Sacados de onda
De como mi ahijado es masturbado repentinamente, dejandolo sorprendido.
El día que sé que nunca se me olvidará, es cuando inicio a mi ahijado-cuñado, de 15 años a lo que yo llamaría: su primera relación con un hombre.
Aunque no se si en realidad sea cien por ciento gay, me imagino que estará abierto a recibir caricias tanto de hombres como de mujeres. Algo así como ser bisexual resignado, lo que creo que me define a mi persona.
Dicho día estaba recostado en mi cama, cuando fui violentamente despertado por mi ahijado, que en esos momentos me pedía el baño prestado para darse un remojón (así me describió el hecho) tenía que irse a la escuela y ya estaba retrasado. Reaccionando rápidamente me incorpore y le deje que si, que no había problema; claro, me convenía. Bastantes ocasiones buscaba la manera de estar solo con él para seducirlo, ya que he de decir que porta un físico muy infantil que me excita a más no poder.
Él es de los clásicos traga años, pues no aparenta los quince.
Al saber que tenia mi permiso para ducharse, se fue por su toalla agregando que no se tardaba nada, lo cual me dio tiempo para bien despertar y pensar cómo le haría para iniciar con el "juego de la seducción". Pasaban los minutos y no se me ocurría nada, en eso llegó con su toalla al hombro, quitándose la playera y el short en el cuarto donde me encontraba y sin decir palabra se metió a bañar. Lo mire entrar y sabiendo que era observado volteo y me sonrió. Lo que me dejo sin aliento.
"Iluso de mi" tratando de seducir fui envuelto en su propio juego. Me imaginaba que me esperaba dentro más no lo podía asegurar. Comencé a escuchar el sonido del agua al caer, me imaginaba que se enjabonaba todo su cuerpo, muy provocativamente, llamándome a ser observado. Me atraía la idea de que él pudiera ser gay, de que me permitiera tocar su cuerpo siquiera, en un abrazo o en una caricia a sus delicadas manos de niño, que siempre veía cerca de mi.
Muy dentro de mis pensamientos estaba, cuando escucho su voz, que me pide ayuda, cosa que no desaprovecho y rápidamente estoy con él, su pregunta era cual de todos los estropajos que estaban ahí era el que debía usar. Abro la cortina lentamente y le indico cual usar. Para esto, él esta de espalda y solo puedo ver su pequeña espalda y unas diminutas nalgas blancas, que marcadas por la ropa interior resaltaba con el resto de su cuerpo. No voltea, toma el estropajo lo enjabona y prosigue su labor.
En ese momento se me prende la hormona y me atrevo a decirle que si necesita más ayuda. Se voltea, me sonríe, bajo la mirada y veo su pene de adolescente que poco a poco comienza a crecer.
Desde ese momento no mediamos palabra, tomo el estropajo e inicio la tarea de enjabonarlo completamente, yendo desde su espalda hasta su vientre, pasando mis dedos por entre sus nalgas, las cuales aprieta al sentir mi mano. Veo cómo se retuerce del placer que esta recibiendo, entro en la tina así, con todo y ropa y lo repego a mi cuerpo, dejándole sentir mi pene erecto entre su minitrasero e inicio el jaleo de su pequeño pene.
Se deja querer, poniendo sus manos en la pared, con una de mis manos le acaricio el pecho y con la otra continúo con la puñeta que le propinaba, no dejaba de moverse, al parecer era la primera vez que una mano extraña le acariciaba su sexo, no tardó mucho y se vino en mi mano, dejando la pared del baño salpicada de semen.
Le temblaban las piernas, y se arrodilló en la tina, respiraba entre cortado, levanto su cabeza mirándome como entrando en conciencia; como si me pidiera explicación de lo que había sucedido. No atine sino a dejarlo solo, pues muy en el fondo pensé que no era lo que el esperaba, que solo era un juego para él; de esas veces en que uno hace las cosas y después de terminar se arrepiente.
No sabia si el diría algo parecido a "no querer volverlo a hacer", lo que si es que lo saque de onda muy terriblemente, no olvidaba su rostro al estar arrodillado. La verdad si pensé que la regué.
Salió del baño precipitadamente argumentando que se le estaba haciendo bastante tarde, y se alejo de mi ese día.
Tardo en volverme a dirigir la palabra, pero termino por seguir a mi lado, cada vez que se pueda.
Pero el caso de cómo lo logre será hasta mis posteriores relatos.
Espero que les haya gustado, y les recuerdo que habrán muchos relatos más, que sé que como a mi, les excitarán en demasía.