rubia y angelica
El pecado más preciso...
Maximo estaba ya adentro de su auto manejando hacia su depto, pensando en aniquilar las noches de mucho wiski con peliculas especiales que Berenger coleccionaba; empezaban a caer las primeras gotas de una tormenta anunciada.
- Maldita sea mi suerte con mi dialecto tan abundante no consegui nada para picar esta noche -.
La tormenta se hizo muy intensa, casi no se podia ver nada, era imposible manejar en esas condiciones y más teniendo en cuenta la cantidad de wiski que habia ingerido Iwan, lo mas prudente era parar y descansar en algun hotel.
Entre la lluvia que caia abundantemente, diviso el Hotel Promenada, esta carectizado como uno de los establecimientos más prestigiosos de Bs As dentro de su categoria de tres estrellas, se encuentra ubicado a una cuadra de la peatonal "Florida" principal arteria comercial de la ciudad.
Iwan se desperto como a las 10:30 de la mañana, y asi como lo hizo partio raudamente para su casa, las calles en algunas zonas eran inaccesibles, debido a la cantidad de agua que cayo, y como es de costumbre en este pais todo se inunda., despues de arriesgarse y cruzar una pequeña laguna, Máximo nota que habia reventado una rueda, quedo barado frente a una plazoleta muy linda y que el desconocia.
Iwan se arremango la camisa y se dispuso a cambiar la rueda, la idea mucho no le agradaba ya que estaba acostumbrado a que le hagan todo.
Cuando termino, levanto la mirada y vio unas piernas muy bonitas enfundadas con unas medias blancas hasta las rodilla, se incorporo rapidamente y sus ojos recorrieron el cuerpo de una hermosa niña vestída con un precioso uniforme de colegiala, una pequeña faldita a cuadros escocesa y una camisa blanca bien señida con el que sus considerables pechos se oprimían y marcaban bastante.
Su hermosa melena rubia ondeaba con la brisa de la mañana su cara angelical, con unos enormes ojos azules y unos labios rojos extremadamente sensuales.
Hola me llamo Máximo Iwan atino a decir.
Encantada yo soy Agustina, no te acordas de mi.
Máximo enarco las cejas, trato de recordar noches de juergas y penso si yo la conociera ya estaria preso.
No, no creo que nos conoscamos.
Bueno quizas no me recuerdes por que yo era muy pequeña en ese entonces, pero de seguro recurdas a mi Padre, él y tu trabajaron juntos en la " La Sociedad Argentina de Antropología ".
¿Quien es tu padre?
Frank Emerson!!!
No puede ser, yo a esta niña la tuve en mis brazos miles de veces, le cante canciones de cuna en varias ocaciones, y ahora esta hecha un infierno, mi mente esta teniendo mil fantasias con esta niña, es el pecado mas hermoso que pueda cometer; decia mientras la acribillaba con la mirada.
Si ya te recuerdo ¿como has estado?, veo que has crecido bastante y muy bien, ahora si lleva tu nombre con merecimiento.
A que te referis.
Agustina del (latino), la que merece veneracion.
Bueno muchas gracias es realmente un elogio viniendo de vos Iwan, ¿ te puedo llamar asi?.
Si no hay problema, ¿como es eso, que viniendo de mi?.
Mi padre siempre me habla maravillas de vos y de lo mucho que te admira.
Gracia tu padre es un gran hombre y muy dedicado al trabajo.
Máximo me encanta tu auto, me encantaria dar unas vueltas en él.
Iwan tenia un Pontiac Trans Am del '83, el de la famosa serie KNIGHT RIDER. Claro que con semejante auto tenia asegurado el alpiste para su pajarito cuando a el se le cante.
Máximo era un tipo serio, de estatura mediana 1.68 cm, con algo de volumen en el cuerpo, ojos negros medios achinados, las cejas parecia que se las hubiera depilado, moreno con pelo negro ensortijado, poco agraciado, pero honesto sincero y feliz.
Iwan miro su reloj que daban las 11:47 hs y le dijo a la joven - Vas a llegar terde a la escuela - mientras recorria con su mirada de animal cada cm de su cuerpo.
Hoy no tengo ganas de entrar al cole, hoy quiero divertirme, no tengo dinero pero si bastante tiempo libre.
Ah y tienes algo en mente.
En estos momentos muchas cosas y todas te involucran.
Sos muy directa ¿que edad tenes?.
16 pero soy muy madura.
Para ser una niña de 16 años, tenia las curvas bastante marcadas, estaba muy bien desarrollada aunque no era tan raro ya que en esta epoca las pebetas se desarrollan a temprana edad.
Donde me vas a llevar?.
Estas jugando con fuego chiquita y te puedes quemar.
Solo quiero dar un paseo con vos en tu auto.
Iwan sabia a donde queria llegar la niña, y el no opondria resistencia alguna, tal vez la pebeta se lo este buscando, se decia asi mismo mientras abria la puerta de su auto para que Agustina suba y encuentre su destino.
La niña tiro una sonrisa perversa y subio, Iwan tenia la mente completamente llena de deseos incontrolables para el cuerpo.
Ya en el auto la joven hablaba con Iwan en un tono que llamaba la atencion, Máximo la miraba ya con los ojos ardientes, mete tercera y su mano siente el tibio rocer de la pierna de Agustina.
- Jesucristo dijo Iwan, mi moral estaba aniquilando mis instintos, pero estos se resistian a morir.
Ella se apreto los labios y le acaricio la mano, con ese gesto se tendria que atener a las consecuencias.
- Que me pasa? mis ojos no pueden evitar mirar a esta pebeta con sus piernas hermosas, que ahora apreciaba en su totalidad.
Agustina miro a Iwan y noto su cara de vicioso depravado, con lo cual ya se daria cuenta a donde llevaria ese paseo.
Ella puso su mano sobre el regaso de Máximo y el ya estaba empezando a sentir las primeras convulciones. Se miraron y en ese momento ya sabian lo que cada uno deseaba.
Iwan paro en seco el auto y la miro, ella le retruco con una mirado que podia hacer pecar hasta el más santo.
Ya casi llagamos a mi departamento, ¿donde queres que te deje?.
Por que no me invitas a conocer tu depto.
Ya estoy jugado igual dentro de poco me voy del país, yo me juego, pensaba Iwan - si por que no -
Todo estaba dispuesto entraron con el auto a la cochera y subieron por el ascensor, el depto quedaba en un quinto piso, bajaron y entralon al lobby era un espectaculo lujosamente amoblado y totalmente equipado, Agustina se sento en un sofa desabrocho uno de sus botones, lo que hacia apreciar parte de su generoso busto, Iwan por su parte puso algo de musica y sirvio dos copas de vino, la edad de la joven ya no era un problema para él.
Agustina se levanta a tomar lo que le ofrece Iwan, chocan las copas y ella se arquea hacia adelante para cambiar de musica, a él le palpitaba fuertemente el corazón al ver tanta belleza posicionada para el delito inevitable, ella giro la cabeza y lo miro por encima de los hombros y escruto - ¿te gusta? - y arqueo la espalda haciendo lucir lo que Dios le habia otorgado.
Te insinúas, me provocas, la pasión es un regalo de los dioses pienso, mientras oigo tu respiración que se agita por momentos, ligeros signos de excitación que en tu inocencia no podias ocultar, te delataban ante mi ojo conocedor, no puedo evitar sentir este fuego dentro de mi cuando te miro, cada curva de su cuerpo me provoca un deseo incontrolable que nesecito calmar, pensaba Iwan rendido ante sus instintos.
ya no pudo más y el anhelo de acariciar a la dulce jovencita fue más fuerte que su moral, que para esa altura ya se habia destruido.
Agustina sentí el aliento de Máximo en su nuca y el calor de sus labios depositando un beso abrasador en su cuello perfecto y sensual. Ella solo suspiro y arrimo sus caderas hacia Iwan, él con sus manos empezo a recorrer esas maravillosas piernas que tanto lo volvian loco.
Tomo la mano de ella y la puso en la parte de su cuerpo que reclamaba atención urgente y que ella con curiosidad casi infantil recorrió ese lugar donde Máximo tenia encerrado el pecado a punto de estallar y salir de su encierro cuando ella disponga.
Él agilmente desabrocho la camisa de Agustina puso su mano en la espalda de ella y de un solo movimiento la saco el sosten, dejando apreciar esos monticulos blancos redondos y hermosos listos para ser explorados.
Iwan comenzo a jugar en esas montañas con besos prometedores, la respiración de ella se aceleraba con cada caricia, veía sus ojos brillando y su cara mostraba un placer intenso.
Él se dispuso a desabrochar su pantalon pero ella lo detuvo.
- Quiero hacerlo yo -, dijo Agustina con la voz entrecortada mientras se arrodillaba y con sus labios recorria el abdomen de él y sus manos hicieron caer el pantalon al suelo dejandolo con un boxer negro, que ya no podia ocultar su deseo .
A Iwan la lujuria lo consumia - Dios mio esta niña es el dulce nectar que me llevara directamente al infierno -
Ella levanto la cabeza lo miro a los ojos y dijo - nunca he tenido nada con un hombre y quiero que tu tengas el privilegio de revertir eso, mientras liberaba con sus manos el boxer de él y acercaba su boca a la parte tiesa de Iwan para sentir su perfume y textura.
Sus labios proporcionaban la sensacion más exquisita de esta tierra, su lengua recorria y humedesia casi expertamente esa parte de la anatomia de él.
Su lengua acariciaba la punta de su carne de tal manera que la hacia poner mas tiesa de lo que estaba y ya empezaban a salir las primeras gotas de elixir y como si fuera un helado paso su lengua desde abajo hasta la punta donde jugueteo un rato para luego tragarsela todo lo que pudia caber en esa dulce boquita.
Agustina empezo a deslizar su cabeza arriba y abajo tan rapidamente que provoco a Iwan a profundizar, hizo un movimiento pelvico que casi la ahoga, ella se hecho para atras y dijo
Me encanta tenerte en mi boca, no me la quiero sacar -
Asi, acomerla entonces - retruco Iwan
Agustina tomo su glande y retomo el trabajo para engullirla nuevamente hasta el final, esa lengua era un milagro y esos labios lo elevaban al olimpo.
Esa lengua que tantea cada cm de la dureza que ella misma habia provocado, sus movimientos se hacian cada mez más rapidos y fuertes sintiendo como Iwan palpitaba dentro de su boca, disfrutando cada roce contra su paladar dejando que el cilindro se deslizara apretadolo entre sus magnificos labios e incrustandoselo en el interior de su mejilla, mientras que con la mano izquierda acariciaba suavemente a los gemelos de Iwan y con la derecha se proporcionaba más placer asi misma.
Iwan saco su falo de la boca de ella, tomo posicion y lo acomodo entre sus senos, apretandolo entre ellas comenzo a subir y bajar con sus manos esas maravillas, Iwan tiraba gemidos como nunca en su vida.
Ella acompañaba balanceando el cuerpo alunisono, él miraba su cara angelical como con su lenguan trataba de acariciar el glande.
- Avisame cuando sea el momento ya sabes lo que quiero hacer
- dijo ella
Entre gemidos de placer y ruidos de succion Máximo le daba latigazos en la cara con su carne, ella lo agarro y se lo paso por todo su rostro, como mimandolo, él no pudo contener su posion y despidio el elixir que ella tanto esperaba y suplicaba, lo saboreo con su lengua y limpio con devocion cada rastro de él sobre su dureza que iba desapareciendo,
Iwan fue maravilloso probar ese regalo que me diste pero aun te falta trabajo por hacer -
No lo dudes no voy a perderme de probar tu cuerpo como se merece, de eso puedes estar segura...