Rubén & Alba. Su primer orgasmo

Los hermanos siguen en la playa con sus padres, donde Rubén vuelve a ser masturbado. Esa misma noche Alba se cobra su favor, para disfrute de ambos.

- Rubén & Alba. Su primer orgasmo -

Tras ponerle yo crema a Alba, ahora me toca vigilar mientras ella la esparce por mi cuerpo. Esos potingues siempre me han dado asco, pero desde luego los prefiero a los quemaduras del sol.

-Jijiji ¡no te muevas tanto o no acabaré nunca, Rubén! -me riñe.

-No puedo evitarlo, de verdad. Es que… ¡Aggg…! Me da repelús jejeje.

-Pero mira que eres exagerado… -me sonríe y niega con la cabeza.

Sus manos van bajando hasta llegar a mi entrepierna. Tocan mi pantalón y me mira a los ojos directamente. Nos entendemos sin necesidad de palabras.

-No me provoques, por favor -le pido-. No quiero ir con la tienda de campaña montada.

-Venga, solo un poquito… Porfi… -me pide, mimosa, acariciándome la mejilla y la cintura.

Pero ya es demasiado tarde: la erección ha empezado. Se ríe por lo bajo y, tras echarme un poco más de crema, me coge de la mano y nos vamos al agua.

-Bufff… Si está helada… -me doy cuenta al tocar la orilla con los pies.

-¡Uy, sí! -corrobora.

-Bueno, solo hay una forma de arreglar esto.

-¿Cuál?

-¡Lanzarse a lo loco! -exclamó mientras me zambullo en las frías aguas mediterráneas.

Al principio me congelo de arriba a abajo, pero se me pasa cuando empiezo a nadar. Alba no se hace de rogar y en breve se encuentra a mi lado. El sol hace brillar su piel blanca y se da cuenta, sonriéndome con dulzura entonces. Aprovechando que nuestros padres se encuentran a una distancia suficiente para no vernos, se pega a mí, me pone las manos en los hombros y me besa suavemente, despacito. Pongo una mano en su cintura y la otra en su nuca, sin hacer la más mínima presión, solo caricias, que sé que le gustan mucho en el cuello.

-Mmmmmm… -suspira, relajándose.

Continuando con ese beso suave, mi hermana va abriendo poco a poco su boca e introduciendo su lengua dentro de la mía, alternando esto con delicados y suaves mordisquitos que me ponen a cien.

-Alba…

-Shhh… -me pide silencio con un hilo de voz tan finito que parece el sonido del viento, de la brisa suave moviendo las hojas de los árboles.

La atraigo aún más hacia mí hasta sentir sus tetas aplastarse contra mi pecho. Nuestro beso húmedo continúa y mi hermana ya gime levemente de puro gusto.

-Aaaahh…

Olvidándonos de dónde nos encontramos, nos abandonamos al placer y nos besamos con pura pasión. Rodea mi cuello con sus brazos y literalmente se me echa encima, hasta el punto que tengo que hacer equilibrios con las piernas para no caer hacia atrás. Mientras tanto, su lengua recorre hasta el último rincón de mi boca, mezclando así la saliva.

-Mmmmmm…

-Ooouuummm… Qué rico…

Siento sus pechos duros como rocas, con los pezones de punta, pidiendo guerra. Sus piernas tratan de rodear mi cintura para que la coja en brazos, y finalmente lo consiguen. En un breve momento de lucidez que tengo, me hundo un poco más para que nuestros padres no nos vean.

Alba está completamente desinhibida y nada más allá de nuestro beso y nuestro amor parece importarle lo más mínimo. Definitivamente, mi hermana está como en una nube. Sus manos han pasado de rodear mi cuello a acariciar y hacerme cosquillitas en la zona de la nuez, desde ahí hasta la barbilla, prácticamente agarrándome la mandíbula con los dedos. Es de lo más agradable. Abro los ojos y no solo veo a mi hermana, no; también veo a una jovencita besando y disfrutando de su novio, de su chico, de su primer gran amor.

Se separa de mí y me derrite con su sonrisa.

-¿Te ha gustado, cariño? -me pregunta.

-Me ha encantado, cielo -contesto automáticamente. Es la primera vez que uso un adjetivo cariñoso así para referirme a ella. Sé que dije que no los usaría, pero es lo que me ha salido del alma.

Me pasa el dedo índice por los labios, se muerde los suyos provocativamente mientras lo hace y se sumerge en el agua, a lo que decido seguirla. Nadamos el uno al lado del otro y es ella la primera en volver a la superficie, momento que aprovecho para ponerme detrás y masajearle las tetas por debajo del sujetador.

-Aaaahhh… -gime, pues no se lo esperaba en absoluto.- Rubénnn… Pffffff… Siiii… Sigue… Mmmmmm… Por Dios, sigue… Oooohhh…

Que nuestros padres estaban relativamente cerca de nosotros es algo que le da morbosidad a la situación. Alba sabe que ante todo debe aparentar normalidad porque desde donde estamos nos pueden ver, pero eso no evita que eche la cabeza hacia atrás y cierre los ojos, conteniendo sus gemidos.

-Me encanta tus pechos, hermanita… Mmmmmmm… Vas a tener unas tetas cojonudas en muy poquitos años… Aaahh…

-Siii… Eso quiero… Uuuummmffff… Unas tetazas grandotas para que mi hermanito me las pueda sobar a gusto… Pffff… Siiii… Tócame más, por favor… Aaaahhh… No pares…

-Unas tetitas duras y grandes como melones… Serás la envidia de tu clase…. Mmmm…

-Sí, pero esos melones solo serán para ti, mi amor… Uuuuummmm… Todo tuyos… Pffff… Dame placer… Aaaahhh…. Hazme sentir deseada… Mmmmm… Deseada por mi propio hermano mayor…

-Sí, eso siempre… Mmmmmm… Tu hermano me ama, mi pequeña… Tendrás las mejores tetas del mundo y yo te las cuidaré para que siempre sean mías....

-Mmmm… Siii… Tuuuyasss… Solo tuyas... Pffffff… De nadie más…

Tenemos que separarnos porque nuestros padres están nadando hacia nosotros. Esperamos a que lleguen y nos vamos los cuatro nadando mar adentro.


Salimos del agua un buen rato después y nos comemos los bocadillos en la toalla. Protegidos por las dos sombrillas que traemos, mi padre y Alba se echan la siesta mientras mi madre y yo leemos libros, los textos de un tal Manuel Pérez Martínez y “El Señor de los Anillos” respectivamente.

Una hora después mis progenitores se van a caminar por la orilla, quedándose mi hermana durmiendo a mi lado. Al rato despierta y, somnolienta, sonríe al verme. Hundo mis dedos en sus cabellos dorados para hacerle cosquillitas y se acurruca a mi lado.

-¿Hace mucho que se han ido?

-Qué va, ni diez minutos.

-¿Te apetece hacer algo?

-No has tenido suficiente con lo de antes, ¿verdad?

Una sonrisa picarona y un gesto de negación con la cabeza son toda su respuesta.

-¿Qué quieres hacer?

-Creo que lo sabes -otra vez esa sonrisa.

-Te ha gustado, ¿eh? Vale, pero esta vez lo harás siguiendo mis instrucciones.

-¿Acaso lo he hecho mal esta mañana? -me pregunta, haciéndose la ofendida.

-No, pero sí he notado que te falta práctica. Me ha gustado, no me entiendas mal; pero había momentos en los que ibas muy rápido o muy despacio. Ahora quiero enseñarte a mejorar.

-Muy bien. Estoy lista.

Asegurándome de que no haya nadie a nuestro alrededor, me pongo en una posición cómoda y me saco el manubrio, que está flácido.

-Para despertarlo, masajéame un poquito los testículos. Verás qué rápido se despierta.

Le indico cómo tiene que agarrarme los huevos y me los va sobando. En un par de ocasiones le indico que no apriete tanto, pero nada más. En menos de un minuto tengo la polla lista.

-Mmmmmm… Vale… Ahora agárrame el miembro y como esta mañana.

Lo coge con una mano y va subiendo y bajando. Va despacito, sin prisas, aprendiendo a darme placer.

-Aaaaahhh… Joder, Alba… Pfffff… Sigue…

-¿Te gusta?

-Joder, sí… Oooohh… Qué gustazo, coño… Mmmm… Lo haces de lujo…

-¿Mejor que esta mañana?

-Pffffff… Sí… Mucho mejor… Ven aquí, anda. -Le paso el brazo por la espalda y la pego aún más a mí. Su pierna derecha descansa en mi regazo y su cabeza en mi hombro derecho. Me va dando besitos en el lóbulo, en el cuello y en la mejilla mientras hablamos.

-¿Estás a gusto, hermanito?

-Mucho… Aaaaahhh…

Voy sobando su culo mientras me masturba, a lo que ella sonríe.

-¿Te gusta mi trasero, Rubén?

-Sí… Mmmmmmm… Tienes un buen culo, peque…

-Jijiji me alegro de que te guste… Como mis tetas, es todo tuyo, mi amor…

-Gracias… Aaaammmm…

-Estáte tranquilo -me susurra al oído-. Estamos tú y yo aquí… solitos… sin nadie que nos vaya a molestar… Disfrutando… Tranquilos… En paz… Mmmmmm…

-Aaaahhh… Siiiguee…

-Deja que yo me encargue de todo… Hhhhmmm… Deseosa de ti… Mmmmmmfff… De mi amor… Pffffff…

-Ooooohhh… Siii…

-Goza, cariño… Goza….

-Aaaaaahhh… Diiooooss…

Se sienta en mis piernas y nos besamos mientras me masturba. Vuelve a ofrecerme gustosa sus pechos y los intercalo con sus labios.

-Oooohhh…

-Mmmmmmm… Siiii… Cómeme las tetas, sí… Uuuuffffff…

-Te quiero, mi vida… Mmmmmmffff… Siiiii…

-Y yo a ti… Aaaaaahhh…

Acabo corriéndome y salpicando sus senos con mi crema solar personal. Se la hunta por el cuerpo mientras me mira picarona, me guiña el ojo y se va un momento al agua a limpiarse. Observo sus curvas detenidamente mientras se aleja, contoneándose para mí, sabiendo que estoy deleitándome viéndola andar de espaldas: las piernas torneadas, el trasero erguido y redondito… Una belleza.

No tengo pañuelos para limpiarme bien la corrida, así que no veo más opción que ir a remojarme un poco yo también. Llego hasta Alba y nos limpiamos mutuamente: ella mi pene y yo sus tetas. Como era de esperar, esto nos vuelve a calentar. Vemos venir a nuestros padres desde la lejanía, cosa que no nos impide volver a ponernos cariñosos.

Agarro su culo con las dos manos y la atraigo hacia mí hasta que nuestras cinturas quedan aplastadas. Ella, viendo mis intenciones, rodea mi cuello con su brazo derecho mientras me acaricia el brazo derecho con el otro. Acerca su rostro al mío hasta que nuestras narices se tocan y, con las mejillas y su naricilla colorada por la excitación, mirándome directamente a los ojos, me pregunta, con una voz sensual que me eriza la piel:

-¿Te ha gustado mi masaje, hermanito?

-Mucho, aprendes rápido. Gracias.

-De nada, guapo. Ya sabes que no me importa ayudarte si lo necesitas…

-Sí, y te lo agradezco. Me alegra mucho ser tu chico. He elegido bien.

-Jijiji me halagas. Para mí es todo un honor ser tu novia.

-”Novia” -repito-. Je. Pasará el tiempo y aún no me habré acostumbrado a esa palabra.

-Ni yo tampoco, la verdad… Pero es lo que somos. -Hace una pausa de unos segundos.- Lo único que siento es que no podamos hacer pública nuestra relación… -agacha la cabeza al decir esto.

-Algún día, mi reina. Algún día. Por el momento, disfrutemos de lo que tenemos.

-Sí -vuelve a sonreírme.

Hasta ahora unas nubes habían tapado el sol, pero de pronto se van y la figura de mi hermana vuelve a iluminarse: su piel blanca lo es aún más, su cabellera rubia se vuelve dorada y se mueve ligeramente por la suave brisa, sus ojazos azul claro parecen brillar… Dios, si hasta sus labios parecen más bonitos con esa cálida sonrisa de niña buena que derretiría a cualquier bicho viviente.

-El sol te sienta genial, Alba -la alabo-. Te prometo que pareces un angelito. Solo te faltan las alas jeje.

-Gracias, Rubén, pero no soy tan atractiva. Estás enamorado de mí y me idealizas. Es normal.

-Puede ser… Aún así te lo digo: eres preciosa.

-Tú también eres muy guapo. -Y me guiña el ojo.

Voy a besarla, pero me detiene. Me indica que me gire y lo hago: nuestros padres está cerca.


Nos queríamos duchar juntos, pero con nuestros progenitores por casa no ha sido posible. A eso de las nueve y media estoy cepillándome los dientes después de cenar cuando me pongo a pensar en mi queridísima novia y me excito. Pienso en hacerme una paja o incluso en hacerla venir al baño para que me masturbe ella misma, pero descarto todo esto porque se me ocurre algo muchísimo mejor… Solo necesito que ella quiera.

Entro en nuestro dormitorio -porque el suyo lo estamos empezando a usar como trastero- y la encuentro leyendo “Retrum”, uno de los muchos libros que tengo en la estantería. Sonríe al verme y lo cierra.

-Te esperaba esperando -me dice.

-Genial, porque quiero proponerte algo.

-¿Ah, sí? ¿De qué se trata?

-Verás -me siento en la cama, a su lado-, lo estaba pensando en el baño y creo que puede estar muy bien… en especial para ti. Tú ya me has masturbado, dos veces, de hecho; pero yo a ti no te he hecho nada. Me gustaría tocarte el chochito… si me dejas.

-Oh, así que es eso, ¿eh? Quieres hacerle dedo a tu hermanita… Será una experiencia nueva para mí.

-Espera, ¿quieres decir que tú nunca… te has tocado? -estoy alucinando.

-No, nunca. No he tenido necesidad. Hay días que me pica la vagina e incluso se me mojan las bragas, pero al cabo de un rato se me pasa…

-Joder, me dejas a cuadros, hermanita. Creía que cuando aún estábamos tonteando te metías los dedos…

-Pues no, tampoco. Además, te seré sincera: cuando me vinieron los primeros calentones ya me gustabas, así que pensé “Por si algún día lo consigo, que él sea el primero en producirme un orgasmo.” No me ha importado esperar todo este tiempo porque sencillamente he sabido ignorarlo.

Llegados a este punto, veo más que claro lo que debo hacerlo. Tras asegurarme de que nuestros padres ya están metidos en la cama, cierro la puerta de nuestra habitación e indico a mi amada que se relaje, que se tumbe cómodamente y que se desnude.

-¿Por qué no me habías pedido que te tocase? -le pregunto.

-No sé… Supongo que porque no puedo echar de menos algo que nunca he experimentado.

Me desnudo yo también y me tumbo a su lado.

-Tú relájate, ¿vale? Déjame hacer a mí. Voy a meterte un dedo muy despacito en el chochito y me vas diciendo si te duele o no.

-Vale.

Y así lo hacemos. Mientras nos besamos suavemente, acariciando yo sus pechos a la vez para incrementar su satisfacción, adentro mi mano derecha entre sus piernas. Paso mi dedo índice por sus labios vaginales y los noto húmedos e hinchados.

-Mmmmmmm… -suspira Alba, que rápidamente se muerde el labio al darse cuenta de que va a gemir bastante con esto.

-Si te hago daño o quieres que pare, aprétame la mano izquierda, ¿entendido? -Afirma varias veces seguidas con la cabeza como respuesta.

Continuando con sus labios, meto un poco el dedo entre ellos.

-OOOOOOHHH… -le tiemblan las piernas y todo del gustazo que debe estar sintiendo.

Lo hundo un poco más y no tardo en tocar lo que identifico como el clítoris.

-¡MMMMM…! -gime, casi gritando.

-Shhh… Baja la voz, hermanita. Nos van a oír.

-Lo siento, no… no he podido evitarlo -se disculpa, casi asustada, muy probablemente por el miedo a que nos descubran.

-Tranquila, cielo. Lo entiendo. Respira hondo, relájate y disfruta.

-Aaaaaahhhh… -se retuerce entre leves gemidos, con los ojos cerrados, la boca medio abierta, temblando para coger aire, y apretando los bordes del colchón con las manos- Gr-Gracias por esto, Rubén… MMMMMM… Me encanta…

-Y a mí verte disfrutar, princesa.

Decido introducir un segundo dedo y empiezo a meter y sacar ambos de su coñito, como si de un pene se tratara. No dejan de salir jugos vaginales de sus entrañas, y sus piernas están más sudorosas. Ver a mi hermanita pequeña, a mi Alba, tan jovencita, tan guapetona y juguetona, disfrutar de los cuidados de su querido, de su amado hermano mayor, es algo que me llena de orgullo. La veo retorcerse de gustito, tan atractiva, tan sexual, tan mona, tan… mujer. No sé, me encanta verla así, sabiendo que en estos momentos se encuentra indefensa y me ha confiado su seguridad… Ya digo, ojalá pudiera verla así siempre. Esta no es una imagen que vaya a olvidar facilmente, eso seguro.

-HHHHHMMMM…

Está abierta de piernas mientras la toco, jadeando sensualmente. Tiene toda la cara roja por lo calentita que está e incluso parece respirar con dificultad. Me preocuparía por esto último, pero debe de tenerlo controlado porque no me aprieta la mano. Pego mi boca a su oreja derecha y voy excitándola más y más, poniéndola cochina por las cosas que le susurro:

-Respira hondo, mi niña… Pfff… Disfruta… Te estás retorciendo de placer com una auténtica nenita incestuosa…

-Ooooooohhhh… Siiiii…

-Gime… No te cortes… Me vuelves loco, mi amor… mi niña… Uuuffff… Eres preciosa...

-Hhhhhmmmm… Gracias…

-Tan atractiva… Tan sexual… Tan bella y joven… Tan mujer… Da gusto verte, mi pequeña…

-Aaaaaahhhhh…

-Disfrutando de tu hermanito mayor… Uuuummm… Que te mete sus deditos en tu chochito mojado… Tan hembra… Tan sensual…

-Mmmmmm… Pffffffff…

-Con los pechitos hinchados… Estás calentita… Eres una princesa cerdita…

-Uuuummmmffff...

-Te gusta que te toquen… Que te soben… Que te quieran… Que te besen con lengua…

-Pfffff… Aaaaahhhh…

-Que te den placer… Que te hagan sentir mujer… Una hembra joven… Mmmmffff… Que los hombres coman de tu mano… Sentirte deseada… Sexual…

-Oooooohhhh…Siiiiiiii…

-Sentirte amada… Pfffff… Como una gatita incestuosa… Con los pechos grandotes e hinchaditos… Darlos de mamar… Que te los estrujen… Que te tomen como mujer...

-MMMMMM… AAAAAAAAMMM… -cada vez gime más fuerte, y me encanta.

-Y yo seré quien te haga todo eso… Quien te ame… te cuide… Mmmffff… Te desee… Te haga sentir viva… mujer… Me derrites con solo verte disfrutar… Tan encantadora…

-AAAHHH… -llega un punto en el que ya ni siquiera es capaz de gemir. Simplemente se queda callada, retorciéndose, incapaz de articular palabra ni de expresarse. Su orgasmo está cerca.

-Córrete bien… Sácalo todo por tu chochazo de hembra calentorra… Disfruta… Yo te espero, mi niña… Eres digna de ver… Tu primer orgasmo está cerca… Lo noto… Tus paredes se van contrayendo cada vez más, aprisionando mis dedos entre ellas. Desahógate, princesa. Quédate tranquila… Yo me ocuparé de todo…

Su orgasmo llega de forma repentina, no me lo esperaba. Se me abraza con fuerza en un rápido movimiento y me morrea para ahogar sus gemidos. Yo también la abrazo con fuerza y la sobo enterita. Mientras tanto, ella está teniendo el primer orgasmo de su vida.

-AAAAAAAAAAAHHHH… MMMMMMMM… OOOOOOOOFFFFFFFFF… -le tiembla todo el cuerpo, incapaz de controlarse.- UUUUFFFFFFF… PFFFFFAAAAAAHHHH…

No exagero cuando digo que es el orgasmo femenino más largo que he visto jamás. Hay que tener en cuenta que acaban de salir todos los calentones reprimidos que llevaba desde hacía a saber cuánto tiempo.

La dejo descansar unos minutos hasta que me doy cuenta, cuando abre los ojos, de que se había quedado dormida. De hecho, está grogui. Me mira, me sonríe con una calidez excepcional y me besa suavemente, aparetándose contra mí y clavando sus manos en mi pecho. Le noto un brillo especial en sus ojos que nunca le había visto. El orgasmo sienta genial.

-Gracias por esto, Rubén… Mmm… Me… Me ha encantado…

-De nada, mi amor… Ese orgasmo te lo tenías más que merecido… ¿Cómo se sientes?

-Genial jijiji… Aaaaahhh… Aún todo cositas… placer… Estoy en una nube…

-Suele pasar jeje… ¿Estás cansada?

-Sí… Agotada… Todo esto me ha dejado hecha polvo…

-Duérmete, preciosa… Yo cuidaré de ti…

-Muchas gracias… por todo…

Nos abrazamos mutuamente y no tarda ni un minuto en quedarse dormida. Hago cosquillitas y formas con los dedos en su espalda blanca y desnuda durante un buen rato, tratando de conciliar el sueño. Su respiración nasal es tranquila, relajada… Sin duda, me ha quedado muy a gusto después de su súper orgasmo.

Me siento protector de esta cosita tan mona que confía en mí. Tan jovencita, tan buena persona… Es un amor de niña.

Con estos pensamientos me duermo, pensando en lo que haremos mañana. Julio acaba de empezar. Tenemos todo el verano por delante, mil y una cositas por hacer y muchísimo placer que darnos.

- Twitter: @VMTMFTR. Valora y comenta. Gracias por llegar hasta aquí.  -

Hola, gente,

La verdad es que preferiría no tener que escribir esto, pero dadas las circunstancias me veo en la necesidad.

Asumo que sabéis mis primeros relatos formaban parte de una historia sin nombre cuya única seña de identidad era el personaje que narraba cada escrito, pudiendo ser Alicia, Cristina o Mario, tres jóvenes que hablaban de sus andanzas sexuales tanto entre ellos como con otras personas.

Tenía muchas ideas en mente y la historia iba a durar MUCHO tiempo, pero me he topado con dos problemas:

  1. Su duración es tal que podría perfectamente tardan años (no quiero pensar cuántos) en terminarla, y sinceramente no me apetece.

  2. Mi tiempo para escribir es limitado y tengo más cosas en mente.

Por estas dos razones, he decidido "cancelar" dicha historia. Y pongo "cancelar" entre comillas porque, si bien la idea inicial no va a seguir adelante, no veo motivo para desechar todo.

Lo que se me ha ocurrido es separar en varias historias diferentes la trama inicial e irlas subiendo poco a poco, sin prisa. Para ello os informo de lo que es seguro que haga y os pido consejo/opinión.

-Lo que es SEGURO es que voy a hacer un resumen de toda mi idea inicial, la publicaré en la página y os daré permiso para que podáis continuarla vosotros si así lo deseáis.

-Lo que os pregunto/pido opinión es si queréis que publique algún relato más de esa historia (decidme qué personajes queréis que aparezcan) antes de cancelarla oficialmente. Personalmente se me han quedado dos escritos que tenía ya pensados en el tintero ("Mario: Mi madre, Nuria" y "Mario: Trio con Alicia y Nerea"), pero vosotros decidís.

Para decirme si queréis más relatos de esa historia de Alicia, Cristina y Mario podéis usar tanto Twitter como los comentarios de mis escritos.

Gracias por leerme y hasta mañana.

VMarioT