Rosa y su casero

Como un nuevo trabajo en la capital hace que Rosa acabe en la cama con su casero

Hola a todos y todas, hoy os traigo un nuevo relato: soy una mujer de 45 años, casada, con 2 preciosas hijas, soy una mujer la verdad normalita, aunque me gusta cuidarme, soy de cabello castaño claro y lacio, piel blanquita, ojos miel, mido 1.68cm y peso 69kg.

Espero que os guste:

Rosa es una joven de pueblo, acostumbrada a la vida rural, pero por destino tuvo que irse a la capital por trabajo y así emanciparse y empezar una nueva vida. Mirando pisos por internet encontró una habitación asequible en el extrarradio de la ciudad, no muy grande pero lo justo para empezar ha hacer su vida en la capital. Rosa cómo había apalabrado con el dueño de la casa llegaría el viernes por la tarde ya que el lunes empezaba a trabajar. Llegó a la casa puntal y al llegar vio al señor, una señor de unos 70 años esperándola:

  • Buenas tardes, ¿eres Rosa? - Dijo el señor en el portal

  • Sí, encantada Faustino - Dijo Rosa

Faustino abrió la puerta del portal enseñandoselo a Rosa, después se montaron en el ascensor y se dispusieron a ir a la casa. Faustino abrió la puerta y era tal como se esperaba. Pequeño pero acogedor, una cocina americana, salón, baño y la habitación, al terminar el tour Faustino me dio la llave y yo la pasé el cheque y me dejó sola en la habitación para instalarme. Coloqué toda mi ropa en el armario y me dispuse a salir al salón.

  • ¿ya te instalaste? - me dijo desde el sofá

  • así es - le dije sentándome en el sillón

-¿Que tal el viaje?

  • Cansado Faustino, fue un viaje largo pero bueno, el trabajo lo empiezo el Lunes - le contesté

  • Ah qué bien así podrás descansar... ¿Quieres un café? - me dijo yendo a la cocina

  • Se lo agradecería mucho, pero no se levante, los preparo yo - le dije

Preparé los cafés y nos pusimos ha hablar de mi nuevo trabajo, de su pasado... Era muy tierno Faustino, me habló de su mujer que había fallecido y yo le di el pésame. Seguimos la charla hasta casi la hora de la cena. Faustino llevaba 10 años viudo, sin hijos, estaba solo y eso me entristeció pues nadie debe estar solo en esta vida.

  • Bueno Faustino, ahora me tendrá a mi y no estará solo - le dije sonriendo

  • Sí, por eso alquilé la habitación, ya se me caía la casa encima - me dijo devolviéndome la sonrisa.

+¿Bueno quiere que haga la cena? - le dije levantándome

  • No te preocupes Rosa, no hace falta que lo haga todo, yo me valgo por mí mismo - me dijo levantándose

  • Ains Faustino no es molestia, solo quiero cuidarle - le dije insistiéndole

  • Está bien, pero solo por hoy - me dijo sentándose

Rosa preparó la cena y se dispusieron a cenar:

  • ¿Le gusta Faustino? - le dije cenando

  • La verdad que está riquísimo, no había probado nada tan rico desde que mi mujer falleció - me dijo algo aoensado

  • Pues ya le dije que yo le cuidaría, y que no va a estar solo más. - le dije tocándole la mano.

Faustino me miró y sonrió, sin soltarle la mano continuamos cenando. Terminamos y recogí todo y volvimos al salón a ver la TV hablando más para conocernos y así facilitar la convivencia, la conversación fue poniéndose más "interesante":

-¿Y no tienes novio? - me preguntó

  • No Faustino me vine aquí para empezar nueva vida - le respondí

  • Vaya pues con lo linda que eres tendrías a medio pueblo detrás tuya.

Solamente reí, tenía algunos chicos detrás mía en el pueblo, pero no quería nada formal y solo me acostaba con ellos.

  • Yo porque tengo ya una edad que si no estaría ya cortejandote.

  • Bueno Faustino todavía está de buen ver.

-Eso solo lo dices para consolarme.

  • Para nada Faustino, se ve que pese a su edad se cuida.

-Bueno hago todo lo que dice el médico, eso me mantiene con vida - (rió)

  • Claro y seguramente tendrá alguna vecina detrás suya

  • Alguna hay pero son todas viejas, no aguantan mis trotes

  • ¿Que trotes Faustino? - le dije ingenua

  • El sexo Rosa, ya están resecas y yo aún no utilizo las pastillas y eso me frena para seguir.

  • Bueno eso es un proceso que pasamos todas, con la edad vamos perdiendo fluidez - me reí

  • Por eso yo me fijo más en las jovencitas

  • Jajajajaj ¿le llamamos la atención porque no están resecas?

  • Y por más cosas

  • ¿Como cuales?

  • Hoy en día sois más experimentadas, más complacientes.

  • Bueno son otros tiempos, las cosas cambian y en el sexo también.

  • Exactamente, seguro tú sabes muchísimas cosas.

  • Bueno Faustino algo sé, pero seguro tú sabes cosas que yo no sé

  • Eso no lo sé, no sé qué sabes tú, entonces no puedo decirte si sé más o no.

La verdad que la conversación estaba interesante, y la verdad que ha Rosa le estaba entrando curiosidad por saber cómo era Faustino en la cama, también dado a que hacía semanas que no probaba hombre.

+Bueno Faustino eso solo hay una forma de saberlo...

  • Creo que sólo existe esa forma, ¿pero de verdad lo harías?

  • ¿Por qué no? Es agradable y ya le dije que estaba de buen ver - le dije con voz sexy

Se levantaron del sofá al unísono y sin decir palabra se fueron a la habitación, una habitación decorada a la antigua pero Rosa solo pensaba en una cosa, encamarse con Faustino. Nada más entrar en la habitación Faustino se empezó a quitar la ropa y Rosa al verlo empezó a desnudarse. Rosa se sorprendió al ver semejante trozo de carne, de unos 25cm de larga y 6 cm de ancho, mustia, flácida, arrugada pero eso iba a cambiar. Ambos se metieron en la cama, la mano de Rosa rápidamente entró entre las sábanas y agarró semejante trozo de carne. Empezó a masturbarlo, le costaba bastante responder, pero Rosa no sé iba a quedar sin probar a Faustino. Se metió debajo de las sábanas y fue a por el trozo de carne, lo empezó a lamer por el capullo, sabía rancio, desagradable, con un olor a pipí, pero eso daba igual, con algunas pasadas y bastante saliva el sabor empezó a cambiar. Pasados varios minutos, casi desesperada porque reaccione ese trozo de carne empezó a ponerse erecta, "gracias a Dios" pensó Rosa con el pene en la boca. Empezó a chupar y masturbar a la vez, tenía práctica, Faustino no hacía nada, solo se dejaba hacer y parecía que le gustaba. Rosa seguía y seguía, empezó a tocarse el clítoris mientras seguía con ese trozo de pene en la boca. No aguantó mucho y se empezó a correr casi nada más tocarse dado que era multiorgasmica. Dejo de chupar aquel pene y saliendo de las sábanas dijo a Faustino:

  • A ver qué sabe hacer - le dijo poniéndose encima de él agarrando su pene dirigiendoselo a la vagina.

Rosa se sentó poco a poco sobre aquel enorme pene, pese a que estaba mojada, era muy grande, sentía como la partía en dos cada milímetro que entraba, pero al fin entró toda. En ese instante Faustino la agarró de las nalgas y tiro hacia el, haciendo que Rosa calles sobre su pecho, Faustino empezó ha hacer movimientos penetrantes mientras Rosa empezaba a gemir y gemir. Rosa se venía una y otra vez sobre el enorme pene de Faustino, mientras el seguía y seguía con las penetraciones, cada vez más rápidas y las fuertes. Rosa gemía y gemía chillando, no se esperaba que fuera así, tenía 70 años y se movía como si tuviera 20. Faustino paró y Rosa empezó a mover las caderas en círculos empalada por el pene de Faustino. Mientras hacia eso empezó a sobarse ella misma los senos... luego se echó hacia atrás haciendo movimientos de sube y baja mientras sus dedos volvían a su clítoris, iba a explotar y así hizo, un enorme chorro de flujo caía de su vagina hacia los testículos de Faustino. Faustino aguantaba todo lo que Rosa le hacia llevaban como media hora así y Faustino no daba señales de venirse, cosa que Rosa hizo muchas veces, pero en un sube y baja, Faustino la paró abajo y empezó ha moverse el, rápido, fuerte, sin dejar moverse a Rosa cosa que la empalaba más. Faustino paró de golpe y Rosa empezó a sentir como su vagina empezaba a llenarse del semen abundante de Faustino, notaba como descargaba sobre ella, notaba como Faustino no había tenido sexo en mucho tiempo, porque la inundó. Faustino sacó su pene de dentro de Rosa y acto seguido Rosa le empezó a lamer el pene para limpiarselo, lentamente hasta dejárselo limpio.

No se dijeron nada solo se miraron tumbados en la cama, Rosa notaba como el semen de Faustino le caía de la vagina y le encantaba y así, desnudos, sudados y Rosa llena de semen se quedaron dormidos.

Espero que os hay gustado, os leo en los comentarios

Besos 😘😘

LEONA