Rose - Ayudante de Dirección
En esta ocasión cuento la historia de mi bella ayudante Rose, una espectacular pelirroja irlandesa con muchas, muchas cualidades, no todas del dominio público.
Un día como otro en la oficina. Somos una pequeña empresa, tan solo seis empleados, mi socio Manel y yo, cada uno tiene su asistente y los dos analistas de datos.
Hemos tenido suerte y nos supimos montar en el Big Data al inicio por lo que hemos cogido la ola y ahora pese a ser muy pequeños estamos altamente especializados y no es por vacilar pero los clientes se nos rifan, además como nuestro modelo de negocio es ir a porcentaje sobre el incremento de facturación o de beneficios, podemos escoger a nuestros clientes, lo que nos permite focalizarnos solo en clientes que sepamos que van a dar pingües beneficios o en clientes que por alguna razón nos gustaría que fueran nuestros, desde Clubs de Futbol a ONGs.
Lo que os voy a relatar sucedió en la Semana Santa de 2.017 y aun lo tengo grabado en mi memoria, es 12 de abril a las 16:00 horas.
- Rose –me dirijo a mi secretaria- voy a subir al gimnasio a hacer unos ejercicios para desentumecerme, por favor hay que terminar el análisis del expediente del Club de Futbol XXXX (permitidme reservarme el nombre del cliente)- Ya he hecho la correlación entre las lesiones y los hábitos de cada jugador, así como de los principales marcadores de un partido junto con sus hábitos. Hay que ponerlo en limpio y presentable para la reunión del lunes.
Tras meses de toma de datos por parte de nuestros técnicos podíamos interrelacionar el rendimiento de los jugadores con sus hábitos y por fin sabíamos que era lo que más le convenía a cada jugador, a que jugador le convenía concentrarse en un hotel y cual tenía que concentrase en su casa, cual era bueno que follara dos días antes del partido y cual no, en qué posición rendía más que en cual otra. Y el club estaba dispuesto a pagar un pastón por rentabilizar al máximo a cada jugador.
Como habréis imaginado Rose es mi secretaria, hija de padre irlandés y de madre española es un portento en matemáticas y computación, la primera de su promoción en la Universidad de Stanford. La fiché hace apenas un año, justo cuando se licenciaba, me costó muchísimo convencerla de que nuestra empresa era la mejor elección que tenía, podía hacer carrera en ella e incluso llegar a ser socia y por supuesto le ofrecí todos los bonus que me pidió.
Si intelectualmente Rose es un prodigio físicamente no lo es menos, con sus 23 años recién cumplidos es una pelirroja espectacular, con una altura de 1,77metros y unas medidas de escándalo de 92-61-92 tiene un cuerpo de modelo hecho para el pecado y una preciosa cara en la que resaltan sus felinos ojos verde agua marina, que dependiendo de su estado anímico giran a un tranquilo verde a un inquietante azul helado cuando hay algo que la contraria.
En la oficina es una chica super dulce y amable, prácticamente no tiene un no para nadie.
- Pero Señor –tiene la costumbre de tratarme de usted desde el primer día de oficina- aquí hay trabajo para unas 2 horas y no saldré antes de las seis, y ya llevo toda la semana haciendo extras para hoy poder salir a mi hora que son las cinco–me replica con un ligero mohín en sus voluptuosos labios.
- Rose, sabes que es muy importante que lo tengamos para el lunes –le replico inflexible- me voy un rato al gimnasio y luego a casa.
- Sí Señor, el lunes lo tendrá encima de su mesa.
- Gracias bonita, que tengas una buena Semana Santa.
Antes de irme me paso por el despacho de Manel y me encuentro la habitual escena de este salido. Tiene a su preciosa ayudante inclinada sobre la mesa y le está reventando el culo a placer.
Mientras yo me decidí por una ayudante eficiente y prometedora que me descargara de trabajo, Manel eligió la suya con la polla, es una chiquilla de apenas dieciocho años, rubia oxigenada y que solo la utiliza para follar, en todas las posiciones imaginables y algunas que no puedo imaginar.
- Ostias Manel, quieres dejar de follar en la oficina y trabajar algo.
- Juan, no me jodas, pasa y tírate a esta perrita, acabo de reventarle el culo, ha chillado como una cerda y ha intentado escapar, pero nada como unos buenos azotes para que se porte bien la zorrita esta.
Jessica, que así se llama, tiene la cara roja como el tomate por la humillación de verse totalmente vejada por su jefe, pero sabe que obtuvo el empleo por sus dos inmensas tetas y su turgente culo y no por su cerebro.
- Vete a tomar por culo, me voy a mi casa –le respondo
- A tomar no a dar y hasta reventar a esta putilla, pero claro si yo tuviera un bomboncito como tú en casa a lo mejor no me tiraría a esta zorrita, pero con el orco que tengo y teniendo que pasar 4 días seguidos con ella voy a follarme a Jessica hasta decir basta.
La pobre Jessica esconde la cabeza contra la mesa sollozante.
- Me voy, nos vemos el lunes.
Y abandoné el despacho de Manel mientras de fondo le oía decir:
- Venga potrilla mueve esas caderas o tendré que sacar la fusta para azotarte.
Tras subir al gimnasio de la última planta del edificio en el que tenemos las oficinas y desentumecer los músculos durante una horita me dirigí al parking para coger la moto y puse rumbo a la casa de Sitges, habitualmente solemos estar en el apartamento de Barcelona pero esta mañana hablando con Sophie, mi mujer, decidimos pasar la Semana Santa en la casa de Sitges, y ella como no trabaja se había ido esta mañana con el coche.
Por suerte no había tráfico y decidí disfrutar de la sensación de las curvas del Garraf con mi BMW R 1200 RT, con lo que llegué a casa totalmente relajado.
Tuvimos la suerte de poder comprar una bonita casa en el paseo de Sitges, desde la terraza de la cual se puede disfrutar de la visión del bonito Mar Mediterráneo, sus cambios de color en los bellos atardeceres. También tenemos suerte que la casa es muy tranquila ya que toda ella junto con sus jardines está totalmente vallada lo que nos proporciona absoluta intimidad.
Al llegar a la cocina me encuentro a mi bellísima esposa Sophie. Tan solo su visión ya es suficiente para que la verga se me alce.
Sophie es una francesita de 1,60 cm, con un cuerpo menudo pero muy bien formado. Es una bella morena de 42 años que a base de gimnasio y de fusta mantiene su cuerpo perfectamente en forma. Con unas medidas de infarto de 100-64-93 resalta allí donde va, y si el cuerpo es excitante no lo es menos su cara de zorra, con unos intensos ojos negros, cuando clava su sensual mirada en tu polla, entreabre ligeramente sus voluptuosos labios rojo intenso, se pasa su sonrosada lengua por ellos para finalmente morderse el labio inferior con sus diminutos pero perfectos dientes blanquísimos la polla se me pone a reventar.
Si a ello le añadimos que lleva su habitual uniforme de estar por casa, que no es otro que el de criada francesa, con su cofia, la ceñida parte superior que deja al aire los henchidos pezones de sus impresionantes tetas. El mini delantal que apenas le cubre su rasurado coño, la brevísima falda que ínfimamente le cubre el culo y le queda un palmo por encima de las medias sujetas con ligueros, enseñando muchísima carne, para acabar en unos excitantes zapatos de 15 cm de tacón que realzan el generoso culo. Tengo que hacer serios esfuerzos para no doblarla encima de la mesa como mi socio Manel hace con Jessica y reventarla a pollazos.
- Hola cariño –me dice con una bellísima sonrisa en su rostro mientras prosigue con los preparativos de la cena
Al acercarme a Sophie para darle un ligero beso en la mejilla puedo apreciar tres intensas líneas rojas que cruzaban la parte superior de sus turgentes senos, rastro de la cruel caña que esta mañana los ha visitado. Poso suavemente mis labios sobre tan eróticas marcas y procedo a besarlos con ansia.
Este gesto la sobresalta y deja caer la cuchara que tiene en la mano, apartándome delicadamente recoge la cuchara del suelo. Para hacerlo me da la espalda y como tiene ordenado con las piernas totalmente rectas se agacha a recogerla, movimiento que deja totalmente a la vista su precioso culo. Culo en el que resaltan las marcas de los cintarazos que ha recibido esta misma mañana, el culo aún permanece enrojecido por la paliza matutina y en algunos puntos muestra cardenales violáceos allí donde el pesado cinto se ha ensañado con la suave carne.
- ¿Ha sido un día duro? –le pregunto con una sonrisa en los labios
- Bien sabes que sí, fíjate en qué estado estoy, los pechos marcados por la caña y el culo ardiendo.
En ese momento veo que las piernas le fallan y se tiene que agarrar a la mesa para no caerse.
- Y además –continúa tras recuperarse- el plug anal con descargas eléctricas me está matando, ya he roto una taza y un plato.
- Esto te pasa por ser una chica mala, además no es excusa para haber roto una taza y un plato.
- Ya lo sé, y seguro que voy a pagarlo – me comenta con un guiño y una sonrisa en sus labios.
De repente Sophie sufre una nueva descarga, mucho más fuerte que las anteriores, sus piernas se doblegan y se cae al suelo, la descarga dura unos interminables 15 segundos en los que la bella francesita se retuerce de dolor.
Tan pronto como ha llegado la descarga, ésta se para. Sophie trabajosamente se pone primero a cuatro patas y luego ayudada por mí se levanta. Ambos sabemos lo que significa.
Apresuradamente Sophie prepara un White Lady que sirve en su copa y lo deposita en una preciosa bandeja que previamente ha colgado de sus pezones mediante unas cadenitas con pinzas.
- ¿Qué tal estoy? –me pregunta cruzando ambas manos a la espalda y proyectando hacia afuera el pecho con las pinzas dentadas aprisionando dolorosamente sus pezones y una ligera mueca de dolor en su bellísima cara.
- Preciosa - le respondo mientras paso un dedo por su coño para comprobar que está totalmente encharcado.
Apresuradamente se dirige a la puerta de entrada mientras yo me desnudo, estoy tremendamente excitado y mi polla se yergue desafiante en todo su esplendor.
Poniéndome al lado de Sophie apenas me da tiempo a arrodillarme y cruzar también las manos a la espalda cuando se oye la llave en la cerradura y se abre la puerta.
- Buenas tardes Ama –decimos al unísono Sophie y yo.
- ¿Qué tal el día Ama? –pregunta Sophie acercándose para que pueda coger el refrescante cóctel.
- Pregúntale al inútil de tu marido – le contesta el Ama mientras apura el coctel de un solo trago –me ha tenido en la oficina hasta las seis de la tarde.
Responde la bella Ama mientras pellizcando fuertemente mis pezones hace que me ice para ponerme de pie y mientras estira cruelmente del pezón con la manos izquierda, la mano derecha vuela de un lado a otro soltándome dos impresionantes sopapos.
- Además he tenido que venir en un tren atestado de gente y soportar a los babosos devorándome con los ojos –continua el Ama mientras se despoja de su lindo trench.
Como habréis comprendido el Ama no es otra persona que Rose, mi dulce secretaria en la oficina pero en privado una Ama cruel e imaginativa.
Rose es tan buena en su trabajo de analista de datos que fue capaz de predecir que mi empresa iba a intentar contratarla, esto le dio tiempo para poder hacer un perfil de los dos directivos de la empresa, de Manel y de mi y por supuesto tirando del hilo de mi mujer. A partir de nuestro rastro de datos no le costó mucho deducir que tanto Sophie como yo teníamos tendencias sumisas y una de las prebendas que tuve que hacer para contratarla era que en privado sería nuestra Ama.
Al despojarse del trench Rose deja ver su espectacular cuerpo. Mi socio Manel ha impuesto ciertas normas de vestimenta para las ayudantes de dirección. Deben ir “uniformadas” con una camisa ceñida con los tres botones desabrochados para que dejen bien a la vista el escote, un sujetador de media copa que realce sus pechos pero deje a la vista la parte superior de los mismos, minifalda que en el caso de Rose con las larguísimas piernas que tiene deja al menos 20 cm entre el final de la misma y sus rodillas. Todo ello realzado por unos zapatos o botas de como mínimo 12 cm de tacón. Inicialmente se lo impuso a la suya pero al unirse Rose a nuestra empresa y ver su espectacular cuerpo decidió que era para todas las ayudantes.
No bien acaba de despojarse del trench, Rose pega su cara a la mía cogiéndome del cuello, me domina con su impresionante altura, sus 177 cm más los 12 cm de sus tacones hacen que la sensual pelirroja me mire desde arriba, me saca casi una cabeza de altura, pegando sensualmente su cuerpo al mío hace que mi polla se endurezca aún más y me duela de excitación.
Clavando sus ojos en los míos veo como estos tornan del azul a un azul aún más intenso, no me da tiempo a prepárame cuando mis huevos revientan de dolor, acaba de propinarme un rodillazo en las pelotas, soltándome del cuello me derrumbo encogido en el suelo, todo mi ser está concentrado en un solo punto de mi cuerpo, mis pelotas, y me duelen horriblemente.
- Estoy harta de esta puta ropa –continúa Rose como si nada hubiera pasado mientras se despoja del cinturón que ciñe la bonita falda escocesa de vuelo que lleva hoy.
Con la pierna me pega un par de patadas para colocarme boca arriba mientras continúa:
- Y encima me ha tocado venir andando desde la estación hasta aquí – remarca mientras con cada palabra me suelta un cintarazo para acabar con un último cintarazo en mi polla, la agonía es infinita.
- Voy a ponerme cómoda, acompañadme a la habitación.
Rose se dirige con paso firme a la habitación mientras Sophie y yo arrastrándome como puedo la seguimos, en un susurro Sophie me comenta:
- Está aún más furiosa que esta mañana y a mí ya me ha puesto fina, va a ser un duro y largo fin de semana.
- Silencio –grita Rose mientras se gira y apretando el mando del plug de descargas se ensaña con Sophie que nuevamente cae al suelo retorciéndose entre lágrimas y aullidos.
Rose con una feroz sonrisa aprieta una y otra vez el mando produciendo dolorosas descargas en el ano de Sophie que se retuerce mientras suplica.
- Piedad Ama, piedad.
- Y tanto que va a ser un largo fin de semana, sucia perra, tenemos cuatro días por delante, es Semana Santa y es época de redención, expiareis vuestros pecados con dolor y lágrimas – le dice a Sophie mientras acercándose a ella y tirando de la bandeja hace que la morenita se levante del suelo.
La diferencia de altura es impresionante, Sophie apenas le llega a las tetas a Rose y ésta aprovechándose de la situación tira de la bandeja hacia arriba arrastrando los pezones haciendo que los inmensos pechos de Sophie se estiren dolorosamente.
La menuda francesita intenta alzarse de puntillas sobre sus elevados zapatos de tacón, disciplinada consigue mantener ambas manos cruzadas a la espalda, las lágrimas ruedan abundantemente por sus mejillas mientras Rose tira y tira de la bandeja hacia arriba hasta que llega el inevitable final, Rose tensa tanto la cadena que finalmente las pinzas abandonan dolorosamente los pezones de Sophie con un último y cruel mordisco que arranca un grito agónico de Sophie.
Nada más llegar a la habitación Rose empieza a dar órdenes:
- Sophie coge la caña que hay encima de la cómoda –es una temible caña corta apenas 50 cm pero de grueso de bambú– sucio perro –me increpa- ayúdame a desnudarme.
Pero no podía ser tan fácil, con Rose nada es fácil.
- Sophie, si la miserable polla de este sucio perro se empina descárgale un golpe con la caña, hoy no quiero que ese miserable pingajo se yerga ante mi presencia.
Suavemente me acerco a Rose y empiezo a desabrocharle los botones de su bonita camisa blanca y quitársela delicadamente, inicialmente el dolor de huevos y polla que tengo por el castigo anterior impide que mi verga se empine, pero la visión de sus turbadores pechos, el sensual olor que desprende mezcla de su perfume y del fresco sudor que ha recubierto su cuerpo, que percibo al acercarme más para deslizar la blusa por sus torneados brazos. El Ama no me lo pone nada fácil, mientras desabrocho su blusa, clava su profunda mirada en mis ojos, entreabre los rojos y jugosos labios que hacen juego con su esplendorosa cabellera, mostrando unos perfectos y nacarados dientes entre los que asoma su sonrosada lengua que utiliza para humedecer y hacer aún más deseables esos labios, jugosos labios que finalmente, con un suspiro de placer mordisquea juguetonamente el labio inferior, es superior a mis fuerzas y noto como mi polla toma decisiones sin mi control.
Sophie, con una fidelidad mal entendida intenta disimular y aparta la vista de mi polla, pero es imposible engañar al Ama que apartándome de un empujón le grita a Sophie:
- Perra estúpida ¿eres incapaz de seguir las órdenes del Ama?
- Perdón Ama, estaba extasiada en su belleza y había dejado de mirar el miserable pingajo de mi marido –intenta conciliar Sophie con la mirada baja.
- Ni perdón ni ostias, eres una puta esclava inútil, pero yo sé cómo poner en su lugar a una perra como tú –le grita Rose mientras le arranca la caña de las manos – en posición, ya –le ordena el Ama.
Sophie, totalmente entrenada, adopta la posición de castigo, poniéndose de cara a la pared apoya los brazos en la misma y saca su culo mientras gira la cabeza en la dirección del Ama.
Es tremendamente excitante ver como una mujer hecha y derecha de 42 años como Sophie se humilla ante una jovencita de apenas 23 años como Rose, como ésta la tiene totalmente doblegada y como Sophie acepta cada una de las órdenes de esta niña.
Por otra parte los contrastes de la escena son maravillosos, dos reales hembras una morena y la otra de piel nívea, el lacio pelo negro de Sophie que le cae por la espalda hasta acariciar su culo frente a la indómita cabellera pelirroja del Ama Rose, la potencia física del Ama frente a la fragilidad de la diminuta esclava, la carne joven y sensual del Ama frente a la carne madura y apetecible de la sumisa. En el caso del Ama unos pechos turgentes que desafían la ley de la gravedad debido a sus juventud y el excelente estado físico frente a los pechos llenos y maduros de la sumisa. Ambos cuerpos excitantemente apetecibles cada cual a su manera pero que en conjunto forman una escena de alto voltaje.
Si a ello añadimos la temible caña en manos del Ama y la aceptación resignada del castigo por parte de Sophie que muestra en su culo las señales del castigo matutino y que ahora van a verse realzadas por las persistentes marcas que deja la caña, tengo la polla a reventar.
- Bien pequeña, vas a aprender que para ti solo existe una cosa, los deseos el Ama –sermonea Ama Rose mientras la caña silba e impacta dolorosamente en el culo de Sophie.
Un gruñido de dolor se escapa por entre los labios de la sumisa.
- Si Ama –responde Sophie.
- Mis deseos son tu vida – silba nuevamente la caña.
- Si Ama –responde Sophie mientras una gruesa lágrima rueda por su mejilla
- Y tú solo vives para satisfacerme –prosigue Ama Rose mientras la caña vuelve a silbar
- Si Ama – las lágrimas ya ruedan abundantemente por la cara de Sophie
- En tu visa solo existo yo – remarca Ama Rose con un nuevo golpe de caña.
- Si Ama.
Cuatro líneas se marcan profundamente en el terso culo de Sophie, cuatro líneas que resaltan sobre la rojez y los cardenales de la paliza recibida esta mañana.
Ama Rose le devuelve la caña a Sophie y le dice.
- Haz tu trabajo perra.
Sophie se dirige hacia mí, con la mirada clavada en mi enhiesta verga, levanta lentamente la mirada hacia mis ojos mientras yo me mantengo de pie, con las manos a la espalda, el miedo anticipando el dolor me provoca un sudor que corre por mi frente.
De repente todo mi ser se vuelve a concentrar en un solo punto, Sophie ha descargado un tremendo golpe con la caña en mi glande, apenas me puedo mantener en pie, el cerebro se me nubla de dolor pero el efecto es inmediato mi polla vuelve a ser un pingajo.
- Perro continúa con tu trabajo –me increpa Ama Rose.
Me acerco nuevamente a Ama Rose y abrazándola le desabrocho el sujetador, mi cuerpo se aprisiona contra sus impresionantes pechos, mi cara se hunde en su frágil cuello y aspiro todo su aroma, mientras con voz ronca me susurra.
- No te excites perrito.
- Lo intento Ama –le respondo.
Poniéndome de rodillas le desabrocho la falda que cae por sus bien torneadas piernas, su fragante coño queda a la altura de mi nariz, aspiro ávidamente la fragancia de mi Ama.
Cuando voy a quitarle el breve tanga me dice:
- Con los dientes, como lo hacen los buenos perritos.
Lucho contra el tanga, intento morder su cinturilla pero es imposible, finalmente no me queda más remedio que hundir mi nariz en su preciosa barriga para capturar el borde del tanga con mis dientes, con el tanga ya entre mis dientes voy tironeando por un lado y por otro, mi nariz se hunde en su fragante coño, mi boca roza sus espléndidas piernas hasta que totalmente humillado, con la cabeza a la altura de sus tobillos y mordiendo un lateral del tanga consigo bajárselo totalmente.
- Ama –grita Sophie – el perro esclavo se ha vuelto a empalmar.
El Ama sabía que así sería, sabe que me es totalmente imposible resistirme a sus encantos.
- Perrito, ponte de pie.
Me pongo de pie con el tanga aun entre mis dientes. Quitándomele de la boca hace una bola con él y me dice:
- Abre la boca estúpido
Y me lo mete en mi boca, mi polla me vuelve a doler de lo dura que está, la exquisita fragancia de mi Ama invade mis fosas nasales, en mi boca tengo el tanga que ha estado todo el día en contacto con su coño y el roce de mi boca con sus suaves piernas ha sido exquisito, este placer bien vale los vergazos que mi polla va a recibir.
Sophie se acerca blandiendo la vara mientras Ama Rose me ordena con voz dura.
- De pié, con las piernas bien abiertas y manos a la nuca.
El primer vergazo me hace ver las estrellas, un gruñido de dolor entresale por mi boca llena por el tanga de mi Ama. Parece que me hayan partido la polla en dos, pero es tal mi grado de excitación que la verga aun permanece enhiesta.
- Sophie, otro –indica Ama Rose
Sophie descarga otro trallazo, mis piernas se doblan y caigo de rodillas, he leído relatos de cómo un esclavo recibe y recibe golpes en la polla, para mi es imposible, con tan solo dos trallazos mi verga vuelve a parecer un pingajo, cualquier rastro de excitación se ha borrado y ahora tan solo queda el dolor sordo y palpitante.
- Perrito, te lo voy a poner fácil –me susurra Ama Rose con su voz ronca y sexi mientras me ayuda a levantarme estirándome de los pelos, aunque nunca es así nunca me lo pone fácil.
Dirigiéndose a la cómoda, totalmente desnuda, con tan solo sus zapatos de tacón que realzan su cuerpo de diosa se puede apreciar hasta el más mínimo detalle de su perfecta anatomía. De espaldas, con la rizada cabellera fuego acariciándole su suave espalda, viendo sus estrechas caderas que acaban en un turgente y sus infinitas piernas.
De la cómoda saca un aparato de castidad, y se lo entrega a Sophie:
- Esclavo no creerías que iba a tocar ese pingajo con mis exquisitas manos.
- No Ama, no soy digno
Sophie, que ya sabe lo que tiene que hacer sin que nadie se lo indique introduce mi polla que aun no se ha recuperado de los vergazos en el aparato y lo cierra.
Algunas jaulas para polla son pequeñas y hacen que las erecciones sean dolorosas, pero esta es mucho más cruel ya que es lo suficientemente amplia como para que mi polla pueda expresarse en su total magnitud, me permite llegar a una erección máxima, el problema es que no está vacía, por dentro tienen infinidad de agujas que se clavan en la polla cuando esta se excita. En el estado actual mi flácida polla se encuentra totalmente rodeada de agujas, pero ninguna se clava en ella, pero en el momento en que me excite ésta empezará a crecer y las agujas a clavarse dolorosamente. Es el cruel juego de mi Ama, hay veces que me excita de tal manera que mi polla alcanza su máximo esplendor dentro de la demoniaca jaula, es tal el grado de excitación que mi polla se niega a replegarse a pesar de los dolorosos pinchazos que recibe.
- Sophie desnúdate y ven conmigo a la ducha, tu esclavo, síguenos.
Ama Rose y Sophie entran en la amplia ducha del baño, y Ama Rose me indica:
- Perrito, quédate en la pared, con las manos a la espalda y no cierres los ojos, quiero que veas como tu bella esposa me ayuda a ducharme, y como soy un Ama magnánima dejo que te empalmes, no vas a recibir ningún vergazo por ello –me dice con una pícara sonrisa en su cara y en sus bonitos ojos ahora de color aguamarina.
- Gracias Ama –respondo poniéndome en la posición indicada.
Las dos bellas hembras entran en la inmensa ducha acristalada, por lo que puedo “disfrutar” del maravilloso espectáculo.
El vapor el agua caliente las rodea y hace sudar sus esculturales cuerpos. Sophie de puntillas y de espaldas al Ama lava su roja cabellera apretando sus voluminosas tetas contra la espalda del Ama, Ama Rose se apoya con las piernas abiertas contra la pared de cristal, puedo ver su cara de éxtasis mientras Sophie masajea su linda cabeza, las turgentes y blancas tetas se apretan contra el cristal los rosados pezones están aprisionados contra la puerta, lágrimas corren por mi cara ante tanta belleza.
Cuando Sophie ya ha acabado con la impresionante melena, Ama Rose se da la vuelta y ambas se funden en un húmedo y apasionado beso, el agua caliente se desliza por sus cuerpos, Sophie solícita empieza a enjabonar los duros pechos de Ama Rose, que recibe las caricias entre gemidos, las manos de Sophie vuelan por encima del cuerpo divino de Ama Rose, exploran sus más profundos secretos, enjabonan su espalda, se deslizan por su bien trabajado vientre, amasan su turgente culo y enjabonan el cerito, se dirigen ansiosas hacia el coño del Ama que enjabonan ávidamente entre suspiros de placer de ambas.
Sophie se arrodilla para enjabonar las infinitas piernas del Ama Rose, su cabeza queda a la altura del bello coño del Ama, que agarrándola firmemente de la cabeza la conduce hacia él.
Sophie lame el húmedo clítoris del Ama, con su lengua explora los más profundos recovecos de su coño mientras el agua chorrea por sus cuerpos, la madura francesita se afana en lamer, sorber y mordisquear el joven coño de su Ama, a punto de explotar Ama Rose sujeta firmemente la cabeza de Sophie contra su clítoris, aunque no puedo verlo se exactamente lo que está haciendo mi sumisa mujercita, delicadamente ha sujetado el inflamado clítoris del Ama entre sus dientes, sus calientes labios se posan alrededor del mismo y su lengua golpetea y acaricia repetidamente el inflamado órgano.
Un orgasmo reparador inunda el cuerpo de Ama Rose que tiene que apoyarse en la cabeza de una satisfecha Sophie para no caerse ya que las piernas le flaquean.
- Muy bien mi pequeña –le dice una contenta Ama Rosa
- Gracias señora, todo mi cuerpo está destinado a su placer –responde Sophie con una sonrisa de adoración al Ama en su bello rostro.
- ¿Y tu esclavo inútil, ya te has empalmado? - Se dirige burlonamente hacia mí
Mi polla no ha sido ajena a tan tremendo espectáculo y aunque aprisionada en la jaula se yergue desafiante, las ajugas se clavan dolorosamente en ella, pero aún así palpita de deseo, llevo casi un mes en castidad y mis pelotas me están matando, daría cualquier cosa por poder eyacular.
- Señora, no puedo ser insensible al bello espectáculo de mi adorada Ama y su bellísima esclava.
- Bien, hace casi un mes que no eyaculas, te voy a proponer algo, te desafío a una pelea, si tu ganas podrás follarnos a tu mujer y a mi durante todo el fin de semana, pero si yo te gano eliminaremos uno de tus límites, el de participar en sesiones con otras Amas.
Uno de los pocos límites que pactamos con Ama Rose era el de no ser cedidos a otras Amas, ya que por mi negocio es necesario mantener la discreción de nuestras actividades, pero en esos momentos solo era capaz de pensar con la polla, y Ama Rose lo sabía muy bien para retarme estando tanto ella como mi hermosa mujer desnudas después del espectáculo lésbico que me habían ofrecido.
Además había estado entrenando duramente en el gimnasio y me sentía lo suficientemente fuerte como para poder con una niñata, por lo que no dude en aceptar.
- Ama Rose, acepto el reto, si usted gana el límite de cederme a otras personas quedará anulado.
- Perfecto gusano, y si tu ganas, dios no lo quiera, podrás disfrutar de mi bello cuerpo y del de tu mujer durante estos largos cuatro días. Sophie libera el pingajo del cerdito y tu vete al gimnasio que ahora voy yo.
Diligentemente Sophie libera mi polla de la jaula mientras la acaricia suavemente y mirándome a los ojos con cara viciosa me susurra:
- Estoy deseando que seas mi macho.
Casi me corro con tan solo oírle esas palabras. Me fui al gimnasio sonriendo no pudiendo creer en la increíble suerte que tenía, iba a tener a dos mujeres impresionantes a mi disposición, y lo bueno es que Ama Rose no podría tomar represalias por lo que sucediera ese fin de semana ya que habría sido ganado en justa lid. Pese a ser ligeramente más bajo que Ama Rose, tan solo mido 175 cm soy de complexión más fuerte por lo estaba absolutamente seguro de mi triunfo.
Mientras esperaba en el gym aproveché para hacer algunos estiramientos y calentar no quería desaprovechar la gran oportunidad que se me presentaba, un fin de semana con dos diosas a mi disposición, mi polla se erguía desafiante y turgente en toda su magnitud reclamando lo que era su propiedad, mi esposa Sophie, y de postre a la bellísima Rose.
Al llegar Ama Rose al gimnasio no pude más que babear boquiabierto, dominando el espacio con su poderosa presencia física, la melena pelirroja totalmente alborotada alrededor de su cabeza, sin maquillaje, la cara limpia reflejando su extrema juventud, los ojos de un color azul helador reflejo de la concentración que tenía, en la parte superior coraza de cuero negro con ribetes rojos que realza sus impresionantes senos y apenas cubre sus pezones dejando la parte superior totalmente a la vista, senos marmóreos tanto por su color níveo como por la dureza de la juventud, rotundos y poderosos, dejando entrever las ligeras pecas que los adornan.
La coraza se ciñe a sus caderas y las perfila remarcando la feminidad de su portadora, continua por su cintura con unos flecos que cubren el turgente trasero, pero por la parte delantera se abre en uve y deja ver el cálido coño del Ama, coño que en esos momentos está brillante por la excitación, el embriagador perfume del sexo del Ama inunda el gimnasio enloqueciéndome.
Guateletes de cuero se ciñen a sus antebrazos pero lo más impresionante son las botas que calza, botas que se adaptan perfectamente desde los tobillos hasta los muslos, botas que recorren las kilométricas piernas del Ama, que las acarician y las realzan hasta una belleza imposible de alcanzar por los simples mortales, dejando entrever entre el fin de las botas y el inicio de la falda un palmo de sus bellos muslos, un palmo de lujuria, un palmo de unos muslos níveos y perfectamente trabajados, un palmo de extrema belleza que hipnotizaría a cualquier mortal.
Las botas acaban en unos impresionantes tacones de 15 cm, sonrío torvamente, la coquetería va a ser su perdición, con esos tacones no va a poder moverse con agilidad y estoy dispuesto a todo para ganar esta contienda, el premio es tremendamente goloso y el castigo por perder insoportable.
Cada uno en un extremo del ring, separados por los seis metros de distancia, nos miramos fijamente a los ojos, yo con una sonrisa de seguridad pintada en mi cara, Ama Rose preciosa con una ligera sonrisa en la comisura de sus labios y la bella mirada refulgente, incluso se diría que excitada.
Sophie hace sonar el ring y se inicia el combate, sabiendo que los tacones son su debilidad corro hacia Ama Rose que me espera impávida en la esquina, sonriendo, aunque sé que va a tratar de parame con un golpe directo a mis pelotas en cuanto esté a su alcance, por lo que prácticamente al llegar a ella me ladeo para ofrecerle mis muslos al golpe que va a lanzar y saltando, echo el brazo hacia atrás como he visto en algunas películas, para lanar un poderoso golpe contra su cara en un golpe demoledor.
Golpe demoledor si hubiera alcanzado su destino, ya que con una increíble rapidez Ama Rose cuando estaba en el aire se ha acuclillado y lanzando una garra a mi tobillo derecho me ha desestabilizado cayendo cuan largo era en el ring, acompasando la caída con su cuerpo ahora si ataca mis pelotas dejando caer su rodilla sobre las mismas y con un tremendo golpe me deja fuera de combate, no ha tardado ni 3 segundos desde que ha sonado la campana hasta dejarme totalmente fuera de combate, levantándose e irguiéndose en todo su esplendor aprisiona mi polla y mis pelotas entre el tacón y el suelo.
Entre las nubes de dolor que nublan mi cerebro desde el suelo veo al Ama sublime, desde mi posición aprecio la longitud infinita de sus poderosas y bien torneadas piernas, aprecio la suave curvatura de su culo y el relieve de sus desafiantes pechos.
Girando el pie que aprisiona mis testículos con voz acerada dice:
- Ríndete o ahora mismo te arranco las pelotas.
- Me rindo, sublime Ama –susurro entre sollozos de dolor.
- Más alto, perro inmundo –me grita el Ama mientras sigue martirizando mis pelotas
- ME RINDO AMA –grito.
- Bien perrito –me dice mientras libera mis doloridos testículos que ofrecen un aspecto amoratado por el dolorosísimo golpe al que han sido sometidos –mañana te compartiré con otra persona, y para que vayas disfrutándolo de antemano te voy a decir quién es.
La expectación se palpa en el ambiente, la persona que vendrá es alguien conocido, como puede ser tan cruel mi bella Ama.
- Redoble de tambores, trrrrrrrr –ironiza Ama Rose – y la elegida es….JESSICA
Dios no, pienso, la secretaria de mi socio Manel, la poligonera.
- Por favor Ama no, se lo suplico, Jessica no, no podría mirarla a la cara en el trabajo, no me haga esto, me hundirá.
- Si, perrito, si, has perdido la apuesta –me dice con dulce voz Ama Rose –además ya la he invitado hoy estaba tan triste y dolida por las humillaciones que le hace tu socio que le he prometido un fin de semana total con unos esclavos para que se pueda desahogar.
En ese momento me doy cuenta que todo ha sido un ardid de mi inteligente Ama y que yo he caído a cuatro patas en él, no tenía ninguna posibilidad de ganar, que estúpido soy.
- Le he dicho que tengo una pareja de esclavos y al enterarse que uno es un hombre, más o menos, dice que va a darte por culo hasta reventarte, que vas a pagar todas las humillaciones que le ha hecho pasar tu socio Manel, no veas lo que vamos a reírnos cuando vea que eres tú.
Me dice mientras con Sophie abandona el gimnasio.
- Sophie ven conmigo que vamos a celebrar la derrota de este inútil, estoy contenta y tengo ganas de sexo salvaje, y si eres buena igual dejo que tengas algún orgasmo.
- Si Ama.
- Y tu perro inútil dúchate y vete a descansar que mañana te espera un día muy, muy duro.
Desolado, tirado en el ring, con un dolor agónico en las pelotas y totalmente acojonado por lo que pueda pasar mañana, de fondo oigo los jadeos y gemidos de las dos portentosas hembras en combate lésbico sin tregua, portentosas hembras que hubieran podido ser mías si hubiera sido un verdadero macho alfa ganador, reflexiono mientras me arrastro como puedo hacia mi jaula.
Aunque mi polla no es de la misma opinión y poco a poco se va irguiendo mientras pienso en las humillaciones que tendré que soportar a mano de tan distintas mujeres, mi bellísima Ama Rose, la poligonera Jessica, aun más joven que mi Ama, tan solo dieciocho años recién cumplidos y físicamente totalmente opuesta a mi Ama, frente a la elegancia natural de mi Ama la exuberancia ordinaria del cuerpo siliconado de Jessica, y por supuesto mi amadísima esposa que pondrá el contrapunto a las dos jovencitas con su maduro y deseable cuerpo.
En este relato exploro terrenos totalmente desconocidos para mí, la Femdom, mientras que en los otros relatos había gran cantidad de experiencias personales que me ayudaban a escribirlos y valorarlos, en éste poco hay de realidad por lo que si habitualmente los comentarios tanto por mail como en TR son bienvenidos en este caso lo son aún más, ya que el feedback de este relato aunque sea mediante valoraciones me ayudará a decidir sin continuar con él o a abandonarlo.