Sábadas empapadas

Despierto violentamente, sin saber por qué

despierto violentamente, sin saber por qué. La sábanas empapadas en sudor se pegan a mi piel clara y siento sed, mucha sed. Salgo de la cama, y sin éxito busco el interruptor de la luz. Click, click. No funciona y a oscuras busco a tientas la puerta del baño. La luz de la luna entra por la ventana y me permite ver mi silueta en el espejo. No veo apenas mi cara, sólo un destello en los ojos y el brillo de unas gotitas sobre mi cuello. Entonces lo oigo y sé que ha sido él quien me despertó hace un momento ... Auuuuuuuuuuuuuuuu! me pego a la pared, sobresaltada y entonces me doy cuenta de que hoy la luna está llena. Él ha debido escapar de nuevo, y seguramente me está buscando.

Me tumbo en la cama, es inútil ocultarse y quizá ni siquiera quiero hacerlo. Recuerdo la última vez y palpo las marcas que aún tengo en el cuello (y en el alma). Recorro mi pecho con los dedos separados para abarcar más y más carne trémula. Mi ombligo, la base de mis pechos, mis caderas ... no puedo esperar mientras acaricio uno de mis pezones y a la vez trato de contener el temblor de mis muslos. Ya está aquí, puedo olerle e inconcientemente separo mis piernas dejando mi sexo húmedo ante su vista justo cuando de un salto se encarama a la ventana.

Tómame! exclamo dejando en mi grito los últimos restos de firmeza. No me dan miedo esos ojos alucinados ni su forma de arrojarse sobre mí. Me hiere y araña a la vez que arroja contra la pared los restos destrozados de mi camisón. Quiero agarrar su polla, dirigirle, mandar, pero un fuerte mordisco en el cuello anula mi voluntad y algo se nubla ... estoy entregada y sé que sólo se irá cuando esté satisfecho. Vuelve a aullar cuando se corre entre gruñidos. Me muerde ahora la nuca, fuerte y me penetra por detrás. Comienzo a gozar de nuevo y mi lengua recorre el exterior de mis labios mientras noto su peso sobre mí ... algo estalla en mi mente y creo desmayarme ...

Cuando despierto de nuevo, confundida por el extraño sueño, no hay nadie allí ... pero varios chorros de leche resbalan por mis piernas y mi vientre ...