Sabrina, la sirvienta
Estaba sentada en el sofá, junto a ella estaba la caja de mis juguetes sexuales.
Hola amig@s, otra vez estoy de vuelta, para los que no me conocen soy una mujer bastante atractiva y muy activa en el sexo, para los nuevos lectores hare una breve descripción soy rubia y tengo los ojos azules mi piel está muy bronceada por el sol y soy de contextura mediana, sin ser una diosa tengo mucha suerte con la gente a mi alrededor (tanto para hombres como mujeres) me miran con deseo.
Esta vez quiero contarles lo que ha venido sucediendo con la sirvienta que contrate, espero que disfruten este relato, tanto como yo al vivirlo y luego al escribirlo.
Llevo dos meses con exceso de trabajo, por lo que he descuidado un poco el mantenimiento de mi departamento y de todo lo que tiene que ver con el cuidado de la casa, ropa, cocina, etc., una tarde a la hora del lunch conversaba con una amiga de lo que estaba pasando con mi departamento y el cansancio que sentía en la noche que llegaba del trabajo y ya no tenía ni animo ni ganas de limpiar, ella me dice que me tiene la solución, en su casa hay una persona que la ayuda con la limpieza que trabaja dos días a la semana y que le preguntaría si puede trabajar los tres días restantes en mi casa, me emociono mucho saber que contaría con ayuda, esa misma tarde me dijo que esta dispuesta, arreglamos lo del salario y confirmamos que ella iría a casa a la mañana siguiente para entregarle la llave e indicar los detalles que ella debía conocer, mi amiga me dijo que es una muchacha muy competente y muy profesional que ella la recomendaba, que estaba segura que me gustaría mucho su trabajo.
A las 7:30 de la mañana sonó el interpone, era el guardia anunciando a Sabrina, autorice su ingreso, cuando abrí la puerta quede muy sorprendida, en la puerta estaba una muchacha de unos 29 años aproximadamente, con un sobretodo color crema, que contrastaba con su piel canela, llevaba una cola de caballo, se presentó diciendo – buenos días, soy Sabrina su nueva sirvienta – la invite a pasar y a tomar asiento para que nos pongamos de acuerdo en el trabajo que iba a realizar, estuve con ella cerca de una hora explicando donde estaba cada cosa y como me gustaría que realice el trabajo, con todo ya explicado le dije que iría a tomar un baño ya que debía salir a trabajar.
Esa noche llegue a casa y todo brillaba, así pasaron los días estaba realmente contenta con el trabajo que esta chica hacía, un dia miércoles decidí tomarme el dia libre pues iba al dentista y después de eso iría a descansar y no volvería a la oficina, llegue a casa como a las 11 de la mañana, Sabrina se encontraba en casa haciendo limpieza, todo estaba limpio pero ella no estaba por ninguna parte, cuando iba a entrar a mi dormitorio escuche un ruido, algo como un gemido ahogado, así que casi sin hacer ruido me acerque a la puerta que estaba abierta, ella estaba sentada en el sofá junto a mi ventana, llevaba su uniforme negro con la falta subida hasta su pancita, tenia las piernas completamente separadas y junto a ella la caja con mis juguetes sexuales, la imagen era de película, tenia una teta enorme fuera del escote y se la acariciaba con mi dilo fucsia, un falo de unos 30 centímetros de largo y unos 6 de grosor, me quede de piedra no le quitaba los ojos de encima, comencé a sentir como mi cuca comenzaba a palpitar y sin pensarlo levante mi falda y comencé a tocarme mirando el espectáculo. Ella estaba tan absorta en su excitación que no se percataba de que yo la estaba mirando y menos de que me estaba tocando.
Me desabroche los botones de mi camisa, me quite la falda y en ropa interior me fui acercando poco a poco y en silencio, cuando estuve junto a ella le dije me estabas esperando… ella se sorprendió y quiso soltar el dildo y cubrirse, le dije que no lo haga que me encanta que también le de mantenimiento a mis juguetes, me senté a su lado y comencé a tocar esa deliciosa teta que tan pronto la tuve en mi mano no me contuve y comencé a lamerla, mientras yo devoraba su pezón ella muy diligente descubrió su otra teta, y comenzó a magrearselas para mí, le dije que se desnudara por completo y que se sentara nuevamente junto a mi y que mantuviera sus piernas muy abiertas, ella muy obediente lo hizo de inmediato, mientras también me despoje de la ropa interior, tome el dildo y se lo acerque a la boca quería que lo chupara como si de una verga de verdad se tratara, una vez bien húmedo de su saliva, se lo puse entre las tetas para que hiciera una cubana mientras yo devoraba sus pezones, ella seguia con sus piernas muy abiertas, su cuca brillaba de la humedad provocada por la excitación que le producían mis lametones y las caricias que le propinaba con mi gran verga fucsia, nos pusimos de pie y comenzamos a besarnos jugando con nuestras lenguas, sus tetas rosaban con las mías, la empuje sobre el sofá y la penetre, lo hacia a un ritmo lento para provocar mas deseo y placer ella saco otro dildo de la caja era igual de grande, y se lo pasaba por las tetas y lo lamia con ansias, mi excitación era muy grande quería seguir disfrutando de su gemidos, le quite el otro consolador y comencé a penetrarla alternando los juguetes, me puse un arnés, me puse de pie y exigí que hiciera sexo oral a mi verga, luego le abrí de piernas y comencé a penetrarla con el arnés, sus tetas se movían con locura, era delicioso. La puse en cuatro y la penetraba desde atrás primero en su cuca, su culo se veía delicioso completamente cerrado así que decidí jugar con él, mientras la penetraba con el juguete, llené de saliva su culito y metía mi dedo hasta abrirlo, primero uno, luego dos, cuando estuvo bien lubricado metí eses enorme falo, grito de placer y de dolor, así la mantuve hasta que tuvo un orgasmo que se le doblaron las rodillas. Tomo un poco de aire me saco el arnés y se lo puso, se sentó y yo comencé a cabalgar sobre esa verga plástica, ella devoraba mis tetas, las mordía lamia y a acariciaba a la vez, tuve dos orgasmos increíbles, luego me acostó sobre el sofá y bajo con su lengua a comer mi mojada cuca, la lamia y penetraba con su lengua mis gemidos deben haberlos escuchado en todo el edificio, termine en su boca varias veces, así estuvimos por lo menos dos horas dándonos placer, exhaustas fuimos a por un baño, cuando Sali de la ducha sobre mi cama estaba únicamente una tanga negra y ella estaba completamente desnuda junto a mi cama con una copa de vino, me dijo - me encanta trabajar para ti.-
Ya les contare todo lo que hicimos el resto del dia, estoy pesando en proponerle que venga a vivir en casa, así podrá atenderme a cualquier hora del dia o de la noche
Espero que les haya gustado este relato, ya les contare todo lo que vaya pasando con Sabrina mi sirvienta favorita.