Rosario mi mujer y Moroni
Hola soy Alberto el marido cornudo de Rosario,cuento lo que paso con mi mujer unos días que nos fuimos a la Playa
Hola soy Alberto un cornudo voyeur y mi puta esposa es Rosario, de 47 años ella tiene 45. No tenemos muchas oportunidades de estar solos, además no soy tan activo como ella en la cama. Los hijos, ya son mayores de edad más los compromisos familiares y en especial el trabajo hace que sean pocos los días en los que gocemos de intimidad, por suerte estas raras ocasiones las aprovechamos a fondo, es cuando revivimos la pasión, aunque ella ya sabéis que Paco se la folla bien follada, y le da polla toda la que quiere.
Ella, está muy buena y tiene un cuerpazo como si tuviera la edad de nuestra hija 22, como a ella le encanta el sexo, pero algunas veces estamos más de dos semanas sin hacerlo por lo que os he comentado antes, tiene a su Paco.
Cuando podemos nos escapamos un fin de semana y una de estas es lo que motiva lo que os voy a contar, para ver si me animo y la follo algo más.
Las circunstancias se alinearon para dejarnos libres de ataduras de mi trabajo de viernes a domingo así que casi sin tiempo decidimos pasar aquellos dos días en una ciudad del Sur Almería, estábamos en pleno verano y podíamos bañarnos en la playa y luciera ella su cuerpazo.
Llegamos el jueves a última hora de la tarde, el hotel que habíamos escogido era precioso, la terraza daba al mar, la habitación en el último piso era impresionante. Además, tenía un pequeño salón, discoteca para espectáculos y música.
Tras una refrescante ducha y que le comiera el coño a mi mujer arrancándole dos corridas salimos a cenar, no follamos porqué a mí me cuesta correrme dos veces en un día, cuando nos conocimos era capaz de follármela tres veces al día, algo que algunas veces me echa en cara, así que si podemos le hago algo que le encanta, una comida de coño, ella se lo pasa de maravilla, me dice que mi boca es casi tan buena como la polla de Paco..
Salimos a cenar, estaba impresionante con su vestido fino transparente y corto de generoso escote, tras la cena fuimos a bailar, le encanta, y ya de vuelta al hotel follamos descargando la pasión que teníamos acumulada.
El día siguiente, que desperté a mi mujer con una corrida gracias a que mis dedos le hicieron estremecer de gusto, la pasamos entre la playa, siesta, en la que al despertar me pidió otro orgasmo que entre mis dedos y mi lengua lo obtuvo, y pasear, escogimos restaurante del hotel para cenar y cuando ella se duchaba entré con ella, las cosas se nos fueron de las manos ya que estaba muy caliente y acabé follándola cómo un loco en la enorme ducha, lo malo es que tanta excitación me pasó factura Y ME CORRÍ ANTES QUE ELLA!!. Y me dijo tu ves como no aguantas.
Vi a mi mujer desencantada, no solo por no haber tenido su deseado correrse con mi polla, sabía que al volver no tendría otro polvo salvaje cómo a ella le gusta, no lo dijo pero lo noté, quise acabar el trabajo con mis dedos pero no quiso, algo que me hizo entender todavía más claramente su cabreo.
La vi vestirse, si la primera noche estaba maravillosa, esta lo estaba todavía más, el vestido era muy sexy, la amplia y corta minifalda transparente, vestido de escote de barco dejando ver sus hombros, donde solo yo sabía que debajo no había más que un diminuto tanga y sin sujetador a juego muy sexy, era muy excitante pero no menos que su pronunciado escote, los zapatos de talón alto acababan de realzar su cuerpo, notaba que estaba muy caliente, no me extrañó, la había dejado a nada de correrse pero por más que insistí no quiso que lo acabara.
Llegamos al restaurante, nos lo pasamos muy bien, al final me “perdonó” pero me dijo que estaba muy caliente, en pleno restaurante puso la mano bajo la minifalda y sacó su dedo mojado, me dijo también que al volver al hotel tendría que esmerarme y darle varias corridas, ¡¡algo que ni dudaba hacer!!
Cuando pagamos la cuenta me dijo que iba al lavabo añadiendo que no era para mear, ¡QUERÍA SECARSE EL COÑO YA QUE LO TENÍA TAN MOJADO QUE LE DABA MIEDO QUE EL FLUJO BAJARA POR LOS MUSLOS!!!!, nunca la había visto así y sabía que la culpa era mía, encima no tener el pollón de Paco la tenía loca con lo ardiente que es.
Al salir queríamos ir a bailar a algún sitio cuando vimos casi al lado del restaurante un local, de mismo hotel, acercamos, parecía más o menos lo que buscábamos con una diferencia, había un pequeño espectáculo erótico a media noche.
No solemos ir a este tipo de espectáculos, pero aquel día como novedad nos gustó la idea, podríamos bailar y de paso ver algo de carne. Entramos y nos gustó el sitio, era pequeñito y acogedor, tras tomar unas bebidas salimos a bailar, cuando hacía un cuarto de hora que lo hacíamos apagaron la música y un hombre salió con un micro diciendo que era la hora del espectáculo y que estaba pensado “para satisfacer tanto a los caballeros cómo las señoras”.
Salió una chica que después de varios bailes y poses se fue desnudando, cuando quedó en braguitas y sujetador bajó de aquel pequeño escenario, todo quedaba muy cerca así que lo veíamos casi de primera fila, la chica se paseó entre el público, algunos hombres tuvieron la oportunidad de agarrarla y dejarse agarrar por ella, y uno la de sacarle el sujetador y otro las braguitas, ya desnuda volvió al escenario donde el baile estaba pensado para que todos le viéramos su coño.
Mi mujer estaba muy absorbida con el espectáculo, supongo que al estar tan caliente aquello le excitaba todavía más. Con ligeras variaciones salieron dos chicas que hicieron conjuntamente lo mismo, la diferencia fue que al final se montaron un numerito lésbico muy excitante, especialmente porque lo vimos a dos metros de ellas.
Y tras marcharse salió al escenario un tío negro, no medía menos de 1.95 metros y tenía un cuerpo fuerte, de la edad de nuestro hijo, miré a mi mujer, estaba embobada mirándolo, al tío tras un baile empezó a desnudarse haciendo las delicias de las mujeres del público, quedó con un tanga y bajó a pasearse entre el público, cuando lo hicieron las chicas los hombres eran bastante respetuosos con ellas, con aquel tío la locura de las mujeres era total, podía ver cómo tenía el cuerpo lleno de manos de mujeres, gritaban muy fuerte, lo curioso es que la mayoría lo hacían teniendo a su pareja al lado, cuando pasó cerca de mi mujer se lo quedó mirando pero no hizo nada no obstante la mirada que le echo era de deseo puro!, jamás la había visto así.
El tío subió al escenario acompañado de una mujer de mediana edad que tuvo que sacarle el tanga APARECIENDO UNA POLLA NEGRA DE POR LO MENOS 30 Cm que hizo las delicias de las mujeres, miré a la mía, estaba embobada, le dije:
¿Te gusta?
¡¡Joder si me gusta!!, respondió, esto si es una polla!!
Jamás le había iodo decir aquella palabra por lo que deduje que estaba completamente cachonda. El tío deleitó a las mujeres con un baile en el que la polla no se le bajó en ningún momento.
Cuando tras los aplausos se marchó mire de nuevo a mi mujer tenía los ojos rojos de cachonda que estaba le pregunté cómo estaba, me miró y sin decir nada ni importarle que estuviera entre tanta gente me agarró la mano me cogió la mano y la metió para tocarle el coño estaba totalmente mojado, la sacó y me dijo:
La culpa es tuya, me has dejado a medias más caliente que nunca y ahora me llevas a un sitio donde hay un tío con la polla que sueña cualquier mujer, ¿cómo quieres que esté?
Volvió la música y seguimos bailando, los ojos de cachonda no se le quitaban, de repente veo que por una puerta salía al tío negro del espectáculo y se me ocurrió una locura con escasas posibilidades de éxito pero que valía la pena probar.
Le dije a mi mujer que fuese al lavabo a quitarse el tanga mojado, .mientras yo hice fue buscar a aquel tío, fue fácil encontrarlo, me acerqué a él y le dije:
Perdona que te moleste, pero has impresionado a mi mujer y me encantaría que la conocieras.
Puso una cara rara, seguro que no era la primera vez que alguien le decía algo parecido, sin esperar su respuesta le indiqué cual era, miró a mi mujer y me dijo:
Y después de saludarla, ¿qué quieres que haga?
No lo sé, supongo que hablar un poco con ella…
¿Dejarías que me folle a tu mujer?
¿QUE?, no, ni creo que ella quiera.
Sabes, me dijo, son incontables las mujeres que han querido follar conmigo y raramente me opongo, además tu mujer esta buena, es la rubia a mechas y a mí, me ponen las madres cachondas, así que si después de conocerla quiere follar tienes que mantenerte calladito, si lo aceptas lo hago, voy a conocerla.
Ella no sabe que estoy hablando contigo, pero ella me pone los cuernos cuando quiere y sé que le gustaría tener una polla como la tuya dentro de su coño. Ella bebía y bailaba en la pista su vestido dejaba ver todo su cuerpo y con los focos, a trasluz, se veía su culo desnudo su coño y además sus pezones tiesos de lo cachonda que estaba, bailando, bajo esa tela fina negra. Era un espectáculo mi mujer.
Te quedas aquí un rato, primero voy yo, espérate un par de minutos en unirte a nosotros y te la presento.
Y se marchó hacia la pista acercándose a mi mujer, cuando al tuvo a su lado le dijo algo al oído, Rosario no lo había visto así que se asustó, al darse cuenta de quién era se quedó paralizada provechó para agarrarla por la cintura sin la menor oposición, estaba tan extrañada que no le respondía más que con sonrisas y Moroni que así se hacía llamar a provechó para hacer que se acercara hasta quedar su cuerpo pegado al de mi mujer y bajó la mano hasta el culo, veía aquello alucinado, sabía el estado de mi mujer parece que olía a una mujer cachonda a metros.
Pasó el tiempo y volví a la pista, mi mujer, que ya me esperaba, me dijo:
Es el tío del espectáculo, me ha dicho que se había fijado en mí y quería conocerme, es muy simpático.
Le estreché la mano sin que ni un solo momento dejara de agarrar muy fuerte a mi mujer ni sacarle la mano del culo, nos dijo que nos fuéramos a la barra, allí no paró de lanzar piropos a mi mujer, que la tenía hipnotizada y con total descaro le dijo:
Sabes, tienes un cuerpo muy bonito, me muero por verte desnuda una mujer como tú, eres una madre que me follaria, además tú tienes cara de señora de día y puta de noche, y me gusta follar a mujeres maduras porque follais como si fuera el ultimo polvo de vuestra vida y sois más guarras que las jóvenes, si quieres follar tiene que ser sin condón, a pelo, si no es así no lo hago.
Rosario no decía nada, solo se reía, le cogió la mano y sin ninguna oposición de mi mujer la llevó hasta la puerta por donde la había visto salir, los seguí y entramos los tres, era una especie de camerino, cerró la puerta, nadie decía nada, Moroni se quedó mirando a mi mujer y ella a él, tenía los ojos de cachonda iguales que los que mostró cuando Moroni estaba desnudo en la pista, Moroni alzó las manos y las puso las manos en la tira de los tirantes que sujetaban el vestido para quitárselo, en ningún momento mi mujer hizo nada para pararlo.
El vestido cayó al suelo, mi mujer quedó desnuda, con pechos duros y los pezones tiesos y con el coño con su vello y mojado, estaba encharcado de flujos, tras admirar su figura le dio con los dedos al cierre del sujetador y se soltó dejando ver los pezones como mis cuernos o los de un miura, miraba cómo mi mujer dejaba desnudarse y y yo empalmado.
¡Era curioso que ver aquello me ponía cachondo Moroni miró las tetas de mi mujer y levantando de nuevo las manos las agarró, no las tiene grandes, pero con aquellas dos enormes manos parecían pequeñas, las abarcaba completamente, captaba su volumen hasta que bajándolas por el costado se dirigió al coño de mi ardiente mujer!
Ella estaba inmóvil desnuda ante un tío de color que a miraba con cara de deseo, este empezó a sacarse la camisa, seguidamente los pantalones y cuando se quedó solo en calzoncillos se acercó a mi mujer de nuevo, ella le puso los dedos en los costados y le quito los calzoncillos, para hacerlo se había agachado y la dura y enorme polla de Moroni le golpeó la cara.
Ella no necesitó más instrucciones, se arrodilló y agarrando al polla intentó metérsela en la boca, a pesar de abrirla al máximo sus esfuerzos eran infructuosos ya que no entraba así que decidió lamerla, comérsela desde los huevos hasta la punta, Moroni gemía de placer, realmente mi mujer sabe comer pollas y con esta de ébano se estaba esmerando, él le agarraba la cabeza, cuando vio que iba a correrse PUSO AL BOCA ABIERTA SOBRE LA PUNTA Y DEJÓ QUE TODOS LOS DISPAROS DE LECHE ENTRARAN HASTA SU GARGANTA PROFUNDA , HASTA LA CAMPANILLA.
Yo seguía de pie mirando alucinado lo que hacía mi mujer tan alucinado como empalmado.
Él agarró a mi mujer por las axilas y cómo si moviera una muñeca la hizo estirar sobre una mesa, la dejó con largas piernas bien tornadas colgando, las separó por el muslo mirando su coño rojo y húmedo, con su pelo muy suave, con las dos manos le acarició el cuerpo prestando especial atención a las tetas hasta que metiendo la cabeza entre los muslos empezó a comerle el coño.
Lamia con la punta de la lengua su pipa, la excitación de mi mujer era tal que en pocos segundos tuvo una corrida más bestial que había visto en mi vida.
Claro que solo fue el principio de muchos más, mi mujer se retorcía, gritaba, gemía, ponía unas caras que jamás había visto, es imposible saber cuántas veces se corrió con la boca de Moroni, hasta que este se incorporó y pude ver que tenía la polla de 30 cm de nuevo dura cómo un palo, la apuntó al coño, la puso en la entrada del agujero de follar, apunto su capullo dentro de los labio del coño, y parecía el capullo de un caballo
Me pareció imposible que pudiera entrar tal diámetro, pero mi mujer no temía por ello y cuando no había introducido más de una cuarta parte otra vez se corrió. Moroni siguió metiéndola, notaba en su cara un gozo indescriptible, al fin llegó a tocar con los huevos el culo de Rosario, tenía el coño completamente lleno de carne negra de él, este empezó a entrarla y sacarla y a tocarle, o, mejor dicho, magrearle con fuerza sus tetas, pellizcándole los pezones.
Si antes me había parecido que lo que sentía ella era el orgasmo mayor que podía sentir, aquello lo superaba en creces, parecía enloquecer de placer, en ningún momento paró de jadear, gritar con fuerza, decidí que algo tenía que hacer con mi polla así que me la saqué, no creo que ni se fijaran en mí, cuando la tuve entre las manos me di cuenta que era mejor, las comparaciones podían resultar odiosas.
Veía como un negro con una gran polla follando esposa de un cornudo. Empecé a hacerme una paja pero enseguida me corrí. -
Mientras mi mujer seguía encadenando corrida tras corridaGritaba como una perra en celo soy tu puta no pares, no pares ….me mueroooo. Él gritaba mira voy a preñar a tu puta mujer y vas a tener hijos negro pedazo de cabrón.
Al fin Moroni mostró señales que iba a correrse, sin preocuparse por posibles consecuencias empezó a descargar la leche en el coño de mi mujer y esta recibirla entre espasmos, parecía que nunca acabaría de retorcerse de placer, sus gritos seguros llegaban a la sala de baile. Lloraba de placer, su cabello rubio estaba completamente mojado de sudor, el rímel de los ojos corrido, el lápiz de labios también, parecía un payaso.
Cuando al fin dejó de correrse porque la tuvo un rato dentro parado, le sacó la polla, estando morcillona la veía enorme polla, Rosario estaba cómo desmayada sobre la mesa, Moroni se vistió dejando a mi mujer allí tendida, ya vestido cogió del cajón dos invitaciones, me las dio diciendo:
Espero veros mañana de nuevo ponte sexy.
Y sin más salió por la puerta, me fui hacia mi mujer, estaba en un estado de semi inconsciencia del que parecía no querer recuperarse, su cara era de felicidad total, le cogí el vestido y como pude se lo entré por la cabeza, no me molesté a ponerle la ropa interior que guardé en mi bolsillo, ayudándola conseguí que se levantara y a duras penas que anduviera, seguía con aquella cara que decía “acabo de recibir tanto placer que soy incapaz de moverme”.
Conseguí salir del salón, parecía que iba borracha o estaba desmayada ya que tuve que sentarla se le doblaba las piernas y no decía nada, solo mostraba una sonrisa en la boca, la subí a la habitación, le saqué el vestido y la tendí en la cama, por cierto, pude ver cómo de su coño salía leche de Moroni todavía, se quedó tendida mirando al techo con cara de felicidad y sin ser capaz de decir ninguna palabra.
Aquella noche dormí poco pensando en lo sucedido, mi mujer se había follado un tío ante mí y encima me había puesto cachondo ya en frío me era difícil de entender.
Rosario no abrió la boca hasta la mañana, sin duda lo había pasado maravillosamente, me abrazaba y me decía lo mucho que me quería, intentaba sin éxito encontrar palabras para describir lo que sintió.
Con su estado ya más o menos normalizado y siendo el último día fuimos a la playa y paseando, me resultaba difícil mantener una conversación, era cómo si su cabeza estuviera en otro sitio y por su expresión este “sitio” le encantaba.
En todo el día no queso que la tocara y menos follara, decía que todavía tenía el placer de las manos, boca, lenguas y polla de Moroni en el cuerpo y no quería nada que pudiera sacárselo, tras la cena me pidió que usáramos las entradas que nos había regalado Moroni, la verdad es que no estaba muy seguro de ello ya que si bien la experiencia me excitó más que nunca ahora empezaba a sentir celos , pero el morbo era mayor y ya no veía aquello de la misma manera, incluso empezaba a estar cabreado por lo fácil que mi mujer cayó en manos de aquel negro pero acabé aceptando.
Ella se vistió muy sexy con un vestido con escote vertiginoso ,enseñaba toda la espalda y delante mostraba los pechos y los pezones, era imposible llevar sujetador ,sin tanga, con micro falda y medias parecía más puta del barrio, además tacones de aguja .Maquillada exageradamente y con sus gruesos labios como una chupa pollas ,igual al del día anterior con una diferencia buena para mí, cuando salieron las dos chicas en ropa interior a pasera entre los clientes me cogieron de la mano y me llevaron al escenario donde tuve el honor de acabar de desnudarlas, algo me hizo pensar que en ello algo había tenido que ver Moroni.
Tras esto sabía perfectamente que era el momento en que el negro que se folló a mi mujer salía al escenario, al hacerlo mi mujer gritaba y aplaudía cómo una loca, hizo lo mismo que el día anterior y cuando bajó al escenario se paseó por toda la platea y no vino hacia nosotros hasta el final, cuando estuvo ante Rosario, que sin duda había localizado un buen rato antes, la agarró con fuerza por el culo.
Esta se dejó hacer sin importarle que todos estuvieran pendientes de ella, le cogió la mano y la subió al escenario, sabía que sería ella quien el sacaría el tanga y así fue, pero cuando se quedó desnudo de nuevo agarro a mi mujer, que para nada se resistió, ¡la puso de caras al púbico y desde detrás le paso las manos por las tetas bajando hasta su coño.
Ella no hacía nada para evitarlo y que todos fueran conscientes de lo que le hacía, tras manosearla un buen rato la hizo agachar y le puso su pollón delate de la cara de ella, Rosario cómo si lo tuviera ensayado se la comió lo mismo que la noche anterior, pero ahora delante de más de 80 personas mirándola, tampoco pasé yo desapercibido ya que muchos sabían que era mi mujer, me miraban extrañados que le dejara hacer aquello, Rosario lo hacía con ganas, en ningún momento se la vio forzada y cuando el negro se corrió todos vieron como se tragaba toda su leche.
Pensáis que esto se había acabado?, para nada, Moroni agarró el minivestido de mi mujer y se lo saco, ni tan solo hizo un gesto de oponerse, no llevaba sujetador , los pechos erguidos tampoco lo hizo cuando el sacó el tanga ,después las medias ,mostrándose completamente desnuda ante el público, los gritos de la gente eran ensordecedores, Gritaban , que ¡follen que follen ¡ Moroni pidió una mesa que alguien puso sobre el escenario, allí tendió a mi mujer y tras acariciarla le comió el coño.
¡Sin duda mi mujer estaba super caliente además gemía y chillaba su cabeza se movía como si estuviera loca estaba nada cortada ya que repitió aquellos enormes orgasmos que tuvo la noche anterior pero ahora con 80 personas mirándola y lo más apoteósico fue cuando todos vieron que el negro iba a clavarle la polla en el coño
Le metió esa polla con venas marcadas hasta el fondo de sus entrañas, ella lo deseaba con fuerza y la recibió con iguales espasmos y gritos que la noche anterior, por cierto, que otra vez tenía la polla dura cómo una piedra, incluso estaba más excitado que la otra vez, la gente no podía creerse lo que veía y aplaudían y gritaban sin parar, todo sin perder de vista ni un momento mi reacción. Yo estaba empalmado como un burro.
Al fin Moroni grito toma puta ahhh , descargó la leche en el coño de mi mujer, ella se mordía los labios sacaba la lengua y sus ojos estaban fuera orbita y en blanco ,todos pudieron ver que lo había hecho ya que al sacar la polla salía líquido blanco del coño abierto que Moroni se encargó de mostrar al público abriendo las piernas y abriendo el coño de mi puta esposa .yo sentía mi polla a punto de explotar y me corrí dos veces dentro de los pantalones…
Se cerró el escenario quedando mi mujer en el interior, me fui a la puerta que conocía pensando que también comunicaba con el escenario y así era, me encontré a mi mujer que entre una de las chicas y Moroni la intentaban poner en pie, al verme la dejaron en mis manos y tuve que repetir lo mismo que la otra noche con una diferencia, al salir todo el mundo vio el estado en que quedó mi mujer y sabían que su estado era debido a la follada que le había dado en negro.
Al día siguiente era el de regreso, no puedo decir que Rosario estuviera al 100% repuesta, parecía embobada y su cara de felicidad no cambiaba, realmente necesitó tres o cuatro días para volver a la normalidad y me reconoció que durante más de una semana tuvo en el coño las sensaciones de la polla de Moroni.
He de reconocer que con el tiempo me ha ido gustando más como buen cornudo le gusta que corneen a su puta esposa, además como voyeur más morbo y más lo que sucedió y que ahora solo de recordarlo se me pone la polla dura cómo una piedra.
El resultado de todo esto fue que ahora tenemos dos niños mulatos en casa.