Rostros, Capítulo 2
Muchas gracias a todos los que comentaron, y me enviaron correos es algo que aprecio mucho, espero esta segunda parte les guste, disfruten la lectura :)
Capítulo 2
Ya habían pasado unos tres meses desde que me mude, todo era muy tranquilo a veces cenaba con Mark y Mónica y otras prefería comer en mi habitación mientras hacía mis deberes. La modelito, como le decía cuando hablaba conmigo misma, estaba en una gira de eventos por lo que sé (sí, es modelo, ¿cuánta ironía no?), la más grande que ha hecho y después se tomara unas vacaciones para compensar.
Por unas actividades de la universidad tenía un par de semanas libres, aprovecharía para descansar y adelantar proyectos, no tenía planeado nada especial, tal vez solo ver a Fran y Alice.
-Yuli, ¿bajaras a cenar? - Me hablo mi padre tocando la puerta e interrumpiendo mis cavilaciones.
-Sí, bajaré en momento, gracias por avisarme.
-De acuerdo, te esperamos abajo.
Me hice una coleta y me lave la cara, me sentía cansada no había dormido muy bien los últimos días ya que decidí no tomar más pastillas para dormir, había ganado algo de peso por lo que me veía mejor, andaba unos shorts azules tipo jeans y una blusa floja de color gris claro, que caía caen un hombro por lo que dejaba ver parte de mi espalda y un par de tenis al estilo converse de color blanco, andaba lo más cómoda posible y sin el más mínimo afán baje a cenar.
-Buenas noches- salude a todos sin siquiera mirar realmente. Grave error.
- Buenas noches Yuliana- Una voz extraña y a la vez conocida, no tenía que mirarla para saber que era ella.
-Mmm Celeste, ¿cómo estás?, no sabía que llegabas hoy- intenté sonar lo más casual que pude, a pesar de que andaba sencilla, sin maquillaje, una blusa color vino y un unos jeans claros se percibía hermosa.
-Llegue hace bastante, como desde las 13:00 horas, descanse un rato y después me dedique a ponerme al día, pero creo que no saliste de tu habitación.
-Muchos trabajos de la universidad- me limite a decir, alzando los hombros como restándole importancia al asunto y disimular un poco la impresión de verla.
-Y ¿qué estudias? - me pregunto un tipo que no conocía, y que no me había percatado de que estaba ahí.
- ¿Disculpa? –lo mire con algo de confusión en el rostro.
-Lo siento, soy Damián Robles, buen amigo y mánager de Celeste- se presentó, haciendo énfasis en el buen amigo, lo que me irrito un poco, no hacía falta hacerlo tan evidente.
-Un placer señor Robles, Yuliana Crowsly- respondí, seria. -Estudio Arte, y soy fotógrafa.
-Por favor, dime solo Damián, no hace falta que seamos formales.
-Cierto hija, Damián es un buen amigo de la familia- respondió Mark
-Él es parte de la familia- Por lo visto Mónica lo quería como parte de la familia, claro lo quería como yerno.
-Así que eres la hija de Mark, me han contado que eres muy buena en lo que haces, tanto en la fotografía como en la pintura.
-Ella es bastante buena en lo que hace, por algo la llaman desde ahora para hacer trabajos especiales- repuso mi padre, como quien diría presume de su hija de manera orgullosa.
-Tienen razón, Yuli tiene talento para lo que hace- apoyo Mónica con una mirada bastante maternal.
-No es tanto de ser buena o mala, señor Robles, disculpe Damián- respondí viendo directamente a Damián, aunque algo sonrojada por los halagos- Si no de perspectivas y gustos, en este medio puede que mi trabajo le guste algunos y a otros no. No por eso quiere decir que soy buena o mala, es más con estar satisfecho con lo que se hace, en el arte todo tiende a ser muy subjetivo, además está sujeto a criterios y estándares de diferentes clases, pero, creo realmente que estoy satisfecha con lo que hago. -Respondí todo de manera calmada, aunque muy seria, no sabía realmente la razón, pero, este tipo no me agrado en lo más mínimo.
- Parece ser que se toma muy en serio su trabajo, y estoy de acuerdo con su respuesta, en el medio del modelaje se maneja estándares parecidos, aunque admito que me agradaría ver su trabajo, estamos buscando alguien que realice una sesión de fotos y retoque estas a mano para darle un estilo antiguo dependiendo de la época más real, tengo entendido que usted hace ese tipo de trabajo, y me gustaría que tanto el fotógrafo como quien las retoca sea el mismo ya que no queremos usar un simple editor de fotografías y ya, los retoques a mano dan ese pequeño detalle que cautiva a los demás.
-Si gusta puedo enseñarle mi trabajo después de la cena, y podemos hablar más sobre esto- No me esperaba esa propuesta, fue un cambio bastante brusco de tema, aunque la propuesta parecía interesante
-Sí claro, me parece muy bien- Casi podría decir que estaba feliz de mi iniciativa.
Esto significaba que podría estar más cerca de Celeste, y esa era una oportunidad que no estaba dispuesta a dejar pasar, mis pensamientos sobre mi querida y nueva “hermana” me dejan asombrada, desde hace cuánto yo quería estar cerca de ella sí solo la he tratado un par de veces como mucho, solté una risita por lo bajo sin percatarme.
-Hija de que te ríes- Pregunto mi papá.
-Sí, comparte el chiste con nosotros Yuliana- secundo Celeste que me miraba de un modo divertido pero seductor, la manera en como pronunciaba mi nombre casi parecía pecado salido de esos carnosos labios.
-No es nada, solo recordé algo gracioso nada más – Respondí bastante bajo, siempre me daba pena cada que Celeste me hablaba de esa manera.
-Y porque no lo compartes con toda la familia- insistió ella.
-Tal vez otro día- zanje el tema.
La cena transcurrió normal entre platicas de lo que habían hecho Celeste y Damián además de que cuánto tiempo se pensaba tomar de vacaciones, entre otras cosas, lo cual significaba que ella no sería parte del proyecto que Damián me quería proponer y eso me dejo un poco triste quería compartir un poco más con ella y esa era una excusa perfecta ya que no éramos lo suficientemente cercanas como para poder entablar una gran conversación.
Después de la cena lleve a Damián a la recamara donde tengo mis trabajos más importantes para que el apreciara de primera mano cada uno.
- ¿Te importa si los veo también? Desde que llegaste no he visto tus pinturas o fotografías y tenía muchas ganas de hacerlo.
-Cla…Claro, no hay problema- su pregunta me agarro de sorpresa.
Cuando les di a cada uno un par de ejemplares de retratos, fotografías y otros les enseñaba los cuadros que había terminado y que entregaría dentro de poco ambos se limitaban a mirar en silencio, lo cual me estaba empezado a poner nerviosa.
-Yuliana no cabe duda que eres buena en lo que haces –dijo esto con una expresión de asombro- estos retratos están magníficos, Mark no mentía cuando me dio referencias sobre tu trabajo, mira me gusta lo que haces y si quieres el trabajo es tuyo, solo que lo que haces lo tienen que ver las empresas a la cual vamos a promocionar, todo se centrará en los dioses y semidioses de la antigua Grecia.
-Perfecto, por mí no hay problema en que los promotores estén evaluando lo que hago, es mejor así, si algo no les gusta lo podremos corregir en tiempo.
-Entonces te paso mi numero- extendió una tarjeta –Ya es tarde y me tengo que ir, fue un placer por fin conocerte, Buenas noches Yuliana.
-Te acompaño a la puerta –me extendió los bocetos que tenía en la mano- Yuliana si no te vas a dormir todavía me gustaría hablar contigo.
Sin más se fueron los dos, me quede pensando en que quiere hablar ella conmigo, ahora que lo pienso no dijo nada acerca de mi trabajo, eso me desanimo un poco, tal vez a ella no le gustaron tanto como a Damián, sin más me puse a trabajar en un retrato que tenía pendiente de terminar para estos días.
Perdí la noción del tiempo, cuando logro concentrarme en mi trabajo no logro llevar la cuenta del tiempo o de lo que pasa a mi alrededor, incluso había olvidado que celeste quería hablar conmigo. Estaba terminando de retratar una fotografía vieja de una boda, este encargo era para dentro de unos días, la pareja en cuestión se percibía enamorados y jóvenes, tenía entendido que era un regalo para para ellos, esto fue hace unos cuarenta años atrás según me relataron.
-Te han quedo hermoso, es como sí me trasmitieran su felicidad, le has dado vida. – Dijo Celeste de pie en la puerta de la habitación.
- ¡Dios! – exclamé y de paso deje caer unas tablillas que estaban cerca– me has dado un susto de muerte, ¿Hace cuánto estás ahí de pie? -Pregunte sintiendo aun mi corazón en la mano.
-Lo siento, de verdad no quise asustarte, es solo que de verdad me ha gustado mucho la pintura- Dijo esto mientras se acercaba y me daba unas palmaditas en mi espalda- De verdad disculpa por el susto- después se puso a recoger las tablillas.
-No te preocupes Celeste- también me puse a recoger las tablillas- Solo que la próxima me podés matar de un infarto- agregué con una sonrisa para darle algo de humor a lo que acaba de decir.
-Te veías realmente concentrada mientras pintabas, no quería interrumpirte -Su mirada era dulce y penetrante, era como si logrará leerme el alma.
-Bueno, me cuesta concentrarme, pero cuando lo hago pues me desentiendo de mi alrededor, aprecio que no quisieras interrumpirme.
-Por cierto- ya de pie y justo al frente mío puso su mano en mi hombro- de verdad me alegra que aceptaras el trabajo, tienes el talento para llevar esto acabo.
Nunca me espere que me dijera esto, no pensé esperarla para esto, me alegra el hecho de que crea que lo que hago es adecuado para el trabajo, pero sigue sintiéndose raro, bien pudo decir esto cuando estaba Damián observando mi trabajo, por que esperar… Me ponía nerviosa seguir pensando en esto y deja volar mi imaginación a límites insospechados, Si bien es raro, no tiene por qué tener ninguna intensión detrás de este hecho… Al menos no quería suponer que esto fuera cierto.
-Ammm ¿Yuliana? ¿Estás bien? – Pregunto una Celeste desconcertada por mí repentino estupor.
-Lo siento, es solo que me distraigo con facilidad.
-Me doy cuenta de eso, sabes te pedí que me esperaras para decirte algo- suspiro, pesadamente- más bien pedirte algo.
- Uuuy, parece serio- sonreí, necesitaba quitarle seriedad al asunto.
-Digamos que lo es -sonrió devuelta- quisiera que salieras conmigo mañana, no lo sé, ir a comer algo o a dar una vuelta por ahí-volvió a suspirar pesadamente- Soy consciente que no empezamos de la mejor manera Yuliana y quería empezar de nuevo contigo...
¿Qué? – me sorprendió muchísimo lo que acaba de decir, no esperaba que dijera algo así, pues si bien no empezamos de la mejor manera para mi ese tema ya estaba más que olvidado.
No te preocupes si no quieres no tienes que aceptar, igual puede incluso que ya tengas planes, de verdad siento esto tan… Tan repentino. - dijo esto muy rápido, casi atropellando las palabras -.
No me refería a eso – repuse rápidamente – es solo que me parece un poco extraño, fue solo repentino, y no tengo planes -ahora yo suspire algo nerviosa- mañana veremos donde ir y que hacer ¿te parece?
-Sí, si claro, mañana veremos -respondió algo sorprendida- bueno ya es tarde y debería ir a dormir hasta mañana Yuliana -parecía algo apenada.
-Hasta mañana Celeste, que descanses.
Como habíamos llegado a esto no lo sé, pero bueno teníamos la oportunidad de limar las asperezas y empezar de nuevo, aunque no pensé que sería ella la que propondría una salida para tratar de empezar de nuevo, realmente nuestro primer día no fue el mejor para empezar una relación de amistad de la mejor manera, pero bueno podríamos dejar eso atrás ¿no? Podríamos ser “amigas” y dejar esa tensión en ambas… O al menos eso es lo que yo espero…