Rosa - o el resultado de las antenas.

Con Rosa nos conocemos desde hace nueve años ya que a raíz de unos acontecimientos ella también se incorporó en una de las asociaciones donde mantengo compromiso social. Actualmente tiene 53 años, casada, hija e hijo de 27 años ella, vive independiente con otra chica y 22 años el. Debe medir 167

Con Rosa nos conocemos desde hace nueve años ya que a raíz de unos acontecimientos ella también se incorporó en una de las asociaciones donde mantengo compromiso social.

Actualmente tiene 53 años, casada, hija e hijo de 27 años ella, vive independiente con otra chica y 22 años el. Debe medir 167 y pesar unos 63

kgs

. Pelo negro, media melena. Siempre hemos mantenido una relación cordial y si bien aun hoy solamente Irene conoce mi condición de sumisa, con Rosa inicié hace tiempo una relación un poco más abierta. Me decía mi Amo que me fijase en la gente de mi entorno y que seguramente descubriría y al principio esto me costó, pero con el tiempo constaté que el tenía razón. Que la mayoría de personas sin distinción de sexo tenemos nuestros secretos.

Rosa, como antes yo, nunca había sido infiel ni mantenido otras relaciones sexuales que las de

jovencita

y después con su marido pero observé que era de las más receptivas, cuando estábamos en grupo y salia el tema del sexo fuese con indirectas o con chistes a ella no se la notaba desplazada.

Hemos ido juntas muchas veces a Barcelona en un solo coche para asistir a reuniones o a buscar

documentación

o material de difusión de la entidad y si bien yo antes de entregarme como sumisa vestía al 90% pantalones ella combinaba mucho más las faldas luciendo unas piernas muy hermosas. Algunas veces al salir de la entidad nos

quedabamos

a tomar algo y teníamos nuestras

conversaciones

que

generalmente

se centraban en lo que nos era común. Fue cuando yo me entregué a mi Amo que los mensajes de

whatsapp

se prodigaron y si bien yo mantenía las formas, si estábamos tomando algo me relajaba un poco y más si mi Amo me daba instrucciones al saberme en un bar.

Un día mientras mi Amo me provocaba con los mensajes yo respondí con el propósito de cortar pues me di cuenta de que estaba demasiado pendiente y a la vez con toda la intención dije en un murmuro alto "

ja

està

,

semblo

una

adolescent

" y ella respondió con media sonrisa "

hahaha

, ni que

fos

un ligue".

Jajajaja

, respondí yo, bueno, ya sabes, los mensajes permiten ciertas licencias y la

conversación

sin llegar mucho más lejos derivó durante un momento sobre los juegos de palabras y reconocer que las mujeres nos merecíamos algún homenaje de vez en cuando.

Aquel día no le dí mayor importancia, casi que me olvidé de ella a pesar de vernos muy a menudo, Pero un día apareció con un vestido corto con el que lucía unas piernas preciosas y el vestido no era para nada ingenuo. De lejos estoy diciendo que

andara

provocando, pero era de los días que más se hacía mirar. Ya en casa me pregunté por ella. Tendría secretos ?. Era la señal que me mantuvo despierta a su alrededor.

Ni cuando coincidíamos en la sede la entidad en nuestro municipio ni al tomar algo entre compañeros mostré ningún

comportamiento

que pudiese resultar incómodo. Fue al asistir a otra reunión a la sede de Barcelona que yo

me

vestí un poco más corta de lo habitual y por aquel entonces yo ya no tenía permiso para llevar ningún tipo de

braguita

.

Aquella tarde las dos lucíamos falda corta ella,

mini

yo. Al terminar le propuse de sentarnos a tomar algo. Por si mi Amo, que sabe en todo momento mis movimientos, no podía estar por mí, le di instrucciones a

Martí

de que a partir de mi mensaje yo me lo quería imaginar excitado y me tenía que escribir cuan tanto lo estaba.

Nos estaban sirviendo las copas cuando me mostré ostentosa con los mensajes y fingía reprimir sonrisas. Me mantenía atenta a lo que

conversabamos

pero a la vez como pendiente del

mòvil

y solté "com son

els

homes

", todos unos valientes con los mensajes. A su curiosidad respondí, les tienes delante y son los más serios del mundo pero para comentarte lo mismo en un mensaje te añaden alguna palabra que le de doble sentido y me reí. Mantenía viva nuestra

conversación

aunque yo deseaba derivar y encontrar el momento para insinuarle que tenía un amante, nada de Amo, un amante. Pero tenía que estar segura de no ofenderla y de que sería discreta.

No me atreví. Y ya en casa pensé en ella. Y si solamente eran

imaginaciones

mías? o,  realmente podría estar receptiva?. Pasaron otras semanas por el municipio con la naturalidad de siempre hasta que se dio la ocasión para volver juntas a Barcelona. Le dije delante de todos que aquel día a mi me iría bien para un recado particular y le pregunté que le parecía si luego nos sentábamos a comer alguna cosa. Hay alguna diferencia entre tomar una copa o cenar un poco ? no lo sé. Creo que no. Pero me pareció que era dar un paso.

Y aquel

dia

ella también vino con falda por encima de las rodillas y yo me mantuve con una

mini

y mi sexo desnudo. Justifiqué mi recado a cierta distancia de donde tenemos la sede de Barcelona, por lo que al terminar tuvimos que volver a coger el coche y allí conocía yo un pequeño

gastrobar

donde podíamos comer algo que se pareciese a una cena sin el formalismo de un

restaurant

. Otra vez tenía a

Martí

para asegurarme de recibir mensajes aunque aquel día mi Amo también estaba activo.

Cuando Rosa tuvo claro que estaba un tanto pendiente de los mensajes y volviendo a comentar como de pasada cuan más desprendidos eran los hombres por escrito derivé

directamente

la

conversación

al sexo, a nuestras parejas, donde las dos coincidimos que se nos veía bien a los dos matrimonios yo añadí que era cierto pero que bueno, que hay algunos momentos que la mente se dispersa y propone cosas nuevas. Ya, dijo ella, pero luego vuelves a la realidad y te das cuenta de que tu marido está sentado junto a ti y si tan animada estás el sale ganando. Nos reímos. Y así le dije que sí, pero que si solamente fuese así ahora mismo ya estaríamos en casa y no sentadas aquí cenando y charlando. Y tanteando

sibilinamente

su complicidad le confesé que yo había tenido algunos escarceos y que estaba muy animada en mantener esta puerta abierta.

Dentro de que estoy segura de que lo esperaba la cogí tan de sorpresa que me pregunto: Con otra mujer ? No pudo evitar el pensar que mis palabras se refiriesen a ella. No, le respondí, aunque no creo que lo descarte y con más intención de zanjar esta posibilidad que de seguir le pregunté si ella fantaseaba con ello o le había salido de forma espontánea. No, no, me respondió, es que me ha sorprendido tu confesión y añadió preguntando, con quien has estado ? bueno, no pregunto quien es el sino de donde ha salido. A lo que me reí y le dije que uno había surgido porque en la oficina estábamos en contacto por correo y ya sabes, del correo al

whatsapp

con la excusa de ir más rápidos y el otro te prometo que un día te lo diré ya que si le conoces.

Siguió preguntando si me veía muy a menudo y aquí le mentí. No, no, muy de tanto en tanto pero añadí, aunque creo que cada día me gustaría que más que no fuese tan esporádico. Era ya inevitable que la

conversación

derivase a las intimidades de las aventuras y de ahí a pasar de hablar de mi a ella que si bien no había tenido otras relaciones tampoco se mostraba del todo reacia.

Es curiosa la relación que mantenemos con la vida sexual, como nos atrae este morbo ya que sin ser el tema recurrente, era ella la que me preguntaba como estaba yo y que tal me iba y yo

reservandome

la mayor le respondía con pequeños detalles y le preguntaba por ella. "

deixa

,

deixa

, no m'hi

veig

". pero reía y en nuestra relación nada había cambiado.

En la intimidad de mi habitación a veces pensaba en ella, como saber cual era el eslabón que faltaba. Y un día, después de una tarde de sexo y doma, excitada todavía tumbada en mi cama se me ocurrió la manera de dar el paso.

La llamé por teléfono y le pregunté si le apetecería quedar para tomar algo. "

et

passa

res ?" preguntó. Bueno, mejor nos vemos y si va saliendo te lo cuento. Ya en el lugar y con una copa cada una se la notaba curiosa más que intrigada pero si

espectante

. Que fuerte Rosa, que fuerte. Ayer salí con el que te comenté, con la excusa de unos papeles dije yo, bajé a Barcelona y quedamos, yo me arreglé para gustarle convencida que

iriamos

a un hotel, y me dice,

Elih

las aventuras son algo más que un hotel, sin ningún compromiso hoy iremos a tomar una copa a un

pub

especial. "nena, que

fort

,

però

que

fort

", para entrar se tiene que llamar al timbre y

és

un

pub

donde las parejas van a lo que van y deambulan por allí medio desnudas o desnudas con una toalla y tu estás tomando una copa y puede que una pareja este a tu lado teniendo sexo.

Le detallé como si solamente hubiese sido una espectadora los detalles y pormenores del club liberal y ella no paraba atención y preguntaba sobre algún detalle sino que se interesaba por mi

participación

. No, no, ya te he dicho que fui sin ningún compromiso. "

Però

filla

" ver los que estabas viendo y estando con tu amante, no hiciste nada ?, bueno, entre nosotros un poco, unos besos, unos

toqueteos

, pero no

participamos

con nadie. Parecía que lo que le contaba le estaba interesando y seguramente excitando. Terminó mi confesión y nos fuimos para casa.

Ella es discreta y cuando coincidíamos no preguntaba nada, como mucho como me iba y yo ya entendía. Unas semanas después no lo pudo evitar y la pregunta fue directa. "

Hi

has

tornat

?", no, calla, calla. Y pasaron otras semanas hasta que un

dia

sentadas tomando algo saqué el tema yo. Sabes ?, volvimos al club. Y ella mostró interés al que yo respondía como si hubiese asistido de observadora hasta que como con cierta

verguenza

le dije que estaba yo muy animada y no pude evitar aceptar el sentarme encima de el en el

sofà

y quedando yo de cara a la pared para que no me viera tuvimos sexo allí sentados. Le hablé del espacio con barrotes para estar separados de los chicos solos y no pudo evitar carcajearse cuando le describí el pasillo francés. Pero tu entraste ? solo a mirar le respondí, mi amigo me llevó a ver todas las

dependéncias

.

Unos días después la llamé y le dije que me disculpara en la asociación que no podría ir alegando que era un día de poca actividad, añadiendo que iba al local. Vale, vale,

peró

me lo tienes que contar todo. Yo mantenía mis

confidencias

al límite de la decencia. Un amante con cierto morbo y algunos escarceos al local liberal con la excusa de que lo utilizábamos más como

substitución

del hotel que otra cosa. Nada de Amos, y las pocas cosas que fui añadiendo eran pequeños roces o masturbaciones entre otras parejas bailando en el cuarto oscuro.

La sabía excitada. Pero a la vez, me faltaba algo para dar el paso. Fue en mis momentos de intimidad que se me ocurrió como dar-lo. Tenía claro que Rosa deseaba tener alguna aventura por pequeña que fuese. las

renuniones

y el trabajo en la asociación se

sucedian

y por aquellas fechas andaba todo alborotado lo que me permitió llamarla y decirle que le parecía si al terminar al día siguiente nos

ibamos

las dos a picar algo a modo de cena. Como no teníamos nada que ocultar por atractivo que fuese nuestro vestir, nos quedamos en una conocida fonda de la ciudad. La cena fue de confesiones y pequeños detalles entre los que me preguntó si todavía me veía con los dos, si había alguien más o solamente con uno, el del local. Le confirmé que seguía

viendome

con los dos. Y entre comentario y comentario su curiosidad giraba al entorno del local a la vez que cierta incredulidad era manifiesta en cuanto a que una parte importante de los asistentes fuesen gentes de nuestras edades.

Y llegó el momento de dar el paso. Desde el día de la cena habíamos hablado un par de veces más cuando tuvimos que bajar a Barcelona para unos temas de la entidad. Sin darle

importáncia

la llamé para preguntarle si podía pasar a buscarla media hora antes argumentando que me gustaría terminar pronto y tal vez ir de tiendas. Pasé a buscarla y como otras veces las dos con falda más corta la mía que la suya nos dejaban desnudas nuestras piernas fijándome yo en las suyas que cada vez me gustaban más.

Al terminar nuestro cometido llegó el momento. Creo que no hay nada mejor que juzgar por una misma, le dije, vamos a tomar una copa y podrás ver como y cual es el ambiente. "no

fotis

" me dijo, no, no. Mira, Rosa, el ambiente allí es de lo más serio. Nadie nos molestará, estaremos tan tranquilas o más que en otro lugar y a ti te corroe la curiosidad.

Huelga decir que ya fuera del coche nos quedamos en la esquina con el vaivén del, si, no, no, si, vamos, no vamos. Llamamos al timbre y nos franquearon la entrada. Pedí las dos copas e invitándola a coger la suya superamos el ambiente de la barra segura de que si hacíamos parada allí ya no entraríamos.

Nada más entrar vimos en uno de los sofás a una pareja desnuda follando con la toalla al lado lo que provocó que nos

quedasemos

sentadas en el primer espacio al lado mismo del acceso. Ya sentada pude observarla y su seriedad era equivalente a su excitación. Intenté sentarme de una forma más relajada y así poder hablar como si no

estuviesemos

allí. Poco a poco ella también fue relajando su compostura y más cuando le dije que para evitar parecer ridículas estaríamos allí

almenos

una hora, no fuese que nos mirasen como si

huyesemos

.

Y claro, si bien nadie nos faltó al respeto, al no seguirme ella cuando le

proponia

de levantarnos y ver las instalaciones fueron algunos de los clientes quienes se detuvieron unos aquí otros allá y exhibir su sexualidad ante nuestros ojos, follando, mamando, lamiendo. Por la hora no era una multitud pero si fueron varias las parejas que nos ofrecieron la visión de su placer y a la vez, estando al lado mismo de la puerta también fueron varios los chicos que sin entran nos miraban al lado de la cortina.

Al salir del local ella casi que se parte de risa andando por la calle sin parar de decir "que

fort

,

però

que

fort

".

Admito que durante el viaje de vuelta estuve tentada de acariciarle la pierna al ritmo de nuestra

conversación

. Pero no era el momento. Lo tenía claro. Debía de ser ella.

Y ha sido ella. Este lunes al salir de la entidad me dice. Me gustaría verlo con más

tranquilidad

. Aquel día estaba muy nerviosa. Me sorprendió pero reaccioné y le dije de quedar el miércoles, este

mièrcoles

. No hubo excusas y aparentemente cuando la

al pasar a recogerla no tenía porque haberlas. Lucía una falda tan corta como las mías y ya sentadas en el coche me percaté de que más

allà

de las medias ajustadas su sexo estaba desnudo. Mis alarmas se dispararon y puse en marcha todas las precauciones aprendidas con mi Amo. Durante el trayecto la

conversación

transcurría con normalidad y procuraba que fuese ella quien derivase a temas sexuales. Su curiosidad por conocer más sobre el local lo facilitaba.

Con la excusa de, vamos a dar tiempo para que se ambiente el local entramos en un hotel y nos acomodamos en los

sofas

de la cafetería donde me interesé por ella. Me preocupaba que fuese disparada y que después se arrepintiera. Me sorprendió con un, me da mucha vergüenza liarme con alguien conocido y no me veo entrando en las redes para contactar y a la vez deseo descubrir mi cuerpo en contacto con otras pieles.

Ya en el local y como la otra vez, le

indiquè

que cogiese la copa y nos entramos al primer nivel donde ya había algunas parejas

disfrutándose

. Nos sentamos para adaptar la mente y luego, esta vez sí, le enseñé los distintos ambientes notando como a medida que iba

sumergiéndose

en el ambiente se iba excitando. De pie en el acceso a la cama principal sus emociones afloraron y ayudó los gemidos de una de las mujeres que estaba siendo penetrada con pasión.

Convencida de que Rosa era consciente y consentía en sus deseos entramos en el cuarto oscuro donde en aquel momento había tres parejas y ella y yo empezamos a bailar, primero como para

protejernos

. Nuestras caras muy cercanas

pués

habíamos convenido unas señales y como

susurrarnos

si

sucedia

algo. El instinto de protección hizo que nos colocásemos de manera que lo más fácil fuese que me acariciasen a mi primero, como así sucedió y le pude susurrar que me estaban acariciando las nalgas. Este

preaviso

ayudó a que su reacción fuese de mayor consentimiento cuando una mano empezó a recorrer su espalda de arriba hacia abajo.

El

atrevimiento

de quienes nos

pretendian

iba en aumento y con ello nuestra excitación. Yo abrazaba con fuerza, tanto para protegerla como para que no se retirara. Si

estabamos

allí teníamos que salir

almenos

con cierta causa para decir si le había gustado o no y así fue como las manos que nos acariciaban fueron tomando posiciones dentro de nuestros sexos. Por los movimientos de cadera de Rosa comprendí que ella estaba excitada y por tanto la imaginé

tant

húmeda como yo. Yo mantenía abrazo como una protección y una mano en su cabeza ayudó a que la protección física derivase en un beso lascivo, húmedo, de retorcidas lenguas.

Noté su orgasmo y yo más

espectante

no había llegado pero me moví para medio obtenerlo y a la vez separarnos y cogiéndola de la mano me la llevé del cuarto oscuro.

Ya sentadas y medio descompuestas en nuestras ropas la abracé más como amiga que con deseo y así estuvimos un rato que nos sirvió para reflexionar lo vivido. He tenido momentos maternales en mi vida pero creo que esta tarde se ha llevado la palma. Era consciente de que si le dejaba con la excitación que llevaba no habría retorno, pero era mi amiga y la conocía, así que me propuse controlar los avances. Tenía que ser una tarde de diversión, de

descubrimiento

, y repito, conociéndola, sin muchas cosas que pudiese reprocharse.

Ya más relajadas fuimos a la zona del

gloryhole

, allí tuve que contenerle un principio de risa cuando

vió

que aquellos agujeros empezaban a ser ocupados por sendas vergas, bien alzadas las unas, medio

morzillonas

otras. "I

és

conformen

amb

això

?" atinó a decir. Si yo fuese hombre me

aterraria

pensar que alguien me mordiese.

Aqui

casi que soy yo quien se

rie

.

Viendolas

blandar

por los agujeros se animó a imitarme y ahora teníamos cada una el miembro de un chico en la mano. Hubo un momento que más por diversión que por excitación empezó a manosear aquellos miembros de forma indistinta, pero como no podía ser de otro modo la excitación la llevó a dedicarse con deseo y morbo a una de ellas. Estuve vigilante y cuando comprendí que la propia excitación la llevaba a acercar su boca le reprimí el intento

animandola

a terminar la masturbación.

Respondí a su pregunta con un, te lo contaré después. Y saliendo de allí volvimos al espació de los chicos tras los barrotes y esta vez si entramos, la apoyé de espaldas a los barrotes y yo me puse delante de ella

besandola

y

acariciandola

. No tardó en masturbar a dos chicos, o

almenos

a sujetarles el miembro con cada mano mientras otros se removían buscando la mejor posición para acariciarla.A la vez que la besaba con mis

carícias

controlaba que ellos no pudiesen acceder a su ano que me había confesado virgen. Uno de los chicos alcanzó su sexo por

detras

y otro rodeando su vientre pudo excitar su clítoris lo que provocó en ella un orgasmo muy húmedo.

A mi entender había llegado el momento de retirarse y

volvímos

a por nuestras copas. Se sorprendió cuando le dije de marcharnos pero no forzó nada. Ya en la calle dudé si volver a la cafetería del hotel o regresar a casa comentando la tarde dentro del coche. Pensé en una opción media,

cogímos

el coche con la intención de volver por carreteras en lugar de volver por la autopista. Cruzamos Barcelona dirección

Tibidabo

y comentando las anécdotas y

respondiendole

con un, ahora lo hablamos cuando ella me preguntaba del porque de habernos ido, llegamos a la carretera de montaña. En el primer mirador paré el coche.

Y bien Rosa, se que tienes preguntas y una de ellas es el porque nos hemos ido del local. Primero

respondeme

. Que te ha parecido?, como has estado? que piensas ? y lo más importante, como te encuentras ahora que estamos de vuelta a casa y a punto de ver a tu familia ?. En resumen, que la experiencia le había gustado tanto como sorprendido por ella y porque pudiesen existir lugares y gentes así.

Fue clara y segura cuando me dijo, quiero follar. No se si tener un amante como tu, pero quiero follar

Elih

. La abrace y nos fundimos en un beso que derivó en una masturbación con dos de mis dedos dentro de ella y la tortura de su clítoris con mi pulgar. Es pródiga en flujos y dejó el asiento

completamente

mojado. Todavía con mis dedos dentro de ella pero ya quietos y ella relajando los últimos espasmos le dije. Follarás, follarás. Y acercando mi boca a su oreja le susurré. Hoy tu cuerpo ha sido disfrutado por chicos jóvenes y joven será el primero que te follará. Ya tendrás tiempo de saber quien es mi otro amante. Primero lo prepararé para que te folle sin que tu le puedas ver. Luego, cuando tu boca todavía retenga el sabor de su leche y tu sexo palpite por los orgasmos de su miembro dentro de ti, te diré quien es.

Intentó negarse a follar con un conocido pero la curiosidad, el morbo, el deseo y la convicción de que aquel placer que había descubierto no podía quedar como anécdota eran muy fuertes y dio su consentimiento a que le preparase la cita.

Esta memoria de lo que ocurrió el miércoles lo escribí ayer jueves y estaba en reserva ya que lo importante no es lo que se hace sino lo que se digiere. Así esta mañana hemos desayunado juntas. Ni veinte minutos, así que hemos dejado muchas preguntas en el tintero pero me ha confirmado que quiere que le prepare la cita.