Sacando la zorra que lleva dentro.

Le descubro e introduzco en el mundo de la sumisión y cuernos a una inocente y joven chica.

Este relato es totalmente real, ya han pasado varios años desde que sucedió pero aún me encanta recordarlo.

Conocí a esta chica, de la que no recuerdo su nombre, en el famoso, vilipendiado, sórdido, amado por unos y odiado por otros, chat de Terra.

Concretamente no la conocí a ella directamente en ese lugar sino a su pareja.

Este chat tiene varias salas, muchas, de toda temática, desde simple amistad y charla hasta salas de BDSM y cornudos.

En esta última sala fue donde empezó todo.

Como mucha otra gente escribí mi anuncio, mi oferta y demanda que decía lo siguiente:

"¿tienes la fantasía de ver a tu mujer, a tu pareja disfrutar con otro hombre?, ¿no sabes o no te atreves a decírselo?, te puedo ayudar, dame su mail o wasap y hablo con ella".

Lógicamente en un primer momento no le diría a la chica la fantasía o gustos de su pareja, la táctica era decirle que una amiga suya que me conoció en ese mismo chat quería que hablase con ella por que la veía distante, apagada, preocupada por algo.

Que yo la había ayudado mucho con un problema que tenía y quería que lo intentara con ella.

Y aunque parezca increíble, a lo largo del tiempo, obtuve varias proposiciones y respuestas, unas se quedaron en nada, otras obtuvieron resultados satisfactorios y en el caso que nos ocupa, la resolución fue la más morbosa y satisfactoria de todas.

Una de esas respuestas fue de un chico joven, creo recordar que rondaba los 20-23 años, que me preguntaba cuál era mi plan, cómo lo llevaría a cabo y le explique lo que ya he expuesto un poco más arriba en este relato.

Empezamos a hablar y me dijo que quería hacerlo por qué creía que no satisfacía a su chica, puesto que no era un superdotado y eyaculaba muy rápido.

Le contesté, y le advertí de las consecuencias que podía tener la propuesta tanto si era aceptada como rechazada.

Me respondió que le quedaba claro y que quería seguir adelante con el plan con dos condiciones, que le informara de todo lo que hablase con su chica y que nunca le dijera que él tiene esa fantasía y que ha sido todo cosa suya, (esta opción la pasé por alto).

Una vez aclarado todo y después de intercambiar nuestros mails y el de su chica, me puse a trabajar.

Al principio fue todo a través del ya desaparecido Messenger.

Lo primero que le escribí fue lo siguiente:

"¿Hola qué tal?, no me conoces pero una amiga tuya me dio tu mail por que dice que te ve rara, que tienes algún problema y quiere que hable contigo para ver si puedo ayudarte, según sus palabras a ella le fui de mucha ayuda con un problema que tenía.

No te puedo decir quién es por que así me lo ha pedido, por mucho que insistas je, je, je.

1 saludo."

El anzuelo ya estaba tirado, solo toca esperar a que pique.

Y el pez cayó en la trampa.

Lo primero que me hizo fue, cómo era de esperar, como no podía ser de otra forma, preguntarme quién era, de dónde había sacado su correo...etc, las típicas preguntas que nos han hecho y hemos hecho en cualquier chat o charla con un desconocido.

Contesté a cada uno de sus interrogantes de la mejor manera que supe, intentando conseguir dejarle siempre con una nueva pregunta por hacer, para evitar que como cualquier otra persona me mandase a la mierda a las primeras de cambio o simplemente no me contestase y desapareciese sin más.

Así lo hice hasta que llegó un punto de no retorno, en el que me dio un ultimátum.

Ella: dime la verdad, dime quién eres por que no acabo de creerme que una amiga mía te diera mi correo, además no tengo ningún problema con mi pareja.

Dímelo o te bloqueo.

En el fondo se veía que quería hablar, que tenía alguna preocupación de lo contrario me hubiese bloqueado o eliminado sin más.

Yo: vale, te cuento la verdad pero te advierto que no creo que te vaya a gustar.

Ella: me da igual, cuéntamelo todo.

Yo: de acuerdo, pues me dio tu mail tu novio.

Ella: ¿como que mi novio?, ¿y de qué lo conoces?

Yo: lo conocí en un chat, en el de Terra.

Ella: ¿y qué coño hacía en ese chat?

Yo: no lo sé eso pregúntaselo a él, y relájate si quieres saberlo todo, yo no tengo la culpa de que él estuviese metido ahí, no mates al mensajero.

Ella: ¡vete a la mierda!

Creí que ahí se acababa todo, que no me escribiría más, ya que hablaría con su novio y este le diría que no sabía nada y que pasara de mí que soy un chiflado o algo así.

Cuál fue mi sorpresa cuando después de 4 o 5 horas volvió a escribirme diciéndome que lo sentía, que la perdonara, que estaba descolocada, que no sabía que hacía su novio en ese chat y demás arrepentimientos y dudas.

Yo: no tengo nada que perdonarte, entiendo y comprendo que sea difícil de entender, de asimilar una situación así, cuando estés más tranquila si quieres seguimos hablando y te resuelvo todas tus dudas y preguntas.

Ella: gracias por entenderme y no pasar de mí a pesar de mi reacción.

Quiero seguir hablando pero mejor por wasap, es más rápido y directo.

Yo: me parece bien.

Y después de intercambiar los números de teléfono quedamos en hablar al día siguiente.

24 horas después recibo un WhatsApp suyo:

Ella: hola buenos días, ¿puedes hablar?

Esperé un par de horas para contestarle, quería que estuviese nerviosa, ansiosa por conocer la verdad.

Yo: hola, ¿qué tal?:

Te cuento todo del tirón y cuándo acabe y lo leas todo me cuentas tus impresiones, ¿de acuerdo?

Ella: ok, perfecto, adelante cuéntame.

Yo: entré en ese chat porque buscaba tíos con pareja que quisieran ser cornudos, que deseasen ver a su pareja con otro hombre por la razón que fuese.

Y de esa manera apareció tu novio, diciéndome que tenía esa fantasía pero no se atrevía a contártelo, si podía ayudarle a conseguirlo, que le diese ideas.

Le conté que podía darme tu mail o número de teléfono y me pondría en contacto contigo e intentaría convencerte a partir del primer mensaje que te escribí.

Ella: ¡¡estoy flipando!!, pero por qué cojones tiene que hacer eso, no entiendo por que quiere verme con otro, será que ya no le gusto, ya no me quiere, que fuerte, estoy llorando.

Yo: no llores, puedo explicarte por qué quiere hacerlo, no es tan raro como puedas pensar.

Si quieres te escribo más tarde cuando hayas asimilado todo esto un poco o hazlo tú.

Una cosa, aún no hables con él.

Ella: ok, hablamos más tarde.

Al cabo de unos minutos le volví a escribir:

Yo: esto lo hace por que cree que no te satisface, que no disfrutas con él.

Me contó cómo es vuestra vida sexual y la verdad es que creo que tiene razón.

Si la tiene pequeña o en la media y además se corre muy pronto y tampoco le gusta mucho hacerte sexo oral....pues tú dirás que no, pero eso no es disfrutar del sexo.

Te hace falta un buen polvo ja, ja, ja, con todos los respetos.

Ella: pues pensándolo bien tienes toda la razón, no disfruto lo mismo, igual, con la misma intensidad que lo hacen mis amigas o al menos como dicen que lo hacen.

Pero no podría hacer eso, ponerle los cuernos, le quiero mucho y no me veo capaz de llevar a cabo algo así, eso es de degenerados y gente mayor.

Yo: ya sé que le quieres y él a ti también, pero él sabe que no puede darte todo lo que te mereces, al menos en la cama, y por eso quiere hacer eso aunque seguro que le costará dar el paso.

Para él sería solo sexo, sabe que solo sientes amor por él y que si otra persona entra en vuestra cama será solo eso.

Esto no es cosa de degenerados y gente mayor, es asunto de toda pareja que quiere salvar su relación y una de las partes no puede o no sabe satisfacer a la otra.

Ella: buff!!!, es complicado para mí, es algo que ni sabía que existía.

Y si doy el paso como sería, ¿cómo funciona este mundillo?

Yo: te recomiendo que busques o busquéis a una persona desconocida, para vuestra primera vez creo que sería lo más adecuado, no sé, yo por ejemplo ja, ja, ja, es broma, vivimos lejos.

Ella: bueno si doy el paso me gustaría que fuese contigo, parece que sabes de lo que hablas y aunque estemos lejos puedo esperar hasta que se den las condiciones adecuadas para quedar.

Antes de seguir hago un pequeño inciso para contaros que entre medias de toda esta conversación hablamos de muchas más cosas, entre ellas de como yo sería capaz de llevarla al orgasmo solo con mi boca o con mis dedos, algo que con su novio conseguía muy de vez en cuando y solo con sexo oral siempre y cuando el cornudo no se cansase de lamer su coñito y le dejase a medias.

También me prometió que su culito virgen sería mío, puesto que con su novio habían probado el sexo anal pero no lo conseguían por que le dolía y él no tenía paciencia para dilatarlo como es debido.

Y que una chica de 19 años, delgadita, pequeña, manejable, de melena larga morena y con un pecho y culo pequeños pero que atraían miradas furtivas te prometa algo así, pues no hay nada más que decir ja, ja, ja.

Seguimos hablando y como notaba que seguía molesta con su novio pero que cada vez estaba más convencida de hacerlo, ideamos un plan para que se "vengase" de su pareja.

El primer punto de ese plan era no decirle nada a su novio aún.

Había pensado en que ella le regalase por su cumpleaños una jaula de castidad, una jaula para el pene con la cual, aunque él quisiera tener una erección no podría y si se excitase de nada serviría.

Entre medias yo seguía hablando con él, dándole largas hasta poder llevar a cabo el plan.

Le encantó la idea y así lo hizo, lo pidió y le dije que dentro del paquete dejase una nota diciendo que ya lo sabía todo y que si quería seguir ese juego tendría que ponerse eso hasta que ella decidiese quitárselo, ya sea de forma permanente u ocasional.

Para más humillación(para él), debía dejar el juguete debidamente envuelto como regalo, en casa de los padres de su novio, cuándo este no estuviese, ya que vivía con ellos.

Al día siguiente me escribe el cornudo con toda clase de insultos y "amenazas", queriendo demostrar su valor y su hombría a pesar de lo que ya sabíamos los tres.

Simplemente le contesté diciéndole que si ahora estaba cabreado que esperase un poco que lo estaría más.

Nueva ristra de improperios y cerré la conversación.

Hablé con su chica y me confirmó el enfado y las molestias de su novio y que incluso se puso borde y violento con ella, sin maltrato físico, ya que si así hubiera sucedido le habría dicho que lo denunciara.

Mi sumisa aprende rápido(le gustaba ser y que la tratase como mi sumisa), le espetó que si quería ser un cornudo sería bajo sus reglas y que o lo aceptaba o se olvidara.

Seguía hablando con ella a diario y ya teníamos una relación que se podría definir como una amistad muy íntima y profunda, por lo cual hablábamos de todo sin cortarnos.

Otra de las "putadas" que ideamos para castigar y humillar al cornudo fue la siguiente:

Ella debía provocarlo, calentarlo, excitarlo, pero sin quitarle la jaula de castidad.

Cuándo notase que estaba a 1000, debía comerle el coño hasta que su chica decidiese parar, que ya había sido suficiente para él.

Por su parte ella no debía correrse y debía decirle antes de irse que, como siempre, la había dejado a medias y que tendría que buscar a alguien que le quitase el calentón.

Lógicamente aún no le íbamos a dar al cornudo la satisfacción de saberse ganador.

Llevamos a cabo un burdo y sencillo plan:

-Leche condensada en su tanga, me explico:

Ella se fue a su casa y depositó una buena cantidad de ese líquido en su ropa interior, y daba el pego totalmente, su novio creería y creyó que por fin había conseguido su objetivo.

Le mandó una foto con esa escena al cornudo y este no tardó en escribirme y decirme:

Él:- Jódete cabrón que ya ha follado con otro y no eres tú, como te había prometido.

Yo:- Pobre imbécil, te alegras más por que no haya sido yo el que te ha hecho cornudo que por el propio hecho en sí.

Habla con ella, ya me dirás que te cuenta.

Le escribo a ella:

Yo:- Se cree que has follado con otro y se alegra más por que no haya sido yo que cualquier otro.

Déjale las cosas claras, humíllalo un poco, saca ese lado perverso que tienes y que me has demostrado que sabes usar.

Tengo cosas que hacer, ya me contarás qué ha pasado.

Al cabo de unas horas me escribe lo siguiente:

Le dije que viniese a mi casa y me obedeciera en todo nada más cruzar la puerta.

Yo llevaba puesto el tanga "lefado", una minifalda y una camiseta de andar por casa sin nada debajo.

Nada más entrar le dije que se arrodillara, me bajé el tanga hasta los tobillos y le dije que lo lamiese.

Al principio se negó, le dije cuatro cosas y acabó aceptando.

En cuánto la probó se dio cuenta de que no era semen, se retiró y me miró pidiendo explicaciones, no se las di y le empuje la cabeza para que siguiese realizando su trabajo.

Acabó con el tanga y a continuación siguió con mi coñito hasta dejarlo todo limpio y reluciente.

Le conté la verdad y le sentó muy mal, se cabreó por que aún no me habían follado y por lo tanto tú todavía podías hacerlo.

Le dije que, ya que tiene tantas ganas de que le hagan cornudo que organice un viaje para ir a verte y darle ese capricho de una vez, pero que solo lo haré contigo y que él no va a estar presente, ya que una de las condiciones que me había puesto era que quería verlo todo y no voy a darle ese gusto.

Aprende rápido esta mujer, yo le había dado muchas ideas pero me sorprendió que sacase ese lado dominante tan pronto, pero me encanta.

Pasaron varios días sin tener noticias de ella, la única respuesta que recibía por su parte a mis preguntas eran monosílabos o algún emoticono.

La conocía bastante bien como para saber que me ocultaba algo y así se lo hice saber:

Yo:- Que te pasa?, sé que tienes algún problema y que yo soy parte de él.

Ya sabes que puedes contarme lo que sea y que puedes contar conmigo siempre, no me voy a asustar por nada de lo que tengas que decirme, llevas días rehuyéndome y quiero que me digas que te pasa o esto se acaba aquí.

Ella:- Jo!!!, es que he hecho algo malo, no quiero que te enfades conmigo y por eso he estado así estos días, pero no quiero perder nuestra amistad, nuestra relación y te lo cuento.

He follado con otro, lo siento, me gusta mucho el sexo y no podía aguantar más, pero mi culo sigue siendo virgen, sigue reservado para ti.

No voy a negar que me fastidió un poco lo que hizo, pero era una posibilidad que se podía dar y que ya había contemplado.

La distancia era un escollo muy difícil de salvar y lógicamente ella no iba a aguantar hasta que se diesen las condiciones idóneas para nuestro encuentro.

Yo: Ok, ¿y con quién lo hiciste?

Ella: Con un amigo de mi novio.

Yo: Que cabrona je, je, je, me gusta que al menos haya sido con alguien conocido por ambos, le va a joder que sus amigos sepan que es un cornudo.

Ella:- ¿No estás enfadado?

Yo:- No te voy a negar que me ha jodido un poco, pero era algo que antes o después iba a pasar, eres muy joven y no quiero impedirte que disfrutes del sexo por nuestro deseo de que yo fuese el primero que hiciese cornudo a tu chico.

Siempre me quedará ese culito je, je, je.

Ella: -¡¡Gracias!!, eres un encanto.

Me he quitado un gran peso de encima, creí que me mandarías a la mierda.

No la mandé a la mierda, pero al día siguiente le dije que esto se terminaba aquí.

Mi objetivo principal era introducirla en ese mundo de los cornudos y la sumisión y el trabajo estaba completado.

No voy a negar que si las circunstancias personales y geográficas de ambos fuesen otras, hubiera seguido adelante, ya que para empezar el corneador hubiese sido yo y viendo el potencial que tenía, no la iba a dejar escapar, pero la situación era otra y lo mejor era dejarlo así, aunque ella no quería dejarlo e insistía en que me reservaría su culito.

Al final le hice entrar en razón y muy a pesar de los dos decidimos que era lo mejor.

Del novio no supe nada más desde nuestra última conversación.

A día de hoy no es que me arrepienta, pero habría hecho las cosas de otra manera.


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Se aceptan críticas, sugerencias y elogios(que serán pocos)😜.