Saber conformarse 2

La historia sigue

Saber conformarse 2

VÍCTOR

Estuvimos bailando lo que quedaba de noche, si de por sí Miriam ya me gusto desde el principio, lo que me demostró esa noche la hizo increíble a mis ojos, Esa noche ice lo correcto, me abría follado a Míriam por su puesto, pero ella se merecía mucho más y quería seguir al lado de ella y ver si de verdad era capaz de darle toda mi entrega.

Estaba muy dolido, en ese momento no sabía lo que sentía, pero tenía una cosa clara, primero tenía que sanarme yo y mi corazón y después ver si lo que había sentido por Miriam esa noche era real o causado por mi rabia y frustración.

Miriam me dijo si quería desayunar, pero le dije que no, la verdad quería estar solo para poder centrarme en reparar Harley Davidson fat boy, era la moto que estaba restaurando mi padre, era su sueño recorrer el país con mi madre sobre esa moto, pero algo tenía ese motor que se resistía a arrancar y al final un accidente trunco ese sueño.

Quien sabe si en algún momento la arreglaba era yo quien lo cumpliría por él.

Miriam- Me voy a casa, me voy a dar una ducha caliente y meterme a la cama, ¿al final ha sido una buena noche verdad?

Yo- Sí que lo ha sido, no te imaginas lo que ha significado para mí, no lo olvidaré nunca Miriam.

Miriam- Yo tampoco.

Desde la puerta de salida me lanzo un beso que le devolví y me puse manos a la obra, no entendía por qué el motor no arrancaba, en principio parecía estar todo bien, decidí desmontarlo y mirar pieza por pieza, axial vería de donde viene la avería y podría pedir el recambio,

Le pedí permiso al jefe para arreglar la moto en el taller, no me puso pegas mientras fuera del horario del trabajo, como era domingo le llame a media mañana para no despertarlo.

Yo- Jefe, me voy a quedar toda la mañana en principio arreglando la moto, te llamo para que si alguien ve luz, no se preocupe.

Jefe- tranquilo Víctor que ya me ha dicho Miriam que te ibas a quedar, oye ya que estás ahí, podrías echarle un vistazo al Renault Megane, el viernes no me dio tiempo de hacerle la revisión y vienen por el lunes.

Yo- Sin problema, después lo dejo a punto, tú a descansar, sabes tienes una hija que vale su peso en oro.

Jefe- Lo sé.

Me colgó riéndose el cabrón y decidí aparcar la moto y ponerme con el coche, cuando estaba mirando el nivel de aceite tocaron la puerta, pensé que sería algún vecino al ver luz en un domingo en el taller, pero cuál fue mi sorpresa que al abrir la puerta no era ningún vecino sino Pilar.

Yo- ¿Qué haces aquí Pilar?

Pilar- Quería hablar contigo, no quería que acabaran así las cosas entre nosotros.

Yo- ¡Así como, me has puesto los cuernos, tienes alguna máquina que haga que olvide eso, porque ni se te ocurra pedirme perdón, desde ya te digo que no!

Pilar- No quería hacerte daño, me dejé llevar, pero no era mi intención engañarte.

Yo- Pues lo has hecho Pilar, y con un tío que no es trigo limpio.

Pilar- ¡Ricardo es de fiar, hablan tus celos!

Yo- ¿Celos?, murieron cuando te vi follando con ese tío, y no es trigo limpio que de eso sé un rato.

Pilar- ¿Te da rabia que prospere, es eso no?

Yo- nadie se hace rico siendo honrado.

Pilar- ¿Lo dice el que ganaba un pastón robando coches, tu actual jefe lo sabe?

Yo- ¡Un pastón!, ese dinero no era para mí, era para pagar las facturas y para que mi hermana tuviera un futuro, y pagamos un gran precio.

Pilar- Tú antes eras un león ahora eres un gatito, ¿qué te ha ocurrido?

Yo- ¡Que he madurado, que al final era verdad te avergüenzas de mí y tus amigos verdad Pilar!

Pilar- ¡No digas eso!, no es verdad jamás me avergonzaré ni de ti ni de ellos, sois mis amigos, aunque ahora ya nadie me verá así, solo que quiero más y vosotros os habéis estancado.

Yo- Abecés hay que saber conformarse con lo que se tiene Pilar, yo pago las facturas y tengo un trabajo, me siento muy afortunado.

Pilar- Porque no te has peleado, pensé que te pelearías por mí, cuando te conocí salía con el más peligroso.

Yo- O con el más imbécil según se mire, ¿quieres saber por qué deje de pelearme?

Pilar- ¡Si!

Yo- Porque mi padre me dijo que se avergonzaba de mi comportamiento.

Pilar no contestó, miro al suelo y su semblante se entristeció, me miro por última vez y me dijo.

Pilar- No me odies Víctor, espero que algún día seas capaz de perdonarme.

Yo- Yo no te odio pilar, pero no puedo estar cerca de ti por lo menos por ahora, me traicionaste de una forma cruel que no me merecía y me has demostrado que no eres la persona que busco para compartir mi vida.

Pilar se dio media vuelta y se fue, pero me dio tiempo a ver una lágrima bajar por su mejilla, no fue un plato de gusto para mí, pero ella lo decidió por los dos, una vez que dio ese paso me dejo sin opciones, espero que sea feliz, pero con ese tío me parece que no lo va a ser.

Al rato volvieron a tocar la puerta otra vez, pensé que seria Pilar otra vez, pero eran El Jota, mi hermana, Toño y Sara, los mire y me sentí aliviado, nada como la compañía de buenos amigos para pasar un mal trago.

Yo- ¿Cómo os habéis enterado?

Toño- Nos ha llamado Pilar diciendo que habéis cortado y que te encontraríamos aquí solo.

Sara- Porque no nos has llamado, hubiéramos pasado la noche congo, ¡abecés eres más bruto!

Yo- No pase la noche solo.

Mi hermana y el Jota levantaron la cabeza y echaron una media sonrisa los cabrones, Toño se dio cuenta y les pregunto.

Toño- Que sabéis que a nosotros se nos escapa, ¡hablad pero ya!

Eva- ¿Has pasado la noche con la hija de tu jefe verdad hermanito?

Toño- Un clavo saca a otro clavo Victorcito.

Yo- Que no es eso animal, paso la noche conmigo, pero solo bailamos, puso un disco con canciones de los años cincuenta y nos pasamos la noche bailando.

Mi rostro y mis ojos se iluminaron al recordarlo, Sara me miro y me dijo.

Sara- parece buena chica, tienes que presentárnosla, a cuidado de nuestro chico con eso ya nos ha ganado a todos.

Todos asentaron con la cabeza y yo les miraba como diciendo seréis cabrones.

Con la ayuda de Toño y el Jota deje el coche como nuevo, mire la moto y pensé otro día será, Sara había hecho la comida y mi madre nos esperaba a todos en casa, al final con todos en casa, las penas son menos y con el cachondeito con Miriam se pasó la tarde.

Mientras fregaba los platos mama y Eva conversaban con Sara sobre el embarazo, Jota y Toño se acercaron a la cocina, me miraron y me dijeron.

Jota- ¿Por lo que me han contado, lo presenciaste todo verdad?

Yo- ¡Sí, vi como ese chuloputa se follaba a Pilar, quería partirle la cara, que escupiera todos los dientes, pero no lo ice por dos motivos!

Toño- Uno es por la promesa que le hiciste primero a tu padre y después le hicimos todos a tu madre, pero ¿y la segunda?

Yo- Por Miriam, no quería que viera mi antiguo yo, no me lo abría perdonado a mi mismo en la vida.

Jota- ¿Qué va a pasar con Pilar?

Yo- Que le vamos a echar un ojo, ese tío no es trigo limpio, robábamos coches y os digo que ese era un BMW de la gama más alta, ningún padre compra ese coche a su hijo por muy forrado que este.

Toño- Te rompe el corazón y tú te preocupas por ella, no cambiarás nunca, déjalo en mis manos yo me encargo.

Jota- ¡No, lo haré yo, Toño vas a ser padre!

Toño miro severamente a Jota, pero este le dijo.

Jota- Toño sé que sabes cuidarte muy bien tu solito, pero no creo que darle preocupaciones a Sara en su estado este bien, ¿no te parece?

Toño asentió con la cabeza y la conversación quedo ahí, luego se lo contaría a Eva, sé que se iba a cabrear, pero no dejaría en la estacada a Pilar, como me dijo una vez mi padre, cuida de la familia aunque esta te decepcione.

Cuando todos se fueron mi madre se me acerco y me pregunto por Miriam.

Mama- ¿Quién es esa Miriam de la que tanto hablan Hijo?

Yo- Es la hija de mi jefe.

Mi madre empezó a poner cara como diciendo no le estarás engañando a Pilar con esa mujer.

Yo- mama ya sé por donde vas, la que me ha sido infiel fue Pilar ayer a la noche y Miriam se quedó toda la noche conmigo, puso un disco de canciones de los años cincuenta y nos pasamos toda la noche bailando.

Debí de poner otra vez esa cara porque mi madre sonrió y me dijo.

Mama- Esa chica ha dejado huella en ti, quiero conocerla, pero parece buena chica, sabes que Pilar nunca me gusto, tal vez Miriam sea la puerta a la felicidad como lo fue tu padre para mí.

Mi madre me dio un gran abrazo y me dijo que siempre estaría para lo que necesitara, que fuerza tenía, toda la vida enferma, puso su vida en riesgo por tenernos a mi hermana y a mí y siempre con una sonrisa, fui a buscar a mi hermana y a prepararme para la bronca.

Yo- Eva, lo he hablado con los chicos, voy a tener a pilar vigilada, ese tío no es trigo limpio y aunque ya no sea mi novia, no quiero que le pase nada malo.

Eva- ¡Tú eres un atontado, pero de los profundos, después de lo que ha hecho joder!

Yo- ¿Qué nos decía papa siempre?

Eva- Que cuidáramos de la familia siempre.

Desde esa noche del baile con Miriam habían pasado seis meses, ya había presentado a Miriam a mis amigos y entre ellos hicieron muy buenas migas, Eva y Miriam se convirtieron en uña y carne, siempre me decía que no la dejara escapar que si no me caparía, la única que no conocía todavía a Miriam era mi madre, le prometí que se la presentaría cuando estuviera preparado.

Mi relación con Miriam fue creciendo poco a poco, quedábamos todos los días después del trabajo, abecés íbamos al cine, otras la invitaba a cenar o me invitaba ella, pero una mañana que subí a por una hoja de trabajo, Miriam estaba agachada cogiendo algo del escritorio y al llamarla, no sé si fue la forma en la que me miro o la forma de moverse, pero algo se movió dentro de mí y me salió natural, la bese, me daba igual que su padre estuviera abajo, bese con todas las ganas y la pasión a esa mujer.

Ella correspondió al beso y cuando nos separamos tenía los ojos vidriosos, entonces le pregunte.

Yo- ¿Te arrepientes?

Miriam- ¿Arrepentirme?, llevaba mucho tiempo esperando esto.

Yo- te gustaría venir a cenar a casa esta noche me gustaría presentarte a alguien.

Miriam puso los ojos como platos y después puso una sonrisa de oreja a oreja, yo sonreí y le dije que normalmente la gente se asustaba cuando tenía que conocer a los padres de su pareja.

Miriam- Yo no, porque esto me deja claro que estás seguro y que me quieres y por ese beso que me has dado intuyo que tanto como yo a ti.

Llego la hora de la cena y al meter la llave han la puerta de mi casa, si vi a Miriam nerviosa, pero se le pasó enseguida cuando vio la sonrisa de mi madre y la calidez con la que la acogió.

La cena fue sobre ruedas, mama y Miriam congeniaron muy bien y la verdad eso me tranquilizo, cada vez que pilar pisaba esta casa, mi madre se ponía a bufar como los gatos, siempre vio algo en Pilar como mi hermana que no les gusto, yo no lo vi, pero lo comprobé en mis carnes.

Esa noche quise repetir la noche del baile y fuimos Miriam y yo al taller, busco el disco y lo puso, se repetía la misma situación, pero esta vez yo no me sentía un desgraciado, sino el hombre más afortunado del mundo, no sé en qué momento ocurrió, pero nos estábamos besando, yo baje hasta su entrepierna y sacándole las bragas por debajo de la falda y vi un coño peludo bien cuidado, pero como me gustan a mí, totalmente mojado y que me llamaba a gritos diciéndome cómeme, Miriam tubo que agarrarse al capo del coche porque si no se hubiera caído.

No sé cuanto rato estuve chupando, lamiendo y sorbiendo, pero cuando Miriam llego al orgasmo me puso perdido, cuando me miro a la cara se tapó la suya para disimular la risa, me cogió de los hombros y me bajo los pantalones, mi polla era de tamaño normal, pero ese hecho fue irrelevante para Miriam que se esmeró en hacerme una mamada y que mamada, señores y señoras, Pilar no le llegaba a la suela del zapato.

Tuve que pararla porque me iba a correr sin poder evitarlo, Miriam se sentó sobre el capo con las piernas abiertas y yo después de ponerme el condón, fui introduciendo mi polla en su encharcada vagina poco a poco, quería sentir cada centímetro, sentir la primera vez que penetraba a esta mujer que amaba más que a mi propia vida, una vez dentro mire a Miriam y cuando vi que estaba preparada, empecé a meter y a sacar mi polla de forma rítmica, Miriam empezó jadeando, pero termino gritando de puro placer, y yo estaba igual o más excitado que ella, cuando Miriam tubo el segundo orgasmo de la noche yo obtuve el mío y mirándola a los ojos la bese.

Yo- ¿No a estado mal nuestra primera vez verdad?

Miriam- Ha estado muy bien, me has dejado todo irritada, al final te has emocionado.

Yo- Si perdona, pero es que me pones muy caliente.

Miriam fue al baño a recomponerse un poco la ropa y a limpiarse, yo estaba mirando mi móvil y me fijé en un mensaje del Jota, además de las dos llamadas perdidas que tenía de él, puse el móvil en silencio para que nadie nos molestara.

Yo- ¿Jota a pasado algo?

Jota- Es Pilar, está en un marrón del tamaño de este planeta y todavía no se ha dado cuenta.

Yo-¿ Pero le ha pasado algo?

Jota- Todavía no, esto tenemos que hablarlo en persona, mañana a las cinco en el local, llamaré a todos.

Yo- Me encargo de Miriam y mi hermana.

En ese momento salió Miriam del baño y me pregunto si pasaba algo.

Yo- La noche que Pilar me engaño, me di cuenta de que ese tío no era trigo limpio, tenía un coche demasiado bueno, incluso para tener padres con pasta, ningún padre le compraría ese BMW de la gama más alta a su hijo.

Miriam- Si ya me di cuenta de que era un coche muy caro.

Yo- Decidimos echar un ojo a Pilar por si las cosas se complicaban y se han complicado, de todas formas mañana a las cinco sabremos más, sé que no te hará gracia escuchar esto, pero no quiero mentirte.

Miriam- Te lo agradezco, y si la cosa es grabe ayudarla, confió plenamente en ti.

Yo sonreí y la abrace besándola hasta que los dos nos quedamos sin aire, deje a Miriam en su casa y yo me fui a descansar a la mía, el sábado por la mañana trabajaba y ya eran las dos de la mañana, veríamos mañana que carita tendríamos los dos en el trabajo, como predije en un momento de la mañana mi jefe se acercó y me pregunto.

Jefe- Que buscas víctor.

Yo- La una, Busco la una jefe.

Mi jefe riéndose me dijo, quien vale para las juergas vale para trabajar, y se siguió riendo el cabrón.

Llego el sábado por la tarde y al entrar por la puerta del local Toño, Sara y El Jota estaban serísimos, Toño nos dio un botellín de cerveza y me dijo que nos sentáramos.

Yo- ¿Qué pasa Jota?

Jota- El tipejo con el que te engaño Pilar, es un captador Víctor, camela a las chicas y terminan subastándolas en cualquier cuchitril, y eso no es lo pero de todo.

Yo- Suéltalo ya Jota.

Jota- Su jefe es el mismo cabrón para el que robábamos los coches, el mismo que delato a tu padre.

Apreté con tanta fuerza el botellín de cerveza que estallo en mil pedazos, apreté los dientes y en mi mente solo cabía una palabra venganza.

Continuará.