Saboreando las esencias de una compañera

De como una curiosidad termina en una parafilia...hemotigolagnia

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Hola mi nombre es Toni, y ya hace mucho tiempo que no escribía aquí. Después de todo este tempo, y pensando que no me iba a pasar nada más interesante de lo que me había pasado, me equivocaba.

Todo empezó de una manera accidental en el trabajo. Un día y debido a una avería en el baño de caballeros de la planta en la que se encuentra mi puesto, decidí en lugar de bajar a la segunda planta entrar en el baño de señoras, total al fin al cabo lo mismo daba, incluso podría disfrutar de un baño mas limpio. Así pues me dispuse a entrar y cuando accedí a uno de los dos baños observé un neceser sobre el mueble. Tras acabar no pude contener mi curiosidad y abrí el estuche, vaya !! estaba repleto de tampones, compresas y pantyliner, alguna de las mujeres tenia la regla.

Levanté la tapa de un pequeño cubo que había junto a la puerta del baño y allí estaba la confirmación. Nada del otro mundo la verdad, hasta que al día siguiente comprobé, por un comentario que le hizo a otra de sus compañeras, que la que se encontraba en esos días señalados era Laura, la chica de la oficina que mas aprecio me tenia.

Por suerte para mi el baño aun no estaba reparado, así que haciéndome el tonto cada vez que tenia necesidad acudía al baño de las mujeres y así de paso, curiosear.

Cada vez la curiosidad iba en aumento, hasta que el asuntó degeneró como a continuación les contaré.

Al cabo de unos tres mese y cuando se estábamos en pleno verano, tiempo propicio para ir mas ligeros de ropa, Laura llegó a esos días suyos. Yo, sin mujer a la que arrimarme, sentía la necesidad de ver, tocar y oler esos fluidos que abandonaban el cuerpo de aquella impresionante mujer, de aquella diosa de piel tostada.

Yo siempre buscaba un pretexto para no utilizar el baño de los caballeros: estaba ocupado, no funcionaba, se había atascado, estaba sucio,… Uno de esos días y tras finalizar Laura su jornada ,se despidió de mi y me dijo que nos veríamos mañana. Al cabo de un rato de salir y quedar prácticamente solo en el edificio, me dirigí a los baños y me dispuse a ver en el cubo. Alli estaba toda una impresionante  cantidad de tampones, compresas y toallitas que había tocado el sexo de Laura y que había dejado impregnada su feminidad.

Con algo de miedo los cogí y los olí, algunos de ellos como si nada, sin embargo otros traían consigo un excelente aroma a mujer.  Los olí una y otra vez e incluso llegue a chuparlos, cosa que me puso taquicardico.

Pasaron varios meses con esta misma situación, hasta que finalmente di el paso definitivo. Estaba cada vez mas salido, y es que Laura estaba cada vez mas buena. Tenía unos pechos normales pero había observado que durante el desarrollo de su ciclo iban cambiando de tamaño de pequeño a no caberles en el sujetador, lo que a mis ojos evidenciaban lo mujer que era.

Un día al finalizar la jornada, y mientras Laura estaba en sus días rojos, se disponía a marcharse y en el último momento dijo un “voy primero al baño”.

Yo me froté las manos, era el último en la oficina y si con un poco de suerte se cambiaba disfrutaría de sus restos.

En efecto, y tras pasar varios minutos, salió junto con su neceser que introdujo en el bolso, y se marcho a casa.

Rápidamente salte de mi silla y me dirigí al baño, entre en el de mujeres evidentemente y cerré la puerta. Cuál fue mi sorpresa cuando sobre el mueble vi un tanga de color negro. Me quedé helado, me había sonreído la suerte así que sin dudarlo lo cogí y me lo llevé a la nariz. Impresionante…. Madre mía como disfrute al llevármelo a la nariz, vaya aroma tuve una erección repentina. No obstante las guarde en el bolsillo y me dirigí al ver el cubo y el premio de los tampones.

Cogi el mas superficial y toma sorpresa, en efecto se había cambiado y el que había dejado aun estaba caliente. Lo tomé, me lo introduje en la boca y disfrute de su calor, de su sabor. .. Lo apreté suavemente hasta que pude degustar algunas gotas.  Buff estaba a punto de correrme sin tocarme, y de repente escuche un ruido en la puerta. No estaba solo.

Recogí mínimamente aquello y salí del baño.

-Qué haces ahí Toni, qué haces en el baño de las mujeres? –dijo Laura

Rápidamente y mientras yo salía del baño ella pasó a entrar.

-¿Que crees que no se lo que haces? Ajaaaaaa !! Que te habrá gustado al menos?

-No se que es lo que dices –dije yo.

-Mira Toni llevo observándote algun tiempo y eres un guarro por no decirte otra cosa. Además esta vez lo he grabado.

-¿Cómo? No puede ser

  • Joder!!! –dice Laura. No puede ser. No es posible. Sabes que puedes coger una enfermedad,madre mia!

-No puedo resistirme, me encanta y encima de ti... mmmm suspiro porque lleguen tus días señalados para disfrutar de tus regalos, ya me entiendes.

-Madre mia. Hoy voy a llegar tarde a casa pero vamos a terminar esto.

Se desnudó por completo, se quedo en sujetador y bragas y comenzamos a jugar. Yo decidí comenzar a hacerle una buena comida de toto. Ella no quería al principio, le dada algo de apuro, pero de la manera que le arranqué las bragas, le quedó claro las intenciones que tenia.

Lechpé toda la vulva, me recree en sus labios menores y finalmente le introduje un dedo. Estaba muy sensible y nada mas sentir la punta de mi dedo dentro se fue una vez. Después pasé a atacar su culo para dejarla descansar unos instantes.

Finalmente regresé a su coño para saborear sus labios menores que destacaban con los bordes marrones sobre los labios mayores y se prolongaban hacia afuera.

-AAAhhhhh sigue, sigue porfavor. Joder, joder, que gusto............aaaaahhhhhh. Me voy, me voy me voy...aaaaaahhhhh.

Le dejé que se viniera en dos ocasiones, cosa que no había experimentado aun,  recogiendo su corrida con mi lengua hasta la última gota del néctar de su chocho, estemeciendose cuando le introducia la lengua, la cual salia un poco rojita.

Tras acabar le dije que además me llevaba su trofeo, enseñándole de mi bosillo el tanga negro.

-Qué cabrón!

-Es mio. Ahora es mio.

-Disfrutalo seguro que te gustará.

-Ya lo creo tiene todo tu aroma. Snifff. Mmmmm.

-Jajaja.

Ese fue el comienzo de los juegos que de vez en cuando y cuando tenía algo de tiempo libre, Laura retrasaba su marcha a casa para darme su pequeño regalo. Incluso en ocasiones deja sus bragas dentro del cubo cuando sabe que yo voy a mirar, o incluso la ultima vez me avisa para que pase a recoger “su regalito”.

A Laura le pone muchísimo saber que yo disfruto tanto de sus bragas como de su regla, tanto que dice que ahora para llegar al orgasmo recuerda aquel dia que lo hicimos en el baño.

Hasta ahora la señora de limpieza casa me pilla en un par de ocasiones, pero no se podrían imaginar lo que hacemos.

Seguiré contando nuestras historias. Gracias por leerlo.