buscó la llave, en el manojo de llaves que tenía, y entró. La puerta hizo un ruido agudo al abrirse, mientras la madera crujía. Una vez abierta, entró y entre mucha sociedad vio lo que un día fue. Encendió la linterna del móvil, pero entraba luz del exterior, así que casi no hacia falta.

Aunque su misión era clara, se distrajo recorriendo la mansión. Habían cosas tiradas, desordenadas, por lo rápido que salió la gente huyendo. El joven, pisaba por el suelo de madera con sus zapatillas nuevas viendo la mansión. Primero subió unas escaleras, y llegó a un pasillo lleno de habitaciones, coronadas con camas de matrimonio. Entró en una, y vio tirado en el suelo un tanguita de color fucsia. En la mesa de noche, había un tarro de cristal con condones. Las de polvos que tuvieron lugar ahí pensó, mientras salía al pasillo de nuevo.

Recorrió, la parte de arriba, luego bajo a la entrada, y entró en una habitación gigante que estaba a la derecha. Entró en ella. Tenía de todo, pero sin ninguna pared. A la entrada había como una especie de taquilla para dejar la ropa pensó con todo lo que había oído, y luego había un salón, una cocina, y al fondo unas camas, duchas comunes, un jacuzzi,, la de orgías que tuvieron lugar ahí, pensó.

Jake mientras recorría esa habitación, que la llamaban la jefatura, sintió pena por no haber probado tal desenfreno sexual.

Bajó las escaleras al sótano, siguiendo las indicaciones que le habían dado. Vio el lugar donde se producían, las iniciaciones. Era un lugar que parecía una sala de sado. Le producía mucha curiosidad la situación. Siguió avanzando. Y vio la puerta que buscaba. Estaba cerrada y era la única cerrada que sólo se podía abrir con un código numérico. Lo introdujo y la puerta se abrió, a la vez que bastante polvo salía de la cerradura.

Bajo otras escaleras que encontró. Vio el archivo que buscaba, era parte ordenadores y servidores, y parte en papel. Sabia lo que tenía que hacer. Buscó un bidón de gasolina que había en un armario, y lo vertió por los servidores, ordenadores, por los papeles y archivos. Mientras lo hacía vio lo que le habían dicho. La sala estaba preparaba para que si se prendía fuego, sólo fuera ahí. No se propagara por toda la mansión. Una vez que vertió la gasolina, subió las escaleras y también vertió la gasolina ahí. Cuando ya estaba en la puerta, sacó una cerilla y la tiró. Espero un segundo a que todo empezara a arder y cerró la puerta, mientras dentro todas las pruebas se consumían por el fuego.

Sabía que no se iba a propagar pero le daba respeto, así que abandonó la mansión. Se subió en su coche y se fue. A ver si disfrutaba del día de cumpleaños aunque fuera un poco.

4

Jeremy Gonmart había tenido muchas facilidades en la vida. Había vivido como nadie y eso que todavía tenía 20 años. Pero había vivido muy intensamente. Sus acciones y decisiones lo habían llevado a donde estaba, en una ducha, de un apartamento pequeño en Los Cabos, en México. Mientras se duchaba, después de un día tranquilo de trabajo, y seguía oyendo como llovía, intentaba dejar fuera las malas sensaciones de su vida. Lo que tenía que hacer Jer era olvidarse del pasado.

Pero olvidarse del pasado no era fácil. Un pasado que consistía en vivir la vida, disfrutar todo lo que la vida le daba. Para luego formar parte de un Consejo poderoso y corrupto, y de una hermandad o fraternidad sexual, que llegó a dirigir. Pero todo eso quedó atrás. Delató al Consejo corrupto, del que formaban parte primordial su padre y el de Cody, y huyeron hasta que las cosas se calmaran.

Después de eso, todo se lió. Cody y él huyeron a Thailandia durante unos meses. Vivieron bien con el dinero que habían robado del padre de Jer antes de que cayera. Mientras en California, sus padres eran detenidos, y un montón de gente. Lo que en principio no tocaron fue la hermandad sexual xy, o al menos Jer no lo vio en ningún periódico digital. Hubiesen caído un montón de universitarios e incluso la propia universidad haber sido más afectada de lo que había resultado estar. La teoría de Jer es que decidieron centrarse en el Consejo y sus malversaciones, y dejar el escándalo sexual para más adelante.

Después de Thailandia, y con el Consejo entre rejas. Estuvieron en Europa y se veían a salvo. Así que su último paso fue ir a México. Buscar un trabajo y estar un tiempo. Creían que nadie les buscaba ya, pero mejor estar en México que en California. Tenían una identidad falsa y vivían el día a día. No pensaban volver a California por ahora. El Consejo tuvo mucho poder y Jer estaba seguro que si pisaban Estados Unidos no vivirían mucho tiempo más.

Salió de la ducha, cogió su toalla, y delante del espejo se empezó a secar. Le gustaba verse ante el espejo, y ver su perfecto cuerpo que seguía trabajando. El gimnasio era una forma de no pensar en los problemas, y esos meses se siguió encerrando en los gimnasios que encontraba. Y además las volvía locas los resultados. Se puso desodorante, colgó la toalla, y paseo su culo desnudo por el pasillo.

Le daba bastante igual pasar desnudo, y menos aún cuando sabía que su compañero de piso Cody, estaba tirándose a una tía en el salón, aunque suponía que ya se habría corrido. Así que paso por el pasillo, y en pelotas fue a la cocina a coger una bebida isótonica. En la cocina estaba bebiendo un refresco la cliente que se había follado Cody, minutos atrás. También estaba desnuda, sin ningún complejo.

  • Joder, tú también estas bueno - dijo Daria, mientras se bebía una coca cola light y estaba apoyada a la barra, que conectaba el salón y la cocina - ¿Qué hacéis los dos para estar tan buenos?
  • Pues no sé cuidarnos - le sonrió pícaramente - No dejas de mirarme el rabo
  • Es que también estáis bien servidos
  • Tu tampoco estás mal - le dijo, diciendo la verdad, y volviendo a mirar su cuerpo. Era delgada, con un buen cuerpo, pero lo que más le gustaba de ella eran dos cosas, sus tetas no muy grandes, pero sexis y su sonrisa de niña.
  • ¿Y entonces porque no me follastes antes?, te dimos la oportunidad - le dijo, y la joven se acercó a Jer mientras el bebía también su bebida. Estaban muy juntos sus cuerpos, ella tocaba su brazo musculoso.
  • Pues porque necesitaba desconectar un poco y ducharme - le dijo el joven, cuya mano estaba en la pierna desnuda de la joven.
  • Ahora no te voy a dejar follarme - le dijo Daria, viendo el rabo del joven que se estaba poniendo contento. Y los cuerpos de ambos pedían sexo a gritos.
  • Tu te lo pierdes - le sonrió y Jer salió de la cocina lentamente, sabiendo que Daria le estaba mirando su culo, duro, perfecto. Y fue a su habitación, sin cerrar la puerta.

Después de entrar en la habitación, le siguió Cody y cerró la puerta detrás. Estaba preocupado. Algo había pasado. Los dos tíos estaban desnudos, pero estaban acostumbrados a estarlo los dos juntos.

  • Tenemos un problema -le dijo Cody, mientras Jer estaba tumbado en la cama, y el de pie. Mientras Jer se fijaba en todas las pecas del perfecto cuerpo de su colega. Además de pecas, Cody era rubio con el pelo cortado bien, y peinado con un fleco moderno.
  • Que pasa - se preocupó
  • He visto las Universidades que estarán en el Hotel para las vacaciones de Primavera
  • ¿Y qué?
  • Viene nuestra Universidad y gente de la Residencia Palm Beach - la cara de Jer cambió mientras Cody hablaba.
  • Vienen nuestros compañeros de universidad - dijo Jer
  • Y nos van a descubrir

Rápidamente Jer se puso igual de tenso que Cody, y empezó a sopesar las consecuencias de que los descubrieran y sus opciones. En ese momento el calentón con Daria, y las ganas de follar habían vuelto a desaparecer, y la situación se volvía complicada.

5

Por el cumpleaños se reciben muchos mensajes pero el favorito de Jake ese día fue uno de Katie, por la tarde. Él había quemado el archivo siguiendo indicaciones, y estaba con los colegas bebiendo en la playa, cuando el sol estaba cayendo en las costas californianas.

  • "Estoy en casa sola esperando a darte el regalo de cumpleaños" - decía el mensaje de Katie.

Jake no iba a desperdiciar esa oportunidad, así que le dijo que iría en un rato. Estuvo un tiempo más con sus colegas y fue a ver a Katie.

Katie y él no eran pareja, aunque ella pudiera pensar que sí. Se habían enrollado varias veces en fiestas, pero no habían llegado a follar. Jake tenía ganas de follar con ella, aunque sabía que la chica quería más que sexo, y el no. No quería comprometerse con novia en ese momento.

Llegó a la casa de los padres de Katie y tocó el timbre. La casa era un chalet enorme bastante lujoso. Le abrieron la puerta pero no fue Katie como esperaban sino su hermana mayor, Becca, a la que también conocía. Becca era un año mayor que los, e iba a la Universidad, estaba acabando primer curso. Becca era una rubia muy sexy y estaba muy buena. Pero su hermana pequeña no tenía nada que envidiarla.

  • Hola Jake - le sonrió Becca - Feliz Cumpleaños - Mientras desprendía un olor a perfume muy sensual.
  • Gracias - Le sonrío. Estaba muy buena.
  • Mi hermana está arriba - dijo Becca y Jake subió las escaleras a encontrarse con Katie, conociendo el camino.

Mientras subía las escaleras recordaba la fama que tenía Becca, al menos en los círculos más cercanos se decía que formaba parte de la hermandad sexual de la Universidad, que el conocía  por su familia, y que en su iniciación la follaron no se cuantos tíos. Se quitó de su cabeza ese pensamiento y fue hacia el cuarto de Katie. Pero no estaba. Miró alrededor y no la vio.

  • Estoy aquí - oyó la voz al fondo del pasillo. Se dirigió ahí, donde había una especie de gimnasio.

Pero además de un gimnasio, había un jacuzzi enorme, que en ese momento estaba funcionando al 100 por cien, pero Katie no estaba. De repente salió de detrás con el uniforme de animadora, era blanco y azul, con una falda bastante pequeña y una camiseta ajustada. A Jake le ponía la chica en uniforme y ella lo sabía.

  • Este es mi regalo - le dijo acercándose y besándole
  • Un baile en uniforme - sentenció Jake
  • Esa es la primera parte - le dijo mientras sus bocas se volvían a juntar y sus cuerpos cada vez más juntos. Ella con el traje de animadora, y él con sus jeans y una camiseta apretada marcando cuerpo.
  • ¿La segunda? - le dijo, casi susurrando cuando sus rostros estaban uno al lado del otro.
  • Esa es sorpresa - le dijo, siguiendo los cuerpos juntos
  • Siéntate en la silla - señalando una silla que había al lado del jacuzzi que servía para apoyar las cosas en el día a día del gimnasio.

El rubio obedeció y se sentó donde Katie le indicó. Ella desapareció y volvió cuando una música sugerente se oía de fondo. La animadora empezó a bailar de forma sugerente frente al joven que tomaba nota de lo sucedido. De los movimientos de pelvis sexis de la chica, de como se movían sus tetas escondidas en la parte de arriba del uniforme, o los bamboleos de su culo. Estaba poniendo a Jake como una moto.

La siguiente canción era de la misma tónica que la anterior y Katie bailaba muy cerca del joven, es más, empezó a ponerse encima del joven frotándose contra él. Jake le tocó una teta por encima del uniforme.

  • Todavía no - le replicó Katie, mientras que Jake pensó que era buena señal. Si decía todavía es que había posibilidades de follarsela por fin.

6

  • Ya era hora, que era eso tan secreto de que hablabais - dijo Daria que estaba sentada en el sofá, mientras Jer y Cody, o Jhonny y Oliver, como ella los conocía, salían de la habitación del primero. Estuvieron hablando de los pasos a seguir, pero no lo tenían nada claro. Así que salieron, a ver si se distraían un poco. La pregunta era si se enfrentaban a sus compañeros de la universidad que los reconocieran, o si volvían a huir.

Jer, volvió a mirar a la joven, como si en los cinco minutos que llevaban en la habitación se hubiera olvidado del cuerpo de la chica desnuda que le provocaba. Cody iba detrás de él y también la miraba. Ella tirada en el sofá con su pelo ondulado por los hombres, los miraba deleitándose en los cuerpos desnudos.

  • Hablábamos de quien te iba a follar por el culo primero - mintió Cody.
  • Me vais a follar los dos - dijo como si fuera una niña esperando a Papa Noel el día de Navidad.
  • Si - le sonrió Jer, que estaba caliente, aunque dentro habían decidido follar también para olvidarse un momento de la decisión que tenían que tomar. Mientras los dos chicos desnudos avanzaban al sillón donde estaba tumbada la joven.
  • Tenemos una duda - dijo Cody, ya cerca de ella, mientras se inclinaba y besaba su boca, otra vez
  • ¿Cual? - dijo ella susurrando casi
  • ¿Te cabrán dos pollas a la vez en la boca? - siguió Cody a lo que ella sonrió
  • Yo creo que sí - dijo Jer, por el otro lado del sillón, tocando las pequeñas tetas de Daria - Quiero ver como esa cara de niña come dos pollas a la vez - Daria se encontraba rodeada de los dos tíos más sexis que había visto nunca, desnudos, que la tocaban, mientras ella se dejaba hacer. Cody le besaba el cuello, y Jer manoseaba sus tetas. Los chicos pensaban que estaba bien buena e iban a compartir chica, como ya lo habían hecho varias veces, en su huída por el mundo.
  • Ahh - se estremecía la turista cuando sintió dos dedos de Cody en su mojado clitoris, pero el no dejaba de besarla ahora ya no en el cuello, sino en la boca. Jer, mientras rendía cuentas a sus tetas, y jugaba con su lengua y los pezones de la joven, incluso en un momento la mordió. Ella saltó pero seguía entregada al placer y no dijo nada.
  • Qué dirán tus padres que creen que estas en la playa si supieras donde estás - le dijo Cody
  • O si la vieran así Oli- dijo Jer a Cody usando el nombre falso
  • Soy mala - dijo mientras se volvía a estremecer mientras Cody entraba y sacaba dos de sus dedos del coño de la joven.

A los pocos minutos, ella ya no estaba en el centro del sillón, sino que Daría estaba de rodillas enfrente del sillón, y de los dos amigos. Degustaba el rabo de Jer como si fuera lo mejor que hubiese comido en su vida, mientras con una mano tocaba la polla de Cody que estaba sentado al lado. No paraba en su labor, se metía la polla hasta el fondo, y luego la sacaba y jugaba con el glande de Jer, mientras lo miraba y pensaba el morbo que le daba el piercing del joven en la lengua, y sin parar en ningún momento masturbaba a Cody que estaba sentado al lado.

  • Sabe lo que hace - dijo Jer entregado a la mamada de que le propiciaba Daria
  • Cómemele los huevos como me lo hiciste a mi - dijo a Cody a Daria - Vas a flipar - ya dirigiéndose a su colega, mientras sonrío pícaramente.
  • A ver - dijo Jer

Acto seguido Daria se sacó el rabo del joven, y bajo su cara un poco más, a los testículos depilados del joven. Los absorbía como si de una aspiradora se tratase, mientras la polla de los movimientos que daba, chocaba contra la cara de niña.

  • Joder - disfrutaba Jer, con Daria y su succión sus cojones - Tenías razón - le sonrío al que se había convertido en el único amigo que tenía y por extensión, la única familia que en ese momento tenía. Y allí estaba con lo más parecido que tenía a un hermano, compartiendo como buenos hermanos a una chica.
  • Veo que te gusta - le dijo Cody, cuando Jer movió la cabeza contra el sillón, e hizo un pequeño gemido, mientras Daria consiguió meterse un huevo y parte de la polla en la boca.
  • Habrá que probar si caben las dos a la vez - dijo Jer, y Cody, al que ya se la había chupado unos minutos antes, se puso de pie. Jer le siguió.

Los dos amigos estaban uno enfrente del otro, de pie, y entre ellos agachados los separaba Daria, con su cuerpo perfecto, su melena ondulada de color marrón, y su boca abierta, mientras metían dos pollas a la vez. Muy abierta estaba su boca para tal misión de alta envergadura, nunca mejor dicho.

Si alguien entrará por esa la puerta del apartamento de los chicos, vería a dos jóvenes guapos y fuertes de pie, uno enfrente del otro y a sus pies un bombón de morena, con sus pollas a la vez en la boca, mientras el uno al otro se miraban y medio se sonrían, medio se estremecían, por los juegos de la chica hacia con sus dos pollas duras. Las tenía las dos a la vez, mientras los chicos las sacaban y la entraban a la vez de su boca.

7

La ambulancia sonaba cada vez más cerca. Algo había sucedido en la Residencia Palm Beach en California, pero a él lo menos que le importaba era que hacía la ambulancia ahí. Estaba en su habitación esperando una visita. Estaba ansioso. Mike, estaba en su habitación de la Residencia esperando a un tipo, no de muy buen ver con el que estaba haciendo negocios.

Tocó la puerta, y entró. Sin decir nada. El hombre, de unos 30 años, entró en la habitación del universitario de 19 años. Cerró con llave. En otra ocasión Mike no se hubiese acercado a él, por las pintas que llevaba.

  • Toma - sacó del bolsillo unos papeles - Aquí está el contacto cuando llegues a Los Cabos para las vacaciones de primavera. El te dará la droga
  • Y la vendo. Muy bien - asintió Mike que pensaba que era muy buena idea comprar droga en México y vendérsela a sus compañeros de Universidad ricos y con ganas de fiesta a tope.
  • Que no nos relacionen y no la cagues
  • No te preocupes - le intentó contentar Mike, ya verás como nos hacemos ricos.

El hombre de los 30 años desapareció de la habitación de Mike y este, que cada vez oía más sirenas fue a averiguar el motivo de tanto ruido.

Avanzó por el pasillo y veo a un grupo de chicos que estaban hablando de lo sucedido. Preguntó y uno de ellos, que iba a una clase con él, le dijo que un chico se había suicidado. Así que esperó con el resto de alumnos de la residencia para conocer más detalles de lo ocurrido.

8

Jake estaba desnudándose por orden de Katie y quedándose en bóxer como ella le pidió. Se quitó toda la ropa, la puso en el suelo y luego se sentó en la silla donde la joven le había un hecho el baile de cumpleaños. Ahora esperaba en bóxer a que llegara la joven, y para nada le daba vergüenza estar así. Por el contrario estaba muy orgulloso de su cuerpo. No era un cuerpo excesivamente de gimnasio, sino definido, musculado, y marcado, tenia unos brazos fuertes, y un abdomen plano, y con los abdominales marcados.

Katie apareció completamente desnuda pero sus partes estaban llenas de nata, su coño y tetas la escondían una buena ración de nata espesa, y portaba una pequeña tarta de merengue con una vela. Jake la miro de arriba abajo sin decir palabras. Mientras ella empezaba a cantarle el cumpleaños feliz de la forma más sexy que jamás le habían hecho y se acercó a la silla.

Katie era una chica muy guapa, era bastante alta, con una melena larga y unos ojos a juegos, ambos de color miel, una sonrisa muy atractiva, y un cuerpo perfecto. Y viéndola solo cubierta por nata en sus pechos y parte inferior, descubrió que realmente estaba muy buena. Además sus movimientos sexis mientras cantaba el cumpleaños feliz le añadían más puntos al conjunto.

  • Feliz cumpleaños - le dijo Katie, cuando ya estaba al lado de él, y se inclinó para besarle. Luego le puse delante de la cara la tarta pequeña con una vela encendida - Sopla la vela - él la miró y obedeció. Sopló y la llama de la vela se desvaneció. Ella seguidamente, inclinada hacia él, le beso en la boca.
  • Me gusta el regalo - dijo Jake, mientras seguían en su la misma posición. Katie, en ese momento se apartó y le estrujó la pequeña tarta en la cara del joven que permanecía sentado en boxer, y a la que previamente le había quitado la vela, y tirado al suelo. El chico quedó con la cara llena de merengue, pero no estaba enfadado.
  • No hay cumpleaños sin tarta en la cara - le sonrió Katie que estaba otra vez inclinada, y sus caras muy juntas.
  • Ahora tendrás que limpiar mi cara - dijo el joven de la cara llena de merengue.
  • Primero limpio tu cara y tu limpias mis partes - le sonrío
  • Será un placer - contestó pícaro Jake, mientras ella estaba sentada ya en su regazo, y notaba como de la tela del bóxer del joven, se ponía algo duro. Katie besó al joven, y con la lengua retiró los rastros de merengue del joven. Estaban fundidos el uno en el otro, muy juntos.

Acto seguido, Jake se incorporó cogiendo a la rubia en peso, y la sentó encima de la silla en la que estaba él. Ahora era el cumpleañero quien se inclinó sobre la joven. La besó igual que ella hizo con él, en la misma posición que ella, pero él seguía teniendo algo de ropa. Luego bajó y pasó su lengua suavemente por los pechos turgentes, duros, pequeños de la joven, mientras se comía la nata con la que estaban recubiertos. Primero la teta de la izquierda, luego la de la derecha. Jugó con los pezones, y retiró toda la nata, deleitandose en el cuerpo de la joven.

  • Que bien lo haces - le sonrió la joven entregada al placer. Él la miró, le besó en la boca, y bajo más a bajo a repetir la jugada. En ese momento retiró con su lengua la nata que estaba en el clitoris de la joven, centrándose en los labios inferiores. Jugaba con su lengua y los labios de la joven, notando como ella temblaba de placer. Jake mientras tenía la cabeza en la entrepierna de la joven pensó que Becca les podía oír. Ese pensamiento lo puso más burro aún.

De repente Jake, sentía como las manos de Katie buscaban su boxer, y concretamente su paquete, y le tocaban el culo primero, y luego la entre pierna, mientras él terminó de limpiar la nata.

  • Muy rico, mi regalo - dijo Jake volviendo a subir y ponerse encima de Katie
  • A mi también me ha gustado - le sonrió, mientras sus labios se unían y sus narices se chocaban. Sin dejarse de mirar, Jake supo al instante lo que buscaba la mano de Katie. Esta se metió de repente dentro de su boxer, y agarró el rabo del joven. No dejaron de mirarse - Tienes aquí algo duro - le sonría, mientras empezó a masturbar el falo del joven, bajándole el bóxer por las rodillas. Él se quedó así, besando a la joven.

Desnudos completos, los dos estaban dentro del jacuzzi, que seguía funcionando. Jake no sólo notaba la mamada que su amiga le hacía, sino notaba las burbujas que salían del jacuzzi, por las piernas, por el culo, o por sus huevos. Él estaba sentado en el jacuzzi, todo el cuerpo mojado, y del ombligo para abajo sumergido. Ella estaba arrodillada justo delante del miembro del cumpleañero, y suavemente le hacía una mamada. Lo hacía con suavidad, pero no dejaba de hacerle una mamada bestial. Su lengua jugaba con la parte superior de la buena polla del joven, haciendo movimientos suaves, pero sentidos, que hacían estremecer al joven.

Jake alargó la mano, sin que ella dejara de hacer lo que hacía, y le tocó el culo firme y duro. Tenía una forma perfecta. Llegaba hasta el coño de la joven, húmedo, que estimuló con sus dedos. A ella le gustaba, lo notaba en su cara de satisfacción.

Mientras sus cuerpos seguían dentro del jacuzzi mojados, ahora estaban muy juntos, él debajo y ella encima inclinados, besándose. Sus bocas juntas, sus sexos todavía no, pero lo pedían a gritos.

  • Me gustas mucho - dijo ella
  • Tú a mi también - Aunque Jake sabía que el comentario de Katie venía con otro interés, pero tampoco la quería fuera de su vida.
  • Quieres hacerme el amor, por favor - le pidió, de la forma más dulce que nunca alguien le había dicho que le metiera su polla en su coño.
  • Claro - la besó apasionadamente, y sin dejar la posición, introdujo su rabo dentro de ella, suavemente.

Jake folló a Katie, como ella había mamado su rabo, suavemente, de forma sexy pero muy placentera. El estaba debajo, con medio cuerpo sumergido, y ella encima. Tenía pasado su brazo por el cuello de la joven, mientras ella apretaba la cara contra el pecho del joven. Los dos estaban fundidos en uno, no se sabía bien donde empezaba un cuerpo y otro. Él hacía movimientos entrando su miembro, y ella acompañaba con movimiento de su cuerpo.

  • Es el mejor regalo de cumpleaños que me han hecho - dijo Jake, que así pensaba. Él no quería tener pareja, pero si quisiera ella era la candidata perfecta. Guapa, lista, sexy y apasionada y dulce a la vez, en la cama.
  • Acaba dentro de mi - dijo Katie, pidiendo mientras hacían el amor, que se corriera dentro. Jake seguiría follandola, pero al final se correría dentro de ella, mientras sus cuerpos seguirían abrazados.

9

Lo prometido es deuda, y lo que Jer y Cody, o como ella los conocía Jhonny y Oliver, le habían dicho de penetrarla los dos a la vez lo cumplieron. Después de degustar los rabos y de que la follaran por separado cada uno, Jer la había cogido en el aire y se la había puesto a los hombros, mientras la llevaba a su dormitorio y la lanzaba en la cama. Detrás de ellos venía Cody con el instrumento preparado.

Daria quedó tumbada encima de la cama, boca arriba. Estaba muy sexy, además su cuerpo brillaba de las gotas de sudor que le resbalaban por la follada que llevaba con cada uno de los aspirantes a hombres. Al lado de la cama los dos chicos la miraban y se tocaban la polla, para que estuviese a punto.

  • Es la primera vez que me van a follar por el culo - dijo pícaramente
  • Entonces es la primera vez que te van a follar a la vez dos pollas - dijo Jer - Podemos no hacerlo - dijo el joven que esperaba que la chica dijera que quería perder su virginidad anal
  • Folladme - Pidió Daria que se moría por tener a los dos dentro.

Los dos chicos se aproximaron a la cama. Daria se apartó un poco y Cody se tumbó boca arriba. Daria al ver al joven, se abalanzó a él, le besó en la boca mientras se ponía encima de él, y frotaba encima del pene del joven. Pronto Cody la sujeto para introducir su miembro por el coño de la chica, mientras sus cuerpos estaban muy juntos. Estaba dentro de ella, pero no hizo ningún movimiento, sino que esperó a que Jer hiciera lo mismo.

El rubio del piercing, se puso encima de la joven tocando su abdomen con su espalda, e introdujo su polla por el culo de la joven. Lo hizo despacio, mientras notaba que el cuerpo de ella se ponía rígido y excitado. Cody se fijaba en la cara de la chica, que tenía justo enfrente, y era de placer absoluto, que fue a más, cuando los dos chicos empezaron a hacer movimientos y entraban y sacaban sus pollas de los agujeros de la joven. Primero despacio, pero luego lo hicieron más rápido.

  • Joder - pudo decir Daria entre gemidos, mientras estaba en el medio de dos chicos que la follaban sin piedad - Como me ponéis
  • Está disfrutando - dijo Jer mientras metía y sacaba la polla del culo de ella, y besaba el cuello - e intentaba mirar a los ojos a Cody, pero la chica que había entre medio se lo dificultaba.
  • Más rápido, que la oigan gemir en California - dijo Cody que en ese momento tenía contra su abdomen las tetitas de la joven. Los chillidos de la joven aumentaron y gemía como una loca.

Pararon a los minutos. Los jóvenes sacaron sus pollas duras de dentro de la joven, y se las dieron para que las chupara tumbada en la cama. Daria, sin decir palabra primero jugó con su lengua y boca con el pene de Cody, y luego hizo lo mismo con el de Jer, mientras los dos chicos sudando y calientes cogían fuerzas para un último asalto.

La levantaron al peso después de que las pollas estuvieran lubricadas, y la pusieron en el suelo. Acto seguido Jer la levantó en el aire, y le metió la polla por el coño, mientras su cuerpo estaba en suspensión, y sujeta a Jer. Pronto sintió la embestida de Cody por detrás. Tenía de nuevo los dos rabos dentro, ella suspendida en el aire, y los chicos hacían un sandwich con ella. Además ellos introducían y sacaban sus miembros al unísono, pero a la vez la levantaban para que cayera dentro de los dos rabos. No podía con el placer que le daban. Algunas veces algún rabo se salía, y lo volvían a introducir, lo que le daba un respiro. Pero duraba pronto y volvía extenuarse, mientras era taladrada sin piedad por los dos sementales, y las manos fuertes de los dos tocaban todo su cuerpo, desde el culo, hasta sus tetas.

Jer ya había descargado encima de Daria, al igual que Cody. Los dos se habían corrido en la cara de ella, mientras ella chupaba los capullos y les daba más placer. Los tres cuerpos desnudos permanecieron sudados y recuperando fuerzas un rato encima de la cama, después de haber pasado un buen rato. Ella con la cara llena de leche.

  • Vamos a limpiarte la cara - le sonrió Cody y los dos se dirigieron a la ducha cogidos de la mano, mientras Jer permaneció en la cama
  • ¿Te vienes a la ducha? - le dijo Cody, que ya estaban rumbo al baño.
  • Ir vosotros - dijo Jer, y los dos chicos fueron a ducharse. Mientras Jer volvía a plantearse su dilema. ¿Volvían a huir? ¿O se enfrentaban a su pasado?

10

Al día siguiente temprano sonó su móvil. Jake lo cogió pero no estaba en su cama, sino que estaba abrazada al cuerpo desnudo de Katie, en casa de los padres de esta. Él la abrazaba a ella, tocando con sus brazos fuertes las tetas de la joven, mientras se despertaba e iba a coger su movil.

  • No contestes - le dijo Katie que se despertó por el sonido del móvil
  • Tengo que cogerlo - dijo Jake, que ya sabía quien llamaba - Dime - contestó, mientras desnudo abandonó la cama que compartió con la animadora, y se dirigió al baño. Un sitio más íntimo para hablar.
  • Quiere verte - dijo el interlocutor
  • Yo no - dijo sin ninguna duda Jake, sabiendo perfectamente a quien se refería
  • Será la última vez. Vete hoy por la mañana - colgó el hombre que le llamó. Jake se quedó dentro del baño, pensando lo que implicaba hacer lo que le pedían.

No estuvo mucho dentro del baño y salió. Katie estaba donde la dejo, tumbada en la cama, media dormida y desnuda. Su cuerpo era muy bonito, y más cuando la luz que entraba por la ventana daba directamente a su espalda desnuda.

  • Vuelve a la cama - le dijo la joven, que sabía que sus padres no llegarían hasta por la tarde
  • Quiere que vaya a verlo - dijo Jake sentándose en la cama sin nada de ropa, al lado de Katie. Ella sabia perfectamente a que se refería, y se incorporó.
  • ¿Vas a ir? - le dijo ella, mientras le tocaba el brazo. Intentaba darle apoyo
  • Creo que es una especie de despedida
  • ¿Por qué se despide?
  • No tengo ni idea, Katie - le dijo el joven.

Que no fueran novios, no significa que no confiara en ella. Eran amigos y Katie sabía muchas cosas de su duro pasado. Ella lo abrazo, y apretó su cara, contra el cuello de ella, y las tetas, que la noche anterior había chupado.

  • ¿Qué necesitas? - de preguntó la joven
  • Quedarme así un rato - le dijo. Ella no dijo nada, y permanecieron abrazados un buen rato - Iré - dijo al rato de estar abrazados. Sus cuerpos permanecieron unos minutos más en esa posición.

Horas más tarde, Jake estaba cruzando los barrotes de la cárcel y entrando a la sala de visitas. Se sentó en una mesa redonda, rodeado de más familiares de reclusos que esperaban hablar con sus padres, hermanos, maridos o tíos. Jake no quería estar ahí. Se le había hecho más fácil que Katie le acompañara, y le esperara en el coche. Luego irían a hacer un plan divertido para olvidarse de esa mañana.

Sonó una sirena y se abrió la puerta de los reclusos, aparecieron dos hombres con mono naranja. pero ninguno quería verlo a él. Mientras permanecía sentado con la ropa del día anterior, porque no había pasado a cambiarse, sus zapatillas nuevas, su vaquero, y su camiseta apretada. Volvió a sonar la sirena, y esta vez salieron cinco hombres más.

Entre esos cinco si estaba la persona a la que esperaba. Un señor de unos 61 años, muy desmejorado. Esos meses en prisión, había deteriorado en el físico de ese señor, que era su padre.

Se acercó a él, mientras Jake permaneció sentado viendo como su padre llegaba a él, vio el amago de un abrazo, pero él no se inmutó. Le dio la mano y su padre la apretó con fuerza.

  • Feliz cumpleaños hijo - le sonrío su padre, ya sentado frente a él.
  • ¿Qué más quieres? - verdaderamente estaba molesto con su padre - Ya incendie lo que me pediste.
  • Te lo agradezco ¿Qué tal el día de tu cumple?
  • Al grano o me voy - dijo amenazante el que era su hijo pequeño.
  • Te va a llegar un dvd. Quiero, y de verdad será lo último que te pida, que lo veas junto a tu hermano.
  • Sabes que no sé donde esta mi hermano - dijo Jake molesto
  • En ese sobre, habrá toda la documentación para que lo encuentres. Pero quiero que no veas el dvd hasta que estén juntos.
  • ¿Está en California? - dijo Jake, harto de todo.
  • No. Pero tienes billetes de avión para ti y tu novia, hotel reservado y todo lo que puedas necesitar. Además es el Spring Break, será divertido.
  • ¿A donde quieres que vaya?
  • Está toda la documentación en lo que te darán de mi parte. Gracias hijo y siento todo lo sucedido.

No hubieron muchas más palabras. Jake tampoco quería más palabras con su padre, el temido Aldo Gonmart. Una de las personas más corruptas de el país, ese era su padre. Y quería que fuera a buscar a su hermano, Jer, que había huido del país por si su padre mandaba matarlo por delatarlo. La estampa familiar perfecta.

Al salir de la cárcel, pasó por una sala de espera, y su vista se detuvo en un periódico. Le llamó la atención que hablaban de la trama por la que su padre estaba en la cárcel. El titular rezaba: “Joven aspirante a periodista se suicida en la Residencia Palm Beach después de ser sobornado por el Consejo que dirigía el Sr. Gonmart”. Jake supo de quien se trataba enseguida, de Alex Fenston.