Rompiéndole el culo a Mili (46)
Epilogo
Tras mi viaje A New York, regresé a mi país aliviado… como que me había quitado un peso de encima hacer las paces con Mili y en parte conmigo mismo… perdonarme las estupideces que hice y me llevaron a perderla… había cosas que ya no podía cambiar o controlar y debía vivir con eso.
- ¿Cómo te fue?... me pregunto.
- Bien, bien… dentro de lo posible… respondí recordando el viaje.
- Qué bueno…
- Quería agradecerte por todo… después de tantos líos… fue un bonito gesto lo que hiciste… agregue, quizás quería hacer las paces también con ella.
- Lo que sea que se te ofrezca… sabes que te lo puedo dar… replico Vane, nuevamente coqueta e insidiosa, viendo mis 5 segundos de debilidad.
- Ok… gracias, lo tendré en cuenta… le dije y me despedí.
No con todas las personas se puede hacer las paces, me dije. La actitud de Vane, volvía a ser la de antes… quizás no sea tiempo aún. Con Mili era diferente, ambos queríamos arreglar las cosas… Vane solo quería seguir jugando conmigo.
Tras eso decidí enfocarme más positivamente en mis cosas, postule a la maestría de mi facultad, cosa que alegro mucho a Guille, quien me dijo que al ciclo siguiente también lo haría, en realidad le tomaría más tiempos, andaba enredado en los negocios familiares.
- ¿estas mejor?... me pregunto.
- Si… las cosas están mejor… gracias por preguntar.
- Me alegro por ti, supe que estas en la maestría… agrego.
- Creo que va siendo momento que me preguntes esas cosas a mi… le dije sorprendido.
- No culpes a tu mami, ella me cuenta cosas… se siente orgullosa… repuso excusándose.
- Me refería a que quizás es tiempo de conversar estas cosas de frente, Viviana… dije.
Lo cierto es que, si había hecho las paces con Mili, quizás podía hacerlas con Vivi, que a pesar de lo sucedido siempre mostro preocupación por mí. Nos reunimos en un café, con el nerviosismo de estas situaciones… empezamos hablando de lo más reciente, mi maestría… luego del viaje y el estado de Mili.
- Mira… ojalá puedas perdonarme por las cosas que pasaron, mi manera de actuar, sé que no te merecías que las cosas terminen así… reconocí, casi sin poderla ver a los ojos.
- Fue hace tanto… y si dolió mucho… pero ya… ya paso… dijo sin querer volver a recordar eso, tomando mi mano, sabía que era difícil que yo dijera estas cosas.
- Ahora solo quiero que podamos conversar e intentar ser amigos… dije afligido.
- Está bien… empecemos de nuevo… me dijo, queriendo cambiar de tema.
Seguramente aun me veía destrozado no solo por como actúe con ella sino también por como parecía que seguía amando a Mili. Pensé que estaba siendo muy egoísta al solo hablar de mis cosas… así que me dediqué a preguntarle sobre su vida… ya me tocaba escuchar.
Me conto que ni bien termino la universidad, ingreso a la maestría y bueno ya la había terminado, la felicite por ello, siempre fue muy estudiosa. Luego, a regañadientes, y mi insistencia, me conto que había salido con varios amigos, pero nada serio… incluso llegamos a bromear sobre el incidente en el cine, obviamente no le conté lo que hizo Mili para que la olvide.
Solo reconocí que me movió el piso verla, que incluso Mili lo noto y algo de celos le dieron. Eso de alguna manera reconforto a Vivi, que siempre decía que lo nuestro había sido especial y difícil de olvidar. Nos despedimos como amigos… sin embargo de a pocos comenzamos a salir nuevamente.
Respecto a Mili… como les comenté, seguíamos en contacto por teléfono… le comenté que Guille y Marce se habían comprometido. Nos alegramos por ellos…
- ¿Y tú? ¿Cuándo te comprometes?... me dijo bromeando.
- Eso está difícil… primero debo conseguir novia… repuse.
- Y ¿qué hay de Viviana?… me dijo intentando sacarme información.
- Ay Guille… siempre con los chismes… o fue Marce… repuse, queriendo averiguar su informante.
- Uhmmm… no te lo diré… sino después no me entero de tus cosas… dijo risueña.
Parecía que todos estaban informados de mi vida personal, no sé, quizás hasta mi madre también hablaba con Mili. Si bien salía con Vivi, aun estábamos lejos de retomar algo, al menos eso creí, aunque parecía que ella si lo deseaba. Intente cambiarle de tema, le devolví la pregunte sobre ella y Paul. Me dijo que andaban bien, pero ocupados con sus trabajos.
Luego, procuramos hablar del futuro con algo de esperanza, ya que Guille y Marce se casaban… hablamos sobre la posibilidad de tener familia quizás… aunque a decir verdad Mili, con el tiempo fue dejando de lado esa idea… temía heredarles esa enfermedad a sus hijos.
Intentaba animarla, con aquello de que algún día iría a visitarla para que me de otro tour por New York… evidentemente no como la última vez, haciéndolo como conejos en todos los rincones posibles… quizás esta vez podría ser en parejas, con Paul y Vivi, quizás Marce y Guille como luna de miel.
Al final fue más bien Mili quien vino a vernos, paso dos semanas por acá, por fiestas navideñas y de fin de año. Según ella era para escapar del frio de New York. Sentí que tal vez era un último viaje a su país a manera de despedida. Vino con su papa y con su novio Paul.
Primero Mili visito familiares… luego recién a amigos. Al principio no me avisaron de su llegada, tal vez para que no me hiciera ilusiones, me resentí un poco… porque pensé que ya habíamos superado aquellos malos momentos y perdonado el pasado… quizás nuevos chismes de mis antiguas locuras con Vane o de mi época de verga loca… tal vez no quería perturbar la relación que ya había retomado con Vivi.
Al final fue un poco parte de eso último, pero más por otro tema que luego notaria… Ya me había enterado por Guille y Marce, que Mili estaba en el club campestre pasando unos días de sol, tras visitas maratónicas a familiares. Luego de eso volvería a la ciudad, parecía que la habían convencido de verme.
Cuando la vi entrar, mi corazón salto… estábamos esperando en un café con Marce y Guille… ya no usaba la ropa ceñida o reveladora que me volvía loco, llevaba ropa más suelta y cómoda para ella. Yo no lo quería aceptar al principio, pero Mili estaba más delgada, casi como vi a su madre antes de viajar… cuando Mili fue al baño, Guille y Marce me confirmaron a regañadientes esa percepción… pero para mí siempre Mili estaba guapa y conservaba lo abultado donde debía… y punto.
Cada que podía, miraba a Mili con los mismos ojos con los que la espiaba en los rincones de la universidad, como cuando nadie sabía lo nuestro y nuestras miradas eran cómplices.
- Yaaa… Danny… no me mires así… me reprochaba en voz baja, cuando Guille y Marce nos dejaron unos minutos, para ir a comprar algunos postres.
Esas miradas la hacían sonrojar y avergonzar, linda como ella sola. Cuando regresaron y yo continuaba con esas miradas, Mili me hacía señas para que deje de verla así. Pero al menos le hacía recobrar aquel brillo en los ojos y esa sonrisa coqueta, seguro recordando las locuras que hicimos.
Luego Marce me diría, que Mili les pidió que no la dejen sola conmigo mucho tiempo, que podía cometer locuras si le daban una chance a solas conmigo. También me confirmo, que Mili no quería entorpecer lo que yo estaba recobrando con Vivi… menos aun serle infiel a Paul que la había acompañado.
Así que, por si lo piensan, durante su estadía… no… no pasó nada… más que uno que otro abrazo efusivo, y más de un beso en la mejilla que rosaba nostálgicamente los labios. Este tipo de muestras de afecto no le agradaron mucho a Paul, que, a estas alturas, ya sabía de la historia que teníamos juntos.
Al final quedamos en hacer un tour de recuerdo por la facultad, Nos tomamos fotos en la vieja escuela, en la placa conmemorativa de la promoción, con Guille y Marce, que al final de cuentas, terminamos siendo los más cercanos… llevamos a Paul de fotógrafo… aunque si se tomó algunas fotos con Mili.
Antes del regreso de Mili a New York, nos reunimos en parejas en la casa que Guille y Marce estrenaban como esposos… Mili fue con Paul, y en ese momento yo fui con Viviana, que ya era mi pareja entonces. A pesar de todo lo que pasamos a raíz de Mili, Vivi fue bastante noble o empática, no sé cómo decirlo, como para ir y pasarla bien con nuestras anécdotas de universidad.
- ¿Vieron al viejo portero?... dijo Marce, intentando iniciar la conversación.
- Ay si… pobrecito… esta viejo… dijo Mili, recordando que una vez casi nos descubre, nos miramos y sonreímos de manera cómplice.
- Si… creo que lo van a enterrar en el jardín… dijo Guille sarcástico.
- Que cruel eres… dijo Mili riendo.
- A otro que vi hace un tiempo… fue a Javier… dijo Marce, intentando seguir la plática.
Creo que Marce no sabía la historia completa entre Mili, Javier y yo… solo vi la mirada aburrida de Mili, como si no le interesara… pero bueno, por amabilidad le siguió la corriente.
- Bueno… parece que seguía llevando algunos cursos para graduarse… dijo apenada Marce.
- Dicen que había embarazado una chica… y bueno se dedicó a trabajar, dejando los estudios de lado... agrego Guille.
- ¿No fue ese Javier con el que te peleaste?... agrego Vivi intentando intervenir en la conversación, quizás una de las pocas cosas que sabía del grupo.
- Cierto… ¿Por qué fue?... repuso Mili intrigante, sabiendo que fue la causante.
- Ahhh… por temas de futbol y apuestas… me limite a decir con una mirada cómplice.
- Si, por un campeonato que les ganamos… gracias a Danny… repuso orgulloso Guille.
- Aquí futbol muy loco… dijo, Paul a su vez, intentando participar con su masticado español.
- Si… mucho fanatismo… repuso Mili, sonriendo.
En realidad, fue mi fanatismo por su recién inaugurado ano, lo que causo todo ese lio con Javier. Debo reconocer que, por momentos, me hizo gracia la manera de expresarse de Paul, se notaba que le costaba concatenar frases y tiempos… y luego recordé que a mí también me paso lo mismo cuando visite Estados Unidos y mi inglés no me funciono del todo bien… así que había que reconocerle el esfuerzo a Paul.
Como buena anfitriona, Marce siguió soltando los temas de conversación…
- ¿Qué saben de Vane?... dijo, parecía que Guille tampoco le conto mucho de eso.
- Bueno… creo que se fue a estudiar afuera… de ahí no supe más… dije para no ahondar en el tema.
- Yo oí rumores… no se si sean ciertos… agrego Marce, que nos atrapo con eso.
- Con Vane… no se sabe que es cierto y que no… repuso Guille, un poco hastiado.
- Me lo dijo la Bibliotecaria… no sé qué tan cierto sea… replico Marce.
Esa señora de la biblioteca era un oráculo, se sabía la vida de todos los estudiantes, por rumores de rumores. A todo esto, Marce había estado visitando la facultad con regularidad para tramitar su título… a insistencia de Guille. Desde que termino la universidad, Marce se involucro mas en los negocios de la familia de Guille, que dejo de lado sus trámites… por esas visitas a la facultad, ahora estaba más enterada de los últimos rumores.
- ¿Y Qué te dijo la bibliotecaria?... repuso Mili, que parecía sentir curiosidad o quizás veía que Marce se moría de ganas de contarnos y le siguió la conversación.
- Dicen que le diagnosticaron una enfermedad mental… un trastorno bipolar creo le llaman… dijo Marce apenada.
No miramos con Guille, en nuestra ignorancia, quizás eso hacia sentido… por los cambios de ánimo que tenía aquella mujer… los conflictos no resueltos con sus padres y sus constantes presiones para que estudie lo que ellos querían, quizás termino por desencadenar esa enfermedad en Vane.
- Hasta parece que estuvo internada en una clínica… por un ataque que le dio… agrego sintiendo lastima por ella.
Sonaba creíble por como actuaba… pero ¿quién sabe?, ahora que Mili tenía leucemia, quizás Vane quería también algo de atención, tal vez los rumores fueron esparcidos por ella misma… bajo algún pretexto para compadecerla y que retomemos nexos con ella…
- Pobre… solo atinó a decir Mili.
Quizás no fuimos muy compasivos en ese momento… pero estábamos tan hastiados de sus intrigas, tanto nos mintió Vane, que ya no sabíamos que creer… era como el cuento de Pedro y el lobo, de tanto mentir cuando al fin dijo la verdad, nadie le creyó.
La lejanía y el tiempo hicieron que Mili dejara de lado cualquier rencor hacia ella. No le recordaba que me hiciera algún reproche recordándomela, como si hizo cuando la visite en New York... a pesar de todos u derroche de lujos y dinero, incluso de la enfermedad de Mili… Vane logro que sintamos lastima de ella.
Pero bueno… no valía la pena ahondar más en la vida de ellos... de Javier y Vane... el tiempo encargo de poner a cada quien en su lugar.
- Chicos más bien me disculpo por no haber venido a su boda… agrego Mili, tratando de hablar de cosas más alegres.
- Si… estuvo muy linda la ceremonia… repuso Vivi, que me había acompañado en aquella ocasión, para mi suerte no atrapo el ramo de la novia.
- Ay gracias… estábamos tan nerviosos por los preparativos… al final uno no disfruta tanto… lo hace más por la familia y amigos… dijo agradecida Marce.
- Si… Mili en tratamiento… no poder venir nosotros… agrego Paul intentando intervenir.
- Bueno… si… cosas de rutina… agrego Mili, que no quería ahondar en temas de su enfermedad.
Mili evitaba comentar esas cosas con nosotros… solo tomo la mano de Paul, como para evitar entrar en detalles de su enfermedad. Ella quería recordar las cosas buenas de su época de universidad… Guille lo entendió y saco un viejo álbum con fotos de aquella época… nos reímos de nuestro aspecto y compartimos anécdotas.
Luego saco el álbum de la boda... dio pie a hablar de los chicos comprometidos, de los casados, de los con hijos… hubo referencias de los planes de Guille y Marce sobre tener hijos… y obviamente indirectas a Mili y Paul… así como a Vivi y a mi… cosa que sorteamos con buen humor.
Antes de despedirnos… Mili se dio unos minutos para hablar con Vivi, bajo la mirada sorprendida de Guille, Marce y mía. El pretexto fue que Vivi la acompañe al tocador para arreglar su maquillaje, ya que veía que Vivi tenía buen gusto para esas cosas.
Por un momento me intrigo ese accionar confidente… pero pensé que, a su manera, Mili también necesitaba hacer las paces con Vivi… nunca fueron amigas y esta era la primera y quizás ultima vez que se vieran. Me reconforto ver tras unos minutos que retornaron sonriendo y bromeando, solo esperaba que no compartieran detalles íntimos míos que fueran bochornosos.
Vivi nunca quiso decirme de que hablaron con Mili… solo se limitaba a decir que era “cosa de chicas” de manera intrigante, sabia que me moría de curiosidad. Para acallar un poco mis dudas, solo agregaba que Mili era una gran mujer, con un gran carisma…
Tras esa reunión… incluso recibí algunos rumores de que, Vane e incluso Javier, se quisieron colar a esa velada de reencuentro. Quizás se enteraron porque sus amigos nos vieron paseando por la facu… sin embargo, el prudente Guille nunca me lo confirmo, ni como hizo para deshacerse de ellos o evadirlos.
Días después fui a despedir a Mili al aeropuerto… Guille y Marce tenían un compromiso familiar. Viviana decidió darme mi espacio, para que pudiera cerrar mis cosas con Mili… como no querer a Vivi por ese tipo de actitudes desprendidas y maduras, respecto a la que fue su rival…
De más está decir que… esa fue la última vez que pude ver a Mili, la última vez que la pude sentir, que la pude abrazar… incluso pude darme el gusto de besarla por última vez…
Para esto conté con la colaboración proactiva de mi buen ex suegro, me dio los 5 minutos de privacidad que necesitábamos. Se llevo a Paul bajo el pretexto de comprar un café y algunas cosas para el largo vuelo… mientras lo llevaba como un niño, con una mano en el hombro, mi ex suegro volteo a verme y guiñarme el ojo de manera cómplice…
- Fue muy evidente ¿no?... me dijo sonriendo por la actitud de su padre.
- Si… lo tuve que sobornar… le dije bromeando.
- Siempre me haces reír… eres un tonto… me dijo golpeando dulcemente mi pecho.
Luego, simplemente nos miramos, nos abrazamos… su cabeza se hundió en pecho, mientras nos aferrábamos mutuamente. Evitamos unos segundos mirarnos… hasta que sucedió y vi nuevamente ese brillo en sus ojos, que años antes vi… y por un momento volvimos a ser esa pareja de jóvenes que se despidió años atrás en ese mismo aeropuerto.
Creo que compartimos el mismo pensamiento… la poca distancia entre nosotros fue salvada… yo me incline y ella a su vez se empino… nuestros labios se unieron nuevamente. No fue un beso pasional, fue uno cariñoso… tras unos instantes en que nuestros labios se recorrieron y acariciaron con amor… nos separamos, mirándonos alegremente, por la nueva travesura que nos permitíamos…
- Siempre te voy a amar… pase lo que pase… le dije.
- Me vas a hacer llorar… dijo con los ojos vidriosos.
- Es cierto… nunca te olvide… y nunca te voy a olvidar… le confesé.
Era el momento de decir las cosas, no quería dejar esas cosas guardadas en mi corazón… sabía que quizás era la última vez que la viera. No quería arrepentirme después de las cosas que debí decirle y no pude o no quise por dármela de macho…
- Viviana te va matar…me dijo bromeando, intentando frotarse los ojos.
- Bueno… creo que lo sospecha… le dije resignado.
- Es una buena chica… deberías casarte con ella… me dijo.
- ¿En serio?... pregunte.
- Mira que te dejo venir solo…
- Oye… que soy adulto y se como venir… y venirme… lo sabes… dije bromeando.
- Sabes a que me refiero… tonto… dijo de buen humor.
Luego se puso seria, quizás recordando su conversación en el baño…
- Es una gran mujer… soporto verme, tras saber que yo te robé, que fui yo quien los separo… te debe amar mucho para tener un detalle así contigo… dijo y derramo una lagrima, aunque también tenía que reconocerle ese merito a Paul, que soporto verme sabiendo lo nuestro.
Mili se quedó en silencio unos instantes… como dándose ánimos para continuar… hasta que, al fin confeso, lo que no quería decir… para no quebrarse.
- Viviana soporto verme… y darse cuenta que aun… que aun te amo y que siempre te ame… que yo tampoco nunca te olvide… agrego llorosa.
Me abrazo nuevamente, no quería que la viera llorar y bueno, si, algunas lágrimas también cayeron de mi rostro… no soy de piedra. Nuevamente nos besamos tiernamente y nos separamos.
- Yo no me di cuenta… dije bromeando nuevamente para no seguir derramando lágrimas.
- Tu nunca te das cuenta de nada… las mujeres notamos esas cosas… Yo sé que Vivi me descubrió por la forma en que te miraba… lo vi en su rostro… pero ella lo entendió… sentencio Mili.
- Vaya… dije, siempre fui volado para esos pequeños detalles.
Vivi no me dijo nada ni me reprocho, seguro entendía el estado de Mili y no era maduro celarme por un viejo amor que estaba a punto de partir…
- Ay… Mírame… estoy hecha un desastre… me dijo apenada, limpiándose las lágrimas, no sé si se refería a su maquillaje corrido o a su delgadez por la enfermedad.
- Para mí siempre fuiste hermosa y siempre lo serás… dije seriamente mirándola a los ojos.
- Eres un mentiroso profesional… olvidas que te conozco… dijo sonriendo.
- Si… me conoces mejor que nadie… dije guiñándole un ojo.
- Lo cierto es que… te mereces ser feliz… ella también… yo soy feliz y seré feliz también por ti… me dijo a manera de conclusión.
Luego nos dimos otro pequeño beso de amigos, y nos separamos por última vez… viendo que a la distancia se acercaban Paul y el papa de Mili… llenos de implementos para el viaje… mi buen ex suegro, lo mantuvo entretenido comprando chucherías.
- Suerte que llegaron… sino te hubiera llevado a esa salida de emergencia de la última vez… dije bromeando con una de las ultimas locuras que hicimos en su anterior despedida.
- Creo que ellos te salvaron a ti… ya estaba viendo que meterte a ese baño… agrego Mili risueña, recordando otra de nuestras clásicas travesuras.
Solo nos dio tiempo un abrazo… y un susurro al oído…
- Te amo… gracias por tantos bonitos recuerdos… me dijo.
- Yo también te amo… por favor nunca lo olvides… le dije.
Tras unos minutos de platica en que Paul y mi suegro nos mostraron sus compras. Ellos se fueron juntos a la zona de embarque… esta vez recibí un apretón de manos de Paul y hasta un abrazo de mi ex suegro, mientras Mili se iba sonriente con ellos, volteando a verme de cuando en cuando.
Igual que años atrás me quedé mirando los aviones partir, con algunas lágrimas cayendo de mi rostro… hasta que me sentí listo para regresar a mi vida... en el camino una llamada de mi madre, otra de Vivi… y otras mas de Guille y Marce, me reconfortaron.
Tras esa despedida… pocos años después… paso lo que tenía que pasar… lamentablemente Mili, igual que su madre, no pudo vencer esa maldita enfermedad...
No llegue a tiempo para despedirme en persona. Creo que como cuando vino de visita, Mili no quiso que la viera así, le hizo prometer a su padre y a Guille que no me dirían nada. Al principio me enojé mucho con ellos, pero luego lo entendí, era el deseo de Mili.
Recordé que, como la última vez que nos vimos, Mili deseaba que continuara con mi vida y que la recordara en nuestros mejores momentos… con nuestras locuras de universidad, nuestros amores y desamores, nuestras travesuras en todos los rincones posibles... y sobre todo nuestro amor.
Solo pude llegar a presentar mis respetos. Esta vez sí pude pagarme mi pasaje y estadía en New York… me acompañaron Guille y Marce… y en ese momento… hasta Viviana, no pensé recibir tanta comprensión por parte de ella.
No recuerdo haber llorado tanto por alguien antes… menos aun haber recibido tanto afecto de las personas menos esperadas, su rígido padre y del por momentos celoso Paul… entendí que todos a nuestra manera habíamos amado a Mili…
Ya no quedaba tiempo para arrepentimientos… como me decía Guille… vivimos lo que debíamos vivir, solo quedaba recordar lo bueno de una de las mejores etapas de nuestra vida.
Fin…