Rubén - 11

Rubén aparece ante Arturo, el ex de Teresa, dándoles a todos una pequeña sorpresita al hacerlo… Teresa y Rubén continúan “aclarándose” cosas mutuamente… y en diferentes aspectos

RUBEN- 11

Rubén salió tan campante de la cocina tarareando una cancioncilla ante los atónitos ojos de Teresa que no se lo esperaba para nada, es más, en cuanto le vio aparecer se puso algo pálida, temerosa de que los dos energúmenos que tenía delante, especialmente Arturo, pudiesen emprenderla a golpes con él por esta en su casa…

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¡¡Ohhh!!, Tere querida, no sabía que tendrías invitados a cenar también a estos dos hombretones… ¡¡Uyssss!!, que enseguida saco más cubiertos, platos y demás… -tras eso se metió de nuevo en la cocina meneando el culo.

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Esto… -Arturo se quedó sin palabras al ver aquello-, esto… ese… bueno… ¿ese… hombre quién es? –preguntó cómo pudo, completamente superado.

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Mi nuevo novio te enteras, y tu aquí no tienes nada que hacer o que decir, ni tu ni ese que te ha seguido como un perrito faldero… -la voz de Teresa era de puro enojo.

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¿Tu novio?... Jajajajajajajajajajajaja –las carcajadas de Arturo atronaron la estancia-, claro tu novio, jajajajajajajajaja, si claro…

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He dicho que os larguéis ambos o llamo a la policía –esta vez lo dijo con el teléfono en la mano y marcando.

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Venga Arturo vámonos, ya viste que es mentira lo que te han dicho. Perdónalo Teresa, no se quien habrá sido pero le han llamado diciendo que habías entrado en casa acompañada de un hombre…

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Y si así hubiese sido que, ¿eh?. A ver si os enteráis que este imbécil ya no es nadie en mi vida, si vuelve a venir otra vez así, te juro que llamo a la policía para que se haga cargo de explicárselo… ¿está claro?

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Perdónalo, no volverá a pasar –dijo Enrique

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¡¡¡Ohhhh!!! ¿pero se van estos guapos chicos sin quedarse a cenar con nosotras? –dijo Rubén apareciendo en la puerta con más platos, cubiertos, etc.

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No hace falta, tranquila, ya nos vamos –replicó Enrique mirando a Rubén con claro desprecio…

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Si, nos vamos marica… anda y que te la metan en el culo… -le gritó riéndose Arturo con voz estropajosa.

Cuando salieron a la escalera Teresa cerró la puerta y se apoyó en ella suspirando aliviada, luego se volvió quedándose mirando a Rubén, viendo por primera vez lo que debían de haber visto esos dos. Camisa floreada, pantalón verde Alga, zapatos de color rojo chillón, cinturón rojo y gafas con montura de pasta, también rojas, sin olvidar un pañuelo al cuello de color Azul turquesa, su pelo rubio ceniza con mechas, con un flequillo pegado a la frente que… bueno, que eso. Iba… la verdad es que no había palabras para describir la sensación, iba como para hacerle una foto y dejarla de exponente del mal gusto en el vestir. Pero Teresa se dio cuenta que desde luego, al verle lo que menos podías pensar es que fuese un hombre que quisiese robarse a ninguna mujer… Tenía una pinta de loca que tiraba de espaldas… Rubén de repente se acercó a la ventana y poniéndose serio. Al mirarle, Teresa se dio cuenta de que esa persona que estaba ahora en la ventana podía vestir igual que quien salió de la cocina ante Arturo y Enrique, pero en realidad, por su actitud, por su presencia, por su… todo en general, excepto por su ropa, ya no se parecía al otro ni en la sombra de las pestañas…

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Teresa, ven, asómate y dime si reconoces el coche en el que se están montando.

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Sí, es el de Arturo, ves, él es quien entra por el lado del conductor…

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De acuerdo, ¿te sabes la matricula por casualidad…?

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Si claro, ¿por qué? –preguntó sorprendida.

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Dímela por favor –le replicó sonriendo.

Teresa le dio la matricula sin saber para que podía querer ese dato, estaba absolutamente perpleja. De hecho, aún seguía mirando a Rubén y su forma de vestirse, pensando en cómo podía ese cabronazo engañar tanto, parecer una cosa y luego resultar ser el polo opuesto a lo que cualquiera podía suponer, como era posible que aun sin cambiar de ropa pareciese dos personas completamente diferentes. Salió de sus pensamientos cuando tras marcar con su teléfono móvil escucho lo que dijo y especialmente el tonito de voz en que lo dijo, parecía tener más plumas que toda una bandada de palomas juntas… Tuvo que taparse la boca con la mano para evitar que al otro lado de la línea pudiesen escuchar sus risas…

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¿Oiga?... Si, mire es que casi me acaba de atropellar un coche… No, no, estoy bien, pero casi me atropella junto con Fifí… No, no es un amigo no, Fifí, es mi perrito, si... Bueno, el caso es que además el cabrón que conducía se ha parado para llamarme marica y todo lo que se le ocurrió… Quería denunciar que iba completamente borracho al volante… si, como le digo… claro que tengo la matricula, y también vi por donde se fue… -Rubén le dio tanto la matricula como la dirección general en que se marchó así como el color y modelo de coche.

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Como le pillen le van a joder bien jodido –dijo Teresa riéndose en cuanto Rubén colgó.

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Que le den por saco, por gilipollas, de momento posiblemente esta visita a tu casa le va a salir cara, por lo menos una multa considerable, un buen puñado de puntos, más un par de meses sin carnet como le pillen mínimo…

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Siento el espectáculo, y lamento también los insultos, no… -Rubén la interrumpió con un beso en los labios.

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No te preocupes, te recuerdo que si hubiese querido, esos dos habrían salido que aquí en pésimas condiciones. Pero preferí salir de mariquita que no de Superman partiendo cráneos, y ten por seguro que podría haberlo hecho en cuanto entraron en tu casa los dos.

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Si bueno, pero ha sido mejor así…

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Si, así con lo del coche le joderemos más –replicó Rubén riéndose y contagiando a Teresa.

Estuvieron riéndose los dos un buen rato, después de eso Teresa le dijo sarcástica que ya que había sido tan amable de poner la mesa le invitaba a cenar. Se puso de todos los colores, cuando Rubén, al escuchar la invitación, la recorrió de los pies a la cabeza relamiéndose en sus mismos morros, evidenciando claramente cual opinaba él que sería su cena perfecta. Teresa reacciono como una colegiala, escapándose casi a la carrera del salón con rumbo a la cocina completamente azorada por la intensidad de esa mirada, más aun cuando notó como de inmediato su cuerpo reacciono por su cuenta ante Rubén, sus pezones se erizaron y su sexo empezó a destilar liquido como si fuese un manantial… Para mayor consternación escuchó la suave risita de Rubén mientras la seguía hasta la cocina…

Mientras cenaban hablaron únicamente de temas del trabajo, cuando se sirvieron el café tras la cena, poco quedaba ya que hablar de ello, Teresa intento sacar otro tema inocuo, pero Rubén repentinamente…

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Déjalo ya Teresa… sabes de sobra como va a terminar esta noche…

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¿Ah, sí? –preguntó un poco nerviosa.

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Si, lo sabes de sobra, esta noche va a terminar contigo empalada en mi polla y pidiéndome que pare de hacer que te corras como mi zorrita que eres…

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Pero que… -la cortó.

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Además… esta noche pienso conseguir de ti un extra… voy a tener por fin tu culo, te lo pienso perforar hasta que te desmayes al correrte…

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Pero quien coño te has creído que eres, maldito gilipoll… Uhmmmmmmmmmmm….

En cuanto escucho aquello Teresa se levantó casi de un salto, jadeante, con los ojos brillantes, con gesto desafiante y dispuesta a poner a Rubén en su sitio, incluido el que había entre sus piernas, pero no terminó de hablar, se encontró de repente presa entre los fuertes brazos del hombre, con su boca ocupada por su lengua, buscando y pelando con la suya propia. Sintió como sus pies perdían contacto con el suelo, como Rubén empezaba a moverse, y por la seguridad que mostraba parecía saber dónde iba, directamente hacia su habitación…

Cuando llegó allí, directamente la tiro sobre su cama, pero sin dejar de abrazarla, quedando sobre ella, casi aplastándola con su cuerpo, se movió lo justo para soltarse un brazo y meter la mano bajo la falda de su traje chaqueta de trabajo, sintió como perdía sus bragas de un violento tirón. En cuestión de dos minutos, y también gracias a su propia colaboración, que todo hay que decirlo, se encontró completamente abierta de piernas, sin bragas y con la polla de Rubén justo sobre la entrada de su más que chorreante coño, este de un solo empeñon se la clavo hasta lo más profundo de sus entrañas, abriéndola de un solo golpe de cadera. Como la vez anterior, noto perfectamente la “sutil” diferencia en tamaño entre el original y la réplica que aquel cabronazo le había regalado.

Durante varios minutos Rubén estuvo empujando con todas sus fuerzas, sujetando las piernas de Teresa mientras esta se aferraba a la cama. Sus labios no perdían contacto, en un momento dado, Teresa se las apaño para derribar a Rubén y empezar a cabalgarlo, jadeando y gritando como una posesa, mientras, él le había conseguido desabrochar la blusa y el sostén, amasándole los pechos con fuerza, pellizcándole los pezones hasta obligarla a alternar los gemidos de placer con los de dolor. Tardaron relativamente poco en correrse los dos prácticamente al unísono, Teresa se derrumbó sobre el pecho de Rubén en medio de un fortísimo orgasmo, mientras que este daba los últimos golpes con su cadera corriéndose tan solo segundos después de ella.

Cuando se recuperaron un poco, Teresa le descabalgo, aunque para ese instante la polla de Rubén ya se había desinflado y abandonado su interior. Ella fue la primera en hablar…

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Reconozco que ha sido una pasada. Nunca me gustaron estos polvos de aquí te pillo y aquí te mato, pero contigo por algún motivo, es diferente…

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A esto, se le llama pasión, y es un ingrediente más en el sexo o en una relación entre dos personas… El deseo de tener a la otra persona en el acto, donde y cuando sea, solo eso, tenerla…

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Muy bien, pero esto conmigo no te va a servir de mucho, quiero más de ti, y te aseguro, que es muchísimo más lo que de verdad deseo…

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Lo se Teresa, lo sé, al igual que tú, yo también deseo muchísimo más de ti. Pero con calma, sin prisas, vamos a hacer las cosas bien, hay mucho de qué hablar entre ambos antes de poder ponernos con algo serio entre ambos…

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¡¡Ahhhh!! ¿y tú quizá no crees que esto haya sido en serio? –su tono de voz sonó peligroso.

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Esto por mi parte ha sido completamente en serio hacia ti, pero no me refería a eso, sino a cosas como por ejemplo lo que antes ocurrió con tu Ex, con ese gilipollas, el tal Arturo.

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No entiendo –se incorporó, sentándose sobre la cama y mirándole perpleja.

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Si estuviésemos juntos, te verías en esa situación bastantes más veces –se incorporó también, sentándose de forma que quedase frente a Teresa-, ¿crees que estas preparada para ese tipo de situaciones o comentarios sobre nuestra relación?

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¿Te refieres a que piensen que eres Gay?

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Sí, pero no solo a eso, si no a que piensen en porque razón alguien como tú se “lio” con un Gay u homosexual, como prefieras denominarlo. Aunque no lo sea realmente, esa es la apariencia que doy…

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Bueno si, pero eso se podría cambiar y… -Rubén la cortó negando con la cabeza.

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Eso es imposible, primero porque yo no quiero, y segundo, porque como ya te dije, me crie siempre entre mujeres y a su modo, por lo que mis gustos o los simples gestos más cotidianos coinciden más con los de vosotras que con los de los hombres en muchos sentidos, como el colorido de la ropa al vestir de diario por ejemplo y sin ir más lejos. Si, podría fingir, pero eso lo lograría durante un espacio de tiempo, y antes o después aflorarían mis verdaderas costumbres… Y eso no sería nada bueno a la larga, incluso podría provocar fricciones entre los dos por ello.

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Entiendo, tienes razón en que podría terminar siendo un problema entre ambos –se quedó pensativa unos segundos-. Además sería peor el remedio que la enfermedad, es mucho más dañino el fingir y que te pillen que el ir con tu verdadera cara, además el ser Gay hoy en día en el ambiente en que nos movemos no es un problema… aunque no lo seas –sonrió.

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Jajajajajajajajaja –se rio Rubén-, por eso mismo lo decía. Tú has ido a reuniones de empresa, a convenciones, a fiestas de clientes, y en muchas de esos eventos seguro que fuiste con tu ex novio, ¿no?

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Sí, claro, pero no veo que tiene que ver…

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Bueno, una mujer de éxito como tu liándose, o quizá incluso saliendo de manera formal con alguien que aparenta lo que yo. ¿Qué crees que pensarían sobre ti y del motivo de hacerlo de este modo?

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Pues no se… -miro a Rubén confundida.

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Es simple, una pareja de la acera de enfrente es algo que te permitiría acostarte con quien quisieses para lograr ventajas para ti o tu empresa, pero principalmente para ti, es algo normal, estoy seguro de que sabes de más de uno y dos casos similares. Además, estaría yo, quizá en un momento dado te pase por la cabeza que pudiese ayudarte a conseguir algo siendo amable con algún caballero importante… -vio la cara que ella ponía y se apresuró a matizar-. Oye quieta, que no digo que pase, solo enumero posibilidades con las que te vas a encontrar de seguir con todo esto entre los dos…

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Eso lo entiendo, pero del mismo modo me sigue sin parecer gracioso nada de lo que has dicho –respiro hondo-, aunque sí, estoy de acuerdo en que todo eso se podría dar y que como bien dices, es necesario que lo tratemos entre ambos para aclararlo, pero maldita la gracia que me hace.

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Bien, porque ya somos dos en esa situación. ¿Y ahora?

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Bueno, creo que quiero continuar, ver a donde vamos, seguir… “jugando” y por supuesto, aclarar todos estos temas con calma y despacio. Pero en cuanto nos desnudemos los dos, voy a querer que me demuestres de pasta estas hecho, y como de bueno eres para tenerme satisfecha…

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¡¡Uhhh, que miedo…!!! Vete preparando, porque te voy a hacer ronronear como una gatita en celo… y después, aullaras de placer como una perra… -sonrió malicioso.

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Te tomo la palabra semental… espero que no sea solo de boquilla y me demuestres que de verdad no eres marica… sino un hombre capaz de hacer que… como era… uhhhh… si, “que aullé de placer como una perrita” –replico en tono sarcástico mientras se desnudaba por completo lentamente provocándole.

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No sabes lo que estás haciendo golfilla… te voy a reventar…

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Eso espero… -se tiró sobre la cama-, ¡¡Venga!!, vente de una vez, comecoños, que lo único que eres es eso, un mierdecilla de marica lamechochos…

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Jajajajajaja… Te voy a destrozar para que seas tan zorra… -Rubén sonrió avanzando hacia Teresa.

Rubén sonreía pensando en lo que llevaba en su bolsa, se alegró profundamente de haberlo estado llevando a la oficina toda la semana, precisamente esperando esto que había ocurrido, que ella entrase en el juego y luego ir allí, a casa de ella o a la suya a terminar lo iniciado en la oficina. Pero primero, antes de poder hacer nada con ella, debía de comprobar que estaba totalmente preparada para probar su especialidad en cuanto al sexo con mujeres se refería… La follada a dos pollas… era la verdad, no le había mentido, pensaba dejarla completamente destrozada…

Teresa estaba tumbada sobre la cama, obscenamente abierta de piernas, con su rosado coño completamente empapado, tenia de hecho toda su entrepierna mojada, incluso se veía alguna gota caer desde su coño perineo debajo de lo húmeda que estaba… Rubén no dudo ni un solo instante de ir directo a por esa ambrosia que la mujer estaba destilando, fue poner suavemente su lengua sobre el clítoris inflamado de la mujer y esta soltar un fuerte gemido mientras movía la cabeza hacia atrás, alzando la cara hacia el techo… Rubén aprovecho para sujetar con fuerza sus muslos, pasando sus brazos bajo ellos para subirlos por encima de sus hombros, alzando la pelvis de Teresa unos centímetros de la cama, en esa postura introdujo su lengua dentro del coño, buscando con la punta llegar al punto G…

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¡¡¡Jooooooderrrrrrrrr!!!! Que lengua que tienessssssssss mamonnnnnnn… eres un puto perriiiiitoooooo lamecoñossssssssss de primeraaaa… Arghhhhhhhhh… ¡¡¡Ostiasssssssssss que me hacessssssss!!! Me meooooooooo…

Un espeso chorro de eyaculación femenina entro directamente en la boca de Rubén, que saco la lengua del coño de Teresa para poder paladearlo antes de tragárselo. Teresa en cuanto se recuperó un poco trato de apartarse de esa posición, pero Rubén logro aguantarla pese a los movimientos de ella, se estuvo quieta de nuevo cuando noto como la lengua de Rubén nuevamente se centraba esta vez sobre su clítoris, su cuerpo se tensó de inmediato cuando tras notar ese contacto, sintió como su esfínter era abierto de forma brusca por dos dedos de Rubén, que introdujo el índice y corazón de la mano derecha de golpe, sin caricias previas, abriéndola a lo bestia, haciendo que Teresa soltase un grito de dolor…

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¡¡¡¡Cabronnnnn… hijodeputaaaaaaa… te matooooooo… Arghhhhh que dañoooooooo!!!!

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¡¡¡Cállate de una puta vez zorra!!! –tras eso la dio un fuerte azote en la nalga usando su mano izquierda.

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Te voy a patear los huevos marica de mierda… veras cuando… Ahrggggggggggggg… ¡¡¡mamonnnnnnnnnnnnnnnnnnn…!!! –el dedo anular siguió el camino de sus dos compañeros, arrancándola un nuevo grito de dolor…

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¡¡¡Que te calles puta!!! –le dio una nueva nalgada-, ¡¡¡te voy a romper ese culo de guarra que tienes!!!

Lo peor de todo para Teresa es que ni se reconocía en esa situación, le estaba encantando el trato que le daba Rubén, siendo como era debería de haberle repelido, pero era al contrario, contra más cosas la decía o hacía, mas “perra” se ponía… Nuevamente estaba al borde de otro orgasmo… La verdad es que el culito no le estaba doliendo tanto como daba a entender, de hecho y gracias al regalo de Rubén, este le tenía bastante “flexible”. Todo gracias a una de esas noches locas de sueños y deseos en que la “copia” se le fue por donde no era, y pese al dolor inicial, no pudo evitar seguir con ello hasta tenerla toda dentro de su ano, y no fue la única vez que lo hizo. Ahora se alegraba de ello… No sabía que le tendría Rubén preparado, pero estaba deseando averiguarlo…

De repente solo dos o tres minutos después de que el tercer dedo entrase en su culo, notó como dos dedos entraban también en su coño, abriéndolo y empezando a follarlo mientras la lengua seguía trabajándola el clítoris, pero de algún modo, sin dejarla llegar al orgasmo que cada vez necesitaba más alcanzar, empezaba a sentirse como un sediento en el desierto ante un oasis aguantando sin beber… Los dedos empezaron a moverse de forma aparentemente descontrolada en el interior del coño y culo de Teresa, sin embargo, de un modo u otro, siempre parecía que alguno de ellos estaba sobre su punto G estimulándolo, mientras que la lengua y labios de la boca de Rubén parecían haber aprisionado el clítoris, enviando también pequeñas descargas mezcla de placer e incomodidad por el prolongado contacto. Cuando la estimulación del punto G, de su ano y de su clítoris pareció llegar al máximo, Rubén hizo una rápida succión sobre la cabeza del clítoris de Teresa, disparándola un orgasmo arrollador, mientras que un cuarto dedo entro en el ano y un tercero en su coño…

Teresa quedó completamente superada por el placer obtenido, tuvo varias contracciones musculares, incluso un calambre en un gemelo que la provoco retorcerse en medio del orgasmo, aun como varios dedos en su interior y sus piernas sobre los hombros de Rubén. El orgasmo que se desencadeno sobre ella fue absolutamente brutal… Cuando por fin se recuperó unos cinco minutos después, vio a Rubén de pie junto a la cama, quieto, con los brazos cruzados mirándola fijamente y obviamente esperando… Verlo así la desconcertó… se reincorporo como pudo poniéndose apoyada sobre los codos…

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¿Qué… que ocurre?

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¿Dónde guardas mi regalo?

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Te refieres a… ¿al consolador de tu polla?

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Sí, eso mismo, a eso me refiero, ¿Dónde está la caja que te regalé?

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En ese armario tras de ti, en el suelo, en la izquierda, tras un maletín… -señalo con una mano.

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Perfecto –dijo, abriendo el armario y sacando la caja que dejo sobre la coqueta…

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¿Para… para que lo quieres?...

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¿No te pregunte si querías esta noche dos pollas para ti solita…? Pues como no me contestaste, he decidió que sí, que las vas a tener para ti solita… y por ambos sitios a la vez…

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Pe… pero… es que si tu… -la silenció con un gesto.

Lo ojos de Teresa se abrieron como platos cuando vio que de la coqueta, de la bolsa que el llevó, Rubén cogía una especie de cinturón que ella no reconoció y que empezó a ajustarse a la cintura… Vio también al sentarse sobre la cama con evidente esfuerzo, como sobre la coqueta aún quedaban lo que parecían unas correas de silicona, cuero o algún material que parecía estar brillante y lustroso, como si tuviese vaselina, lubricante, aceite o algo así… Tardo aun casi tres minutos en saber para qué quería todo aquello Rubén, se dio cuenta cuando le hizo la pregunta…

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¿Con cuál quieres que te destroce ese culo de putita que tienes? ¿Con la original, o con la copia? –la preguntó con una sonrisita formándose en su cara.

Teresa tragó saliva cuando le escuchó la pregunta, fue entonces cuando vio que en sus labios se formaba una sonrisa entre maliciosa y algo malvada. Pero se sorprendió cuando en lugar de sentir miedo ante eso, lo que sintió fue un escalofrió, un ramalazo de placer… sintió su coño palpitar de deseo… Tragó nuevamente saliva, lo pensó un par de segundos y contestó…

CONTINUARA