Romy. La Pony Girl Favorita

Romy, luego de finalizar sus estudios de veterinaria, decide internarse en una granja de entrenamiento de ponies. Un poco de sadomaso y de dominación

Romy. La Pony Girl Favorita

Autor: Ricardo Erecto

Historia dedicada a Romy, por su propio pedido.

Capítulo 1. El viaje hasta la Granja

A Manuel lo conocí en una exposición de muebles y artículos decorativos en Miami. A partir de allí nos hicimos bastante amigos. Vive en un país caribeño, que no nombraré, para evitar identificaciones. Manuel es un aficionado a la náutica y posee un velero de55 pies(16,50 metros) espectacular.

Me invitó varias veces a pasear por el Caribe a bordo del velero y finalmente un mes de septiembre prometí acompañarlo en un viaje de unas tres semanas.

Poca antes de partir desde Buenos Aires al puerto de salida, recibí una extraña comunicación. La misma decía:

“Ricardo, te pido que te encuentres con Romy en el aeropuerto y vengas con ella y la acompañes y la cuides en el viaje. Es un pedido especial que me ha hecho un amigo. Estará con una campera amarilla. No le hagas ninguna pregunta. Nos acompañará parte del viaje. Luego te explicaré todo.”

Los textos tipo telegrama mucho no me gustan y menos las cosas misteriosas, pero Manu era un amigo y si me pedía discreción era por algo.

En la fecha programada nos encontramos en el aeropuerto, (fue muy fácil distinguirla). Simplemente le pregunté si era Romy y ante su afirmación, le dije que era Ricardo y que la acompañaría en el viaje.

Romy era una hermosa muchacha de unos 24 años, recién recibida de veterinaria, cosa que me enteré cuando llenó la ficha de migraciones. Prácticamente no intercambiamos palabras, fiel a mi promesa con Manuel.

A nuestro arribo nos esperaba el anfitrión que nos llevó a un hotel para pasar la noche, ya que partiríamos temprano a la mañana siguiente. No tuve oportunidad de preguntar a qué se debía tanto secreto.

Luego del embarque y ya fuera de la bahía, navegábamos con tiempo bueno y vientos regulares. Entonces Manu me invitó a la cabina comenzó a explicarme el motivo de la presencia de nuestra acompañante.

-A Romy yo no la conocía pero un amigo me pidió que la llevara ala isla Yapusasi, ubicada entre muchas otras pequeñas islas del Caribe. Me explicó que allí funciona una granja en la cual entrenan Pony Girls.-

-Realmente no tenía idea dónde estaba la isla ni qué era una Pony Girl, por lo que busqué en Internet y me enteré de algunas cosas. ¿Sabes qué es una Pony Girl?-

-Sí, por supuesto que lo sé. He escrito varios relatos sobre ese tema.- Respondí.

-Pues el tema es así. Romy acaba de recibirse de veterinaria y siempre le han gustado los animales, es especial la raza equina. Ha decidido a entrenarse como pony y ser tratada como una yegua.-

-¿Romy quiere ser pony? ¿Tiene idea de lo que eso significa? Por lo menos en las cosas que he novelado y he buscado en Internet, no es algo fácil de asimilar en la vida real. Una cosa es escribir una historia, sacar fotos de utilería, filmar una película también de ficción y otra la vida real.-

-Estoy totalmente de acuerdo contigo, pero parece que está completamente decidida a entrenarse en esa granja ¿Qué quieres que te diga? No seré yo quién quiera convencerla de lo contrario.-

-Pero es una locura total. Una hermosa muchacha, con estudios universitarios, convertida en un animal de tiro, es increíble.-

-Aparentemente quiere entrenarse para ser potranca de carrera. Habrás visto que tiene unas piernas largas y muy bien formadas.-

-Por eso mismo, es una muchacha para cogerla, no para que se luzca en un hipódromo.-

-Bueno Ricardo, es otra manera se montarla…-

-Francamente no lo puedo creer. ¿Cómo sigue esta historia?-

-Primero pasaremos porla isla Yapusasi, la dejamos allí y continuaremos nosotros recorriendo el Caribe. Espero que no te moleste pasar por Yapusasi.-

-Al contrario. Conocer la granja me interesa porque me dará material para mis cuentos, que no serán tan cuentos, ya que habré visto una granja real.-

Tuvimos dos días de navegación en los cuales no intercambié palabra alguna con Romy, que parecía querer aprovechar sus últimos días de libertad. Pasó varias horas expuesta al sol con una bikini muy diminuta que realzaba sus formas, para gozo de la tripulación e invitados.

Finalmente llegamos a Yapusasi. Vi con sorpresa que Manuel extrajo de un bolso un par de esposas que colocó en las muñecas de Romy antes de bajar a tierra. Allí la esperaba quién debía ser el que manejabala granja. Nosdio a todos la bienvenida y de inmediato una mujer se hizo cargo de Romy a quien no volvimos a ver más.

Compartimos el almuerzo con quién nos había dadola bienvenida. Apesar de algunas preguntas mías respecto de la granja, lo único que obtuve fueron respuestas evasivas y sin ninguna precisión o detalle. Evidentemente no quería hablar.

Nos embarcamos y seguimos el recorrido planeado. Tiempo más tarde me enteré de varios detalles del entrenamiento de Romy en la granja.

Capítulo 2. El entrenamiento de Romy

Luego de desembarcar fue llevada a una sala en la cual, luego que se le quitaron las esposas, debió desnudarse completamente. Sintió algo de vergüenza a pesar de estar solamente presente una mujer.

-Ahora te revisará el médico. Debemos comprobar tu estado físico aunque pareces muy sana. Ven por aquí.-

Ahora debía presentarse desnuda frente a un médico varón, cosa que nunca había hecho. Solamente se había puesto en bolas cuando tuvo relaciones íntimas con algún muchacho.

El profesional le tomó las clásicas medidas. Altura, 1,72, Busto 87, cintura 57 y cadera 90. Le indicó que se acostara en una camilla y le midió el largo de las piernas, desde la concha hasta los talones:86 centímetros. Se volvió para mirar la ficha.

-Veo que quieres entrenarte como potranca de velocidad. Tienes unas piernas largas que te favorecerán.-

Mientras le decía esto, deslizaba su mano desde el tobillo hasta la entrepierna, alcanzando los labios vaginales. Le indicó que separara las piernas y nuevamente sus manos se deslizaron por las piernas desde las rodillas hasta la concha, pasando el dedo pulgar entre los labios.

-Sí, unas buenas piernas. Con un poco de entrenamiento serán lo suficientemente fuertes como para arrastrar la volanta usada en las carreras. Párate que debo tomarte radiografías de tu cuerpo.-

Procedió a tomar varias radiografías para luego continuar con la inspección de su cuerpo. Las tetas de Romy no eran muy grandes pero sí muy firmes, con unos pezones que sobresalían notablemente y un rojo cereza destacable. Podía afirmarse que eran unas muy buenas tetas. Luego fue el turno del culo.

Las caderas de Romy eran estrechas pero muy prominentes y redondas, producto seguramente de horas de gimnasio. El médico procedió a separar los glúteos comprobando también la turgencia de los mismos. Untó con vaselina la entrada del ano y luego de colocarse un guante introdujo el dedo mayor en el estrecho agujero del culo. Así revisó todas y cada una de las partes de la joven hasta que le pidió que se ubicara en una camilla ginecológica, separando muy bien sus piernas dejando a la vista una concha con una pequeña mata de pelo negro sobre la misma, recortado y muy bien cuidado. El resto estaba prolijamente depilado.

Separó los labios de la vulva y luego de observar la entrada de la vagina procedió a introducir un espéculo y completó la inspección introduciendo un dedo profundamente enla vagina. Finalizadoel exhaustivo control (y magreo del cuerpo de la joven) el médico le indicó que debía tomarle algunas fotografías.

Así procedió primero a tomar varias fotos de la parte expuesta, incluyendo no solamente la concha sino también el agujero del culo. Luego le indicó que se arrodillara con las piernas separadas y apoyara los codos en la camilla, fotografiando el culo desde diversos ángulos. Finalmente debió incorporarse tomándole fotos de frente, perfil, espalda de cuerpo entero y del tronco. Es decir unas vistas muy completas de todo el cuerpo de Romy.

-Mi querida Romy, tu estado de salud es excelente. Nos queda solamente ponerte un DIU para asegurarnos que no quedarás embarazada y deberás tomar sol desnuda durante dos días para emparejar el tostado de tu cuerpo. Están muy visibles las marcas del traje de baño que has usado. Mi asistente te indicará qué debes hacer.-

Romy tenía su cara roja de vergüenza por la manera en la cual había sido examinada e incluso soportar la introducción de dedos en su concha y su culo. De todas maneras permaneció en silencio y fue en busca de la asistente del médico. Ésta le suministró una crema humectante y le indicó que se acostara al sol en el solarium. Debía emparejar el color de su piel.

Al anochecer fueron en busca de Romy y la condujeron al lugar que sería su habitación durante el entrenamiento. Una cama dura, un banco y nada más. Cada seis habitaciones, un baño. Le indicaron que tomara una ducha y luego se dirigiera al lugar de recreo.

La sala de recreo era un espacioso lugar provisto de sillas y una enorme pantalla al frente. Ya había allí unas diez mujeres, todas jóvenes y provenientes de distintos lugares del mundo. Todas estaban desnudas con un corsé que afinaba su cintura. Nadie se sorprendió de ver una nueva integrante dela granja. Tomóasiento dónde le indicaron y se dispuso a esperar. Poco después comenzó la proyección.

Se trataba de videos en los cuales se observaban a las ponies realizando todo tipo de tareas, desde mover pesadas cargas hasta competir en carreras de velocidad. Además se las mostraba siendo usadas como sujetos sexuales o castigadas duramente ante la menor desobediencia. El objetivo era acostumbrarlas a obedecer y tomar conciencia de la vida que les esperaba. Romy, promediando la proyección, no pudo contenerse y comenzó a acariciarse el clítoris, corriéndose poco después. No fue la única que se masturbó. La visión de esas mujeres siendo tratadas como yeguas la había excitado enormemente.

Luego se dirigieron a cenar. Para que se acostumbraran a su vida posterior, debieron comer en el suelo y sin cubiertos. Por ahora podrían usar sus manos, pero más adelante deberían tomar el alimente solamente con sus bocas.

Luego se dirigieron a sus habitaciones. Romy estaba un poco confundida. La vista de esas ponies arrastrando carros con pesadas cargas, verlas azotadas por faltas menores, la estremecieron un poco, pero se compensaba viendo cómo eran cogidas en distintas posiciones y en todos sus agujeros o compitiendo en carreras de velocidad, con atuendos y arneses de potrancas. Finalmente quedó dormida.

El día siguiente fue de relativo descanso. Debió tomar de sol a fin de emparejar su piel. Al finalizar el día debió visitar nuevamente al médico. Fue en ese momento en que le colocaron el DIU, una anilla en cada pezón, otra en el ombligo y finalmente una en cada labio vaginal. Romy, aunque dolorida por las perforaciones, feliz de comenzar a transformarse en una potranca.

Como compensación el médico exigió una mamada, cosa que Romy hizo de inmediato, arrodillándose y tomando la verga entre sus manos y comenzando a lamerla. Antes de correrse, el médico retiró la pija y proyectó el semen en la cara dela muchacha. Luegole indicó que podía retirarse, pero que no se quitara la corrida dela cara. Ellase encaminó a su habitación y se recostó a descansar y olvidar el dolor de las perforaciones, mientras el semen se secaba sobre su piel.

Ya al día siguiente comenzaría el entrenamiento en firme. Por la mañana algunas clases teóricas, tales como:

  • Comportamiento de la pony
  • Uso de frenos bucales
  • Arneses a utilizar
  • Predisposición a prestar su cuerpo
  • Desarrollo de fuerza y velocidad
  • Sometimiento a su cuidador
  • Castigos por incumplimiento de deberes
  • Instrumentos de castigos

Por la tarde había entrenamientos físicos. Correcta colocación de arneses, frenos, anteojeras, colas postizas, etc. y aprendizaje de movimientos de potranca.

Al finalizar las clases prácticas correspondía aplicar los castigos, decididos solamente por el cuidador, que era consecuencia de mal comportamiento del día. Regreso a la habitación asignada durante los primeros treinta días. A partir de ese tiempo se alojaban en el establo y debían aprender a comer con las manos atadas en la espalda, de un plato apoyado en el suelo.

En cualquier momento del día podían ser requeridas sexualmente por cualquiera de los hombres de la granja, estando terminantemente prohibidas las relaciones entre las potrancas

Luego de un mes de entrenamiento Romy parecía otro ser muy distinto de aquel que había arribado ala granja. Hablabamuy poco, caminaba levantando las rodillas, sus necesidades las hacía directamente en el establo, dormía sobre una pequeña montaña de paja y su cuerpo presentaba diversas marcas tanto de castigos por mal comportamiento como azotes para apurar el paso cuando debía arrastrar la volanta.

Dado que estaría destinada a velocidad, nunca debió arrastrar pesadas cargas por sí correr con todas sus fuerzas para ganar en velocidad, cosa que no mitigaba los azotes que recibía tanto en el culo como en la espalda.

Por ser un ejemplar muy bonito, de buenas formas, con tetas y culo firmes, muy frecuentemente debía satisfacer las necesidades de los hombres dela granja. Así, tanto su concha como su culo eran visitados dos o tres veces cada día.

Dado su comportamiento y aprendizaje de sus obligaciones de manera rápida y eficiente, fue condecorada con una marca a fuego en su teta derecha, que, a partir de ese momento, lucía con orgullo.

Finalmente llegó el día en que se probarían sus habilidades enla pista. Lacompetencia se haría entre las potrancas de la granja y las que obtuvieran los cinco primeros puestos irían a competir un torneo internacional. Las cinco peores recibirían diez azotes en las tetas y veinticinco en el culo, además de comer alfalfa durante dos días

Todas las ponies estaban excitadas con la posibilidad de competir en un torneo internacional y harían sus mejores esfuerzos por ganar siempre empujadas por algún azote o descarga eléctrica que se aplicaba mediante una picana en el culo. Tampoco querían ser de las últimas por el castigo y escarnio que recibirían.

Se colocaron los arneses, se las fijó a las respectivas volantes y se dispusieron enla largada. Alsonar la señal, todas comenzaron a correr, pero Romy, a pesar del corto tiempo transcurrido en su entrenamiento, y apoyada por el largo de sus piernas, ganó la punta en menos de veinte metros. Al llegar a la meta (500 metros) le sacaba seis culos a su seguidora. (Así se medían las distancias entre las potrancas).

Así Romy,la esbelta Romyque había conocido tomando sol en la cubierta del velero de mi amigo Manuel, estaba transpiraba por el esfuerzo, diez marcas nuevas en su espalda y culo producto de otras tantos azotes durante la carrera, estaba feliz. Se estaba cumpliendo su sueño. Notó que su entrepierna estaba mojada y no era transpiración sino flujo que salía de su concha.

Luego de un pequeño descanso se largaba la segunda carrera en una distancia de1.000 metros. Romy reservó energía y durante los primeros300 metrosocupó el tercer lugar, momento en pasó a ocupar el segundo. A los500 metrosya estaba en la punta y en la llegada tenía una ventaja de no menos de diez culos sobrela segunda. Asículminaba la competencia del día.

Luego de un reparador baño Romy fue requerida que se presentara en salón de fiestas, lugar que se destinaba a gozar a las ponies luego de las exhibiciones. Esa noche Romy fue cogida ocho veces por la vagina, cuatro por el culo y siete en su boca.

Debido a la actividad física tanto en la pista de carreras como en el salón de fiestas, se quedó dormida en el establo y no se presentó en la clase de la mañana, motivo por el cual recibiría un castigo. Fue llevada al poste de doma y atada con los brazos en alto. Las anillas que atravesaban sus pezones fueron atados a sus muñecas, con lo cual las tetas exponían sus parte inferior, generalmente no alcanzada por los látigos.

Uno de los cuidadores se acercó a ella con una fusta de correa corta y luego de preparar el golpe, los descargó con fuerza en la parte inferior de las tetas. Romy contuvo el gemido pero sus ojos se humedecieron. El segundo fue directamente sobre el ombligo, allí donde tenía atravesada otra anilla. El dolor fue más intenso.

-¿Vas a quedarte dormida otra vez, potranca Romy?-

-No señor, no me quedará nunca más dormida.-

-No estoy tan seguro de eso.-

Mientras decía esto, descargaba con fuerza otro azote en el culo.

-Todas las potrancas son iguales. Creen que ganar una carrera las habilita a holgazanear.-

-No señor, no es así. Me quedé dormida no solamente porla carrera. Anocheme cogieron varios hombres y terminé agotada.-

-Para eso estás potranca Romy, para ganar carreras y para prestar tu cuerpo.-

-Sí señor, haré lo que me pidan.-

En total recibió una docena de azotes. Los más dolorosos fueron los de las tetas. A pesar del dolor que persistía (las marcas eran muy notables) Romy se sentía reconocida enla granja. Nosolamente la habían cogido la noche anterior sino que habían notado su falta en la clase y la castigaron de inmediato.

Habían transcurrido seis meses desde su ingreso enla granja. Erauna de las ponies que ocupaba un lugar preferencial entre todas, no solamente por su comportamiento en las carreras, que ganaba la mayoría, sino por la forma en que ofrecía su esbelto cuerpo.

Persuadida de sus obligaciones hacía permanentemente gimnasia no solamente para mantener su estado físico para las competencias sino para gozar y hacer gozar de los frecuentes polvos que le requerían. Se había convertido en una sumisa convencida por momentos, de que no era una mujer sino el equino que ella llevaba adentro y que sus conocimientos de veterinaria le permitían cuidarlo más que lo normal.

Debido a estas características fue requerida de distintos establecimientos rurales. La granja tenía por objeto entrenar a las potrancas pero no quedarse con ellas, por lo que finalmente se arregló un precio para la transferencia de Romy a un hipódromo importante. La potranca pensó que, perteneciendo al hipódromo, ya no sería requerida sexualmente como lo había sido hasta ese momento, pero se equivocó.

A fin de aumentar las apuestas, el hipódromo ideó no solamente un premio en efectivo a quién apostara a la potranca ganadora, sino que además tenía derecho a cogerse a cualesquiera de ponies que habían intervenido. Finalmente las autoridades debieron desestimar el procedimiento porque luego de una carrera llegaba a haber más de cien postulantes para hacer uso de Romy y eso no era materialmente posible.

Por ese motivo luego se modificó la regla y solamente un selecto grupo de socios podía usar a Romy de la manera que considerara conveniente. Así la frecuencia cayó notablemente y poco después Romy no era sometida más de tres o cuatro veces por semana, disputando al mismo tiempo diversos torneos con los que acumulaba premios y condecoraciones.

Si bien era la mejor potranca, no por eso era tratada mejor que otras y con regularidad recibía algunos castigos y humillaciones para que no olvidara su condición. Sus estudios de veterinaria le permitían conocer mejor las costumbres de las yeguas en particular y era un ejemplo para las demás. Esta situación llegó a oídos del titular de la granja donde Romy había aprendido sus últimas habilidades y le propuso al hipódromo comprarla para que actuara como instructora de las nuevas ingresantes.

Así, sin perder su condición de pony girl, se convirtió en una pieza fundamental dela granja. Podíacompartir largas horas en los establos, mostraba cómo someterse a los cuidadores, cómo dejarse usar por todos y cómo mejorar día a día la condición de ponies que debían adquirir.

FIN