Rumores

Diálogos de una clase de salido/as

Relato 2

Rumores uno

Óscar - Tio, no sabes lo que pasó anoche.

Juan - ¿En la fiesta que hubo después de la cena?

Óscar – Si claro, pero no hubo nada especial en la fiesta, pero luego me enrollé con Elisa.

Juan - ¿La empollona? ¿Qué dices?

Óscar – Como te lo digo, parece que le va la marcha más que a nosotros.

Juan – Oye, tampoco te pases. Pero no me esperaba algo así de ella, ni de broma.

Óscar – Como te lo digo, ni yo me lo esperaba. Pero de esto ni una palabra a nadie, a nadie, ¿entendido?

Juan – Claro claro, lo entiendo.

María – Menuda fiesta de anoche, no me esperaba algo de ese estilo.

Mónica – Lo malo fué la panda de salidos de clase, nunca van a cambiar esos tios.

María – Pero si es divertido, podías insinuarte a uno y dejarlo a 2 palmos de narices sin que pudiesen evitarlo.

Sandra – Eso es cierto, aunque tampoco tiene tanto mérito, siempre los dejamos empalmados, jajaja.

María – Rectifica, siempre están empalmados, que es diferente.

Elisa – Sandra, ¿sabes si al final va a entrar el tema 4 de Biología?

Sandra – Que va, la maldita profesora aún no dijo nada. Y por desgracia no soy adivina.

Elisa – Gracias, al final fijo que entra, me lo estoy temiendo.

Sandra – Si, por desgracia. Pero ya copiaremos de tí, como siempre eres la mejor......

Elisa – Ya ya, amigas para esto...............

Sandra – No te quejes, que bien que lo pasaste anoche, o eso cuentan por ahí.

Elisa – Que va, si solo le di un ligero morreo a Óscar, ¿o piensas que voy a darles una oportunidad a esa peña?

Sandra – Pues eso no es lo que dicen, casi cuentan que te follaste a ese tio.

Elisa – Que capullos, un simple beso y ya exageran hasta convertirlo en un polvo. Lástima que sigan vivos.

Sandra – Entonces no hubo nada, ¿no?

Elisa – Un morreo, malo por cierto, pero un morreo. Ni meter mano ni nada. Si es que borrachos no sirven ni para eso.

Sandra – Dímelo a mi, que al final no sabían si era yo o era María.

Juan - ¿Sabes que la Elisa se acostó con Óscar en la fiesta? Bueno, después de la fiesta.

Alberto – Ostia tio, ¿no jodas? ¿Elisa la monja empollona? Pero si nadie pudo enrollarse con ella, dicen que es virgen, incluso de boca.

Juan – Para nada tronco, estuve hablando con Óscar antes, y me lo contó todo. Y de monja nada. Menuda zorra.

Alberto – Todo fachada, típico en las tias, aparentan algo pero luego son completamente diferentes.

Juan – Pues ya ves, si al final les gusta más una polla que estar cotilleando.

Marta - ¿Pero es cierto o es todo una trola de esos salidos?

Humberto – No se si es cierto o no, solo se que es lo que están diciendo todos, y además que todo cuadra, esos 2 se fueron juntos después de la fiesta. Y Noemi jura que los vió irse juntos.

Marta – Ya tio, pero de ahí a afirmar que estuvieron follando, hay mucha distancia. Y más sabiendo que Óscar estaba borracho como siempre, y que Elisa no es la clase de chica que se acueste con alguien así.

Humberto – Eso es cierto, pero no hay nada que demuestre lo contrario. Y dicen que hubo más testigos.

Marta – Ja, imposible, si estábamos todos en la fiesta, salvo Noemi que estaba fuera charlando con su novio, y Ricardo, que estaba en su casa con la pierna escayolada.

Humberto – Esto parece un culebrón, encima porno, lo no va más, jajaja.

Rubén - ¿Pero donde estuvieron follando?

Alberto – Supongo que irían a la casa de ella, sus compañeras de piso estaban en la fiesta.

Marta – Que va, si regresé pronto a casa y ella no estaba.

Alberto – Y al piso de Óscar tampoco fueron, que ese capullo no se acordó de llevar las llaves y estuvo llamando a las 10 de la mañana hasta despertar a todo el mundo.

Marta – Como no lo hiciesen en un descampado o en un portal, no sé donde pudieron follar.

Rubén – Un descampado no creo, lloviendo no es lo más adecuado.

Alberto – Un portal tampoco es tan incómodo para follar.

Marta – Acaba de hablar un experto, jajaja.

Alberto – Envidiosa.

Sandra – Joder tia, que parece que Elisa está preñada.

Mónica - ¡No jodas! ¿Pero eso no se sabe al mes o así de follar?

Sandra – Eso pensaba yo, pero hay quien dice que Elisa tiene un buen retraso ya, y sabiendo lo que pasó después de la fiesta, no hace falta el predictor.

María – Ostia, pues menudo marrón, ahora si que se le acaba la vida.

Mónica – Y todo por el capullo de Óscar, seguro que se lava las manos y la abandona. Pobre, habría que caparlo, yo me ofrezco voluntaria para cortarle las pelotas.

Sandra – Ya estamos, con tal de haber sangre, tú te apuntas a los que sea, jajaja.

Elisa - ¿Qué tal va la pierna?

Ricardo – Fatal, sigue escayolada, como puedes observar.

Elisa – Encima que tienes vacaciones, te quejas. Si es que eres la ostia tio.

Ricardo – Ya ves, soy de lo peor. Muchas gracias por los apuntes, aunque sabes que no hacía falta que me los trajeses.

Elisa – Tranquilo, no es ningún problema. Así me ayudas en un par de problemas de Biología, que es lo tuyo.

Ricardo – Claro, en lo que haga falta, como siempre.

Pilar - ¿Cuánto tiempo dices que están saliendo juntos?

Diego – Pues desde aquella fiesta, aunque nadie los vió juntos.

Pilar – Vale, entonces es una coña, no salen juntos.

Diego – Me extrañaría muchísimo que fuese cierto, pero ni sabemos nada de la vida privada de Elisa, ni sabemos si Óscar dice la verdad.

Pilar – Resumiendo, no están saliendo juntos.

Elisa – Vale, entonces lo entiendo, tampoco parece tan difícil.

Ricardo – Para nada es difícil, tan solo hay que tener mucho cuidado en llevar bien los números, con algo de orden es muy sencillo.

Elisa – Si, quien lo diría de tí eso del orden, jajaja.

Ricardo – Y quien diría de tí que estás saliendo con el pesado de Óscar.

Elisa – Ostia, y yo sin saber esa noticia. ¿Desde cuando estoy saliendo con ese capullo?

Ricardo – Por las noticias que tengo, desde esa famosa fiesta.

Elisa – Juas, sabes que no hubo nada.

Ricardo – Yo solo sé lo de esa noche.

Elisa – Joder, que sabes que no hubo nada.

Óscar - ¿Cómo que Elisa está preñada?

Juan – Si tio si, menuda putada.

Óscar – Pues es más zorra que todas las demás, a saber a quien se folló sin condones.

Juan – Nadie lo sabe, pero hay quien dice que tiene un buen retraso. Puede que ya estuviese preñada antes de estar contigo.

Óscar – Pues seguro, va de niña buena y es más puta que las zorras.

Juan – Lástima, con lo buena que está, y sea tan zorra. Podía ser un buen partido.

Óscar – Bueno, ahora es un buen partido, follar y punto.

Mónica – Marta, ¿te apuntas a la cena de este viernes?

Marta – ¿Algún motivo en especial para cenar todos juntos?

Mónica – El motivo es lo de menos.

Marta – En ese caso me apunto.

Pilar – Y yo me apunto, sea donde sea, si luego hay fiesta.

Sandra – No me hables de fiestas, que aún estoy resacosa de anoche.

María – Rectifica, tú estás resacosa siempre.

Sandra – No siempre, a veces estoy borracha tia.

Marta – Espero que no te follases a nadie, no vayas a estar preñada tú también.

Sandra – No sé tia, no me acuerdo si estuve follando o no.

Mónica – Eres la ostia tia, follas y ni te acuerdas.

Pilar – Recuerda que es Sandra, la lógica es incompatible con ella.

María – Todo es incompatible con ella, menos el alcohol, claro.

Sandra – Te jodan, mala amiga.

Mónica – Entonces nos vamos de cena el viernes todo el mundo, ¿vale?

Elisa – Vale, por mí de acuerdo, yo voy que no tengo nada mejor que hacer.

Mónica – Si puedes avisa a Ricardo, a ver si puede ya acudir. Que dentro de poco no vamos a saber ni como es.

Elisa – Cuando lo vea se lo digo, que no sale de casa ni para ligar, es un vago.

Pilar – Sigue igual, en eso nunca cambiará.

Mónica – Pues si al final acude a la cita, vamos a estar todos de nuevo. Y luego de fiesta.

Sandra – A eso si que me apunto, si hay alcohol de calidad.

Elisa – Pobre hígado, me da pena y todo.

Sandra – Para nada, está bien entrenado.

Humberto – Espero que lleves condones suficientes, quien sabe lo que pueda pasar luego.

Juan – Mis contactos me aseguran de que un nuevo cargamento de gomas estará listo en el momento oportuno.

Humberto – Es decir, tienes un paquete sin usar.

Juan – 2 paquetes, más concretamente.

Humberto – Espero que sean suficientes, que la peña está muy salida.

Rubén – Ninguna novedad, incluso las tias tienen más ganas de follar que nosotros.

Juan – Tú no sabes las ganas que tengo yo.

Humberto – Porque tú no follas, por eso tienes tantas ganas.

Juan – Va a hablar el que se folla a una diferente cada día.

Humberto – Pues no estaría mal, ¿donde hay que apuntarse?

Alberto – Me imagino que la cena se celebrará en el restaurante de siempre, ¿no?

Diego – No sé, solo me dijeron que querían quedar este viernes, pero no sabían donde.

Juan – Por lo menos es un buen sitio, barato, se come bien, y está cerca de los sitios de marcha.

Diego – Lo de barato es importante, si si.

Rubén – Ya te digo, que estoy bastante mal de pasta este mes.

Alberto – Tio, métete de gigoló a ver si por una vez no tienes que pedir dinero.

Diego – No creo que funcionase, tendría que pagar para tener clientes en vez de cobrar por ello, jajaja.

Rubén – Mejor me hago chulo, y os pongo a currar como putos.

Juan – Oye, si es de lujo, menos de 500€ por sesión no cobro.

Rubén – A tí te meto con las mayores de 90 años, para que las mates de placer.

Diego – O de susto las mataría, jajaja.

Juan – Que os jodan.

Noemi – Podeis venir a mi casa, mi madre no va a estar.

Pilar – Lo malo es que yo paso de matar a todos con lo que pueda cocinar yo.

Mónica – Siempre podemos pedir unas cuantas pizzas y encargar bebida, y asunto arreglado.

Sandra – Solo bebida con alcohol, que os conozco. Que me quereis meter agua en la cena, y eso es malo para la salud.

Mónica – Pues tú te encargas de la bebida, ya que eres una experta en ese tema.

Elisa – Pero pilla algún refresco, que paso de cenar con alcohol.

Sandra – No sabes lo que te pierdes.

Elisa – Pues prefiero no saberlo. Y me tengo que ir, que a ver si puedo repasar un poco para el examen de mañana. Pasarlo bien.

Noemi – Venga, estudia mucho. Y asunto arreglado, todo el mundo a mi casa.

Pilar – No os olvideis de los condones, que segura que se van a gastar unos cuantos.

Noemi – Fijo, pero sin pasarse, que no quiero dormir en el sofá mientras tú estas follando con alguno.

Mónica – O algunos, jajaja.

Sandra – O algunas, que puede ser también, juas juas.

Pilar – Cabronas, lo que quereis es una buena orgía.

Mónica – Hombre, ya que lo dices...............

Humberto – Así que sigues sin saber si Elisa está preñada o no.

Marta – Nadie lo sabe fijo, pero tampoco se lo vamos a preguntar directamente, imagínate si no quiere decirlo.

Humberto – Pues lleva días actuando de manera muy normal, como siempre.

Marta – Pero ella es así, nunca podrás averiguar nada. Ni siquiera sabemos si tiene novio o no.

Humberto – Bueno, se supone que está saliendo con Óscar, aunque solo sea un rollo pasajero.

Marta – Este viernes ya veremos si es cierto todo o no. Aunque después de tanto tiempo, algo de verdad debe de haber, una trola no dura tanto tiempo.

Noemi – Lo siento tias, pero mi casa no estará disponible este finde, al final mi madre se queda y encima su novio también se queda a dormir.

Mónica – Que lástima, supongo que tendremos que ir al sitio de siempre.

Noemi – Eso me temo.

Marta – Siempre podemos quedar en el merendero y llevar las pizzas y las bebidas allí.

María – Es buena idea, por una vez piensas y todo, jajaja.

Marta – Ya ves, algo que tú nunca haces.

Pilar – Pues quedamos el viernes en el merendero, decidido.

Juan – Tio, que al final quedamos en el merendero, la fiesta se celebrará allí.

Rubén - ¿Fiesta o simple cena?

Juan – Primero botellón y pizzas, y luego orgía.

Rubén – Tus ganas lo de la orgía, no creo que las tias se atrevan.

Alberto – Teniendo en cuenta lo de Elisa, yo creo que se atreven a eso o más.

Juan – Por cierto, escuché por ahí que Elisa ya fué al hospital en varias ocasiones.

Alberto - ¿Si? ¡No jodas! Aún va a ser verdad que se folló a Óscar sin condones y ahora está preñada.

Rubén – Joder, esto ya es la ostia.

Alberto – Y más sabiendo que follaron en un portal.

Juan – Solo falta que se tire a un par de profesores para liarse el asunto mucho más.

Rubén - ¿Sabías que Elisa ya visitó el hospital varias veces?

Humberto – Eso si que es nuevo, no tenía ni idea.

Rubén – Si tio si, a lo mejor el capullo de Óscar aparte de preñarla le metió algún bicho de esos.

Humberto – Joder, eso le pasa por follar con cualquiera, y sin gomas además.

Rubén – Para que luego digan que hay información.

Marta – Pues vaya, encima de preñada, enferma.

Alberto – Mientras no sea nada grave, siempre se puede recuperar. Lástima que tenga que abortar.

Marta – De lástima nada tio, que aún es joven para ser madre, y a saber como pueden nacer esos crios. Leí que la sífilis puede causar cegueras en los recien nacidos.

Alberto – Pues entonces si que tendrá que abortar. Menudo marrón.

Marta – Por lo menos lo lleva bien, no se le nota todo lo que está pasando. Eso sí que es de admirar.

Alberto – Pero eso no quiere decir nada.

Marta – Ya lo se tio, pero no se vino abajo aún. Yo no podría aguantar estando preñada ahora, y encima con tantas cosas de enfermedades. Y sigue estudiando, ya le vale.

Óscar - ¿Como que acaba de abortar? ¿Donde?

Diego – Ni idea, pero están diciendo que por estar con sífilis y movidas así, tuvo que abortar, además que estaba de gemelos.

Óscar – La puta, eso quiere decir que se enrolló conmigo estando ya enferma. Que puta es. Yo la mato, a saber que me metió.

Diego – Pues de todo, eso fijo. Lo mejor es que se lo preguntes mañana, cuando quedemos en el merendero.

Óscar – Si si, le pregunto y luego la mato por cabrona. Tio, que me puedo morir por todo eso, joder.

Diego – Y tú y los demás que se acostaron con ella, no eres el único.

Óscar – Que se jodan los demás.

Mónica – Esto es la leche, ¿el capullo de Óscar se va a morir?

Pilar – Eso escuché en el pasillo, estaba hablando con Diego y escuché eso.

Mónica – La madre que lo parió, es un capullo, se hace la víctima pero todo esto es culpa suya por salido.

Sandra – Joder tia, que casi sin enterarnos se van a morir 2 compañeros de clase.

Mónica – Oye bonita, una compañera, al otro como si le dan por culo y se muere ya.

Sandra – Lo que tú digas, pero eso no quiere decir que no nos importe su situación.

Pilar – Y todo por follar sin condón, a quien se le ocurre...............

Elisa – Es una pena que te perdieses todos estos días de clase.

Ricardo – Pero paso de ir con la pierna como la tengo, mejor me quedo en casa.

Elisa – Excusas, eso no cuela.

Ricardo – Me da igual, el sofá es mucho más cómodo que las sillas de clase. Y cuéntame, ¿como va todo por allí en mi ausencia?

Elisa – Pues va todo muy raro, la peña debe de estar poseída o algo así.

Ricardo – Eso de raro no tiene nada.

Elisa – Te digo yo que sí, que cualquiera diría que están evitándome, como si tuviese la peste, o algo peor.

Ricardo – Lo que pasa es que se terminaron los exámenes, y ya no necesitan que les ayudes, jajja.

Elisa – No, no es eso. Pero da igual, vámonos ya, que vamos a llegar de últimos.

Pilar – Joder, que pocas ganas de cenar tengo con todas estas movidas.

María – Ya te digo, solo vine para ver si se arregla todo esto, porque yo pasaba de venir.

Noemi – Ya somos 3.

Rubén – Pues deberíamos comer algo, mientras llegan Elisa y Ricardo, que tal y como está aún puede tardar un poco.

Alberto – Pues hablando del rey de Roma, allí llega la parejita.

Óscar – Si si, el pata rota y la puta.

Mónica – Y tú el capullo.

Humberto – Calmaros un poco, que venimos a pasarlo bien que ya se acabaron los exámenes.

Sandra – Y a beber, eso es lo que importa.

Marta – Eso es lo que te importa, mejor dicho.

Rubén – Por lo menos las pizzas siguen calientes.

Mónica – Y los ánimos ni te cuento chaval.

Elisa – Buenas noches, perdonad el retraso pero hay quien no puede correr todavía.

Ricardo – Por lo menos ya puedo andar un poco.

Juan – Hola Ricardo, ¿qué tal andas?

Ricardo – No ando, me desplazo simplemente. Pero dentro de poco ya podré caminar como antes.

Noemi – Eso espero, que nos tienes muy abandonadas en clase.

Pilar – Eso es cierto, no nos quieres nada.

Ricardo – Sabeis que no es verdad, sois vosotras las malas, que no me vais a visitar a casa. Solo Elisa tuvo la decencia de hacerme alguna visita.

Óscar - ¿Elisa la decente? Querrás decir la puta, ¿no?

Elisa – Oye tio, ¿de que vas para decir eso?

Óscar – Pues lo debes saber muy bien, que es lo tuyo.

Juan – Todos lo sabemos, no sé de que te sorprendes.

Elisa - ¿Pero sabeis que? No me estoy enterando de nada.

Rubén – Pues lo tuyo que le pasaste a Óscar, que se está muriendo, joder.

Elisa - ¿Qué yo le pasé qué?

Óscar – Encima de puta, retrasada.

Mónica – Y tú un capullo, que todo esto es por tu culpa, a ver si te mueres ya.

Juan – Callate niñata, contigo no va nada.

Humberto – Joder, no me esperaba algo así.

Marta – Yo sí, por desgracia.

María – Yo también.

Ricardo – Pero vamos a ver, ¿que es ese cuento de que Óscar la va a palmar por culpa de Elisa?

Rubén – Pues eso, por culpa de esa tia, Óscar tiene cantidad de enfermedades venéreas, y ya casi está en las últimas.

Juan – Óscar y a saber cuantos más, que seguro que se folló a muchos más.

Pilar – Joder, ¿eso es cierto Elisa?

Elisa – Cuando sepa de que estais hablando, te lo digo. Ahora mismo no tengo ni idea de que va todo esto.

Diego – Pues de la otra vez que quedamos, que te tiraste a Óscar después de la fiesta y le transmitiste varias enfermedades.

Elisa - ¿QUÉÉÉÉ?

Sandra – Si tia sí, aunque tuvieses que abortar por todo eso, que también lo sabemos.

Ricardo – Ostia, no voy a clase un tiempo y esto es lo no va más.

Humberto – Joder, ¿no me digas que tú no sabes nada?

Ricardo – Pues no, Elisa solo me contó lo del morreo con Óscar, no sabía que follaron luego.

Elisa - ¡¡ES QUE NO FOLLAMOS!!

Juan – Eso lo dirás tú bonita, pero Óscar no dijo lo mismo.

Elisa – Pero si estaba más pedo que Sandra incluso, ¿cómo voy a follar con alguien así?

Rubén – Pues ya nos dirás que pudo pasar.

Marta – Eso, que yo ya no sé que pensar.

Óscar – Si todo está bien claro, no sé como quereis escuchar a la mentirosa esa.

Elisa – Capullo, ¿tú te acuerdas de algo o estás flipando?

Óscar – Me acuerdo de lo importante, de que nos enrollamos.

Elisa – ¿Y como vas diciendo que follamos si tan solo fué un morreo, y bastante malo por cierto?

Óscar - ¿Pero que dices? ¿Quieres seguir engañando a todos?

Mónica - ¿Solo un morreo?

Elisa – Si tia si, y malo además. Así que lo llevé a su portal, y lo dejé allí a dormir la mona.

Juan – Claro, si ya sabíamos que estuvisteis follando en un portal, ahora ya sabemos que portal.

Elisa – Este tio es gilipollas, si digo que lo dejé allí a dormir, es DORMIR, no FOLLAR.

Rubén - ¿Y que es eso de que estuviste preñada y tuviste que abortar?

Elisa – ¿Y eso quien coño dijo eso?

Alberto – Pues no sé, pero alguien se enteró. Además que te vieron en el hospital varias veces.

María – Claro, y como la regla se te retrasaba, se suponía que estabas preñada.

Elisa – Al hospital fuí para pillar unos libros en su biblioteca, para ayudarme en un trabajo de clase. Y lo de la regla, ni me imagino quien se pudo inventar algo así.

Marta – Pues a mí me lo parecía, y eso que vivimos juntas.

Elisa – ¿Y no se te ocurrió preguntar?

María – Pues no, a mí no se me ocurrió preguntar tampoco.

Elisa – Tonta una, tonta otra, tontas las 2.

Noemi – Resumiendo, ¿ni follaste ni le metiste nada en el cuerpo a Óscar?

Elisa - ¿Cómo va a ser cierto si hace meses que no follo con tios?

Noemi – Ni que fueses virgen tia.

Elisa – Joder, no lo soy, pero con tios no follo casi nunca, prefiero hacerlo con chicas.

Humberto – La ostia, resulta que es bollera.

Juan – La madre que me parió, esto si que no me lo esperaba.

Elisa – Es que no voy con un cartelito en la frente anunciando que me van las tias.

Óscar - ¿Entonces yo no tengo nada?

Elisa – Tu lo que vas a tener es una patada en las pelotas.

Óscar - ¡¡JODEEEEEEEERRRR!! ¡¡QUÉ DAÑOOOO!!

Humberto – Solo de pensarlo me muero de dolor.

Ricardo – Y yo y yo, menuda patada más bien dirigida.

Diego – Uuff, no me extraña que se encuentre en el suelo.

Mónica – Óscar, te jodes por capullo, y tienes suerte de que no te vaya a dar otra patada, o podías cantar como los ángeles estando capado.

Óscar – Como duele, como duele, joder joder.

Elisa – Yo me largo, ya no quiero saber nada de vosotros.

Ricardo – Quédate mujer, que parece estar ya todo solucionado.

Sandra – Eso, quédate. Y perdona, todo el mundo estaba equivocado.

Humberto – Yo también me quiero disculpar, creo que sacamos conclusiones demasiado precipitadas.

Mónica – Lo sentimos Elisa, de veras.

Pilar – Opino lo mismo.

Elisa – Bueno, me quedo, pero después de todo lo que pasó, no creais que os pueda perdonar tan facilmente.

Rubén – Pobre Óscar, aún le sigue doliendo.

Mónica – De pobre nada, sigue vivo por desgracia.

Sandra – Joder, ya me acabé una botella, ¿cual quereis abrir ahora?