Saboreando a mi perro
Estaba tan excitado que me valió gorro y lo empece a acariciar...
Hola a todos les contaré de una experiencia que tuve con un ser tan complaciente y fiel como lo fue mí querido perro Gaspar:
Recién había salido de la secundaria entre a trabajar a una construcción de departamentos, era tarde ya y empecé a recoger mis cosas y a cambiarme de ropa, en ese momento estaba en el segundo nivel y a través de la ventana se podía apreciar la parte trasera del departamento lo que era el jardín cuando de pronto apareció uno de los albañiles a orinarse en una de las columnas de la construcción y el hombre quedaba exacto bajo mis ojos, quise dar media vuelta y hacer lo que estaba haciendo pero la lujuria se había apoderado de mi y me quede mirándolo como salía el chorro orina de la punta de su pene y vaya que era de buen tamaño, el hombre acabo y sentí unas ganas de tomarlo entre mis manos cuando se la empezó a sacudir, se subió la bragueta y se retiro pues ya era la hora de la salida , cuando note que mi pene había crecido como pocas veces y tenia la verga media mojada, en ese momento ya iban a cerrar y tuve que cambiarme de ropa y recoger mis cosas lo mas rápido posible y salir, aborde un camión y me dirigí a casa.
Al llegar cené y me di una ducha para bajarme lo caliente pues la imagen de aquella verga gruesa y venuda se apoderaba de mi cabeza, ya era de noche y tenia que dormir pues a la mañana siguiente tenia que arreglar el césped de la casa , pero no podía dormir así nada mas y empecé a tocar mi palo y a masturbarme frenéticamente imaginando a aquel hombre metiendo su verga en mi boca y ¡oooh! Saboreando su semen, dulces sueños.
Ya había amanecido y mis padres habían ido a trabajar, tome un desayuno ligero y me dispuse a arreglar el césped cuando salto sobre mi Gaspar mi perro parado de matas y moviendo la cola, era un cachorro apenas con 2 años de edad, por un momento olvide los quehaceres del hogar y comencé a jugar con Gaspar y le lanzaba un balón y volvía a mi con el para que se lo volviera a aventar, pero en una de esas que me tira y caí en el pasto húmedo y desde ese ángulo observe que le colgaba tremendo pedazo de carne entre las piernas haciéndome recordar la verga del albañil que había yo visto en el trabajo, era un pene enorme y se veía suculento que se me empezó a hacer agua la boca por un instante me quede pasmado pues no creía lo que estaba pensando hacer Si lo tenia que tocar, estaba tan excitado que me valió gorro y lo empecé a toca, era una verga caliente gruesa y Gaspar por instinto se empezó a mover como si quisiera coger, para ese momento le empezaban a salir gotitas de semen por la punta del pene que tenia la cabeza rosadita y brillosa, sabiendo que estaba solo y en dicha posición lo jale hacia mi y metí su hinchada verga en mi boca, sabia tan deliciosa pero lo mejor fue el sentir el crecimiento de su tranca adentro de mi boca hasta que ya no cupo y Gaspar jadeante, y excitado no paraba de moverse se estaba viniendo a chorros y no paraba, el sabor de su leche era riquísimo y su olor me ponía súper caliente que yo también estaba a punto de venirme fue cuando Gaspar se separo de mi y en ese momento ambos sabíamos lo que seguía, con la sangre hirviendo y a punto de venirme me baje el pantalón y me quite los boxers para elevar mi trasero frente a Gaspar y empinarme completamente hacia el.
Con una mano guié la punta de su pene a mi entrada anal para que me penetrara, no pude resistir lo mojadito de su pito en mi ano y lo empecé a masturbar rápidamente hasta que Gaspar me trepo y de un jalón metió su hinchado pene en mi interior en un vaivén salvaje, mi perro me había penetrado y yo lo estaba disfrutando al principio sentí dolor pero después fue maravilloso, hasta que me vine abundantemente como nunca me había venido en mi vida. Me pare y sobe el pene ya flácido de mi perrito y fui a ducharme. Desde ese momento todos los sábados Gaspar y yo tenemos encuentros fantásticos en el jardín de casa.